Partida Rol por web

[HLdCN] - Subastas Millonarias

10. The Slippery Slope (Fin)

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24/09/2018, 00:04
Conde Olaf

Sin mayor opción de conseguir aliados, pues Bruce había huído del lugar colina abajo mientras la gente discutía acerca de Carmelita y sus lealtades, los Millonarios perdieron la esperanza de lograr sobrevivir en esta ocasión, si no fuera por la valentía de Quigley, quien comenzó a correr hacia las Señoras de rostro empolvado, las cuales estaban frente a la cascada congelada.

-¡Atrápalo! -Gruñó el conde Olaf a las mujeres de cara empolvada.

Estas en vez de hacer lo suyo, dejaron pasar al niño, dejaron que el niño cogiera con toda su fuerza uno de los vehículos de madera, y saltara con el contra la cascada, deslizándose cual tabla de body-surf. Ante esta visión, los Millonarios también decidieron correr por la misma dirección, agarrar un deslizador y saltar a su suerte, ante la inacción de aquellas mujeres.

—¡Estaremos detrás de ustedes, Millonarios! —rugió el conde Olaf, mientras los deslizadores iban a toda velocidad hacia el Valle del Fortín Desembocado, golpeándose y salpicando agua, hielo y nieve al pasar contra el agrietado hielo que se derretía. Entonces Olaf giró su cabeza hacia esas dos mujeres que no pararon ni a uno solo de los objetivos, pero antes de que él pudiera decir algo, ellas hablaron.

—No —dijo la mujer empolvada, y asintió con la cabeza a su compañera.

—Ya no queremos participar en sus planes nunca más —dijo la otra mujer empolvada, y suspiró—. Durante un tiempo, fue muy divertido combatir el fuego con fuego, pero hemos visto suficientes llamas y humo para el resto de nuestras vidas.

—No creemos que fuera una coincidencia que nuestra casa se haya incendiado —dijo la primera mujer—. Perdimos a nuestra hermana en ese incendio, Olaf.

El Conde Olaf señaló a las dos mujeres con un largo y huesudo dedo.

—¡Obedece mis órdenes en este instante! —gritó, pero sus dos ex cómplices se limitaron a mover la cabeza, le dieron la espada, y comenzaron a alejarse. Todos los presentes observaban en silencio a las dos mujeres empolvadas que pasaron por delante del Conde Olaf, de Esmé Miseria, de los dos siniestros villanos con águilas

—¡No pueden alejarse de mí, mujeres cara pálida! —gritó—. ¡Las encontraré y las destruiré con mis propias manos! De hecho, ¡Puedo hacer cualquier cosa por mi cuenta! ¡Soy un practicante individual, y no necesito ayuda de nadie para matar a esos millonarios! —con una desagradable sonrisa, cogió de debajo del vestido de Esme Miseria un ara boquilla de un arma enorme y tambaleándose ligeramente, y caminó hasta el borde de la cascada medio congelada y accionó el dispositivo, provocando que un chorro de fuego saliera en contra del hielo de la cascada.

El hielo comenzó a desquebrajarse y derretirse, y el agua encerrada en su interior salió en tromba mientras grandes cascotes eran despedidos por la presión del agua y la gravedad; provocando que la cascada y el río fluyeran nuevamente siguiendo a los Millonarios que aún se encontraban deslizandose por la cascada abajo.
 

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24/09/2018, 11:45
Quigley Quagmire

—¡Escuchad! —gritó Quigley—. ¡Hotel Denouement!.

—Hotel Denouement —repitió Quigley—. Creo que lo tengo en uno de mis mapas. Revisaré mi libro común cuando llegamos al pie de la cascada. Sobre Bruce, eso es otra cosa que deberemos escribir mi libro común cuando lleguemos.  Bruce estuvo en la casa del Dr. Montgomery, al final de vuestra estancia. Dijo que estaba recogiendo la colección de reptiles de Dr. Montgomery para llevarla a la sociedad herpetológica. 

No podemos estar seguros de que sea un miembro del V.F.D. —dijo Quigley—. Hemos logrado averiguar muchos misterios, y sin embargo todavía hay muchas cosas que no sabemos —suspiró pensativamente y miró hacia arriba a las ruinas de la sede que se alejaban a gran velocidad—. Mis hermanos...

Pero los Millonarios nunca pudieron escuchar nada más acerca de los hermanos de Quigley, porque en ese momento el deslizador, a pesar de los esfuerzos individuales sujetando las correas de cuero, se deslizaron por unas de las partes resquebrajadas de la cascada y comenzó a girar. Los Millonarios gritaban y René agarró las correas de cuero tan duro como pudo, pero sólo logró que se rompieran en sus manos.

¡El mecanismo de dirección está roto! —gritó ella—. ¡Bajar tan bruscamente por la pendiente debió haber debilitado las correas! —Y tal y como le ocurrió a René, los otros Millonarios se encontraron que el cuero partió dejándolos sin dirección.

—¡Uh-oh! —gritó Adolf, lo que significaba algo así como “Eso no parece una buena noticia”.

—A esta celeridad —dijo Dennise, utilizando un término científico para velocidad—, el deslizador no se detendrá cuando lleguemos a las curvas de la corriente congelada. Si no reducimos la velocidad, chocaremos contra algo.

El Dr. Henry Walton Jones estaba mareado por tantos giros y cerró los ojos detrás de sus gafas. —¿Qué podemos hacer? —le preguntó

—¡Restriega tus zapatos contra el hielo! —gritó Reginald—. ¡Los tenedores pueden ayudarnos a reducir la velocidad! —Algo que era cierto, pero tan solo para aquellos que se hicieron unas botas de escalada improvisadas—

Rápidamente, los Millonarios escaladores, René, Dennise y Reginald estiraron sus piernas y restregaron los tenedores de sus zapatos contra el hielo que quedaba en la cascada. Quigley hizo mismo con sus botas de Explorador de la Nieve, pero el resto, que por supuesto no llevaba crampones-tenedor zapatos de escalada, no podía hacer nada más que escuchar los raspamientos y las salpicaduras de los tenedores contra el débil hielo de la corriente mientras los deslizadores se desaceleraba ligeramente y chocaban entre ellos, creando una formación de deslizadores con los 3 en la punta.

—¡No es suficiente! —gritó El Patrón. Mientras el deslizador seguía descendiendo peligrosamente rápido.

Se produjo un sonido que los Millonarios nunca antes habían escuchado, como una combinación de una enorme ventana quebrándose y el profundo, retumbante sonido de alguien disparando un cañón. El lanzallamas de Olaf había ampliado la grieta, y con un tremendo estrépito, el resto del hielo de la pendiente cayó hecho pedazos y todos los tenedores, la luz del sol, los Millonarios y los deslizadores finalmente cobraron factura sobre la cascada. En un enorme ¡whoosh!, las aguas de la Corriente Afligida se precipitaron por la pendiente, y en un instante los Millonarios ya no estaban sobre una corriente congelada en la parte inferior de una extraña curva de hielo, sino simplemente en el fondo de una cascada, con galones y galones de agua cayendo sobre ellos.

 

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24/09/2018, 12:08
Quigley Quagmire

Los Millonarios apenas tuvieron el tiempo suficiente para dar un respiro antes de que sus deslizadores se sumergiera bajo el agua. Los Millonarios se aferraron los unos a los otros, pero el mayor de los Millonarios sintió que un par de manos se deslizaron de su cintura, y cuando el deslizador de madera regresó a la superficie nuevamente, el gritó el nombre de su perdido amigo.

—¡Quigley! —gritó el.

—¡Saimon! —los Millonarios escucharon la voz del trillizo mientras el tobogán comenzaba a flotar sobre uno de los afluentes.

Arthur von Habsburg señaló un punto a través de la agitada agua de la cascada y los ricos pudieron vislumbrar por un momento a su amigo. Se las había arreglado para aferrarse a un trozo de madera de las ruinas de la sede, lo que vagamente parecía una barandilla, como las que se necesitan para apoyar las manos cuando se sube por unas estrechas escaleras que conducen a un observatorio astronómico. El torrente de agua arrastraba la madera y a Quigley por el otro afluente de la Corriente Afligida.

—¡Quigley! —Saimon volvió a gritar.

—¡Saimon! —gritó Quigley por encima del rugido del agua. Los hermanos pudieron ver que había sacado su libro común de su bolsillo y que lo agitaba desesperadamente en dirección a ellos—. ¡Espérenme!, ¡Espérenme en...!.

Sin embargo, los Millonarios no escucharon nada más. La Corriente Afligida, en su repentino deshielo por la llegada de la Falsa Primavera, se agitaba de tal manera que hizo que la barandilla y el deslizador se separaran, enviando a cada uno por un afluente diferente. Los Millonarios le dieron una última mirada a la cubierta de color púrpura oscuro del libro común hasta que Quigley dio una vuelta alrededor de un recodo en la corriente, y los Millonarios dieron una vuelta alrededor de otro, y el trillizo despareció de su vista.

—¡Quigley! lo llamó Saimon, una vez más, y las lágrimas brotaron de sus ojos.

—Está vivo —dijo Anya, y sujetó el hombro de Saimon para ayudarla a mantener el equilibrio en el tambaleante deslizador. El no sabía si el otro Millonario también estaba llorando, o si su rostro estaba mojado por la cascada—. Él está vivo, y eso es lo importante.

—Pendejo Intrépido —dijo El Patrón, que significaba algo así como “Quigley Quagmire fue valiente e ingenioso para  sobrevivir al incendio que destruyó su casa, y estoy segura de que sobrevivirá a esto también”.

Saimon no podía soportar que el niño estuviera alejándose de ellos, no después de haberlo conocido mejor y haber dado a entender que uno de los Millonarios -probablemente él mismo- estaría más que dispuesto a adoptarle.

—Pero se supone que debemos esperarlo —dijo Adolf—, y no sabemos dónde.

—¿Hotel Denouement? —dijo Arthur tratando de adivinar—, ¿V.F.D.?

—Pero sabemos algunas cosas —dijo Anya—.Sabemos que alguien le ha enviado un mensaje a J.S.

Jacques Snicket—dijo Dennise

—Y sabemos que el mensaje dice que se reunirán el jueves —dijo Anya—, en el último lugar seguro.

—Pero no sabemos dónde está —dijo René—. No sabemos dónde encontrar a esos voluntarios, o incluso si hay miembros sobrevivientes de V.F.D. Ni siquiera podemos estar seguros de lo que significa V.F.D., o si están realmente muertos. Quigley estaba en lo cierto. Hemos logrado averiguar muchos misterios, y, sin embargo, todavía hay muchas cosas que no sabemos.

Los Millonarios asintieron tristemente con la cabeza, y si yo hubiera estado allí en ese momento, en vez de llegar demasiado tarde para ver a los Millonarios, también habría asentido con la cabeza. Incluso para un escritor como yo, que ha dedicado su vida entera a investigar los misterios que rodean el caso de los Millonarios, todavía hay mucho que he sido  incapaz de descubrir.

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24/09/2018, 12:26
Entorno

No sé, por ejemplo, qué pasó con las dos mujeres empolvadas que decidieron dejar el grupo de Olaf y marcharse, por su cuenta, por las Montañas Mortmain. Algunas personas dicen que siguen empolvándose la cara, y que pueden ser vistas cantando canciones tristes en algunos clubes de mala muerte de la ciudad. Otros dicen que viven juntas en el hinterlands, tratando de cultivar ruibarbo en la tierra seca y estéril. Y hay quienes dicen que no sobrevivieron a su descenso por el Monte Tensión, y que sus huesos pueden ser encontrados en una de las muchas cuevas de los impares y cuadrados picos.

Pero a pesar de que he escuchado una canción triste tras otra, y he probado algunos de los peores ruibarbos en mi vida, y le he llevado huesos tras huesos de unos esqueletos a una experta hasta que me dijo que la estaba haciendo tan miserable que esperaba que nunca volviera por ahí, no he sido capaz de descubrir lo que realmente ocurrió con las dos mujeres.

No sé dónde están los restos de la caravana, como ya te dije, y mientras llego al final del diccionario de rimas, y leo la corta lista de palabras que pueden servir para reemplazar a "xilófono”, estoy comenzando a pensar que debería detener mi búsqueda del vehículo destruido y renunciar a esa particular parte de mi  investigación. Y no he rastreado el refrigerador en el que el Dr. Henry Walton Jones y Anya Ivanov encontraron el Verbal Frigorífico Dialogo, a pesar de algunos rumores que dicen que se encuentra en una de las cuevas de las Montañas Mortmain, o que puede ser visto llevando a cabo algunas interpretaciones en algunos clubes de mala muerte de la ciudad.

Pero a pesar de que hay muchas cosas que no sé, hay algunos misterios que he resuelto y que se con seguridad, y una cosa de la que estoy completamente seguro es a donde fueron después los Millonarios, mientras las cenicientas aguas de la Corriente Afligida alejaban al deslizador de las Montañas Mortmain, tal como habían alejado al Azucarero después de que el voluntario lo arrojara a la corriente para salvarlo de las llamas. Pero a pesar de que sé exactamente a dónde fueron los Millonarios, e incluso
puedo rastrear su ruta en un mapa dibujado por uno de los cartógrafos jóvenes más prometedores de nuestros tiempos, yo no soy el mejor escritor para describir el camino de los Millonarios.

El escritor que lograría describir con mayor precisión y elegancia la trayectoria de los tres huérfanos podría ser un socio mío que, como el hombre que escribió “El camino menos transitado”, ahora está muerto. Antes de morir, sin  embargo, fue ampliamente reconocido como un poeta muy bueno, aunque algunas personas piensan que sus escritos sobre religión eran un poco demasiado mezquinos. Su nombre era Algernon Charles Swinburne, y el cuarteto final de la décima estrofa de su poema “El jardín de Proserpina” describe perfectamente lo que los Millonarios descubrieron mientras este capítulo en su historia llegaba a su fin, y comenzaba el siguiente.

La primera mitad del cuarteto dice:

Que la vida no sea eterna,
Que nunca los muertos hombres se levanten,

Y, de hecho, los hospedadores adultos en la vida de los Millonarios que habían muerto, como Jacques Snicket o el Dr. Montgomery Montgomery, Josephine Anwisthle, Babs, Madame Lulu (Olivia Caliban) nunca se levantarían otra vez, al igual que todos aquellos Millonarios que han muerto en lo largo de esta dura, triste y deprimente travesía. Y la segunda mitad del cuarteto dice:

Que hasta el río más perezoso
Llegue en sus giros al reposo del mar.

Esta parte es un poco más complicada, ya que algunos poemas se parecen un poco a los códigos secretos, ya que es necesario estudiarlos cuidadosamente para averiguar su significado. Un poeta, como la hermana de Quigley Quagmire, Isadora, por supuesto, se da cuenta de inmediato de que es lo que estas dos líneas quieren decir, pero a mí me tomó mucho tiempo decodificarlas. Eventualmente, sin embargo, me quedó claro que “el río más perezoso” se refiere a la Corriente Afligida, que de hecho parecía tener bastante pereza de llevar entre sus aguas todas las cenizas de la destruida sede de V.F.D, y que “Llegue en sus giros al reposo del mar” se refiere al último lugar seguro donde todos los voluntarios, incluyendo a Quigley Quagmire,
podrían reunirse.

Como Arthur dijo, el y el resto de los Millonarios sabían a dónde ir pero no sabían cómo llegar hasta allí, pero los Millonarios iban por una ruta tortuosa que desembocaba a allí de todos modos, y eso es una cosa que sé con seguridad: Todos exceptos Arthur llegarían a contemplar, pues al igual que Quigley, este cayó a las frías aguas de la Corriente Afligida, fruto de un empujón por parte de otro de los Millonarios entre el caos.

Pese a que trataba de mantenerse a flote, las frías y rápidas aguas impedían que su cabeza se asomara; no fue hasta la aparición de un cuervo en particular, que tratando de ayudar a este hombre de ahogarse y morirse congelado en la Corriente Afligada que logró agarrarle del cuello de su chaqueta y levantar su cabeza sobre las frías aguas.

Pero al igual que estas plumas que hay entre las rocas; el destino de Arthur era negro. Ya que tal y como había adelantado el hombre sin pelo pero con barba; las aguilas eran el mamífero más poderoso, y una vez que el cuervo salió de su escondite para tratar de salvar a Arthur, esta se abalanzó sobre el, descuartizando al animal alado y tirándolo entre las rocas.

Cosa que no sería distinta al destino de Arthur, pero esta vez, las rocas afiladas serían las que se encargasen de descuartizarlo mientras bajaba la corriente afligida bajo el agua, golpeándose y rasgándose por metros y metros de dolor, penurias, sufrimiento, sangres y vísceras varias que tiñó parcialmente el ceniciento río a un rojo carmesí.