Nisha nace en la ciudad portuaria de Califas situado a orillas del lago Encarthan, capital de Ustalav.
Pertenece a la familia noble Caliphvaso, familia que gobierna la ciudad, aunque no es descendiente directa de la autócrata si no de una prima así que aunque de sangre noble, jamás se esperó de ella que fuese a regentar la ciudad.
Sus padres feliz mente casados buscaron tener a Nisha, sin embargo cuando está nació, a pesar de tener los mismos rasgos que su madre, presentó también un pequeño par de alas negras. Durante los siguientes días barajó la posibilidad de que fuese una tieflin fruto de una infidelidad o similar. Fue en un templo donde los eruditos pudieron discernir que en realidad tenia sangre de Aasimar y celestial.
Aunque esto no resultó de gran ayuda.
Cuando un Aasimar nace en una familia de humanos o similar, suele tomarse como buenos presagios, sin embargo las alas negras de la bebé fueron tomadas por la señora de la ciudad como un mal presagio. Posiblemente como la broma o el aviso de un dios malvado. Además que no había precedentes de sangre celestial en el árbol genealógico de la familia remontándose a siglos.
La niñez de Nisha fue marcada por vivir en una jaula de oro. Apenas tenía tratos con otros niños o niñas y tuvo prohibido volar, de hecho en una ocasión se las cortaron en un evento especialmente traumático para ella aunque logró regenerarlas con los meses. Esto provocó en la aasimar un anhelo de libertad y una rebeldía como pocas veces se han visto.
Entrando en las adolescencias se le intentó adiestrar en las áreas propias de una mujer de la corte tales como danza, canto, coser, historia. Sin embargo ella mostraba mucho más interés por las actividades de los hombres y la actividad física, montar a caballo, prefería la caza, en especial con el arco. También destaco de forma sublime con los idiomas, para los quince años ya dominaba de forma fluida cinco idiomas y no tenía suficiente. Estas preferencias estrecharon su relación con su padre y la distanciaron de su madre cunado siendo niña fue al revés.
Ya entrada la adolescencia gracias a sus alas comenzó a escaparse de la mansión y comenzó a visitar la ciudad y el puerto, juntándose con la plebe, ladrones, contrabandistas y otros oficios de mala reputación. Sin embargo y a pesar de la pobreza o la brutalidad de sus vidas ellos tenían algo que ella codiciaba y solo podía soñar: Libertad.
Con veintidós años coge sus pertenencias tras una fuerte discusión con su madre y en mitad de la noche emprende el vuelo para jamás volver. Viaa al norte por las Montañas hambrientas y luego vira al este a los reinos de los ríos donde vive aventuras y lleva una vida como caza recompensas, y luego ingresó en una compañía mercenaria donde terminó de perfeccionar sus habilidades como arquera.
Si bien es cierto que Nisha es buena y creé en la necesidad de un orden como la mayoría de los Aasimar, sus andanzas le han enseñado que no se sobrevive siendo puro en este mundo, necesitas un poco de maldad para reconocerla cuando la ves. Que no todo es blanco o negro si no que hay una escala de grises.