Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

1. Consejo de Thanes.

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24/02/2014, 00:20
Khaled

El grave vozarrón de Irileth, anunciando la llegada del Jarl, cortó de raíz las conversaciones.

Khaled dejó la bandeja a un lado y se bajó de la mesa. Sentado de espaldas como estaba, no podría ver lo ocurría. Ocupó su lugar, de forma más tradicional, en una de las sillas desocupadas.

Balgruuf fue directo al meollo de la cuestión. Sin ceremonias, sin introducciones ni rodeos. Ulfric había sido capturado junto a otros rebeldes, y estaba siendo transportado a Helgen, para su ejecución.

Los capas de tormenta atrincherados al sur de Carrera Blanca eran una amenaza, y era necesario eliminarlos. Y la responsabilidad de lidiar con ellos caía en las manos del Jarl Balgruuf.

Quienquiera que había conseguido capturar a Ulfric podía haberlo ejecutado allí mismo. Que fuera su cadáver lo que reposara en el fondo de un carro, camino de Helgen. Pero a Tulius le interesaba algo más que descabezar a los capas de tormenta. le interesaba forzar a Balgruuf a tomar partido. Convertirlo en un enemigo de los capas de tormenta supervivientes y, por defecto, en un aliado del Imperio.

El viejo Vignar no pudo callarse lo bastante como para que el Jarl terminara de hablar. Por si alguien todavía no tenía claro en qué lado del conflicto se situaba la familia Melena Gris.

—Ulfric vela por Ulfric —respondió, en voz lo bastante alta como para ser oído por toda la concurrencia, al exabrupto del viejo compañero—; se ha mirado al espejo con la corona puesta y se ha enamorado de su regia estampa. El Imperio vela por lo que queda de imperio, como un crío al que un matón le ha partido la cara y robado la mitad de sus juguetes. Y los thalmor están encantados con todo lo que ocurre.

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24/02/2014, 01:15
Elynea

Elynea miraba la copa de vino que balanceaba ociosamente en la mano, como si estudiase el líquido. No la había probado, y tampoco pensaba hacerlo pero en algún momento uno de los sirvientes la había llenado.

«Y allá vamos otra vez... » suspiró para sus adentros «Estúpida guerra civil»

Si había algo que odiaba todavía más que la política era cuando esta se mezclaba con asuntos que verdaderamente importaban. Porque tenía la mala costumbre siempre de hacerlos a un lado como si no importasen nada. Cualquiera diría que Tulio estaba tratando de averiguar sutilmente la postura de Carrera Blanca.

Y para colmo le iba a tocar tener que hablar.

Existe una Legión Imperial, thane Karin, es precisamente la que está ocupada por todo Skyrim peleando con unos señores llamados Capas de la Tormenta. Aunque creo que ya los conocéis—comentó como si hablase con la copa—. Y espero de verdad que no llegue el día en que los bandidos y los mercenarios de verdad hagan el trabajo de quienes se supone que tenemos un título precisamente por ayudar a la gente de la comarca.

Dejó de nuevo la copa en la mesa. No pretendía ser dura con la bardo pero... ¿Igual había sonado un poco seca? No se había dado cuenta. Oh, al diablo, lo suyo no era la diplomacia.

Balgruuf parecía tranquilo, y no tenía muy claro cuáles serían sus intenciones pero una cosa sí estaba clara: Juntar los términos "Batallador", "Melena Gris" y "Guerra Civil" en una misma sala era lo mismo que prenderle fuego a un almacén de aceite. Y dudaba mucho que el jarl acabase de hacer eso sin tener un plan B para evitar que su palacio saliese volando por los aires con la explosión resultante.

Entonces Khaled habló, y la clériga enarcó una perfilada ceja. En honor a la verdad, no habría pensado que aquel juerguista consagrado fuese capaz de decir alguna cosa que no tuviese que ver con marcas de aguamiel nórdica. Envió una segunda ceja a hacer compañía a la primera cuando comprobó que además aquella cosa hasta era seria, e incluso susceptible de cierta.

Dudo mucho que nos hayan reunido discutir sobre política, caballeros—estiró un índice como quien hace un inciso rápido para evitar que nadie le respondiera explosivamente. Vale, por esta vez merecía la pena respaldarlo un poco. Pero que no sirviese de precedente—. Imperiales, Capas de la Tormenta... Eso es lo que menos importa ahora. Lo que importa ahora es que a las gentes de Helgen les va a pillar esto en medio sin estar ni si quiera participando en esta absurda guerra civil. Se van a ver envueltas en un derramamiento de sangre que no se han buscado. Pero quizá eso es demasiado difícil de ver para quien está muy ocupado mirando lo inspirador que es su estandarte.

No dijo a quien se refería pero como el concepto era aplicable tanto a un bando como a otro, que se diera por aludido quien se quisiese dar. Cruzó los brazos sobre la mesa primero y sacudiendo ligeramente la mano a un lado después. Hablaba sin alterarse, pero firme.

—Me da igual cómo se llamen quienes pretendan marchar sobre Helgen, o de qué color sea su uniforme, o lo que digan representar. Yo velo por las personas que viven allí.

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24/02/2014, 07:48
Karin

- Ulfric vela por Ulfric - concedió Karin a Khaled con un gesto de la cabeza

Recorrió la sala con los ojos. El calor del vino la amodorraba un poco, pero no lograba su objetivo. Le llegaban recuerdos de aromas, tactos, sonidos y visiones..."Ahora no".

- ¿Pero eso significa que Tulio es quien vela por Skyrim? - hablaba con toda naturalidad, repantigada en la silla -. No lo creo. De momento ya quiere que aceptemos luchar una de las batallas de su legión, una para la que, estoy segura, no nos necesitan. Quiere convertir a los thanes y otros vigilantes de la Comarca en sus sicarios o poder llamarnos traidores abiertamente

Empezó a dibujar distraídamente con el dedo la mesa valiéndose de un poco de vino derramado.

- No podemos ignorar que Ulfric, si bien ha cometido sus pecados, tiene fuertes pretensiones para ocupar el trono de Skyrim. El hecho de que vaya a ser ejecutado no resta legitimidad al derecho que le reconoce la mitad de nuestro país. En la mayoría de las culturas que conozco, atacar a hombres del rey como serían en este caso los Capas de Tormenta es algo bastante parecido a la traición. Y si no queréis considerar eso, considerad esto; Carrera Blanca renunciaría a su neutralidad y quedaría enzarzada en la Guerra Civil, una guerra entre hermanos que los Thalmor y su Imperio títere han provocado. Estaríamos en práctica guerra contra las Comarcas del Este, y todo por convertirnos en...¿Cómo lo has dicho, Elynea? "bandidos y mercenarios" al servicio del Imperio

Suspiró con fuerza. No había ofrecido soluciones, sólo analizado el problema. Quería que se dieran cuenta; no era ninguna tontería que se pudiera liquidar en los postres. Salvar unas cuantas vidas en Helgen podía costar millares unas semanas, unos meses o unos años después

 

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24/02/2014, 16:39
Thadeus Allectus

Thadeus, ante aquella noticia, se sintió un poco frio; ya llevaba una temporada viviendo en Carrera Blanca, que precisamente parecía ser neutral con respecto a la guerra civil. La reacción del melena gris le pareció previsible. De hecho, las reacciones de los presentes seguro que eran diversas en un lugar tal como carrera blanca; oficialmente neutral, y de repente, esta noticia sobre la guerra civil.

Por ello, él tomó un sorbo de su copa de vino y se mostró sereno ante aquellas palabras. No es que fuese un insensible; sabía que aquello significaba discordia, pero era inevitable. Los conflictos no son eternos, y en un lugar neutral, habría gente de ambos bandos. Era previsible que sucediese algún día.

-En realidad, evitar unas muertes provocará otras. Es una guerra, y la victoria en una guerra no está tan clara; nunca podemos saber a ciencia cierta cuál debería ser el resultado más ventajoso, o quien tiene razón. Y aunque una causa sea más justa que otra, si hay dos bandos enfrentados, las escaramuzas son inevitables. Igualmente estamos hablando de atacar a personas, que bien podrían ser víctimas de sus ideales, y a su vez verdugos de inocentes. Así es la guerra –dijo a Karin, ya que notaba el desasosiego en sus palabras-. Una guerra es una situación cruel, se mire desde el punto de vista desde el que se mire; más bien yo diría que no hay vencedores, solo vencidos.

Thadeus volvió a tomar un trago de aquel vino que servían en el banquete, y se dio un respiro; era difícil tratar aquellos temas, y más siendo un extranjero en aquellas tierras. Por ello, siguió hablando intentando que su tono fuese lo suficientemente tranquilo para intentar transmitir lo que él pensaba: una guerra siempre traía calamidad a quienes participasen en ella.

-En todo caso, es decisión del Jarl la manera de proceder en esta situación. No veo mal comentar la situación, y me temo que cada uno verá la situación de distinta manera, pero no está de más entender que quien gobierna aquí es el Jarl, y que pese a todo, vivimos todos en Carrera Blanca, y deberíamos pensar qué es lo mejor para Carrera. Las guerras civiles no suelen ser justas, pero si acabase, lo mejor que podríamos hacer todos es colaborar para paliar en la medida de lo posible las consecuencias de la guerra.

El mago quería mostrar abiertamente ante aquella gente que él permanecía neutral, y que más bien le interesaba escuchar lo que Balgruuf fuera a decir a continuación. Ya llevaba un tiempo viviendo en Carrera, y aunque pareciese raro, comenzaba a sentirse parte de aquel lugar. Aunque aún seguía sin soportar del todo bien aquel clima invernal, pero sería cuestión de tiempo que terminase adaptándose al clima y a las costumbres del lugar.

-Así que eso es lo que el general Tulio ha pedido, pero creo que todos debemos oír la voluntad de Balgruuf – dijo para que la gente allí presente no olvidase quien era la autoridad; Balgruuf podría oír una buena cantidad de opiniones, y de hecho seguro que quería escuchar de boca de los presentes qué opinaban-. Sobre todo, espero que la sabiduría guie las próximas palabras del Jarl – dijo de manera formal, incitando a que los presentes escuchasen con atención aquello próximo que fuera a decir Balgruuf, para que arrojase algo de luz a aquel asunto.

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24/02/2014, 16:43
Medea

Medea comenzó a aburrirse ante aquel parloteo de su amo. "Los humanos siempre matandose los unos a los otros, qué tontos son. La comida, eso sí es algo importante" 

Ante su pasividad con aquellos temas, se paseó por encima de la mesa, apartándose de aquellos que parecían mirarla demasiado, hasta llegar a aquel plato. Se trataba de un plato lleno de cuñas de queso, de suculento queso. Fue a coger una con la boca, pero por un momento alzó la mirada hacia quien se encontraba delante de él; la elfa oscura. Así que compuso su mirada más dulce, medio agachada en la mesa, para decirle en tono agudo:

-¿Miau?

Estaba deseando agarrar ya una de esas ricas cuñas, antes de que la gente volviese a prestar atención a la mesa en vez de a su amo, que ya se encontraba parloteando.

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24/02/2014, 17:22
Elynea

No, querida, lo que he dicho es que lo que verdaderamente importa es que hay granjeros, mercaderes, y ese tipo de gente que no tiene nada que ver con la guerra que corre peligro de verse envuelta en medio de un matanza. Pero no debiste oír esa parte—suspiró Elynea—. Es decir, asumo que es eso, y no que lo que estás sugiriendo como alternativa es que nos quedemos aquí sentados bebiendo vino mientras en Helgen corre la sangre a manantiales.

Siempre que salían los dichosos bandos a la palestra, la política acaparaba el escenario en detrimento de la gente normal y corriente. No podía culpar a nadie por la opinión que tuviese sobre un bando u otro, pero simplemente aquel no era el momento para que dichas opiniones tomaran las riendas de algo que nada tenía que ver con el azul o el rojo. Lo siguiente en concreto, trató de decirlo con suavidad:

Karin, no dejes que tus ideales nublen tu juicio, no hay un rey ahora mismo, ni los Capas de la Tormenta son sus hombres. De lo contrario no estaríamos en medio de esta estúpida guerra en la que medio Skyrim dice que la reina suprema es Elisif y el otro medio dice que es Ulfric—se pellizcó el puente de la nariz. Decir aquello con suavidad había costado más de lo que había pensado en un principio, ahora tenía la sensación de sufrir calambres en las cuerdas vocales—. Pero a Oblivion con los bandos. Estamos hablando de gente que no tiene nada que ver con ellos.

Y Thadeus tenía razón en una cosa: el que decidía era el jarl. Aunque un jarl sabio escucha a sus consejeros y a sus thanes antes de decidir nada, nadie se lanza a tomar decisiones si tiene a media corte en contra. Y Balgruuf no era idiota.

Hasta donde he entendido la petición no es arrasar ningún campamento de los Capas de la Tormenta, es vigilar que no haya una carnicería en caso de que se produzca una marcha sobre Helgen, ¿no?—resumió, y miró a Balgruuf—. ¿Qué opina el jarl de Carrera Blanca de la situación?

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24/02/2014, 23:39
Khaled

Elocuentes y no tan elocuentes aportaciones de gran y humilde calado se vertían alrededor de la mesa.

Khaled tenía también opiniones al respecto, todo el mundo tenía opiniones. Varias, probablemente. Y si no las tenía, podía inventarlas. Era más fácil crear opiniones que crear excrementos. Y al menos los excrementos servían para fertilizar la tierra.

Thadeus y la otra dunmer, esa sacerdotisa con el gesto agrio de quien veía pasar las estaciones, pero solo conocía el invierno en sus vísceras, habían devuelto la atención a Balgruuf. Por fin.

Así que no dijo nada más. Salvo una nimiedad. Una cosa era no dar su opinión, y otra no aprovechar el silencio para soltar lo que tenía en la cabeza.

—¡Mira lo que has conseguido, Vignar! —exclamó, soltando una carcajada—. Ahora todo el mundo está dando su opinión. Irileth va a acercarse en cualquier momento a darnos una azotaina por interrumpir a Balgruuf. Por cierto, bonita, —se giró hacia la veterana dunmer y le guiñó un ojo—, puedes empezar por mí si quieres.

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25/02/2014, 11:22
Volshyene

Volshyene arqueó una ceja ante las primeras afirmaciones de Khaled. Expresadas con su ordinariez habitual, sí, pero muy certeras, lo que no dejaba de ser sorprendente en un bruto como aquel. Claro que Khaled era inteligente, pero era fácil olvidarlo cuando de normal se empeñaba en emular grados de estupidez épicos, y para colmo alcanzándolos con un éxito pasmoso.

Sin embargo, ante la discusión que siguió suspiró y continuó bebiendo vino a pequeños tragos. Era el tipo de debate que nunca llegaría a ninguna parte y que jamás alcanzaría un consenso.

Al final acabó hablando en voz baja a Karin.

—Tranquila. Política y religión son dos guisantes de la misma vaina… temas en los que cada uno tiene su propia opinión, y hay tantas opiniones como personas. Personalmente creo que ambos bandos tienen parte de razón, pero coincido contigo… y por lo que ha dicho Khaled yo diría que todos coincidimos… en que los thalmor son los únicos que se lo están pasando en grande a nuestra costa. —No miró a Elynea. Volshyene no era racista, pero no podía impedir que algo de orgullo racial aflorara a la superficie al pensar en los thalmor. Había que tener muy poca sangre en las venas para lo contrario… "malditos elfos".

Bebió otro sorbo, y el ramalazo de xenofobia y orgullo racial pasó. Continuó hablando a Karin confidencialmente:

—Pero no te engañes, Ulfric no es la suma de los Capas de Tormenta. Si cae, otro tomará su lugar. En este tipo de revoluciones cortar la cabeza al líder es como intentar cortar la cabeza a la hidra… se necesita algo más que la caída de una sola persona para aplastar una revolución bien organizada. Incluso de alguien tan carismático y poderoso como Ulfric.

Vol pensó que Karin debería haber vivido en Markath, así tendría una opinión menos idealizada de los Capas de Tormenta. Pero qué diablos, tampoco es que ella simpatizara con el imperio especialmente, así que se guardó mucho de decir eso en voz alta.

—Y si Ulfric resulta que es la totalidad del potencial de los Capas… entonces es que como revolucionarios no merecen su nombre y están condenados al fracaso —sentenció, todavía en vez baja—. Por lo que a mí respecta, el imperio ha hecho mucho bien, culturalmente hablando, en todo el mundo, pero en estos momentos es una institución trasnochada del pasado. Necesita renovarse o morir. Ulfric no es tampoco objeto de mi devoción; no creo que sea capaz de ver más allá de su propio ombligo, como la inmensa mayoría de los caudillos en todo el mundo y en todas las épocas. Pero al final no se tratará de lo que pensemos, ¿verdad? Hemos hecho un juramento. Esperemos a ver qué quiere el jarl de nosotros, le debemos eso al menos. Luego, si disentimos… ya se verá…

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25/02/2014, 18:14
Karin

Karin bajó la cabeza. Se estaba mareando un poco. Había bebido demasiado para una ocasión tan importante. Pero, ¡A la mierda! aquel encuentro nada más recibir la carta del Jarl la había puesto de los nervios. Se notó balanceándose para escuchar a Vol y mirando a la gata de Thadeus, sorprendiéndose a sí misma mientras sopesaba las diversas maneras en las que podría hacerla sufrir. No soportaba a aquella gata, era como una versión estirada de su amo.

Se frotó las sienes con las palabras de Elynea. Qué maravilloso debía ser vivir en un mundo donde salvar la vida a un granjero significaba sólo una buena acción sin consecuencias. Thadeus parecía de la misma opinión, aunque la había argumentado con mucho más relativismo. Suro había opinado más o menos como la gata, le parecía a Karin, y Khaled...una caja de sorpresas.

Pero no te engañes, Ulfric no es la suma de los Capas de Tormenta. Si cae, otro tomará su lugar. En este tipo de revoluciones cortar la cabeza al líder es como intentar cortar la cabeza a la hidra… se necesita algo más que la caída de una sola persona para aplastar una revolución bien organizada. Incluso de alguien tan carismático y poderoso como Ulfric.

Sonrió con una mueca, Vol estaba pensando como ella en aquel aspecto.

- Y por eso mismo no deberíamos inmiscuirnos ahora. Parecerá que sólo queremos apoyar en el último momento al bando ganador. Y entonces, cuando llegue la revolución de verdad, Carrera Blanca será el campo de batalla

 Pero al final no se tratará de lo que pensemos, ¿verdad? Hemos hecho un juramento. Esperemos a ver qué quiere el jarl de nosotros, le debemos eso al menos. Luego, si disentimos… ya se verá…

- ¡Señorita Ojo Invisible! - fingió escandalizarse Karin aún sonriendo -. ¿Sugieres que nos amotinemos?

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26/02/2014, 01:19
Volshyene

Volshyene esbozó una sonrisa, pero continuó hablando en voz baja.

—No he dicho eso. He dicho que " ya veremos".  Este tipo de asuntos son muy complejos…

Y tan complejos. Volshyne no envidiaba al jarl. Cuando se jugaba un juego de malabares con demasiadas pelotas no sólo había que prestar atención a demasiados elementos, era que una sola pelota que se deslizase de entre los dedos podía estropear todo el juego…

—Hemos aceptado al jarl como nuestro líder. Confiemos por el momento en su sabiduría. Creo que hasta ahora ha hecho todo lo posible en beneficio de las gentes de Carrera, y eso ha incluido la neutralidad en este conflicto. No es fácil ni sencilla la tarea del jarl…

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26/02/2014, 09:29
Vignar Melena Gris

—Sólo estás evidenciando tu ignorancia, muchacho. Claro que, ¿qué va a saber un Guardia Rojo de nuestros problemas, de nuestros desvelos? —le contestó Vignar a Khaled—. Puede que a Ulfric le importe Ulfric, pero es no significa que no le importe Skyrim. No te tragues la propaganda imperialista: Ulfric ha estado luchando por Skyrim cuando tú aún no tenías pelos en huevos. Te voy a dar una lección de historia nórdica, chaval. Los nativos de la Cuenca se querían independizar del Imperio y tomaron Markath durante dos años. ¡Dos años, maldita sea, regidos por esas tribus salvajes que pactan con brujas-cuervo y adoran a daedras, que practican magia oscura y hacen sacrificios humanos! ¿Qué hizo el Imperio? ¡Nada!

Señaló a Khaled, usándolo como excusa para su argumentación.

—El destronado Jarl de Markath pidió ayuda al mismo Imperio que ahora parece el salvador de Skyrim. Pero ¡oh! el Imperio tenía mejores cosas que hacer que ayudar a los nórdicos. Esa es la recompensa que puedes esperar por ser leal al Imperio. Fue Ulfric quien acudió en ayuda de Markath y lo único que pidió a cambio fue que se levantara un templo a Talos en la ciudad. ¡Sí! Ulfric es el único que tuvo y tiene cojones para plantarle cara a los thalmor. No reclamó entonces el título de Rey Supremo para si mismo. No desafió la autoridad de Torygg. Lo único que pidió era un lugar en el que su pueblo pudiera adorar a su dios de forma abierta. Fue la sangre de los valientes Capas de la Tormenta, no la de los matarifes de la Legión, la que regó las calles de la ciudad para liberar a nuestro pueblo. Ulfric, entrenado en el Arte de la Voz, envió a esos cabrones de vuelta a las colinas. ¿Y todo el mundo feliz?
 

Soltó una risa cascada.

—No, claro que no. El Imperio no estaba dispuesto a que sus amos elfos descubrieran lo del Templo de Talos en Markath. Así que la Legión llegó a Markath convenientemente después de que Ulfric hiciera el trabajo sucio, y con toda su cara, trató de arrestar a Ulfric. ¿Qué ha hecho el Imperio en estos veinte años? Nada, salvo dejarse avasallar más y más por el Dominio de Aldmer. ¿Que Ulfric se ha desilusionado con el paso de los años por la pasividad de esa marioneta de Torygg? ¡Por supuesto, todos lo estamos!

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26/02/2014, 10:07
Farengar Fuego Secreto

Farengar Fuego Secreto hizo un discreto gesto reprobatorio a Volshyene, como si hubiera estado escuchando por métodos mágicos toda la conversación que estabais manteniendo.

O como si el Jarl también la estuviera oyendo.

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26/02/2014, 10:11
Karin

Karin alzó la cabeza.

- El Guardia Rojo es thane de Carrera Blanca, noble Vignar, tanto como yo, que soy nórdica. Y su defensa de nuestra patria no es menor que la mía o que la tuya, incluso podría decir que es mayor que la de muchos de tus orgullosos cachorros nórdicos, ¿Cuántos Melenas Grises son thanes de la Comarca? ¿Cuantos anteponen su amor por Skyrim, que tanto predican, a las rencillas familiares con los Batallador?

Compuso una sonrisa torcida. Dejó que quien quisiera se lo tomase como una broma y que quien quisiera se lo tomara en serio. Así era ella. Nadie sabía cuando sus chistes y pullas eran algo más.

- Como han dicho mis camaradas, es el Jarl quien debe decidir. Nosotros solo podemos aconsejarle lo mejor que sepamos y confiar en él. Tu postura estaba clara antes de que hablaras, mi señor Vignar

No solía contestar así a nórdicos respetables a favor de Ulfric, pero no soportaba que alguien usara la raza de Khaled para menospreciarle.

 

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26/02/2014, 12:10
Volshyene

Volshyene acató el gesto de Farengar, y calló algo sorprendida pero no preocupada. Era bien conocida en toda Carrera su amor por el orden y la estabilidad, y la forma en que trabajaba diariamente para mantenerlos en la ciudad. Tanto el jarl como Farengar deberían saber que ella era de los últimos candidatos a revolucionarios que se podrían encontrar en los dominios del jarl. Si no hubiera creído que Balgruuf mereciera estar al frente de la comunidad no hubiera aceptado el título de thane, tan sencillo como eso. Si creyera que la decisión del jarl respecto a Ulfric no era la adecuada, Vol trabajaría dentro de la ley para hacer cambiar de opinión al jarl. A ojos de Volshyene deponer a un gobernante por la fuerza sólo traía caos a una comunidad y nunca era buena cosa: una solución que solo debía de tomarse en caso de un gobierno nefasto, lo cual ciertamente no era el caso de Carrera Blanca.

Y por lo que respectaba a Karin, a Volshyene no le cabía duda de que había hablado en broma.

“Bah. Política. El poder vuelve paranoicos a todos los gobernantes”, pensó Volshyene, cansada, y por un momento arrepentida de haberse metido en aquellos berenjenales aceptando el thanazgo. Tenía una de aquellas punzadas casi todos los días, aunque en general estuviera contenta con su vida actual.

Entonces Karin saltó en defensa de Khaled y del jarl, y Volshyene sonrió. Imprevisible, caótica, contradictoria, Karin. Así era ella, capaz de contradecirse a sí misma en dos frases seguidas, pero en el fondo fiel a su propio corazón.

Acordándose de Innominado por primera vez en un buen rato, lo buscó con la mirada y lo llamó a su lado con un gesto; ya era hora de que dejase de hartase de comer... "Luego tendrás dolor de barriga y yo tendré que aguantarte", pensó, alargando la mano para acariciar cariñosamente el sedoso pelaje del animal.

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26/02/2014, 14:31
Vignar Melena Gris

Vignar soltó una risa desdeñosa.

—Todos y cada uno de los Melena Gris anteponemos nuestro amor a Skyrim a cualquier otra cosa, mi thane —dijo, haciendo un remedo de reverencia.

Viniendo de alguien cuyos honores eran más altos que los de thane, mentar tal tratamiento era un menoscabo directo al título del que presumía Karin. Vignar se sentó en su asiento, dando por terminada su intervención.

—Dejad de tomar vino, thane Karin. Se os ha subido a la cabeza —añadió, sin especificar si se refería al título o al vino.

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26/02/2014, 15:55
Karin

Karin fingió no alterarse y sonrió con placidez ante las palabras de Vignar. Aunque le dolían muy en el fondo, ¿Por qué ella estaba discutiendo con el nórdico más leal a Skyrim de los presentes? ¿por defender a un Guarda Rojo? ¿Y eso estaba bien? Defender a Khaled, sin duda, pero no lograba entender cómo había acabado en el lado opuesto a Vignar. Maldita su manía de llevar la contraria...

Todos y cada uno de los Melena Gris anteponemos nuestro amor a Skyrim a cualquier otra cosa, mi thane

- A cualquier cosa, incluso al propio Skyrim, por lo que parece - concedió burlona

Luego hizo un gesto de aspaviento con la mano, como un señor indicando que cortesías como las reverencias no eran necesarias.

- Agradezco la pleitesía, Vignar, pero tal vez sería mejor que se la rindieras al Jarl, después de todo soy su thane

¿Otra burla contra uno de los nobles a los que más respetaba de la ciudad? ¿Y encima echándole a la cara que debía acatar a su mayor rival, un Batallador? suficiente de momento

Como gesto de paz, cogió su copa y la dejó en el extremo de la mesa, donde cualquier sirviente pudiera recogerla.

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26/02/2014, 16:10
Suro

- Grrrnnn 

No conocías a Suro lo suficiente como para interpretar las onomatopeyas, pero esta parecía decir algo así como "¿Y si dejáis que termine de hablar antes de discutir qué está queriendo decir?"

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27/02/2014, 01:43
Khaled

Era de esperar que Vignar no se quedara callado. Era sorprendente que el tipo pudiera articular con el trasero, porque no había otra explicación para la cantidad de mierda que estaba saliendo de allí.

Khaled no tuvo ocasión de responderle inmediatamente. Karin se le adelantó, saliendo en su defensa. Un encanto de chica, aunque no pudiera abrirle las piernas ni con una palanqueta. Hubiera sido mejor si la chica fuera un hombre; mismo respeto, cero deseo, menos problemas.

Ningún Batallador había abierto la boca, por suerte, porque aquello ya se había convertido en una discusión ridícula. Unos admirando los cojones de Ulfric, que debía estar hasta los susodichos de que no le miraran a la cara cuando hablaba. Otros cantando loas al Imperio, que de Imperio cada vez tenía menos, y estaba regido por cobardes emasculados.

—Mientras los nativos de la Cuenca se levantaban y tomaban la región, los soldados imperiales estaban jugando a la guerra con los elfos —explicó, suspirando—. Pero eso ya lo sabes, Vignar. No me hagas excusar de nuevo la actuación del Imperio; ya tengo un regusto bastante amargo en la lengua.

Lo que sí era cierto es que al Imperio, el levantamiento de los Renegados le importaba bien poco. Podían haberlo aplastado en cualquier momento. Pero no lo hicieron, como tampoco lucharon por Hammerfell.

—Si tener cojones es lo que hace a un buen gobernante, conocí a un bravucón en Riften con la pegada de un niño pequeño y la mandíbula de una muñeca de porcelana. Cada noche la terminaba apaleado, pero no se lo pensaba cuando tenía que comenzar una pelea. A cojones no gana nadie al chico; vamos a buscarle para nombrarle Rey Supremo —rió.

»Si a Ulfric le importa Skyrim, es el Skyrim que Ulfric desea —añadió, seriamente esta vez—. Puede que su visión coincida con la de los Melena Gris. Pero eso no la hace la visión de sus habitantes, ni mucho menos la que hace falta para que el Skyrim que conocemos, que conoces, sobreviva a esta época.

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28/02/2014, 14:22
Balgruuf el Grande

—Supongamos por un momento que no se puede llegar a General de las Legiones Imperiales siendo un completo idiota que no sabe nada de táctica militar, o un cobarde que no libra sus propias batallas, Thane Karin —empezó Balgruuf—. ¿Alguien cree de verdad que esa clase de hombre temería a un puñado rebeldes acantonados en las montañas?

Dejó que la preguntara flotara en el aire.

—Esa clase de hombre sería más bien del que disfrazaría un ultimátum diplomático de una petición de ayuda ínfima. Aprovechando nuestro juramento de defender a nuestro pueblo, podría forzar a Carrera Blanca a tomar partido, ahora que la guerra civil parece que ha dado un vuelco a favor del Imperio. Pero ¿lo es? Lo dudo mucho —negó con la cabeza—. Lo sería si Helgen estuviera en nuestra Comarca, Thane Elynea, pero lo cierto es que forma parte de Falkreath. No soy un Jarl que haga oídos sordos a los problemas de nuestros vecinos, pero no podemos cruzar la frontera sin que el Jarl Siddgeir piense que vamos a atacarle. Provencio me ha confirmado que todo habría acabado para cuando quisiéramos resolver los trámites diplomáticos, suponiendo que Siddgeir aceptase. Tal vez Tulio no sepa de nuestras leyes, pero desde luego se habrá rodeado de gente capaz que sí lo sepa. Su legada Rikke, sin ir más lejos, tiene sangre nórdica.

Se levantó y apoyó ambas manos en la mesa.

—Tulio no puede arriesgarse a tener mucho tiempo a Ulfric en Helgen sin ejecutarlo. Es el líder de la rebelión y sin su carisma, sin su audacia y su Thu'um (con el que ganó la batalla de Markath), la rebelión de los Capas de la Tormenta sería mucho más fácil de controlar para el Imperio. Decidme, thanes, ¿quién se beneficia de que Ulfric escape vivo de Helgen y continúe la guerra civil, aparte de los Capas de la Tormenta? ¿Quién es un enemigo que un hombre como Tulio puede temer? ¿Quién es el mayor enemigo de Cyrodiil y de Skyrim?

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28/02/2014, 15:11
Elynea

Los Thalmor.

Elynea soltó aquello sin más de dos o tres segundos de espera porque había ido pensando conforme Balgruuf hablaba. Su jarl no era idiota, gracias a los dioses. Una pena que no hubiese más hombres como él en Skyrim.

Por lo que a ella respectaba, el Concordato Blanco y Dorado no era más que una creativa farsa para sumir a Skyrim en el caos. Y los Capas de la Tormenta tenían derecho a querer conservar sus costumbres pero parecían ser incapaces de ver el anzuelo y dejar de mordisquearlo. Tulio sí parecía ser capaz de verlo pero él lo que no sabía era cómo desengancharse de la red que la embajadora Elewen tenía arrojada. Los tentáculos de aquella bruja llegaban a todas partes, maldita fuera.

Si Ulfric está vivo, hay guerra civil, si hay guerra civil, el Imperio se debilita, y si el Imperio se debilita, nadie les tose—añadió—. Aunque por supuesto las culpas irían para cualquier otro, ellos públicamente continuarán apedreando a Ulfric. Y medio Skyrim seguirá peleándose con el otro medio...