Partida Rol por web

Bartok se tomó un instante para cerrar los ojos al clerigo y rezar una oración por su alma, le parecio apropiado, pero no encontró ninguna adecuada, los ruidos lo distrajeron

Si, lo escucho¿ De donde viene?

-No lo sé, quizás hay alguien escondido.. Deberíamos registrar este sótano con sumo cuidado de no hacer ruido -dije, susurrando-, cazaremos aquí al asesino, estoy seguro de que estas ropas son suyas.. Pero no nos separemos. Seguro que pretende que nos dividamos para cazarnos uno a uno..

Bartok asintió despacio, aunque le planteaban muchas dudas meterse en ese agujero a oscuras prefirió no expresarlas, no quería empezar otra discusión que no llevaba a ninguna parte

-Vayan si quieren a meterse en ese inmundo agujero. Les seguiré por no quedarme sola, pero si Collins es el asesino, y está ahí esperándonos, no seré yo la que entre la primera para servirle mi cabeza en bandeja de plata. Les sigo- ya me he calmado de mi ataque de nervios, pero no quiero meterme en la boca del lobo. LA alternativa de quedarme sola me parece aún peor, así que no me queda otra que seguirles.

Tras ponerse de acuerdo, Calvincott y Bartok avanzan hacia la oscuridad insonsable de la carbonera. Myst les sigue muy de cerca.

El haz de luz de la linterna se mueve por toda la mugrientísima estancia, hasta que de pronto se detiene en el centro, en el horror.

Allí, en medio de la carbonera, se encuentra el cuerpo de Faustin Collins. Yace boca arriba, tal cual vino al mundo, con el pequeño hacha que ya había salido a colación la noche anterior -durante el supuesto ataque de este hombre hacia Violet en el campo- clavado en la frente. De la herida mana sangre profusamente

El sonido que se escucha es un horrible gorgoteo de Collins, que aún se encuentra con vida. Está agonizando entre insufribles dolores, mientras la vida se le escapa irremediablemente por momentos. Sus manos están engarfiadas, atrofiadas, y se mueven apenas imperceptiblemente. Está al borde de la muerte, pero dicho estado de descanso parece negarse a venir a buscarlo, prolongando una agonía que desconocéis cuánto tiempo lleva atosigándolo. Es, sin duda alguna, el crimen más atroz que se ha perpetrado desde vuestra llegada a la casa.

La quietud de la estancia y el horror de la imagen se alían para formar la escena más espantosa que habéis presenciado en vuestras vidas,  lo cual además se ve incrementado por el único sonido que perturba la paz reinante, la garganta de Collins emitiendo un insoportable gha... ggggha... glac... ggg...

Entre sus desnudas piernas han colocado una figura de negrito. La séptima.

Toda persona tiene un límite, una capacidad de aguante. Tu cabeza ha sobrepasado ese límite. La imagen de la vergonzosa y espeluznante muerte de Collins es, sin duda, lo peor que has visto hasta la fecha. Hasta la muerte del forense, ahogado en el piso superior, parece poca cosa comparada con esta atrocidad.

Algo en tu cabeza está gritando ¡BASTA! a pleno pulmón. Sientes que te falta el aire.

Te sientes fatal, pero logras conservar la calma, aunque hasta tú mismo estás dudando de si tu cabeza se lograría reponer de otro susto como aquel. Estas cosas dejan secuela para toda la vida. Presenciar un suceso así te marca para siempre. Dudas que puedas volver a cerrar los ojos sin ver esa imagen en tu mente: la imagen de un hombre que ha sido humillado y brutalmente asesinado. La peor de las muertes que has presenciado en tu vida.

-Diossss..-me acerco a él, aún agooniza, no sé qué hacerle. Acaban de propinarle ese hachazo, aún se mueve, aún respira, aún intenta hablar.

Lloro de impotencia, de rabia, me acerco, con mi chaqueta cubro su desnudez, y miro a los demás..

-No podemos hacer nada..

La respiración se le aceleró, el corazón se le desvocó y de repente sintió nauseas y mareo, su cabeza daba vueltas sin cesar.

¡Tengo que salir de aquí! musitó con un hilo de voz apenas audible

Sus manos temblaban, trato de deshacer el nudo de la corbata, pero no acertó a ello, a medida que se frustraba su respiración se aceleraba, una sensación de ardor se centraba en su garganta, estaba a borde del llanto desconsolado, se resistió a dar voz a sus pensamientos más funestos.

¡Tengo que salir de aquí! repitió, está vez más  alto, casi lo gritó y se precipitó escaleras afuera de aquella tumba, apartandoa Myst de un empujón y pasando por encima del cadaver del sacerdote sin ninguna reverencia.

A Bartock le da un ataque de pánico y sale corriendo.. Yo me quedo dudando, no sé qué hacer. Desde luego, no soy ningún héroe, sólo quiero salir vivo.

-¿Myst? -le pregunto a la dama, fija aún mi vista en el agonizante cuerpo, pero viéndola de reojo-. ¿Nos vamos?

Me acerco al moribundo y me arrodillo al lado se su cabeza. Tomo ésta con las manos, manchándome con su sangre, y con un rápido gesto le rompo el cuello, acabando con su lenta e insoportable agonía. El cuerpo se relaja por fin, e incluso parezco intuir un cierto agradecimiento en su horrorizada mirada. Pero puede que eso hayan sido imaginaciones mías. Sé que he hecho lo correcto. Odio a los hombres, no los soporto, pero tamaño sufrimiento es más de lo que le desearía a mi peor enemigo. Por eso no he podido resistirme a realizar este acto de piedad. ¡Piedad! ¿Quién me lo iba a decir a mí? TRas todos estos años, y todos los hombres a los que he envenenado en mi vida, por fin había conseguido sentir piedad por uno.

Subo las escaleras detrás de los dos hombres, con el rostro impasible. La muerte de Faustin Collins ya no me ha impresionado. Ya estoy libre de impresiones. Nada me afecta. Nada. Cero.

Llego arriba, a la despensa, y miro a mis compañeros. No los culpo por sentirse como se sienten. Es más de lo que un ser humano puede soportar. Por eso creo que mi mente ha decidido desconectar, intentar no asimilar lo que ha visto hasta ahora, fingir que no es real, que no es cierto, que no nos están masacrando uno a uno, y cada vez de forma más cruenta.

-No acaban de matarlo- digo, impasible- Me inclino a pensar que han seguido el orden de la canción. Apostaría a que lleva horas agonizando, o por lo menos a que se ha tomado la libertad de humillarlo durante horas. No, no, ese hijo de puta, sea quien sea, que nos está masacrando, no se ha saltado el orden de la canción. Si había de morir en X orden, en ese orden ha muerto. No recuerdo la estrofa exacta, puede que la tercera, puede que la cuarta, y estoy segura de que lo atacó en ese orden. ¿De verdad creen ustedes que fue quien atacó a Violet Morrigan en el jardín la noche pasada? Yo no sé qué pensar- me limpio los restos de la sangre de Collins que tengo en las manos en mi falda- Primero ataca a Morrigan con un hacha en el exterior, y luego muere él a manos de ese mismo hacha, siendo además humillado y obligado a desnudarse, para acrecentar la sensación de indefensión. No entiendo nada. Era nuestro sospechoso número uno. ¿Quién nos queda? ¡Nadie! Si no fue él, ¿quién fue? ¿Están todos los que se supone que están muertos criando malvas de verdad? Deberíamos comprobarlo de inmediato. Podemos descartar a Collins y a Hawthorne. Sabemos que están bien muertos en el sótano. ¿Y el resto? Vimos al policía muerto en el salón, y a la criada en su habitación. Si no es uno de los muertos, que lo esté fingiendo, ¿quién es? O es uno de ellos... O es uno de ustedes. Y si es así, ¿cómo lo han hecho? ¡Es imposible! No puedo justificar su presencia en todas las muertes, pero en alguna sí. ¿Están compinchados? ¿Es uno de ustedes con un cómplice? ¡No sé qué pensar! ¡Ya no sé qué pensar!

¡¡¡Yo no he hecho nada!!!  explotó Bartok ¡Nada...! su voz se apago durante un instante y recobró un tono de normalidad

Ni les conocía antes de venir a esta isla ni se quienes son ahora. Dijo restregándose los ojos, le escocían por haber llorado. Sólo soy una actor olvidado

Su ánimo seguía por los suelos pero volvía  a tener dominio de si mismo. Y quedó en silencio mientras escuchaba a la sra hablar, se asombro de su sangre fría y aunque no lo exteriorizó pensó que llevaba diciendo eso desde hacía unas 8 horas aproximadamente. Sacó un papel de su bolsillo y empezó a entonar la canción.

Cinco.

Cinco Negritos estudiaron derecho.

Uno de ellos se doctoró y quedaron:

Cuatro.

Cuatro Negritos se hicieron a la mar.

Un arenque rojo se tragó a uno y quedaron:

Tres.

Tres Negritos se pasearon por el Zoo.

Un oso los atacó y quedaron:

Dos.

Dos Negritos estaban sentados en el sol.

Uno de ellos se quemó y quedó:

Uno.

Un Negrito se encontraba solo.

Y se ahorcó, y no quedó

¡ninguno!

No sra. no esta siguiendo el plan, desde el 5 ha dejado de seguir el plan, ya no sigue la canción... el hacha era el séptimo y quedamos 3, pero averigüemos si falta un cadáver, maldita sea, eso ya lo quería hacer yo desde anoche.

"Y me asegurare de que estén bien muertos" penso para si Bartok

-Yo tampoco sé qué pensar, Myst. No soy cómplice de nadie, y bastante mal lo hemos pasado ya. No tengo pruebas, sólo mi palabra para defenderme, y los documentos que les he mostrado, al igual que ustedes a mí. La noche ha sido horrible, llena de muertes espantosas, y no estoy dispuesto yo a ser un nuevo cadáver. Bartok dice de revisar los fallecidos. Hagámoslo si hace falta, pero, de nuevo repito que ninguno nos separemos por el más mínimo motivo. El que se separe, que sea a su suerte, ténganlo en cuenta. Si les parece, iremos de habitación en habitación en orden, ¿cómo lo ven? Desde luego que yo iré armado.

No estaba dispuesto a dejarme matar impunemente, si se daba el caso. Miré a mi alrededor en busca de algo que poder usar, una barra contundente, o un cuchillo.

-Quiero ir a la cocina a coger un cuchillo. Como alguien se me acerque con malas inteciones, ¡se las verá conmigo!

-Yo paso- dije, con desgana- Si uno de ustedes es el asesino, aunque vaya armada igual que ustedes no tengo nada que hacer contra su fortaleza física. Y si el asesino no es uno de ustedes o es un cómplice, ya estará bien aleccionado para intentar matarnos de otra forma que en un enfrentamiento directo. No voy a tomarme la molestia de coger uno para morir igual.

Dicho esto, espero a que los dos hombres den la espalda para salir y aprovecho para coger un pequeño cuchillo que escondo en el bolsillo de mi falda larga. Quien quiera que sea el asesino, pensará que voy desarmada y la que lo sorprenderá seré yo.

Mientras mantenga la calma, no tengo nada que decir declaró Bartok ya es bastante mala nuestra situación, como para que en un ataque de histeria nos pongamos a dar cuchilladas los unos a los otros.

Toda tu vida has sido un jugador, siempre atento a todos los gestos de tus rivales en el póker. Un tic nervioso, un gesto como rascarse la cabeza, abrir los ojos, contener la respiración... Siempre habías sido capaz a captarlos todos, por lo que siempre habías tenido facilidad para asociarlos a una mano concreta. "A John le sudaban las manos cuando llevaba un farol. Peter contenía la respiración cuando llevaba una mano baja y estaba apostando alto. Suzanne se acariciaba un mechón de su espesa cabellera negra cuando tenía de escalera para arriba". Y así con todos tus compañeros de mesa.

Siempre atento, habías escuchado las palabras de Myst, quien se estaba comportando de una forma un tanto extraña desde que habíais bajado al sótano, y más tarde, por el rabillo del ojo te percataste de que acababa de coger un cuchillo cuando segundos antes había dicho que no lo iba a hacer. Sin duda, se estaba guardando un as en la manga. Astuta mujer.