Partida Rol por web

El guerrero se preparó para acampar luego de escuchar. Mientras preparaba su tienda, miro por el rabillo del ojo a su pupila y le dedicó unas palabras - Terminaremos de ubicar el puesto y tendremos una practica. Termina con tus tareas rápido y no pierdas el tiempo. - Dijo sin más y continuó con sus deberes.

Más tarde, se ubicó apartado del campamento esperando a la mujer para entrenar.

GUEPARDO:

- Te encuentras razonablemente bien de salud.

CHAMAN ROJO:

- Experimentas un fuerte dolor en la parte baja de la espalda, que se intensifica mucho cada vez que te agachas o te sientas.

- Al principio no le diste importancia, porque era una molestia leve que se suma a las que ya arrastras del combate contra Piojillo, pero conforme pasan los días se vuelve más y más molesto y doloroso.

MANTA:

- Sigues estando completamente sano, lo que es una suerte pues algunos de tus compañeros parecen algo machacados.

PEREGRINO:

- Te encuentras en perfecto estado de salud.

- Te parece que Chamán Rojo y alguno más, en cambio, van de mal en peor.

PELAGATOS:

- Estás experimentando fuertes molestias al orinar. Te cuesta mucho orinar y cuando lo logras resulta doloroso.

DERVICHE:

- Sigues machacada por tu lucha contra Cochinillo. Por suerte tu estado de salud no empeora, por lo que crees que en unos días volverás a estar bien.

R'GAA:

- Desde hace dos noches, te tiemblan las manos continuamente. Crees que son nervios, pero no estás segura.

- Ya eres una Soldado y no deberías de tener miedo a nada... o eso crees.

JABALÍ:

- Eres fuerte como un león de la Sabana, robusto como un jabalí. Nada temes y nada podrá detenerte.

PELAGATOS:

- Dirías que a Chamán Rojo le duele la espalda y a R'Gaa le tiemblan las manos.

Cada noche, antes de dirigirme al cuarto grupo a informar a Matagatos, iba antes a Peregrino para saber si había alguna cosa de la que quisiese informar.*Tras volver y dar las noticias si era necesario, montaba mi tienda.

A partir del tercer día tuve una nueva idea sobre ello. Era cansado hacerlo y ahora tenía una recluta a la que tutelar.

- Codorniz, mientras voy a informar a Matagatos cada día tú te encargarás de montar la tienda. A cambio, puedes dormir en ella conmigo. Tú no tienes. ¿Me equivoco?

Derviche se despertó temprano, antes del alba. Cuando abrió los ojos una sensación nueva le recorrió el cuerpo. Por una vez, después de mucho tiempo, sintió un placentero calor.

En cuanto se fijó mejor se dio cuenta de que estaba tapada con una manta. Se sorprendió mucho, ya que no posee tan preciado objeto. Era obvio que alguien se la prestó, tapándola, en medio de la noche.

Miró a su alrededor, pero todos estaban durmiendo, menos los que hacían guardia. Sacudió la manta, la doblo con cuidado y la colocó encima de sus pocas posesiones. Ya se la iba a devolver a quien se apiadó de ella junto con sus agradecimientos.

El tiempo que pasó desde su salida le fue provechoso, ya que su estado de salud no empeoró y seguramente en unos días va a estar mejor.