Partida Rol por web

Me disponía a buscar mi libreta para anotarles el teléfono cuando escuchamos los pasos de alguien bajando las escaleras,entonces pude sentir casi como si el mundo se detuviese excepto porque aquella chica se acercaba y mis ojos la seguían sin oportunidad alguna de evitarlo.

Cuando quise darme cuenta la tenía delante y yo me encontraba de pie boquiabierto -ahh...- dejé escapar tratando de buscar las palabras -Andrea, encantado- seguí tratando de disimular lo mejor que pude el efecto que aquella aparición había causado en mí, sin embargo era consciente de que acababa de dejarme en evidencia y no pude evitar sentirme estúpido y avergonzado por igual apartando la mirada un instante, pero no más tiempo pues algo me pedía contemplarla de nuevo -supongo que también estáis en la investigación- expuse ligeramente sonrojado.

-No sé si ya os conocéis- pronuncié haciendo referencia a mi compañera haciendo un gesto con el brazo hacia ella -Mónica- la presenté brevemente dando su nombre sin explayarme por si era así antes de seguir -me ha ayudado a encontraros y estaba expresando a vuestros compañeros mi interés por unirme a vuestra labor- dije cayando de una vez "en serio ¿que te pasa?" me dije a mi mismo al darme cuenta que con los nervios quizá estaba hablando demasiado mientras me peinaba lo que tenía de flequillo hacia abajo, queriendo esconderme en él ¡Apenas les había dado tiempo a contestar y ya les había soltado todo el rollo!

Me quedé parada en medio de la escalera al ver a dos extraños abajo, junto al reducido círculo de humanos que estaba empezando a conocer, apreciar en algunos casos.  Aunque en mi delicado rostro no se mostraba más que un esbozo de curiosidad, un ligero fruncir del ceño, Valeria notó mi cuerpo tensarse ligeramente por la sorpresa.  Había asumido que la joven que atravesaba la propiedad justo antes de Francesca sería la llamada Mónica pero, por lo visto, me había equivocado totalmente. No debo mostrar mi naturaleza, no aquí.  Y retomé mi descenso por las escaleras. Y nuevamente, incluso estando vestida, notaba las miradas clavarse en mi rostro y en el cuerpo que se sugería bajo el fino vestido blanco.

​​​Permanecí callada, escuchando la presentación de Andrea, con una sonrisa cálida, casi de admiración, en la cara. 

¿Y cuál es esa labor, si puede saberse? -​​​​​​ pregunté de manera inocente. -Valeria - giré mi rostro hacia ella, fingiendo estar enfadada. - No me ha querido explicar nada.. creo que sólo me quiere para probarme vestidos..- terminé, dulcemente, agarrando la mano de la doctora con fuerza.  Ignoré a Mónica por el momento, en principio mi intención era no conversar con ella.  Algo me empezaba a inquietar y no sabía qué.

Para mí, el muchacho y la mujer que lo acompañaba eran el día y la noche. Ahora esta última callaba, lo que me daba más mala espina aún. Pero seguía estando raro con respecto a ella, un hervidero de emociones que solo pude desviar dejando de pensar en esa mujer. Por mi parte la respuesta de Marc fue más que acertada.

Eressëa hizo acto de presencia, otra persona que influía en mi mente, pero esta de un modo distinto. Era evidente que Andrea había notado su influjo, pero algo había cambiado en el rostro de la rubia. Me sentía más interesado en ver que pasaba ahora, más que en hablar. Aún así aclaré para los recien llegados - También les pregunté yo eso y no me respondieron. - ¿Se había filtrado qué hacíamos aquí? ¿Cómo sabían qué pasaba? Y transmito de nuevo sus intenciones - La señora Mónica y Andrea nos han propuesto colaborar con nosotros.

Enarqué una ceja al escuchar las palabras de Andrea. No terminaba de fiarme de Mónica y que hubiera llegado a la villa en compañía de un muchacho, alegando que querían ayudarnos en nuestra labor era cuanto menos extraño. Pocas veces había visto a alguien que ayudase sin pedir nada a cambio.

-¿A qué tipo de labor te refieres, chico? -insistí, mirando a Andrea con curiosidad. El muchacho no parecía peligroso, pero el hecho que la primera vez que había visto a Mónica hubiera sido en tan extrañas circunstancias me hacía sospechar.

Mónica mira a Marc unos segundos antes de responderle 

-"Verá,joven,mi amigo y yo somos fotoperiodistas y sabemos que ha habido desapariciones de pescadores en la isla.Ustedes no son de aquí pero Andrea y yo sí y hemos oído mil historias sobre seres que habitan los mares,seres que muchos creerían que sólo pertenecen a la mitología pero ambos tenemos motivos para creer que no es así.Los motivos de mi joven amigo los tendrá que desvelar él pero yo les diré que tras años de investigación y de hablar con decenas de pescadores y familias de los desaparecidos creo que efectivamente ahí abajo hay algo más que peces...quizás les suene a locura pero no por nada esta isla es conocida como el Hogar de las Sirenas"-la mujer calló para daros tiempo a que digirierais lo que acababa de decir pero tras la intervención de Ronan la mujer hizo un gesto con la mano expresando su conformidad-"Efectivamente,los tiburones actúan sólos y no atacan a no ser que haya un motivo  ¿su amiga sangraba?Porque si no es así no es lógico que la atacasen.Dicho esto lamento mucho vuestra pérdida y me remito a mis anteriores palabras:aceptad nuestra ayuda,podemos ser útiles,conocemos a la gente de aquí,tenemos contactos..."-
 

La aparición de las dos mujeres hizo que Mónica se callara para observarlas detenidamente,en especial a Eressëa aunque aquello comenzaba a ser lo normal cuando ella estaba cerca sin embargo alguno de los presentes podría decir que el magnetismo de Mónica rivalizaba con el de la sirena.La intervención nerviosa de Andrea hizo que la mujer sonriera con diversión antes de presentarse 

-"Empezaba a pensar que este grupo sólo se componía de hombres-"bromeó extendiendo la mano a ambas-"Mi nombre es Mónica y soy fotógráfa,trabajo en Il Messaggero.Como les decía a sus amigos creemos que podemos ayudarles en su búsqueda sobre lo que está sucediendo aquí,en Capri.Maximo les hubiera podido dar referencias sobre mi pero me temo que un asunto personal le hizo marcharse de manera apresurada,es por ello que me he atrevido a venir aquí a ofreceros mi ayuda"

La fotógrafa movía ficha y ya arrojó luz sobre lo que sabía. Bien, supongo que no habría que temer por los secretos, pero aún así una sombra de duda se cernía sobre si sus intenciones eran buenas o malas.

Con respecto a la colaboración supongo que habría que ver que opinaban los demás. Seguía pensando en que tendrían que pedir permiso a nuestros promotores, pero supongo que ya la verían pululando por aquí.

Por el momento no tenía más que decir, apuré mi copa, la primera, y decidí que por el momento no bebería más. 

Cuando la chica preguntó a que me refería dejando en claro que no tenía ni idea no pude evitar sentirme ligeramente sorprendido, dudando sobre hasta que punto, a diferencia de como había hecho Mónica valerosamente, podía entrar en detalle, así que decidí no mojarme demasiado -investigar las causas de las desapariciones e incidentes que se repiten con frecuencia en estas cosas- expliqué.

La conversación se había puesto interesante antes de la aparición de ambas, y aunque me hubiese gustado añadir un par de cosas no parecía el momento para recuperar del todo el tema, además una parte de mi mente estaba.... en otras cosas "¿entonces no está metida en la investigación?... ¿será un ligue de esta otra chica?" concluí mentalmente tras escucharla y ver como tomaba de la mano a Valeria. 

Miro concierto sonrojo a Eressëa y me disculpo con la mirada, antes de voltear hacia nuestros visitantes.

-Andrea, Mónica. Encantado de conocerles. Soy Valeria. ¿Ya les ofrecieron algo?.

-Ere, cariño. Sigueme, vamos a la cocina, hay que atender a los señores.

Con la marcha de Máximo y la muerte de Bianca, nuestro grupo había quedado más que reducido. Literalmente solo quedábamos Mike, Marc, Valeria y yo para investigar lo que estaba sucediendo en esas costas, por lo que no creía que las personas para las que trabajábamos tuvieran el menor inconveniente en que una fotógrafa local y un chico joven quisieran ayudarnos.

-¿Creen que las desapariciones que se están produciendo son a causa de... sirenas? -inquirí, fingiendo extrañeza. Puesto que Mónica y su compañero habían sacado a la luz aquella palabra, lo mejor era hacerse el sorprendido, como si no supiera nada al respecto-. Desde luego toda leyenda tiene una base real.

De inmediato sientes una intensa atracción y simpatía por la fotógrafa.Obviamente es alguien de quien te puedes fiar,no sólo eso sino que sientes que te debes fiar de ella pues todo en ella da a entender que se trata de alguien con juicio y capaz de llevar a buen puerto una investigación como aquella

Miré un segundo a Valeria, sin saber qué pretendía. ¿Esa actitud servil era por Mónica?.  Sin embargo, como confiaba en ella, me comencé a dirigir a la cocina cuando el hombre que me ofreció un arpón habló. De sirenas.  Paré mis pasos un instante y me giré hacia el salón, me interesaba muchísimo la respuesta a esa pregunta.

Sonreí amablemente ante la presentación de Valeria antes de que Ronan recuperase el tema principal, entonces me giré hacia él asintiendo con la cabeza -puede que suene absurdo pero no solo no lo descartaría, sino que es mi principal hipótesis- expliqué cuando preguntó a cerca de las sirenas sonriendo cuando comentó que las leyendas tenían una base real, en señal de que coincidía plenamente con aquella afirmación -así es, toda leyenda tiene su parte de verdad, lo que no quiere decir que todo lo que hayamos podido escuchar de ellas sea cierto, sin embargo ¿no tendría sentido que alguien con un mayor nivel de inteligencia dirigiese a aquellos tiburones?- expliqué antes de disculparme por sacar el tema de su compañera -lamento echar sal en la herida, pero... no ha sido el único caso de este tipo ¿averiguar la verdad detrás de todo esto y ponerle fin no es lo mejor que podemos hacer para honrar la memoria de los que se han perdido?- expuse entonces.

El chico fue mucho más comedido que la mujer. ¿También lo tendría a él controlado?

Ronan mostró sorpresa, en una actitud prudente y estratégica. La cosa se ponía interesante.

Todo fluiría mucho más natural de no ser por las malas vibraciones que me transmitía la mujer, y que además de algún modo sentía que no podía actuar contra ella. Así pues con ese conflicto interno me encontraba como en tablas, sin poder actuar en un sentido u otro, por el momento - Valeria. Ya les he servido agua, no quisieron nada más, aunque no sé si habrán cambiado de opinión...

Sonriendo me pongo a cortar pedacitos de jamón y queso y busco un poco de galleta. Acomodo todo y formo unos canapés, los cuales sirvo en una bandeja. Posteriormente, coloco unos vasos de cristal y una pequeña hielera en otra bandeja. Con una sonrisa regreso al salón con los canapés, y regreso a la cocina por la segunda charola y una botella de licor.

De inmediato sientes una intensa atracción y simpatía por la fotógrafa.Obviamente es alguien de quien te puedes fiar,no sólo eso sino que sientes que te debes fiar de ella pues todo en ella da a entender que se trata de alguien con juicio y capaz de llevar a buen puerto una investigación como aquella

En aquel momento el timbre de la casa vuelve a sonar aunque no es el de la puerta exterior sino el de la puerta de entrada a la casa directamente