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EXTERIORES DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Escuché a Querio con gesto grave, y después a Gruñido. Era cierto que lo que contaban sobre ese tal Ispin coincidía con lo que había visto Gruñido.

- Yo nunca dije que no te creyera, Gruñidito, sólo dije que no sabía qué podia ser aquel ente. Ahora ya lo sabemos. ¿Creéis que el Profesor podría tener guardado algo que aquel espírutu querría? Un trozo de cráneo... Aunque es algo extraño de poseer, en Lorrimor no me extrañaría. Al menos espero que sea ese el caso, y que no fuera que el espíritu viera que Kendra tenía un cráneo parecido al de su difunta.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Gheorghe escuchó a unos y a otros, pero ante el asunto de las estirges y la revelación de Gruñido, pareció palidecer de manera débil pero visible. ¿Uno de los espíritus había sido visto FUERA de la prisión? Eso era malo, indudablemente malo. Eso indicaba que no tenían para nada tanto tiempo, de hecho, quién sabe si ese se limitaría a unas pocas horas. El pensamiento de que la pobre Kendra pudiera correr peligro le perturbó sobremanera. Había jurado cumplir con las últimas voluntades del profesor. No podía fallarle así.

-Parece que nos quedamos sin tiempo. Si ese espíritu está en el exterior, es que no contamos ya con más prórrogas. Nos movemos. Ya-dijo, con un tono que no admitía réplica, mientras echaba mano de su espada y escudo y se encaminaba en busca de los objetos malditos. 

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Konrad palmeó la espalda de Gruñido. Estaba seguro de que lo conseguiría. 

- Si destruyendo esos objetos podemos acabar con ellos o al menos debilitarlos, creo que merece la pena intentarlo. ¡Por Lorrimor!- Gruñido les recordaba que había visto un fantasma cuando hacía guardia en casa de Kendra y Konrad no pudo más que admitir que tenía toda la razón. Visto con la información que tenían ahora, su versión encajaba perfectamente.- No se te escapa nada, Gruñido.- Después se giró hacia su ama de llaves.- Y no sé si buscaba algo que tuviera el profesor en su casa, o quizá algo que nosotros lleváramos allí.- Tenía en mente la plantilla y los malditos frascos de los que desconocían su función, aunque Sascha tenía una ligera idea.- Si lo piensas allá donde hemos ido se nos han aparecido. Los esqueletos, las estirges...¡Gruñido! Dame otra camiseta limpia más y treme la lanza.- Seguramente sufriría alguna transformación más. Con el lobo de Sascha de vínculo entre ellos y Gruñido, podrían saber si éste volvía a estar en peligro. Asintió a la determinación que tomaba su hermanastro, indicándole que podía contar con él.- Vamos, hermano.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El chófer se rasca la rala cabeza y voltea un par de veces su garrota antes de devolverla a su cinto. Parecía que las stirges dormían en algún lugar del tejado aparentemente saciadas después de su paseo nocturno y la flauta del fantasma no las había hecho tomar la dirección de atacar al grupo.

Los enemigos se acumulaban en el exterior del edificio: Ratas en la torre, stirges en el tejado, algo de naturaleza desconocida en la balconada sureste y la posible amenaza de los esqueletos llameantes que surgieron del agua. El semiorco no sabía qué lugar era ahora mismo más peligroso si dentro o fuera y lo sentía por las pobres monturas.

Tras oír las reflexiones de todos miró con un fingido mohín de reproche a Sascha después de que le nombrara con aquel lejano en el tiempo diminutivo. Hacía mucho que había crecido aunque para la mujer siempre sería ese chico feucho que no hacía mas que meterse en problemas, si bien eso demostraba el cariño que le tenía. Al menos ella había estado a su lado todo este tiempo.

- ¿Ser Gruñido una carga para Sascha? Esperar que no... Grwwwwllll. -

Tras la petición de Konrad el sirviente emprende un rapido y desgarbado trotecillo en dirección al carruaje de donde obtiene la muda y la lanza que le han solicitado, tendiendo ambas al señor de Alabustriel. Finalmente no le había dado instrucciones al respecto de si debía o no volver a la finca de los Lorrimor y Gruñido se quedaba algo angustiado pensando en cómo estaría la señorita Lorrimor. Sólo podía esperar que en las siguientes horas dieran con la solución al enigma que era aquel lugar encantado y plagado de espíritus con malas intenciones.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El salvaje había salido junto al resto del grupo para ver como se encontraba su hermano Gruñido. Desde el ataque de la guadaña, Velkan no se encontraba tranquilo dejando al menor de sus hermanos solo en las afueras de la prisión. Se relajó al comprobar que el semiorco continuaba en perfecto estado y no pudo más que aceptar el pichel con líquido que éste le tendía. Sin pensarlo mucho bebió, pues tenía la garganta seca de las malas noticias que había recibido en el interior. El asesinato del Profesor Lorrimor estaba confirmado y la posibilidad de que su arma fuera prácticamente inútil en los combates que se iban a desarrollar en los próximos momentos era más que real. Esa última noticia le hacía sentirse algo inútil, pero trataba de disimularlo. En silencio en el exterior escuchó las palabras de sus compañeros, pues todos parecía que tenían mucho que decir y habían sacado muchas conclusiones, a diferencia suya que continuaba ignorando la mayoría de los sucesos. Siendo consciente como era que aquellas tareas no eran en las que él se desenvolvía mejor, prefirió escuchar a sus compañeros y tratar de sacar conclusiones de sus reflexiones. Él era bueno escuchando, siempre lo había sido.

Chasqueó la lengua al escuchar la posibilidad de las estirges y levantó la mirada. Podía matar a las estirges, ya había acabado a un buen número de ellas en el pasado.

—Yo estoy listo.

Aquella fue toda la información que el musculoso Matacambiantes trasmitió a sus compañeros. Era hombre de acción y no de palabras, si llegaba la hora de la acción él estaba listo y dispuesto para enfrentarse a lo que tuviera que combatir. Balanceó su hacha y la apoyó en su hombro, listo y dispuesto para ponerse en marcha.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

- Oh, no te preocupes. No es nada.- Dijo usando las sábanas para limpiarse. Claramente no iba a ser él el que al día siguiente tuviera que mojarse las manos en agua helada para frotarlas y que se fuera la mancha.- Échate conmigo aquí un rato.- El hombre extendió los brazos para estirarse cual gato y luego dio un par de golpecitos sobre el hueco de la cama vacío a su lado, igual que haría para que su mascota saltara a su lado de la cama.- ¿Los salvajes no habláis después de...del sexo?- Preguntó curioso. Sascha no parecía ser muy cariñosa tampoco.- Estabas sola con Gruñido en esa cabaña. ¿No tienes familia? Hermanos, hermanas, padres...

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Tras la respuesta de Konrad y su gesto, volví a echarme en la cama, boca arriba y con las piernas flexionadas para relajar el vientre.

Me agradó su gesto natural de limpiarse con las propias sábanas, aunque en mi caso me resultó violento pensar en hacer lo mismo, así que yo lo dejé estar. No me importaba estar algo sucia, y si tenía en cuenta que también había sudado pensaba que sería más productivo darme un lavado completo cuando pudiera.

- Mmmh... No. - Contesté a su pregunta, aunque no la entendía muy bien. - Si nos conocemos, puede que antes sí hablemos. Después del sexo hay que dormir, o volver al trabajo.

Caí entonces en la cuenta de la posible diferencia. Puede que ellos no tuvieran cosas que hacer continuamente. No estaban siempre en peligro. No pasaban frío. Aquella habitación era cómoda, limpia, cerrada, caliente y segura. Aún así, hablar, ¿para decir qué?

Entonces no se le ocurre otra cosa que preguntar por mi familia. Y debía reconocer que yo también tenía cierta curiosidad.

- Gruñido es mi hermano. Y Velkan. Todos los adultos murieron hace tiempo. Los jóvenes o murieron, o se marcharon. Sólo quedamos nosotros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

- ¡Oh, vaya! Lo siento.- No quería ni pensar lo dura que tenía que ser la vida de aquellos pertenecientes a ese clan. Estaba claro que la vida de un noble estaba llena de comodidades, pero eso no quitaba que las relaciones entre la familia de Konrad estuvieran menos muertas que las de Sascha. Se acomodó en la cama y pasó el brazo por detrás de la cabeza de la mujer. En principio quería haberla arropado en sus brazos, para que se acurrucara ella en su pecho, pero Sascha era tan extraña que acabó tendido él en su regazo.- Yo tengo tres hermanos. Bueno, hermanastros. Somos hijos del mismo padre, que tuvo varias mujeres. A mi hermanastra la perdimos y , bueno, con los otros dos, la relación es tirante, cuanto menos.- Uno de ellos le había hasta robado y, el otro, hacía como si Konrad no existiera.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Observaba cómo el noble con movimientos no del todo voluntarios se acercaba a mí hasta terminar con la cabeza apoyada en mi pecho. En aquel momento no lo identifiqué como un gesto de cariño o costumbre. Pensé que quería evitar que me volviera a levantar y, al no tener yo intención de hacerlo, lo dejé estar.

Tampoco parecía sorprenderme nada de lo que contaba sobre el número de hermanos y la pérdida de uno de ellos, excepto el hecho de que no vivieran juntos.

- ¿Y por qué no viven aquí? La casa es grande.

Y el hecho de que la relación fuese tirante no me parecía excusa para no aprovechar aquella construcción.

¿Tendrá cada uno una extensión igual para él sólo? Qué desperdicio.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

- No, no, no.- Contestó veloz Konrad imaginándose las incómodas escenas que se vivirían en el caserío en caso de vivir todos los hermanos juntos.- Somos hermanastros. Cada uno hijo de un padre y de una madre.- Exageró un poco para que Sascha captara que las relaciones entre ellos no iban demasiado bien.- Gheorghe lleva años sirviendo fielmente a la Orden de la Vigilia en Castillo Firrine, Última Muralla. Ha alcanzado cierta buena fama y reputación en Última Muralla como instructor y maestro de caballeros. Es conocido por su rectitud y por ser un poco...estricto.- Le aburría sobre manera.- Luego están Alexei y Nicoletta, arena de otro costal, desde luego. El primero es un joven bueno para nada y la otra es hija bastarda de mi madre, lo cual no gustó a mi padre, te lo aseguro.- No iba a contarle las sospechas que tenía sobre que su padre había asesinado a su madre, todo era demasiado truculento y complejo para la sencilla vida de una salvaje.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Podía llegar a entender que no vivieran juntos si todos eran adultos y hubieran encontrado mujeres y hombres y creado su propia familia, pero no entendía que el hecho de ser... "¿hermanastros?" fuese una escusa suficiente para malgastar tanto espacio.

- Gruñido, Velkan y yo tampoco compartimos madre y padre, pero vivimos juntos. - O lo hacíamos antes de que Velkan se fuese. - La cabaña tenía tres camastros y juntos somos más fuertes. Nos defendemos mejor. Bueno, Velkan se fue a buscar mujer y más miembros para el clan. - Intentaba aparentar tranquilidad sobre ese tema, pero no era fácil. - Pero cuando vuelva, vivirá con nosotros hasta que forme su propia fanim... familia. - En ese punto, fue imposible no trabarme. Pensar que yo nunca tendría hijos y que Velkan sí, y además con otras, no me era fácil de digerir, así que decidí cambiar un poco de tema aprovechando otro punto al que Konrad había hecho mención. - Entonces, tu hermano Gheorghe, ¿se ha unido a otro clan?

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Tras Sascha y Alexei fue Konrad el siguiente en aparecer por la puerta de la prisión, con el torso aún desnudo, dirigiéndose con paso firme hacia el grupo formado por sus dos sirvientes y su hermanastro pequeño. Intercambió unos cariñosos saludos con Sascha y Gruñido, especialmente con éste último, quien llevaba un buen rato ya realizando la tarea más penosa de todas: vigilar que no les pasara nada al carruaje familiar y a los caballos. Tras las primeras conversaciones impartió unas rápidas órdenes para que custodiaran los objetos expoliados de la prisión en el interior del majestuoso carruaje.

- ¿No es fabuloso?- Comentó a Alexei, ahora Réquiem, observando el carro con total admiración.- Ojalá todo pudiera volver a ser como antes...- La economía de la casa Mykephoros no estaba en su mejor momento. El carro era la posesión más preciada que tenía y la que en mejor estado se encontraba, entre otras cosas, gracias a el buen hacer de Gruñido.-...bueno, o mejor que antes.- No estaba orgulloso de su comportamiento en el pasado, aunque ya no se mortificaba como antes, pues le habían hecho comprender que cargar con una maldición como la que sufría había sido una dura prueba. - Alexei...- Había roto el hielo, pero necesitaba hablar con su hermano de un tema muy serio antes de que la s brumas amarillas volvieran a quitárselo de entre sus brazos.- Ven, quiero contarte algo. Es importante.- Durante muchos años, en los que Alexei había estado desparecido, había visionado aquel momento, en el que se sinceraba con él. Desde que se intercambiara con Velkan la primera vez había decidido que no dejaría escapar la siguiente oportunidad. Además, estaba Anciano Sabio.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

El joven de la familia Mykephoros fue al exterior de la prisión con la ayuda de su hermano mayor el señor Konrad Mykephoros. Una vez en el exterior, el joven noble se llevó la mano al rostro para ocultarlo.

- “Hacia días que no veía el sol… en ese asilo la amarillenta niebla rodea todo el complejo…” – dijo en un pequeño hilo de voz.

El poeta saludó a Gruñido y Sascha para luego desviar su atención a Konrad – “¿Fabuloso? ¿Te refieres al carruaje?” – Comentó sin comprender mucho a que se refería su hermanastro – “Supongo que sí, no te puedo dar toda la razón porqué no me acuerdo del pasado. No sé como era antes y no sé si me gustaría volver a serlo, hay cosas que he escuchado que no son de mi agrado. Tal vez todo lo que me está pasando es una forma de redimir todos mis malos actos.” –

- “¿Sí Konrad?” – el dramaturgo se acercó al hombre maldito – “¿Qué sucede? ¿Qué tienes que decirme?” – se lo quedó mirando a los ojos, el cansancio y el mal estado de la salud física del bardo era perceptible, era un tirillas, poca carne y rostro pálido.

Mientras esperaba que Konrad le explicara lo que tenía que decirle, el dramaturgo se aseguró la bolsa de Shurikens de gran calidad en su cinturón.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

No iba a ser Konrad quien juzgase a su hermanastro por su pasado cuando el suyo propio era un auténtico desastre. Gracias a los dioses existía la redención, como así se lo habían hecho saber el Profesor Lorrimor y Sebastián Moro, conocido ahora como Anciano Sabio.

- No es fácil de contar...- Comenzó incómodo ante las insistentes preguntas de su hermano.-  Debí hacerlo mucho tiempo y ahora...bueno, es difícil con todo esto que está pasando y tu frágil memoria.- El noble había tomado una camisa nueva y empezaba a introducir los brazos por las mangas. Tampoco es que tuviera el cuerpo de un guerrero portentoso, como el de Velkan, pero tenía buen porte.- Verás, nuestro padre estaba maldito.- Acabó confesando.- Y su maldición me fue transmitida, imagino que por ser el primogénito.- Aún se preguntaba muchas veces el porqué.- Lo que te digo no es una excusa para mis excesos, ni el mal comportamiento que pudiera tener en el pasado. No. Es una maldición tan real como lo que os está pasando en ese sanatorio. Soy un cambiante.- No solía describirlo de aquella manera, pero las palabras de Velkan resonaban en su cabeza, como un eco.- Dentro de mí, compartiendo mi frágil cuerpo, habita una bestia amante del caos y la destrucción. Por Iomedae que es peligrosa, aunque con los años he aprendido a controlarla. Sascha y Gruñido me han ayudado a ello, así como el Profesor Lorrimor y ese al que conoces ahora como Anciano Sabio.- Konrad dejó un respiro a su hermanastro mientras comenzaba a abrocharse los botones de la camisa.- Y no hablo de una bestia en sentido figurado, sino que es real, tangible. Mi cuerpo convulsiona cuando se siente estresado y, si logra liberarse, me retuerzo de dolor adquiriendo su grotesca forma. Ojalá no tengas que presenciarlo nunca, pero quería contártelo y advertírtelo. Si alguna vez me intercambiara por Anciano Sabio...no quisiera ser un peligro para vosotros, ¿me entiendes? Cuando La Bestia se apodera de mí, a veces ni siquiera soy consciente de lo que me rodea. Estoy aprendiendo a controlarla, a luchar contra su voluntad para imponer la mía propia, pero aún me cuesta. Si pasara, si me transformara delante tuyo o los demás, que tomen espacio y traten de hablarme. Las voces conocidas me ayudan a aferrarme a mi propia personalidad.- El primogénito de los Mykephoros fijó su mirada en el pálido y demacrado rostro de Alexei. ¿Le tomaría por loco?¿Le repudiaría como habían hecho otros?

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Estaba fuera, en el exterior de aquella prisión junto a Sascha y Gruñido. El joven noble se quedó junto a su hermano y se acercó a él cuando le empezó a contar aquel secreto de su familia.

La mente de Réquiem divagaba entre recuerdos difusos que no lograba ver con claridad, sabía que era su hermanastro y que en un pasado no se había llevado bien con él, recuerda que había rivalidad, celos y odio. Pero esos sentimientos no podía plasmarlos, era como si no conociera a esa persona pero algo en su interior le decía que había cambiado o intentaba cambiar, que no era la misma persona arrogante de antaño. El bardo dejó escapar un pequeño suspiro, meditaba cada una de las palabras del noble de la familia Mykephoros.

- “Voy a serte sincero Konrad… “ – el joven se acariciaba la perilla – “ Has hecho bien en contármelo, te lo agradezco y es algo que dice mucho de ti, del tú de ahora y no el de antes. Gracias por explicarme ese secreto, no debe de ser fácil vivir con una maldición como esa. Iomedae… ¿Una diosa? Confiaré en tus palabras, tomaré precauciones si te transformas en ese ser.” – El dramaturgo atendió a cada una de las advertencias de su hermanastro mayor – “Debe de ser doloroso… hablaré con Anciano Sabio para ver si recuerda algo.” – continuó – “Si te transformas delante de mí, me apartaré y te hablaré para intentar calmarte.” – el bardo se tiró a la piscina – “No sé si esa diosa o dios que se encuentra en tu interior me escucha, no sé que tipo de mentalidad tiene… pero si resulta que su forma se presenta en el asilo, no seré yo quien la detenga. Allí, en el otro lado, en el asilo hay fuerzas que desconocemos y estoy seguro que sería todo un reto para el ser que ocultas en tu interior. Ese lugar sería un buen sitio para sacar a relucir esa maldición, me gustaría ver esa bestia peleándose contra otro dios… me pregunto si sentiría miedo de esa niebla amarillenta o del hombre andrajoso. ¿Qué crees hermano? ¿Sentiría miedo? ¿Llegaría a morir?” – no le importaba que su hermano estuviera maldito, pero quería ver la relación que tenía con ese ser. – “¿Te habla? ¿Te dice algo?” -     

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Le sorprendió tanta comprensión en Alexei. No es que Gheorghe no se hubiera ofrecido a ayudarlo cuando se lo contó, pero en su rostro contrariado había podido leer su desprecio hacia La Bestia. En cambio, Alexei, al igual que Sascha, trataba de ver la ventaja dentro de la adversidad.

- Sascha cree que es un dios, pero yo no lo creo, la verdad, aunque no se lo refuto. Le oigo dentro de mí, con más o menos claridad, en función de cómo de firmes pueda mantener las cadenas que lo mantienen bajo control. Le gusta sembrar el caos, no distingue entre amigos y enemigos...a no ser que yo logre controlarlo.- No quería mencionar que siempre que salía su verdoso yo interior éste trataba de forzar a Sascha, por ejemplo. Ella era la única que le había sometido una vez, aunque fuera bajo los efectos del opio.- No, La Bestia no le tiene miedo a nada. Es...un inconsciente, por decirlo de alguna manera. Se guía por sus impulsos, que son de los más primitivos.- Ambos hermanos eran nobles y educados como tal. ¿Qué pensaría el cultivado dramaturgo de La Bestia cuando la conociera, si es que ese momento se llegaba a dar? ¿Y qué pensaría La Bestia de su escuálido y enfermizo hermanastro? Se preguntaba ya qué mote le pondría  La Bestia a Alexei.- Te agradezco de veras tu apoyo, Alexei.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

La conversación seguía con su hermano mayor, el señor Konrad Mykephoros, señor de la noble familia Ustalava.

- “Entiendo, una bestia sin control que desata el caos a su paso. Si lograras controlarla o que por lo menos te escuchara o tomara consciencia de tus avisos, sería un buen aliado ante enemigos potencialmente peligrosos. Esta maldición… ¿Siempre ha ido a peor? ¿O logras mantener a la bestia controlada? ¿Cuántas veces has sucumbido a su consciencia?” – pregunta a su hermano para informarse del estado de Konrad, en referencia  al problema que tiene con el ser que habita en su interior.

- “No tiene miedo a nada… podría ser peligroso entonces, deberíamos tener cuidado tampoco puede lanzarse a una muerte segura. ¿Crees que lograría sentir miedo? El miedo no es un buen sentimiento, siempre es mejor sustituirlo por la precaución…” – deja de hablar del tema, le es imposible sacar hipótesis sin presenciar al ser que guarda su hermano en su interior.

- “Somos familia, tenemos que ayudarnos y más en la situación que nos encontramos” – dice señalando la prisión y el carro – “Juntos llegaremos más lejos que separados, supongo que tenemos que aprender de todos los errores que hemos cometido y dar lo mejor de nosotros mismos” –

El poeta intentaba animar a su hermano, llevó su mano a la espalda de Konrad dándole unas palmadas para reconfortarlo – “Todo estará bien, no te preocupes por mí, haré lo que haga falta para evitar que esa criatura te controle” -

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

- Todo lo contrario.- Contestó a Alexei cuando le preguntó si la maldición había ido a peor.- Al principio no podía controlarlo. Por eso me sumergí en una vorágine de alcohol, drogas y excesos.- Ese era el Konrad al que seguramente Alexei recordaría si recuperara la memoria perdida.- Así conseguía mantenerla callada. Después, poco a poco, fui controlándola. Sascha me enseñó que el opio la adormece y también me habló de la posibilidad de...- Konrad sopesó la palabra a utilizar, pues incluso ahora no estaba seguro de si era una buena idea.-...de usar su poder, como también has pensado tú. Así, poco a poco, fuimos entrenando mi voluntad, como otros entrenan su cuerpo.- Aunque el cuerpo de Konrad era un poco más musculoso que el de Alexei, tampoco era nada del otro mundo.- Al principio con gran cantidad de opio que Sascha me suministraba y después reduciendo al dosis. Agradezco a Iomedae el día en que mi camino se cruzó con ella. Es una mujer formidable, la única que ha conseguido doblegar a La Bestia. Aunque estuviera adormecida, es un rival muy peligroso.- ¿Cuántas veces había sucumbido al poder de La Bestia. Innumerables veces. Un dolor punzante atenazó la boca de su estómago al recordar los terribles actos cometidos durante los primeros años en que la maldición se manifestó con fuerza.- Muchas veces he sucumbido a su poder. Justo antes de que llegaras, pro ejemplo. Pero las últimas veces ha sido voluntario. La he dejado salir y luego, cuando me he aprovechado de su fuerza, la he vuelto a enjaular en mi interior. Es un proceso horrendo, de todas formas, nada agradable. Lo único que me da miedo ahora es haceros daño. Hacer daño a aquellos a los que estimo.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Los ojos del poeta miraban a su hermanastro mayor mientras narraba todas sus vivencias en un pasado de una forma resumida. La verdad es que la situación de Konrad era peliaguda, tener un ser de enorme poder dormido en su interior y no poder controlarlo era sinónimo de una bomba a punto de estallar que podría dañar a todo su alrededor sin importar si es amigo o enemigo.

- “Comprendo… decidiste ir por el camino del exceso y eso podía mantener controlada a la bestia para que no pudiera suplantarte y tener el control ella.” – Desvió su mirada a Sascha – “Esa mujer, Gruñido y Velkan hicieron mucho por nosotros entonces, por toda la familia.” – Réquiem cada vez estaba más agradecido por la ayuda que les podían ofrecer a él y los miembros de los Mykephoros.

El dramaturgo afirmó ante la opción de controlar a la criatura para utilizar su poder en beneficio propio, tal acción tiene un riesgo y sería mantener el control de la extraña criatura.

- “Te entiendo Konrad, es algo normal tener miedo a no poder controlar ese ser que llevas en tu interior. Solo espero que si algún día coincidió con él, tengas la suficiente voluntad como para reponerte. Yo haré lo que haga falta para que escuches mi voz y consigas doblegar a esa criatura.” – la maldición de su hermanastro le intrigaba – “¿Has intentado hablar con él? ¿Tener una especie de conversación?” – Llevó su mano a la perilla, el pequeño de la familia Mykephoros siempre tenía ideas alocadas – “ Si nos ponemos en el lado de esa extraña criatura que hay en tu interior, debe ser muy frustrante vivir en el interior de alguien si tener opción a hacer algo, es como estar enjaulado y es normal que quiera salir para ser libre. ¿Lo has intentado?” –

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

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DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. (ANTES DE DESCENDER)

Al escuchar la decisión final de Sascha, el dramaturgo se acercó a la bruja  para compartir unas palabras con ella. Alexei no sabía cómo iniciar esa conversación, era consciente que sin Sascha la probabilidad de salir victoriosos en esa aventura era muy escasa, habían dejado atrás una fuerza considerable para combatir con sus enemigos.

- “Sascha…” – suspiró profundamente, tal vez estaría haciendo gala de sus gestos de dramaturgo pero sus palabras y expresiones fueron totalmente sinceras – “Te necesitamos con nosotros…” – luego miró a Tharath fijándose en los ojos dorados que presentaba la temible bestia. – “Debe de costar imaginar el lazo que tienes con Tharath, será algo personal, privado y hasta podría llegar a decir familiar. Estoy seguro que os ha ayudado mucho en avanzar por estos lugares, ya que he podido ver como se enfrentaba a los esqueletos y otros males que nos acechaban. Hasta te pediría que me dejaras aquí con él para no dejarlo solo y que tú fueras con ellos, sería una actuación deshonrosa por mi parte que mostraría cobardía… pero la verdad es que con tu habilidad harías más trabajo allí abajo que yo, de todas formas, no puedo pedirte eso. Mi vínculo con Velkan hace que si estoy en el centro de la batalla, en el momento que haya el intercambio se aprovechará mejor la ferocidad del bárbaro allí abajo que aquí arriba” – Alexei Mykephoros quería hacer entender a la bruja lo importante que era ella para el grupo.

Aunque el rostro de Alexei parecía demacrado por sus terrores y delirios su voz era firme y espero la respuesta de la mujer, no iba a demorarse mucho simplemente quería escucharla e intentar convencerla o por lo menos dejar que se lo pensara y luego despedirse antes de descender por las cuerdas. No sabía el motivo pero el vínculo que tenía con ella, Gruñido y Velkan era mucho más intenso que con los de su propia familia.