Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 2. En honor a la verdad

Cargando editor
26/07/2021, 00:16
Daya Banerjee

Mes 2. Día 3. Hora 12:30am. Aula.

La reunión con Townhall terminó, pero Daya se quedó sentada en la silla mirando al resto de reclutas. ¿Quiénes eran los mejores tiradores? Ella no había ido ningún día a practicar, así que no tenía controlado ese tema del todo. Había oído comentarios pero era eso, le sonaban campanas solamente.

Yum y ella se miraron mutuamente, la pregunta estaba implícita en el rostro de su amiga. Se encogió de hombros-Requisito para Townhall. Luego nos centramos en ese problema, ahora no puedo, me esperan en la enfermería. Pero los buscaré, no te preocupes de eso. Ve haciendo el listado de puntos a comprobar, deberemos ayudar todos si queremos avanzar rápido y todo lo que os podamos quitar a los mecánicos de trabajo, nos lo repartimos entre Einar, yo y… bueno, si es que nos dejan salir con vosotros a revisar las Eagles. Lo mismo al no ser mecánicos ni nos dejan. También nos preocuparemos de eso más tarde, tu céntrate en lo tuyo. Luego hablamos.

Se levantó de su silla y se encaminó fuera del Aula con destino la enfermería para relevar de guardia a quien estaba en aquel momento vigilando a las pacientes. Justo antes de salir se volvió y dirigió su vista a Billy. Sus miradas se cruzaron. Odiaba irse de nuevo de su lado, dejarlo allí. Le daba la sensación de que lo abandonaba. Pero sabía que tendría su oportunidad de hablar con él en su turno de vigilancia. Ahí tendrían unas horas para hablar tranquilamente. Le sonrió y le hizo una pequeña señal con su dedo y movió sus labios, pronunciando unas palabras en silencio, esperando que él la entendiera.

Más tarde. Hablaremos. Cuidate peque... Tranquilo...

Le costó romper el vínculo de la mirada entre los dos y no vencer a sus ganas de ir a su lado y abrazarlo. Pero sabía que eso no le ayudaría, ni a él ni a la persona que en ese momento lo vigilaba. Se empujó a dar media vuelta y salir finalmente del Aula.

No había andado unos metros por el pasillo cuando escuchó su nombre. Había reconocido sin problema el tono de voz y se volvió para esperarlo con una sonrisa-Me alegro de verte mejor, René. Acompáñame, tengo que ir a la enfermería, me están esperando allí. Allí podremos hablar de lo de anoche con tranquilidad…-Pero René no le dio opción. No había venido a que ella le explicara lo sucedido, no quería saber nada ni ponerse al día. Solo quería que ella olvidara. Se lo quedó mirando con sorpresa mientras hablaba con urgencia, quería detenerlo para que se tranquilizara, decirle que podía confiar en ella que no se preocupara. Pero, conforme terminó de hablar, se dio media vuelta y se largó casi a la carrera sin que ella pudiera detenerlo.

Ella lo vio irse, tentada de ir en su busca pero, sabiendo que la estaban esperando para poder descansar después de demasiadas horas sin sueño y mucha tensión acumulada, decidió que no era el momento para correr detrás de una persona que no quería ser alcanzada. Su prioridad y responsabilidad durante unas horas era la enfermería. El Domo era muy pequeño, no había sitio en el que esconderse eternamente y quizás ahora no era el momento más adecuado, le había quedado claro que René no quería hablar con ella en ese momento. Pero Daya sabía que hablaría con él tarde o temprano. La noche de antes, tal y como se desarrolló, predisponía a que ella simplemente dejara caer un tupido velo sobre lo escuchado pero ahora, tras aquella reacción por parte de René, supo que tenía que hablar con él al respecto.

Cuando su compañero se perdió de vista tras el recodo del pasillo, Daya retomó su camino, pensativa. No le gustaba ver así a nadie y sentir que ella era en parte la responsable de aquel malestar en René la hacia sentir también mal a ella.

 

Cargando editor
26/07/2021, 00:41
Martín A. Ruiz

Al llegar con René, cuando me vio vi la cara que puso, a lo que yo alcé una ceja incrédulo de como me estaba mirando. "¿Pero cual es su problema? Si vine de seguro por lo mismo que él, coño." Pensé mientras volvía mi vista al frente, dando pasos un poco más lentos mientras llegaba a escuchar la conversación que tenían Zack, Harold y Carl, sintiendo el corazón latirme con rapidez mientras ya empezaba a imaginarme lo peor, listo para lo que fuera... Hasta que al entrar un poco apresurados, finalmente vimos como estaba Narel, Carl y Zack sujetando una olla gigante, mientras Harold sujetaba un cucharón. Como si fuera un globo al que se le escapaba el aire todo ese pánico del momento desapareció en segundos, cuando tenía una cara de alivio al saber, o al menos ver lo que estaba pasando en realidad.

Cuando Narel llegó a saludar a René me causó cierta gracia ese cambio entre él y yo, pero solo me limité a soltar una muy corta risa antes de saludar con la mano, y luego a los demás alzando un poco la barbilla y ya. Sin decir nada me acerqué junto a René hasta la olla, y una vez Narel sacó el tema del bizcocho sonreí un tanto más alegre. -Narel, te juro que parece que cada vez ustedes cocinan más rico. Ese bizcocho quedó muy sabroso.- Dije mientras me cruzaba de brazos, antes de voltear a ver a René y escuchar aquello sobre la miel de ulmo, un dato que me pareció algo interesante y ya me daban ganas de probarlo. Y finalmente llegamos a la atracción principal, oliendo aquel delicioso olor a naranja una vez Narel quitó la tapa, y al probar aquel mejunje anaranjado abrí en grande los ojos, llegando a dar otros 2 pequeños sorbos mientras René hacía su análisis. -Joder, sabía que lo había probado en otra parte, es uno de mis bebidas favoritas.- Comenté sonriente, antes de devolverle el cucharón a Carl, el que... Hacía otro de sus despliegues, y esta vez asentí un poco a lo que dijo Carracci, aunque de haber sido yo en definitiva lo diría de otra forma...

Y claro, nuevamente René con su gran encanto habría su bocota, al cual miré alzando una ceja como diciendo, de nuevo: "¿Y a este que le pasa?". Por el comentario de Harold, me limité a hacer la seña de cerrar la boca y tirar la llave. -Ah, claro, podría ayu...- Y entonces, nuevamente René, siendo como es por alguna razón me dio una palmada con fuerza, cosa que vi venir manteniéndome firme ante el golpe, frunciendo ligeramente el ceño, antes de solo negar con la cabeza y caminar hacia la olla. -Va, a ver que puedo hacer.- Y así, al llegar hasta la olla, sin pedir ayuda ni nada me arrodillé, con la espalda recta antes de tomar las asas y luego de acomodar un poco las piernas, con cierta facilidad hice fuerza con las piernas y la levanté*. De seguro algo impresionante para la mayoría, pero teniendo en cuenta que venía de Ignis* era algo sencillo para mi... El problema era que por el líquido de adentro, en un mal movimiento se me vendría todo encima, pero yendo a un paso cuidadoso logré ponerlo en su lugar, antes de mirarme las manos y notar la parte roja gracias a las asas, cosa que ignoré. -Bien, listo.- Dije con una sonrisa al grupo, aunque al final le guiñé el ojo a René, como para provocarlo.

-Oigan, sé que quieren venderlo y todo... Pero el problema vendría a ser, como dijiste Narel, conseguir un contenedor adecuado para distribuirlo, además de los problemas legales y todo lo demás... En mi familia hay un dicho que es: "Que come callao come dos veces". Así que lo mejor sería tenerlo esto para nosotros por un tiempo, mejorarlo, y si acaso distribuirlo por los domos que pidan, ¿No? Tal vez podría hablar con alguien que nos ayude a distribuirlo. Pero eso, mejor no se emocionen y hagan pedidos de cosas que puedan ser sospechosas, que eso de un destilador profesional ya lo tienen algo jodido. Una vez se sepan mover en todo esto de distribuirlos en el domo, ya podrían tratar de mejorar las cosas... Pero claro, si acaso uno de los mandos de otros Domos se enteran que alguien destila esto, y resulta que un Domo ordenó un destilador profesional...- Y entonces guardé silencio, alzando ambas cejas para ver si ellos captaban mi punto. Y así, junto con los demás salí del comedor.

Notas de juego

*Con la descripción de los planetas y demás, dice que los nacidos en Ignis son más fuerte que los nacidos en la Tierra y Natgrew... Así que pues nada, pensé que eso de llevar la Olla solo era posible xD.

Cargando editor
26/07/2021, 14:18
Daya Banerjee

Mes 2. Día 3. Hora 18:00. Barracones

Llegó casi a la carrera, se le había hecho tarde. El ruido de los Eagles al aterrizar le había indicado que los nuevos reclutas ya habían llegado, puntuales a las seis, como se les dijo. Y sabía que ya debían estar dentro si nadie les había entretenido a la llegada. Cuando encaró el pasillo que terminaba en la sala de esparcimiento, los vio entrando, debían ser ellos, apresuró el paso y entró en la sala discretamente llegando a tiempo de escuchar la alegre presentación de una de las recién llegadas. Le sorprendió el desparpajo de la chica, porque era joven, quizás la más joven de los allí reunidos. Tenía que tener agallas para presentarse así delante de todo un domo lleno de desconocidos. Le provocó una sonrisa de reconocimiento, tenía seguridad aun a pesar de la corta edad que aparentaba.

La voz de Anne retumbó en la sala como si de un disparo se tratara, sin previo aviso y destrozando la armonía, si es que la había habido en algún momento. Daya abrió los ojos desmesuradamente, aquella contestación no veía a cuento de nada, pero tampoco le extrañaba viniendo de Anne y conociéndola lo poco que la conocía.

Y ese fue el click que hizo saltar la inestable tranquilidad del domo.

Empezó Anne, contestó el chico nuevo, Elon, defendiendo su parte. Y Eylo contestó callando a Anne en su mismo lenguaje, cosa que hizo que Daya levantara un poco la ceja, sorprendida ante ese arranque que no le había visto nunca al líder del Domo. En ese momento Jim se adelantó para intentar a su forma calmar los ánimos, ánimos que volvieron a saltar por los aires cuando René habló. Daya lo miró completamente anonadada un instante, y al siguiente fue ella la que se lanzó a intentar detener aquello. Levantó la voz al hablar para que todos la escucharan, pero sin perder su tono conciliador.

-De acuerdo, por favor, un poco de tranquilidad….todos…-miró a René y a Anne, pidiéndoles con la mirada que se tranquilizaran, no sin antes cruzar una mirada con Eylo-Chicos… ellos no son culpables de nada de lo que nos ha pasado aquí, ni debemos hacerlos culpables. Por favor, no paguemos con ellos lo que ha pasado hasta ahora-se volvió hacia los recién llegados-Os pido disculpas, estas últimas horas están siendo muy complicadas para todos. Hemos perdido compañeros y amigos, tenemos otros aún en la enfermería. Nada de esto es por vuestra culpa, solo es que son cosas muy difíciles de asimilar para todos y no es el mejor momento para pedir que todos estemos receptivos, es todo demasiado reciente como dice René y aún duele demasiado. Me llamo Daya, bienvenidos al Domo 12. Cualquier cosa que necesitéis, por favor, contad conmigo para resolver vuestras dudas. ¿Los vais a llevar vosotros al dormitorio? -miró a Eylo y a Jim, asintiendo lentamente. Con ellos era suficiente para ir allí, no hacía falta más compañía- Jim, por cierto, ¿puedo contar contigo para vigilar que los mecánicos puedan trabajar bien con las Eagles en el hangar?

Se volvió de nuevo a los recién llegados-Si queréis luego para cenar os invito a venir a la mesa conmigo. Nos solemos sentar juntos pilotos y mecánicos. Hay sitio para vosotros. Luego os busco para que os unáis si os apetece-No había consultado aquello con sus compañeros, pero confiaba en que todos estarían conformes, confiaba en el carácter del grupo para darle la bienvenida a los tres reclutas aunque posiblemente, con el tiempo, prefirieran a otro tipo de gente más afín si era el caso.

Se separó de ellos con una cálida sonrisa y se dirigió al fondo de la sala. Mientras caminaba, le hizo una señal a Vera para que se acercara a ella y la acompañara, quería tratar un tema en el que ella debía estar presente.

Al final de la habitación estaba René y Anne, Anne y su grupo. Daya cogió aire mientras se acercaba a todos. Primero fue a por Anne y sus amigos pero su mirada también incluyó a René en lo que iba a plantear-Esto es duro para todos… pero así no lo hace más fácil. ¿Podemos tener unos días de calma? Por Kurik y por Sarah, y por lo que nos hemos quedado sobre todo. Todos necesitamos un periodo de duelo para volver a la normalidad-miró a todos los presentes, deteniéndose un instante en los que, de una forma u otra, resaltaban a sus ojos. Anne, que bien le gustaría saber qué pasaba por aquella cabeza para comportarse de esa forma. Noor, su amiga Noor que desde hacía unas horas parecía que no la conocía de nada. Donner con quien hacía tiempo que no había cruzado una palabra pero que se habían caído también después de conocerse en la enfermería. Envolvió con su mirada también a René un poco apartado pero al que hacía partícipe de sus palabras. No se atrevió a decirle que se acercara o podía imaginar lo que sucedería-Sé que solo soy una más para pediros esto, pero creo que todos lo necesitamos… y los tres reclutas nuevos no son culpables de nada-Estaba preparada para cualquier cosa, sabría lo que podía encontrar allí, pero no se había aproximado solo para eso así que trató su segunda propuesta rápido, antes de que las voces y las palabras malsonantes volaran por la habitación.

En ese momento, Vera llegó junto a ellos y Daya le sonrió, ahora tocaba tratar el segundo tema para el que se había acercado a aquella parte de la sala-También os quería comentar… estoy buscando buenos tiradores para que los mecánicos puedan trabajar en las Eagles. Ya sabéis la condición que ha puesto el Teniente para eso. Yo no puedo optar por ser uno de los cinco por más que quiera, no puedo engañar a nadie con mis habilidades con las armas. Pero por lo que he escuchado y….visto… -dijo, en referencia al combate con los skullreps- vosotros sois buenos… -miró especialmente a Anne, Donner, Vera y… a René, en quien se detuvo más que en el resto-…os necesitamos en el hangar. ¿Puedo contar con alguno de vosotros? Entre todos los que digáis que sí buscaremos el horario que mejor nos venga, intentaremos adaptarnos entre todos-suspiró, mirando a Vera a su lado y esperando que ella dijera que sí para ayudar a Yum-No he estado en prácticas de tiro así que… aparte de vosotros, ¿con quién más puedo contar? Si sois más de cinco eso permitiría hacer turnos y ampliar el horario de trabajo de los mecánicos. Sé que Sue es buenísima y vendría sin dudarlo… pero, creedme, que no está para coger un arma aún, aunque ganas no le faltan.

Se volvió entonces a René y lo miró fijamente, dejándole entrever con esa mirada que necesitaba que dijera que sí a lo que iba a proponerle-Necesito hablar contigo, René. Es un tema personal. ¿Te importa que hablemos ahora? Sería un buen momento…

Cargando editor
26/07/2021, 14:31
Jim Foster

Mes 2. Día 3. Hora 18.00 p.m. Barracones (reacción a Eylo)

Estaba en plena ronda de presentaciones de los nuevos cuando me sorprende el comentario de Eylo; mis neuronas rápidamente se tensionaron y formularon todo tipo de preguntas, dudas y hasta hipótesis, pero teniendo a los protagonistas allí mismo, lo mejor era preguntar directamente y resolver el misterio.

Me llamo Eylo, encantado, Milena, Elon, Lesly.. bienvenidos al Domo 12 —sonrió agradable tendiéndoles la mano a cada uno individualmente. Cuando ofreció su mano a Milena la miró con más detenimiento, y sí, sin duda era ella, y al ser ella no sabía exactamente cómo interactuar con la joven, por lo que recurrió al lance más manido de la historia —. Milena.. ha pasado mucho tiempo. Yo, me alegra verte —era una sonrisa sincera y, realmente, se alegraba de ver una cara amiga, pero tenía sentimientos encontrados. Era como reconocer un rostro familiar de una vida anterior.

Eylo Yilmaz

- Ah, ¿Os conocéis? - miro a los interesados, quiero ver sobretodo las reacciones - Vaya, qué pozo de casualidades... - el jefe estaba hecho todo un relaciones públicas o al menos en otra vida era así, porque ahora iba a ramalazos, a veces le salía la vena "rarita" y otras era un amante de la vida social - no me seas corky, abrázala, dale un beso... no sé, ¿de qué os conocéis: vuestras familias se conocían, relación de pareja, trabajo, sólo amistad? Es broma, es broma, tranquila Milena, sólo le estoy dando un poco de cuerda, Eylo a veces se bloquea...

*aunque con Grey encontraste una autopista, eh? Pillín... - Le agarré con afecto y sin hostilidad de la mejilla y le hice una caricia/carantoña - y parecías bobo jjj - sonreí y le solté el papo, esperando a ver qué contestaban (a las preguntas).


Comentario a la intervención de René (fuera de tono) en los barracones

Me sorprendió la intervención, el discurso, lo que fuera aquello que soltó por la boca René. Creo que todos los allí presentes nos quedamos absortos. Desde luego, a mí me dejó con la boca abierta, aunque reaccioné rápido, rebajando tensiones - ése es René, tiene problemas - llevé el dedo índice a la frente para simular que estaba mal de la cabeza - quedó afectado tras el combate... Se le pasará - igual había que hablar con Duke, quizás unas pastillas tipo válium le irían bien, aunque igual lo dejaban tonto - De todas maneras, hasta que no lo supere, no os acerquéis mucho... puede llegar a morder.

Podría haber incidido en describir al natgrewiano con más adjetivos, pero no hacía falta, él mismo había hecho una presentación bastante reveladora.

 

Notas de juego

 * por lo bajini, vamos que, lo escucharía Eylo; y Milena si ha puesto la antena y supera una tirada de percepción con dificultad variable xD (el resto no escucharía nada, vería el afecto mejillil y gracias).


Primer texto para Eylo

Segundo texto es reacción de lo que ha dicho René, no necesariamente lo digo para que lo escuche sino para advertir a los nuevos que tengo cerca (de ahí que esté en negrita y cursiva), pero vamos que, me verá que hablo con ellos... lo mismo, pon la antena xD

Cargando editor
26/07/2021, 17:58
William P. Thompson

Mes 2. Día 3. Hora 10.00 a.m. Hangares

William agradeció profundamente el gesto de cariño y apoyo de Narel y Daya, dos personas que se habían vuelto muy importantes para él. De alguna manera eso le hacía sentir culpable, pues a fin de cuentas había matado a alguien, algo que le acompañaría por siempre... sólo amortiguaba ese sentimiento el dolor por la perdida de Sarah y las consecuencias que podría sufrir Lizza.

Mes 2. Día 3. Hora 12.00 a.m. Aula

Como era de esperar no había muchas preguntas en aquel momento, el ambiente estaba enrarecido por lo vivido, el hecho de que vinieran tres reclutas nuevos no parecía animar a casi nadie, pues parecía que no fuera el momento apropiado. Suponía que el ataque de los skulls tendría que ver, así que posiblemente fueran luchadores... estupendo, posiblemente más brutos... justo lo que necesitaban... aunque puede que no fuera su problema durante mucho tiempo. Cuando sus ojos se cruzaron con los de Daya ni siquiera sabía bien como comportarse, por un lado la necesitaba mucho, muchísimo... por otro no quería arrastrarla al más que probable dolor que supondría que se preocupara por él. Respondió moviendo los labios lentamente ante las palabras no pronunciadas de la piloto - Tran... quila... estaré... bien -

Mes 2. Día 3. Hora 18.00 p.m.

Había decidido no estar para recibir a los reclutas nuevos, el hecho de que estuviera esposado le incitaba a estar algo más alejado de la gente. Se volvía un poco más solitario en esa situación, no quería forzar las cosas. Asumía que Anne y parte de sus compañeros buscarían algún tipo de venganza y lo último que quería era arrastrar a ese tipo de luchas a cualquiera que estuviera dispuesto a defenderle... Había estado tanto tiempo solo que valoraba eso demasiado, el castigo que tuvieran pensado, lo asumiría sin meter a nadie de por medio... a fin de cuentas, por muy justo que le pareciera el desenlace para Kurik, no podía evitar asumir que era él quien lo había matado. Estaba en los barracones, con Ben que cubría su turno de vigilancia a Billy, mientras este estaba cambiándose de ropa cuando se disponía a marchar a la zona del aula. Debido a que ahora mismo no había clases le parecía que sería el sitio donde más a solas podría estar, aunque no fue lo suficiente rápido ya que al salir se cruzó con Jim haciendo de guía para los nuevos. Con gesto algo apesadumbrado, lamentando no haber logrado su objetivo observó según entraban los nuevos. Foster iba en cabeza y pasó a presentarles a Billy con su humor característico - Aquí tenemos al chico más famoso del Domo, Billy, ¿Os gustan las apuestas? Están 5 a 4 a que palma el juicio - A pesar de ser algo que no le agradara mucho, debía admitir que tratara de tomar algo así a broma era de agradecer... si el juicio no fuera por asesinato se habría reído con ganas. Saludó elevando la mano derecha, haciendo sonar las esposas al primer chico, mientras Jim le decía los nombres y Thompson trataba de quitarle hierro al asunto - Va, no la toméis muy en serio... las apuestas están 4 a 1 - afirmó con una triste sonrisa al tiempo que los iba saludando, aunque en el momento de girar su rostro para ver a la chica que estaba en medio se quedó con los ojos abiertos como platos... como si estuviera paralizado. Desde luego era la última persona que esperaba ver allí, incluso sentía arder sus mejillas por la situación, apenas alcanzó a susurrar con un claro tono incrédulo - Le... ¿Lena? - Desde luego las cosas no podían complicarse más. - eh... esto... bueno... yo tengo que irme - afirmó al tiempo que trataba de esconder las esposas y se afanaba por salir rápidamente de los barracones. Finalmente llegaría al aula, después de haberse dado prisa por largarse, sin poder creer aún lo que estaba pasando... Cuando le diera alcance su guardián en el aula, algo que en realidad no sería difícil estaría sentado en una mesa observando por la ventana...  

 

Cargando editor
26/07/2021, 18:41
Eylo Yilmaz

Mes 2. Día 3. Hora 11.00 a.m. Gimnasio

Eylo amagó un suspiro de alivio al escuchar que Jim reforzaba la necesidad de calma y frialdad para que nadie cometiera una estupidez, el eridiano escuchaba y observaba, pero pronto se vio mencionado respecto al tema de Billy. La miró con perplejidad unos segundos, y se encogió de hombros.

El teniente no me ha comunicado nada, por ahora está la sargento Quest al cargo de su vigilancia —hizo una pausa, prosiguiendo —. William no tiene donde ir, y esta noche ha dormido con los demás atado a su cama. No hay calabozos ni celdas, pero estará vigilado permanentemente. Si me corresponde decidir, veré cómo lo organizo —era un problema que barajaba en su cabeza, pero sin determinación no había ninguna resolución válida, pero al decir eso simplemente dedicó una mirada general al resto de presentes. Se imaginaba algunas reacciones, otras le intrigaban, pero guardó silencio al respecto.

Una vez lo mencionaba como si pretendiera ponerle a prueba, Eylo guardó silencio unos segundos antes de responder, pero antes de eso ya tenía clara la respuesta. Jim había rondado peligrosamente un umbral con la pregunta de William, pero ahora volvía a tentar a la suerte.

La justicia del PEC, si dudas de ella supongo que podrás presentar una queja, Jim —repuso con seriedad —. Pero si pretendes que hable de mis opiniones personales, ahora, pierdes el tiempo conmigo. Tengo el tacto suficiente como para saber que alguien lo está pasando mal y no voy soltando chispas para ver si provoco un incendio —la miraba con fijamente —. Ni es un secreto que Kurik no me caía bien ni que lo acusé de lo que acusé, ¿pero desearle la muerte? Jamás. Y estoy aquí porque mis compañeros, Donner, Anne, Noor y John, a pesar de la opinión que puedan tener de mi, me preocupan, porque han perdido alguien importante para ellos, e incluso yo lamento su muerte. Y eso, Jim, para mi es suficiente para estar aquí —respiró hondo —. La neutralidad al final no existe, tienes razón, pero las decisiones sesgadas por los sentimientos tampoco son buenas. Por lo tanto, vuelvo a reincidir en lo dicho, si hay que testificar, hacedlo con lo que visteis, no con lo que vuestra rabia creyó ver. Como has dicho Jim, ceñirnos al reglamento militar, es a lo que ahora podemos agarrarnos en este asunto.

Eylo se mantuvo acerado en su posición. Una muerte era una muerte, era una razón de tragedia, podía no sentirla tanto como la de Sarah, pero la muerte de Kurik era un fracaso para Eylo, un fracaso de cómo podían a llegar a funcionar de mal las cosas y de los errores que él había cometido. Se mantuvo rígido, realmente molesto por la forma que Jim tenía de manipular y malmeter, pero respiró hondo liberándose de esa negritud.

Esa es la gracia del asunto, para mi el bando siempre ha sido el Domo —respondió con más calma —. El grupo, la unidad, todos, y lo he recalcado cada vez que he hablado. Puede que no haya prestado la atención suficiente a todos mis compañeros, pero la suficiente si la mayoría creen que sirvo para liderar el Domo —no sabía cuántos de los presentes le habían apoyado ahí, pero tampoco le importaba, lo que decía era un hecho —. Oh, yo ya hago más que confiar, Jim. Estoy aquí por convicción, e iré allí donde crea que necesites por lo mismo. Pero al final no me corresponde a mi darme cuenta de lo importante que todos actuemos como compañeros. Hablas de la unidad familiar como si fuera algo sagrado, sin mácula, pero en todas las familias hay rencillas, rencores y cabreos, pero cuando un peligro que la amenaza, toda la familia reacciona para defenderse. Todos saben que, a pesar de todo, juntos son más fuertes y que defienden lo que es suyo —dijo con calma, pero con una convicción absoluta —. Pero yo no puedo obligar a nadie a aceptar esto, ni lo voy a hacer. Yo seguiré preocupándome por mis compañeros y seguiré apoyándoles cuando me lo pidan. Cada uno es responsable de aceptar esto, de aportar su granito de arena y asumir que, sin todo esto, sin interiorizar todo esto, no vamos a salir adelante —miró al grupo de combatientes, respiró hondo y se encogió de hombros —. Pero si preferís la versión pragmática de esto, ninguno llegará a ser un soldado espacial sino interioriza el hecho de que estamos en el ejército y no somos pandillas o lobos solitarios.

Cargando editor
26/07/2021, 20:09
William P. Thompson

Si crees en la ética vamos bien, pero si vas a dejar tu vida en manos de la justicia, estás muerto, Billy

- Si que creo en la justicia, o al menos en el espíritu de esta, lo cual no quiere decir que no piense que las reglas se pueden equivocar. Hablo de justicia no de ley, o bueno de ética como prefieras... - Se mantenía pensativo, necesitaba alguien que pudiera dar un veredicto justo pero entendiendo la situación, no con las reglas en la mano... Así que miró pensativo a Grey... - ¿Confías en que Eylo sería justo al respecto? - Le había dado bastantes vueltas y pensaba que Eylo siendo uno de los que conocía todo lo ocurrido o al menos gran parte, podría ser más justo que un comité militar. Además si había salido elegido como líder, sería por algo. 

Miró a Grey profundamente a los ojos, era una mirada complicada. Billy actuaba como si no creyera en la gente, como si no creyera en la Space Force, pero realmente deseaba creer. Como el cínico que lo único que busca es darse cuenta de que está equivocado. - Confío en el veredicto de Yilmaz... Tengo claro el argumento a dar, pero necesito saber, que lo que hice fue lo correcto. Y aunque agradezco mucho... muchísimo tu opinión y que quieras protegerme... tengo que saber que no he perdido el rumbo, que mi brújula moral sigue bien orientada... y supongo que si no fuera así, yo no sería capaz de verlo... ¿Me entiendes? - Preguntó finalmente, esperando que entendiera lo que pretendía. Tendría su juicio, pero el juez sería Eylo... Si él estaba de acuerdo en que actuó de manera correcta, entonces tendría el valor de defenderse en el juicio militar aunque tuviera que decir aquella pequeña mentira. - Si él lo ve correcto, me declararé inocente. Diré que jamás vi a Lizza disparar y que simplemente pensé que Kurik estaba cumpliendo con la amenaza que le hizo de matarla... - Tenía que poner las cartas encima de la mesa, pues de lo contrario, ella podría meterse en problemas y eso tampoco es lo que quería. Entendía que esto complicaba las cosas, pero era importante para él... necesitaba saber que no era un asesino, a pesar de haber matado a alguien...  

Cargando editor
27/07/2021, 21:20
Jim Foster

Mes 2. Día 3. Hora 11.00 a.m. Gimnasio

 

- Se encarga Quest, ok - hice varios gestos con la cabeza, mostrando mi aprobación. Aquello tenía sentido, detrás de cada acción debía haber un oficial - ¿Atado a la cama, acaso hay riesgo de fuga? - qué fuerte, si había dormido así, cualquiera que se hubiera levantado al baño habría creído que se trataba de un psicópata peligroso - Ya, claro... mejor tenerlo ahí, que lo vea todo el mundo, como si fuera un mono de feria - había multitud de lugares donde tenerlo (un armario, dentro de un vehículo, en el almacén de la cocina, etc) y así evitar cualquier reacción negativa de los compañeros del domo - me parece increíble ¿No se te ha pasado por la cabeza que... así provocas? No sé, imagina que Zack quisiera darle un escarmiento... si duerme con los demás, si luego desayuna en el comedor con los demás, si luego está en la sala con los demás... lo va a ver hasta en la sopa - si aquello no era jugar con fuego... Era una táctica auténticamente incendiaria, como si se buscara que alguien intentara algo - es más probable que así haya una reacción, en cambio si lo tienes más o menos oculto, la sensación sería "se están encargando de él" - igual creía que la misión que le habían encomendado era como vigilar un saco de patatas, pero para nada era igual - oye que te lo digo de buenas... Paz, hermano - mano con dedos haciendo la V.

- Ah, vale, que te caía mal... Y vienes aquí a decirles a sus amigos: "cuidado que os estoy vigilando, no hagáis ninguna tontería" - y luego soltaba aquel discurso de "love is in the air", la familia es lo único importante, el PEC por encima de todo y como os mováis os doy con el palo - sí, sí, tu bando es el domo... pues que se note: En la ceremonia he visto caras de odio hacia el féretro de Kurik, ésos también necesitan charla.

La forma en que hablaba Eylo, no sé, la noté distinta. No sólo parecía más seguro de sí mismo, había algo más. Se me pasó por la mente que igual se podría haber producido "algo" extraño. Había visto alguna película en plan "la invasión de los ultracuerpos"* Habían matado al ruso, pero quizás su alma no estaba en paz y hubiera salido de su cuerpo buscando otro recipiente, en plan posesión demoníaca. Aquella soberbia de Eylo... Me resultaba familiar - ¿Te encuentras bien? Te noto distinto - seguro que el espíritu del de la estepa rusa se había introducido en el cuerpo de Eylo. Quizás a lo largo del día vería la transformación completa o puede que fuese imaginación mía. Lo descubriría - yo también me preocupo por la gente, todos nos preocupamos por todos - Me acerqué a Noor para confirmar aquel extremo. Choqué mi puño con el suyo - que todos busquemos una solución a los problemas, no implica que sea la misma - y era una realidad que cuanto antes recobrásemos la paz interior, antes dejaríamos atrás todos estos sucesos que habían empantanado la instrucción.

Di un aplauso, batí las palmas para concluir aquella conversación o discusión tensa- sutil que había surgido entre Eylo y yo - bueno, ya, fin! Tampoco vamos a estar reprochándonos lo que debería o no de hacerse. Además, no está en nuestras manos decidir, verdad? De eso se encargará el tribunal - ¿Interponer una queja? Por quién me tomaba Eylo, me sonó aquello de una ingenuidad tremenda, si yo tuviera un problema con alguien, lo último que pensaría sería en dejarlo en manos de un tercero, ya fuera juez o poli. ¡Qué panda de descerebrados! Pero bueno, insistían en seguir las normas, así que, veríamos adónde nos conducía aquello - ...confiar en los jueces... - Teníamos el referente cercano de las notas, si hubiéramos dejado todo en manos del tribunal, habríamos suspendido muchos, igual se le había olvidado.

Notas de juego

*realmente no sé si la película/serie va de eso, pero por el título parece que sí.

Cargando editor
28/07/2021, 03:01
Eylo Yilmaz

Mes 2. Día 3. Hora 18.00 p.m. Barracones

Eylo miró a Jim frunciendo el ceño, con seriedad, con una mirada admonitoria por la forma que se estaba comportando, ya que se estaba metiendo en un cenagal que no le venia a cuento. Sacó renovada paciencia para sus adentros, y dado que no sabía qué quería decir con corky, el eridiano simplemente respondió.

Si es una broma, debería tener gracia, ¿no? —respondió neutro, permitiéndose un filo de ironía, y es que el horno de Eylo no estaba para bollos, pero el eridiano sacaba paciencia de un pozo sin fondo a pesar de que, a su juicio, Jim se hubiera pasado de frenada —. Nos conocemos, basta con eso por ahora. No te preocupes, te acabarás enterando —acuñó con simpleza tras el saludo.

Cuando Jim intentó tomarle de la mejilla, Eylo mantuvo una distancia muy marcada con la mujer, impidiendo que le llegara a tocar la mejilla. Alzó una ceja con lo que dijo de Grey, pero no respondió, ignorando completamente lo que dijo a continuación, centrándose en los recién llegados.

Al cruzarse con ellos William, simplemente le asintió y luego a Benedict que iba tras él. Observó curioso la interacción del joven con Milena, pero no dijo nada más, no iba a ser el único que conociera a alguien en la Space Force.

Notas de juego

Respondiendo a la reacción de Jim (+William).

Cargando editor
28/07/2021, 13:59
Jim Foster

Mes 2. Día 3. Hora 18.00 p.m. Barracones

La aspereza que mostraba en ocasiones Eylo era un tanto desquiciante - No tiene porqué, igual confundes lo que es una broma con un chiste, tampoco pretendía reírme - ¿Habría sido irónica, sarcástica? Bah, tampoco le quería dar tanta importancia, porque desde luego para mí no tenía razón para tomarse así las cosas - eres un poco aguafiestas, no? Bah, déjalo, no lo vas a entender.

- Vuaale, os conocéis - incliné un poco la barbilla y hasta sonreí esperando que ampliara más información "¿De qué, Eylo, de qué, de qué os conocéis?" pero no, no dijo de qué - Qué feo eso de "te acabarás enterando" yo siempre prefiero acudir a la fuente, porque no es lo mismo; luego te llega información que no es veraz, sesgada y distorsiona completamente todo, pero oye, te respeto, no se hable más - que me iba a enterar, era algo que podía dar por seguro. Pero ya sabemos que igual me llega algo que no es del todo cierto, un rumor, un cotilleo, un dato escabroso... Podía dar con cualquier cosa, ahora que, no había querido aclarar nada, pues con patatas, ahora lo que llegara se lo comería con patatas. No era mi problema, yo sólo había tenido curiosidad y quería saber. En ocasiones, aquel tipo era malvado - Bien, sigamos con la excursión, hay tanto que enseñaros. El parking ahora mismo lo tenemos cerrado por obras - no es que fuéramos a hacer una ampliación, simplemente que lo habían atacado los skulls y aún no había vuelto a la normalidad - ¿Conducís? Tenemos tanto vehículos aéreos como terrestres - caí del nido, no venían de fuera de Protect sino de otro domo, así que, tampoco había que enseñarles todo como si fueran nuevos - ¿El domo 3 es parecido o qué diferencias encontráis? ¿Cómo es la gente allí o ahí? - igual eran excelentísimas personas o por el contrario los habían trasladado porque no los soportaban, de ésto sí que nos acabaríamos enterando y pronto.

- Uy, qué malas pulgas... no te iba a sacar un ojo, era una carantoña ¿No tuviste abuelos? - no pude cogerle de la mejilla, era un tipo raro a veces. Aunque tardé unos instantes en recordar que en verdad no tenía - oh, vaya, perdón. No quería decir eso, bueno sí pero no, ya sabes - me di cuenta que la había cagado. Noté que me había puesto colorada, no era una situación agradable. Pero lejos de enfangarme, había que salir de allí lo más rápido posible, de todo - Prosigamos...

Notas de juego

replicando a Eylo por segunda vez (tranquilos, todo bien).

Cargando editor
28/07/2021, 19:21
Einar Andersen

Mes 2. Días 2 y 3. Todo el día. Interior de Einar y sus alrededores.

Los funestos acontecimientos de la "Batalla del Hangar" se habían acabado consumando como si de una pastilla efervescente se tratase.

Toda la tristeza, frustración y rabia derivada de las pérdidas sufridas aquella mañana habían estallado en un remolino de emociones y de diversas muestras de estas mismas por parte de la gran mayoría de los reclutas. Pero no así en el caso de Andersen.

Tras lo ocurrido, tras haber segado la vida de la recluta más querida del Domo con sus propias manos, el muchacho de rasgos nórdicos pareció desaparecer. No tanto físicamente puesto que su cascarón seguía allí, con todos; si no más bien su ser. 

Al finalizar la escaramuza. Sabiéndose el verdugo de Sarah no había maldecido, ni gritado, ni se había lamentado golpeando con los puños al suelo. Muy al contrario y con la excepción de algunas lágrimas que se habían escapado de forma furtiva de su inexpresivo rostro, había tratado de hacer lo que se suponía que un recluta debería hacer en una situación como aquella. Tratar de ser útil en la medida de sus posibilidades y dada la situación y el nuevo paradigma al que se enfrentaba, puesto que tenía bastante claro que para muchos había dejado de ser el recluta Einar Andersen para pasar a ser "Quién mató a Sarah Castle"

Y pese a la actitud adoptada y la falta de expresividad que vestía su gesto, por dentro, a cada segundo que pasaba no hacía otra cosa que lamentarse una y otra vez por haber apretado el disparador de su rifle; de haber matado a Sarah Castle. Y lo lamentaba no tanto por él mismo y las consecuencias morales o sociales que aquello le fuese a acarrear, eso era absolutamente irrelevante en aquel momento. Lo que lamentaba en el alma era haber acabado con la vida de una mujer tan buena y pura. Y no había excusa que pudiese aliviar aquel sentimiento.

Quizá ninguna excusa, pero sí una persona, pues cuando más inmerso en aquellos pensamientos autodestructivos estaba, deseando con todo su ser que aquella bala hubiese sido para él mismo, sintió la suavidad de las menudas manos de Yum agarrando la suya, tirando de él. Y el verla frente a él provocó de manera inmediata que su labio inferior temblase, luchando por mantener un gesto serio y rígido, sin mucho éxito todo sea dicho. Y de sus ojos empezaron a brotar lágrimas de difícil contención, que arrastraban rabia, frustración, tristeza y sobre todo culpabilidad. Pero ya no únicamente por Sarah, puesto que aquellos ojos rasgados se habían añadido a la ecuación. Ella, a quién había ofrecido ayuda incondicional en su cruzada personal. A quién había prometido apoyar y amparar a cualquier precio era la que le había sacado de sus deseos de albergar la bala de Sarah en su pecho. "¿Como ibas a ayudarla estando muerto, imbécil?"

Suspirando varias veces con fuerza para tratar de recomponer su fachada, logró contener aquellos torrentes de agua salada que  abandonaban sus ojos y se dejó estirar por Yum sin oponer resistencia alguna hasta un lugar discreto y alejado de miradas ajenas, se dejó abrazar, devolviendo el agarre con fuerza y volviendo abrir el sumidero de sus ojos hasta que se sintió vacío de lágrimas. Llegado el momento agradeció el gesto de su compañera con un simple cabeceo mostrando una sonrisa de ojos aún vidriosos y, sin cruzar palabra alguna se retiró en busca de soledad.

Los días siguientes arrojaron un Einar que sin lugar a dudas seguía afectado por lo ocurrido en gran forma. Pese a que buscaba ocultar su estado al resto, lo que realmente hacía de forma inconsciente era apartarse de todo y de todos tanto como le era posible.

Durante la ceremonia funeraria, guardó silencio, acató órdenes, saludó como era debido y trató de forjar una expresión imperturbable, delatada sin embargo por sus enrojecidos ojos. Quién hubiese pensado que el anterior Einar parecía un robot iba a tener en lo que pensar.

Y pese a que parecía que estaba completamente ausente, realmente su cabeza seguía funcionando igual de rápido que siempre, pero de forma más caótica y desordenada.

Si bien su parte racional le suplicaba que pasase página para poder seguir adelante, como se esperaría de un Soldado Espacial, su parte más sentimental, latente la mayor parte de su vida pero en ebullición desde que había entrado como recluta le repetía una y otra vez los acontecimientos. Le pedía explicaciones por la muerte de Sarah, por lo ocurrido con Lizza... ¿Podía haber hecho más? ¿Por que no había denunciado de forma oficial ante la corte marcial en cuanto supo de los hechos? Por otro lado estaba Yum. ¿Qué clase de ayuda iba a darle si se derrumbaba de aquella manera? ¿Pero ahora era su parte racional la que hablaba? ¿La sentimental? ¿Ambas, quizá? Y por otro lado... ¿Cómo iba a dirigirse a sus compañeros a partir de ahora él, que había matado a Sarah Castle, la Luz del Domo? 

Aquel alud de pensamientos entremezclados le había estado acosando desde lo ocurrido y si bien él trataba de hacer lo que siempre le había funcionado, esto es, racionalizar las cosas que le ocurren, comprenderlas y buscarles una solución lógica, era absolútamente incapaz de ello, por lo que su cabeza no estaba dispuesta aún a enfrentarse a los acontecimientos más mundanos que habían ido sucediéndose, a los cuales había asistido como un mero espectador hueco, como un androide preparado para cumplir el protocolo de forma exquisita sin más. Sin embargo, trató de buscar un momento para pasarse por la enfermería y hacer compañía durante un rato a Keira.

Pese a encontrarse atribulado por sus demonios interiores seguía teniendo gratitud hacia la muchacha rubia que tanto se había preocupado por él y se sentía obligado a , como mínimo, devolverle la atención recibida ahora que se encontraba en sus horas más bajas. Y aún así, su compañía de poco iba a servir puesto que no iba a hacer más que sentarse y dejar que su cabeza siguiese revolucionada con sus pensamientos. No iba a dar conversación y a penas iba a ser capaz de fingir sonrisas que iban a ser de lo menos creíbles, puesto que sus ojos seguían reflejando aquella ausencia a la que se había dejado hacer presa.

 

Cargando editor
28/07/2021, 22:12
Ambientación

Mes 2. Día 3. Hora 11.00 a.m. Gimnasio

Anne miraba a Eylo de manera inquisitiva, aunque él se movía como un gallo en su corral, manteniendo la mirada y el tipo. No era para menos, sabía que las mujeres como Durrell olían el miedo, y eso sería un preámbulo de ataque, mejor mostrar seguridad, como si estuviera en el territorio enemigo de alguna banda urbana.

— Te preocupamos... — Repitió la mujer con una sonrisa sardónica en el rostro — Míralo cómo se contonea, como si hubiera ascendido a soldado de primera... — Luego se fijó en Foster, aunque contra ella no hubo mala réplica por la afirmación dicha, pero sí una mirada de advertencia, debía tener cuidado por cómo respondía.

En los instantes que se detuvo a observar Eylo pudo comprender que Durrell estaba desatada, siendo la instigadora verbal del grupo. Noor se mantenía callada, expectante, sin duda era mucho más lista que su compañera y cuando habló, lo hizo siguiendo la lógica marcada de la legislación. Por otra parte estaba Donner, un tipo sencillo que no deseaba estar a mal con ninguno de los presentes y que se dejaba llevar en la toma de decisiones. Y finalmente, destacaba Stealer, alguien que precisamente defendía que no hubiera conflicto, posiblemente, el mejor de los cuatro

Anne parecía tener ganas de guerra, y Yilmaz, de forma seria y contundente, debía evitar que la hubiera, asegurando que la justicia del PEC sería aplicada en su momento, pero para eso, nadie debía hacer tontería alguna. Su tono ascendió, así como la convicción de sus palabras, dando una charla para reforzar la unidad que habían perdido, si es que alguna vez hubieran gozado de tenerla.

— ¿En qué mundo vives, Yilmaz? Kurik no violó a Lizza, el médico lo dijo claro, no se la metió, la tía es una puta loca, seguro que le calentó la muy zorra y por eso terminó recibiendo... Si no le hubiera provocado, Mikhail estaría vivo... — Tenía la asertividad de una nuez, continuando con su ataque verbal — Lo que pasa es que Jacobs es la típica niña rica y que está buena, por eso los heroecillos que no tenéis dos hostias salís en su defensa. Pobrecita vaya... — Hablaba con odio y asco, como si la imagen de lo que Lizza representaba removiese todo su ser — A veces se necesita una buena paliza para que cada uno asuma cuál es su lugar, y Jacobs encontró el suyo en una cápsula de camino al manicomio, que se joda...

Jim intervino pidiendo relajación, era cierto que Durrell no ayudaba cuando perdía las formas, siendo especialmente dura en palabras y actos. Stealer estiró la espalda y movió el cuello, casi parecía listo como para contener a su compañera antes de que estrangulase a alguien, aunque ese momento no parecía llegar, mientras que Eylo, con porte serio y firme, usaba un vocabulario más vulgar del habitual e intentaba hacer que Durrell comprendiese que no debía seguir peleando contra sus compañeros, pues él no quería perder a alguien como ella, una frase que la dejó descolocada momentáneamente, instante que Stealer utilizó para tomar la palabra.

— Yo no puedo juzgar lo que pasó ni lo pretendo. Fue un testimonio contra otro, pero sobran los descalificativos hacia Jacobs, joder, Anne, toda esta mierda sobra... Entrenemos, formémonos y consigamos el objetivo por el que estamos aquí — En el primer mes se había evidenciado un interés romántico de John hacia Anne, pero debido a su carácter explosivo no llegaban a entenderse del todo, encontrando Stealer cierta atracción en las formas de Noor, mirándola cada cierto tiempo para ver si ésta tomaba la palabra o se callaba.

— Tú vales mucho Anne. Escucha a Yilmaz. Lo de Lizza ya no tiene arreglo pero lo de William sí. Él debe llegar al PEC para ser juzgado, allí testificaremos y diremos lo que sabemos, seguro se le castigará conforme la ley y, créeme, está muy jodido. Así que no necesitas enfadarte — Noor había tomado la palabra y tras éstas, sonrió levemente hacia John, el cual asintió hacia Joyse. Había cierta complicidad en sus miradas, aunque jamás, se les había observado juntos, a modo pareja.

Yilmaz parecía coincidir con la idea de ser sinceros en el futuro juicio conforme los hechos que pudieron presenciar. Lo bueno que hizo Eylo fue valorar el trabajo de los combatientes en el campo de batalla, algo que provocó cierta relajación, incluso en Durrell, la cual tenía que decir siempre un comentario final.

- Cierto es que si no llega a ser por nosotros — Hizo un gesto de la mano, incluyendo a Jim en la ecuación — El Domo se habría ido a tomar por culo, valiente mierda de soldados vais a ser los demás como no aprendáis a disparar un puto fusil... — Las gracias finales de Eylo habían terminado de recolocar las aguas salvajes en un cauce fijo y tranquilo, sin probabilidad cercana de desbordamiento, a no ser que se continuara charlando sobre ello.

— ¿Nadie más que yo tiene hambre? — Donner sabía cuando variar el tema a algo más productivo, y es que en esa situación no quería ponerse contra ninguno de los presentes, pues con todos tenía relación.

Fue entonces cuando Jim rompió su silencio e hizo una pregunta a Eylo, sobre si iba o no a aislar a Billy, algo que reclamó la atención de todos los presentes, pues era obvio que el muchacho podía pactar con unos y otros una defensa que faltase a la verdad, o eso hizo constar John Stealer.

 Debería estar apartado del resto de los reclutas. Eso es lo habitual y no andar relacionándose con todos. Por su seguridad y por honor a la verdad, pues si tiene amigos, que los tiene, puede comenzar a extenderse versiones sobre lo sucedido. Aunque claro, de eso ya supongo que hay decenas... — Dijo el combatiente, en cualquier caso se mostraba tradicional, mientras no se probase la inocencia del joven, debería estar detenido y retirado de la vida pública hasta que su caso se resolviera.

Yilmaz explicó la situación, en el Domo no habían celdas. ¿Por qué? Quizás porque lo sucedido no fuera algo demasiado habitual, o puede que se saldara de manera extrema sin necesidad de hacer detenciones de por medio. El caso es que no tenían más manera de custodiar a Thompson que como lo estaban haciendo y el teniente era quien emitía las órdenes.

Foster volvía a la carga, recordando que Carl lo había visto todo y que la versión más extendida en el domo era precisamente la que Noor había comentado, pero debían tener cuidado y no empeorar la situación, puesto que podrían estar fuera del ejército si seguían aquel feedback de venganza interminable, incidiendo en la existencia de bandos dentro del Domo, algo que rompía de alguna manera con la tranquilidad habitual del mismo.

— Si os soy sincera, yo no confío en muchos de mis compañeros de aquí — Dijo Joyse tomando la palabra — Sí existen bandos y no me extraña después de lo visto. Prefiero relacionarme con poca gente, pero personas que no van a dispararme por la espalda o a tomar la justicia por su mano. Sin ir más lejos Yilmaz, a ti no te conozco de nada, al igual que a Kalina, Smart me da mal rollo y Carracci no me gusta. Entre otros... Qué quieres que te diga, pero el Domo no tiene unidad y tras esto menos va a tener, tú apoyarás a los tuyos siempre que puedas, es seguro que antepongas a Grey o a Narel antes que a mí o a Anne, y no te culpo, pero no vengas aquí vendiendo que haces un bien por todos, estás siendo político y poner a los combatientes de tu parte, eso buscas... — Miró a Stealer muy seria — ¿No ha dicho Yilmaz que la neutralidad no existe? Está claro, nos vamos a mover por amiguismos, y nosotros unidos estaremos mejor que siendo marionetas de gente a la que ni siquiera le caemos bien...

Stealer no dijo nada ante las palabras de Joyse, estaba claro que la opinión de ella le importaba y mucho, consiguiendo hasta un asentimiento por su parte. Los combatientes, tras la muerte de Kurik, estaban haciendo un pacto de unidad que excluía al resto de los reclutas, cerrándose en banda ante la posibilidad de colaboración.

— Nosotros tomaremos nuestras decisiones, y según las tomemos las haremos saber o no. Siempre y cuando nos interesen. Por ahora todo está dicho, Thompson va a pagarlo en el juicio. No creo en familias donde las rencillas sean pegar un tiro al padre o al hermano, para mí la familia es sagrada, y yo jamás dañaría ni a Stealer, ni a Anne ni a Donner. Tampoco a Jim — Joyse comentaba aquello casi de manera tajante — No juegues a darnos miedo Yilmaz, nosotros cinco juntos seremos soldados espaciales, no lo dudes, más difícil lo tienen los demás. Trabajamos, nos esforzamos y hemos conseguido hasta buenas calificaciones en legislación. No os necesitamos para nada.

Y dicho esto se calló, ninguno de los presentes añadió nada más. Noor Joyse sin ser la más fuerte del grupo, se acababa de erigir como líder, sobre la marcha, siendo la voz visible del grupo de luchadores.

Cargando editor
28/07/2021, 22:19
Narel Dotter

Mes 2. Día 3. Hora 11 a.m. Cocinas.

Narel había reclamado la atención de los dos recién llegados. René se mostraba inicialmente tímido, mientras que Martín hacía gala de todo su encanto sonriendo. Ambos varones parecían haber pasado de un momento de estrés a uno mucho más relajado al comprobar que en las cocinas nada malo sucedía.

— La miel de flor de ulmo... No tenía ni idea de que eso existía  Reconoció la joven memorizando el nombre — Becky dijo que debíamos ponerle miel, pero no sabía que debía ser una concreta  Martín alabó la cocina de sus compañeras, asegurando que el bizcocho había quedado sabroso, una afirmación que hizo que la eridiana sonriera con amplitud, un gesto que chocaba con las marcadas ojeras, fruto del llanto vertido por la pérdida de Sarah, el estado de salud de Lizza  y la escasez de sueño  Muchas gracias Martín, eres muy amable... Ha quedado algo de dulce por si queréis más, quien se acerca a mis dominios consigue premio... — Comentó yendo a uno de los armarios de la cocina, donde estaban los restos del bizcocho muy adecuadamente envasados — Tomad... A ver si lo acabamos. Esta noche haremos otro... — Preparó varias generosas porciones para todos los congregados, aunque ella no tomaría nada, tenía el estómago cerrado desde la noche anterior.

— ¿Cómo te encuentras de la pierna René? ¿Sufres mucha molestia? — Su mirada se dirigió hacia la extremidad de su compañero por unos instantes, mostrando preocupación por el joven natgrewniano 

El momento de abrir la olla era esperado con expectación, dejando inicialmente el honor de probar el licor al representante del planeta del que era originario el brebaje, dando su visto bueno en el proceso, aunque parecía faltarle algo.

- ¿Falta algo? ¿Qué falta? — Zack tomaba la palabra, preocupado por la baremación de su producción, pues confiaba en el criterio de quien más había degustado aquel elixir anaranjado — ¿Naranjas Dalerianas? Vale... Narel, tendrás que hacer un pedido para ajustar la fórmula, si cambia el tipo de naranja también la cantidad que hay que añadir para equilibrar la bebida... Y jenjibre... También jenjibre... — Norris tenía una libretita donde iba anotando los cambios, posiblemente aquel papel fuera como la biblia del alcohólico, un manual de referencia para elaborar cócteles variados.

Narel observaba en silencio las aportaciones de Carracci a la mejora del producto, mientras que Zack tomaba buena nota de ellas y Ruiz, tras devolver el cucharón a Harold, indicó que era una de sus bebidas favoritas.

— También la mía. Tiene un sabor tan suave que puedes tomarlo casi como un refresco. El problema va después cuando te das cuenta que has bebido demasiado y te intentas levantar — Seguramente le habría pasado a la joven alguna vez por la seguridad con la que lo decía.

El brazo precipitado de Carl sobre la muchacha, y la recriminación de Carracci a Brinstom acabó con una queja formal del muchacho — Sufro de gases, es un problema genético... Y a ella le gustan los abrazos... ¿A qué sí?... — Se excusó, sin sacar el brazo de encima de la muchacha, la cual, suspirando de paciencia, forzó una sonrisa incómoda, no buscaba discusión entre los compañeros, pero sí cierta distancia. Su problema es que no quería herir la sensibilidad de Carl, o al menos eso parecía suceder — Voy a recoger los restos del bizcocho — Habilidosamente se había zafado de Brinstom, mientras él la perseguía con la mirada, cual lobo vigilando un cordero.

Harols había pedido discreción, Martín como respuesta, hizo un gesto que les indicaba claramente que mantendría el secreto, pero Carracci le hizo frente, indicando que no era un chivato, momento para que Dotter hiciera un comentario sobre el natgrewniano - Yo confío plenamente en René, es amigo mío... - Le dirigió una mirada agradable que bien confirmaba sus palabras - También en Martín. No he hablado contigo antes de ahora, pero he escuchado tus comentarios en varias ocasiones y se ve que eres una persona discreta, alguien confiable y que disfruta del cobijo de la cocina  — Le guiñó el ojo con simpatía, estaba claro que, siendo especialista en comercio, estaba haciendo un trato con él - Tu silencio, por bizcochos todos los fines de semana

Narel escuchó la sugerencia del licor de hierbas y asintió a Carracci — No hay esas plantas en este planeta, pero podría convencer a Grey de pedirlas, espero que se usen en algún guiso para poder colarlas desapercibidas

Y llegaba un momento de lógica suprema. Zack destilaba, Harold ponía el cerebro en aquel grupo de dos descerebrados y Narel era una intermediaria comercial. Pero, ¿y Carl? ¿Qué cojones hacía Brinstom en aquella ecuación?... Seguramente fuera la incógnita.

- Yo soy el catador y quien anima al grupo. Sin mí, no hay alma de equipo.... — Definitivamente, no tenía vergüenza alguna, pero allí estaba, siendo soportado por todos.

Llegaba el momento de portar la gran olla de destilado y René no podía cargar con el peso debido a las heridas sufridas, así que Ruiz, haciendo alarde de ser un gran igniano, portó la olla hacia el sitio donde debía estar, marcando sus manos tras el proceso, haciendo un comentario que bien debían tener en cuenta.

- Quizás tengas razón, Martín... Pedir un alambique para hacer más cantidad de destilado puede provocar algún enfado en los mandos...  En el fondo la muchacha sabía que aquello, no estaba permitido — Bueno, al menos de entrada tomaremos aquí el licor y si nadie muere en el proceso — Guiño de ojos a Zack — Veremos entonces cómo jugamos nuestras cartas para distribuirlo...

Mientras salían de las cocinas René le hizo un comentario a la muchacha que le hizo sonreír — Millonarios no sé, pero al menos me voy a asegurar de que hay vicios cubiertos que en otros sitios no se tienen... ¿Sabes que parte de la felicidad de un grupo es compartir momentos juntos? Eso solo lo consigue la comida y la bebida...En la estación donde me crie, cada vez que celebrábamos alguna fiesta, nos sentíamos mucho mejor de ánimos tras el evento... En parte me gustaría que en el Domo todos estuviésemos más unidos... Sé que no es momentos de fiesta tras lo sucedido, así que solo puedo hacer lo que está en mi mano... Cocinar y conseguir licores... Ojalá con estos también podamos conseguir tabaco y otros artículos que se consideren de lujo...

Y así fue cómo aquel particular grupo de reclutas, regresaron a la sala de esparcimiento.

Cargando editor
28/07/2021, 22:21
Sargento Dunne Grey

Mes 2. Día 3. Hora 11.00 a.m. Biblioteca

Dunne estaba preocupada por Billy, su rostro denotaba que buscaba la manera de conseguir que el joven saliera de ese problema sin jugarse la vida, pero parecía tener muchos factores en contra.

- ¿Eylo?... Espero que sí sea justo pero... - Dudó unos instantes, temía que la opinión de Yilmaz fuera basada en legislación - Confía mejor en mí, Billy - Ella era muy pirata, Grey podía dejar su moral de lado si era para salvar a alguien que le importaba, el motivo por el que no solía contar jamás todo lo que hacía o sabía, de lo contrario, sus formas serían muy cuestionadas - Lo que hiciste fue lo correcto. Kurik no era buena persona, hizo daño a Lizza y tú solo pretendías que dejara de seguir extendiendo su mal... No te tortures más por eso y busca tu defensa, o más de uno acabará llorando sobre tu tumba y diciendo lo idiota que fuiste - Comentó Grey con malestar. Ella le había dicho lo que él deseaba escuchar, quizás porque entendía que debía salvarle

- Billy, he estado hablando con tu hermano... No le dejan verte pero está muy preocupado por ti - Dijo casi de improviso, quizás sorprendiendo al joven - No le hagas esto, no dejes tu brújula moral en manos de alguien que no te conozca bien y te quiera. Fíate de mí o de Steven. No dejes esa decisión en manos de nadie más, ni siquiera en Eylo - Ella estaba con él, se habían besado públicamente pero aún así, temía que Yilmaz dijera algo que pudiera destrozar la vida del joven - Yo también he matado, Billy - Fue un comentario prácticamente inesperado - He hecho cosas malas y me he librado por muy poco de una justicia que me habría arrebatado la vida. Yo sé lo que es vivir con la culpa, es un castigo, una condena... Pero es algo al final que te impulsa a luchar por el bien y a entender que no puedes caer de nuevo en lo mismo... Por eso ya te dije antes que no le mataras, que no te llenaras las manos de sangre, ni mancharas tu alma... Te lo advertí... - Y así fue como había sucedido. Dunne quería evitar aquel desenlace porque sabía, por experiencia propia, que era algo imposible de olvidar. Una vivencia que siempre te acompañaba

- Voy a intentar que Townhall te deje hablar con Steven. Él me ha dicho que te diga que pase lo que pase, estará a tu lado... - Le tocó el antebrazo y añadió - Yo también lo estaré... Y aunque respeto tu decisión, no la comparto... - Al menos había sido clara en sus palabras, algo que viniendo de ella, era mucho decir.

Cargando editor
28/07/2021, 22:22
Sue McHillgraw

Mes 2. Día 3. Hora 11.10 a.m. Enfermería

La pelirroja aún con una herida que le iba a dejar cicatriz y la ausencia de tres de sus compañeros, parecía sonreír abiertamente, pues como le diría a quien le preguntara, el objetivo estaba cumplido, los skullreps muertos y una gran mayoría de ellos vivos. No había mayor satisfacción que haber ganado esa batalla y sobre los caídos, tenía su propia opinión al respecto que no dudaría en compartir en caso de ser necesario.

- ¿Aguantar el cariño de un hombre? - Sue parecía no comprender aquel término tan poético que usaba la piloto - ¿Qué te la meta y empotre? ¿Hablabas de eso?... Pues claro, los tíos duros son los que te dan más fuerte, y ese brío hace que te corras más... Joder Daya, nunca te han dado lo tuyo, ¿verdad?... Tenemos que solucionar eso... Cuando Duncan me dé el alta y podamos darnos una escapada, te voy a presentar a un par de ignianos que conozco... Una vez nos hicimos un trío y el de atrás me dejó un agujero en el culo del tamaño de un estanque... Cagué líquido dos días. Iba cargado de amor....

Lo peor de todo no era la conversación, si no el rostro preocupado de McCarthy ante la idea de que Banerjee no hubiera disfrutado del sexo como era debido, o como ella creía, se gozaba más.

- Los soldados espaciales son muy deseados. En Ignis hay mucha hambre y pocos lujos, cualquier mujer estaría encantada de echarse un marido soldado, aunque por algún motivo, no es algo común. Creo que les va más las terrícolas - Comentó denotando que era consciente de que el estilo de fémina igniana, o al menos las de la región de donde Sue procedía, eran más o menos como ella en claridad de palabras y quizás por eso muchos varones huyesen de los cariños y atenciones de aquellas particulares mujeres - Y claro yo me dije, si los soldados no vienen a mí, yo voy a por los soldados... Y me alisté - Rio divertida, en realidad no era su mayor motivo, pero el suficiente como para relajarse de charla y que los presentes siguieran mirándola de aquella manera incrédula.

La intervención de Dunkan hizo que la pelirroja se callara, mirando su dedo admonitorio como clara señal de que si el médico hablaba, o lo que se suponía que hacía McCarthy con el comunicador, ella debía morderse la lengua. Así le habían educado en casa, y sus hermanos no eran muy pacientes como para usar la psicología en convencerla de que debía hacer lo que el doctor le dijera. Si un médico decía algo, ella lo hacía sí o sí. Sue McHillgraw podía protestar, pero la última palabra la tendría siempre Duncan.

- No, no, no... Yo no le daría nada sin tu permiso... - Y aquí se revelaba que Sue, a pesar de parecer despreocupada en líneas generales ante la vida, jamás haría lo contrario de lo que un médico decía, a pesar de su aspecto duro y sus palabras que podían inducir a pensar, precisamente lo contrario - En serio Duncan, si insistes en que no coma nada, no tomará nada, lo juro... - Lo dijo con seriedad, muy convencida de sus palabras - Ahora, ¿hay una paciente más difícil que yo? Eso me desmotiva e insulta - Ya volvía a ser la misma de siempre, bromeando ante las adversidades, pero al menos se descubría como alguien en quien se podía confiar. No pondría en juego la salud de su compañera.

Cargando editor
28/07/2021, 22:23
Capitán Frank Kepborn

Mes 2. Día 3. Hora 11.10 a.m. Enfermería

El doctor intentaba no mirar mucho a Daya pues sabía que al final sus pupilas iban a delatarle y seguir la trayectoria horizontal que le llevaba, inexorablemente, hasta la morena muchacha que atendía a las pacientes.

- Qué diablos... - Se dijo antes de quebrar su fuerza de voluntad y observar cómo cambiaba el suero a la joven rubia que estaba apostada en la cama, pensando además que Daya Banerjee valía para todo, lo mismo pilotaba una nave que atendía caídos. No le cabía la menor duda de que alguien así sería muy valorado por el comandante Thompson. Sonrió inconscientemente mientras ella buscaba un encuentro visual con él, esta vez, él no hizo amago de retirada, aguantando con estoicidad aquellos ojos oscuros que podrían derrumbar a cualquier hombre.

Tras el "accidente" del ordenador, el médico titular del Domo le dio una orden a la que él debería hacer frente, comprobar que los últimos informes no se hubieran borrado, como consecuencia del trato inadecuado del brigada con el dispositivo electrónico. Y cuando Duncan saliera de la estancia, vigilaría que así hubiera sido. Suspirando alegremente cuando vio la próxima medicación a suministrar para las dos pacientes, y es que a los doctores les aberraba el papeleo.

Cargando editor
28/07/2021, 22:24
Brigada Lee Joe

Mes 2. Día 3. Hora 11.10 a.m. Enfermería

Una mirada a la recluta, otra al capitán, otra a Daya, otra a Frank. No había que ser muy perspicaz para entender lo que allí sucedía, cruzándose de brazos mientras una sonrisa divertida acudía a su rostro. Aquel conjunto de reclutas era más entretenido que el de hacía dos años, aunque también, el más trabajoso.

Lee Joe era un hombre que intimidaba, no solo por su porte, también por su carácter duro y palabras parcas. Se había tomado la licencia de tirar del cable del ordenador cuando Kepborn le señaló lo que había, y sin temor alguno, ni importarle la opinión del resto, eliminó la primera posibilidad de renuncia del recluta Duncan, dándose el gusto de buscar de aliada a la joven que más miedo parecía tenerle.

- Claro que es testigo, por supuesto - Sus ojos oscuros se clavaron en los de Banerjee y los mantuvo por unos instantes, quizás más de la cuenta y esta vez, ella no le rehuyó. Sonrió divertido y más cuando el doctor hizo referencia a que era una suerte de que no se hubiera caído con el cable - Será que hoy es mi día de suerte - Lo que le sorprendió fue las palabras de McCarthy en lo referente a las órdenes en la enfermería, algo en lo que el médico tenía razón. Allí nadie podía mandar más que él, lo que provocó que el brigada levantase las manos en señal de rendición y no dijera nada más al respecto.

Fue tras ese encontronazo cuando el médico y Joe salieron del lugar, no sin antes decir unas palabras que hirieron sensiblemente a la piloto pero aún así, ni se retractó, ni su rostro varió la expresión tras lo dicho, retirándose con McCarthy para hablar con él.

Cargando editor
28/07/2021, 22:25
Brigada Lee Joe

Mes 2. Día 3. Hora 11.20 a.m. Camino del aula

Cuando ambos varones salieron de la enfermería, se hizo el silencio. Lee Joe era un combatiente, un hombre acostumbrado a los golpes y a los conflictos físicos, no a las charlas, y quizás no fuera la persona más adecuada para tratar el tema, pero de alguna manera, se sentía obligado a ello moralmente.

- Cada vez que piso un campo de batalla tengo miedo - Dijo con una clara aseveración - No por mí ni lo que pueda pasarme, pero sí por mis compañeros, por mis hermanos de armas - Era la primera vez que decía tantas palabras seguidas, todo un logro - Pero cuando lucho, lo que más tranquilidad me da, lo que realmente me permite seguir adelante es saber que hay un médico cerca, alguien que puede traer de las garras de la muerte a quien caiga... - Se paró un momento y miró a Duncan a los ojos antes de decirle algo muy íntimo de él mismo - Me alisté tarde en el ejército y lo hice porque perdí a mi familia en un ataque de skulls. He visto muchos hombres y mujeres caídos, desangrándose a mi lado. He llorado, gritado y creído que me iba a volver loco cada vez que una batalla daba a su fin. Si algo he aprendido de mi corta e intensa carrera en el ejército, es que muchas vidas las recuperan gente como tú, McCarthy. No podemos prescindir de médicos. Yo para el mundo no soy nadie importante, uno más, pero tú sí, porque en tus manos está la vida de los soldados heridos. La humanidad sigue viva gracias a este equilibrio. Piénsalo, no se puede negar una renuncia, y denúnciame si te ha ofendido lo del cable, puede que me quiten graduación, no me importa una mierda. Yo tengo una lucha personal, morir en el campo de batalla, lo demás, no me importa nada salvo que ese equilibrio se mantenga - Y así de claro lo decía. Duncan, inteligente como era, podía intuir que Lee Joe llevaba muy poco tiempo en el ejército, pero para tener el rango de brigada había tenido que participar en muchas misiones o hacer excesivas proezas, y éstas solo se conseguían jugándose la vida. Era un hombre dispuesto a morir todos los días, quizás hasta fuera su finalidad.

- Y sí, tiene permiso para hablar con libertad. En esta conversación puede mentar a mi madre si lo desea - Era un hombre duro, imponente, pero tenía un pasado que le daba su razón de ser. La pérdida hacía que solo se centrase en lo que consideraba importante, la supervivencia de los demás, y estar preparado para seguir luchando.

Cargando editor
28/07/2021, 22:28
Capitán Frank Kepborn

Mes 2. Día 3. Hora 11.20 a.m. Enfermería

La actitud de Daya cuando el brigada y Duncan salieron de la enfermería fue posicionarse al lado de Keira y prepararle el gotero, haciendo su deber sin emitir palabra alguna, pero por la expresión de su rostro, a Frank le resultó obvio de que algo le pasaba, y que tenía que ver con las palabras finales de Joe.

- No pongas esa cara, le gusta cómo eres - Dijo Frank en voz baja tras aproximarse a ella - Y no es al único... - Le pasó la mano suavemente por la espalda en un gesto discreto, una suerte que Sue hubiera cerrado los ojos para descansar o tendría cachondeo para el resto del año - Supongo que le impresiona tu capacidad de adaptación y por eso te va tanteando... Sonríe un poco, anda... 

Daya hizo un comentario sobre la suerte que era tener dos días más para que pudiera ayudar en el trato con los pacientes, aunque a Kepborn aquella aclaración le hizo gracia. En su inteligencia, sabía por donde iban las intenciones de la muchacha y es que dos días, aparentemente poco, era mucho si se tenía en cuenta que ellos ya contaban con la separación temporal a la que inexorablemente, iban a estar ligados.

- Está haciendo un trabajo magnífico, recluta Banerjee - Dijo con formalidad, aunque también con cierto toque de fastidio el romper su naturalidad - Siga así... - Revisó los goteros, y la verdad era que la fémina los manejaba con una soltura que sería la envidia de muchas enfermeras - Está perfecto el procedimiento tal y como lo está haciendo... - Alabó el hombre asintiendo ante la posibilidad de ir al almacén  y poder quedar unos instantes a solas con ella.

Nada más Frank entró en el almacén, hizo lo que realmente estaba deseando desde esa misma mañana, en el preciso instante en que sus ojos se volvieron a encontrar. La tomó por la cintura y le dio un beso en los labios antes de que pudiera haber emitido palabra alguna, evidenciando que lo de aquella noche, no quedaba en el olvido.

- No sabes cuánto estaba deseando hacer esto - Suspiró mientras acariciaba su mejilla, tan cerca de ella como le era posible - Hubiera sido divertido ver cómo se te caía el café, podía haber sido mi excusa perfecta para ayudar a limpiarte - Bromeaba, aprovechando para darle un beso en la nariz, con el fin de que ella también sonriera - Ha habido un cambio de planes. El teniente ha informado al PEC de lo sucedido y se han tomado bastantes determinaciones. Hay mucho lío de por medio, por un lado las hijas de Townhall están dando problemas allí arriba, el padre de Keira también, sin contar con el de Kurik, el de Thompson, y el PEC de Castle también quiere explicaciones... Townhall está desbordado, a esto se le suma la misión que debe realizar y que le obliga a que su cadena de mando esté muy en entredicho, se tambalea... Y si eso sucede es posible que vuestra formación militar no llegue a término si otro Domo no os acoge... - Estaba siendo excesivamente sincero y eso a veces no era muy conveniente, pero de alguna forma, ella tenía que saber lo que pudiera llegar - Con Grey en la cadena de mando estas cosas no sucedían. Ella es un problema en otras cuestiones, pero siempre ha apostado por Harry y los reclutas han cumplido bajo su mando. Esta vez, lo que ha pasado no tiene nombre... En cualquier caso Daya, quiero que estés tranquila, si se quiebra tu Domo, yo intentaré que puedas pasar al quince, puedo intentar lucharlo... 

Frank asintió a la mujer, no sin antes haber robado un nuevo beso de sus labios, ciertamente no iba a desaprovechar estos dos días que les quedaban, aunque fueran encuentros furtivos, deleitándose en el gesto, saboreando su piel.

- En los períodos de formación siempre surgen problemas, Daya. Heridos, conflictos y a veces insubordinaciones - Comentó serio - Y no es buena cosa que me quede aquí mucho tiempo porque falto a mi labor. Pero Harry es mi amigo y no voy a dejarle solo en este instante. Mi conciencia no me lo permite... 

Kepborn era un hombre de principios, con potencialidad de saltarse las reglas si era por un bien, como estaba demostrando. Las personas se anteponían ante los protocolos, así era su forma de proceder.

- No puedo dormir hasta que Duncan despierte, Daya. Nuestra responsabilidad es atender los enfermos y asegurar de que estamos donde debemos, por si hay urgencias. Si alguien muriese cuando estoy de guardia, en el momento en el que me he ido a descansar, jamás me lo perdonaría. Comprende que no debo retirarme. No aún - Su mirada agradecía el interés pero su obligación era estar en su puesto.

Frank escuchó sus miedos y preocupaciones, asintiendo lentamente ante ellos antes de buscar las palabras adecuadas para resumir la situación.

- Lizza Jacobs solo tiene un familiar, un hermano pequeño que está a su cargo, diecisiete años - Aquella información era también bastante triste de asumir, el joven se había quedado solo en el mundo - Townhall ya ha dispuesto que pase a la academia de formación militar, no al orfanato - Miró significativamente a la mujer, eso implicaba que el teniente cubriría los gastos del muchacho como si fuera su propio hijo - El diagnóstico de Jacobs pinta mal, puede que tenga problemas permanentes, aunque yo no soy neurólogo, no puedo apostar por ello... Pero sí podremos saber de ella, los PECs están conectados, seguir la pista a alguien es relativamente sencillo...

La preocupación de Daya por William no le pasó inadvertido al capitán, el cual se mostró algo serio, porque entendía que la situación a ella le dolía, y tenía mala pinta, al menos de entrada.

- Steven, el hermano de Thompson, tiene prohibido salir del Starliner porque es muy probable que si ve a cualquiera de los guardias al lado de su hermano, lo reviente... O al menos eso teme Townhall... Y el conflicto se incrementaría - Indicó el médico con seriedad - Está desquiciado desde el ataque, es un tipo tranquilo generalmente, muy buena persona, pero claro, quiere a su hermano y capaz es de hacer una locura... Sé que Harry tiene pensado dejar que hable con William, pero bajo supervisión... Yo sé que el padre de William es un hombre muy eficiente y confiable en sus labores de comandante, estoy seguro de que sea como sea, no dejará de lado a su hijo, eso me... sorprendería... - Pero era una opinión personal puesto que en el fondo, él no sabía todo lo que acontecía en las vidas personales de los demás oficiales, tan solo usaba la lógica de lo que él mismo haría como padre - Daya, explícame porqué intuyo que esto es tan importante para ti... Presiento que te sientes muy unida a William... Cuéntame qué sucedió con él, con Kurik... Cómo es tu versión de los hechos en esta historia...

Y es que el capitán tenía una idea aproximada de lo que había sucedido, pero no hasta el indagar los pormenores de la historia, al fin y al cabo, él tenía otras responsabilidades distintas a las planteadas.

Cargando editor
28/07/2021, 22:29
Milena Kawalski

Mes 2. Día 3. Hora 18.00 p.m. Barracones

La joven y sonriente muchacha entendía que sus palabras, que tenían la buena intención de dar el pésame, habían sido tomadas de la peor manera, sintiendo una vergüenza profunda que le hizo callar, aunque no a Elon, él siempre tenía algo que decir, y más cuando alguien le molestaba.

En esas condiciones la llegada de Foster era de agradecer, así como la simpatía natural que desprendía. Milena se repuso al encontronazo sonriendo a la conductora.

- Muchas gracias por la bienvenida, Jim. Encantada de conocerte - Sentía relajar la tensión inicial mientras se decidía a probar el obsequio que les ofrecían, unos trocitos de bizcocho que habían quedado tras el desayuno. Iba a coger uno pero Elon le tomó la mano antes de que se aventurase a tomar nada, siendo él quien probase en primer lugar el dulce, antes de consentir que Kawalski lo llevara a la boca - Qué rico está - Dijo entonces la joven, intentando ser agradable a pesar de lo extraño que debiera parecer la situación a los reclutas del Domo 12.

La aparición de Yilmaz provocó que Kawalski sonriera levemente, pero no parecía sorprendida. Ella sabía que Eylo estaba destinado en el Domo 12, su actitud lo demostraba - No te preocupes, no pasa nada - Dijo la joven justificando a Anne cuando el líder del Domo le indicó que se metiera la lengua por el culo, saludándole posteriormente, estaba claro que le había reconocido, hacía ya siglos desde que se vieron por última vez - Eylo me alegra verte, hace ya ocho años desde la última vez... - Y se sonrojó, pensando que aquel hombre le había visto pasando por sus peores momentos, o al menos los más humillantes.

La joven parecía tener buena memoria para los nombres y se mostraba sociable, una característica innovadora dentro de las féminas del lugar, pues muchas de ellas tendían a ser más calladas, reservadas y observadoras. Milena no era así, simplemente trataba con naturalidad a sus compañeros con la mejor de sus sonrisas, como si estuviera conociendo a gente en una fiesta privada, pero sin llegar a ser saturante. Tenía un equilibrio perfecto entre prudencia y extroversión.

- Encantada de conocerte Daya, no te preocupes, comprendo que la situación que habéis vivido no ha sido la mejor y que aún los ánimos están algo subidos... - Comentó la joven con educación, respondiendo la pregunta que seguidamente hizo Foster - Yo nací y me crie en el PEC 3 - Dijo la muchacha mostrando naturalidad en su forma de comunicarse, evidenciando sencillez- Aunque he vivido en muchos sitios, en varios orfanatos militares y en academias privadas - Comentó sin salvaguardar detalles sobre su pasado - Soy especialista en armas a distancia, francotiradora concretamente... ¿Y tú, Jim? ¿De dónde eres? ¿Especialidad?

La voz de Jim volvió a los oídos de Milena, preguntando a la joven lo evidente, si ella y Yilmaz se conocían de antes. La recién llegada notó como sus mejillas se sonrojaban cuando Foster le dijo al eridiano que la abrazase y le diera un beso, creando una situación un poco más tensa de lo necesario. Hubo un instante en que parecía aquello más un interrogatorio que un saludo de compañeros y por los comentarios de Eylo, así como que rehuyera del contacto de Jim, determinó Milena que las relaciones en ese lugar eran un tanto extrañas.

Foster respondió a Yilmaz, ¿no había cierto malestar entre ellos? Milena no dijo nada, esa situación era tan incómoda como la de Anne, se fijó en Elon y él le devolvió la mirada negando con la cabeza. ¿Por qué diablos se comportaban de esa manera tan extrema entre compañeros?

- Jim, eso es cruel - Dijo Milena rompiendo el silencio ante el comentario de los abuelos, al menos la muchacha daba su parecer y defendía lo que consideraba justo. Todo lo que no se había aventurado a defenderse a sí misma frente e Durrell, sí lo haría constar en cuando a Yilmaz - Si conoces a Eylo, ese comentario sobre su familia, sobra. No hace ninguna gracia... - La joven comenzó a caminar hacia el interior de los barracones para quitarse de en medio, estaba visiblemente incómoda, algo que aún podría empeorar más cuando se hizo pública la presentación de Billy, alguien que según Foster, iba a palmarla en un juicio.

Milena no necesitó mirar al muchacho cuando reconoció su voz, tensándose casi al instante y levantando el rostro para terminar observando a un muy sorprendido Thompson, el cual había incluso palidecido al encontrarse, llamándola por la contracción de su nombre, un término afectivo por el que pocos le llamaban - Suli...  Billy... - Iba a decir algo más pero William se evadió, avergonzado por las esposas y la situación del encuentro. Milena apenas tuvo más tiempo de reacción que para un pestañeo, sintiendo un malestar casi instantáneo, necesitó sentarse en la primera cama que vio cerca de ella, se encontraba pálida y mareada.