Partida Rol por web

Huesos y quitina [+18]

[Capítulo IV] - El desierto os hará libres

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13/10/2021, 17:57
+++ Director +++

Al final los rumores resultaron ser ciertos, la operación se había adelantado, el mando presente en tierra del Adeptus Astartes había presionado con suficiente firmeza como para que el nuevo Alto Mando trabajara día y noche para presentar un plan de batalla para la siguiente operación. Como era habitual, primero se hizo una reunión con los altos mandos de los regimientos, oficiales y planas mayores; todos ellos atendieron a lo que los pocos tacticae y técnicos que quedaban, los cuales expusieron para la oficialidad del Astra Militarum el plan a seguir.

Luego le tocó a los oficiales tácticos de cada regimiento exponer la información a los oficiales de cada regimiento, y por ultimo, la reunión informativa pelotón por pelotón; dicha operación, por el momento, no había sido bautizada, pero estaba bien estructurada y gozaba de buena información. Aún así, Vimaranes ordenó que se hiciera una puesta apunto conjunta, con todos reunidos en la avenida principal de entrada a la ciudad colmena Yhemek, donde una semana antes tuvieron que pasar un duro control donde se les fue requisadas tanto armas como el equipo.

Esta vez se habían instalado holoproyectores por todas partes para que la figura del Lord Comandante Adalberto Lucio Vimaranes dando el parte del día e informando de la operación. En aquel estrado que dominaba toda la avenida, con los estandartes de Brilaria ondeando al cálido viento que llegaba a la ciudad, se pudo ver quienes eran los que gozaban de ese puesto de honor en el palco. El Lord Comisario Kungel, los tacticaes Appleby y Saye, la General Salvavadora Elisa Gama y dos figuras enormes que sin duda eran marines espaciales; uno de negro con la hombrera con un rayo dorado y el otro el líder de Los Señores del Relámpago. También había un nutrido grupo de "Precs" por el lugar, todos desplegados a lo largo y ancho de la avenida, donde los regimientos esperaban en formación, formando cuadrados cada uno de ellos, con sus altos oficiales al inicio, y los blindados al fondo, leman russ de diversas variantes, varios Baneblade de la compañía de superpesados y los caballeros imperiales, todos preparados para la batalla y en perfectas condiciones. Los estandartes de cada regimiento se movían al son del viento y docenas de querubines iban purificando el lugar. Servocráneos danzarines iban comprobando algo a cada hombre y mujer, se ponía enfrente de cada uno, emitían una luz roja que empezaba a parpadear durante varios segundos hasta que se volvía azul y pasaban al siguiente. También se pudo ver como grupos de sacerdotes iban pululando en cuartetos, cantando, recitando salmos y escuchando las inquietudes de cualquiera que lo necesitara. Lo unico fuera de lugar, era la alta oficial de los Hidalgos de Brabant, tenía un aspecto macilento y una cricatriz le cruzaba el rostro, dede la frente hasta el mentón, una linea recta que surcaba la zona derecha de su bello rostro; no parecia afectada, incluso se mostraba mas altanera y orgullosa que nunca. La estrella iluminaba ese despejado día, libre de la mácula que provocaba la flota tiranida cuando estaba en órbita. Parecía un gran día, un caluroso día, la temperatura de la colmena era muy superior a lo habitual, la protección que ejercía el bosque que la rodeaba ya no existía tras haber sido talados por completo.

¡Bienvenidos todos a este glorioso día en el que iniciaremos la liberación de este mundo asediado por los nauseabundos xenos! ¡se que todos sois conocedores de la operación que se iniciará en pocas horas! ¡pero siguiendo las enseñanzas de mi amado Padre, os convino a todos a esta última reunión, hermanados en el albor de una importante campaña que lideraré para salvar a este mundo! - hubo una pausa, que fue solamente aplaudida y vitoreada por los brilarienses, pero el silencio de otros regimientos se vio completamente solapado por los tremendos bocinazos de las compañías de blindados de la General Salvavadora. Satisfecho, Vimaranes sonrió - ¡Avanzaremos durante varios días rumbo al centro neurálgico del planeta! ¡la colmena Novantis será nuestro objetivo principal donde las fuerzas xeno se han acantonado a la espera de algo que nunca llegará! ¡tengo informes recientes, de esta misma mañana! - agitó una placa de datos como si de un infante se tratara - ¡la vice almirante Ricinus notifica que se ha repelido a la flota tiranida empujándola hasta el anillo de asteroides exterior del sistema! - más vítores y bocinazos, pero ante tan buena noticia, se habían sumado muchos soldados que aplaudían alegres por que la armada estuviera cosechando victorias.

Como si de un magnánimo rey se tratara, después de que un asistente recogiera la placa, Vimaranes extendió ambas manos y trató de acallar a la tropa - ¡ese es el espíritu muchachos! - y aplaudió él mismo a todos los allí presentes. Aquello duró varios minutos más hasta que pudo retomar su discurso - ¡avanzaremos en un único frente de varios kilómetros barriendo el desierto rumbo a Novantis! ¡se encontrará resistencia en Novantis Secundus! ¡pero cuando sea tomada, pasaremos a la ofensiva contra Novantis! ¡los vuelos de reconocimiento - ¿no había reconocimiento órbital? - revelan que las posiciones xenos son más fuertes en Novantis y parecen haberse fortalecido ahí dejando de lado la Secundus! ¡aprovecharemos eso a nuestro favor atacando de frente, con contundencia! - y así siguió, explicando los detalles que todos ya sabían hasta que llegó al final - ¡La operación "Faca de leão" da comienzo! ¡rompan filas y a sus puestos de combate! - y se despidió apagando todas las proyecciones subitamente. Los oficiales de cada regimiento empezaron a organizar a los suyos para prepararse, todos salvo los Khard Mayners, todos, a esas alturas, ya sabían que la Inquisidora del Ordo Xenos, Renata, los había reclamado para sus servicios; se apropió del regimiento gracias a su habilidad para estar en los subterráneos, donde tendrían un difícil trabajo, limpiar la subcolmena.

Notas de juego

Si tenéis preguntas respecto a la operación hacedlas, preferiblemente en los off topics, porque se supone que habéis podido hacerlas en su momento, pero si queréis rolearlas, por mi perfecto, pero será solo marcando a los de vuestro regimiento.

Pensad que tres objetos queréis por escuadra para la tirada de asignación de equipo previo a la misión.

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13/10/2021, 18:36
+++ Director +++

Las hermanas firmes y estoicas, preparadas para lo que se les viniera encima, notaron, todas ellas y al unísono, como la calidez de una mano les acariciaba directamente en el corazón. Las más jóvenes se alteraron un poco, doblando un poco el torso y llevándose al pecho sus brazos, como abrazando algo que no existía y llorando, incapaces de entender que era lo que acababa de pasar. Solo había una cosa clara, se sintieron reconfortadas, a pesar de la situación que conocían, encontraron algo de consuelo.

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18/10/2021, 12:48
Hermana Ceres

Atacar de frente... el intercambio de muertos iba a ser grande estaba pensando Ceres cuando la sensación les sobrevino de una forma extraña a todas en conjunto. Un alivio momentáneo en aquella situación horrible. Ceres se sorprendió llorando y musitando una plegaria agradecida por aquel instante de consuelo. Pronto pudo ver que no era la única.
Hermanas... - Dijo Ceres en un susurro. - Esto es un signo de que nuestro Dios emperador nos observa. Sea como sea que se resuelva esta operación, ha sido un honor. - Sonrió de medio lado. - Pero no os rompáis nada que no os pueda coser. - Completó con humor.
En su haber estaba el haber hecho lo que creían mejor y no haber dejado de hacer nada para mejorar la situación y esa sensación extraña a la que no podía describir con palabras parecía la recompensa a sus desvelos, fuera lo que fuera que les aguardara las que cayeran acabarían bajo el ala del emperador.

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19/10/2021, 10:43
Hermana Judith

Judith se había mantenido silenciosa en los últimos días, como si hubiera hecho un voto de silencio y esto era así porque no quería ser ella la que hablara con alguien que no debiera y todo el plan se fuera por los aires antes de empezar. Había estado presente en el momento en que Varinia había hablado con los Custos y no pudo comprender como tuvo esa confianza, esa fe, en que eran un grupo que les ayudaría...

Si no fuera porque siempre había comisarios y no eran muy discretos, Judith habría hablado con los ogretes.

Estando ya dispuestas para la marcha, la sororita no pudo evitar llorar de alegría cuando notó esa sensación en el pecho, ese valor reconfortante que eliminaba las dudas que tenía encima.

-Es un signo de que nuestra Canonesa no nos ha abandonado -apuntó Judith, recordando como se había desvanecido el cuerpo de su líder durante la vigilia que la dedicaron- y si ella está con nosotras, podemos hacer cualquier cosa.

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20/10/2021, 02:31
Hermana Varinia

Varinia había escuchado que en ciertas campañas, como en los Mundos del Sabbat, santos vivientes habían caminado entre los soldados y ciudadanos imperiales, inundándolos de fervor y reforzando su fe para permitirles realizar grandes hazañas.

Pero aquello no lo estaba leyendo en el libro de los Hechos de Santa Sabbat, si no que lo estaba experimentando en primera persona. Aunque su rostro permaneció impasible, una solitaria lágrima resbaló por su mejilla derecha instantes antes de evaporarse, imposiblemente, con un súbito fogonazo y dejando un minúsculo estigma en la mejilla de la palatina. A ésta, por primera vez en su vida, le fallaron las palabras al encontrarse totalmente conmovida en su interior.

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20/10/2021, 23:48
Nilsa Solveig

Nilsa estaba cansada de toda la charada que tenían que soportar una y otra vez, deseando entrar en combate contra los asquerosos Xenos cuanto antes, y aguantó estóicamente la parafernalia, los gritos y los bocinazos, en formación junto a los suyos. Dada la reputación de su regimiento, y teniendo en cuenta el carácter oficial del asunto, nadie estaba demasiado cerca de ellos, y ellos permanecían firmes y serios, con algún aplauso esporádico de los más novatos del regimiento. 

Cuando escucharon las noticias de la armada, espontáneamente todos se pusieron a aplaudir, pero únicamente por los chicos de la armada y su éxito y buena noticia, que lo era, aunque a cualquier observador exterior le podía parecer que estaban aplaudiendo al gran Lord Comandante. 

Ni que decir tiene que un avance frontal no era, para nada, el estilo de combate adecuado para unas tropas como los Skygge, y no hacía falta ser muy listo para adivinar qué pensaría su regimiento de tal táctica, pero nadie les había preguntado ni pedido opinión. 

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22/10/2021, 13:20
Tte. Mathis Reutter

Mathis había acudido allí con todo listo para marchar en aquel mismo momento, vestido de combate y con todo aquello que los condenados Precs le permitieran llevar... Y con lo que empezaba a parecerse a una escuadra de mando completa. A su operador de radio, el solitario Schöll, se unía la soldado Walder. Aunque donde uno cargaba el emisor vox, la otra llevaba algo bastante más llamativo y que el teniente se aseguró de que fuera bien visible y notorio: un estandarte de batalla. 

Bajo el Aquila Imperial se podía encontrar la primera pieza inusual: una mandíbula orka, de un tamaño más que considerable, fijada al asta del pendón que lucía orgullosamente los colores de los Inmortales. Tras ella, otros trofeos complementaban a la enseña y daban fe de las victorias del regimiento: alguna clase de extraña munición cristalina, lo que parecía un cráneo de un gante tiránido, y algunos otros trofeos de aspecto claramente xeno o bio-mecánico, junto a retazos de lo que parecían enseñas de guerra enemigas arrancadas de los caídos. Mathis no había estado en casi ninguna de esas operaciones, pero ya había tenido bastante de según que cosas, y maldito fuera si no iba a dejarles claro de dónde venían los suyos y a cuántos enemigos del Imperio habían pisado el cuello sin piedad.

Sin duda heriría la sensibilidad estética de algunos tal profusión de trofeos, pero para el iloeterano era una fuente de orgullo. Habían triunfado antes, y lo harían ahora. A pesar de que allí había... Agujeros. Había cosas que no le acababan de encajar en todo aquello, pero seguramente tendrían que llenar los vacíos una vez estuvieran en el terreno. 

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22/10/2021, 16:34
DR

La camioneta avanzaba renqueante con la Vanguardia de la legión penal de Kiruta en la parte trasera. Unas pobres gafas para protegerse de la arena que levantaban las legiones. Poderoso era el Emperador, que podía convocar legiones sobre un planeta para avanzar sobre cualquier enemigo del Imperio. Un golpe de dentro de la camioneta y la voz de Green preguntando a la parte trasera si iban bien. No hubo respuesta... sacarse el pañuelo equivalía a comer arena y polvo pese a la lona, así que dos golpes por respuesta

Red no tenía prisa por entrar en combate, cada batalla era una moneda al aire entre vivir o morir. Así que solo podían intentar descansar unos recostados sobre otros de forma desordenada en aquel camión.

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23/10/2021, 18:40
Hermana Aurestia Aquilina

Asistió juntos sus hermanas al principio del que iba a ser el supuesto acto final de la guerra por Nugratis. A pesar de aquellas semanas de retraso, con todas las fuerzas del grupo de batlla ya en el planeta, mucha iba a tener que ser la resistencia opuesta para que las fuerzas del Emperador no lo aplastaran todo a su paso.

Siempre y cuando, claro, que no volvieran a producirse más... Traiciones internas.

Aun con todo, Aurestia se permitió ser optimista por primera vez desde el accidentado desembarco inicial. Aquella sensación que sintió en su interior la llenó de una esperanza que solo podía provenir de Su mano, y se alegró al ver que era algo compartido por el resto de sus hermanas. Aquello no podía ser sino una señal de que estaban tomando el camino correcto.

La ira de los justos está a punto de ser destada, no pudo evitar pensar.

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25/10/2021, 11:34
Viggo Falkenberg

El solemne acto, que normalmente le habría llenado de orgullo los corazones de los soldados e insuflado moral a las tropas, no tuvo el efecto deseado. Al menos entre las escuadras de Skygge que Viggo tenía alrededor y podía ver.

El asalto frontal tal vez fuera una táctica viable para unidades de blindados, pero el soldado sabía que no lo era para ellos. Poco importaba, pues aquella operación estaba diseñada para la gloria del nuevo Lord Comandante.

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26/10/2021, 19:16
Novalee Custer

Una gran fanfarria y extraña alegría se extendía por la explanada, casi parecía que habíamos ganado la guerra antes de empezarla, parecía que nada de lo visto hasta ahora, nos había concienciado para lo que venía ahora. Estaba claro por el discurso del alto comandante, que no había tenido cerca a una de esas cosas con garras afiladas gruñéndole a la cara. - Bastardo pedante ... 

Ya veía una nueva lista interminable de bajas ante su escritorio, eso si conseguía salir de esta. Desde que la batalla por el Espacio Puerto había terminado, lo único que había hecho Novalee era rellenar partes de solicitudes de equipo, bajas y propuestas para diferentes medallas por las acciones en combate, la verdad es que esperaba que en esta los oficiales de otras unidades de Custos se diesen mas brío y no cayesen bajo las armas xenos.

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26/10/2021, 19:25
Visioingeniero Krane

Krane levantó la vista cuando Novalee insultó al comandante de los Hidalgos pero no dijo nada, sino que enseguida volvió a agachar la cabeza para seguir admirando la reliquia. No podía creer que los del Munitorum le hubieran entregado un rifle de plasma, no porque no lo mereciera, sino porque su incompetencia parecía siempre insalvable. Y, sin embargo, ahí estaba: sobre sus muslos, sujetado con ambas manos y estudiado por todos sus sentidos. Apenas había tenido tiempo de realizar los ritos adecuados desde que lo recibiera, pero se había asegurado de dejarlo preparado para que llevara a cabo su función con una eficiencia implacable. Cuando habían estado a bordo del Estrella Plateada, al leerle el Tarot Imperial, le habían dicho que "la violencia lo resuelve todo". Él no siempre estaba de acuerdo, pero aquel día estaba dispuesto a entregarse con todo su ser al cumplimiento de aquella máxima, si el Espíritu-Máquina del rifle así se lo pedía. 

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27/10/2021, 01:14
Adler "Chollos" Stark

Chollos mantuvo la compostura ante tan esperpéntico espectáculo, pero no pudo evitar esbozar una media sonrisa cuando Vimaranes soltó aquello de que lideraría la campaña para salvar aquel mundo.

Dudaba mucho que ese sujeto encabezase ningún asalto o batalla, a no ser que contase conquistar el sueño entre las finas mantas de la cama donde dormiría todas las noches. Ver a los Brilarienses, corresponder aplaudiendo como un grupo de groupies ese discurso tan vacío, era una deliciosa obra de ironía atemporal.

¿Quiénes eran los arrogantes ahora?

Pagaría lo que fuese por ver a ese sujeto en primera línea de batalla. Seguro que en cuanto apareciese el primer xenos no haría otra cosa que cagarse en los calzones…

No le sorprendió escuchar a la sargento compartir su opinión al respecto del nuevo y flamante Lord Comandante sabandija.

Cuando todo terminó, se limitó a acercarse al Visioingeniero Krane para hacerle una consulta.

   - Disculpe noble Visioingeniero Krane. Quería preguntarle si antes de partir a nuestra próxima misión, podría echarle un vistazo a mi equipo. No es que no me fie de la labor del Monitorum, pero dadas las extrañas y singulares situaciones ocurridas en los últimos días, volaría más tranquilo sabiendo que efectivamente mi mochila no va a apagarse a treinta metros del suelo, por que algún sujeto malintencionado a toqueteado donde no debe. No sé si me entiende…-

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27/10/2021, 07:19
Tania 'Lady Luck' Brown

Cuando los tiranidos nos hayan devorado a todos aqui espero que pongan rumbo directo a Brilaria o como se llame el planeta de donde salen estos mierdas. - Dijo Tania en un murmullo quedo, que solo podrían escuchar los que tenía al lado. Se colocó el casco, ocultando la mueca de desprecio que le estaba dedicando al imbecil de Vimanares, y se aseguró de que su nueva capa no interfiriese con el grav chute - Se habra pasado la noche en vela el hijo de puta para decidir mandarnos a todos como una horda en direccion a Novantis... Con suerte se atraganta con el vino, el desgraciado. 

Que los ultimos dias no habian mejorado la actitud de Tania era obvio. Que ahora su tirria estaba dirigida hacia cierto planeta de viejos con cara de niñatos de padre rico, estaba tambien justificado. Le resultaría difícil resistir la tentación de pegarle un tiro a uno de esos papanatas a la mínima oportunidad, pero la idea de parecerse a ellos en eso le resultaba suficiente como para desestimar esos pensamientos.

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27/10/2021, 07:45
Friedrich Steiner, "Fred"

Por el Emperador que le estaba cogiendo una tirria a los de Birlaria de narices, siempre parecían querer superarse a la hora de tocar las narices. Nunca se había encontrado con un regimiento capaz de molestar tanto y ayudar tan poco, y aquello era justo lo que necesitaban mientras partían hacia una colmena llena de tiránidos. 

Por lo menos, varias cosas levantaban el ánimo de Fred: la primera, sentir en las manos el agradable tacto de su bólter con empuñadura nueva, fabricado por un tecnosacerdote de Marte, todo un privilegio. El Espíritu Máquina del arma estaba más despierto y preparado que nunca, podía sentirlo. 

Y la segunda, el glorioso estandarte de su regimiento que Walder llevaba ahora a la espalda, recordando no solo su victoria contra los orkos sino también que no era la primera vez que se las veían con el Gran Devorador. 

Pudimos con ellos una vez, podremos otra. 

Con esos pensamientos, Fred animó a su camarada y ambos marcharon junto a su comandante. 

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27/10/2021, 11:59
Bender McKnife

El ronroneo del tractor acompañaba a bender mientras emprendía el largo trayecto. Había enganchado un pequeño remolque al tractor para cargar algunos bidones extra de prometio para el viaje. Tanto el tractor maderero como los demás transportes necesitarían repostar por el camino al ser un viaje tan largo. También se había molestado en instalar una trompa en la toma de aire del radiador para minimizar el problema del polvo del desierto. Ya bastante iba a sufrir el motor como para encima echarle arena. Esperaba que fuera del agrado del espiritu máquina, había hecho lo que había podido mientras los demás estaban de fiesta. El viejo tractor era un poco cascarrabias, pero era el tipo de maquinaria fiable que no decepcionaba.

Había recargado sus armas y preparado para el combate, pero no había tenido suerte con desarrollar mucho más sus diseños de nuevo armamento. Después de tanto tiempo encerrado lejos de un banco de trabajo, se sentía frustrado por no haber podido aprovechar la oportunidad. Los ritos y cuidados que conocía los había aprendido como había podido, observando los tecnosacerdotes a escondidas o deduciendo algunos pasos, pero todavía le faltaba mucho por aprender y sencillamente no tenía tiempo. Observó el paisaje frente a él sin parpadear con sus nuevos ojos. Al menos había conseguido mejorar eso, que ya era algo.

Repasó una vez más el plan de acción. Avanzar directo hacia las posiciones preparadas por el enemigo no tenía una gran probabilidad de éxito en su limitado módulo de cálculo de estrategia, pero tendría que servir. Al menos contaba con poder saquear algo en Novantis Secundus. Eran ciudades más industralizadas así que quizá hubiera algo de utilidad entre los restos que pudiera aprovechar antes de seguir hacia adelante.

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27/10/2021, 21:12
Helga Von Havenstein

Parecía que las cosas dentro de la guardia se había calmado, por lo que tocaba hacer un avance, esto no me terminaba de convencer, pues siempre eran los xenos los que tomaban la ofensiva, pero supongo que la flota imperial haya echado a la flota xeno, supongo que ahora están perdidos, por lo que tal vez era nuestra oportunidad, yo iba a recoger mi confiable rifle inferno, lo prefería al bolter, pero aun así sabía que los xenos siempre se las ingeniaban para poder dar la vuelta a la situación, así que tendría que estar atenta.

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30/10/2021, 23:32
Dionís da Val-Texeira

Desde su posición de prestigio como Alféres, a la vera del vehículo y con un pie en el estribo, Dionís alabó y aplaudió... como era de esperar. No sólo era Brilario, sino que era un soldado imperial, y a lo último que podía recordar de lo que había leído y escuchado, la desafección era básicamente traición. Y que nadie hiciera el gesto de aplaudir, excepto ellos... y que nadie, en absoluto, hiciera el gesto de tratar de advertir a sus hombres que aplaudiera, excepto ellos... bien. 

Había visto a un hombre ser sometido a azotes hacía semanas por no haber saludado a unos galones, pero aquello era bien visto y favorecido por todos los que no eran ellos. Bien.

-...

Tragó saliva, tratando de esconder su terror, y entro casi a trompicones sin hablar con nadie.

Había sangrado por toda aquella gente. Había perdido una maldita pierna, y el cincuenta por ciento o más de su pellejo, y ahora LE HABÍAN DECLARADO LA GUERRA. Se conectó a la nao lo más rápido posible, donde se desentedería de su cuerpo y las lágrimas amargas de frustración e impotencia no amenazarían por saltar de su rostro. Sólo podía contar con él: había dormido con él y lo había velado, y él no le declaraba traición como, aparentemente, todo el resto del ejército.

No, por él luchaba, y le correspondía. Incluso cuando todos los demás, desde el más humilde recluta hasta el más poderoso oficial, habían dado su opinión sobre el destino que debía corresponderles.

 

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01/11/2021, 17:55
Contagem Lidio Gomes

Lidio, se mantuvo en una medida pose, escuchando con suma atención las palabras de Vimaranes. Aplaudió constantemente, como buen brilariense. Era consciente de que, independientemente de lo que opinara, era fundamental mostrar convencimiento y lealtad. La moral era fundamental y, si él mostraba dudas, su tripulación lo notaría y se resentiría. Además, a nivel global, atacar Nova Secundus antes que la capital era evidente. La forma de hacerlo ya dependía de muchos factores que él, como simple contagem, no podía juzgar con un criterio real. Desconocía la información que tendría la Cúpula Mayor de Mando.

Vio cómo algunos de otros regimientos mostraban abiertamente su disconformidad. No pudo evitar pensar en cómo el comisariado perseguía a los Hidalgos por el noble arte del Sakto y no se dedicaba a cuidar que el ambiente derrotista desapareciera de sus filas. Sólo esperaba que a los suyos no se les impregnara esa... lacra.

¡Vamos Hidalgos! Ayudemos a que el león de Brilaria ondée en los edificios de Nova Secundus ¡Por Carolina!

 

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03/11/2021, 18:20
+++ Director +++

La orden llegó a las pocas horas, después del discurso de Vimaranes, donde había tratado de animar a un público que a todas luces, no lo quería ni escuchar. Los regimientos se agolparon en el exterior de las murallas de Yhemek, orientados con rumbo Noroeste para ascender, a través del de desierto y los pocos tramos de macroautovías que quedaban, en dirección a Novantis, aunque con una primera parada en Novantis Secundus. Sobre esa colmena secundaria, los informes de los vuelos a gran altura indicaban que la presencia tiranida no era muy elevada; pero para muchos era fácil presuponer que en cuanto los xenos los detectaran, irían a hacerles frente llegado el momento.

Los bosques talados estaban siendo replantados, un esfuerzo monumental que realizaban los habitantes de Yhemek, trasplantando árboles de pequeño tamaño mientras otros se esforzaban en quitar la arena. Nugratis estaba reclamando su lugar en aquella joya de jade, que durante siglos, había desafiado la santidad de la arena. 

Cientos de vehículos se aglomeraban por las inmediaciones, con los motores en ralentí, echando vaharadas de humo negro e inundando todo con ese olor a petroquímicos. Olía a guerra, a la larga marcha que los llevaría hasta un destino incierto donde seguro, podrían apostar que habría sangre, mucha sangre. Camiones industriales y transportes de todo tipo y modelos eran lo que más abundaba. La mayoría de regimientos eran de infantería, por lo que no contaban con vehículos propios, pero por fortuna, el munitorum desembarcó su propio parque móvil y añadió todos los confiscados de la colmena. En menor número, estaban los chimeras de los Hidalgos, todos en perfecto estado, con sus maestros ultimando los detalles, serigrafiando las ultimas escrituras añadidas, sus juramentos y sus aclamaciones a su amada Brilaria; después venían los rhinos, los de color negro de las Hermanas de batalla y los de color azul y gris de los Señores del Relámpago, todos listos y en vanguardia. Cuando llegó la orden de despliegue y avance, los que conformaban la primera línea se miraron unos a otros al tomar posiciones. Solo vieron rostros conocidos, de los valientes que habían desembarcado en primer lugar y lógicamente, de los que dieron vida a la operación Balaclava. Estaban todos los supervivientes desde el inicio de la liberación, y esta vez, ni los Hidalgos de Brabant se habían librado de tan dudoso honor. 

Al margen de los transportes, en la retaguardia estaban todos grupos de combate de blindados, pesados y super pesados, las compañías de artillería, tanto anti aérea como terrestre, listos y preparados para avanzar, apoyados por el programado flujo interminable de camiones y aeronaves del munitorum para ir suministrando de combustible y de lo que hiciera falta para que el avance fuera una realidad y llegara a su destino. Era un esfuerzo titánico mover toda aquella cantidad de promethium, camiones cisterna, valquirias con bidones de menor tamaño, todo un trabajo con un único propósito, ganar la guerra y aprovechar la ventaja que la Armada Imperial estaba dando a los ejércitos en tierra al haber apartado la flota enjambre de la órbita de Nugratis.

El viaje comenzó, y nada pasó durante los primeros días del mismo. Se fueron haciendo paradas cada doce horas para repostar, y el avance, a pesar de constante, se antojaba realmente lento, necesariamente lento. La agilidad de los Baneblade dejaba mucho que desear, por lo que, para mantener la cohesión, la velocidad de avance era determinada por los vehículos más lentos. No fue muy difícil darse cuenta de que el viaje, inequívocamente, sería más largo que de lo que se había planeado de inicio; las estimaciones más positivas eran de, al menos, dos días más, en cambio, las pesimistas, cinco.

El calor era insoportable, durante el largo día, la estrella del sistema Bilrao no daba tregua alguna, y a pesar de estar "a la sombra" dentro del vehículo, no dejaba de calentarse como una lata de rica proteína reciclada. El único que parecía pasar de todo aquello era un penal, el que iba en un tractor amarillo, en la vanguardia y que avanzaba como si aquello no fuera con él. El cielo siempre despejado, ni una sola nube para dar un poco de alivio, por lo que el agua empezó a ser un bien escaso. Las ordenes, llegado ese punto, fueron claras, agua racionada. 

Labios resecos, animo bajo, calor, espaldas doloridas y culos planos, todo aquello hizo que los descansos para repostar fueran los únicos momentos del día que aliviaban un poco la presión que los soldados sentían en sus cuerpos y mentes, deseando, muchos, preferir estar combatiendo que soportar aquella tediosa travesía atravesando aquel mar de dunas y arena. Los primeros brotes de psicosis empezaron a darse, y fueron muchos los soldados, de diferentes regimientos, los que alcanzaron sus puntos de ruptura a causa del estrés. Los comisarios, en alerta, no dudaban, y aplicaban la paz del Emperador con sorprendente diligencia. Después de escuchar una docena de tiros de bolter, los ánimos se calmaron a la manera Imperial, y los compañeros de unos y otros empezaron a cuidarse más, atentos a los primeros signos de ruptura mental.

El cuarto día llegó, y la primera emboscada tiranida dio lugar. No hubo que lamentar bajas ni heridos, y aquello fue una experiencia edificante para muchos. La vanguardia fue la primera que hizo contacto, viendo como cientos de gantes salían de debajo de la arena. Eran de un color similar al de la arena, posiblemente una versión evolucionada y adaptada para el calor asfixiante del desierto. Los xenos atacaron sin coordinación alguna, simplemente como animales, demostrando algo que muchos habían observado en batallas anteriores, que los xenos de menor tamaño, lejos de otros de mayores dimensiones, perdían todo rastro de inteligencia y se movían llevados por sus instintos más básicos. Se les dio caza a todos y cada uno de ellos. Fue una victoria celebrada por muchos, y ese simple y sencillo combate subió el animo de la tropa.

Sin embargo, la madrugada del cuarto al quinto día, justo cuando la estrella empezaba a despuntar por el horizonte, los Imperiales se dieron de bruces con una realidad con la que nadie había contado. Todos esperaban que fueran los tiranidos el enemigo a batir y no una tormenta de arena de proporciones planetarias. El convoy avanzaba sin descanso, y con los primeros rayos de luz se hizo patente, con horror, que la naturaleza letal de Nugratis se revelaba contra todo ser vivo que moraba en su superficie. Siempre se había hablado de tormentas de arena en el planeta, pero el cambio atmosférico que ejercían los tiranidos y sus bio estructuras en el mundo había provocado que aquellas tormentas adquirieran una nuevo nivel. En cuestión de minutos el viento llegó a las fuerzas Imperiales, cuyas líneas se fueron rompiendo presas del pánico, sin un orden claro de acción, con ordenes contradictorias a cada instante. Repliegue, avance, flanqueo, que pararan los vehículos; nadie lo tuvo claro y llegó un momento en el que todo daba exactamente lo mismo.

La violencia de los vientos alzó vehículos por los aires, destrozó los blindajes más ligeros y los soldados empezaron a desaparecer. Las radios ya no transmitían voz alguna, solo el aullido del viento y las interferencias que la arena provocaban. Había llegado el momento de que cada uno tuviera que luchar su propia batalla por la supervivencia. No se veía nada, no se escuchaba nada, y solo se sentía como el viento laceraba la piel al descubierto. Las opciones eran pobres, y la tormenta no parecía que fuera a acabarse nunca. Solo había una cosa clara, y es que las fuerzas Imperiales estaban, a falta de una palabra mejor, destruidas como fuerza de combate operativa. Cada hombre y mujer tenía que valerse de si mismo, y así fue como, en aquel infierno, muchos soldados se fueron congregando, con casi infinita lentitud, entorno a un chimera llamado Pernambuco que estaba volcado y un tractor de color amarillo semienterrado. En ese punto, la tormenta ya no era tan intensa como de inicio, pero seguía cortando cualquier intento de comunicación y de visión más allá de dos o tres metros. 

*Los supervivientes que se congregaron fueron viejos conocidos, las unidades lideradas por la Sargento Novalee, el teniente Mathis, el Contagem Gomes, las Hermanas que iban junto a las palatinas Caelestia y Vaniria, dos tiradores de los Skygge y un par de penales con un sacerdote, uno de ellos, el que conducía el tractor. Solamente ellos se habían congregado entorno al chimera volcado de los Hidalgos de Gomes, pues, el resto, habían ido perdiendo sus vehículos, otros ahogados por la arena obstruyendo sus motores, otros volcados de manera irremediable y abandonados. Al final, llevados hasta ese punto donde se encontraba el Pernambuco, algo estaba quedando bastante claro, a la intemperie no serían capaces de sobrevivir, las armaduras se estaban desgastando lentamente. Habían encontrado un transporte, pero haría falta alguno más.*

Notas de juego

Se abre una gesta para darle la vuelta al chimera, para ello serán necesarias tiradas de Fuerza en bruto. 

Todos ganáis un punto de fatiga.