Partida Rol por web

- La cosecha se recoge con tranquilidad y normalidad. Aunque los campos están malditos por Iakov el Ensartaojos y toda la producción se reduce a la mitad.

- La cosecha se recoge con tranquilidad y normalidad. Aunque los campos están malditos por Iakov el Ensartaojos y toda la producción se reduce a la mitad.

PROGRESO DE LAS OBRAS DEL BARRACÓN DE LA MILICIA:

- Dinero Invertido: 100 Florines (de 200).

- Tiempo Invertido: 13 meses (de 24).

Dirige las Obras: Mayordomo Ruschesku.

Vladana no articula demasiadas palabras, únicamente dice:

- Seguidme...

No estaba dispuesta a terminar esa conversación ante los ojos espectantes de todos, por eso hace pasar al salón a los nuevos invitados, dando orden estricta a todos los criados de retirarse del mismo, incluído Ruchesku, su error de abrir la puerta le había costado demasiado caro.

Antes de entrar al salón dirige unas palabras al oído del caballero Valdis... al terminar y sin darle opción a contestar, se mete al salón cerrando la puerta.

- No permitáis que nuestra otra visita se acerque al salón, ¡miradla! - hace un gesto con la cabeza señalándo hacía la ventana desde la que observa toda la escena. - Está sedienta de información...

Tras un breve descanso, sin darle tiempo añadir nada, continua hablando - No os preocupeis por mi, estaré bien.

Al finalizar estas palabras entra nuevamente al salón y cierra la puerta tras ella.

Vladana recordaba las palabras del viejo...

... "Mi bella Dama Cainita. Como miembro de vuestra misma raza os solicito asilo en vuestro castillo. Durante los próximos meses necesitaré hacer una serie de investigaciones en este lugar. Investigaciones de las que podría depender el futuro de toda Transilvania..." ...

Tras invitar a los presentes a tomar asiento, ella permanece de pie y comienza hablar... - ¿Investigaciones sobre qué?, ya he visto que no tenemos mucho, ni siquiera contamos con soldados... entonces... ¿Qué puede atraerle a estas tierras a alguien como vos?...

Valdis hace un amago de seguir a Vladana y a los demás invitados, pero esto no llega a ocurrir pues las palabras de la propia señora le obligan a cambiar el rumbo. Por un momento parece que va ha protestar, e incluso a negarse ante las órdenes de la mujer, pero finalmente asiente con la cabeza con cierta brusquedad, después de lanzar una rápida y furtiva mirada a la ventana que da a la habitación de la otra invitada. No le hace especial gracia dejar sola a Vladana viendo como está el panorama pero no va ha desobedecer una órden. Sin añadir nada más pone rumbo a los aposentos de los invitados.
La verda es que no tengo muy claro cómo cumplir el cargo sin parecer descortés u opresivo.
Camina inmerso en sus propios pensamientos, intentando hallar una solución práctica al problema que se le plantea. Las relaciones diplomáticas no eran su fuerte pero en estos momentos no vendría nada bien otro enemigo para Satu Mare, por lo que hay que andar con pies de plomo. A mitad de camino encuentra lo que puede ser una buena alternativa y aprieta el paso hacia la habitación de Deliznieta. Cuando llega simplemente se coloca a un lado de la puerta y se queda ahí plantado, firme, y con expresión seria.
Ahora que lo pienso ni siquiera me ha dado el nombre de la invitada. Tendré que preguntárselo si surge la ocasión...

la verdad es que el combate ha sido entretenido y lo que iba a ser un poco de hastio a acabado siendo algo mas interesante. Retomo el camino a mis habitaciones cuando... creo que me he demorado algo. Miro a mi doncella un segundo que camina un poco rezagada pero se adelanta para abrirme la puerta.

Una mirada de mis ojos ambar se cruzan con los suyos y una sonrisa surge en mis finos labios, mientras me quito la capa para darsela y que la coloce mostrando mi cuerpo perfecto y bajo mi vestido. Me paro y me giro

¿puedo ayudaros en algo? una suave voz surge de mi garganta, un mechon de pelo cruza por mis ojos echandolo hacia atras con gesto coqueto, soy muy guapa y eso siempre he sabido usarlo.

- "Pequeña, puedo ver en tus ojos que sabes muy poco sobre el vampirismo. Muy propio de los de tu Clan soltar sus chiquillos al mundo sin darles un mínimo de preparación.

Sin embargo, me temo que no soy el más indicado para iluminar tu camino.

Mis estudios sugieren que la situación de este castillo es de gran importancia geomántica dentro de Transilvania. Es posible que los sótanos oculten la ubicación de un Pozo de Sangre, si es así será necesario detectarlo y encontrarlo antes de que sea demasiado tarde..." -

Durante la conversación, el Boyardo no para de pasear inquieto por todo el salón, como una bestia enjaulada y murmurando cosas incomprensibles.

- "La sangre, la sangre... Aghh... EL se estremece dentro de las entrañas de la tierra, rasgando su útero con las garras de su odio..." -

Después mira por un momento a Vladana relamiéndose, como si le pareciese un trozo de carne jugoso que le encantaría destrozar con sus dientes y engullir con hambre y deleite.

Valdis avista a la otra invitada avanzando por el pasillo. Por un momento había pensado que ella ya estaba en sus aposentos, pero en seguida aparata la idea de su cabeza. No tenía sentido, pues él había aligerado el paso y con sus ropas evidentemente avanzaba mucho más deprisa.
Cuando la invitada y su doncella llegan a su altura Valdis hace una ligera y torpe reverencia.
-Buenas noches señora. Soy Valdis el Protector. Desgraciadamente no me han informado sobre su nombre...-en todo momento es educado, incluso podría hacerse pasar por un verdadero caballero, pero sus torpes palabras, asi como sus gestos lo delatan como guerrero, mercenario o poco más. A pesar de sangre fría no puede evitar elevar un poco la mirada cuando Daliznieta se deshace de su capa.
Es muy bella...casi tanto como la propia Vladana...
Se queda callado un rato pensando en las palabras de la invitada. No se esperaba una pregunta así y no tiene mucha idea de qué decir.
-Ehm...no.-termina diciendo.-No se si ha visto los recientes altercados, pero eso ha hecho saltar la alarma. Mi señora Vladana me ha enviado aqui por precaución, para que no le ocurra nada. No le gustaría que sus invitados sufrieran percances de ningún tipo...-añade con la cabeza todavía inclinada pero sin poder apartar la vista de ese hermoso cuerpo.

Sonrio mirandole y me giro un poco mientras mi vestido hace un leve movimento y se ve parciarmente parte de la blanca piel de mis piernas. Eso tiene facil arreglo. Deniznieta Danislav, un placer conoceros Valdis tiendo la mano con suavidad, se que no hara lo que haria un caballero, se nota a la legua que es un simple guerrero, bastante interesante debo decir, eso me gusta y mucho.

Agracere a vuestra señora cuando estemos en privado si consigo que me de audiencia el honor que os ponga a cuidarme, se os ve muy capaz de semejante tarea y de otras tal vez. Pero la verdad, no he oido nada, habia salido a dar un paseo y me he quedado algo traspuesta del viaje si es una mentira pero mis ojos dicen que es verdad. Por que no me acompañais a dar una vuelta por este maravilloso castillo bueno realmente por estas cuatro piedras es que la luna esta tan bonita que mereceria que la viera acompañada.

Valdis coge la mano de Deliznieta con toda la delicadeza que puede y hace una reverencia más profunda al no saber qué otra cosa debe hacer.-El honor es mío, señora Danislav-.dice al erguirse de nuevo.
-Si no ha oido nada es mejor que no le preocupe con esos asuntos.-añade dispuesto a seguir con su particular guardia, mas la propia Deliznieta le hace una proposición difícil de rechazar.
Uhm...Si voy con ella mientras no se le ocurra pasar por el salón no estaré faltando a mi misión. Además así podré tenerla..."protegida"
Con un movimiento algo lento se quita el casco colocándoselo bajo el brazo y dejando así a la vista su cabeza completamente calva y blanca.-Será todo un honor acompañarla, mi señora.-dice accediendo a la proposición de la invitada.

Todavia soy señorita, aun no me he casado, sino estaria criando telarañas en un castillo criando hijos digo mientras observo que desde luego no sabe lo que debe hacer.

La verdad es que seguro que sabeis que parte del castillo es menos segura o desde la que seguramente pueda ver mejor la luna y las estrellas.  Si fuerais tan amable de concederme vuestro brazo, para poder hablar incluso. Aunque espero que los asuntos que no haya oido no fueran importantes.

-Ehm...-carraspea ante el evidente fallo de trato.-Mil perdones Señorita Danislav-añade dando cierto énfasis a la palabra "Señorita".-Por supuesto. Le llevaré a un lugar desde el que pueda ver con claridad la luna. Y no se preocupe por la seguridad. Para eso me han enviado.-dice con cierto orgullo, a pesar de que el supuesto caso que hizo saltar la alarma fue a cargo de dos contrincantes a los que no podría vencer. Rápidamente le ofrece su musculoso brazo apara que se agarre, se apoye o lo que ella desee.-Ha sido un altercado sin importancia. Pero más vale prevenir.-comenta mientras comienzan la caminata por los pasillos.
¿estará finjiendo? Vladana me dijo que había estado observando el panorama...En realidad no dijo eso exactamente. Bueno, no creo que eso importe.
Aunque sólo cumple órdenes se le ve realmente satisfecho por este cargo. Está seguro de que pocas personas podrían alardear de dar un paseo a la luz de la luna con una dama tan bella.

Deliznieta, por favor, no eres uno de mis criados para tratarme con tanta deferencia y aunque lo fueras, no dejaria que lo hicieras. mantengo la sonrisa poniendo mi mano sobre su brazo con suavidad solo apoyandola.

Pues si no hay problemas, entonces no me preocupare, sois lo suficientemente adecuado para protegerme si ocurriera de nuevo. Por semejante trabajo seriais muy bien recompensado.

El guerrero vuelve ha asentir ante las palabras de Deliznieta. Comienzan la marcha en busca de un buen lugar desde el cual poder ver la luna. Valdis adecua su paso al de Deliznieta para que no se canse, ni se sienta obligada a llevar un determinado ritmo. Caminan por los pasillos del castillo, que si bien están cuidados y adornados, no son demasiado lujosos. En todo momento el hombre de la piel blanca mantiene su mirada fija en el horizonte, con una expresión de seriedad en la cara y algo tenso, evitando por todos los medios la tentación de apreciar con más detalle los encantos de la bella Deliznieta.
Tampoco inicia conversación alguna, y sólo habla cuando lo hace primero la invitada. Finalmente llegan a la parte más alta, y fácilmente transitable, del castillo desde la cual se puede ver la Luna y parte del territorio, incluso en plena noche.

Precioso es lo unico que digo al llegar arriba y sonrio mirando hacia abajo mientras la luz  de la luna ilumina mi cuerpo, mi blanco vestido y mis ojos refulgen con una extraña luz rojiza.

Valdis es tan sumamente hermoso, aunque de donde yo soy hay lugares mas bellos me giro un segundo para que no vea mi rostro y al girarme sigue siendo igual o tal vez no, es mas hermoso si cabe, con rasgos mas suaves, con una mirada langida y unos labios finos.