Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

1. Consejo de Thanes.

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29/03/2014, 17:05
Kodlak Melena Blanca

Kodlak sonrió con afabilidad y retiró la mano.

—Claro, ¿de qué se trata?

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29/03/2014, 17:10
Karin

- Decidle...decidle que espero que se recupere, y que espero también podamos hablar cuando vuelva

¿Ya? Karin estaba enzarzada en una batalla consigo misma. Quería decir mil cosas más, buenas y malas, de Kyne y de Azura, de la nórdica orgullosa que era y de la chica de extraños deseos que compartían su cuerpo.

- Y...por favor, decidle que no ha sido olvidada, ni por un instante

Se quedó mirando al viejo Kodlak. Le brillaban los ojos, lo sabía. Se iba a dar cuenta. No le importaba. Ya se arrepentiría cuando tuviera que arrepentirse. El vino exigía aquellas palabras y Karin no podía hacer enfadar al vino, o vomitaría.

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29/03/2014, 19:05
Kodlak Melena Blanca

Kodlak enarcó ambas cejas en un gesto de moderada sorpresa.

—Muy bien —dijo tras unos segundos de silencio—. Así se lo diré.

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29/03/2014, 19:06
Narrador

Pasasteis por casa y, tras dar indicaciones a vuestros respectivos edecanes, preparasteis el equipo de viaje. También cambiasteis las ropas de gala por equipo más práctico de aventura. Os reunisteis de nuevo en los Establos de la ciudad; los caballos ya estaban ensillados, tal y como os había prometido el jarl. El sol ya se hundía por el horizonte, y la primera decisión que tendríais que tomar sería si cabalgaríais toda la noche u os contentaríais con ganar alguna hora de viaje al día siguiente. Suro estimó que tardaríais una par de jornadas de viaje en llegar a Helgen.

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29/03/2014, 19:12
Uthgerd

Allí había una persona más: se trataba de Uthgerd la Indómita, una nórdica de unos cuarenta otoños, de mirada hosca y modales aún más hoscos. Karin la había visto más de una vez en la Yegua Abanderada, bebiendo con Khaled hasta perder el control. Y Suro formaba parte de los Compañeros cuando la rechazaron por matar al tipo que debía, simplemente, presionar en combate.

Ajena a las opiniones o prejuicios que pudierais tener sobre ella, Uthgerd os dedicó un saludo seco en forma de gruñido. La guerrera iba enfundada en su armadura de combate. A juzgar por las manchas de tierra que la cubrían y el acre olor a sudor humano y de caballo, acababa de llegar de una aventura y ni siquiera había pasado por casa.

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29/03/2014, 19:52
Suro

En cuanto salieron de la ciudad, Suro tomó la delantera, unos cuantos metros por delante del grupo. No muchos inicialmente, podía oír las conversaciones de sus compañeros, pero sus oídos podían oír además otras cosas y su vista estaba fija al frente, buscando peligros. Incluso cuando intervenía en la conversación sus ojos no dejaban de buscar el peligro. 

Tampoco es que le gustase cabalgar, de hecho más bien poco, prefería hacer uso de sus piernas. Antes de acercarse a Helgen deberían dejar las monturas en algún lado, o al menos él dejaría la suya para ir a explorar sin hacer mucho ruido.

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30/03/2014, 00:59
Khaled

Caballos completamente normales. Nada de carros, o carrozas, o los Divinos sabían qué. Y la pobre Ébano detrás de casa, masticando heno más sola que la una. Más valía que la pobre yegua no se enterara de que había montado sobre otra grupa. No se lo iba a tomar nada bien; ya no era una potrilla, y cuanto más vieja, más celosa.

Uno a uno, fueron llegando todos. La pitonisa y el encantador, la dunmer, el cazador y Karin. No eran mal grupo, a pesar de todo, para tener al lado si había gresca, y aún mejor si no la había.

Uthgerd tampoco tardó en aparecer. Era justo lo que les faltaba para parecer un grupo de aventureros: una guerrera nórdica embutida en placas de acero. Una partida diplomática era un objetivo jugoso para los saqueadores. Una banda de saqueadores de tumbas armados hasta los dientes, con armas y conjuros, solo atraía la atención de los imbéciles. Y con buenas ganas le partiría la cara a algún imbécil ahora mismo.

—Si te mueres de aburrimiento, no me eches la culpa —saludó a la guerrera.

Dedicó un momento a comprobar que la silla estuviera bien sujeta, y miró a los ojos del caballo hasta que se aseguró de que no tenía nada de que preocuparse. Algunos de esos malditos animales sentían un perverso placer derribando a sus jinetes en los peores momentos. Pero había aprendido a verles la mala leche en la mirada. La de aquel corcel no era la de un animal insidioso, sino la de un bruto estúpido y predecible. El mejor tipo de caballo cuando había que montarlo sin conocerlo bien.

—¿Pararemos a descansar en algún sitio o nos descarnaremos el culo toda la noche? —lanzó la pregunta al cazador, mientras se aupaba a la grupa.

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30/03/2014, 15:09
Elynea

Uthgerd no sería la única chapa dura de la comitiva. Aunque, en el segundo caso, el contraste resultaba hasta abrupto.

Mientras que la guerrera nórdica era todo músculo y robustez (cualidades que iban perfectamente a juego con un manto de placas de acero) Elynea tenía el aspecto frágil y delicado de todos los mer que parecían hechos más para la agilidad que para la fuerza. En su caso, sin embargo, el término correcto era engañosamente delicado.

O al menos a juzgar por la soltura con la que llegó caminando por la cuesta que unía Carrera Blanca con los establos.

De su cadera izquierda pendía un afilado hacha y de su espalda un escudo, ambos de inconfundible factura dunmer, molde de hueso. También había cambiado la sencilla túnica de terciopelo de la reunión por una armadura tallada y adornada con piel de lobo negro, ambas piezas ofrecían un aspecto de lo más nórdico y sin embargo no era algo que se viese en Skyrim porque se trataba de un recuerdo de los nórdicos de la lejana isla de Solstheim. Los Skaal.

Tomó las riendas del caballo que le habían preparado y se dispuso a subir mientras escuchaba lo que le fuera a contestar Suro a Khaled. Por lo que a ella respectaba era mejor aprovechar las horas de luz y descansar de noche pero el batidor era él. Si sabía orientarse en la más absoluta oscuridad ya era potestad suya.

«Supongo que el ariete con forma de mujer es por si nos cierran la puerta de Helgen» pensó mientras montaba.

No es que le cayese mal Uthgerd, de hecho, le inspiraba indiferencia. Pero simplemente encontraba innecesaria aquella necesidad que parecía tener de estar recordando a intervalos irregulares lo fiera, dura y nórdica que era a base de miradas aceradas o gruñidos hoscos.

¡Ni que se le fuese a olvidar a alguien!

Para quien haya jugado la DLC Sangre de Dragón, es la nórdica tallada. Para quien no, que haga click en el link.

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30/03/2014, 16:42
Karin

Genial. Uthgerd. ¡Siempre tan divertida! Iba a contribuir a ser el eco de cada gracia de Karin con un gruñido ronco, como siempre. Era tan simpática...si no tenías sentido del humor, al menos podías callarte, pero no hacia falta hacer ruidos de jabalí para dejar clara tu desaprobación. Recordaba perfectamente aquella especie de "broma" que había hecho cuando Karin se convirtió en thane. Khaled le preguntó que pensaba de ella, y Uthgerd sólo dijo "Uno no conoce bien a una mujer hasta que pelea con ella". Karin temía aquel encuentro. Esperaba que nunca se conocieran bien.

La bebida emepezaba a esfumarse, y con ella el calor. Debería haber pasado por casa a por una capa, pero bueno, ya se buscaría la vida, era nórdica, por Kyne. 

- ¿Habéis hecho todos pis? No quiero pararme cuatro veces por el camino - sonrió, intentando aparentar confianza

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31/03/2014, 11:27
Volshyene

Cuando llegó a los establos varios de los otros ya estaba allí. Su asuntillo en el palacio, los pequeños asuntos de intendencia, y dejar todos sus asuntos atados le llevaron un poco más de tiempo del que había previsto. Saludó con una semisonrisa y un breve cabeceo, sin preocuparse del aspecto hosco de Uthgerd. Elynea llegó casi enseguida, y Volshyene se maravilló una vez más de cómo la gente podía andar embutida en metal o hueso cada día.

—Tu armadura luce bien, pero me canso de sólo mirarte —bromeó con Elynea.

—¿Pararemos a descansar en algún sitio o nos descarnaremos el culo toda la noche? —preguntó Khaled.

—No veo el sentido de partir al ocaso para descansar de aquí en un par de horas. Para eso hubiera sido mejor descansar en la ciudad y partir al alba -repuso Volshyene—. Con todo, Suro y tú tenéis más experiencia con estos asuntos, y yo tampoco quiero fatigarme en exceso. Muchas veces por querer ir rápido al final se va más lento. De modo que me someto a vuestra sabiduría.

—¿Habéis hecho todos pis? No quiero pararme cuatro veces por el camino —parecía que Karin estaba ansiosa por partir.

—Claro que no, me estoy reservando para exasperarte un poco de aquí en cinco minutos —contestó en tono ligero Volshyene, mientras se aproximaba a su montura. Esperaba que le hubieran dado un animal dócil…

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31/03/2014, 19:50
Uthgerd

Uthgerd torció el morro en un gesto socarrón.

—Karin, tú asegúrate de no mearte encima cuando veamos el primer cangrejo del barro.

Le echó una mirada cómplice a Khaled, esperando que él le siguiera la broma.

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31/03/2014, 20:28
Elynea

Elynea coincidía bastante con la opinión de Vol aunque aguardó a que quien en teoría sabía más de aquellas cosas diese la suya primero. Palmeó el cuello del caballo, aquellas bestias nórdicas eran duras como mamuts de la tundra. Es más, hasta sería capaz de apostar que eran capaces de subir una pared en vertical si se lo propusieran. Aunque claro, todo el mundo sabe que los caballos no suben paredes en vertical.

La voz de la maga llamó su atención y levantó la vista para mirarla esbozando una sonrisa sesgada, bueno, media sonrisa sesgada. Y ya era raro.

Apuesto a que opinarás que luce mejor todavía cuando se meta en el camino del primer bicho que intente masticarte.

Tan raro como su forma de demostrarle afecto a alguien puesto que nunca jamás lo hacía de forma directa si no del modo más tangencial, había que saber leer entre lineas.

Por suerte, a Volshyene se le daba bien la adivinación.

Sí, no he podido evitar el comentario sobre los caballos.

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01/04/2014, 18:19
Suro

- Yo recomendaría avanzar bastante y parar a dormir al anochecer, estando tan lejos de Helguen no creo necesario ser muy precavidos. Mañana saldría al amanecer y cabalgaría hasta media tarde, descansaría después hasta media noche, y haría la última parte del trayecto de noche. Deberíamos dejar los caballos a unas 4 o 5 millas por lo menos, y hacer el último tramo a pie. Es lo que yo haría, pe... 

Pero no dijo nada más, al parecer ser le había acabado casi toda su cuota de palabras diaria y no quería malgastar las que le faltaban todavía. Igual necesitaba alguna más adelante.

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01/04/2014, 18:53
Karin

Karin sonrió a Vol y decidió seguir el juego a Uthgerd. La mujer le imponía bastante, y había descubierto a lo largo de su vida que bromear y ser amable podía obrar milagros.

- Bueno, si Uthgerd dice que nos mearemos encima no te preocupes, Vol, aunque me dan pena los caballos...

Al escuchar a Elynea torció la boca hacia un punto ridículo. No tenía muy claro lo que acababa de pasar. Un chiste...unas palabras de afecto...un insulto velado...qué curiosos eran los elfos oscuros.

- Me encantará ver eso mientras me meo a una prudente distancia. Podría componer una canción: "Elynea, su armadura y las Thanes Meonas"

Por último, Suro. Suro. ¡Suro!. Suro, dijo un montón de cosas. Más que monosílabos. Frases enteras. Debía haber una conjunción astral o alguna funesta profecía. En cualquier momento Vol se echaría las manos a la cabeza y anunciaría que había tenido una visión. Tanta elocuencia por parte de Suro tenía que ser señal del Fin del Mundo, o algo...

- Voto por lo que ha dicho lo que quiera que haya poseído a Suro para hacerle hablar tanto - concluyó con una sonrisa

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01/04/2014, 20:17
Thadeus Allectus

Thadeus se sorprendió mínimamente por la hosca guerrera nórdica; habían convocado a los seis campeones, pero en ningún momento dijo el Jarl que tendrían una compañía extra. No era quien para sospechar en demasía, puesto que para ser Thane era extrangero, pero aun así no sabía como podía influir que alguien a quien no esperaba les acompañase. Por supuesto, nadie puso ninguna objeción y todos parecían estar de acuerdo, por lo que el mago no comentó nada al respecto.

Por supuesto que lo siguiente en lo que se fijó Thadeus fue el olor de la guerrera; era obvio que siendo guerrera no le asustaría un poco de sudor, que seguramente había realizado algún trabajo previamente. A Thadeus, le parecía algo necesario, pero con todo lo que la otra maga había tardado en llegar y con el banquete previo, lo mismo hubiera tenido tiempo para que la guerrera se diese un ligero baño. Aunque total, con el viaje precipitado y con sepa los dioses qué más, lo mismo terminaría pegándosele aquel olor, junto al de caballo. Un fastidio.

Por lo demás, no le sorprendió ver a sus compañeros preparados para el viaje, embutidos en armaduras y con las armas preparadas por si surgiese algún problema. Él ya estaba preparado; disfrazado mágicamente de mercader; una figura que perfectamente podría viajar rodeada de una comitiva tan dispar como aquella. Aunque lo realmente extraño es que su única mercancía fuese la de su mochila, ningún carromato ni nada de gran tamaño.

-Hola, me llamo Geirmund -mintió el mago, intentando engañar a la recién llegada guerrera-. Se preguntará qué hago yo entre toda esta gente. Bien, pues solamente voy de camino, a mitad del trayecto me separo de vosotros. 

Aquella mentira era más que obvia; el Jarl no permitiría que se filtrase en exceso aquella noticia, tal como para dejar acompañar al grupo a cualquiera; sin embargo, aquel rápido engaño serviría de práctica para sus próximas actuaciones, y para descubrir una rápida reacción de la guerrera, evaluando al mago transformado mágicamente mediante aquella ilusión.

-En realidad si, soy Thadeus - dijo a Uthgerd-. Y puede que lo que acabo de hacer nos sea útil allá hacia donde vamos. Espero que no te haya molestado una pequeña broma, y en caso contrario, siempre me podría disculpar con una jarra de hidromiel. 

Su intención desde un principio era afinar su arte; ese tipo de ejercicios eran usuales para no perder cualidades. Y por otra parte, Thadeus para nada se amedrentó ante las bravuconerías de la guerrera; bien bruta podría ser, pero eso no era algo que a él le importase. Thadeus podría no ser muy fuerte, pero era normal en alguien con un tipo de entrenamiento distinto: entrenamiento mental. La fuerza de la mente le parecía más importante, ya que podía suplir cualquier carencia física.

Todos se preparaban para el viaje, cuando surgió la pregunta: cabalgar solo un par de horas o durante más rato aun siendo de noche. Sorprendentemente Suro utilizó aquella capacidad suya para hablar, más que de costumbre. Desde luego, era alguien eficaz y profesional, pero podría obtener ciertos beneficios derivados de una comunicación extendida. 

-Yo también avanzaría bastante, es tiempo que ganamos. Si hemos de descansar parte del día para recuperar las horas de sueño, estaremos avanzando de noche, por lo que llegaremos antes hacia nuestro destino. Por ello, no me parece mala idea cabalgar tanto como podamos, aunque si decidis tomar un descanso, no me quejaré - era obvio que prefería el descanso, pero parecía buena idea avanzar de noche antes que esperar al día siguiente; era tiempo que ganaban.

Desde luego, él no estaría acostumbrado a cabalgar demasiado tiempo, pero aquella situación no le resultó extraña; además pensaba en lo molesto que debía ser cabalgar con aquellas armaduras.

-Creo que a los que vais embutidos, os dolerá más los músculos a la hora de cabalgar. Nada como sentirse libre, sin metal que marque la carne - se jactó Thadeus aprovechando la broma de Volshyene-. En fin, las Thanes meonas, menudo título para una canción...

Con tanta charla, parecía que se hacía tarde, así que el propio Thadeus comenzó a montarse en su corcel, esperando que el resto le imitase.

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01/04/2014, 20:30
Elynea

Te lo ha dicho a ti—puntualizó Elynea mirando de soslayo a Karin. No es que pareciese enfadada pero a juzgar por el gruñido flojo, simplemente no parecía terminar de verle la utilidad a una charla tan absurda. Suspiró mientras se rascaba una ceja—. En fin. Si ya habéis terminado de hablar de vuestros extraños gustos musicales... veo bien lo de aprovechar las máximas horas posibles.

Después de todo, como yua había dicho Volshyene, partir al ocaso para pararse a las dos horas era una estupidez, pero cabalgar toda la noche acabaría con los usuarios de armadura con un dolor de músculos impresionante. Un término medio estaría bien.

Pero, Suro, si me permites la opinión, no le veo sentido a la última sugerencia sobre dejar los caballos y todo eso. No vamos a infiltrarnos en Helgen como si fuésemos la Hermandad Oscura—añadió sin malicia—. Cuanto más tratemos de ocultarnos, más sospechosos resultaremos. Mientras que, Irónicamente, cabalgando y punto pareceremos menos fuera de lugar.

»Después de todo, algunos de nosotros éramos aventureros conocidos y viajeros por derecho propio antes de Thanes, no sería raro que estuviésemos fuera de la comarca.

Lo último había sido una cita. Y por otra parte, no es que todos tuviesen el factor sigilo a favor. Se inclinó ligeramente hacia adelante para acodarse en la silla.

—Tampoco es la panacea, claro—se encogió de hombros—. Pero los agentes Thalmor de la zona estarán alerta independientemente de lo que hagamos. Lo que van a intentar hacer no es algo en lo que puedan permitirse errores.

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01/04/2014, 23:57
Khaled

El recuerdo de punzada de dolor sacudió a Khaled cuando Uthgerd mencionó a los cangrejos de barro. Ya hacía un año que había tenido su aciago encuentro con una de esas criaturas traicioneras. Se había enfrentado con trolls, bandidos, draugr e incluso con daedras, pero ninguno de ellos había conseguido lo que un maldito cangrejo de barro: hacerle llorar.

No se había vuelto a meter al agua sin la ropa interior puesta, y la coquilla bien sujeta en su sitio, desde entonces.

—Uthgerd —pidió, todavía con una mueca de dolor en el rostro— no mentes a esas bestias inmundas, que me recuerdas experiencias traumáticas.

El comentario de Karin había generado una sucesión de gracias sobre la incontinencia. Khaled no esperaba que ese tema fuera a despertar las ganas de bromear de las señoritas del grupo. Sería, suponía, alguna cosa incomprensible de mujeres. Puede que incluso tuviera relación con esa costumbre tan femenina de largarse vaciar las vejigas en pareja.

—No es necesario regar a los pobres animales —apostilló Khaled, poniéndose en pie sobre los estribos y retorciendo el trasero—. Basta con sacar el culo de la silla y remojar el camino en lugar del equino. Y lo mismo para abonar el camino, si a alguien le aprietan las tripas.

Por otro lugar, la conversación derivaba hacia el plan de viaje. Para él, cuanto antes se detuvieran a descansar, mejor. Le dolía todo el cuerpo y un aprendiz de bardo sin talento practicaba dentro de su cráneo.

Suro indicó que dejarían los caballos a unas cuatro o cinco millas de Helgen. A saber qué plan tenía el cazador en la sesera, y que no estaba compartiendo. Eran una delegación diplomática, al fin y al cabo, thanes de Carrera Blanca. Balgruuf no los hubiera mandado si esperaba que se colaran como ladrones.

—Cuanto más jaleo montemos, mejor —asintió, después de que interviniera Elynea—. Que los thalmor, si realmente están metidos, nos vean como un enorme grano en las posaderas. Que se vean forzados a atacarnos. Nos los cargamos, damos al traste con sus planes y volvemos a casa contentos y con el problema resuelto.

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04/04/2014, 13:00
Uthgerd

La broma de Karin desarmó a Uthgerd, y no supo qué contestar. Tal ver la poetisa hubiera dado en el clavo sobre cómo tratar a la guerrera nórdica. Su atención pasó a Thadeus y a su "pequeña broma". Frunció el ceño. No era precisamente la clase de persona que se fijaba en las sutilidades que empleaba el mago: a ella le solía bastar con saber "qué es y cómo se mata".

—Pues yo soy la Reina Suprema de Skyrim —dijo cuando el mago terminó su pequeña pantomima—, puedes besarme el trasero cuando quieras.

Uthgerd dio por terminada la conversación y puso el pie en el estribo para auparse en su montura: una yegua alazán, vieja y robusta como ella misma.

Espero que me contestéis en el off sobre los detalles de vuestro viaje para continuar.

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06/04/2014, 22:39
Narrador

Unas cuantas miradas curiosas os siguieron mientras abandonasteis la ciudad para seguir la vereda en río en dirección suroeste. Vuestros planes eran pasar por Cauce Boscoso en dirección a Helgen. Si viajabais durante toda la noche, quizá llegarais allí al alba, donde al menos podríais descansar en el Gigante Dormido en vez de hacerlo al raso. Si Delphine tenía todas las habitaciones ocupadas, seguro que os dejaría dormir en los establos.

Dos horas después de haber abandonado Carrera Blanca, el sol ya se había hundido en el horizonte. El cielo estaba cubierto de estrellas, y su manto oscuro estaba ribeteado por una hermosa banda morada. Habíais dejado a enorme luna rojiza de Masser al oeste mientras el camino zigzagueaba para salvar el desnivel que producían los saltos de agua.

Del otro lado del camino, en dirección a Carrera Blanca, había otro jinete. El caballo iba al paso, y su dueño se tambaleaba en la silla como si estuviera dormido. Al parecer no erais los únicos que hollaban los caminos a aquellas horas intempestivas.

Pero ¿quién sería aquel jinete y qué lo impulsaba a viajar de noche? ¿Estaba realmente dormido o era una trampa para incautos?

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06/04/2014, 23:12
Elynea

Elynea no tenía muy claro si había sido para hacer la gracia o era simple casualidad, pero le habían dado un caballo negro.

Al margen de aquella anécdota, empezaba a dolerle la espalda. Tantas horas cabalgando con el peso extra de la armadura no era precisamente ameno y, aunque seguía encontrando la decisión de aprovechar unas pocas horas nocturnas antes de acampar como la mejor que habían tomado al iniciar aquel viaje, no la hacía sentirse menos incómoda.

«Y ahora es cuando se desploma dramáticamente a los pies de nuestros caballos» pensó aquello con una especie de humor entre negro y sarcástico al ver al jinete pese a que, de humor, precisamente no estaba «Y descubrimos que tiene una flecha en la espalda... »

Era lo que siempre pasaba en los cuentos de los bardos, claro. Sin embargo, en la realidad había que estar muy seguro de las capacidades de uno mismo, muy loco, muy desesperado, o ser rematadamente imbécil para viajar solo a aquellas horas.

Fueran cuales fueran los asuntos de aquel tipo, le importaban un ardite. No tenía la menor intención de preguntárselos. Y si los grupos de bandidos de poca monta que gracias a la guerra deambulaban por los caminos eran lo suficientemente idiotas como para tenderles una emboscada a seis thanes, que sus dioses se apiadasen de ellos, porque pensaba hacerles objetivo del mal humor que llevaba encima. A hachazos.