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PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. (ANTES DE DESCENDER)

Sentía cierta debilidad por el dramaturgo, al igual que por Gruñido, pero tanto blablablá me ponía de los nervios. ¿Quién iba a entender el "lazo" que tenía con Tharath?

¿Por qué todos son como Vandel, y hablan de lo que no saben? ¿Por qué todos hablan tanto? Les encanta el simple hecho de escuchar el sonido de su voz, aunque no tenga ninguna utilidad.

Aparentaba estar molesta, pero en realidad lo que ocurría era que no escuchaba la voz que quería. La voz que tantas noches había escuchado sin parar, para compensar los días en silencio que disimulaban nuestra relación ante un pequeño Gruñido. Tras una punzada de dolor en el pecho que apenas se exteriorizó en un movimiento inusual de las pupilas en su contínuo baile, me obligué a suavizar mi tono con Alexei.

- No serviré de nada ahí abajo si el lobo muere.

Esperando que quedara claro de una vez por todas, le hice un gesto al menor de los Mykephoros para que descendiera delante de mí.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. (ANTES DE DESCENDER)

Los ojos de Alexei pudieron ver el rostro de la bruja llamada Sascha Danzante de las Nieves, la mujer tenía decidido no bajar y convencerla era algo que veía casi imposible, hacerla entrar en razón para que viniera a ayudarles contra los enemigos de la mazmorra era una hazaña difícil de conseguir.

Las palabras de la mujer lo dejaron bastante impactado – “Estoy seguro que servirás más que si no vas Sascha… no quiero tampoco sermonearte ni hacerte perder el tiempo, pero tu ayuda siempre es bien recibida y en la circunstancia en la que nos encontramos toda ayuda es buena.” – el poeta miró a la bruja con cierto rostro de preocupación, no le gustaba la idea de dejarla atrás y no por temer su seguridad, más bien por la seguridad del grupo en el interior de la mazmorra.    

- “No voy a entretenerte más Sascha, piénsatelo por favor, te necesitamos más de lo que crees, tal vez más de lo que necesitarías tu a Tharath. Piensa que si fallamos abajo, estaréis condenados y todo el sacrificio que hicimos hasta ahora no servirá  para nada. Todos estos días que hemos pasado no habrán servido para nada.” –

El dramaturgo se preparó para descender por las cuerdas – “Estaremos abajo piensa en todo lo que has vivido estos últimos días y si es rentable que te quedes arriba en la prisión. Adiós Sascha” -  

Réquiem empezó a descender por la oscuridad del suelo que se formaba en el suelo de la prisión.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. (ANTES DE DESCENDER)

Alexei no cejaba en su empeño y al suyo se unía el de Gruñido, al que escuchaba desde abajo. Hasta Tharath me miraba con ojos reprobatorios.

- Está bien.

Le dije a Alexei, aunque miraba al lobo, ya que para él eran mis siguientes palabras. Le pedí que se escondiera y huyera si fuese necesario en caso de peligro, y nos avisara de él si le era posible. Le acaricié en forma de despedida, y volvía prestar mi atención a Alexei, haciéndole un gesto para que bajara antes que yo.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

Todo se había vuelto negro a su alrededor, la última andanada de golpes había superado su resistencia y le había ¿vencido? Todavía no lo tenía claro pues no había tenido tiempo para pensarlo. En aquel momento estaba tratando de localizarse cuando sus ojos advirtieron unas nieblas amarillas que le eran terriblemente familiares. Tenso y desconfiado Velkan se levantó del suelo en el que estaba. Miró a los lados buscando alguna referencia que le ayudara a localizarse pero no encontró nada. El lugar por el que caminó le era conocido pero no fue capaz de asociarlo a ningún recuerdo.

En aquel momento en el que todo era para él confuso, distinguió una esbelta figura en la distancia. Sin duda o vacilación en sus pasos, echó a andar muy rápido al encuentro. Fuera quién fuera podría darle alguna respuesta, estaba seguro de que así sería. No notó al moverse que sus pasos eran más ligeros de lo que habían sido en la sala. Tampoco percibió que ya no estaba dañado o dolorido. Se había librado de la pesada carga de las heridas que habías arrastrando desde que empezara aquella loca aventura. No sintió nada más que desconcierto. Caminó más hasta que reconoció la silueta con una sorpresa que no se llegó a trasladar en sus palabras.

—¿Alexei? ¿Eres tú?

¿Estaba dormido de nuevo? ¿Por ese motivo veía al joven dramaturgo?

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

Alexei Mykephoros escuchó una voz a sus espaldas, se giró con claro gesto de asombro y susto, la potente voz del bárbaro le pilló por sorpresa y allí pudo identificar al gran Velkan Matacambiantes.

- “¡Velkan!” – una sonrisa se iluminó en el demacrado rostro del bardo y allí  que llevó una de las pequeñas manos al enorme brazo del feroz guerrero para saludarle – “¡Me alegro de volver a verte!”  -

El gesto de bien estar en el dramaturgo desapareció casi al instante, ya que las dudas invadieron su noble juicio – “Pero… si te estoy viendo… ¿Significa que estoy dormido? ¿Inconsciente?” – allí empezó a pensar sobre su situación actual.

El joven noble de la familia Mykephoros no comprendía su situación real, si estaba viendo a Velkan significaba que se encontraba en algún plano astral o en una especie de brecha dimensional que separaban ambos espacios. ¿Dónde se encontraba él? ¿En qué lugar estaría en su forma física?

- “¡Soy yo! Réq… ¡Alexei!” – rectifico su nombre y luego prosiguió. – “¿Estamos en un plano astral? No entiendo… no sé en qué lugar estoy en la realidad… nos intercambiamos. ¡Significa que estás vivo! ¿¡Lograste terminar con aquella criatura con alas!?” – el poeta esperó a que el bárbaro le respondiera, tenía cosas que decirle e intentar algunas otras para ver la influencia de esa dimensión en el mundo real.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

Asintió cuando el joven dramaturgo pronunció su nombre. Al fin algo que reconocía en aquel extraño lugar, por fin algo a lo que aferrarse para no volverse loco en aquel mar de incertidumbre. Era el hombre al que estaba vinculado, de alguna extraña manera, el que estaba allí y eso le tranquilizó algo.

—Soy yo Alexei pero... creo que estoy muerto.

Al decir eso miró su cuerpo que estaba lleno de heridas aunque en ese preciso instante no sentía dolor. Estaba empapado de sangre pero no notaba drenar su energía, no notaba nada. Sorprendido por ese extraño hecho en el que acababa de reparar, comenzó a mirar sus brazos y su torso mientras buscaba alguna explicación. Las palabras y preguntas de Alexei le sacaron de aquellos pensamientos.

—No, no pude matarla pero la dejé muy herida y huyó, no ha vuelto a atacarnos. He matado a muchos enemigos, algunos hombres de ese extraño culto y... ahora estaba limpiando la última sala antes de subir para enfrentarnos a ese Zandalus o Zendalus, cuando un ghoul me pilló con la guardia baja... me cazó bien.

Al pronunciar esas últimas palabras se notó una decepción en el tono. Se había confiado y su ansia de sangre le había salido cara. Antes de seguir lamentándose de sus errores, recordó algo que rompió con el ciclo de pensamientos en el que estaba encadenado.

—¿Cómo están todos? ¿Sascha? ¿Gruñido? ¿Todos bien? ¿Habéis salido ya de la prisión? ¿Ha sido vengado el Profesor?

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

El mundo se le vino abajo al joven noble de la familia Mykephoros – “¡QUÉ!” – gritó dejando que el eco se perdiera en la lejanía – “No, no, no, no” – niega repetidas veces con un ligero movimiento de cabeza – “Tú no puedes morir Velkan, no, no…” – seguía hablando convenciéndose que el bárbaro no podía estar muerto – “Te necesito… ¡Te necesitamos todos! sin ti no llegaremos hasta el final, estoy seguro que te habrás golpeado en la cabeza o estarás haciendo una pequeña siesta… “ – dijo el poeta mientras miraba a su alrededor.

En el momento que los ojos del dramaturgo se posaron en las heridas del gran bárbaro el temor llegó a su mente – “Oh, mierda… ¡Estas jodido! ¡Pero! ¡Qué te ha pasado! No, no, no… tenemos que recuperarte, tienes que levantarte. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con todas esas heridas?” – dijo alarmado señalando el cuerpo del matacambiantes.

-  “¡¿Estáis cerca de Zandalus?!” – allí el joven noble pudo ver algo de luz en la inmensidad de la oscuridad – “Nostroso… nosotros estamos luchando contra unos espectros… ahora mismo no recuerdo los nombres, todo es muy confuso Velkan “ – pudo ver el rostro de lamentación – “Con la cabeza Velkan, tienes que usar la cabeza y nadie logrará tumbarte” – le recriminaba el poeta, al fin y al cabo ese consejo y truco se lo enseñó él – “ Mira yo… sigo vivo, de momento… o eso espero “ –

Réquiem se miró para ver si él tenía alguna herida, algo que le identificara en el espacio y tiempo que se encontraba –“Todos bien, bueno dejamos a mi hermano Konrad en el poblado junto a la señorita Lorrimor. El Hombre Andrajoso me perseguía pero logré hacer que se fuera, no sé como lo conseguí pero me ha dejado en paz, hay que tener cuidado con ese ser, puede saltar de un lado a otro y hasta se disfrazó de una humana, creo que se disfrazó de la concejal de ese pueblo pero ya les avisé a todos y no ocurrió nada. Por el momento todo el grupo está vivo… pero no recuerdo exactamente qué estaba haciendo…“ – habían dudas en la mente de Réquiem y mucha confusión.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

Se encogió de hombros con el pesar de alguien que mucho ha visto, mucho ha escuchado y mucho ha caminado. Sin mucha energía y casi con desgana habló.

—Les he dejado el camino muy despejado aunque todavía les queda la peor parte, creo que va a ser duro y me temo que no todo tu grupo va a salir vivo.

Había una total calma en sus palabras, la calma de quién daba por cierto algo que a todas luces parecía horrible. El gesto facial del bárbaro era relajado, algo extraño en él que parecía estar siempre con el ceño fruncido como en permanente estado de alerta. Parecía estar relajado y tranquilo, como si aquello de lo que hablaba ya no fuera con él.

—Me precipité quizás, era el último enemigo y ya había matado a muchos antes. Me confíe, cosas que pasan... supongo.

En el último tramo de su frase la voz del bárbaro sonó algo más apenada, posiblemente molesto consigo mismo. No le gustaba reconocer sus errores y mucho menos un error de ese cariz, en una situación tan complicada.

—Creo que sí, creo que hemos llegado cerca de ese hombre e imagino que tendremos que confrontarlo en breve, bueno tendrán. Yo no creo que pueda hacer mucho así...

Y al decir eso volvió a mirar su cuerpo que parecía un lienzo pintando por completo de sangre. Y estiró las manos mostrando las palmas blancas hacia el cielo, como si con ese gesto pudiera explicar todo lo que tenía que explicar en su vida, en aquel preciso instante.

—Si están todos vivos es bueno. Juntos seréis más fuertes, me gustaría ayudar más en vengar al Profesor Lorrimor pero no parece que vaya a ser fácil ahora mismo.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

Alexei pudo ver a Velkan Matacambiantes en aquella extraña y confusa dimensión en la que se encontraban. – “Tenéis que luchar juntos, juntos podréis mientras utilicéis la cabeza, si estando yo íbamos sobreviviendo contigo Velkan debe de ser más fácil” – allí animaba al bravo guerrero de gran musculatura.

- “¡Joder! ¡Velkan no hables como si estuvieras muerto!” – le reprocha el escurridizo bardo – “Espabila, que esto no está terminado, en el momento que te despiertes empieza a repartir hachazos de un lado a otro ¡No me seas una rata llorica!” – allí empezó a imitar a un Velkan lloroso que se lamentaba por haber cometido un error y se rendía, poniendo voz de pito y haciendo movimientos amariconados con sus manos como si de una flor se tratara – “¡Saca tu espíritu guerrero! ¡Hazlo por tus hermanos! ¡Rendirse no es una opción y si piensas es porque no estás muerto!” – allí seguía la charla el dramaturgo, que de acción poco era pero de palabras no tenía freno.

Se llevó las manos en la cabeza y se estiró del pelo – “¡Venga Velkan! ¡Deja de lamentarte y lucha! ¿No te llaman Velkan Matacambiantes? ¡No me jodas, como no te levantes y empieces a repartir si sobrevivo me encargaré que todos te recuerden como Velkan el llorica!” – mientras hablaba iba tomando distancia, al fin y al cabo tampoco quería que lo partiera en dos, por muchas heridas que tuviera el bárbaro, de una ostia lo mandaba de nuevo a la tierra.

- “Encárgate del Hombre Andrajoso, nosotros intentaremos acabar con los espíritus…” – luego alzó la mano ordenando un alto – “Velkan, quiero darte un objeto para ver si podemos intercambiar utensilios de un lugar a otro mediante este plano.” –

Réquiem sacó una flecha y se la entregó a Velkan – “Toma Velkan, al despertarnos o volver a ser conscientes de nuestros cuerpos en el plano físico mira si tienes esta flecha. Lo más seguro es que no sea así, pero si de esta forma podemos intercambiar objetos… puede ser algo a tener en cuenta, hay que aprovechar cada encuentro para investigar este lugar” -

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS

No hubo gran respuesta a las primeras palabras del dramaturgo con las que buscaba motivar al bárbaro. Su mirada estaba perdida, sus ojos se habían detenido en algún punto indeterminado en el que no parecía encontrar nada más que relajación.

—Tengo la sensación de que el momento de los hachazos se acabó, es lo que me parece.

Sin mirar al joven con el que hablaba pronunció esas palabras con la misma falta de emoción y de vida que había pronunciado las anteriores. No era cansancio lo que parecía envolver al bárbaro, era algo más cercano a la ausencia de presencia que al agotamiento físico o mental, estaba en aquel extraño lugar sin estar.

—No creo que sea cuestión de voluntad, lo último que noté es como abrían en canal mi garganta. Eso no es algo que dependa de la... voluntad.

Lo único que atrajo la atención de las continúas palabras de Alexei fue la posibilidad de darle un objeto con el que comunicarse entre un lado y el otro. Velkan estiró la mano con lentitud, podía ser un buen servicio, quizás el último. Pero cuando su mano fue a atrapar la flecha las nieblas aparecieron entorno a su cuerpo. Sus ojos se abrieron de par en par y por primera vez desde que fue transportado el matacambiantes pareció querer luchar. Los poderosos brazos que tenía trataron de enfrentarse a las nieblas para soltarse de ellas y obtener la flecha que el joven le servía, sin embargo fue en vano. No era una batalla que se pudiera ganar con la fuerza y antes de darse cuenta Alexei y aquel extraño lugar no eran más que un confuso y extraño sueño.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

LUGAR INDETERMINADO RODEADO DE NIEBLAS AMARILLAS.

La tenue y efímera conexión mental se corta cuando de repente en el mundo físico, Tormento de Tinieblas salta desde el piso de arriba de la torre aterrizando bruscamente a su lado. Velkan despierta repentinamente de su ensoñación y abre los ojos, volviendo a la realidad.

Réquiem se da cuenta de que el vínculo es de naturaleza onírico-telepático, más psíquico que mágico en su esencia, pero que no permite ningún tipo de contacto físico ni intercambiar objetos ni nada más que palabras y la visión de poco más que el busto y los hombres de su interlocutor, quedando todo lo demás en sombras grises.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

- Tengo conversaciones, si pueden llamarse así, con esa cosa casi todo el tiempo. - Explicó a su hermano.- Creo que es analfabeto y no me da mucho juego, no sé si me entiendes.- Konrad disfrutaba de las largas conversaciones, calmadas y que tocaban todo tipo de temas, como había hecho con el Profesor Lorrimor, Vandel, o incluso el escudero de su hermano. A veces la silenciosa compañía de Sascha y Gruñido le hacía añorar otras compañías, digamos, más cultas.- Sólo quiere salir y destrozarlo todo.- La Bestia no era una de ellas.- Es así de simple.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Por las palabras de Sascha Konrad empezaba a formarse una idea de lo que podía ser la penosa vida de las dos personas a las que tan heroicamente había salvado la vida. Su comentario sobre Gheorghe le hizo torcer el gesto en una risa algo cínica.

- Podría decirse así, sí. Es como si se hubiera unido a otro clan y en torno a él hace su vida. Mi puesto está aquí, como primogénito. Quizá un día regrese al hogar, como dices de ese tal...Velkan.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

- “Debe de ser un poco molesto… ¿Te ha dicho algo de mí? Estoy seguro que sí… ¿Crees que si saliera se podría tener una conversación con él?” – le parecía curioso la situación de su hermanastro, nunca había oído hablar sobre tal fenómeno o tal vez no lo recuerda por su amnesia.

- “Aunque sea analfabeto tiene su función, ante un combate es una opción a tener en cuenta. ¿Cómo te sucedió? ¿Cómo llegó ese ser a tu interior Konrad?” – le preguntó al noble de la familia Mykephoros.

- “Dile de mi parte a esa bestia, que se preparé para lo que se le vendrá encima. Nos vendrá bien para combatir en caso que nos ataquen, si quiere un rival digno podría luchar contra el Hombre Andrajoso, estoy seguro que perdería…  y por ende desaparecerías tu también por lo que no estoy muy a favor de esa acción. ¿Se cabrea con facilidad?” –

Allí intentaba conocer el propósito del ser que habitaba en el interior de su hermanastro, solo esperaba que no le escuchara en esos momentos ya que con lo que había dicho, la balanza de oído hacia el poeta iba incrementando de forma exponencial.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Konrad se quedó sin saber qué responder. La Bestia era treméndamente ofensiva con todo el mundo. Su torpeza con el lenguaje le hacía poner ridículos motes a los que le rodeabam. "Pelofuego" era Sascha, "Pestes" era Gruñido, por lo asqueroso de sus ventosidades..."Meapilas" era su hermano Gheorghe. Bueno, ese quizá se lo hubiera escuchado a Konrad alguna vez, en situaciones en las que había estado enfadado con su hermanastro. Con Alexei era complicado de explicar. Su constitución débil, su aspecto frágil y enfermizo, su pasión por la poesía, habían hecho a la Bestia confundirlo con su hermana Nikoletta.

- Le tienes un poco confundido jeje.- Dejó pasar el tema para incidir en el origen de su posesión.- Yo no lo sé. El profesor Lorrimor era mucho más ducho en estos temas. Al parecer es una maldición que padre soportaba de malas maneras. Al ser el primogénito ahora cae sobre mis espaldas. No me preguntes ni el cómo ni el porqué. Sí que te puedo decir que siempre está cabreado. Sólo busca la destrucción y el caos.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Alexei se sorprendió ante la respuesta de Kongrad Mykephoros, no podía creer ni que tuviera a la bestia confundida ni la verdad sobre el origen de esa maldición. Tardó un poco en asimilar toda aquella información que le había ofrecido el heredero primordial de la noble familia Mykephoros.

- “¿Confundido? Bueno, dicen que la música y el arte pueden amansar a las fieras. Tal vez algún día deba escuchar mis recitales o música, de esa manera podría calmarlo. Pero, eso mejor dejarlo cuando solucionemos todos estos problemas y tenga consciencia de todos mis recuerdos, espero poder recuperarlos. Me sorprende la maldición, lo lamento mucho Konrad, es una herencia que no envidio y un gran peso que cargar en los hombros. No sé si sabía esa maldición, pero como no recuerdo nada es una sorpresa para mí.” –

Miró a su alrededor algo ausente, para luego volver hablar con Konrad – “Konrad, soy débil y no sé si lograré sobrevivir a todos estos acontecimientos, si muero… mi última voluntad es que  quemen mi cuerpo y enterrar mis cenizas con mi madre. No sé quien fue mi madre y tal vez no sea una persona grata para ti, pero hazme el favor de intentar encontrarla y si ella está muerto enterrad las cenizas con ella. “ –

Por último el poeta dijo – “¿Cómo están los ánimos por el pueblo? ¿Lograsteis hablar con las autoridades o quien gobierna?” -

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

- No, no sabías nada. Es la primera vez que hablo contigo de esto. Nuestra relación...digamos se enfrió con los años.- Siempre había guardado un gran rencor hacia Alexei, entre otras cosas, pro haberle robado el sello familia. Ahora que volvía a estar en su poder y que había tomado la determinación de dar un cambio a su vida no veía el problema en desenterrar el hacha de guerra.- No dejaremos que eso ocurra ahora que te hemos encontrado.- Trató de parecer lo más seguro posible a pesar de no poder controlar aquellas neblinas amarillas ni saber exactamente donde se encontraba el otro grupo.- Pero si te quedas más tranquilo, haré todo lo que esté en mi mano por cumplir tus voluntades.- Seguramente su madre estaría muerta. Dado el historial de su progenitor, no le extrañaría nada. El noble agradeció el cambio de tema en la conversación. No quería hablar de la muerte de ninguno de sus hermanos.

- Nuestro recibimiento aquí fue gélido. He intentado ablandar a estos pueblerinos, pero es difícil. Hemos hablado con el párroco de la iglesia de Pharasma, con los concejales, sí, podríamos decir que con la gente más relevante del Ravengro. No les gustan los extranjeros y sus gentes son famosas por los tremendos recelos que muestran con los mismos.- Si a eso le unían el peculiar grupo de gente que formaban pues tampoco era incomprensible.- Espero que si arreglamos el asunto de la prisión los ánimos se calmen un poco.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Le costaba creer que la gente del pueblo fuera tan reacia a la ayuda que estaba ofreciendo el grupo que residía en casa de la señorita Kendra Lorrimor.

- “Es extraño que les estéis ayudando y se muestren un poco hostiles y reacios a vuestra presencia. ¿Tal vez estén ocultando algo? Pienso que les estáis ayudando a un terrible mal que se cierne en el pueblo. ¿Por qué deberían de pensar que vosotros sois el peligro? Tendrían que estar agradecidos por todos los esfuerzos. “ -

El poeta se acarició la perilla, un claro gesto que siempre hacía desde pequeño para pensar en la situación en la que se encontraba y como encontrar el mejor camino a seguir.

- “Párroco de la iglesia de Pharasma, los concejales, la gente importante del pueblo… “ –

Las situaciones en ambos lados eran complicadas, no envidiaba esa prisión en comparación al asilo, eran cosas parecidas pero aquí por lo menos podía apreciar la luz del sol y el aire fresco del bosque, era un respiro de aire puro en una nube de polución y caos.

- “Konrad nuestra hermana ¿Qué sabes de ella? ¿Cómo se llama? Creo que una vez escuché su voz, me llamaba… debió de ser una de las veces que estaba a punto de morir. Me animaba a levantarme y continuar luchando por mi vida” -

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

- La muerte del Profesor, nuestra llegada...todo se juntó precisamente con los extraños acontecimientos que se sucedieron justo después...la gente es muy recelosa con los extranjeros, sobre todo cuando hay problemas.- Era algo normal y a lo que Konrad ya se había acostumbrado.

Todavía le resultaba raro que Alexei no recordara cosas tan básicas.

- Se llamaba...se llama Nicoleta y despareció. Desde entonces Gheorghe la busca sin descanso, aunque sin resultado. Se cree que fue raptada o convertida por un vampiro.- Konrad no había tardado en perder la esperanza de que su hermanastra estuviese viva. Ahora, las palabras de Alexei le hacían dudar. - ¿Crees que pudiera estar viva? Quizá sólo tu mente, tus recuerdos, te jugaran una mala pasada. ¿Y de ti? ¿No recuerdas absolutamente nada de tu pasado? Tú también desapareciste, por dos veces. En la primera fuiste rescatado por Velkan de las garras de una vampira.-  Sus hermanastros parecían resultar bastante apetecibles a esos monstruos.- Después entraste al servicio de un Conde y...no supimos más.- Más que le había robado el anillo con el sello familiar. Pero eso era agua pasada.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

EN ALGÚN MOMENTO AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Afirmó a las palabras de su hermanastro – “Lo comprendo, pero lo intentáis solucionar. El comportamiento de la gente no es lógico, si fuerais un grupo que busca la confrontación, pero os estáis jugando la piel para resolver todo y ayudar al pueblo” – dejó escapar un suspiro.

- “Nicoleta…” – sentía algo de pena, no podía acordarse ni de su hermana desaparecida – “Un vampiro… tengo algunos recuerdos muy difusos, más bien imágenes borrosas sin sentido y una sensación de escalofrío, como si me drenaran. Pero toda la historia de ser raptado por una vampira y el rescate de Velkan, no la recuerdo, pero sí que me lo explicó el bárbaro. El Conde… el maldito conde que nos condenó en ese asilo, ese hijo de la gran puta tiene respuestas… no sé si lo hizo a propósito, si sigue vivo o muerto… pero si lo hizo a propósito y tiene culpa de lo que está sucediendo en el asilo… si algún día me lo encuentro lo mataré aunque sea lo último que haga en mi vida” – estaba muy confundido, todo lo que cargaba en sus hombros le iba afectando cada vez más, mostrándose alguien algo más temerario.

- “¿Puedes relatarme algo más de Nicoleta? ¿Qué edad tenía? ¿Era mayor que yo? ¿Es tu hermana o hermanastra?” – buscaba algo de información, por lo menos desconectaba del martirio de la prisión y el asilo.