Partida Rol por web

Valdis estaba a punto de convertirse, de unirse a su señora y evolucionar a un estado...¿superior?. No lo tenía claro. Es cierto que los vampyr son seres poderosos, pero tienen sus debilidades, al menos que él recuerde. A pesar de esto el guerrero sucumbe a los encantos de Vladana y su fuerza de voluntad queda reducida a la nada...Pronto sería de la misma especie que ella...
Entonces un repentino latigazo de dolor de la herida, le recuerda las palabras de su padre, antiguas y reveladoras."El pueblo de los Fae no puede ser convertido en tristes vampyrs, pues su destino es superior a ese. Del mismo modo la sangre de los Fae no resulta demasiado saludable para el estúpido vampyr que se atreva a beberla."
Sus ojos se abren como platos al recordar esto. Había sido un estúpido al olvidar las palabras de su padre: nunca se ha de olvidar las palabras de un padre. Justo en ese momento siente los fríos colmillos de Vladana en su cuello, y antes de que puedan atravesarle la piel reacciona. Con cierta suavidad, pero aún así con firmeza, empuja a su señora para que no continue.
-No mi señora...No siga. Aunque ahora hay pocas cosas que desee más que esto no puedo convertime en uno de los suyos...Moriría en el proceso...Y lo más probable es que usted también al beber mi sangre...-dice con seriedad para dejar caro que es verdad lo que está diciendo.
Tendré que curarme la maldita herida del modo tradicional...Coserla y rezar para que no se infecte, y encima estaré jodido varios días...

Ya estaba a punto de hacerlo, cuando Valdis reaccionó inesperadamente y se negó a continuar, empujando suavemente pero con firmeza a Vladana. Ésta retrocedió observando al guerrero con cara de enfado, molesta por encontrarse ahora con resistencia por su parte, con un obstáculo que se interponía entre ella y el placer eterno.

Por unos instantes, la bestia que llevaba dentro casi tomó el control, pero ella se lo impidió, haciendo caso a su conciencia y sin olvidar las imágenes de Valdis combatiendo contra aquellos demonios del pozo para protegerla, arriesgando su vida por ella.

Hubiese querido entregarse, darlo todo por el que hasta ahora había sido el único hombre que había logrado alcanzar su corazón, sin embargo, sin comprender todavía las explicaciones que éste le había dado, la mujer se incorpora dándole la espalda.

- Quiero estar sola, será mejor que os retiréis a vuestros aposentos, mandaré a mi sirvienta para terminar de curar sus heridas... ahora por favor... necesito descansar.

Su voz sonaba temblorosa debido a que un amargo nudo se había formado en su garganta, dejando salir al exterior las palabras con cuentagotas. Aún seguía sin comprender muchas cosas de las que el destino le había hecho partícipe...

Valdis se vió obligado ha hacer algo que realmente no quería, o que le negaba algo que si quería...pero era cuestión de supervivencia...suya y de su señora. A pesar de ser consciente de esto ver la expresión de decepción en el rostro de Vladana fue demoledor. Y más la siguiente reacción. La herida empezó a dolerle de verdad...
Poco a poco se levantó mientras su señora le daba la espalda, esa espalda pálida y perfecta. Escucha las duras palabras de decepción, y aunque esta no pueda verlo, Valdis asiente.
-Lo siento...mi señora.-articula en el tono más neutro que puede enmascarando su dolor. sin añadir nada más sale lentamente de la habitación.
Si...lo siento. Siento no poderle dar lo que desea. Siento no poder acceder a sus deseos aunque sea sólo para protegerla. Siento...haber recordado...

Inmediatamente después Vladana llama a su criada para que vaya al cuarto de Valdis, también le dice que se asegure de que el pobre Ruschesku descansará un poco, pues esta noche había visto demasiado...

- Aseguraos de que ambos están bien, son lo único que tenemos en Satu Mare.

Una vez sola en su habitación Vladana se mira frente al espejo, comienza a acariciar su rostro, pero no se reconoce... su mirada a cambiado, ya no es esa muchacha inocente... algo en su interior a cambiado, algo que le va conviertiéndo en un animal que actua por instintos... Va desnundando su cuerpo mientras lo acaricia, observándolo detalladamente... pero a simple vista no encuentra cambios... No entiende demasiado bien como ha sido capaz de matar esta noche, pero no siente remordimientos, eran ellos o ella...

Ha sido una noche tan larga...

Finalmente se acerca al candelabro y lo apaga, sumiendo la habitación en la absoluta oscuridad.

Al salir de la habitación Valdis se quedó durante unos momentos frente a la puerta, con las manos en la herida y pensando en lo que acaba de pasar y en lo que está por suceder.
Debería haberla dejado hacerlo...No, esa no es la opción de un buen caballero, pues ella también habría muerto. Un gerrero se preocupa por sus señores y protege lo que se ha comprometido a proteger, incluso a cambio de su vida, o el rechazo de su señor...
Finalmente, y aún dándole vueltas al asunto, el dolor latente de la herida le hace reaccionar y se encamina hacia sus aposentos para curarse de una vez y poder descansar de ese largo día con esa interminable noche.
No creo que pueda dormir absolutamente nada...anque tome algo para el dolor de la herida después de lo de esta noche tardaré bastante en poder dormir a pierna suelta...

El día amanece... su señora duerme placidamente en sus aposentos con la orden de que nadie debe molestarla.

Tras una noche llena sorprendentes sucesos Nhadia tiene sus ordenes muy claras.

1. Asegurarse de que han tapiado aquélla maldita estancia en la que se encontraba el pozo.

2. Visitar a Ruschesku y Valdis, para asegurarse de que ambos estaban bien, y no necesitaban nada. Sobre todo su señora le hizo incapie en el primero, ya que parecía ser el más afectado.

Tras hacer sus tareas cotidianas la sirvienta de Vladana se dispuso a realizar los cometidos.

No teneis ninguna noticia de los mensajeros, aunque calculando el tiempo que les llevaría llegar y después regresar hasta Satu Mare todavía sería pronto para saber algo. De momento no tendríais que estar preocupados.

Por supuesto que podeis seguir roleando. Intentaremos asistiros en todo lo posible. Estamos haciendo planes de futuro para este territorio que en breve tendrán sus frutos, pero dependemos de otros pjs. Hasta entonces podeis seguir con vuestras vidas en Satu Mare como hasta ahora.

Valdis despertó después de una "noche" con el sueño bastante agitado. Apenas había podido dormir por la sensación de quemazón que le producía la herida, pero bueno, al menos había descansado un poco y más no se podía pedir. Se incorporó lentamente en su alcoba sin poder evitar un gesto de dolor al hacerlo.

Maldito demonio...Espero que mi señora al menos si haya podido dormir bien, aunque creoque no va ha estar de muy buen humor después d elo de anoche...En fin.

Una vez se hubo colocado su armadura y demás pertrechos salió de su habitación para buscar a su señora. Probablemente hoy sería otro largo y duro día en Satu Mare, y estar herido no le eximiría del trabajo...

El Caballero Vladimir Dravescu y Haekor el Tranquilo llegan a Satu Mare procedentes de Baja Mare.

Y así partimos de Baja Mare...

El silencio tan sólo era roto por el cotorreo de las mujeres que nos acompañaban, que entre excitados susurros comentaban su futuro, sus aspiraciones y sus expectativas sobre lo que encontrarían en Satu Mare, con su castillo y corte. El recuerdo de la asamblea en la que conté las maravillas de Satu Mare acudió a mi mente. Esperaba que supiesen comportarse.

Era corta mi no-vida, pero ya comenzaba a ver a las mujeres del grupo que nos acompañaban como mero ganado entre su cotorreo. Comenzaba a experimentar una sensación como la que me embargaba cuando salía con mi padre a contemplar el ganado que rodeaba nuestra morada, para elegir la res que serviría de cena para la fiesta del invierno, o para cualquier cena de gala próxima.

Me deshice de esos pensamientos que no me aportaban nada, y que además no encajaban en mi esquema mental y puse mi atención en temas más acuciantes y problemáticos. Con la decisión de que el gobernador se quedase manteniendo el orden y los proyectos en su tierra había perdido mis ojos y mi voz en las horas diurnas... Esta maldición es horrible...

-Haekor, avancemos, debo tratar asuntos de gravedad contigo en privado... Esta y el resto de las noches.

Tras dejar que los únicos sonidos que los acompañen sean el ulular de los búhos y el de las pezuñas de sus monturas Vladimir aún guardó unos minutos más de silencio, que Haekor respetó.

-Verás, creo que tu llegada fue fruto de la providencia... no existe otra explicación. Tu elección no fue casual, brillabas con luz propia entre tu pueblo, y esa luz ha sido constatada con tu valía con los más distintos servicios que has prestado a Baja Mare, y por extensión a mí. Has sido fiel a un señor que lo único que te ha dado ha sido cobijo para los tuyos, y promesas de trabajo. Me has ayudado a alejar los males de Baja Mare, y tu elocuencia ha servido para inflamar aún más los ánimos de los nuestros y unirlos aún más. Estoy seguro de que tendremos un regreso, y espero que parte de los planes y esperanzas que depositamos en nuestros protegidos hayan fructificado, y podamos extenderlos aún más. Sí, es mi sueño llegar a gobernar en Baja Mare y extender su poder más allá de un mero feudo de Satu Mare. Y creo que tendré tiempo suficiente para poder llevar a cabo todos mis planes.

Emití un profundo suspiro y continué hablando sin permitir intervenir a Haekor.

-Verás, como ya sabes no todo ha sido todo lo normal que se podía esperar, hechos... llamémoslos sobrenaturales han rodeado mi existencia en Baja Mare. Llegué como tú, con todos mis deseos y esperanzas, con el título de Alto Protector de Baja Mare, y con ansias de empezar a trabajar cuanto antes. Todo iba bien hasta que... fuí maldecido. Desde ese momento mis planes y ambiciones continuaron sin alterarse, pero mi modo de vida se alteró sustancialmente. Mi vida comenzó a ser eminentemente nocturna, y a pesar de ésto pude seguir adelante con todos mis planes... pero de otra forma.

Mi rostro se oscureció aún más.

-Se que eres inteligente, sabio, y que tu visión llega más allá que la del común de los mortales. Por eso sé que ésto no te pilla de sorpresa y que lo que te estoy contando ya lo habías percibido. Ahora y en los siguientes días te prepararé para lo que nos aguarda, y te instruiré en todo lo que concierne a mi maldición. Espero que respetes mi secreto, y que decidas que mi proyecto merece la pena. Sinceramente creo que eres la persona indicada para acompañarme en este viaje que será mi vida a partir de este punto, y que demostrarás tu valía. Si no lo crees así serás libre de seguir tu camino... no te quiero como sirviente, como inferior, te quiero como amigo, como igual. Desde que recibí la maldición estoy atado, el sueño me atenaza durante el día y tan sólo en una ocasión de gran peligro desperté. Esa es una historia que te contaré otro día. Estoy atado a la noche, estoy ciego, incapaz, perdido en el día. Necesito, mi buen amigo, que seas mis ojos y mi voluntad durante el día, que protejas mi descanso y que... Está bien de retórica.

-Pero tus esfuerzos no caerán en saco roto, y se verán más que sobradamente recompensados. La confianza se paga con confianza, la protección con protección, y la amistad con amistad. Serás una parte fundamental del futuro de mucha gente, de Satu Mare y de Baja Mare.

-Entonces... ¿Qué me respondes?

Las conversaciones que seguirían en aquellos días de viaje versarían sobre mi alimentación, sobre mi vida y los acontecimientos que rodearon mi muerte, mis sospechas de que mi prima había sido también maldecida, el ataque del monje a plena luz del día en casa de Sibiu y en el que me desperté, la agudización de mis sentidos y las visitas de un extraño ser que no era el que me había convertido...

El día antes de llegar a Satu Mare Vladimir dió instrucciones para llegar justo antes del anochecer, para poder bajar del carro justo en el momento de llegar al castillo. Había pensado en ir cabalgando junto a Haekor, pero finalmente decidió que sería mejor idea aprovechar la noche al completo, puesto que demasiados asuntos le ocuparían en aquella primera noche.

La entrada en Satu Mare no fue de lo más vistosa, ni de lo más discreta tampoco, fue una entrada totalmente normal, aunque las visitas no eran lo normal... y menos en estos tiempos.

Órdenes habían sido enviadas a todos los personajes relevantes que debían retornar con presteza al hogar, a la sede desde la que habían sido enviados a sus misiones, y que ahora los reclamaba como a sus hijos en tiempos de problemas. Aquel que había enviado a sus fieles había fallecido, y ahora tocaba velar por el bien superior, el bien al que el buen Tiberiu servía. Un bien superior a todos y al que todos habían prometido servicio, en mayor o menor medida.

Una comitiva formada por un hombre cubierto con pieles, un carro conducido por un sirviente del castillo llamado Cosmin, y tres familias llegó hasta la puerta del castillo el sol acababa de descender tras el horizonte.

Cuando el carro de Vladimir se detuvo la puerta de éste se abrió dejando descender al caballero, vestido con sus mejores galas, con su armadura puesta y la espada bien sujeta en el cinto. El caballero miró a su alrededor e hizo una seña al hombre que vestía con pieles para que se aproximase a él. Tras esto se dirigió al cochero.

-Cosmin, asegúrate de que nuestros acompañantes tienen un lugar adecuado para descansar, da los cuidados necesarios a las monturas y a mi carruaje y asegúrate de que mi cuarto está listo para mí. Luego descansa allí hasta que yo llegue.

Tras estas palabras que nadie podría haber escuchado a menos que estuviese realmente cerca Vladimir giró la cabeza y se dispuso a entrar en el castillo junto con su acompañante.

-Lo primero que haremos será visitar a Vladana, ella nos pondrá al día del resto de los asuntos. El mayordomo también tendrá información de valor para nosotros. No te separes de mi lado y estate atento a cada movimiento y a cada cosa que suceda. No puedo considerar ésta como mi casa hasta que sepa que movimientos se han producido. Descubrirás que la política puede ser mucho más peligrosa que la guerra... en la segunda al menos el enemigo es evidente a los sentidos. Cuando un alto dirigente como mi primo cae muchos son los carroñeros que tratarán de trepar posiciones. Debemos ser cautos.

Vladimir se dirige en pos de su prima para mantener una entrevista en privado con ella.

-Mi querida prima, - dice Vladimir haciendo una profunda reverencia y poniendo cara seria - lamento haber tardado tanto en una hora tan oscura... espero que os hayais recuperado del duro golpe que ha supuesto la caída de nuestro querido Knezi... parece mentira que no vaya a aparecer en cualquier momento al girar una esquina del castillo...

Vladimir hace una pausa dejándose llevar por recuerdos de más felicidad.

-Se que es difícil el pensar en otra cosa que no sea la pérdida, pero necesito hablar con vos en privado, necesito que me aclareis la situación y el devenir de los acontecimientos desde mi partida. Así mismo os daré gustoso el informe de nuestros progresos en Baja Mare. Debemos nuestro trabajo a Baja Mare, no podemos regodearnos en la tristeza... Si no os importa acompañarme... - Vladimir ofrece a Vladana su brazo para que lo tome y comienza a andar hacia una estancia segura y privada en la que poder conversar con ella largo y tendido, no sin antes hacer un gesto a Haekor para que les acompañe en su conversación.

No se si es lo que más me apetece, dadas las circunstancias y el largo tiempo que hace que no veo a Vladana, pero todo lo que yo oiga lo tiene que saber el buen Haekor si quiero que realmente todo funcione bien.

Vladimir permite pasar a Haekor y a su prima delante suyo y tras traspasar el umbral cierra la puerta atrancándola.

Se acerca a su prima dándole un abrazo cargado de emotividad.

-Lo siento mucho, Vladana, siento mucho tu pérdida que es mía también. - Vladimir se separa de su prima

Tras esto saca una manzana y se la ofrece.

-Come, te sentará bien, es la mejor fruta que he probado nunca... Además veo que has adelgazado y te encuentro bastante pálida...

Tras ver la reacción de su prima que rechaza la fruta el caballero la devuelve al bolsillo de la que la ha sacado.

-Justo lo que me esperaba y temía... prima... lo siento tanto... veo que tú también has sido maldecida por una criatura de la noche... no era poca nuestra pérdida que tiene que añadirse esto.

-Éste que nos acompaña es Haekor... el mejor hombre que pude encontrar en toda Baja Mare... aunque debería decir más allá pues sus orígenes se remontan a otras tierras. Él ha servido de magnífica forma a Baja Mare, y por tanto a Satu Mare. Es valeroso y hábil como el sólo, y se ha convertido en este viaje en una persona fundamental para mí. Es mi amigo, consejero y mi igual. Por eso está aquí. Todo lo que yo sepa lo debe saber él para poder servir a Satu Mare mejor. Estoy seguro de que sabrás ver lo que oculta en su interior.

Vladimir hace una pausa para que Haekor pueda presentarse a su prima.

-Ahora hablemos de otros temas. El sirviente que me enviasteis, Cosmin, me ha contado más o menos la poca información de la que dispone... vas a tener que ponerme al día de absolutamente todo, el estado del castillo, la guardia, los impuestos, ánimo de los súbditos... todo. Especialmente quiero que me hables de todos los extraños visitantes que han llegado al castillo y que parecen haberse quedado. No podemos permitir que el territorio caiga en malas manos, y si nos mostramos débiles o inciertos en el mando ten por seguro que habrá 50 víboras tratando de lanzarse sobre nosotros. Debemos demostrar al Voivoda que somos los gobernantes de este territorio y que así debe confirmarse y perpetuarse.

-Creo que es más importante la información de Satu Mare que cualquier información que yo pueda proporcionarte sobre Baja Mare. Tan sólo diré que todo está bajo control, Sibiu está cumpliendo sus funciones y hemos traído los impuestos, tal y como debe ser. Ya ahondaremos más en ese tema, pero ahora cuéntame todo, la información es necesaria para poder tomar cursos de acción, y no omitas ningún detalle, ya sabes que conozco tu maldición, que también es mía... tendremos que hablar también de ello. Esta noche será muy larga.

El mayordomo esta sentado en uno de los aposentos examinando los asuntos del castillo. Muchas han sido las cosas que han pasado últimamente y grandes los misterios que penden sobre las tierras de Satu Mare. Ruschesku examina sus notas y los documentos relacionados con la construcción del barracón, lo único que parecía avanzar en aquella aciaga temporada.

Un extraño aura de nerviosismo parece inundar el castillo mientras los pequeños pasos del joven Mika resuenan por el pasillo.

-¡Mayordomo! ¡Mayordomo! -La voz del muchacho resuena por todo el pasillo. -¡Ha llegado!

Esforzándose por ponerse en pie el mayordomo hace un gesto disgusto mientras busca su bastón.

-Calma, calma -dice, al muchacho cuando al fin encuentra su humilde báculo y apoya su brazo sobre el. -Toma aliento y cuéntame quien ha llegado. ¡Maldito seas!

-¡El Caballero Vladimir! -Exclama el muchacho entusiasmado. -¡Y viene con un ejercito! Dicen que trae salvajes con él.

El mayordomo mira incrédulo al muchacho pero su incredulidad se pierde entre la satisfacción. El caballero ha vuelto, al fin una buena noticia.

Sonriendo con una enorme satisfacción y con cierto nerviosismo el viejo Ruschesku se dirige al patio del castillo en busca del joven Vladimir, tan apreciado para él.

La vista no deja de ser una sorpresa cuando ve la imagen del joven acercándose a su prima con tanto amor como siempre había tenido. Poco a poco examina al cortejo planteándose donde colocara a estos nuevos inquilinos, hasta que su vista se queda en el extraño personaje que resulta Haekor.

-Creo que nos espera algo interesante -dice para sí, mientras sonríe a los recién llegados desde su modesta segunda posición.

Los relatos que Vladimir me contó durante el viaje contrastaban con muchas de las historias que había escuchado, a la luz de innumerables hogueras, en muchos de mis viajes. Hombres que viven de noche, que se alimentan de personas, de su sangre, la que le da fuerza y destreza sin igual. Que tienen poderes especiales, sobrenaturales. Todo, todas aquellas historias para aterrorizar a los niños, todo, todo casaba ahora.

Lo que el caballero me ofrecia, esa amistad sin condiciones, era lo que buscaba, por lo menos por el momento. Necesito parar, relajar mi cuerpo y sobre todo mi mente, escapar de mi rutinosa vida viajera. Escapar de escapar, que ironía. Sin embargo el ofrecimiento de Vladimir me motivaba por varias cosas. La primera que era nada menos que un caballero, con inflencia, poder y dinero... que nunca viene mal. La segunda porque todos los nobles se ven involucrados en asuntos turvios a la par de emocionantes. Y la tercera, por lo que se ha convertido Vladimir. Tiene algo especial, algo que lo distingue y lo engrandece. Una especie de aura predominante y todopoderosa que es cual hoguera para las polillas... espero no quemarme en esta aventura.

"Amigo"... que palabra tan magnifica y grandiosa. Sí, Señor Vladimir. Acepto su ofrecimiento de amistad. Comento tras escuchar y su relato y su ofrecimeinto y aclarar mis porpios pensamientos. Como bien has dicho la amistad se paga con amistad, no con vasallajes ni demás parafernalia nabelesca. Yo te ofrezco mi vida y yo esperaré lo mismo, si no es lo que podéis ofrecer vos, aquí acaba nuestra amistad. Me quedo un breve momento ensimismado en mis pensamientos y continuo. De todas formas, para que todo funcione bien en Satu Mare, mi papel ha de ser el de guardaespaldas y mano derecha, no el de un igual. Así que, si no es en privado os seguiré ofreciendo el trato de cortesía propio de su rango.

El resto del camino lo utilizamos para poner en claro su naturaleza, donde yo le cuento lo que sé de las historias, y contarme cosas sobre Satu Mare, sus intrigas y sus actores.

Al llegar a Satu Mare una especie de corriente me sacude toda mi espina dorsal. <<Hay algo aquí que me da mala espina y que huele fatal>> Sin que se note, soy un todo con el entorno, escrutando cada uno de los personajes que se acercan a nosotros y sometiendolo a un minucioso ecrutinio. No quiero que nada se me pase y menos en estos momentos y este lugar cargado de tenmsión u misterio.

Sigo al caballero Vladimir escoltandole, sin acer ningún ademán ni cambiar mi semblante. solo cuando el me presenta a su prima mi cara y modales parecen cambiar como de la noche al día. Señora Vladana, mi más sentido pésame. Digo mientras saludo cortesmente. Es un honor, aunque su primo se quedara corto al describirme su gracia y elegancia. Saludando nuevamente me retiro a un segundo plano mientras ellos departen, no sin perder un apide de la conversación, aunque sin parecer que escucho.

Vladimir da por terminada la entrevista con su prima al acabar de analizar todos los asuntos. La información que le ha proporcionado resulta valiosa. El siguiente punto de la lista era el mayordomo, aquel que llevaba más años en el castillo que cualquiera del resto de los moradores, aquel en quién los Bratovich habían confiado durante tantos años, y que llevaba los asuntos del castillo con mano firme y decidida.

Se asomó al pasillo sabiendo que por allí estaría pasando algún sirviente del castillo, y cuando vió uno a los pocos instantes lo llamó.

-¡Eh! ¡Tú! Ven aquí inmediatamente. - Vladimir espera a que el chaval se le acerque - Quiero al mayordomo Ruschexku inmediatamente ante mi presencia. Dile las siguientes palabras: El caballero Dravescu, recién llegado, os ruega humildemente que comparezcais ante él, y que porteis toda la información sobre la situación de Satu Mare. Después condúcele hasta aquí.

Vladimir no solía tratar así al servicio, pero sabía que debía hacer valer su posición y más en estos momentos. Si tenía que ser despiadado para ganarse los respetos de los habitantes del castillo lo haría, ya tendría tiempo más tarde de suavizar su posición.

Mano de hierro en guante de seda.

-Gracias por acudir con tal presteza a mi llamada... - Vladimir se acerca con familiaridad al mayordomo una vez atrancada la puerta y le palmea la espalda con suavidad - siempre supe lo valioso que eras para Satu Mare... Oscuros tiempos son los que nos ha tocado vivir, y con la pérdida del Knezi nos hemos quedado sin nuestra cabeza. Satu Mare, nuestro hogar al que servimos, nos llama, y a él acudimos para protegerle...

-La verdad es que me encuentro bastante cansado de retórica y de bonitas palabras, en esta situación, por lo menos de puertas para dentro, lo que necesitamos es operatividad y trabajo. Las palabras pueden esperar. Espero que hayais traído vuestros libros pues necesito una gran cantidad de información para poder empezar a trabajar...

Vladimir se da la vuelta para colocarse al otro lado de la mesa y descubre a Haekor, recordando que no le ha presentado.

-¡Oh! Que descortés debo parecer... Éste desconocido que nos acompaña es Haekor, mi amigo y consejero. Está aquí porque confío en él plenamente y es una extensión de mí. Cualquier asunto que nos ocupe puede ser tratado delante de él sin ningún problema. Por favor, amigo, aproximate y comienza a empaparte de lo que es Satu Mare. Puedes interrumpir en el momento en que te plazca y decir lo que creas necesario. Ya sabes que tu opinión es muy valorada por mí.

Vladimir aguarda a que Haekor se aproxime.

-Y ahora volvamos a nuestros asuntos. Debes anotar en tus libros los siguientes datos importantes sobre Baja Mare. Su población es de 272 familias en el día de nuestra partida. 17 de esas familias ahora mismo no son productivas ya que son recién llegados. Se realizó la recaudación de impuestos y la he traído como debe ser. Sibiu, el gobernador nombrado por Tiberiu está al mando de Baja Mare. Hay una pequeña milicia campesina, una mina de hierro pequeña, una casa de piedra y una pequeña empalizada que rodea el asentamiento... y eso es todo de momento. No tengo datos mucho más importantes ahora. Ya te contaré otros temas y planes, pero ahora hablemos de lo realmente importante. Satu Mare.

Vladimir toma aire y su rostro muestra preocupación e incluso un punto de miedo.

-Ruschesku, antes de entrar en asuntos que me preocupan mucho, necesito la información básica. Necesito saber en primer lugar y como lo más importante quién está al mando visible en estos tiempos, quien ejerce la función de gobernante. También necesito saber qué población tenemos y si tenemos religiosos en nuestras tierras. Otro punto importante es el estado del tesoro, las construcciones de las que disponemos, las defensas, castillo y demás y en qué nivel de desarrollo se encuentran... y a mi llegada he visto lo que parecían unos barracones... ¿cuánto tiempo falta para que estén construídos? Otro punto de sumo interés es las tropas de las que disponemos, y qué recursos podemos explotar. Y por supuesto los gastos que generan todo lo que tenemos aquí. Y por supuesto, si aún no se ha realizado la recaudación de los impuestos ese es un tema que nos urge, pues este es el periodo en el que deben recogerse, y eso nos dará una imagen de normalidad. Lamento hablar tanto y exigir aún más.

Vladimir espera paciente el informe del mayordomo asintiendo y tomando notas en un papel de todo lo que le resulta de interés.

-Bien, bien... si tienes alguna sugerencia es el momento de plantearla... yo tengo que meditar sobre todo esto... es mucha y muy buena la información que me proporcionas... En otro orden de las cosas estoy preocupado por las personas... veamos, creo que mi hermano y mi padre aún no han regresado, y no se con cuantos fieles contamos, a parte de los que nos encontramos en esta habitación. ¿Tenemos algún otro lugarteniente, persona de confianza o lo que sea entre nosotros? Estoy bastante preocupado por ese tema. Satu Mare es una joya muy jugosa y que no pueden osar intentar quitarnos. Eso sería nefasto.

-En la carta hablabais de visitantes que habían impuesto su voluntad sobre vosotros. ¿Qué teneis que decir de eso?

Vladimir escucha la respuesta y continúa con su interminable interrogatorio

-El joven Cosmin, el criado que enviasteis a buscarme, me ha comentado que un tal Valdis estaba colaborando con vosotros... ¿De dónde ha salido? ¿Quién es? ¿Qué sabemos de él? Es un asunto que me inquieta en demasía. Por otra parte se que hay dos visitantes más, al menos. Sé que le habeis puesto a investigar la muerte del Knezi... ¿tiene alguna novedad? ¿teneis alguna sospecha de que haya podido ser él el asesino? No me gusta demasiado que sea él el que entrene a las tropas... los hombres suelen ser fieles a la persona que les moldea, más si es de cero, y para mayor inquietud el knezi ha muerto, y no tenemos una cabeza confirmada en el poder.

Tras recibir su respuesta sobre el primer visitante, Vladimir decide pasar al siguiente.

-El relato de Cosmin hablaba de un segundo visitante que llegó en un lujoso carro con un guardia... ¿Qué teneis que decir de él?

De nuevo las preguntas de Vladimir esperan la respuesta de su querida prima y del mayordomo.

-La siguiente extrañeza que me comentó fue sobre dos tipos extraños que exigieron que se les abriese la puerta o que entrarían por la fuerza... ¡Qué desfachatez! ârece ser que el joven cruzó la espada con ese tal Valdis y finalmente Vladana puso fin a la disputa... Dadme toda la información que podais, pues creo que son los que más me preocupan, al ser los que han mostrado más agresividad... y además Cosmin sentía más inquietud ante el anciano.

Vladimir escucha y finalmente hace una petición.

-Ahora os pido que me deis vuestras opiniones personales a los tres, y que creéis que será mejor para Satu Mare.

Vladimir sopesa todas las palabras durante un largo rato pues se encuentra preocupado por todos los eventos que rodean y emanan de la muerte de su primo, y reflexiona sobre el curso de acción que hay que tomar.