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Y no quedó ninguno: Diez Negritos

15D. En la sala de estar del piso superior

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30/06/2012, 14:38
Charles Hawthorne

Al ver salir al criado de la habitación reaccioné de inmediato. Apenas me fijé en lo que depositó sobre la mesa, pues caminé con los ojos prácticamente cerrados para no ver la sangre. Estaba tan mareado por la visión del líquido rojo y espeso que me sentía a punto de desmayarme. Con torpeza di unos pasos para salir tras Calvincott:

¡Un momento, señor Calvincott! Quiero hablar con usted. ¿Dónde está la criada? ¿No estaba con usted en la cocina? ¿La ha dejado sola? ¿Por qué no ha subido con usted? 

Solté todas las preguntas de golpe debido a la impaciencia, o quizás al nerviosismo. Yo sospechaba enormemente de la señorita Morrigan desde su milagrosa salvación la noche pasada. Quería mantener controlado cada uno de sus movimientos, y el que no hubiese subido alertada por el escándalo que sin duda hemos organizado, era muy extraño. Por no mencionar que, tras ser atacada, no haya tenido reparos en quedarse sola en el piso de abajo a merced de otro ataque, era un claro síntoma de que, probablemente, esa mujer se traía algo entre manos.

A escasos centímetros de Calvincott, me quedé en pie y con los ojos por fin plenamente abiertos, esperando su respuesta.

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30/06/2012, 15:12
Robert Calvincott

Oí los gritos del anciano llamándome, y sus preguntas. Me detuve al instante, girándome para contestarle.

-Está en la cocina, los dos oímos el jaleo de la habitación, y ella se quedó allí.. Yo subí para ver qué sucedía, y me encontré lo de ahí dentro.. Ahora bajaba de nuevo a junto a ella, para informarla y que no estuviese más rato sola..

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30/06/2012, 15:54
Stephen Bartok

¡¡¡Nadie debe quedarse nunca solo!!! dijo Bartok con un evidente enfado mientras se levantaba torpemente y comenzaba a hacerse cargo del cadáver, sus ojos estaban enrojecidos por las lágrimas y su mirada expresaba derrota, fue a limpiarse las lagrimas con la manga de la camisa pero la sangre que la manchaba lo disuadió de ello  Ahora .... ahora voy a llevar al doctor a su habitación y luego bajaremos para reunirnos con la criada y  después registraremos la casa ¡Y Lo haremos Ahora! Pase lo que pase, por que si lo hubiéramos hecho cando debimos quizá hubiéramos encontrado algo que hubiera mantenido con vida al doctor.

Se inclinó para colocar los brazos del doctor cruzados sobre su pecho le dedico una disculpa silenciosa, sus labios formaron las silabas pero su garganta no hizo sonido alguno, tuvo que luchar para no volver a romper a llorar. 

El maletín era del doctor, estaba bajo su cama 
Añadió de espaldas a los demás contestando a la pregunta que había quedado sin respuesta momentos antes.

Notas de juego

Pongo al cadáver del doctor sobre su cama, me va a costar, pero lo dejo con cuidado no lo tiro de cualquier manera, tan maniatico como era del orden se me ocurre que nole gustaría quue lo dejaran de cualquier manera y le limpio la cara

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01/07/2012, 13:24
Myst

Las rápidas y atropelladas preguntas del cura me sacaron de mi ensimismamiento. Con un esfuerzo supremo logre por fin estabilizar mi respiración y reducir mi angustia y nerviosismo casi del todo. Entonces vi los objetos que había traído el señor Calvincott ahora entiendo a que se refería en la canción cuando dijo que a un negrito le pico una avispa. Es ciertamente una metáfora muy acertada.

Caballeros tratemos de mantener la compostura. Desde que llegamos a esta casa tenemos la sensación de que nuestro “benefactor” esta jugando con nosotros, de que esta siempre un paso por delante de nosotros y parece saber como vamos a actuar. Pero resulta que nosotros también tenemos una idea de cual va a ser su siguiente paso. Y lo hemos tenido delante de nuestras narices todo este rato.

Seguramente se estén preguntando de que estoy hablando y de si este último suceso no ha terminado volviéndome completamente loca. “Seis negritos jugaron con una colmena. A uno de ellos lo picó una abeja y quedaron cinco”. ¿Les suenan estas palabras? Forman parte de esa canción que nos encontramos todos en la habitación. ¿Y que tiene que ver con todo esto? Pues que las muertes de esos negritos tienen una inquietante similitud a las muertes que hemos presenciado. ¿Como ha muerto el pobre señor Marsh? pregunto señalando la cervatana que había traído el señor Calvincott una picadura de una abeja es una buena metáfora de un dardo. Y si lo piensan detenidamente sucede algo similar con el resto de las muertes.

Por lo tanto si queremos adelantarnos a “mister Owens” debemos de centrarnos en la siguiente estrofa de la canción. Cinco negritos estudiaron derecho, uno de ellos se doctoró y quedaron cuatro. ¿Les sugiere algo estas palabras?

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01/07/2012, 13:44
Robert Calvincott

-Tal vez.. bueno, si el negrito se doctoró y se fue.. Se me ocurre que tal vez a alguien lo arrojen por alguna ventana u otro lugar. No lo sé. Señores, yo.. he de bajar a ver a Violet, se quedó sola.. Me preocupa.. -dije, continuando mi descenso hacia la cocina.

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05/07/2012, 10:10
Director

Calvincott comienza a descender las escaleras con nerviosismo.

Notas de juego

Antes de proseguir, necesitaría saber si vais a bajar todos con él o si alguno se queda arriba o qué vais a hacer, vamos :)

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05/07/2012, 16:02
Charles Hawthorne

La señorita Myst no dijo nada que no hubiese pensado yo ya veinte veces, y seguro que los demás también, pero estaba bien que alguien lo pusiera de manifiesto en voz alta por una vez. Sin embargo, por más que le diese vueltas a aquella estrofa, no se me ocurría modo alguno en que aquello pudiese ser un símil de un asesinato. La sugerencia de Calvincott acerca de su significado era una posibilidad, pero podía ser una de tantas otras. El criado respondió a la adivina y acto seguido se dispuso a bajar las escaleras para ir con la criada, mientras Bartok, por su parte, parecía muy afectado por la muerte del señor Marsh. No era para menos, dada la sorpresa con que nos había cogido a todos, su vano intento por mantenerle con vida, y la espeluznante imagen de la sangre brotando por todo el cuarto. Por más que lo intentaba, no podía apartar esa imagen de mi mente. Hasta el momento presente, solo otras dos escenas acudían a mi memoria una y otra vez: los ojos acusadores de William, la mirada suplicante de la señorita Sommers, y ahora, la sangre empapando cada centímetro del suelo de ese salón. Sin embargo, tenía que ser fuerte. Mi vida pendía de un hilo, así como mis fuerzas, y no podía evitar pensar que la siguiente estrofa de la canción era el anuncio de que yo sería el siguiente en morir. No sabía cómo ni cuándo, pero si el asesino pensaba que por ser un anciano y un hombre de fe iba a resultarle sencillo acabar conmigo, estaba en un error. Dios estaba de mi parte y velando por mí, pues yo soy su más fiel y devoto servidor. Sí, Dios no permitiría que yo sufriese daño alguno.

Pensé en quedarme en el piso de arriba e incluso en volver a mi cuarto y encerrarme en él, pero yo no era ningún cobarde. Además, la necesidad de saber y de descubrir el misterio que nos rodeaba me impulsaba a seguir mis instintos, y mi instinto me decía que bajase con Calvincott y no le perdiese de vista a él ni a la criada.

¡Un momento, señor Calvincott! Yo bajaré con usted. Ninguno debemos permanecer a solas. Hizo usted muy mal en dejar sin vigilancia a la señorita Morrigan.

Estaba caminado con el criado dispuesto a bajar cuando me acordé de que la adivina nos había preguntado acerca de la canción. Estaba tan absorto en mis cavilaciones que se me había olvidado por completo. Así que me paré y me di la vuelta un momento, mirándola:

No, señorita Myst, no tengo idea de qué puede significar esa estrofa ni de cómo alguien podría idear un crimen a partir de ella.

Por algún motivo, al verla y responderle, tras su enorme perorata, sentí un odio tremendo hacia ella. Era una mujer carente de fe y de moral cristiana, dedicada a estafar a las personas valiéndose de la necesidad desesperada de ayudar que la gente profesa en los peores momentos de sus vidas. Llevaba lidiando con el deseo de decirle unas cuantas cosas a esa mujer desde que llegué a la isla, y ya no podía aguantarlo más:

La verdad, no entiendo cómo alguien que dice tener poderes para ver el futuro y cosas como esa no ha sido capaz de saber qué iba a pasar en esta isla ni de saber quién está haciendo todo esto.

Dije todo aquello velozmente y con voz contenida, pues tenía ganas de decir mucho más. Sin embargo, noté que me había pasado de la raya, y frené mi discurso. Me di la vuelta y seguí caminando. En fin, nada de eso importa ya. Bajemos de una vez.

Notas de juego

Yo bajo a ver a la criada.

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05/07/2012, 22:13
Myst

Apreté con fuerza los dientes al escuchar las palabras del cura para no responderle de forma poco decorosa. Normalmente no suelo responder así a ese tipo de puyas, ya estoy más que acostumbrada a escucharlas, pero la tensión y los nervios de la situación casi me hacen saltar. Y lo último que necesitábamos ahora era una pelea entre nosotros y ponérselo más fácil al asesino.

Respire profundamente varias veces y recité mentalmente un par de salmos que me enseño mi maestra para momentos de tensión como este mientras seguía en silencio a la camarera y al cura. Quería decir al resto que bajarán para no estar separados pero tenía miedo de que si abría la boca solo salieran pestes hacia el cura. Así que confié en que todos fueran lo suficientemente inteligentes como para seguirnos y no mantenernos separados.

Notas de juego

Yo también bajo.

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07/07/2012, 12:47
Stephen Bartok
Sólo para el director

Notas de juego

Ya dije lo que estaba haciendo, cuando acabe me reuno con los demás abajo

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09/07/2012, 12:16
Robert Calvincott

Al final bajaban conmigo..

Me precipité por las escaleras, bajándolas sin pudor de dos en dos, apurándome lo posible en mi carrera para llegar cuanto antes de nuevo a la cocina.

-Violet se quedó sola, sí, pero se quedó escondida. Comprobemos que está bien sin más demora, y después seguiremos elucubrando..

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11/07/2012, 21:37
Director

El grupo al completo desciende las escaleras, tras aguardar unos instantes por Bartok. La casa estaba horriblemente silenciosa. Parecía una tumba...

No, mejor no pensar en ello, pues realmente ERA una tumba. Aquel silencio, aquel olor a muerte y a desesperación...

Los cuatro íbais asustados y furiosos, temiendo ser el siguiente de la lista, y al mismo tiempo con una gana brutal de echarle el guante al asesino. La idea de Bartok de comenzar la inspección completa de la casa tras recoger a Morrigan en la cocina sonaba muy bien. Sonaba a acción, a dejarse de estar quietos aguardando por la muerte. Allí había un asesino, o pertenecía al grupo o era un extraño, pero había un asesino, y había que dar con él. Se acabó el ponerle las cosas sencillas, encogiéndose en una sala aguardando por la muerte. Si quería dar muerte a otro de los invitados, habría de sufrir para lograrlo.

Llamasteis suavemente a Morrigan al ir acercándoos a la cocina, con el fin de que no se asustase al sentir que se aproximaba alguien. Nadie respondió. Vuestras voces se elevaron un poco más, pero nadie contestó a vuestra llamada. Los cuatro avanzasteis a toda prisa a la cocina, pero al entrar atropelladamente un mínimo vistazo os hizo daros cuenta de que si nadie había respondido era porque nadie había allí. La cocina estaba vacía, y a vuestras llamadas Violet Morrigan no respondía. No se escuchaba su voz ni de lejos. El silencio era toda vuestra respuesta. Silencio y una cocina vacía. Ni rastro de la doncella.

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11/07/2012, 21:58
Charles Hawthorne

Me lo imaginaba. Ha asesinado al doctor y ahora ha escapado. No debí perderla de vista...

No está aquí, señor Calvincott. ¿Cuántas veces hemos dicho que ninguno debía quedarse solo? ¡Vamos, tenemos que encontrarla inmediatamente!

Estaba muy enfadado. La visión de la sangre me había irritado enormemente, y haber perdido a la criada era ya más de lo que podía aguantar.

Señor Bartok, creo que es el momento de aceptar su idea y registrar la casa. Bien, ¿cómo nos dividiremos?

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12/07/2012, 00:32
Robert Calvincott

-Ella.. se quedó aquí por algo -confieso-.. Encontramos una caja con cinco figuritas de negritos como las que aparecen en los crímenes. Ella, con la urgencia del golpe que oímos desde aquí, se escondió para ver quién acudía a por alguno de esas figuras, tras dejar la caja de nuevo en su sitio. Ése era el plan. No debía pasarle nada..-digo, sollozando con la culpabilidad..

Me acerqué a donde habíamos dejado la caja.

-Se los mostraré-digo. Abro el armarito de la loza y..

Notas de juego

¿Está la caja? ¿Con las cinco estatuillas?

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18/07/2012, 22:28
Myst

Tengo un mal presentimiento... temo que no encontremos a la señorita Morrigan con vida. Pero lo que más me intriga son los muñecos a los que ha hecho mención el señor Calvincott. ¿Porqué los pondría justo ahora el asesino? ¿Es otra de sus pistas o simplemente una nueva distracción? Por más que lo intentemos evitar seguimos danzando en la palma de su mano... pensaba concentrada mientras esperaba a que el señor Calvincott sacara sacara los muñequitos de la caja.

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19/07/2012, 10:19
Charles Hawthorne

¿Cinco estatuillas? ¿Qué significa todo esto? ¿Y cómo sabemos que no las han puesto ahí ellos mismos? 

Impaciente espero a que el criado saque las estatuas de la caja, observando cada uno de sus movimientos sin perder detalle. 

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19/07/2012, 18:53
Director

Calvincott, con toda la buena voluntad del mundo, extrae una caja del armario. En ella hay CUATRO estatuillas de negrito.

 Cinco Negritos estudiaron derecho.

Uno de ellos se doctoró y quedaron:

Cuatro.

Imposible no recordar aquella maldita estrofa en aquel momento. Sí, ahora más que nunca había llegado el momento de actuar.

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19/07/2012, 22:19
Robert Calvincott

Me quedo voladísimo al comprobar que en la caja no hay más que cuatro estatuíllas.

-¡Ha... había cinco! ¡Les juro que había cinco! ¡Violet y yo las contamos!

En mi estupefacción, una idea se abrió paso en mi mente.

-Violet.. pudo haberse llevado una.. o tal vez el asesino..y si... ¿y si el asesino es violet?

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21/07/2012, 13:51
Myst

Nuevamente mis temores acabaron convirtiéndose en realidad. Teniendo en cuenta lo acontecido en las anteriores ocasiones dudaba que volviéramos a ver con vida a la señorita Violet. Otra vez nuestro “amado benefactor” se nos ha adelantado. Sigue jugando con nosotros, en esta ocasión utilizando la muerte del señor Marsh a su favor. Sin duda sabe como manipular a los demas. De ahora en adelante no debemos separarnos cueste lo que cueste...

Ahora mismo no podemos descartar ninguna posible opción señor Calvincott. Díganos, cuando dejo a la señorita Violet, ¿vio hacia donde se dirigía a esconderse? ¿Le dijo ella por casualidad hacia donde iría?

Notas de juego

Jefa una pregunta que son muchas páginas para rebuscar por ahí. ¿Hay en algún lugar de la casa alguna estantería con muchos libros?

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21/07/2012, 19:56
Charles Hawthorne

Me lo temía.

¿Y qué esperaba dejándola sola, señor Calvincott?

Suspiro lentamente y prosigo: Bien, busquemos a la criada. Señor Calvincott, ¿dónde fue a esconderse cuando usted subió al piso de arriba?

Cargando editor
22/07/2012, 12:26
Stephen Bartok

Esa estrofa sugiere que nos tomaremos la justicia por nuestra mano.... ¿O solo me lo parece a  mi? dijo bartok rompiendo el silencio que llevaba un buen rato manteniendo, su voz sonaba distante e indiferente. Era una pregunta retórica, no esperaba respuesta

¿Antes de oir el golpe de el doctor caer contra el suelo perdió de vista a Violet en algún momento? ¿Y cal es la naturaleza de su relación con ella? Por que parece muy afectado, más afectado por su desaparición que por las muertes de los demás . Pregunto a Clavincot sin mirarle siquiera, el tono de su voz  revelaba una apatía evidente