Partida Rol por web

Escucho con atención las palabras del Capitán, algunas partes no dejan de sorprenderme, sobre todo en lo que se refiere al papel de los Hostigadores. Si no los conociera bien pensaría que nos estaban tomando el pelo, pero parecía que nuestra unidad era clave para la Compañía y su futuro inmediato. En cierta manera me llena de orgullo, aunque no acabo de entender muy bien la alta estima que nos otorgan, pero también es una mayor responsabilidad la que recae sobre mi persona y la de mis compañeros. Asiento a sus palabras.

-Se hará como ordena Capitán. En cuanto los heridos estén en condiciones de viajar partiremos hacia el Este y tomaremos todas las precauciones posibles para evitar que nos ataquen o nos pillen por sorpresa.

Por eso la caballería estaba saliendo del campamento, la Compañía está empezando a moverse.

El Capitán no había hecho ninguna referencia al Gremio de Brujas o a la mujer misteriosa. Eso quería decir o que ya lo tenían previsto o que no le daban gran importancia de momento. Me decepcionaba un poco no poder formar parte de un supuesto pelotón de castigo si es que lo iba a haber, pero sabía que no debía cuestionar las decisiones de los mandos. Ellos sabían muy bien lo que hacían en todo momento.
Me quedo pensativo durante un instante antes de decir los nombres a Analista. La mayoría de los que habíamos entrado en Idon ya éramos Hermanos Juramentados.

-Pelagatos y Sicofante. Le digo a Analista. Caracabra no había participado en la pelea y el resto ya eran, o iban a ser Hermanos Juramentados.

En esa lista podría añadir perfectamente a Khadesa, ella también había luchado junto al resto, aunque ella era una seguidora y no estaba interesada en ser hermana juramentada. Dicho esto espero a que se de la reunión por terminada, ya que parecía que nadie más iba a aportar nada nuevo al tema que nos había llevado hasta allí.

Debemos asegurarnos de si el jarrón de Mentiroso es mágico y que tipo de magia tiene.

Si no era un jarrón mágico el precio que había pagado por él me resultaba excesivo, aunque a decir verdad ya me lo resultaba cuando era mágico. Pero no quería llevar nada con nosotros que pudiera ayudar de alguna manera a nuestros enemigos a localizarnos o a cualquier otra cosa.

Escarabajo era un buen tipo. Sonrió, para sí, y comprobó que los cuatro heridos seguían inconscientes, y sin cambios, y se dispuso a lavarse. No le llevaría demasiado.

Había estado mojando sus manos en el agua del cubo, para sacarse la costrosa capa de sangre y suciedad que cubría su cuerpo cansado, cuando algo llamó su atención detrás de ella. Se giró justo a tiempo para pillar a Rastrojo, medio escondido, reptar por debajo de la lona, pretendiendo verla desnuda.

¿Qué demonios...? ¡El muy cerdo!

No se lo pensó dos veces. No se entretuvo en taparse, poco más de lo habitual quedaba ahora a la vista. No, lo que hizo fue soltar el cubo, agarrar el orinal lleno de heces, orines y sangre que tenía cerca, y lanzarle el contenido al chamán.

-¡A comer! ¡A los cerdos os gusta la porquería!

¡Puaj!

Menudo recibimiento había tenido. Le estaba bien empleado por preocuparse por los demás. Ahora quería ver cómo estaba Dedos, y le echan mierda encima... Y por querer librar a Khadesa de su maldición, los mandos de los hostigadores se cebaban en él. Las mujeres son el camino de la perdición. Ahora entiende a Lagrimita y porqué siempre se hace acompañar de hombres.

No sé para que paso tanto trabajo cavando unas letrinas si luego vacías la mierda en el suelo, malnacida.

Rastrojo reculó de nuevo bajo la lona. Ahora tendría que ir al río a lavarse. Y después, hala, a montar la tienda en plena noche. Luego se extrañarán de que el chamán se pase el día durmien... meditando. ¡Si es que le tienen toda la noche en vela!

Ojopocho había despertado en medio de la noche, por el vaivén de gente que había .... y repasaba una a una de forma meticulosa cada una de sus flechas para que estuvieran a punto. Ejercicio que había descuidado desde hace unos días, vigilaba que el asta se mantuviera en perfecto estado, que el plumón no estuviera suelto y que la punta estuviera bien sujeta y afilada. No sabía bien a donde dirigirse y esperaba a saber los próximos movimientos de los hostigadores en este lugar.

¿Qué andan haciendo todos a estas horas?

Los Hostigadores entraban y salían de la tienda de los heridos y ahora hacían cola frente a la tienda de mando. Ojopocho paseó por allí observando todo con curiosidad. Tal vez fuera buen momento para desaparecer una mañana en busca de hierbas o algo de caza.

R'GAA:

- Rastrojo se va, pero ahora queda un estropicio en la tienda de los heridos (y la tienda de Khadesa como Pitonisa). No es lo más adecuado para su recuperación.

- Limpiar esto llevará tiempo y esfuerzo.

- "De acuerdo Hostigadores. Vuestras órdenes son descansar una semana mientras se recuperan los heridos y después seguir viaje hasta Cho'n Delor, donde el resto de la Compañía os espera en dos semanas.

Dejaremos una escuadra de Infantería para protegeros, pero aún así debéis permanecer alerta.

Podéis retiraros." -

Tendría que limpiar el suelo, y eso llevaría tiempo y esfuerzo. Por no hablar de que ella volvería a ensuciarse. Pero, era justo.

R'Gaa se puso manos a la obra sin una queja. Más bien, sonriente.

Mentiroso quedó tranquilo después de que el Capitán ignorara el tema de su jarrón. Bastante le iba a costar (y le había costado) protegerlo de las manos largas y las miradas mezquinas, como para que ahora se lo confiscaran por ser sospechoso de ser mágico. ¿Y quién lo investigaría? ¿Serpiente o Khadesa? Se lo romperían, y se quedaría sin su jarrón y sin su dinero.

Sin embargo el tener que permanecer una semana allí, con el jarrón bajo el brazo, y turnándose para hacer guardia solo con la Infantería... al menos Mentiroso estaba herido. Quizá podría quedarse en la tienda sin hacer nada todo el tiempo. Si no, iba a ser una semana muy larga.

Después de escuchar las últimas instrucciones del Teniente, Matagatos se despidió de los mandos y salió de la tienda junto a sus compañeros. Seguía dándole vueltas al tema de la hermandad de brujas y el jarrón de Mentiroso, pero si nadie había dicho nada él tampoco debía preocuparse, al fin y al cabo era solo un jarrón. A pesar de las contundentes pruebas tampoco se había tomado ninguna decisión sobre las brujas. Aunque ellas habían sido solamente las mediadoras, el verdadero enemigo era aquella mujer del Triplete. Quizá Serpiente pudiera obtener más información al respecto, aunque no esperaba que los matones tuvieran más información que lo poco que les habrían dicho las brujas. Por intentarlo no se perdería nada.

-Me pasaré la noche con los heridos. Dijo para todos. En realidad sabía que tendría que pasarse esa noche y las siguientes, así como los días, al menos hasta que se fueran recuperando. El plazo de una semana le parecía razonable, quizá no para una recuperación completa pero si para que estuvieran en condiciones de viajar. Ponzoña, comunica las nuevas órdenes al resto. Mañana hablaremos para organizar las guardias. Quiero el campamento bien vigilado todo el tiempo, ahora estamos en territorio enemigo. Cuando el resto de la Compañía partiera se quedarían solos con el apoyo de una escuadra de infantería y desconocía hasta que punto sus nuevos enemigos estaban dispuestos a seguir atacándolos. No le sorprendería que volvieran a intentarlo. Serpiente ¿Puedes intentar averiguar el nombre de la mujer del Triplete? Cualquier información extra que tengamos nos será de utilidad. Había que intentar aprovechar aquel recurso ya que lo teníamos a mano, quizá los muertos supieran más cosas de las que parecía. Vosotros tres procurad descansar esta noche, mañana veremos como van vuestras heridas. Mentiroso, al igual que Matagatos no había resultado muy dañado, apenas tardarían en reponerse. Khadesa y Peregrino tardarían algo más. Finalmente se dirigió a Khadesa. ¿Mañana me ayudarás con los heridos si te encuentras bien?

Ahora que estaban estables no necesitaba tanta ayuda como antes, pero siempre venía bien un par de manos más. Aunque no le impediría ocuparse de algún otro asunto si le era necesario, al fin y al cabo ella tenía sus propias necesidades y negocios. También R'Gaa les echaría una mano, así que los heridos estarían bien atendidos.

-Sí, claro que te ayudaré. En lo que necesites. No puedo hacer mucho más tampoco con estas heridas, aunque no son graves no me permiten correr ni entrenar físicamente, pero puedo moverme bien, y ayudar.

Quedaba el asunto de Jabalí, si es que él había conseguido lo suyo. Pero tampoco eso corría prisa, y además podía hacerse en cuanto ella estuviera mejor.

-En cuanto al jarrón, si contiene o no magia, deberá decírtelo Serpiente, o alguno de los magos de la Compañía. Yo intenté saber si había magia en el puesto de la bruja, y no pude verla. Por tanto, menos la veré en un objeto. Soy aún demasiado inexperta, me temo...

TRANSCURRE TODA LA NOCHE.

Cochinillo se acerca a la zona de acampada de los Hostigadores y ve a Ponzoña (Matagatos sigue en la tienda de Khadesa, cuidando de los heridos críticos).

- "Ponzoña, nos vamos enseguida. Los Aspirantes y seguidores ya han recogido todo. La Caballería ya se fue ayer. Nosotros nos vamos ahora con los Exploradores, los Arqueros y la mayor parte de la Infantería. Os quedáis con los hombres del Cabo Barril.

Espero que no pase nada... Tenemos que vernos en Cho'n Delor. Tal vez cuando volvamos a vernos los Campamenteros se hayan ganado el derecho a lucir capas negras. Tal vez no. Despídeme de los vuestros, ¿vale?" -

- "Hostigadores, digo lo mismo que Cochinillo. Nos veremos en Cho'n Delor. Tenéis que cuidaros, sois el arma secreta de la Compañía." -

- "Eso es. Los Hostigadores son nuestro Pelotón de elite. Si ellos caen, la Compañía cae." -

- "¿Pero qué está diciendo, Sargento? Ellos son Soldados Nuevos, ni siquiera se les considera Novatos todavía y mucho menos Elite..." -

Barril le da un fuerte coscorrón a Cochinillo que casi lo tira al suelo.

- "¡¡Nunca le repliques a un Sargento, Recluta!! ¡Y ahora corre con tu Pelotón! ¡Paso ligero! ¡Un, dos, un, dos!" - Vocifera, mientras Cochinillo se apresura a marcharse a toda prisa.

- "Yo me quedo aquí con los otros. Analista ha dicho que Khadesa puede irse con los seguidores si quiere. Así iría más protegida hasta Cho'n Delor. Decídselo para que escoja lo que quiere hacer." -

- "A montar guardia se ha dicho." -

El Hiena se limitó a asentir con la cabeza. Los hechos de la víspera le habían impedido conciliar el sueño, pero su cabeza se mantenía fría.

-Hostigadores -dijo reclamando la atención del grupo-. Permaneceremos aquí durante una semana, cuidando de nuestros heridos y descansando. Pero son tiempos de guerra. Debemos estar alertas, las armas siempre dispuestas. Fijaremos guardías y nadie, salvo los heridos estará exento.