Conversaciones que oís en las tabernas, en los caminos, noticias que corren por el imperio, escuchadas a medias, pero que dan forma al mundo. Recordad que todo lo que hacéis tiene su efecto en este mundo cambiante y que afecta a los demás. Recordad también que toda información tiene un punto de verdad y mucho de mentira, y que puede ocultar lo que realmente ha pasado. También tened en cuenta que las noticias no corren todo lo rápido que deberían, el Imperio es grande.
*La capital.
“Las excelentes telas de Adam Letker ya tienen lista de espera por dos semanas. Las nobles damas de todo el Imperio se pelean por obtener una pieza de sus excelentes vestidos. La cuantía del negocio del famoso tratante de sedas ya se cuenta por miles. No es raro encontrar largas colas a la puerta de su negocio, en la capital”.
“El gremio de editores de Shapire se siente indignado. La iglesia de Beryl ha prohibido la divulgación de uno de sus libros de mitos “Nasser el Oscuro y sus discípulos”. Lo que tenía esperanzas de ser un superventas se ha convertido en una feroz batalla legal. “No podemos dejar que perviertan las mentes de nuestros fieles” ha afirmado el Arzobispo de Shapire”.
“¡Otro duro golpe para el crimen organizado! La propaganda imperial sobre la capital es clara. Ya son cuatro los negocios sucios que se han desmantelado. Todos ellos se atribuyen al señor del crimen Borgon, una leyenda negra de cuya existencia muchos dudan. En los bajos fondos se habla de que Borgon parece centrado en otros asuntos, lo que ha dado pie a que vuelva a nombrase, con temor, la reaparición del Señor de la Rosa Negra, antiguo señor del crimen al que se daba por muerto”.
*Ducados, condados y baronías.
“En el lejano ducado de Kendar se ha juzgado y condenado a la hoguera a una bruja. La Santa Inquisición está satisfecha con la investigación. Los lugareños afirman que tenían miedo “La mujer tenía los ojos púrpuras y no dejaba de hablar en una lengua que no entendíamos”, dijo el comisario de la región. Algunos eruditos, que pudiera interpretar sus palabras, dijeron que la bruja hablaba de “El renacido, el no-muerto”. Solo uno de ellos difiere, señalando que realmente la bruja les estaba condenando a todos a manos de un “Ejecutor””.
“Las fuerzas oficiales del estado aún siguen buscando a varios miembros de la banda del Tizón, el Señor de la Guerra que asoló el Imperio hasta que el famoso héroe Hans Stroker, el león del Imperio, terminó con el pillaje y el mercado de esclavos del infame señor. “Pero algunos de sus hombres escaparon”, advierten las autoridades “Y son muy peligrosos””.
“A Lautrec, el ducado ganadero por excelencia del Imperio, se rumorea que ha llegado un pequeño pero efectivo grupo de hombres y mujeres enviado por el mismísimo rey en misión secreta, con la intención de acabar de una vez por todas con la bestia que lleva asolando años la región. La mantícora, dicen algunos, tiene los días contados. Si bien no son pocos los que, en Shapire, creen que la mantícora no es más que una mentira para dar fama a la zona. Al fin y al cabo. ¿Quién cree hoy en día en monstruos?”
“El conde de Perseus, que tenía que responder por su honor ante las calumnias y ataques de sus enemigos políticos, no se ha presentado ante el jurado. Se comenta que, o bien ha escapado al sentir el peso de la culpabilidad, o que sus enemigos han aprovechado para darle muerte. No obstante, la mayor de sus posesiones, la Fortaleza Paso de Luna, está en manos del afamado estratega Melkiades Nikosdros, lo que es una garantía para que la estirpe del noble cuente con recursos de por vida.”
“Los misioneros de la iglesia de Beryl han acogido de buena gana la campaña para salvar a sus hermanos de Frontera. La sequía y el hambre han dejado en una situación comprometida a las gentes del Jarl Ingvvar. Una misiva escrita del puño y letra del mismísimo Pietro Sacramonte llegó a los misioneros hace dos noche. Se han puesto manos a la obra para llevar alimentos, semillas y ganado a sus hermanos del norte”.
“La santa iglesia se Beryl prepara el regreso del afamado inquisidor Von Mark Bismark. El afamado partió hace cinco años de las tierras del Imperio para llevar la palabra de Beryl y la justicia más allá de las tierras conocidas. Las lenguas ya hablan de su regreso exitoso por tierra de nadie. Solo Beryl sabe que horrores habrá tenido que afrontar”.
“Se desmantela una conspiración en la casa de los Conroy. La modesta casa nobiliar de los Conroy ha sido acusada de traición. Su patriarca mantenía el contacto con rebeldes bien conocidos por las autoridades imperiales. Durante el registro de la casa principal de la familia se han encontrado pruebas de su traición así como varias referencias a un futuro emperador. El patriarca ya ha sido colgado en la plaza de ceremonias de Shapire pero sus dos hijos siguen en paradero desconocido. Toda la operación se la atribuye al Escriba, el misterioso jefe de espías del Imperio que siempre parecer estar detrás de tan exitosos logros”.
*Los mares.
“La Sierpe, el poderoso barco pirata que ha asolado durante años el Imperio, ha sido hundido. Su capitán, el temido oriental Le-Zeen, yace en las aguas turbulentas de un mar sin nombre. Nadie ha reclamado la autoría de tal hecho”.
“El Rebelión, capitaneado por la infame capitana Sepphora, ha roto al fin el bloqueo al que tenía sometida a las islas imperiales. La autoproclamada señora de los mares se ha perdido en las aguas después de que hundiera el Ramillete, uno de los últimos barcos imperiales que quedaba disponible. El Rey, ante el peligro de la piratería, no ha hecho declaraciones, alegado que el asunto se solucionaría por si solo”.[/I]
*Más allá del Imperio.
“El sultán Mehmet de Bari ha creado un nuevo ejército. Si bien parece que solo está de maniobras, el que se haya acercado a la frontera ha puesto en alerta al rey Julian, quien ya prepara maniobras de su propio ejército cerca de la frontera”.
“En la frontera entre el Imperio y el Reino Árabe, se ha desmoronado el fastuoso castillo de Shin-Drra, perteneciente a la noble estudiosa Jakira, último legado de los famosos buscadores de agua que encontraron su fortuna trabajando como zahoríes en el duro desierto del sur. El fastuoso castillo, afincado al borde de un acantilado, ha desaparecido por completo debido, seguramente, a un movimiento de tierras”.
“Siguen las tensiones entre los reinos orientales. Ya se hablaba de guerra. Incluso pequeñas islas ya han entablado contactos armados o fraguado alanzas bélicas. La falta de un señor que los unifique bajo una sola bandera puede llevar a años de sangrientos altercados. Mientras los más humildes esperan la aparición de la Emperatriz de Jade, los soldados ya se preparan para una guerra civil”.
*Rumores inciertos.
“Estudiosos de la historia han encontrado un túmulo antiquísimo perdido en medio de ninguna parte. Dicen que la tumba estaba vacía. Han llegado tarde, lamentan, pues se han encontrado restos de saqueadores de tumbas en las cercanías. Un tesoro más de la antigüedad que se pierde”.
“Los ganaderos que viven cerca de la Montaña Sombría ha vuelto a quejarse de las desapariciones de ganado. El borracho del pueblo señala que las reses han sido robadas por un “lagarto de grandes alas”. Nadie ha ido a investigar lo que parecen simples ataques de lobos”.
“Inusitado robo de cadáveres en las cercanías de Pointers. En la tranquila región de los lagos, los lugareños se levantaron con una macabra sorpresa. Las tumbas de sus familiares habían sido saqueadas. Aún no se han encontrado los cadáveres”.
“¡Se ha visto un ángel! Dice una madre en …. “Era joven y guapo. Mi hijo estaba poseído por el demonio de la enfermedad y él posó sus manos sobre él y expulsó al demonio. ¡Le curó solo con sus manos! ¿Qué otra cosa podría ser sino un ángel?”… “Otros dicen que fue un sacerdote y sus plegarias las que fueron escuchadas” La iglesia reniega de tales historias, todos saben que el dios sol Beryl no hace milagros y señalan estos hechos como muestras de la ignorancia de los más pobres”.
Lautrec libre de la Bestia.
El conde Uthar Le-Blac II ha muerto. Su heroico sacrificio será siempre recordado cuando, en enconada batalla, perdió la vida contra el monstruo que asolaba su condado y a sus gentes. La mantícora, el feroz monstruo que se llevó la vida de su padre, ha sido finalmente destruido por el conde, quien ha muerto entre honores, vengando a su familia, encumbrando su nombre y salvando a su pueblo.
Lautrec ha quedado en manos del chambelán Ross, hombre de confianza tanto del conde como lo fuera de su padre, y del capitán Regan, militar de renombre. Ambos juraron ayer sus votos de fidelidad hacia la corona del Imperio. Viva Uthar Le-Blac II dicen sus gentes, viva el hombre que nos salvó de la criatura que durante décadas había asolado a los inocentes. ¡Descanse en paz conde, y viva Lautrec, por fin libre del yugo de la bestia!
El Herededo Desaparecido.
El hijo de Grignan de Perseus, el noble que viajaba a la capital para limpiar su nombre, ha desaparecido de su residencia de verano, cerca de la capital imperial. Levine, el actual Conde de Perseus, desapareció la otra noche de forma misteriosa dejando anonadados a siervos, amigos y criados. Muchos creen que, como su padre, ha sido asesinado y ocultado su cadáver. Si bien, otros creen que el muchacho era demasiado listo como para esperar un puñal en la oscuridad, por lo que creen que podría haber escapado a un lugar secreto.
Ciertos rumores relacionan al muchacho con la casa de lo Conroy, la casa noble que fue acusada de traición a la corona y de cuyos herederos se desconoce el paradero. También se desconoce el crimen que ha podido cometer una casa tan antigua en contra de una corona a la que, hasta ahora, había servido dócilmente.
Virgil recibe un grupo de refugiados asustados.
Virgil, una pequeña población apartada del Imperio, ha recibido un grupo de supervivientes provenientes de la fortaleza Paso de Luna. Estaban hambrientos, agotados y sedientos, y no dejaban de farfullar historias terribles sobre un monstruo que asola la fortaleza; vampyr, decían entre silbidos de terror. La Inquisición, que suele tratar tales temas con cierto pudor, pues mayormente son casos del imaginario de la plebe o de locura colectiva, ha enviado a uno de sus agentes a investigar la zona. Creen la historia, pues según ciertas fuentes, el estratega Melkiades Nikosdros apoyaría la versión de la existencia de tal criatura…
¡Tremendo golpe a la piratería!
La pasada noche el Rebelión, así como el Manatí, poderosos barcos piratas que habían ensombrecido las aguas del Imperio con su presencia, han sido hundidos. Karloff, el capitán del manatí, cayó antes de ser apresado, no así la capitana Sepphora, quien será colgada en la plaza mayor de Shapire dentro de tres semanas, para regocijo público.
La infame mujer, de la que se rumorea que es una bruja, fue hábilmente apresada por un oficial de la armada que no ha querido relevancia por su gesta. Recordamos que la capitana Sepphora había mantenido un bloqueo a las islas imperiales, demostrando no solo su poder, sino también una fiereza y salvajismo propios de un monstruo. Incontables son los barcos, tanto de la armada como sencillos comerciantes, que yacen en las aguas del mar Imperial por culpa de sus cañones. Parte de su tripulación, entre los que se encuentran los terribles piratas Sasken el Amarillo, o Goliath, un infame mestizo que gusta de comer carne humana, han sido apresados con ella.
¡Apresada al fin! ¡La infame pirata Sepphora! ¡En las tabernas ya se ha acuñado su canción!
Sepphora, Sepphora, bailará / En el extremo de la soga la muy Z*** bailará!/
Pirata, pirata, la corbata te pondrás / Y como una veleta, girarás/
Las mujeres de bien pueden descansar tranquilos pues la abominación que suponía la capitana Sepphora ha terminado, por fin. No pocas son las escabrosas historias que se cuentan sobre ella, como la multitud de amantes que posee, la mayoría mujeres, o que prefiere la compañía incivilizada de los negros de las selvas a las de los hombres del Imperio. Una negra historia que pronto termina, como de costumbre, por obra y gracia del grandioso Rey Julian. Prometió terminar con la piratería y lo está haciendo…si bien, nadie sabe exactamente como.
El Imperio de convulsiona.
Los muertos se alzan de sus tumbas. Los expertos creen que la epidemia empezó en las cercanías de Virgil, un pueblecito sacudido por escabrosos actos violentos que terminaron con la vida de todos sus habitantes de una forma brutal.
Los muertos vuelven a la vida. Y la muerte es contagiosa. No importa que hayan perdido brazos o piernas, o incluso la cabeza, los cadáveres polvorientos de la región se han alzado y, como una plaga, han devorado todo a su paso. Y todo aquello que devoran, vivo o muerto, vuelve a alzarse. Aquellos que los han combatido hablan de su extrema fiereza y de un extraño símbolo que aparece en su piel, como un tatuaje, que ha sido bautizado como la Marca Negra.
Todos aquellos que portan la Marca Negra ven su cuerpo pudrirse, descomponerse poco a poco. A la vez, lo perciben lleno de vida, de fuerza. Y de hambre. Un hambre atroz que vuelve loco a los hombres. Un mordisco es suficiente para sufrir los primeros síntomas de la Marca Negra. La enfermedad, de índole mágica según creen algunos, empieza a propagarse de forma alarmante. Dicen los rumores que ha habido otros focos pero que la corona trata de ocultarlos para que no cunda el pánico. De ser cierto, tales focos estarían localizados a cientos de kilómetros de Virgil por lo que la explicación de un brote anómalo de nigromancia en una apartada localidad quedaría descartada, pasando a ser la amenaza mucho mayor.
El rey ha enviado un destacamento de expertos a las cercanías de Virgil con la intención de detener la epidemia.
El Imperio sangra.
El joven Levine, el actual conde de Perseus, se ha autoproclamado el legítimo heredero del trono imperial. Asegura tener en su poder ciertos papeles que añaden al árbol genealógico del último emperador una línea de sangre que termina en la suya. Solo una gota de sangre es suficiente para que este joven haya decidido desafiar al Imperio.
Atrincherado en la fortaleza de Uklhan, una casa noble que fue siempre partidario al Emperador, ha lanzado su desafío a la corona y ha pedido ayuda, ayuda a todas a aquellas casas, hombres y mujeres leales al Emperador.
“Devolveré al Imperio su vieja gloria. Mía es la herencia, mía es la sangre. Un rey no es señor para gobernar esta tierra. Es el momento de recuperar el poder, la prosperidad y la fuerza que hemos perdido por culpa del rey Jules. Todo aquel que sea justo, que se una a mí. Y todo aquel que no lo sea, que huya, pues no habrá piedad”. Tales han sido las graves palabras del joven conde, ahora proclamado por mucho el nuevo emperador.
Muchas casas se han unido a su causa y por todo el Imperio se ha propagado la guerra. Viejas casas agotadas por los impuestos del rey o descontentos con su gestión se han rebelado. Algunas han sido sofocadas por la espada, otras han triunfado. Muchos nobles se han mostrado partidarios del joven Levine, aun así la capital y muchas provincias fuertes siguen bajo el peso de la corona del rey Jules, quien no ha tardado de acusar de impostor al joven Levine.
Si bien son muchos los que creen en la legitimidad del joven emperador. No es de extrañar que el rey haya sitiado la fortaleza de Uklhan sometiendo el lugar a un violento asedio. Los partidarios del emperador los esperaban y, sin embargo, sus fuerzas son mermadas a diario. La nueva revuelta no dudará mucho. Terminará a golpe de espada.
El Imperio ríe.
En tiempos aciagos, un héroe vuelve a casa. El Real Inquisidor Von Mark Bismark, de la Casa de las Cruces, ha vuelto de sus misiones en la tierra desconocida. Ha llevado durante años la palabra de Beryl a los páramos malditos, a los pantanos prohibidos, donde el hombre es más una bestia. Solo Beryl sabe los horrores que él y sus hombres han tenido que contemplar en aquellos lugares tan alejados de la divinidad.
En Shapire, fue aclamado como un héroe, allí se reunió con sus iguales en la Santa Sede. Traía historias que contar, prisioneros, herejes que castigar, y una visión de la fe renovada. Su llegada a la ciudad ha sido un buen golpe de moral para las tropas del rey y sus seguidores, quienes saben que entre las obligaciones de la inquisición se encuentran el castigar no solo a los traidores espirituales, sino también a los más terrenales.
Otro golpe de suerte. O quizás la mano negra de uno de los agentes secretos de la corona. Cuando el asedio estaba a punto de romperse, tres monstruosidades surgidas del Infierno han aparecido en la fortaleza de Urklhan. Aquellos que las han visto han podido comentar, entre tartamudeos, como estaban formadas por cientos de cadáveres. Esos gigantes de hueso y carne infecta han atacado directamente la fortaleza. Un ataque que ha quebrado las defensas de los agotados defensores del nuevo emperador. Su tiempo se acaba.
Por si se lo preguntan, los tres monstruos aparecidos no portaban la Marca Negra.
El Imperio Llora.
¡Traición en la Santa Sede! El Real Inquisidor Von Mark Bismark ha abandonado la capital con la mayoría de los inquisidores que allí se encontraban. Hablaba de una nueva iglesia, de un nuevo comienzo, de un Imperio donde Dios tuviera un papel predominante y no fuera una herramienta más. Al gran héroe le han seguido infinidad de hombres del clero, pero especialmente la mayor parte de los inquisidores; soldados, médicos, clérigos, escribas y torturadores. El Imperio llora, el rostro de sus héroes es también el de sus peores villanos.
El Imperio Tiembla.
Unas horas más y los gigantes de hueso y carne muerta hubieran destruido por completo la fortaleza de Ulkhan, devorando a todos los que allí se encontrasen. Por desgracia para el rey, el Inquisidor Von Mark Bismark llegó a la fortaleza junto con sus hombres. La batalla, que se esperaba feroz, terminó de forma abrupta cuando el real inquisidor terminó con los monstruos. Imbuido de un poder divino Von Mark Bismark ha jurado lealtad al joven Levine y a su causa, augurando una nueva “Época Luminosa para el mundo”.
Gracias a los hombres del Inquisidor la fortaleza resistió los siguientes ataques por parte de la corona. Entonces, llegaron los refuerzos; casas menores y altas, mercenarios elegidos a dedo, desertores…la fortaleza de Uklhan es ahora el corazón del nuevo Imperio . La Santa Sede se encuentra allí.
El Imperio es tímido en su fe.
La iglesia se desmorona. Algunos de los sacerdotes y obispos han tomado las reliquias de sus iglesias y se han fugado con ellas, otros han perdido totalmente la fe. Únicamente en Shapire la iglesia de Beryl sigue en pie, si bien de forma muy exigua, formada ahora por monaguillos, aprendices y varios santos que aún creen en Beryl.
Ha sido tras estos duros actos cuando ha aparecido, en tierras distantes, y de forma errante, un hombre que dice traer la verdad y la paz. Una especie de Mesias que habla en nombre de Beryl. Poco se sabe sobre este misterioso hombre. ¿Un loco, un oportunista? Dicen que su palabra es tenida muy en cuenta. Unos creen que es un traidor a la corona tratando de engañar a más almas para la causa del Inquisidor Von Mark Bismark, otros que es un sacerdote de la vieja iglesia de Beryl que ha decido seguir su propio camino. El hombre, acompañado únicamente por un caballero que porta un gran escudo, vaga de un lado a otro promulgando las bondades de la fe, asistiendo a los enfermos y ayudando a los desvalidos.
El Imperio tiene miedo.
Melkiades Nikosdros, el importante estratega a sueldo que trabajaba para la casa de Perseus, se encuentra en paradero desconocido. Tanto el rey, como los espías de la corona, así como los hombres del joven Levine, le buscan desesperadamente. En una época tan tormentosa todos quieren contar con el apoyo del gran estratega, del cual se sabía que trabajaba para el padre del conde Levine, el fallecido Grignan de Perseus. ¿Es esta desaparición una treta de la mente maestra de Nikosdros y ya se encuentra trabajando para uno de los dos bandos o realmente una de las mentes más brillantes del Imperio se encuentra en paradero desconocido?
Dicen que el rey teme la fuerza cada vez más importante del nuevo emperador y que para frenar su avance ha decidido aliarse con Borgon, el oscuro señor del Crimen que muchos piensan que es solo un mito. ¿Será cierto que el rey está dispuesto a tales bajezas por conservar su corona?
El Imperio reclama lo que es suyo.
Los mares vuelven a ser propiedad del Imperio. Le-Zeen ha muerto y con Sepphora a punto de ser ejecutada, los mares vuelven a ser seguros. Ciertamente hay otros piratas que ahora buscaran ostentar el título de señor de los mares. Pero no pueden. El Molinete, la Sepia y el Tormentoso han sido hundidos por un barco imperial. Se desconocen más detalles, únicamente que llega con la puesta de sol, como una aguja dorada, y que es imparable.
La embarcación, a falta de un nombre oficial, es llamada el Fantasma, pues nadie sabe el nombre de su capitán ni donde se esconde. Lo único veraz en la velada historia es que el navío es leal a la corona del Rey Jules y que ha recuperado los mares para una, cada vez más debilitada, corona.
Muchos hablan del retorno de la vieja Armada, de la disciplina clásica, incluso de un hombre que se creía muerto tras el timón del Fantasma.
El Imperio no es el único que se sacude.
El norte ha declarado la guerra a los imperiales. Poco les importan a los bárbaros las guerras internas de la corona y el nuevo imperio, para ellos todos los hombres civilizados deben morir. Acusan al Imperio de haber asesinado al Jarl Macduff, a su familia y a su gente, convirtiendo el Paso Rojo en un baño de sangre.
Presionado por el hambre y la sequía, agotado por ser maltratados por una corona que los trata como perros, los norteños han decidido entrar en guerra, colgar la cabeza del rey, o del nuevo emperador, de una pica, y devastar de una vez por todo lo que ellos llaman “tierra civilizada”.
Tras un largo consejo, el más veterano de los Jarls, Ingvarr Zabledist, ha sido puesto al frente de los clanes. Sabio, de carácter templado, ha elegido a un guerrero de entre los suyos, Eskol, el lobo de Zhewheim, como caudillo militar de sus tropas. Pronto el norte marchará sobre el Imperio, el lobo de guerra se acerca.
No es la única amenaza extranjera. En el sur, el sultán de Mehmet de Bari, Mehmet II, ha atacado la fortaleza que defendía el paso del Imperio, penetrando en tierras imperiales con una cuantiosa cantidad de soldados. Muchos ven esto como una declaración de guerra si bien los emisarios que el sultán ha enviado hablan de una guerra santa.
Los reinos orientales también se agitan. La coalición formada por los señores de los Tres Lotos ha enviado tropas al Imperio. Creen que el rey Julian oculta a la Emperatriz de Jade. Recordemos que esta persona está destinada a reinar sobre las islas, unificándolas como una sola nación. Lo cual sería no solo desastroso para el actual rey, sino también para los señores de los Tres Lotos, quienes aspiran a tomar el control de las islas por sí mismos, como guerreros y no como enviados de una supuesta diosa.
Así mismo, se rumorea que hay partidarios de la Emperatriz de Jade buscándola por el Imperio. Sus reinos se desmoronan también por culpa de una guerra civil. Necesitan a la Emperatriz. Creen que ella pondrá orden, tanto en su tierra como en el mundo.
La Emperatriz se ha convertido en un arma política. El joven Levine teme que, de encontrarse en manos del rey Jules, este la use como moneda de cambio para que uno de los bandos orientales le apoye en su guerra por la corona. Si bien no hay nada seguro, la mujer podría seguir perdida o directamente no existir. En estos tiempos extraños son pocos los que creen en las historias del pasado.
Nuevos tiempos.
El último de los hijos de la casa de los Conroy, Zackarih, ha jurado su lealtad al nuevo Emperador. Con él, lo han hecho otra gran cantidad de casas menores. El ambiente se recrudece, todos los caminos están plagados de soldados, cadáveres y miedo. Nadie sabe lo que traerá el futuro. Hordas de bárbaros, los moriscos por el sur, los reinos orientales, el nuevo Emperador y ahora, la Marca Negra. Todos tienen miedo y no parecen encontrar consuelo en sus actuales líderes ni en sus viejos dioses. Es el momento de los héroes, o de los villanos, y también de los oportunistas. El mundo se ha vuelvo maleable, de arcilla, y cualquiera que tenga fuerza en sus manos podrá moldearlo a su antojo.
El Imperio se desespera.
Las damas de alta alcurnia están de luto. Son tiempos convulsos, dicen, y es verdad. El afamado tratante de sedas, Adam Letker, ha fallecido en una de sus expediciones. Fiebres, dicen. Su negocio, en Shapire, ha sido cerrado y desmantelado. Ninguna dama podrá elegir ahora confeccionar un traje de entre telas de exquisita manufactura. ¿Qué será de nosotros sin Adam Letker?