Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 3- Casa de Kendra Lorrimor.

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03/11/2017, 13:26
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

ALBA.

CASA LORRIMOR.

Se encontraba mejor que cuando llegó del otro lado, pero era consciente de que sus heridas tras la batalla con el ser todavía no estaban sanadas del todo y desde que había vuelto a Ravengro había estado obligado a luchar otras dos veces, una por día, lo que no ayudaba a su recuperación. Sin embargo no iba a dejar que el grupo se retrasara para ir a Piedra Alzada, era algo que él llevaba esperando mucho tiempo y podía ser el gran día. Se desperezó y se puso en pie con energía. Tras un rápido aseo bajó a tomar algo para reunir suficientes energías para lo que podía ser un día muy largo.

Ya estás aquí Gheorge, supongo que Alarico está entonces en el otro lado. ¿Cómo está la cosa por allí?

No eran amigos suyos, pero en cierto modo sentía empatía por los aventureros que se encontraban atrapados al otro lado, eran torpes, poco diestros, estaban desmemoriados y mal armados; no tenía pinta de que fueran a sobrevivir mucho. No le preguntó nada acerca de las cuestiones más técnicas porque para eso estaba el Doctor Querio y sus elucubraciones personales.

Estirges, esqueletos, no podemos seguir retrasando el ir a Piedra Alzada, no sabemos que aparecerá mañana. Hay un nigromante suelto reviviendo muertos y un tipo que atrae estirges, en breve podrían combinar esfuerzos y hacer un ataque más poderoso. Hay que darse prisa.

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03/11/2017, 18:41
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

ALBA.

CASA LORRIMOR.

Gheorghe sonrió levemente ante los saludos y las muestras de interés por su estado, alzando un poco una de sus manos extendida para quitar importancia a su estado.

-Agradezco tanta preocupación, pero estoy perfectamente. Nadie me ha herido en mi estancia en ese lugar, ni he tenido problemas de ningún tipo-indicó. Aunque, por el relato de Konrad, sabía que ellos no podían decir lo mismo-he charlado brevemente con mi hermano, y me ha contado lo ocurrido en mi ausencia. Me alegro de que finalmente optarais por la justicia y salierais en defensa de la semiorca-dijo mientras se sentaba y empezaba a desayunar. Lo cierto es que había echado de menos la comida, pues al otro lado la situación era otra, y desde luego no tenían miel u otras cosas de ese estilo.

-Si no me equivoco, he pasado dos noches allí, doctor Querio... O, al menos, dormimos en dos ocasiones. Y, como ya he indicado, estoy perfectamente. No será ningún problema acompañaros, aunque me gustaría saber si habéis descubierto algo más sobre el lugar, o sobre lo ocurrido allí con el profesor.

Y dando buena cuenta de un poco de pan untado en mantequilla y miel, vio como Velkan se les unía y le preguntaba por los otros, mencionando también a Alarico. Dejó el trozo de pan que se estaba comiendo, quizás con un deje de culpabilidad por estar allí disfrutando de aquello mientras uno de sus hermanos y otros compañeros padecían en el otro lado, y suspiró, negando suavemente con la cabeza.

-No está nada bien. Algo horrible ha pasado en ese lugar maldito. Algo más allá de una invasión de monstruos, o una revuelta. Por lo que averiguamos de un grupo de supervivientes al que estamos ayudando, hubo una revuelta liderada por un tal Zandalus, que se erigió en profeta de un extraño culto. Lo que antes habían sido pacientes pacíficos se volvieron violentos, y aquel lugar se volvió una locura... Y luego quedó rodeado por extrañas nieblas amarillas. Y hay... Cosas extrañas en él. Ojos gigantes creciendo en paredes, cultistas... Y, por si fuera poco, la comida escasea cada vez más. Espero de corazón que logren sacar a los supervivientes de allí. ¿Cómo estaba Gabriel?-preguntó, con genuino interés-me extrañaría que me recordara, visto el estado de los que vienen de Briarstone, pero sospecho que no llegó aquí tan entero y consciente como lo hice yo.

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03/11/2017, 19:09
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

ALBA.

CASA LORRIMOR.

El relato del caballero sobre los horrores que pululaban en en lugar a donde trasportaban las nieblas dejó la boca seca a Gruñido. Tragó ruidosamente y apuró su bol de leche con miel y pan migado para quitarse el regusto amargo de la boca. Le recordaba a las historias que se susurraban en el asentamiento del clan Gorra Roja, historias que hablaban de antiguos cultos a dioses obscenos y horrores inenarrables que serpenteaban por la noche.

- Ser mal sitio ese, malo de verdad. Ahora tener todos un hatillo de comida para si niebla amarilla llevar a ese otro lado. Usted necesitar señorito Gheorghe.

Sí, ayudar a Grurcha, pero ella huir en la noche y no saber más de su destino... Grwwwwlll. -

Una mirada compungida se dirige Konrad, mientras el chófer rasca con una dura uña unas migas en dirección a su palma. Era evidente que el incidente de la huida de la que podía considerar el ser más afín en kilómetros le había afectado bastante.

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04/11/2017, 13:38
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

ALBA.

CASA LORRIMOR.

No aportó nada al tema de Grucha, seguía dolido en su orgullo con el hecho de que la orca hubiera sido capaz de escaparse de él y hacerle perder el rastro. Por eso prefirió centrarse en preguntar a Gheorge sobre los supervivientes del otro lado y poder concentrarse en la situación de allí. Antes de responder a la pregunta del paladín tomó una loncha de jamón con una rebanada de pan y la engullió sin demasiados remilgos.

—Alarico se recuperó bastante bien, cuando lo vi allí pensé que la puñalada que recibió era mortal, pero la última vez que lo vimos hablaba mucho y se movía perfectamente. Se llevó un par de cuchillos al otro lado y sabe usarlos, espero que eso sirva para que sobrevivan.

Apretó el ceño al escuchar que Gheorge se había vuelto a Ravengro tras dos noches, las mismas que habían pasado allí. Eso si no recordaba mal, desmontaba la teoría del Doctor Querio.

—Pero llegaste casi en la primera noche, justo antes de acabar el combate y a tiempo para hacer guardias. Creo que podemos volver de allí aquí, tras dormir una noche. 

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05/11/2017, 11:50
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

Cuando Kendra bajó se encontró a sus invitados terminando de desayunar y a Gruñido con un pequeño refrigerio preparado para ella.

- Buenos días a todos, espero que hayan tenido buena noche. - Definitivamente ella no la había tenido después de lo que había pasado el día anterior. - Gracias, Gruñido, eres muy amable. - Kendra sonrió al semiorco y acarició su cara, él también parecía apesadumbrado por todo lo que estaba pasando. - Recogeré esto y lo llevaré a la cocina, así podréis seguir hablando.

Comenzó a recoger la vajilla usada de los que ya habían terminado y lo puso todo en una bandeja para llevárselo a la cocina. No podía creer que hubiera dormido hasta tan tarde y no haber podido atender a sus invitados como era debido.

- ¿Van a ir hasta Piedra Alzada? - Preguntó al escuchar las conversaciones. - No se preocupen por mí, estaré bien, y creo que es una buena idea que se acerquen a ver qué pasa allí. Padre parecía obsesionado con ese lugar los días anteriores a su muerte y en el pueblo no paran de pasar cosas raras. No quiero ni imaginarme que esos esqueletos hubiera hecho daño a alguien. Está claro que el Sheriff no puede manejarlo todo, aunque no aceptará su ayuda me temo, quizá sea mejor que actúen por su cuenta. -

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06/11/2017, 12:24
(CC) Doctor Querio Vandel.

Querio se encogió de hombros.

Es aún pronto saber si iremos a Piedra Alzada o no. Esperaremos a ver cómo se encuentra Sascha para saberlo. Si sigue enferma, no pienso dejarte aquí con un lobo, Kendra. Veamos primero si baja esas escaleras, o no puede ni levantarse de la cama.

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06/11/2017, 20:26
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

Había ocupado los primeros momentos del alba para meditar con Tharath, después una muy merecida y mucho más esperada noche de descanso. Por fin podía sentir cómo el lobo canalizaba el poder otorgado por Ithaqua. Débil por el momento, pero reconfortante.

Me senté en la mesa a desayunar poco antes que Kendra. La chica me dio algo de lástima, pues aunque la había acostado en la cama en cuanto la vi en el sillón, no había conseguido dormir demasiado.

Al principio no me fijé en que las caras que estaban eran las que tenían que estar. Al caer finalmente en el regreso de Gheorghe, le miré de arriba abajo para determinar su estado, con cierto alivio, pensando para mí misma que la forma en la que habían llegado los demás, Alexéi, Gabriel y Anselmo, debía deberse a su pobre constitución o negación para la lucha, pues Gheorghe parecía casi ileso.

Tras el desayuno, subí al cuarto a sabiendas de que ya no molestaría a Kendra a recoger la mochila con mis objetos, y a Rhakan. Bajaba de nuevo y entraba en la sala cuando escuché la observación de Querio. Como para querer demostrar que se equivocaba, entré en el salón con el macuto ya en la espalda y Rhakan apoyado en el hombro.

- Yo estoy en mejor estado para viajar durante una fuerte fiebre, que tú con doce horas de sueño y un desayuno a base de cereales.

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06/11/2017, 21:40
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

- Por cierto...- Konrad miró a aquellos que habían pasado al otro lado.- ¿Qué se siente...cuando se pasa al otro lado?- Le picaba la curiosidad pero sobre todo necesitaba saber si era algo vertiginoso o una transposición tranquila. Le parecía que podía aprovechar la experiencia de aquellos que habían cambiado para mantenerse calmado en caso de que a él le pasara también.

- Si todos están de acuerdo y, ejem...- Konrad se aflojó el cuello de la camisola que llevaba, visiblemente incómodo. Sascha había bajado las escaleras ya con todo preparado y mostraba de nuevo su indomable carácter con el pobre Doctor Querio Vandel.-...creo que Sascha está conforme y en plena forma, me parece que sería un buen momento para visitar Piedra Alzada.- No lo decía realmente convencido. A pesar de la alegría de ver regresar a Gheorghe sano y salvo, se encontraba de pena. Se sentía cansado de haber dormido fatal por culpa de las pesadillas. Al final, por esperar a que su ama de llaves se recuperaba, el que iba a ir en paupérrimas condiciones era él.

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06/11/2017, 23:26
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

Gruñido observa al aún herido Velkan mientras habla de puñaladas y peleas. Su estoico hermano ni siquiera tenía tiempo para sangrar. Gruñido no era tan duro como él, si le pinchaban, sangraría. Luego el comentario de Sascha le arrancó una breve risilla.

- Wiii, ej, ej , ej, Jegrwwwlll... Ejemmm...

Señor Konrad, ¿necesitar carruaje para ir a ese lugar? Si necesitar, Gruñido preparar ahora. -

Haciendo algo de tiempo ante las miradas que le pudieran dirigir, el semiorco comprueba el hatillo de viandas que le preparara la señorita Lorrimor y no puede evitar una mueca de alegría al ver algunos caramelos en el fondo. Terminó de poner orden en sus cosas y dirigió una mirada interrogante a Konrad.

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07/11/2017, 12:24
(CC) Doctor Querio Vandel.

Los cereales permiten añadir fibra a la dieta. Algún día, cuando tengas mi edad, lo valorarás de otro modo-contestó a Sasha.

La idea de llevar el carruaje le agradaba. Lo último que quería Querio era andar durante todo el camino. Trató de justificarlo, alegando varios motivos que apoyasen esa idea.

En el pueblo todavía no saben que hemos perdido a la semiorca. Creen que está bajo la tutela de Konrad. Si nos ven por las calles de Ravengro sin la semiorca, podemos meternos en un lío. Sin embargo, si llevamos el carro... podrían suponer que la prisionera viaja dentro.

Y estaría bien llevar al lobo dentro, en lugar de asustar a todos con el lobo molestando y gruñendo-no tardó en darse cuenta de que aquello iba en contra de sus intereses-. Peeee... pero... pero si el lobo viaja en la cabina, yo me pido ir en el pescante con el buen Gruñido. Un animal en un espacio pequeño es imprevisible.

Aunque el Doctor Vandel no lo supiese, la noche anterior Gruñido había intentado que el lobo entrase en la cabina del carro, pero era demasiado ancho para caber por la puerta. Puede que al final a Querio sí le tocase ir cómodamente sentado dentro.

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07/11/2017, 19:51
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

—No es demasiado agradable.

Fue todo lo que dijo el matacambiantes ante la pregunta del noble Konrad. Todos parecían listos y dispuestos, nada podía retener más tiempo su avance. Miró involuntariamente a su torso y palpó con disimulo bajo su ropa, las heridas que arrastraba. No estaban todo lo cicatrizadas que a él le hubiera gustado pero no iba a esperar más tiempo, ni a retrasar al grupo.

No me importa ir saliendo ya si no cabemos todos en el carro e ir andando. Pero hay que salir cuanto antes, cada noche aparecen nuevos peligros en la ciudad y no cumpliríamos con la palabra dada al Profesor si dejamos a Kendra aquí sola.

Rebuscó de forma instintiva entre los enseres que portaba para asegurarse de que disponía de todo lo necesario y asintió para él mismo y para el grupo por si alguien lo esperaba.

Si cae alguien herido es posible que viaje al otro lado como la vez anterior. Si queremos mandarles algo este es un buen momento para pensarlo.

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07/11/2017, 20:04
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

- Prepara el carro, Gruñido.- Así irían más cómodos y holgados.  Estaba claro que no todos podrían ir en su interior pero al menos podrían cargar los pesados bultos.- Yo ya tengo todas mis cosas preparadas. Están en mi habitación. Sacha ve  a por ellas y llévalas al carro mientras Gruñido prepara los caballos. Ah, y coge un hatillo con comida por si acaso para cada uno. Algo básico, sin exquisiteces.- Ordenó a sus sirvientes.- Los que queráis que os llevemos los bártulos sólo tenéis que decirlo.

Las explicaciones de Velkan eran tan parcas como siempre. Konrad suspiró resignado y esperó que el Doctor Querio Vandel, mucho más dado a una agradable conversación, le contara algo más.- Doctor, puede ir conmigo en el interior del carro.  Sascha se ocupará de Tharath.

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07/11/2017, 20:57
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

Gheorghe saludó con una leve sonrisa y un cortés asentimiento de cabeza a Kendra, alegrándose de verla en buenas condiciones tras regresar del otro lado. Por supuesto no creía que el resto fueran a dejar que algo malo le pasara a la hija del profesor, pero aún así, le reconfortaba encontrarla en buen estado de salud. Poco después bajo Sascha, y quedó claro que la visita a Piedra Alzada no se demoraría más. En cierto modo, al paladín aquello le inquietaba. Tenía la inquietante sensación de que se iban a adentrar en aquel lugar sin saber realmente nada de lo que estaba ocurriendo. Y nunca era sabio introducirse a ciegas en la guarida del lobo. 

La pregunta de Konrad le alejó de aquellos pensamientos para llevarle a otros, más siniestros quizás, que le hicieron torcer el gesto.

-Es... Cierto, no es demasiado agradable. Es como si algo claramente antinatural tirara de ti... Y cuando intenté resistirme, pasó a tirar no solo de mi cuerpo, si no también de mi mente. Es complicado de describir, pero desde luego fue una experiencia confusa y desagradable. La vuelta también es antinatural, pero es distinta... Como devolver a su lugar algo que está fuera de sitio. Como una vuelta al orden. No sé si me explico. 

-Y al otro lado necesitan alimentos-añadió-es de lo que van más cortos, en especial teniendo que ayudar también a un grupo de supervivientes. 

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07/11/2017, 22:29
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

Gheorghe no tiene daño alguno y dice sentirse bien, por lo que me despreocupo y vuelvo a sentarme. No entiendo muy bien el motivo de que haya vuelto, pero me alegra que sea así y que no haya sido de la misma forma en que han vuelto todos los demás.

Al rato aparece Kendra para desayunar con nosotros y se comenta el tema de ir a Piedra Alzada así como la salud de Sascha, si es que le permitirá acompañarnos o no. Al parecer, la mujer está mucho mejor y podemos por fin ir todos a investigar aquel renombrado lugar.

"Si el Profesor Lorrimor estaba en lo correcto, en ese lugar se ocultan varias respuestas que estamos buscando."

Hablo también para dar mi opinión:

 - "Yo también estoy listo y Sarenrae me bendice este día para prestar todo el apoyo del que soy capaz."

La verdad es que esta mañana me siento renovado y creo que puedo con lo que sea que se necesite para conseguir nuestros objetivos y derrotar a nuestros enemigos. Siento como el poder de mi diosa me inunda y no se amilana ni siquiera con las tétricas palabras que menciona Gheorghe acerca del "otro lado".

Me preparo con todo el equipo que llevaba en mi mochila y lo sobrante en las alforjas, pensando en que quizás debería incluir más alimento en mi equipaje, para todos los que necesiten de aquello.

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08/11/2017, 11:10
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor masticó la invitación de Konrad, casi rumiándola.

Mmmmh... Sí. Sí, claro. No puedo rechazar la petición de un amigo, iré en la cabina de la carroza. Por supuesto, no podía ser de ningún otro modo-dijo, resignado.

Solo le quedaba rezar para que el lobo no pudiese o se resistiese a entrar en el vehículo, y Querio Vandel no es un hombre de fé.

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08/11/2017, 11:38
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA.

CASA LORRIMOR.

El chófer asintió con un gruñido imperceptible a las indicaciones del señor Konrad, levantándose presto de la mesa. Dirigió una mirada a Velkan, aún no muy seguro de cómo afectaban a su hermano en este nuevo día las heridas que había sufrido al otro lado. Él conocía a Velkan y sabía que se movía de manera cuidadosa, como alguien a quien doliera algo.

Cuando Konrad mencionó la comida, Gruñido observó que todos llevaban ya ese algo de raciones extra que la señorita Kendra había preparado el día anterior, así que despreocupándose de ese aspecto se dirigió al exterior para preparar monturas y carruajes.

Mientras vestía a los caballos con sus arreos y los cepillaba previamente se preguntó si podría intentar un acercamiento a las monturas del señorito Gheorghe y el joven Janos. La vez anterior se había mostrado muy nerviosas como si olieran en él su herencia orca, considerándolo un enemigo. Se había provisto de algunas manzanas y unos terrones de azúcar para intentar un acercamiento más amistoso con las fogosas monturas, ¿lo conseguiría? Estaba por ver.

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09/11/2017, 17:01
Historias de Horror.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA TEMPRANO.

CASA LORRIMOR.

Tras el desayuno, el grupo se prepara lo mejor que puede. Gruñido acude el primero a los establos para sacar y preparar a los caballos. Tiene ciertas dificultades con los dos caballos de batalla entrenados en Última Muralla, y aunque finalmente logra apaciguarlos un tanto, finalmente tienen que intervenir sus dueños para terminar de ensillarlos y poder ponerse en camino.

Tras despedirse por ahora de la señorita Lorrimor, el grupo está listo para partir.

El Paladín Gheorghe cabalgará en cabeza, seguido por su fiel Escudero. Luego el carruaje noble, conducido por Gruñido, quien irá acompañado en el pescante por Velkan, armado con su hacha de batalla. El señor Mykephoros y el Doctor Vandel como pasajeros. Sascha encaramada a la parte posterior del techo, sujetándose a los soportes para atar el equipaje, y su lobo trotando en retaguardia.

Notas de juego

// Salen de escena: Doctor Vandel, Gheorghe, Gruñido, Janos, Konrad, Sascha, Velkan, Tharath, caballos y carruaje noble de la Casa Mykephoros. - Siguen en: Exteriores de Piedra Alzada.

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01/07/2018, 23:13
Historias de Horror.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

El trayecto por el abandonado camino desde la Prisión mientras el Sol se iba aproximando más y más al horizonte occidental transcurrió sin incidentes.

Gruñido conducía el carruaje, sus sentidos atentos a todo, aunque en ocasiones creía ver bestias invernales acechando a ambos lados del camino, si bien la única de tales criaturas era el lobo Tharath, que seguía al carruaje por el sendero.

Sascha vigilaba, atenta y alerta, mientras soplaba un viento frío cargado de amenaza y uno casi podía imaginarse escuchar las voces airadas de los Fantasmas de Piedra Alzada. Furiosos porque su enemiga Vesorianna tenía ahora sus armas, las mismas que podían usarse para destruirlos.

En el interior del carruaje reinaba cierto silencio, con Alexei bastante cansado y adormilado por efecto del té de hierbas de Sascha.

Finalmente, arribaron al pueblo. No se veía a mucha gente por las calles, y los pocos viandantes se apresuraban a alejarse, asustados por el carruaje, tal vez pensando que se tratara de alguna siniestra Aparición de las que aparecen en muchos cuentos de terror de Ustalav.

Dejaron el carruaje en su lugar de reposo entre dos árboles, mientras Gruñido se ocupaba de asegurarlo y calzarlo, y de llevarse a todos los caballos a los establos.

Kendra se alegró de recibirlos a todos en su casa, incluído el lobo de Sascha, aunque parecía ojerosa y cansada. Por lo visto las cosas no andaban demasiado bien en el pueblo.

Notas de juego

// Entran en escena: Doctor Vandel, Gruñido, Konrad, Réquiem, Sascha. - Proceden de: Exteriores de Piedra Alzada.

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02/07/2018, 11:19
(CC) Doctor Querio Vandel.

El ojeroso y cansado Querio devolvió la mirada Kendra y asintió. Cuando dos personas tienen una noche horrible, se reconocen entre sí y tienen cierta complicidad.

Bien hallada-saludó a Kendra.

En aquel momento, el Doctor Vandel también se volvió permisivo con el lobo de Sascha. No tenía fuerzas para reprochar nada. Lo que sí hizo fue ir a la cocina, incitando a Kendra para que como buena anfitriona les hiciese una comida contundente.

Tengo un par de documentos para restaurar. Uno de ellos, el de la ficha del Padre Charlatán, requerirá de un laboratorio. ¿Sabes de alguien que posea unas instalaciones así en Ravengro? ¿Quizás en alguna de las habitaciones de esta casa que no hayamos importunado? Otro de ellos, del Hombre Salpicadura, puedo hacerlo antes de irme a dormir. Necesitaré un recipiente  amplio de fondo plano, vinagre y sal, y tal vez unas pinzas, aunque tengo unas en mi nuevo juego de herramientas que podrían servir.

También he roto mi viejo bastón. ¿Tu padre tiene alguno en casa que pueda utilizar, Kendra?

No le preguntó a la lugareña por lo que había pasado en este último día, pero planteó una pausa para que Kendra pudiese ponerles al tanto de la situación en el pueblo.

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02/07/2018, 19:54
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Kendra había pasado casi dos días preocupada por sus huéspedes sin tener noticias de ellos, además de por otros asuntos que habían acaecido en el pueblo, así que cuando escuchó llegar la carroza salió presta a recibir al grupo, parecían cansados, aunque por otro lado también sanos. Le sorprendió la ausencia de Gheorghe y Janos y la presencia de Alexei, que seguramente había vuelto a cambiar su posición con  Velkan como ya había ocurrido antes.

-Buenas noches Doctor Vandel. Buenas noches a todos. ¿Se encuentran bien? ¿El Señor Gheorghe y el señorito Janos? ¿Acaso se han retrasado?

Esperaba que fuera solo eso y no que les hubiera pasado una desgracia que prefería ni pronunciar. Mientras llegaban las respuestas atendió a las palabras del Doctor.

-Le daré todo lo que necesite Doctor. En cuanto al bastón... Buscaré en casa, quizás mi padre tuviera alguno guardado de sus tiempos de explorador. -Kendra recordó que su padre tenía por algún lado un bastón-estoque bastante ornamentado al que tenía mucho cariño, quizás por eso no estaba muy dispuesta a desprenderse de el.- Mi padre tenía un pequeño laboratorio de alquimia para ciertas cosas, aunque cuando se trataba de algo importante o complicado acudía a la tienda de alquimia del pueblo, allí tienen un mejor equipo.