Partida Rol por web

El Hiena cabalgaba al lado de su líder y las palabras del Capitán le llegaron claras. No dijo nada, ni cambió la expresión de su rostro mientras avanzaba, pero su mirada brilló con un deje de ironía. ¿Acaso la madre del joven guepardo que se lanza a su primera cacería espera que le comunique sus intenciones para concederle su permiso? De hacerlo, la presa huiría. Todo tenía su momento y lugar y la oportunidad de los actos se medía por su ajuste a ese espacio y ese tiempo. ¿De no ser Serpiente el castigado, el oscuro hubiera hecho tal juicio de valor? Lo dudaba. Si el fustigado hubiera sido Rastrojo, apenas nadie se hubiera acercado a contemplar aquel espectáculo, y ni el Capitán ni ningún otro hubiera dicho nada. Y las garras del león eran iguales cuando abatía un facóquero, una liebre o un gran búfalo.

Piojillo responde a la alusión con una colección de dientes romos y blanquecinos a modo de sonrisa. Por un momento miró al Cabo Barril y no pudo evitar compadecer a la acémila que cargaba con el imponente guerrero y su armadura.

Desde luego, yo estoy más seguro sintiendo la arena bajo las plantas de mis pies. Si los dioses nos quisieran galopando, seríamos centauros.

Dijo tratando de congraciarse con el obtuso suboficial. Al menos era el primero que le dirigía la palabra.

- Los veintiún jinetes y mandos de la Compañía arriban finalmente al puente que da acceso al Bastión del Dolor.

- Los ornamentados guardias de la ciudad alzan el rastrillo y abren las enormes puertas para franquearles la entrada.

- Bueno, ya estamos por aquí. - digo. ¿A donde quereis ir?

- Yo tengo la intención de comprarme una capa como la que llevan la mayoría e miembros de la Compañía ya que por diversos motivos no he podido tener un Hermano Juramentado que me la haya regalado.

-Yo con tal de poderrr salirrr un poco de essstosss murrrosss estarrré contento- dice Keropis tras el comentario de Ojopocho- asssique podemosss irrr allí prrrimerrro y luego a donde querrraisss, puede que veamosss algo interrresssante

- Con no tener los problemas que tuvieron el resto de compañeros me vale. - digo. Permaneced atentos por si acaso.

- Aunque estemos en Territorio Aliado no sería la primera vez que los Enemigos intentan acabar con miembros de la Compañía.

-Por lo que sabemos, los que acabaron con nuestros compañeros aun están por ahí - Digo girando la cabeza en todos los ángulos, en busca de peligros o cosas sospechosas.

-Tengo intención de conseguir un escudo y una armadura, y me gustaría hacerlo sin que me estafaran el poco dinero que tengo, y desde luego sin que me apuñalen.

- Según tengo entendido Mentiroso además de ser un Buen Guerrero también es un Gran Negociador. - comento. Es bueno tenerlo con nosotros por ambas facciones.

- Pulga se une a sus compañeros y se da cuenta de que llevan un rato hablando y de que él se ha perdido la conversación.

Una patrulla pasa por la calle principal y señalan con curiosidad a los miembros de la Compañía Negra.

- "Κοιτάξτε τους. Αυτές οι μισθοφόροι δεν φαίνονται τόσο εντυπωσιακή. Φαίνεται ότι μάλλον κάποιες παραφυάδες." -

- ¿Alguno entiende algo de lo que dicen esos? - pregunto señalando con la cabeza a los Guardias.

Observa al guardia que se detiene hablando esa lengua incomprensible

- No lo sé, y no sé si quiero pararme a averiguarlo - dice, mascullando entre dientes, mientras comienza a observar su alrededor, con cierta cautela y discreción, ya que no puede fiarse del lugar.

Un poco pronto para empezar a tener problemas, pero para algo habíamos entrenado...

No puedo evitar sentirme en cierta parte honrado por las palabras de Ojopocho, en cierta parte avergonzado. Para mi el comercio siempre fue inculcado como algo honorable, pero no para el resto de tribus.
Si así lo queréis, podría interceder en la compra.-Digo dirigiéndome a Chaman Rojo.
Respecto  los guardias, lo mas probable es que nuestra presencia sea algo curiosa, por lo que no es raro que comenten sobre nosotros por lo que no presto mucha atención a sus palabras.
 

-Son guardias, soldados, y nosotros mercenarios, contratados para hacer su trabajo... dudo que nos tengan ningún aprecio, nuestra presencia es un insulto a su incompetencia o a su falta de capacidad. Guardias que nos desprecian y asesinos ansiosos de quitarnos la vida. Disculpadme, no malinterpreteis mis palabras como soberbia, se que solo soy un recluta... y no el mas destacado, pero preferiría que no nos separáramos mas de 3 brazos. - Murmuro con la cabeza baja para evitar que mis palabras lleguen demasiado lejos.

-Te estaría muy agradecido, si consiguieras ahorrarme algo de lo poco que tengo... busco armadura y escudo, si no te supone una molestia, te avisare cuando vea lo que busco. - Le digo agradecido a Mentiroso.

Plumilla se encoge un poco , intimidada por lo que a ella le suena a "blablabla", escondiéndose un poco detrás de Keropis para pasar desapercibida.

-Mmm, viene bien estirar las piernas... pero no vamos a encontrar grandes conversaciones con los entes locales-musita de forma audible. Por un momento se plantea seriamente ponerse a bailar y que le tiren moneditas del lugar y ganarse un sueldo, pero teniendo en cuenta las circunstancias y las posibles consecuencias no lo ve demasiado sensato.

-Ignorrrarrrlosss y sssigamosss nuesstrrro camino, sssi no pudierrramosss irrr a algun lado nosss lo habrrria dicho el misssmo ssseñorrr del dolorrr- Keropis alza la mirada y sigue caminando como si los guardias no existiesen

- Tranquila pequeña. - le digo a Plumilla. No dejaremos que se te acerquen.

Luego miro a Keropis asintiendo a sus palabras.

- No obstante, en la medida de lo posible mentenedlos dentro de vuestro campo de visión. En caso de problemas espero que tengan órdenes por parte de su Señor de ayudarnos.