Partida Rol por web

-No, no la perdí de vista, estábamos preparando el refrigerio para ustedes, como pueden ver por las cosas que aún hay por aquí. Yo a ella no la conocía de nada antes de llegar a la isla, se nos trajo aquí y se nos asignaron ese oficio a cada uno, con un buen sueldo de parte del dueño de la isla, el que les citó a ustedes también, no sé más. Pasamos mucho tiempo juntos desde entonces y la considero amiga, lo más cercano que tengo aquí.. Y no, no ví hacia dónde se dirigió para esconderse -la culpa me abrumaba,tenía ganas de estallar en sollozos. Me afojé el cuello de la camisa, que me ahogaba, y me apoyé en la encimera para respirar mejor -.. Yo no quería dejarla, fue.. una decisión en un minuto, nos pareció buen plan.. -comencé a llorar por fin.

Creo recordar señor Calvincott que dijimos que nadie estaría solo bajo ninguna circunstancia. Pero lo hecho hecho esta. De nada sirve ahora lamentarlos y echarnos la culpa los unos a los otros. Voto por que todos juntos terminemos de desayunar y procedamos al registro de la casa todos juntos.

Se dirigió a Clavincot, su apatía seguía siendo palpable, lo cual quitó fuerza a su discurso:

Tranquilice se, no la hemos encontrado muerta, usted no podía saber que iba a desaparecer; quizá solo sea presa del pánico, como anoche, y esté escondida. hizo el gesto para ir poner su mano en el hombro, pero se lo pensó mejor. Han sido unas horas muy duras, pero cuando volvamos a casa podremos olvidarnos de todo esto.

Al igual que Bartok, yo también pensaba que la relación del criado con la señorita Morrigan escondía más de lo que ellos dos decían, o al menos en lo que a Calvincott se refería, pero no vi necesidad de hurgar más en el tema dado el estado de desesperación en que el criado se hallaba.

Hasta que la señorita Myst lo mencionó, me había olvidado por completo del desayuno y, aunque nada más recordarlo el hambre empezó a acudir a mí, no tenía muchas ganas de comer. Aún sentía nauseas por la escena sangrienta del piso superior. Por otro lado, me parecía increíble que habiendo una persona sospechosa y desaparecida, a la adivina se le ocurriese sentarse a desayunar tan tranquila antes de tomar cartas en el asunto. Yo prefería liquidar el asunto de la criada cuanto antes.

No me parece que sentarnos a desayunar tan tranquilos habiendo una persona desaparecida sea lo más conveniente, señorita. No sé ustedes, pero yo preferiría ponerme manos a la obra en seguida y dar con ella.

-Busquémosla.. no estaré tranquilo hasta que aparezca. Ya estuvo a punto de morir una vez, y ahora.. temo que el asesino remate su faena. Lamento mucho que haya sido así, yo.. no lo pensé. Creíamos que era una oportunidad única de saber quién era el asesino.. Y Violet ahora sufre las consecuencias..

Cada vez que lo pensaba..

¡Qué tonto había sido! Seguro que el asesino nos estaba vigilando a los dos, y en cuanto me fui la atrapó..

Pues yo creo que deberíamos de registrar la casa directamente y si la encontramos de mientras bien. Ya hablamos de no separarnos bajo ninguna circunstancia para no dar facilidades a nuestro asesino y ella se lo ha buscado. Si la buscamos seguiremos cayendo en su juego, tenemos que hacer algo diferente e intentar adelantarnos a sus movimientos.

Además de que dudo mucho de que la vayamos a encontrar con vida. Y en el caso hipotético de que lo hagamos... deberemos de andar aún con más ojo, pues sería la segunda situación comprometida de la que sale viva... la única de todos los que han sido atacados que ha sobrevivido... lo cual es realmente extraño. Incluso me estoy planteando si sería recomendable que desayunáramos, pues ha tenido tiempo más que de sobra para envenenar la comida mientras estábamos distraídos durante la muerte de mister Marsh.

Bien, pues si todos estamos de acuerdo por fin, vayamos a buscar a la criada de una vez.

Yo no era un hombre que normalmente se tomase la vida con prisas, pero la tranquilidad con que estaban ahí plantados dándole vueltas a lo mismo una y otra vez me exasperaba. ¿A qué están esperando para buscar a esa mujer?

Menos mal que por fin la señorita Myst dijo lo que yo también pensaba, y parecía poner punto y final a tanta deliberación. ¡Ya era hora de pasar a la acción! Tanto si estaba viva como muerta, había que encontrar a la señorita Morrigan. El problema estaba en cómo haríamos para registrar rápidamente una casa tan grande siendo tan pocos.

Bien, ya que vamos a registrar la casa, ¿cómo lo hacemos? Podríamos dividirnos en parejas, y cada pareja registrar una planta. Y en caso de tener que registrar el exterior, una pareja podría revisar un lado y la otra, el otro. ¿Qué opinan? 

-Me parece bien el plan de Hawthorne. No estoy ya dispuesto ni a ir solo ni a dejar que nadie más se quede solo pase lo que pase.

Ya hemos tenido suficiente.. Esperaba que Violet estuviese a salvo, pero si no.. Yo quería salir de la isla de una maldita vez.

Bien, pues propongo que los señores Calvincott y Bartok registren el piso superior, mientras la señorita Myst y yo nos ocupamos del inferior. Si alguien descubre algo, que avise a los demás. Y si no, sugiero que nos encontremos en la escalera dentro de una hora.

Pues yo no estoy de acuerdo. Hemos dicho permanecer unidos. Con lo sucedido a la señorita Morrigan se ha demostrado que ir en pareja es igual de efectivo que ir en solitario. Por lo tanto me niego a semejante reparto. O nos movemos todos o no se mueve ninguno. Es la única manera de estar seguros de que no podemos ser atacados.

Además no quiero estar a solas con el digo señalando sin ningún pudor al señor Hawthorne pues no sería la primera vez que una dama que le acompaña termina su vida antes de tiempo de forma brusca. Y muy rápido nos ha separado en esos convenientes grupos he de decir le digo mirándole con los ojos entrecerrados en una mirada de suspicacia.

¿Y cree que yo tengo ganas de estar en compañía de una mujer como usted, que no solo ha demostrado ser un fraude que se gana la vida a costa del sufrimiento y las inquietudes de los demás, sino que está siendo la única de entre todos nosotros que demuestra que no le afecta lo más mínimo nada de lo que está pasando aquí? ¿Acaso cree que a mí no me parece sospechoso que usted esté tan fría y tranquila en todo momento? Por eso precisamente no pienso quitarle el ojo de encima: no pienso darle la oportunidad de atacar a nadie más.

Y no separarnos... Una idea muy efectiva hasta ahora, sí señor. ¡Y sino que se lo digan al señor Marsh! Y registrar la casa en grupo, todos a la misma habitación... muy efectivo, sí señor. ¿Por qué no abrimos la puerta de par en par directamente para que el asesino salga tan tranquilo? Con su idea de estar todos a la vez dejaremos completamente desprotegida la mayor parte de la casa todo el tiempo. Usted haga lo que quiera. Nosotros somos hombres y acabaremos teniendo que hacer lo que a usted le dé la gana; como siempre, hay que hacer lo que quieran las señoras. Pero ándese con ojo, fraude de mujer, porque no pienso dejar que vaya a ningún lado sin que yo esté vigilándola.

-Sólo quedamos nosotros.. y Violet -añadí-. Pueden pasar tres cosas: el asesino es un extraño, el asesino es Violet.. o el asesino es uno de nosotros. De las tres formas estamos expuestos. Señor Hawthorne, yo lo que quiero es salir de aquí con vida, de encontrar al asesino ya se encargará la policía. Pero lo que quiere él es matarnos, y lo normal sería no darle esa oportunidad. Voto por ir juntos. Si quiere escapar, que escape. Pero yo quiero ver el amanecer de un nuevo día.. Puede que no lo consigamos, pero al menos se lo pondremos difícil.

Así que yo soy un fraude que se alimenta de las desgracias ajenas, ¿eh “padre”? esta última palabra la dije con el tono mas despectivo que pude ¿y que me dice de usted? ¿Que me dice de la iglesia que dice sanar el espíritu y el alma de las gentes con vacías palabras a cambio de dinero? ¿O de como se aprovechan de los muertos y de sus familiares en los entierros, cobrando para “despedir el alma” de los difuntos? Si como dice su dios es bondadoso y ayuda a los necesitados, ¿donde se encuentra su dios ahora mismo? ¿Por qué permite todo esto? No es usted la persona más adecuada para darme lecciones de moralidad señor Hawthorne.

¿Que por qué soy fría y tranquila y no dejo que las muertes me afecten? Porque si dejo que estas nublen mi juicio sin duda acabare muerta. Y no se usted pero yo no deseo perecer aquí. Además usted que es cura ya tendría que estar acostumbrado a la muerte de los funerales y extremaunciones. Por no decir que para usted la muerte no debería de ser algo malo, pues es la forma de reunirnos con su señor. ¿O acaso tiene miedo de reunirse con el? ¿Acaso su fe flaquea y no es tan fuerte como desea aparentar?

Y por si no se dio cuenta señor Hawthorne, cuando murió el señor Marsh no estábamos todos juntos. Todas las muertes que se han sucedido hasta ahora han sido en momentos en los que no estábamos todos juntos. Cuando por alguna razón todos los que nos encontrábamos vivos hemos estado en la misma sala nadie ha muerto. Si usted estaría tan tranquilo como dice que estoy yo sería capaz de verlo por encima de la neblina del miedo. Y para que lo sepa hay una buena razón para no matarnos cuando estamos juntos señor Hawthorne: al esperar a que nos separemos evita que nos descartemos a nosotros mismos como asesinos, haciéndonos sospechar los unos de los otros y jugando con nuestras emociones y nuestros miedos. Y yo ya estoy harta de jugar. Si estamos todos juntos al menos nos aseguraremos de que el asesino no esta entre nosotros.

El señor Calvincott se ha pronunciado a favor de mi idea, el señor Hawthorne en contra, ¿qué dice usted señor Bartok?

Bartok estaba callado desde que habían bajado, cabizbajo y contesto presa de la apatía que lo había apresado tras sus futiles esfuerzos por salvar al médico

Discutir no nos lleva a ningún lado salvo a donde el asesino nos quiera llevar... Llevo insistienndo en que no nos separemos y en que registráramos la casa desde hace tiempo, lo de registrar la casa parece que por fin ha calado, lo deir juntos parece ser que no y no atino a comprenderlo. - Esta ultima frase la dijo mirando al cura con un deje de reproche - Cuando los grupos eran más grandes tenía  cierta lógica, ahora no, sería casi mejor ir solos que de dos en dos. Pero de todos modos Separarnos no me parece prudente. - Luego añadió un apunte a Clavincot -  El señor clavincot se olvida de el invitado que se ha aislado de todos nosotros y que anoche dejamos danzando por la isla. De todos modos pretendo revisar que todos  los cadáveres se hayan quedado donde los dejamos. Nadie sospecharía de un muerto¿ Verdad?

Hizo una pausa, luego añadió:

¿Y bien, nos ponemos en marcha?

Cuando oí hablar a Bartok me dí cuenta de la razón que tenía.

-¡El señor Collins! Lo había dado por muerto.. Tal vez no lo esté, tal vez sea él. Sí, vámonos cuanto antes a registrar la casa.. todos juntos.

Asentí con severidad ante las apreciaciones de los dos hombres cierto no tenemos noticias del señor Collins desde hace tiempo... y no podemos descartar la idea de que alguien haya fingido su propia muerte. Visto lo sucedido hasta ahora ya nada me sorprende.

Volví a centrar mi mirada en el cura bien señor Hawthorne como ve el único que no opta por que continuemos juntos es usted. ¿Que va a hacer, unirse a nosotros o marcharse por su cuenta y riesgo?

Miré a la adivina con más asco del que había mirado a nadie en toda mi vida. ¡¿Cómo se atreve esa mujer?! ¿Quién se cree que es? Sin embargo no tuve tiempo de replicar cuando el señor Bartok interrumpió nuestra discusión con un discurso bastante acertado. Me calmé un poco y dejé a un lado la pelea. Después de todo, los dos hombres tenían razón en que éste no era el momento oportuno para ponerse a discutir por nuestras diferencias personales.

Tiene razón, señor Bartok. Señorita Myst, ya terminaremos esta conversación en otro momento.

La miré como quien mira un vulgar felpudo y proseguí:

Yo también había olvidado al señor Collins... Bien, dado que soy el único que difiere, lo más lógico es seguir el plan que más guste a la mayoría. Vayamos todos juntos, entonces, pero vayamos de una vez, que ya hemos perdido demasiado tiempo con estupideces.

Estaba harto de esa gentuza que me rodeaba, pero tampoco era buena idea irme yo solo a registrar la isla, así que no me quedaba más remedio que seguir en compañía de esa gente y aceptar el plan que a la "señorita" se le antojaba.