Partida Rol por web

El Detective Dupin sería el primero en llegar a la plaza del pueblo una vez que el sol cayó por el horizonte; sus ropas se encontraban ligeramente manchadas, teñidas de un color rojizo. Algo que parecía no importarle o quizás no darse de cuenta de ello pues con una amplia sonrisa avisó a todos los presentes de una nueva bastante preocupante.

-Atención a todos; sé que estabais ansiosos por quemar a ese Conde Olaf. Por desgracia, cuando he ido a su celda, me lo he encontrado muerto. Por lo que será realmente inútil el hecho de quemar vivo a alguien que directamente no lo está. Por lo que se me ha ocurrido una idea genial.

Mientras este discurso daba lugar, de la cárcel se podía ver a la Agente Luciana traer consigo una persona maniatada y con la cabeza tapada por una manta. 

Shuba-daluba-dalubi-du!

-Los Millonarios han identificado a uno de los suyos como un cómplice del Conde Olaf, por lo que le quemaremos a él en vez del Conde Olaf, no será lo mismo, pero al menos honraremos el trabajo de la buena gente de la ciudad al quemar a alguien. ¿Que me dicen? ¿Acaso esto no es algo Guay?.

El Pueblo vitorea mientras lentamente llevan a la pila a aquella persona enmascarada. La atan pese a que intentaba resistirse y una vez encima de esta, quitan la manta sobre su cabeza para que todo el mundo pueda ver a Clarence Seen, sudoroso tratando de zafarse de la mordaza y las ataduras de sus muñecas.

-Mejor así, que se escuche... -Dice el Detective Dupín mientras le quita la mordaza a Clarence Seen.

-Ahora, es hora de que la fiesta comience. -Y con su mano derecha comienza a prender la pila de ramas y maderas mientras el fuego se va esparciendo lentamente; Clarence Seen seguía con vida, pues el fuego aún no era lo suficientemente grande como para llegar a quemarle o matarle.

La Agente Luciana pese a que estaba feliz con la idea de quemar vivo en la hoguera a uno de esos repipis millonarios aún tenía la cabeza en el suelo; expresión que aquí significa que aún sabía que el plan aún no había terminado y necesitaba finiquitarlo cuanto antes aprovechando ahora que la turba violenta de la ciudad se encontraba toda reunida, así como los Millonarios.

-Yo, Sarah Petunia Alexandra Maryellen, o como ya sabéis, la Agente Luciana he descubierto quien se encuentra tras el vil asesinato del asesino Conde Olaf.

-Y ese asesinato perpetrado no fue otro que la obra conjunta de todos los Millonarios, hartos de sentirse inferiores al Conde Olaf y llenos de envidia de su genialidad, decidieron matarlo, golpeándole hasta la muerte.

Ante el asombro por parte del Pueblo, en donde también se encontraba un Señor Poe que acababa de venir a ver como el Conde Olaf iba a ser, finalmente castigado por sus crímenes; la Agente Luciana saca su arma reglamentaria, un lanza-arpones y apunta hacia todos los Millonarios que no teniendo otra alternativa levantan las manos pues habían sido encañonados por un arma no del todo eficiente contra multitudes.

Por suerte para los Millonarios, la noche había caído y como era común; una vez que la noche cae en el pueblo la bandada de cuervos se dirige hacia su zona de descanso en el Arbol de Nunca Jamás, en la parte trasera de la propiedad de Hector, el Manitas. Así miles de alas revoloteando por el cielo y a ras del suelo crearon una intensa nube de plumas, picos y patas que impidieron a la Agente Luciana disparar su arpón o siquiera mantenerlo en alto.

Momento en el que los Millonarios aprovecharon para escapar de la multitud, del Detective Dupin y de la Agente Luciana. Siendo por tanto algo paradójico que el Crimen de Cuervos, que así es como se llama a una bandada de estos animales; haya supuesto el impedimento para que otro Crimen haya tenido lugar, que así es como se llama el negar a la verdad y acusar a un grupo de Millonarios de un delito que no han cometido con el objetivo de deshacerse de ellos y obtener sus fortunas sin que nadie las pudiera reclamar de vuelta.

Por suerte para los Millonarios, todos pudieron reunirse en una casa en particular, pues alguien desde ella les había hecho señas para acercarse y una vez dentro todos; cerraron la puerta y la bloquearon desde el interior; aquel lugar parecía ser un garaje del "Bar Apagafuegos". Y en el centro de la estancia, había una enorme manta cubriendo algo aún más enorme.

Pero no era eso lo que llamaba la atención sino que... Clarence Seen se encontraba entre ustedes, y no solo eso, la voz misteriosa que os había atraído a este escondite no era otra que la de Reginald Colesson.

El fin de Clarence estaba cerca, poco a poco las llamas iban alcanzando altura, sentía el calor y el fuego llegar desde los tobillos hasta las rodillas, mientras de forma casi instintiva intentabas zafarte de las llamas sin mucho éxito, y ante el revoloteo de los cuervos por el lugar sentiste algo extraño, al lado de tus manos, había otras manos. Alguien estaba detrás tuya, arriesgando su vida por salvarte.

Ese alguien, ese héroe frío y silencioso, no era otro que Yoshitoko Tukoshita; que usando un pequeño cuchillo había logrado cortar las cuerdas que lo ataban al poste incendiario, y agarrando del brazo a Clarence, este tiró de él hasta sacarlo de ahí, aún mientras el crímen de cuervos seguía revoloteando y ya sin tener mucho tiempo ambos lograron llegar a la zona donde todos los anteriores Millonarios habían ido, a la puerta anteriormente bloqueada del "Bar Apagafuegos".

Yoshitoko Tukoshita, Él había salvado a Clarence de las garras de aquella turba violenta y del fuego de la hoguera. Y Clarence lo había visto de primera mano, todo. En ese momento, sintió un vínculo especial, pues le debía la vida a aquel hombre, y así Clarence juró solemnemente no hacer nada que pudiera perjudicar a Yoshitoko de forma directa.

El Patrón sorprendido por la aparición del señor Reginald le dice:

Pinche pendejo, me alegro q haya salido del hospital, espero que salga pronto la rusa q a mi parecer ni vos ni ella son los pendejos que nos están fastidiando

También espero que no tenga en cuenta mi despedida del hospital, fue usted muy grosero caballero

El patrón mira al presi y le dice:

Webon (con cariño y desprecio a la par) me dejas ver ese libro lo que pone ahora? Gracias gringo

Por cierto y los otros dos q estaban en la carcel con el falso Olaf?

Todo aquel caos fue... caótico. Por suerte todos o casi todos lograron escapar y lo que era mas sorprendente les había salvado Reginald uno de los que se quedaron atrás. -Vaya, que suerte. ¿Como sabia que estábamos aquí? -Pregunto al regresado. -Y... ¿No deberíamos buscar a los dos que faltan? -Esta fue para el resto.

-Tómalo- le entregue el libro al patrón para que pudiera observarlo – Ya he usado su habilidad final por lo que espero haya sido lo correcto- mire a todos – al menos eso espero, ya que si me he equivocado es posible que este muerto hoy o en las futuras votaciones- un hilo de voz se mantenía en mi garganta.

En el libro y con mi caligrafía se podían observar los nombres de los tres que habían sido enviados a prisión, podría haber mentido o intentado escapar pero vamos soy un maldito que esperaba atrapar a los asesinos– De los dos  que están en la cárcel si ambos regresan yo soy un zopenco  y un estúpido por que son inocentes, pero quien regrese es  de los asesinos- reaccione al comentario de Saimon – Usar esa habilidad del libro me permite saber lo que pasa en la celda- ahora ya no estaba tan seguro si haber hecho uso de esto era lo correcto.

Os odio a todos y cada uno de vosotros, bueno a Tukoshita-san un poco menos... hubiera muerto un inocente de no ser por el.

Señalo a Trump con el dedo.

Como he de decir que soy inocente? te alquilo una actriz porno?

Señor Cheto con peluca, no entiendo lo del libro, me lo explica?

El Señor Clarance, q dice del japonés? 

No me entero de nada, si lo mío es extorsión y pasar droga, no pensar pendejos

Hasta ese momento, desde que llegarán a ese hediondo pueblo F.V.D, Yoshitoko se había mantenido en silencio viendo pasar los acontecimientos. Se alegró al escuchar la noticia de que habían capturado al conde Olaf en primera instancia, se ofuscó al ver que nuevamente les tomaban el pelo y que iban a culpar a un inocente que nada tenía que ver con el conde Olaf. A la noche se sintió satisfecho al saber que el falso conde Olaf había logrado escapar, para nuevamente ensombrecer la mirada cuando las gentes del poblado eligieron como víctima a Clarence Seen. ¿Qué demonios ocurría en este lugar de locos?

Al comprobar que el señor Seen había sobrevivido de milagro, le ofreció un par de golpes afectuosos en la espalda complacido, y tras escuchar los comentarios del resto, habló.

- Podríamos pensar que estamos como anteriormente, que nada ha cambiado. Sin embargo, los recientes acontecimientos han esclarecido mucho el asunto que nis atañe y cercado a los asesinos. Comentó con determinación mirando los gestos y respuestas del resto de millonarios. Llegados a este punto, tanto el conde Olaf, como su guardaespaldas, la agente Luciana, me traen sin cuidado. Los tenemos identificados y tarde o temprano se hará justicia y se pudrirán en la cárcel si no es que sufren un destino peor. El problema lo tenemos en sus cómplices, los que no tenemos identificados y que se ocultan entre nosotros...

Yoshitoko andó unos pasos como pensativo, no sabía hasta que punto era conveniente sacar a relucir la información recientemente obtenida, pero dadas las circunstancias, creyó que era la mejor opción.

- He descubierto muchas cosas en las últimas horas y os las voy a compartir... Punto uno, Clarence Seen es inocente hasta la médula,... yo tenía altas sospechas hacia su persona y las maticé varias veces en petit comité...¿Por qué aparecía tantas veces en el diario del presidente? ¿Estaba realizando acciones en nuestra contra sin que lo supiesemos? Realmente ha estado activo, pero no en contra de los inocentes,...podéis creerme o no, pero es la verdad.

El capo de la mafia volvió a girar sobre sus pies, y tras unos pocos pasos volvió a hablar. 

- Punto dos. El presidente tampoco es culpable, y sus palabras son ciertas. Él eligió a sus tres probables sospechosos para que fuesen encarcelados, y de entre ellos al señor Seen para que fuese ejecutado,... Siento decirte señor Trump, que no tuviste buen ojo, pero tal y como afirmas, pronto veremos si te has equivocado o no con los otros dos. Estoy convencido al 90% que uno de ellos si es cómplice.

Finalmente enfocó su mirada en el señor Saimon y sonrió.

- Mi próximo voto irá para usted, no me pregunte por qué. La señorita René Handsome también espero que se pudra allí dentro de su celda, si se confirman mis deducciones. Ya queda menos para que finalice este esperpento...

Mire con algo de resquemon a Reginal, no habia olvidado nuestra disputa del pasado en casa del doctor aun asi no dije nada y escuche bastante atenta las palabras de todos los hombres A todo esto, por mera costumbre, alguien hecha en falta su voto?

Walt Dis... Reginald Coleson llegó justo a tiempo para salvar a los millonarios de todo, menos de sí mismos, claro.

Su larga estancia en una habitación recuperándose de sus heridas le había dado mucho en qué pensar. Mucho, mucho. Mucho, mucho, mucho.

Por desgracia para sus compañeros de situación, nada de lo que había pensado era particularmente útil en ningún sentido de la palabra.

Hola de nuevo a todos. Bueno, a no-todos. Ni siquiera a casi-todos. Más bien hola de nuevo a unos-pocos. - Corrigió al darse cuenta de que podía contar a los presentes con una mano (y un poco de imaginación a la hora de usar la mano para contar).

Serían tan amables de ponerme un poco al día. Estoy un poco fuera de contexto en estos momentos. Con que hablen todos a la vez será más que suficiente.

Saimon observo y escucho al chino hablar, era de los mas locuaces en ese lugar y le interesaba siempre lo que pudiera decir, excepto cuando se ponía filosófico o ese era Seen... que mas da. Lo importante es que lo señalo y como buen millonario bicurioso quiso hacer la pregunta que le pidió que no le hiciera.

-¿Y porque no? Dígame, ¿Por que? -Tenían mucho tiempo hasta que el tumulto se fuera y mientras esperaba una respuesta por parte de aquel hombre decidió responder al otro recién llegado.

-¿Que quiere saber exactamente? Hasta el momento sabemos que... con total seguridad: Adolf, Yoshitoko y el desaparecido Dr. Henry son inocentes al cien por cien. Y ahora por parte de uno de los inocentes exonera a Donald, quien fue atacado el día anterior creo y Clarence Seen quien se ha librado de la quema. Encarcelados continúan Rene y Arthur por orden del presidente aquí presente quienes los cree culpables. -Miro al hombre que los salvo e hizo una segunda pregunta. -¿Desea saber algo mas?

-Si el Sr. Yoshitoko dice que son inocentes, no pongo en duda su palabra- dije mirando a Seen, por mucho que me doliera admitir que me había equivocado era necesario hacer lo correcto – Mil disculpas me comporte como un idiota solo por que te encontrabas a mis espaldas, si aun quieres matarme es justo me lo merezco- admití.

-Faltara mi voto- admití- y no es por que no haya votado, al escribir en el libro, se me ha negado el derecho a votar debido a esto- admití -si faltan votos o no, tendremos que ver cuáles han sido.

-Mi voto si creo que este, yo vote por Seen por ser uno de los presentes en la cárcel. Como de costumbre jugué al azar con tres nombres, los de la cárcel en esta ocasión y salio el suyo. -Había obviado por completo a la mujer al preguntar por los votos, pero Donald le hizo recordar aquella pregunta y como siempre no dudo en responder.

Yo vote por el Sr. Seen

Pero sigo sin entender xq piensan q son inocentes esas personas Sr. Japón