Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

La Compañía Negra: Tienda de Grog.

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01/04/2016, 12:01
Compañía: Seguidores: Boñiga.

- "Mi turno." – Intervino Boñiga. Tras ver las derrotas de sus dos predecesores sonríe y arroja los dados con energía.

Cuando ambos dados acabaron de bailar el propio Boñiga se quedó en silencio con los ojos como platos durante dos segundos. Dos cuatros. La Dama Fortuna.

Acto seguido saltó de su silla chillando de emoción.

- " ¡Sí! ¡Sí! ¡El bote es mío!"

El verdugo temporal no le quita ojo de encima pero Boñiga no hace nada raro. Se calma y alarga la mano para recoger el cuenco con el bote.

- Tiradas (1)
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01/04/2016, 12:08
Compañía: Seguidores: Precio.

Precio se acerca a la mesa y recoge el cuenco para luego mirar a los presentes.

- "Quien quiera seguir jugando ha de apostar otra plata."

Sin dudarlo ofrece primero el cuenco a Boñiga. Y éste no titubea en introducir una de las platas ganadas en el cuenco. Estaría fatal visto que se hubiera largado tras ganar en la primera mano.

Acto seguido Vasija y Tendero también ponen sus respectivas monedas.

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01/04/2016, 12:11
Uro.

Uro quedó unos instantes en silencio, observando el puñal y la pañoleta de estrangulador que el Gordo Wem le ofrecía. No había jugado nunca una partida de Puñales, aunque había visto alguna de ellas durante sus breves estancias en la Tienda de Grog. Era un juego de Oscuros, estúpido como solo esa raza podía ser, en el que jugaban por atesorar más de esas monedas que parecían adorar como a su Dios. Verter sangre propia por un pedazo de plata le resultaba patético, pero ciertos soldados se lanzaban a tal locura como si les fuera la vida en ello.

La verde mirada del salvaje recorrió las caras de los que iban a sentarse alrededor de la mesa de juego. Caracabra y Astado ya habían tomado su lugar, seguidos por Reyezuelo, ese mastodonte que había sido su pupilo antes de la caída de Fuerte Chuda. Esos k'hlatas habían dejado atrás sus tribus y sus costumbres, convirtiéndose en soldados de la Duodécima con todas las ventajas y los defectos que eso conllevaba. Cuando los pálidos rostros de tres Oscuros se sentaron frente a ellos, la sonrisa del antiguo Cazador de Cabezas se ensancho peligrosamente.

 —Hará las veces de Verdugo —dijo uno de los Oscuros, señalando a un mastuerzo malcarado y de anchas espaldas — A menos que Uro pueda o desee ocupar su lugar...

El Elegido de la Diosa lanzó una mano como una zarpa hacia el puñal que el matón estaba a punto a agarrar, arrancándolo de las fofas manos de Gordo Wem.

 — Uro ser Verdugo —gruñó en dirección al tipo que había estado a punto de ocupar su lugar. Tomando también la pañoleta, se dirigió hacia la mesa de juego, quedándose de pie para poder observar mejor a los jugadores—. Si alguien hacer trampas, Uro hacer pagar...

El puñal atravesó las tablas de madera de la mesa, dejando un tercera parte de su filo hincada.

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01/04/2016, 12:14
Uro.
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Lanzo tiradas de Otear para cada ronda, ¿os parece?

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01/04/2016, 17:18
Reyezuelo.

La Dama Fortuna había escogido al pestilente muchacho, sin duda por alguna buena razón.

Todo tendrá su porqué.

Se decía a sí mismo Reyezuelo, cada vez más intrigado por el devenir del evento, mientras depositaba otra moneda de plata en el cuenco que tendía Precio con cierta avidez.

Jugaré de nuevo — indicó al hacer tintinear su aportación al bote.

Con Uro al puñal casi sentía lástima por el desgraciado infeliz que tuviese la nefasta ocurrencia de tratar de hacer trampas.

Terminó su jarra, no estaba acostumbrado a aquel brebaje, tuvo que convenir consigo mismo que resultaba sencillo despojarse de las monedas bajo el embriagador estado en el que se veía sumido con cada nuevo trago. De hecho, el elixir le desinhibía hasta el punto de que, apenas sin percatarse, se sorprendió a sí mismo buscando conversación; aquello le hubiese granjeado alguna estima si no hubiese elegido para ello el peor tema imaginable —: ¿Alguien sabe qué era aquella cosa?

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01/04/2016, 18:50
Compañía: Seguidores: Gordo Wem.

El propio Gordo Wem sonríe agradecido de que Uro acepte ser el Verdugo de la partida y despide con la mano al matón de Usurero, que tras un último vistazo a la mesa y a Uro, se marcha sin decir media palabra.

El dueño de la Tienda de Grog regresa despacio hasta la silla en la que se sentaba, y se acomoda en los cojines de la misma. Se encuentra alzada unos treinta centímetros en una especie de pequeña tarima, lo que le proporciona una perfecta visión de la mesa de juego.

- "Por favor, continuad con la partida." - Pide a los jugadores mientras alarga una gruesa mano para recoger una copa que le acerca una mujer.

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02/04/2016, 23:59
[RIP] Astado, Pelotón de Campamenteros.

Quizás para sorpresa de muchos de los presentes, ASTADO había sido el último en tomar su lugar en la mesa. Y lo había hecho de manera silenciosa y reservada, casi con sigilo (o, incluso, con pudor), sin apenas llamar la atención de los restantes participantes.

Ni siquiera se había presentado, más allá de un ligero asentimiento de cabeza a modo de saludo general para todos. Y luego de ello, simplemente se había limitado a depositar la moneda respectiva en el cuenco, observando en silencio a todos los presentes, mientras aguardaba pensativo su turno en los dados.

Todo rastro del exultante interés por la partida que había exteriorizado hacía apenas unos momentos atrás, parecía haberse esfumado de repente. Aunque el misterioso k´hlata mantenía su semblante sereno de siempre, y ni el más mínimo surco de preocupación o incomodidad surcaba sus facciones.

En verdad, el antiguo chamán había aguardado hasta el último instantes antes de incorporarse a la mesa. Y solo lo había hecho cuando la falta de jugadores amenazaba con poner en peligro toda la partida. En otras palabras, cuando tuvo por fin la plena certeza de que su plan de atraer muchas moscas a la miel ya no conseguiría tener mayor éxito.

Ciertamente, ASTADO hubiera preferido no participar en aquella actividad. Y no solo por considerarla riesgosa y, en cierta medida, indigna. Sino porque creía que su intervención en el jugo bien podría entorpecer su tarea principal. Que no era otra que observar y escuchar, por supuesto. Y que incluso podía oscurecer su juicio.

Sin embargo, tampoco podía permitirse que el encuentro fracasara. De modo que aceptó que tendría que ensuciarse un poco... y pronto sus esfuerzos se vieron ampliamente recompensados.

Pues cuando la "Dama Fortuna" apareció sobre la mesa, una sugestiva sonrisa comenzó dibujarse en sus normalmente inescrutables facciones. Y esa sonrisa se ensanchó de manera notoria apenas unos instantes después, cuando el objetivo de su obsesiva búsqueda apareció por fin en escena.

- No recuerdo que en la Gran Sabana tengamos un nombre para semejante bestia. - murmuró por lo bajo en respuesta a las palabras de REYEZUELO, aunque el tono distante y sombrío del k´hlata hacía imposible determinar si pretendía continuar la conversación iniciada por su camarada o si simplemente desvariaba hablando consigo mismo - Si existía, hace ya tiempo que ha sido olvidado. Gracias a los Dioses.

En verdad, lo que el antiguo chamán debería decir, era que "él" lo había olvidado. Como tantas otras cosas. Tal había sido el terrible precio que había tenido que pagar para liberar a su gente del opresivo yugo del Profanador de Mentes.

- Extraño privilegio el que nos han otorgado. Contemplar a la bestia y vivir para contarlo. Ni el más valeroso de nuestros ancestros lo habría imaginado.

Tras aquellas palabras, guardó silencio algunos momentos, a la vez que observaba pensativo a los presentes. Rebuscó en su bolsa otra moneda que le permitiera continuar en la partida y la arrojó casi con desprecio al cuenco, sin siquiera mirarla. Como si aquellos pequeños discos de plata fueran lo menos importante en todo el asunto.

- Algunos incluso han tenido un privilegio aún mayor, según dicen. Pues he oído que varios de los Seguidores del Campamento han sufrido en carne propia el Fuego del Dragón... y todavía caminan entre nosotros.

- Parece que en verdad son los protegidos de la Dama Fortuna.

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03/04/2016, 00:03
[RIP] Astado, Pelotón de Campamenteros.

Tras sus últimas palabras, el antiguo chamán permaneció algún tiempo en silencio, mientras observaba largamente a sus compañeros de partida con gesto pensativo. Su inescrutable y profunda mirada se detenía principalmente en aquellos que formaban parte de aquel variopinto grupo de desesperados que tan pomposamente se denominaban "Seguidores de Campamento", como si aguardara por lo que aquellos sujetos tuvieran por decir. Pero en ningún momento abrió la boca.

Simplemente tomó los dados de arriba de la mesa y los lanzó sin mayores ceremonias, adelantándose a cualquiera que hubiera tenido una intención similar. Por supuesto, aquello respondía a una total falta de experiencia en el juego por parte del k´hlata, y no tenía que ver con una actitud desafiante o agresiva. Pero ninguno de los presentes lo sabía. De modo que cada uno pudo interpretarlo a su manera.

Una libertad que muchos hubieran agradecido cuando llegó el momento de sopesar las reacciones del Explorador. Pues su rostro apenas si se inmutó en el momento en que, frente a todos los presentes, hizo su aparición la figura más terrible de todo el juego: el doble seis. "Los Puñales".

Sin embargo, ante tan tremenda contrariedad, ASTADO solo se limitó a hurgar nuevamente en su bolsa para extraer las monedas correspondientes, y a depositarlas indolentemente en el cuenco. Tras ello, simplemente musitó en un quedo murmullo:

- Protegidos de la Diosa Fortuna... ¿y quizás de alguien más?

- Tiradas (2)
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04/04/2016, 08:31
Caracabra.

Mira con resignación como se llevan el bote y con él su moneda de plata. Resignado saca otra moneda de plata, aún no ha tirado los dados y quiere saber cuál es la sensación de lanzarlos sobre la mesa, jugándose el dinero y la vida. 

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05/04/2016, 09:11
Compañía: Seguidores: Vasija

Vasija escucha las palabras de Astado e interviene en la conversación.

- "La verdad es que tuvimos mucha suerte. Ese ser era aterrador." – Dice recordando la aparición de la criatura.

- "Huelga decir que el Capitán y los mandos tendrán que pensar una muy buena estrategia si el Triplete cuenta con semejante ser para defender la fortaleza." – Parece ligeramente abatido.

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05/04/2016, 09:30
Caracabra.

El jorobado nota como los dados golpean las paredes de cubilete. Espíritus darme suerte. Reza mientras realiza su primera tirada, sabe que una muy mala tirada puede conllevar la muerte. La primera tirada es baja, la segunda es exactamente igual. Caracabra tuerce el gesto al ver que las dos primeras tiradas son igual de bajas. ¡Qué mala suerte! Las siguientes dos tiradas vuelven a repetir resultado. El jorobado mira con incredulidad los dados. Un dos y un cuatro ¿otra ves? En total van 18. Finalmente se arriesgó con una última tirada. ¡Diez! En total 28.  

- Tiradas (5)
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05/04/2016, 11:06
Caracabra.

Y una última tirada. Si sacaba dos unos se llevaría todo el vote, pero no hubo suerte. Caracabra agacho la cabeza compungido.

- Tiradas (1)
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05/04/2016, 11:13
Compañía: Seguidores: Tendero.

Tendero recoge los dados tras la última tirada de Caracabra. Mira a todos los presentes y los arroja una vez.

Un cuatro y un cinco. Suspira aliviado pues la primera tirada podría haber sido fatídica como le ha pasado a Astado.

Recoge los dados de nuevo y lanza una segunda vez. Dos cuatros.

Sonríe.

- "Una puntuación baja. Un diecisiete." - Dice mirando la mesa. - "Pero al menos no me he pasado." -

Tras ello ofrece los dados a Vasija, que es el siguiente en tirar.

- Tiradas (2)
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05/04/2016, 11:16
Compañía: Seguidores: Vasija

Vasija sonríe mirando desafiante a Tendero y lanza los dados una vez.

Los recoge y repiten el procedimiento una segunda y una tercera vez, sin sacar tiradas pareadas y sumando un total de veinticuatro puntos.

Aprieta los dientes, cierra los ojos intentando convocar la buena fortuna y arroja los dados de nuevo... obteniendo un cuatro y un seis. Treinta y cuatro puntos.

- "Me pasé..." - Dice lo evidente. Con el rostro serio le pasa los dados a Reyezuelo evitando mirar a un sonriente y silencioso Tendero.

- Tiradas (4)
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05/04/2016, 17:27
Reyezuelo.

Cuando le tocó el turno a Reyezuelo aún estaba digiriendo las palabras de Astado. Imaginarse a aquella bestia tan cerca como la habían tenido los seguidores del campamento era una idea desagradable que provocaba algo más hondo que el simple miedo. Pese a ello, al respecto de enfrentarse al Triplete tal y como sugería Vasija, en el otro plato de la balanza, pesaba más el volver a ver a la singular heroína, a la que Reyezuelo imaginaba más peligrosa que cualquier horror que sus enemigos tuviesen a bien sacar del más oscuro de los infiernos.

Lanzó los dados sin sorprenderse del resultado, sumaban nueve. Número este que se había decidido a no olvidar.

Su siguiente lanzamiento fue aún mayor, un once, gracias al cual obtenía un número redondo: Veinte.

Agitó los dados con viva emoción, preparándose para lo que le tuviese reservado la providencia, y los lanzó con la respiración contenida. Un cuatro y un uno fueron el resultado. Cada tirada sin sacar dobles le acercaba al mismo destino que Vasija, pero aún tenía una oportunidad y la saboreó tanto como pudo sin impacientar a los presentes. Recogió tranquilo los dados, los sopesó pensativo y los lanzó con fuerza a la mesa. A punto estuvo de sacar dos seises, lo que prácticamente le habría convertido en vencedor, mas la fortuna no lo quiso así, de modo que hizo el gesto típico del k'hlata que no acierta con su lanza al guepardo por una brizna y le pasó los dados a Boñiga

- Tiradas (4)
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05/04/2016, 18:19
Compañía: Seguidores: Boñiga.

Boñiga recoge los dados que le pasa Reyezuelo y mira desafiante a Tendero.

Luego sonríe, sopla su mano y arroja los dados. Un dos y un cinco.

Los recoge ahora ya sin prisa porque ya no corre peligro y los lanza de nuevo. Un uno y un seis.

Vuelve a recogerlos y los arroja con energía. Dos seises.

Durante un segundo se mantiene quieto y luego muestra una sonrisa casi perversa. Veintiséis en total.

- "Parece mi día de suerte." - Acerca sus manos hasta el centro de la mesa, mira a Uro y a Precio esperando que le confirmen que puede retirar su premio y finalmente recoge las monedas del bote.

- Tiradas (3)
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05/04/2016, 20:30
Uro.

Uro presenciaba a los jugadores intercambiar palabras vacías, sin duda nacidas por su miedo al silencio. El buen guerrero guardar su aliento para rugir su victoria, pensó el enorme salvaje. Las monedas de plata volvían a apilarse sobre la desconchada mesa y las miradas nerviosas y avaras cruzaban la estancia como saetas emponzoñadas. El Elegido de la Diosa se mantenía de pie, erguido en toda su aplastante envergadura, como un negro acantilado de obsidiana que amenazara con venirse abajo y sepultar al incauto que osara hacer trampas.

Las esmeraldas de sus ojos hurgaban entre los pliegues de los ropajes de los oscuros y en los rostros morenos de los k'hlatas, en busca de señales sospechosas o movimientos dudosos. 

- Tiradas (1)
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05/04/2016, 23:40
Compañía: Seguidores: Precio.

El rostro de Tendero no tiene parangón. Precio recoge el cuenco ahora vacío y vuelve a pasarlo por la mesa para que los jugadores hagan sus apuestas.

- "La apuesta sube a dos platas." - Dice esperando para comprobar quiénes continuarán y quiénes no.

Boñiga desde luego no pierde el tiempo en pagar sus dos platas. Tendero algo reticente hace lo propio e introduce dos platas, pero Vasija decide pensárselo unos instantes mientras observa a Caracabra, Astado y Reyezuelo para ver si ellos continuarán.

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05/04/2016, 23:43
El Cráneo de Plata.

Estás bastante seguro de que ni Boñiga ni nadie ha hecho trampas en esta ronda tampoco. Por ahora parece que están todos jugando limpiamente.

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06/04/2016, 08:16
Reyezuelo.

El joven a su lado estaba tocado por la fortuna, y Astado también, pero de otro modo, ambos eran los extremos opuestos.

O las dos caras de la moneda —pensó mientras daba vueltas a la primera antes de depositarla en el cuenco junto al resto —. Son dos —. Le pareció que le decía alguien, o tal vez sonara en su cabeza, en cualquier caso se aprestó a añadir la segunda plata.

Notaba como su bolsa menguaba lenta, pero inexorablemente, esperaba no ser el primero en tener que retirarse, como siempre que tenía ocasión su orgullo trataba de encontrar algún resquicio del que poder jactarse.