Partida Rol por web

Y no quedó ninguno: Diez Negritos

13. En el pasillo

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11/02/2012, 02:57
Robert Calvincott

Seguí empujando la puerta, pese al cansancio, sobre todo después de fijarme en la burda cuerda de mantas que colgaba de la cama.

Cuando pude caber por el hueco para entrar, fui corriendo a la ventaba, y me asomé, para ver...

Notas de juego

qué ví? ^_^

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11/02/2012, 17:14
Charles Hawthorne

Respiré aliviado: aún quedaba una posibilidad de que el señor Collins siguiese vivo. Para mí resultaba muy difícil entrar en la habitación por el hueco que dejaba la puerta, así que, pacientemente, esperé en el pasillo las noticias que el señor Calvincott nos relatase al regresar de mirar por la ventana. Si no veía nada allí abajo, para mí estaba claro el siguiente paso: salir a los jardines y buscar a nuestro compañero.

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12/02/2012, 19:36
Myst

Finalmente descubrimos que había sido del señor Collins... solo para descubrir que la respuesta había dado pie a nuevas preguntas. ¿Porque ha salido el señor Collins por la ventana? ¿Acaso estaba persiguiendo a alguien, huyendo de alguien...o yendo a por alguien? Comienzo a dudar si estamos dando pasos hacia adelante o hacia atrás en la resolución del problema... Caballeros, aquellos de ustedes que vieron la silueta en el bosque, ¿asegurarían que esta pertenece al señor Collins? ¿Se trataba de una silueta de hombre o de mujer?

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15/02/2012, 18:42
Charles Hawthorne

Estaba dándole vueltas a la cabeza una y otra vez cuando las palabras de la señorita Myst me sacaron de mi ensimismamiento. No sé por qué, pero en ese momento su pregunta me molestó enormemente. ¿No se suponía que esa mujer era una bruja con poderes? ¿No dedicaba su vida, supuestamente, a ganarse el pan diciéndole a la gente que puede ver su futuro y todo lo que pasa por sus mentes? Entonces para ella lo que ocurría en aquella casa debería ser un simple juego de niños, ¿no? Sentí unas ganas irrefrenables de espetarle: ¿no es usted adivina? Si tantos poderes tiene, ¿cómo es que no vio venir nada de esto? ¿Cómo es que no puede usar esa supuesta capacidad suya para saber dónde está ahora el señor Collins? ¿Por qué no usa su magia para saber quién nos ha metido en este lío? ¿Por qué no...?

Una y otra pregunta, o acusación más bien, venían a mi mente sin cesar, aunque no dije ninguna. Quizás fuese que empezaba a perder el control sobre mis nervios otra vez, o que me pusiese histérico estar metido en aquel lío (e incluso dependiendo, en parte) con una persona carente de toda moral que ha dedicado su vida a volverle la espalda a Dios, o tal vez simplemente necesitaba a alguien con quien descargar mi frustración. En realidad no sabía qué necesitaba, ni siquiera sabía exactamente cómo me sentía.

Me tomé unos segundos antes de responder para tratar de calmarme y no decir algo que no solo no venía a cuento, sino que no haría más que empeorar las cosas. Ya discutiría con ella en otro momento acerca de su modo de vivir a base de estafar a los inocentes. Por ahora, me limitaría a seguir como hasta ahora y responderle con una educación digna de un hombre superior a ella, y que ha sido señalado por el dedo de Dios como uno de sus más fieles y devotos servidores, y como uno de sus enviados para salvar aquella situación. Sí, ese debía ser el motivo por el que me hallaba en ese lugar: Dios lo habia querido así; me estaba poniendo a prueba y necesitaba a alguien en quien confiar para cuidar de aquel rebaño. Sí, por eso estaba yo allí; Dios me había elegido...

Miré a la señorita Myst y respondí a su pregunta:

Temo que poco puedo decir sobre las siluetas que vi. Tan solo eran eso, dos formas en la oscuridad. Lo único que puedo confirmarle con toda certeza es que vi a dos personas. Pero si eran mujeres u hombres... eso no lo sé. Pero si lo pensamos un poco, solo tres de nosotros han estado fuera, aparentemente: la señorita Morrigan, el señor Collins (ambos desaparecidos por ahora) y el señor Calvincott. Tal vez deberíamos interrogar más a fondo al criado y ver qué más sabe. Lo más probable es que haya algo que no nos ha contado.

Aunque despreciaba a las mujeres como aquella, era sorprendente lo fácil que me resultaba hablar con ella. Lo mismo me había ocurrido con la señorita Sommers, en Paz descanse. Mujeres de carente moral, apartadas del recto camino del Señor, y que sin embargo proporcionaban una enorme facilidad y confianza. Ni siquiera con algunos de mis compañeros y amigos del monasterio era capaz de sentirme tan cómodo para hablar. Eso me daba qué pensar. ¿Me estaría yo alejando de mi camino y por eso me resultaba sencillo? ¿O acaso mi misión de guiar al rebaño estaba teniendo éxito y ella se estaba acercando más a mí? Sí, eso debía ser. Una vez más yo estaba mostrando mi valía al Señor.

Una vez terminé de exponer mis divagaciones a la señorita, crucé los brazos sobre mi pecho y me dispuse a esperar a que Calvincott saliese del cuarto para hablar con él. Demasiados interrogantes había ya como para permitir que uno de nosotros ocultase información. Si él sabía algo, ¿por qué habría de callárselo? Solo un motivo le impulsaría a ello, y sería que él es el asesino. Sinceramente, no creía que eso fuese posible. En mi interior algo me decía que la mente creadora de aquel macabro juego estaba ahí fuera, aguardando en el jardín.

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17/02/2012, 21:16
Director

Al mirar por la ventana puedes ver poca cosa. La liana que hizo Collins llega hasta una altura desde la cual saltar al embarrado suelo no supondría lesión alguna incluso para una persona de poca agilidad.

Por otra parte, como ha estado lloviendo tanto, abajo no ves nada relevante. Barro removido, posiblemente hubiese huellas de sus pisadas al alejarse de allí, pero también era cierto que al haber estado lloviendo después, lo más probable era que éstas hubiesen sido cubiertas por una nueva capa de fango.

No hay rastro del señor Collins. Dónde estaba o hacia dónde habría podido ir era un misterio. Por otra parte, desde el primer piso era imposible averiguar si sería posible seguir lo poco que pudiera quedar de las huellas de Collins. Eso era algo que había que mirar, en todo caso, en primer plano y bien de cerca.

Notas de juego

Mensaje sólo para Calvincott.

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17/02/2012, 21:22
Director

Los integrantes de aquella macabra reunión se hallaban aún más desconcertados que antes, si es que aquello resultaba posible. El criado había comentado que Violet había desaparecido, mientras que todos acababan de descubrir la huida de Collins. ¿Pero huida hacia dónde? No podía haber salido de la isla, dado que el registro minucioso por parte de Sommers, el sacerdote, la adivina y Bartok había concluido con una clara negativa en cuanto a modos de poder abandonar la Isla del Negro.

Al menos ya habían atado un cabo. Collins no había aparecido durante toda la tarde por haber muerto en su cuarto, sino por haberse fugado. ¿Un intento desesperado de salvar la vida? ¿O acaso tenía algo que ocultar? Hasta no saber lo que le había sucedido era imposible atar más cabos en lo que respectaba a su persona.

Por otra parte, solamente se contaba con la palabra de Robert Calvincott de que la doncella no se encontraba en su cuarto. ¿Era eso cierto? También es verdad que podría haber ido al baño y haber regresado a su cuarto... O podía estar en él bien muerta y que todo no fuera más que una patraña.

Por otra parte, Bartok había hablado de uno de los motivos por los que alguien podría haber salido de la casa. ¿Era factible que alguien se hubiese dejado el gas abierto con la intención de hacer saltar la casa por los aires? Si bien era cierto que confirmar o descartar aquella hipótesis era bien sencillo, dado que la caldera se encontraba seguramente en la cocina, y de no ser así, las otras opciones eran la despensa o el sótano.

Y eso por no mencionar el enigma del portazo en sí. ¿De verdad había huido alguien de la casa? ¿O podría tratarse de alguien que fingiera dicho portazo haciendo querer ver que había salido de allí sin que fuera cierto? ¿O había regresado Collins a la casa?

Tampoco se había adelantado nada con el tema de las dos figuras que se encontraban charlando, aparentemente, en el otro lado del jardín que circundaba la mansión. ¿Quiénes se habían reunido a aquellas horas de la noche? A fin de cuentas, eran las 12 de la noche, y no resultaba muy inglés andar saliendo de casa a horas tan intempestivas. Dicha conducta era cuanto menos reprobable, y ciertamente muy sospechosa. ¿Serían Collins y Morrigan? ¿Uno de ellos reunido con un extraño? ¿Dos extraños? ¿Sería verdad que había dos figuras en el jardín? Bien cierto era que el cura y el forense decían haberlo presenciado, pero eran los dos únicos que lo habían hecho.

Y lo más importante de todo... ¿Quién era el asesino? ¿Se escondía en la casa? ¿Se encontraba en el jardín en esos momentos? ¿Actuaba solo o tenía un cómplice? ¿O bien era una de las personas que se encontraba en aquellos momentos junto al cuarto del enterrador?

Demasiadas preguntas, demasiados interrogantes, demasiados cabos sueltos. Era momento de ponerse las pilas. Ya había transcurrido un espantoso día en el que habían muerto nada menos que tres de los diez invitados. ¿Cuántos más habrían de morir para descubrir la verdad? ¿Quién podría ponerle fin a tamaña consecución de actos criminales del peor calibre?

Marsh había comentado en más de una ocasión que tras el desayuno del día siguiente pensaba registrar la casa palmo a palmo. Salvo novedad, parecía mantener la opinión. De todos modos, ahora mismo era de noche, y aún quedaban unas cuantas horas para volver a ver la luz del sol. La preocupación por si alguno de los presentes no llegaría a verla era abrumadora. ¿En quién confiar? ¿En quién buscar apoyo? ¿Cómo echarse a dormir en aquellas circunstancias? Todo era demasiado complicado.

Pero había que ir tomando decisiones. Ya era hora de dejarse simplemente arrastrar por los acontecimientos sin hacer nada para remediarlo. Había que tomar las riendas de aquella absurda y aterradora situación y decidir, de una vez por todas, qué hacer para salvar la vida. Y no menos importante, qué hacer para descubrir lo que estaba pasando allí. Respuestas. Respuestas a todas las preguntas. Eso era lo que hacía falta. Y estaba claro que solas no iban a llegar. Hacía falta iniciativa y determinación. Sólo con esas herramientas habían logrado averiguar qué había acontecido en el cuarto de Collins, y solamente con esas herramientas podrían conocer la verdad y lograr salir de allí.

 

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22/02/2012, 16:52
Stephen Bartok

Bartok carraspeó antes de hablar:

Señores revisemos de una vez por todas la casa, comencemos por la instalación de gas, si podemos quedarnos en la casa no pienso salir ahí fuera, a la oscuridad, para quedarme a merced del asesino o asesinos. Así que lo primero es lo primero. Iremos todos juntos y tengan presente que en esta situación, lo mismo que cualquiera de ustedes, sólo puedo fiarme de lo que yo se que es verdad, de mi mismo luego añadió a media voz (Manda huevos que lo tenga q decir un actor)

No le importaba si alguien oía su última reflexión, estaba cansado, nerioso y harto de aquella situación, quizá era la medida equivocada, quizá era una trampa y lo acertado era correr y tirarse al agua o esconderse en un agujero, pero si nos iban a volar a todos, por que todo el teatro de la noche anterior, por que la canción de los negritos, no alguien quería que pasáramos miedo, alguien quería atormentarnos antes de matarnos, la explosión sería demasiado benévola. 

Respecto a lo que a mi consta los que no estan son sospechosos y como esta no es una situación en que podamos defender la inocencia de los demás sin ponernos a nosotros mismos en peligro, no seré muy amable con ellos. No halaba parra sus compañeros, pensaba en voz alta, era un acta de intenciones que pensaba cumplir.

Después de comprobar el gas, si podemos, comprobaremos los cadáveres de los que ya han fallecido, no sea que alguno halla fingido su propia muerte, eso sería un giro argumental muy bueno¿ Verdad? Permitiría al asesino moverse con libertad.... Miró a su alrededor a sus compañeros como si saliera de un sueño ¡¿Vienen conmigo o voy solo?! Pero si no vienen todos no vendrá ninguno, pues no me fío de ninguno de ustedes por separado, sería descabellado que todos fueran cómplices y no me hubiera pasado nada todavía, el asesino tiene miedo al grupo o de lo contrario ya se hubiera descubierto ; además ante alguien tiene que regodearse, pues todo este plan le ha tenido que costar lo suyo, ese alguien será el último de nosotros, aunque puede que sea un hombre práctico y solo quiera justicia y nos mate sin mas y se vaya a casa. Luego sopeso un instante y lanzó otro pensamiento al aire, la sensación de que no hablaba con nadie era palpable, era actor, se pasaba la vida hablando ante muchísima gente sin hablar nunca a nadie; con el tiempo había aprendido a ignorar a sus interlocutores.

Y debe estar algo perturbado, pues por alguna razón se cree con derecho para administrar justicia como si fuera un dios todopoderoso.

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22/02/2012, 21:24
Bernard Marsh

Caballero no me gusta que ponga en duda el que yo sea capaz de distinguir si una persona esta viva o bien muerta.

¡Manda narices que venga un actor de segunda fila a decirme a mi, una eminencia en el mundo de la medicina forense, si la pintora o el poli estan o no estan muertos. Eso si a la mujer de mala vida yo no la examine asi que me tuve que fiar de su palabra.

No obstante y si les parece bien no quiero que mi reputacion como forense quede en entredicho y registrar dos de los tres cadaveres sera bien facil. ¿Comenzamos por el de la pintora? Luego bajar al salon a mirar si sigue alli nuestro poli, y mirar si la criada esta en su cuarto y lo de la caldera de nuestro imaginativo actor. Parece hecho hasta en orden.

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22/02/2012, 22:11
Charles Hawthorne

Creo que lo de registrar la casa es una gran idea. Voy con ustedes.

Luego me giro hacia el forense: Nadie pone en duda su capacidad, señor Marsh. Creo que lo que el señor Bartok quería decir era simplemente que, si alguien ha sido capaz de organizar todo esto y atraer a diez personas hasta aquí sin levantar sospechas, puede ser muy capaz de idear un modo de engañar a cada uno de nosotros en nuestro propio campo.

Esperaba relajar un poco el ambiente. Lo que menos necesitábamos era enfrentarnos entre nosotros ahora. No me gustaba la idea de justificar al actor, pues era un hombre harto desagradable, pero si con ello conseguía que hubiese paz, pues qué remedio me quedaba. A pesar de todo, era lógico que el forense se sintiese ofendido, cualquiera en su lugar lo habría hecho. Por mi parte, supuse que tal vez su mención a alguien que se cree un dios todopoderoso podía ir dirigida a mí. Sin embargo, desheché en seguida esa idea ya que era absurda; ¿quién iba a creer que yo, un siervo de Dios, me consideraba tal cosa? Imposible. Yo solo soy un humilde servidor. Y, aunque en un desvarío falto de educación y coherencia le hubiese inducido a decir eso por mí, yo no pensaba entrar en su juego. Mejor ser tomado por todos como alguien que se mantiene al margen y con una actitud conciliadora, que ser un amargavidas que se dedica a sembrar aún más el caos.

Tras deliverar un rato, me di cuenta de que la idea del señor Bartok tenía un par de pegas, y así se las manifesté:

Su plan es acertado, señor Bartok. Sin embargo hay un par de problemas: el primero es que no podemos revisar el cadáver de la señorita Sommers, en Paz descanse, ya que cayó por el precipicio. Un escalorío me recorre al recordar el rostro de la joven antes de caer al vacío. No obstante, puedo asegurarles de que no había forma humanamente posible en que ella pudiese salir con vida de aquello. Sé que en estas circunstancias mi palabra no es suficiente para ustedes y lo comprendo, pero no puedo hacer más.

La segunda cuestión que me falla, es que si vamos todos juntos a cada habitación y el asesino se esconde en esta casa, mientras estamos en grupo tendrá muchas oportunidades de cambiar de cuarto a medida que los vayamos registrando. ¿Qué mejor lugar para esconderse que uno que ya hayamos revisado? No me hace gracia la idea de dividirnos en pequeños grupos, pero me parece que así se lo pondríamos más difícil a quien nos ha metido en este lío. Por otro lado, al dividirnos, si uno de nosotros es el asesino, no creo que sea tan ridículo como para matar a su compañero o separarse de él para cometer un crimen, pues tal cosa le delataría inmediatamente.

No obstante, aceptaré de buen grado lo que diga la mayoría. Así que, sea lo que sea lo que quieren hacer, cuenten conmigo.

Al estar todos juntos y tener dos posibles sospechosos, mi miedo disminuía. Por un tiempo sabía que estaría a salvo y, con suerte, amanecería antes de que terminásemos de revisar la casa y podríamos salir al jardín con más tranquilidad. Por la mañana habría que proponerles a los demás la cuestión de idear un modo, el que fuese, de salir de aquella isla, pues no estaba dispuesto a pasar en ella ni un día más.

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24/02/2012, 17:45
Myst

Señor Marsh normalmente no pondría en duda su capacidad como forense pero creo que estara de acuerdo con nosotros en que esta no es una situación normal. Los nervios y la paciencia de todos están siendo puestos a prueba y cualquiera puede cometer un error sin darse cuenta. Ahora mismo soy capaz de poner en duda incluso mis propias habilidades, por lo que aunque no le guste no estaría de más revisar los cuerpos como aconseja el señor Bartok respondo tranquilamente al exaltado médico. Palabras que no estaban muy lejos de lo que sentía en ese momento, pues parecía que realmente no se podía confiar en nadie ni en nada.

Y yo también voto por movernos en grupo. Aunque nos dividamos hay suficientes estancias en esta casa como para que el asesino se esconda de nosotros, pero si vamos todos juntos la posibilidad de un ataque por su parte se reduce enormemente. Así que si ya hemos llegado a un acuerdo sugiero que comencemos cuanto antes el reconocimiento, pues es tarde y algo tendremos que dormir, o el día de mañana se hará eterno además de que las paranoias aumentaran con el cansancio y nuestra capacidad para responder a los actos del asesino se vera reducida considerablemente.

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25/02/2012, 12:35
Director

Las conversaciones de los presentes fueron interrumpidas momentáneamente por gritos ensordecedores que parecían provenir del exterior de la casa.

-¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH! ¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH! ¡SOCORRRRRROOOOOOOO!!!!!!! ¡¡¡¡AYÚDENMEEEEEE,, POR FAVOOOOOOOOR!!!!!!

Se trataba, inconfundiblemente, de los gritos desesperados e histéricos de una mujer. Desde la habitación de Collins no podía verse nada, así que debían de provenir del otro lateral de la finca.

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26/02/2012, 14:01
Charles Hawthorne

La tranquilidad del momento se disipó en cuestión de segundos. El silencio de la noche quedó roto por un grito ensordecedor que provenía del exterior de la casa.

¡Santo Cielo! ¿Qué más nos puede suceder ahora?

Los gritos me cogieron desprevenido y, por un instante, solo fui capaz de quedarme petrificado. Cuando la voz cesó, mis nervios estallaron:

¡Oh, Dios mío, la señorita Morrigan debe estar en peligro! ¡Tenemos que ir en su ayuda!

Iba a salir disparado hacia las escaleras, pero mis pies no se movieron del sitio. Pero... no sabemos dónde está...

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26/02/2012, 23:41
Robert Calvincott

-¡¡VIOLET!! -el instinto me hizo moverme como un resorte en cuanto la escuché gritar.

-¡Es Violet! -les dije a los demás-..¡Tenemos que ayudarla! ¡Vamos!

Cogí uno de los grandes candelabros que estaban sobre la cómoda de la habitación, junto a la puerta. Eran macizos, y podrían servir incluso como arma.

Me lancé al pasillo, sin saber si los demás me seguirían.

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27/02/2012, 22:00
Myst

Cuando por fin parecía que teníamos lo más parecido a un plan de acción un nuevo imprevisto lo mando al traste. Hiciéramos lo que hiciéramos, pensáramos lo que pensáramos nuestro “querido anfitrión” estaba siempre un paso por delante nuestro. Y eso como mínimo.

Calma, mantén la calma Isabel... Ese maldito Owen nos esta manteniendo nerviosos para que no pensemos con claridad... ¡ESPERE SEÑOR CALVINCOTT! grito a pleno pulmón ¡PODRÍA SER UNA TRAMPA!

No se ustedes caballeros pero yo me estoy empezando a hartar de seguir tirando del hilo. La llamada de auxilio de la señorita Morrigan a resultado ser sospechosamente oportuna. Creo que nuestro loco anfitrión nos quiere mantener fuera de la casa para maquinar otro asesinato. Propongo que continuemos con el plan tal y como lo habíamos decidido en un principio.

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28/02/2012, 01:09
Robert Calvincott

El grito de Myst me detuvo en seco.

Tiene razón, podría ser una trampa..

-Entonces.. ¿qué hacemos? ¿Y si realmente pide ayuda?

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28/02/2012, 11:00
Bernard Marsh

No seamos alarmistas

Digo, bastante inquieto.

Veamos y sumemos dos y dos. El sacerdote y yo hemos visto dos figuras en el exterior a traves de nuestras ventanas. Es tan facil saber si es un cuento chino o no como asomarse a nuestras ventanas. No creo que en la casa pueda haber mucha mas gente contando conqe ya vimos dos antes en la oscuridad.

Me encamino hacia el interior de mi habitacion desde donde mis compañeros me pueden ver ya que es opuesta a la de Myst y Collins.

Notas de juego

¿Que veo?

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28/02/2012, 13:27
Charles Hawthorne

Asiento a las palabras del señor Marsh y yo también entro apresuradamente en mi cuarto y miro por la ventana. La señorita Myst tenía razón, ese grito había sido muy oportuno, casi hasta parecía preparado. No obstante, si realmente estaba en peligro y le sucedía algo... sería espantoso y por nuestra culpa. Abrí bien los ojos y traté de distinguir algo en la oscuridad de mi ventana.

Notas de juego

Espero a que me digas lo que veo.

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28/02/2012, 13:52
Stephen Bartok
Sólo para el director

Estaba impaciente, sin duda si iban a volarlos por los aires, la cosa iba con calma y el portazo no era a causa de una prisa por salir de la casa, la idea de que alguien huía de otro alguien se hacía solida en su mente, pero también, la de que era un cebo y de que quien organizó todo esto podía no ser uno solo. Las palabras del médico le parecieron reveladoras... "Caballero no me gusta que ponga en duda el que yo sea capaz de distinguir si una persona esta viva o bien muerta." quizá estuiera confabulado... 

Basta!!! Teorizas antes de tener  todos los hechos... Sherlock holmes diría que estoy deformando el caso de acuerdo a mis propias paranoias...

Se dijo para si mismo, sus pensamientos le llevaron a perderse las palabras de sus compañeros y ahora uno de ellos ojeaba por la ventana "Lo justo pa que le pegaran un tiro... " pensó para si, pero no dijo nada, ya tenía la cara en la ventana.

Cargando editor
28/02/2012, 13:58
Stephen Bartok

¿Y bien? ¿Ven algo? Pregunto Bartok, sonaba un tanto distante, como si esperara que confirmaran que no se podía ver nada en la oscuridad, sobre todo desde una estancia iluminada, lo que estaba claro es que quien estuviera fuera podría distinguir sus siluetas a la perfección, recortadas en las ventanas,pero quien sabía igual conseguían ver alguna sombra moviéndose en la oscuridad.

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29/02/2012, 12:46
Director

A lo lejos se percibían las voces de una mujer. Las dos sombras que en un principio parecían conversar tranquilamente, ahora mostraban signos de algún tipo de forcejeo o lucha. Una de las figuras cayó al suelo de espaldas y comenzó a recular intentando huir de los golpes. Solmenó una patada a su agresor en el tobillo, haciéndolo perder el equilibrio. La mujer que gritaba se dio la vuelta y comenzó a avanzar a cuatro patas, intentando incorporarse.