Partida Rol por web

Un enorme laberinto de setos se abre ante vosotros, podéis intentar cruzarlo, aunque solo los más perspicaces y afortunados hallarán lo que se encuentra en el mismo centro de aquel complejo sistema de caminos y vías que no llevan a ningún lugar.​

De una forma u otra, ambas mujeres lograron llegar al centro del laberinto, en donde una portentosa estatua las estaba esperando; no parecía haber nada de interés hasta que de pronto y sin previo aviso aquella estatua comenzó a moverse y bajar del pedestal en la que esta se encontraba, al acercarse a vosotras pudísteis notar que aquella no era una estatua, ni un robot, sino una mujer pintada de dorado.

-Temed cuidado; el Conde Olaf va detrás de vuestra fortuna. Por suerte nos hemos enterado tras los eventos acontecidos en la playa y nos hemos puesto en marcha para tratar de frenarle los pies; por desgracia también nos hemos enterado de que el Conde Olaf tiene nuevos cómplices implicados en todo esto; pese a que aún no sabemos quienes son, lo que sí puedo decir es que son 4 y están infiltrados entre los millonarios.

Antes siquiera de que podáis hacer pregunta alguna, aquella mujer se posicionó tras aquel pilar del que se encontraba subida, y pese a que ambas la siguieron, esta no se encontraba en ningún lugar, parecía que había desaparecido, se había desvanecido en el aire.

No me apetecia nada ir al cine y la idea de quedarme encerrada en  la casa con tanto reptil y loco me parecia horrible, asi que decidi salir de aquel lugar y caminar por el jardin. Saque un cigarrillo del bolso y un mechero, para despues encenderlo y darle una buena calada mientras caminaba hacia la entrada de un extraño laberinto que habia alli. Me quede mirandolo indecisa si entrar o no, quizas si entraba alli no saldria con vida.

No tengo suerte en estas cosas.

Los zombies nunca me han gustado y no pensaba quedarme en es asquerosa sala llena de reptiles qué miraban a mi Cookie como si fuera su comida. Me dirigi al laberinto pero me quedé fuera sin entrar, la orientación es lo mío

¿Alguno sabe como orientarse por estos sitios

Elvira decide pasar el rato por el laberinto. En cuanto había escuchado que ese lugar contenía uno, tenía muy claro dónde quería ir. En cuanto llega descubre que Anya y Rosa ya se encuentran allí. La mujer sonríe abiertamente mirando el lugar desde fuera y pasándose la lengua con descaro por los labios de manera sensual.

-Ay, qué buenos recuerdos... Una vez me invitaron a una fiesta de máscaras en París en una mansión con un laberinto maravilloso en París. Lo habían convertido en una actividad sexual de lo más enriquecedora... Todo el mundo correteando por él, máscaras, nunca sabías quién ibas a encontrar detrás de la próxima esquina... -Elvira comienza a hablar soñadora dejándose llevar por los recuerdos. De pronto, parece volver a la realidad.-Ejem.. quiero decir, que sí, sé salir de ahí. Puede que sea largo, pero si caminas siempre con la mano apoyada en una pared, acabas por dar con la salida. Me lo enseñó un galán alemán de lo más agradable...

-¿Un galán alemán? acaso no había sido yo, y no me reconociste por la mascara- me encontraba a la entrada de aquel laberinto solo con aquellas mujeres, una lastima que al adentrarnos nos separaríamos -¿Acaso no quiere alguna que lo acompañe un caballero?, con mi astucia seguro encontramos el centro-.

Elvira se vuelve sobre sí misma curiosa al escuchar una voz varonil tras ella. Por la expresión de su rostro parece complacida por lo que ve.

-Hmmm, no creo que pudiera olvidar fácilmente a alguien como usted, pero no me habría importado compartir recoveco  -Elvira le guiña el ojo con descaro.- No es necesario preguntar siquiera, una compañía agradable siempre es bien recibida. Podemos perdernos juntos allá adentro.

Rosa: 20

Elvira: 7+2 = 9

Anya: 19

Felix: 6

Denisse: 3

Anya llego al rato de estar yo pensando si entrar o no al laberinto, pense que si entrabamos las dos juntas no nos pasaria nada, asi que la invite y comenzamos aquel laberinto hasta que llegamos la final donde una mujer-estatua nos hablo.Todo era muy extraño y no tuve ni la ocasion de preguntarle quien era, asi que habia mas incognitas sin responder, aun asi por lo que entendi estaban de nuestro lado. Tenemos que contarselo a los demas - le dije a Anya mientras apagaba el cigarrillo y buscabamos la salida.

Dennise se había acercado al laberinto por evitar el resto de lugar, sin embargo la pobre tenía una grave problema: un pésimo sentido de la orientación, por lo que dudando miraba la entrada del laberinto con gesto de duda inquieta. 

Como el resto hablaba, decidió contestar con la sabiduría popular. 

-Mi sentido de orientación no es muy bueno, sin embargo, la sabiduría popular recomienda que en caso de duda es mejor ir por la mano derecha.