Partida Rol por web

The Lost Compass.

Act I. Scene I. Scene incomplete

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30/05/2013, 15:55
El narrador
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25 de Octubre de 1863.

Las calles en la noche londinense estaban ocultas por una densa bruma, no era una noche muy distinta a cualquier otra, por lo menos no lo era bajo los ojos de una persona normal, pero…

En las profundidades de la erguida Clock Tower, donde se había instalado el conocido Big Ben, la noche transcurría de una forma muy poco habitual.

-Maldigo a aquel que tuvo la genial idea de poner el mayor monumento a la tecnología de la historia sobre nuestra base…

Desde 1859 que se pusiera en funcionamiento el Big Ben, la secreta cofradía que se hacía llamar The brotherhood of the dishonored o The brotherhood, solian hablar de la deshonra que había sido para ellos que se colocara un símbolo hacia el progreso tecnológico como el que suponía el emblemático Big ben.

-Ya está bien Sir Havernof!!. Dijo secamente una sombra acomodada en un gran sillón de madera noble que presidia la gran mesa de roble situada en el centro de la sala.

La sala era grande, lo suficiente como para que uno no pudiese reconocer totalmente a los presentes en la reunión, los farolillos que iluminaban levemente la sala con la llama de unas velas naturales y la falta de artilugios tecnológicos denotaban una falta de aceptación hacia el cambio y el auge tecnológico que se sucedía en los actuales años.

“The brotherhood of the dishonored era una cofradía de magos un tanto peculiar, más antigua incluso que la Clock Tower. Cuantos años hace que se fundó es difícil de decir, algunos miembros piensan que se fundó en contra posición a la Inquisición, en los años en que la Inquisición torturaba y asesinaba a los brujos y poseedores de la chispa de la magia, un grupo de brujos y médiums se unieron para dar caza a su vez a los miembros de la Inquisición, esta es una opción bastante razonable y extendida entre los miembros, otra de las versiones se corresponde mas con el nombre de la cofradía y es que se fundó en contra posición al gremio por motivos similares a la primera de las opciones por ultimo hay quien opina que se fundó recientemente cuando el auge de la tecnología empezó a brillar y que su finalidad es eliminar todo rastro de la tecnología que amenaza con hacer desaparecer la magia del mundo en el que vivimos.

The brotherhood tiene algunas reglas que son de obligado cumplimiento:

A sus reuniones nunca asistirán todos los miembros para que de ese modo no se conozca la identidad de todos y si hay una traición la propia cofradía no se vea amenazada, las reuniones se realizaran de tal modo que los miembros no se puedan ver entre ellos ya sea con luz tenue, ojos vendados, sillones puestos de espalda a la mesa… Todos los miembros tendrán un nombre falso, este será usado siempre por el mismo miembro, en la realidad del mundo, The brotherhood of the dishonored, no existe, si algún mimbro es cazado vivo la misma organización se encargara de que este no la delate ni de ninguna información sobre la misma, si es necesario mataran al miembro antes de que este de alguna información”

La sala estaba más vacía que de costumbre tan solo había 4 asistentes que ocupaban los cuatro extremos de una mesa de madera donde descansaba un bello tapete rojo hilado a mano, dos de ellos eran de tamaño estándar tal vez humanos o elfos,  uno de estatura media-baja pero cuerpo corpulento posiblemente seria un enano y el ultima era una figura de pequeña estatura quizás un gnomo o un mediano.

Lo que anteriormente era una discusión sobre la deshonra que suponía el Big Ben para The brotherhood, bajo de tono cuando uno de los presentes hablo con sequedad.

-Ya está bien Sir. Havernof!!! Dijo secamente una sombra acomodada en un gran sillón de madera noble que ocupaba uno de los laterales de la gran mesa de roble situada en el centro de la sala.

La conversación paso a tener un tono de voz bajo gracias a la intensidad de la voz que logro captar la atención de los presentes.La propia voz seca proveniente de una de las figuras de estatura estándar denoto que lo que a continuación se hablaría no sería precisamente algo banal y de poca importancia.

-Sir. Havernof, dice usted que el artilugio que podría realzar nuestra comunidad al lugar que le corresponde...La voz se detuvo unos segundos -se encuentra en una pequeña aldea, situada en la India. Prosiguió la figura de voz seca, ahora con un tono más suave pero no por ello menos irritante.

-Sin lugar a dudas Maese Damon Blackraven,  uno de nuestros informadores nos ha mandado esta foto.  Dijo la figura más pequeña dejando en el centro de la mesa una foto donde se podía ver una circunferencia de cobre con unos detalles dorados y una insignia que claramente representaba una s  y que a su vez tenia forma de serpiente o un tipo de reptil similar.

 

                                                      

-Está bien y quien irá a ese lugar remoto infectado de colonias de Iluminados. Dijo la figura que recordaba a un enano.Un silencio casi sobrenatural acompaño a sus palabras para que acto seguido empezase una deliberación, que podía compararse al caos reinante en una mesa de un juicio presidida en vez de por 4 personas por 40, sobre como decidir quién iría si seria por antigüedad. por votos, los mas nuevos... nadie parecía querer enfrascarse en tal aventura.

-Está bien yo mismo me encargare de la labor que nos ha traído hoy aquí pero... Dijo la persona a la que habían nombrado como Maese Damon Blackraven mientras se levantaba, el brillo de sus ojos era intenso.-necesitare un medio de transporte y a un par de hombres expertos en el continente.

La figura que había estado en silencio todo el rato lanzo sobre la mesa una bolsa de cuero que al chocar con la dura madera de roble tintineo dejando ver las monedas que contenía en su interior.

-Con eso debería ser suficiente Maese Damon Blackraven  además necesitara usted de una protección añadida.Horg-ash. Dijo levantando un poco la voz, de una esquina más sombría que el resto de la sala se dejo ver una figura de al menos dos metros y medio…

Después los asistentes abandonaron de uno en uno la sala dejando un espacio de media hora entre unos y otros como dictaban las normas...

 

Ya en casa apoyado sobre un pequeño escritorio que a duras penas cabe en mi habitación, saco un bote de tinta y una larga pluma de ganso. Con un rápido movimiento, hago un corte transversal en la caña de la pluma para retirar la punta ya utilizada. Extiendo un papel con gestos habituados a tratar con pergaminos y libros, mientras con la otra mano mojo la punta de la pluma recién afilada.

Trato de no pensar en un tiempo mejor, en el que me habría limitado a dictar la misiva a un escriba en vez de escribirla yo mismo.

- Ilustre... no, Ilustrísimo capitán Korsar - susurro mientras empiezo la carta que he de dirigirle al capitán del barco.- No, ¡maldita sea! Soy un Blake, no un mercader cualquiera... No puede ser que pida un buen precio por los servicios del capitán. ¡Debería sentirse hornado de llevarme a las Indias!

Me levanto y, aunque a penas queda espacio en la habitación para pasear, me muevo de una lado a otro como gato enjaulado, pensativo.

- ¡Eso es! - Satisfecho con la redacción imaginada para contactar con Rahel Korsar, no tardo en escribir el resto de la carta.

Releo la carta, corrigiendo con una cuchilla el pequeño tachón de tinta en la última frase, donde había empezado a escribir "le ruego" en vez de "le agradecería". Al fin y al cabo, por importante que sea el capitán Korsar, fuera de su barco no puede ser sino mi igual.

Quemo la punta de una barra de lacre y derramo un par de gotas sobre la carta después de plegarla. Por un momento me siento tentado de sellarla con el anillo de la familia Blake que llevo siempre colgado al cuello. Todavía no, Patrick. Aún tienes que demostrar a tus antepasados que eres digno de su apellido. Aprieto mi propio sello del Gremio contra el lacre y espero un momento a que termine de enfriarse. Como doctor honorífico en taumaturgia, tengo derecho a utilizar el sello en mis misivas personales.

Cojo la carta y salgo a la calle. Dado el origen de esta misión, no puedo enviarla a través del correo del Gremio, pero alguien de mi posición no debería llevar su propia correspondencia. Me dirijo hacia los muelles y paro a un muchacho por la zona, dándole un penique para que lleve la carta al capitán de la Hybrid Air-Sea. Maldigo un momento a mi padre, por forzarme a preocuparme por algo tan absurdo como el dinero, cuando mi sangre es tan noble como la suya propia. O más, puesto que yo no me he rebajado a hacer tratos con esa burguesía. Me quedo en una esquina, esperando para confirmar que el chico sigue mis instrucciones y, satisfecho al ver cómo lo hace sin dudar, me doy la vuelta de camino al Gremio.

Hay cosas que debo consultar en la biblioteca antes de salir y, pese a todo, he de idear algo para justificar mi ausencia.

En ese momento te viene a la cabeza podrías poner como escusa que te diriges a la india para investigar la aldea de la que tanto hablan en las reuniones del gremio conocida como la casa de Belial por la extraña costumbre de sus habitantes de comer carne humana.

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03/06/2013, 14:07
El narrador
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26 de Octubre de 1863.

Cerca del Puerto de Londres en el Rio Támesis.

 

La hybrid air-sea era un hibrido medio galeón medio zeppeling construida en su mayoría con madera tenía unos refuerzos de metal que a su vez servían como embellecedores. La embarcación era suficiente grande como para albergar en su interior un sinfín de mecanismos.

En su cubierta descansaban un total de 4 ornitópteros, a estribor y babor se escondían un total de 10 cañones a cada lado.

En la mar la Hybrid air-sea navegaba gracias a tres grandes conjuntos de velas y en caso de que el viento no fuese favorable un complejo mecanismo de bielas, engranajes y pistones movidos por el vapor hacían girar una gran aspa que descansaba en la popa de la gran embarcación.

Hoy todos esos mecanismos y velas descansaban, la Hybrid air-sea estaba amarrada en uno de los muelles del rio Támesis, balanceándose al ritmo de las olas, de fondo se podía ver la gran torre conocida como Clock Tower donde el big ben nunca descansaba de su labor de marcar el tiempo, el frio de la noche en contraste con las aguas producía una neblina que otorgaba a la estampa un aire tétrico.

Cerca de la Hybrid air-sea las llamas de una hoguera encerrada en un tonel de brea iluminaban la fachada de la SwordFish, la madera con la que estaba construida la tasca se había resquebrajado con el tiempo y las inclemencias del clima que en aquella zona eran más duras que en cualquier otra parte de la ciudad. Por las grietas de la noble madera de nogal surgían unos rayos de luz dando a entender que la SwordFish estaba abierta a esas horas de la noche.

El interior de la tasca albergaba una sala grande que daba a varios habitáculos separados por unas cortinas roídas por donde el humillo y olor del opio se escapaban delatando claramente el uso de los mismos. En la sala grande había una barra y un par de cuadros amarillentos por el vapor emitido por la destilación de whisky que tenia lugar en unos grandes alambiques, los cuadros representaban grandes hitos y personajes relacionados con el mar. Entre rameras, marineros y algún delincuente que se encontraban repartidos por la SwordFish había una mesa separada en una esquina.

Sobre la mesa iluminada solo por un candelabro había 7 copas de whisky doble, propiedad de 7 personajes de distinta índole, forma y raza.

En primer lugar y dirigiendo la reunión se encontraba un hombre de barba blanca, Rahel korsar el Capitan de la Hybrid air-sea en sus labios descansaba una larga pipa de donde salía un dulce aroma que nada tenía que ver con el olor del opio, ¿qué era lo que fumaba? tal vez algunas algas marinas o unas plantas exportadas de algún lugar remoto. Lucía un traje azul con bordados dorados y en su pecho colgaba una estrella que parecía sacada de uno de esas cartas marinas que siempre estaba ojeando.

A la derecha del capitán estaba sentado Dax pies de hojalata, su nombre correspondía con su cuerpo mitad humano mitad maquina Dax perdió la mitad de su cuerpo en un asalto a un Zepeling hace ya 6 largos años nadie de la tripulación entiende como Dax fue capaz de sobrevivir a tal acidente lo que si saben es que si no fuese por Neig y Zachary, Pies de hojalata estaría hoy en una cama de un hospital pudriéndose de pena.

Neig Croa, estaba a la izquierda de Rahel en sus manos ojeaba una carta a la vez que negaba con su cabeza con una expresión de incredulidad en su rostro. Neig era un gnomo, encargado del matenimiento y la puesta a punto de la hybrid air sea y posiblemente el creador de la misma, ahora que tenía a su lado el que fue su aprendiz en años pasados su labor de mantenimiento de la gran embarcación  había sido en parte legada al joven Zachary dejando al propio Neig tiempo para investigar.

Junto a Neig estaba el joven Zachary.

Samael Nix se encontraba en frente de Zachary junto a pies de hojalata como siempre jugueteaba con una fina daga y su rostro se ocultaba bajo algún trozo de su traje ese detalle hacia difícil saber si estaba presente o en su mente revoloteaban historias de aventuras y burdeles, lo que sí es seguro es que estuviese donde estuviese su mente sus oídos podían escuchar lo que pasaba en la otra punta de la Swordfish y si algo o alguien amenazaba a alguno de los presentes en la mesa antes de que transcurriese el parpadeó de un ojo lo que  amenazase a los presentes tendría la daga con la que Samael jugaba incrustada en el corazón.

La mano de hierro acerco el vaso de whisky a sus labios las articulaciones de su brazo chirriaron, está claro que ningún cybork  está hecho para beber whisky pero Cybork no era uno cualquiera. Neig habia creado hacia años a cybork y con el tiempo lo había perfeccionado un doble engranaje permitía que cuando la caldera que descansaba en su pecho se gastaba Cybork pudiera seguir funcionado gracias a un  complejo conjuro de runas imbuido por Glim, además, Cybork contaba con materiales que tenían propiedades anti corrosivas y de algún modo tenia sentimientos o los imitaba.

Por último y frente al capitán en la otra punta de la mesa se encontraba Glim ojo de cristal un enano gruñón obsesionado con las armas de fuego y con un talento mágico peculiar la escritura mágica de runas, su brazo derecho e izquierdo estaban escritos por completo por runas mágicas.

-Esta carta llego ayer a la Swordfish por favor amigo puedes volver a leerla. Dice el capitán dirijiendose a Neig.

-Ilustrísimo Capitán Korsar, su fama le precede, y es gracias a ella por lo que recibe usted el honor de haber sido escogido para llevarnos a mí y a mis acompañantes a la India. Por lo que tengo entendido su nave, la Hybrid Air-Sea, ha surcado el Atlántico y el Índico en velocidad récord para llegar a las colonias, razón por la cual creo que es lo más acertado contactar con usted para emprender este viaje. Le agradecería me hiciera saber cuándo podríamos reunirnos para discutir los términos del mismo.

Atentamente,

Patrick Blake

Doctor en Taumaturgia

Lee con calma el gnomo, para acto seguido cambiar por completo su talante.

-Quien coño se cree ese Blake, piensa que por ser un miembro del gremio puede viajar gratis en la mayor y única Hybrid air-sea.
El vaso que descansaba en la mano de Cybork golpea la mesa como si el enfado del gnomo creador de cacharros se manifestara a través de su creación.

-Tranquilo viejo amigo Croa, aquí nuestro amigo Samael pondrá remedio al dinero pero esta puede ser una buena oportunidad para comercia ilegalmente con el ultimo pedido del señor Mac Mallont.
Mac es uno de los principales contratores de la hybrid air-sea, compra en Londres medicina que luego vende a precios desorbitados en la india.

-Responderé al ilustre señor Patrick Blake con el mismo trato que él nos ha contactado a nosotros. Concluye el capitán Rahel korsar dando una larga bocanada a su pipa.

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17/06/2013, 19:15
El narrador

27 de Octubre de 1863

La clínica médica llevaba cerrada un par de horas pero el Señor Watson seguía sentado en su escritorio, la madera de nogal veteada solo estaba iluminada por un par de velas que tintineaban con el aire que entraba por una ventana entreabierta, en el escritorio descansaba una carta cerrada a nombre del gobierno londinense, Watson miraba la carta mientras a su mente le venían pensamientos de los últimos meses.

Las colonias enviadas a la india, muertos y heridos por doquier… Estos últimos meses habían sido muy duros y volver a ver una carta firmada por el gobierno no era de tu agrado, además tú estabas de baja por la herida sufrida en la búsqueda del diamante, Gabriel Kerrigan te había enfrascado en aquella búsqueda lo conociste en el asentamiento militar que estaba cerca de la aldea conocida como La Casa de Belial…

Aquel asentamiento fue un fracaso absoluto y mejor no mencionar el fracaso de civilizar a los aldeanos, aquellos salvajes se comían entre ellos y mejor no mencionar lo que hacían con nuestros soldados. Por suerte lograsteis encontrar el diamante y traerlo de vuelta a Londres pero eso supuso tu baja militar y tu vuelta a Londres.

Miraste nuevamente la carta y con delicadeza introdujiste por uno de sus laterales un abre cartas de plata, el ruido del papel resquebrajándose al paso de la afilada hoja del abre cartas resonó en tus oídos, poco después tenias la invitación en la mano…

Señor John H.Watson está usted invitado como miembro honorifico a la función que tendrá lugar el 28 de octubre en El Gran Teatro de Londres, donde se expondrá el diamante que usted y el Señor Gabriel Kerrigan devolvieran a Londres después de ser robado.

Atentamente El Ilustrísimo Comandante Fred Serich.

Así que solo era eso. Pensaste aliviado y a la vez un poco defraudado por no ser un requerimiento a las filas nuevamente. La cara del comandante te vino a la mente durante largos años trabajasteis juntos en las colonias de la india.

Tranquilo teniente Watson. Decía el Comandante mientras trataban de cortar la hemorragia de tu pierna. Kerrigan te saco de la línea de fuego cuando fuiste herido mientras tratabas de salvar la vida de un soldado a las puertas de La Casa de Belial. Fue un autentico fracaso. Pensaste mientras te dirigías con la invitación en la mano hacia la puerta de salida de la clínica.

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17/06/2013, 19:38
El narrador

27 de Octubre de 1863

Desde los tejados de los apartamentos de Londres la luna brillaba mejor que en cualquier otro lugar, la brisa que golpeaba la piel de tu rostro es fresca y húmeda como la neblina que oculta las calles.

Entonces es cierto que el detective Kerrigan ha recuperado el diamante. Pensaste mientras mirabas el cartel de papel que anunciaba la exposición del diamante durante una obra de teatro que tendría lugar el 28 de Octubre. Tanto trabajo para nada, robaste el diamante, y lo enviaste a la India en aquel barco…

La gybrin… No la hybrid… mmm. No consigues recordar el nombre con seguridad pero si al muchacho al que entregaste el diamante.

 Con una mirada de rabia arrugas el cartel en tu mano, el crujir del papel resuena en tus oídos. Seguro que el ya tiene noticias tuyas y si no el día 28 las tendrá.

Con movimientos sutiles te mueves por los tejados como  una ardilla reptando por un árbol en busca de la piña. Pronto te detuviste cerca de una ventana pero suficientemente alejado para que la figura que se vislumbraba por el cristal no acertase a notar tu presencia.

Kerrigan… Pensaste al ver la figura sentada que miraba un pequeño papel. Kerrigan estaría en la obra para ver el diamante sin lugar a dudas…

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18/06/2013, 13:07
El narrador

27 de Octubre de 1863

El pequeño apartamento del detective Gabriel Kerrigan estaba casi vacío solo una cama y un escritorio amueblaban el pequeño espacio que servía de cocina comedor y habitación ademas de la sala principal un cuarto de baño era todo lo que formaba el apartamento.

Ese maldito ladrón parece haberse hecho famoso en los meses que estado fuera. Piensa Kerrigan mientras garabatea en un cuaderno, en su ausencia un ladrón parece haber dado algunos golpes y eso ronda en la cabeza del detective.

Unos meses atrás fuiste contratado por la misma reina de Londres para viajar a la india en busca de un diamante robado y no te cabe duda que ese ladrón famoso tubo algo que ver con el golpe, por suerte distes con el diamante cosa que también debes agradecer al Señor John, un médico militar que conociste en una de los campamentos militares asentado cerca de la aldea conocida como La Casa de Belial.

El diamante está nuevamente en Londres es mas será expuesto en el gran teatro para demostrar que las fuerzas militares de la reina son altamente efectivas y la población puede estar tranquila ante la amenaza de ladrones y otros delincuentes.

Con sutileza tocas la entrada para el teatro el día 28 de octubre, que te ha enviado el gobierno, con calma soplas la vela que iluminaba el escritorio y te diriges a la cama sin dejar de pensar en ese ladrón llamado Sean Blackwood.

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18/06/2013, 13:13
El narrador

26 de Julio de 1867.

La Avenida Roterwell brillaba como nunca antes, de por si era uno de los centros metropolitanos con mas ambiente de Gran Bretaña.

En la Avenida Roterwell podías encontrar teatros, operas y vastos jardines donde paseaban mujeres embutidas en sus trajes y hombres con sombreros de larga copa pero a su vez en los pequeños callejones que daban a la gran avenida podías encontrar prostíbulos y tabernas niños acurrucados en un portal que ni siquiera tenían una manta con que refugiarse del frio de la noche londinense. Aquella vario pinta mezcla no parecía molestar a unos y otros los altos burgueses no miraban a través de los callejones más de lo necesario, entrar en ellos podía suponer dos cosas que supieras muy bien donde ibas, todos sabemos a qué me refiero, o perder el último modelo de reloj de correa a manos de un halfing habilidoso con la navaja.

Por su parte el proletariado prefería andar por los callejones y si era necesario adentrarse en la gran avenida siempre era por una puerta trasera aun que ello conllevara salir por una ventana, chimenea o ir directo a la cárcel del distrito.

Sin embargo aquella noche el gran protagonista era El Gran Teatro de Londres situado en el mismo centro de la calle.

Hoy lucian sus mejores galas, los faroles que iluminaban con sus llamas la fachada de piedra habían sido engalanados con polvos de colores y sus llameantes velas lucían colores verdes y azules, los habituales carros tirados por caballos esa noche habían sido sustituidos por carros impulsados a vapor, de última generación por supuesto e ilustres personalidades vestían con nuevos y elegantes trapos de moda.

Canapes se servían antes de empezar la función junto con el mejor champagne francés si alguien se detenía en mirar el panfleto de la obra podía leer.

26 de Julio de 1867.

Gran teatro de Londres presenta:

The Lost Compass

En su interior venían los actores; Bran Bresal, Rj, Tsabrak, Lady Mondragon, Zjordi

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18/06/2013, 13:41
El narrador

28 de Octubre de 1863

La Avenida Roterwell estaba de fiesta, de los salones de juego la música alta resonaba en todos los rincones, los candelabros iluminaba la larga avenida a pesar de la niebla fresca y húmeda que empañaba los cristales de los coches más lujosos que se encontraban aparcados en la entrada del Gran Teatro.

Como una lengua una alfombra de color burdeos se extendía desde el gran portón de entrada al Gran Teatro hasta el final de la ancha acera donde empezaba la carretera. La gente hacía cola en las dos taquillas habilitadas a los lados del gran portón, las voces de gente y la música suave denotaban que en la antesala ya había gente.

La fachada del teatro contaba con tres ventanales a unos 15 metros de altura de donde caían unas largas telas que hacían juego con la alfombra que daba la bienvenida a los espectadores de la obra, a los lados de dichas telas unas flores salteadas daban el toque final a la decoración del majestuoso Gran teatro de Londres.

En las taquillas unos hombres-lince revisaban las entradas.

-Esta entrada es falsa caballero. Le decía uno de los hombres-lince a un gnomo que vestía con un traje viejo de color grisáceo que en su día debía ser negro.

-No se lo juro la compre yo mismo. Se intenta excusar el pequeño gnomo.

Con una señal del hombre-lince un gran Ogro vestido con smoking y chistera se acerca al gnomo, que recula sabiendo lo que se le viene encima, en unos segundos el gnomo desaparece entre la multitud mientras el ogro dirige una mirada amenazador al resto de los presentes, dando a entender lo que puede pasar si alguien trata de entrar en el Gran Teatro sin la entrada pertinente.

Notas de juego

Os encontráis en la entrada podéis ir actuando recordar que no estáis juntos con lo cual poner como destinatario solo al director. ( bran bresal y rj para que no perdais detalle, por favor los comentarios en el off y sin poner a los pj implicados como destinatarios)

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18/06/2013, 15:59
Cristopher Fisher
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Cristopher observó el incidente con el gnomo, desde su posición privilegiada. El podría hacerse con una entrada, con tanta gente descuidada resultaría fácil chocarse accidentalmente con alguien, y que el ticket apareciera por arte de magia en uno de sus bolsillos... sin embargo esos trucos eran para principiantes y al señor Fisher le gustaba el arte. De manera que sortear los elementos de seguridad e introducirse en el edificio sin ser visto, además de elegante, resultaba mucho más creativo. 

- Kerrigan...- susurró para sí, mientras repasaba el plan para robar el diamante delante de sus narices... entonces si que se trataría de una obra maestra completa.

Cristopher sacó sus gafas de cristales múltiples y se los puso, ajustó las lentes que para otro hubieran resultado un rompecabezas imposible,  y continuo su avance por los tejados como si de un gato se tratase, tan silencioso como las sombras...

Notas de juego

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18/06/2013, 18:17
Gabriel Kerrigan

 Sintiendo algo de lástima del pobre pequeño gnomo, aguardo pacientemente mi lugar en la cola, aguardando a que sea mi turno para poder entrar en el teatro.

 Confiaba en que el diamante, con todo lo que me había costado recuperarlo, estuviera a buen recaudo, aunque temía que ahora mismo cualquier ladrón de categoría, incluido aquel que estaba perturbando mi mente, Sean Blackwood, se dispusiera a sustraerlo en cualquier momento. No es que me preocupase especialmente un pedazo de carbón cristalizado, era más que nada orgullo profesional...

Notas de juego

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19/06/2013, 23:26
El narrador

La cola avanzaba lenta sin duda pero sin pausa. Alguien más descubrió un destino similar, más o menos brusco dependiendo de su actitud, al del gnomo y por fin te encontraste frente a una de las taquillas.

El hombre-lince  vestía con un traje azul oscuro, este brillaba con mayor o menor intensidad dependiendo de cómo le diese la luz filtrada entre las cortinas que te separaban de la antesala del gran teatro.  Sus ojos te miraron de arriba abajo, conocías esa mirada, tú eras un experto en sacar conclusiones con un rápido vistazo pero pocas veces te sentías al otro lado de la observación y eso te produjo un leve cosquilleo de nervios en el estomago.

-Su entrada por favor. Dijo el Hombre-lince con educación, arqueando una de sus cejas a la vez que alargaba su mano.

No te vasto demasiado para saber que esa mano de pelaje suave escondía unas mortíferas garras retráctiles.

Notas de juego

Hombre-Lince.

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19/06/2013, 23:48
El narrador

La chimenea de uno de los tejados altos te daba la sombra adecuada para observar la escena que unos 10 metros más abajo tenía lugar, después de lo sucedido con el gnomo otros corrieron su misma suerte pero eso no era lo importante. Dirigiste tu mirada a los tres ventanales, esa parecía ser una buena opción o tal vez… Crear algo de confusión en el acerado cercano y aprovechar el momento para entrar por la misma puerta. Miraste de reojo tu equipo; una cuerda, cloroformo...

Notas de juego

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20/06/2013, 01:20
Gabriel Kerrigan

 Con una sonrisa cortés, le entregué mi entrada:

 - Claro, no faltaba más...

 Esperé a que le diese su aprobación antes de intentar entrar, no fuera a haber problemas con ella, aunque contaba con que no los hubiera.

Notas de juego

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21/06/2013, 16:19
(Teniente) John H. Watson

John miró al hombre lince, aprobando en silencio sus educados modales y, sin decir palabra, le entregó con la mano derecha la entrada que había recibido de parte del Gobierno, mientras se apoyaba en su bastón con la izquierda.

Whitehall, pensó. Malditos burócratas, enviando hombres a la muerte en pos de quimeras a cuál más falsa. Como siempre que pensaba en ello, la herida de la pierna le envió un pequeño recordatorio de su existencia. Y luego, en los instantes posteriores, su mente revivió el caos del templo de belial, las llamas, los disparos, los aullidos de los muertos y moribundos, tanto daba si amigos o enemigos. El dolor intenso, la sangre manando a borbotones, Kerrigan sacándole a rastras mientras él disparaba a izquierda y derecha abriéndoles camino. El horror, el horror...

Pero la sensación pasó y Watson cuadró sus hombros como solía hacer antes de pasar revista a sus hombres. Una inspiración rápida, y el brillo volvió a sus ojos. ¡Que vengan!, de uno en uno o de diez en diez, es igual. Rule, Britannia!

Notas de juego

El bastón es normal y corriente, no de estoque.

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21/06/2013, 19:11
El narrador

Como bien pensó, kerrigan, el hombre-lince miro la entrada y luego la paso por un curioso artilugio que emitía un vapor grisáceo saco la entrada y unas manchas grisáceas se marcaron en su dorso.

-Todo correcto Señor kerrigan. Dijo tratando de esbozar una sonrisa.

Poco a poco dejaste atrás la taquilla, con sutileza apartaste la cortina, el terciopelo de la misma acaricio tu mano y en el último momento echaste una fugaz mirada al exterior, fue una mirada intuitiva a la escena en general que se sucedía en el exterior.

Un coche vaporizado aparcaba frente a la entrada, la cola todavía era larga, no vistes al señor Watson cosa extraña ya que el también formo parte de la recuperación del diamante, pero tal vez lo ocurrido con su pierna…

Levantaste la mirada al cielo tratando de recordar y fue entonces entre los tejados, un destello similar a cuando los niños jugaban con los rayos de sol y un espejo, para que la luz reflejada en el cristal cegara a los transeúntes de los barrios bajos, si eso había sido, un destello cercano a la chimenea de un edificio alto, trataste de enfocar pero ya no había nada.

Dejaste caer la cortina y te inundo el aroma a rosas, una marca particular del Gran Teatro ese aroma era perfecto.

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21/06/2013, 19:15
El narrador

El hombre-lince miro la entrada y luego la paso por un curioso artilugio que emitía un vapor grisáceo saco la entrada y unas manchas grisáceas se marcaron en su dorso.

-Todo correcto Señor Watson. Dijo tratando de esbozar una sonrisa imposible.

Poco a poco dejaste atrás la taquilla, con sutileza apartaste la cortina, el terciopelo de la misma acaricio tu mano y en el último momento echaste una fugaz mirada al exterior, fue una mirada intuitiva a la escena en general que se sucedía en el exterior.

Un coche vaporizado aparcaba frente a la entrada, la cola todavía era larga, no vistes al señor Kerrigan, era extraño pero tal vez andaba en algún caso.

Dejaste caer la cortina y te inundo el aroma a rosas, una marca particular del Gran Teatro ese aroma era perfecto.

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22/06/2013, 00:43
Cristopher Fisher
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Cristopher estuvo sopesando seriamente la idea de pasar por la misma puerta, tan sólo tendría que armar algún pequeño alboroto más y después traspasar la puerta, aquello sin duda sería arte...pero no debía olvidar que Kerrigan estaba por allí y con semejante sabueso husmeando cerca, lo mejor era no llamar en exceso la atención hasta que el objetivo hubiese sido cumplido.

De manera que se dirigió hacia los ventanales sigilosamente.

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22/06/2013, 01:36
El narrador

Entre las sombras y chimeneas, llegaste al tejado del Gran Teatro,

Un nudo doble serviría. Pensaste anudando tu cuerda a uno de los salientes y dejaste caer la cuerda, que por desventura se quedo a unos metros del rellano de uno de los ventanales, poco a poco te deslizaste por la cuerda.

El último tramo fue más complicado la pared lisa no daba a lugar a rendijas o salientes por los que poder descender los 3 últimos metros, podrías haberte dejado caer, no eran más que tres metros, pero la idea de una mala caída y fastidiar todo el plan no te convencía. Con paciencia fuiste descendiendo y por fin te encontraste en el ventanal. Sin ni siquiera mirar tu bolsa de trabajo sacaste el destornillador, apoyaste tu mano en el pomo cuando…

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22/06/2013, 11:53
El narrador

La antesala del teatro lucia sus mejores galas, los dos grandes candelabros de araña que colgaban del techo iluminaban la gran sala donde  unos 100 presentes hablaban entre ellos de sus expectativas sobra la función, diversos y vario cuadros representaban las batallas sucedidas en la india, de dos grandes muebles se servía champagne y canapés.

El diamante no estaba expuesto, según el programa este seria visible durante la pausa, que se produciría entre el Acto I y el Acto II.

La pared del fondo con una sinuosa curva y dos puertas ahora cerradas daban a la sala donde daría lugar la función. Cada puerta estaba custodiada por dos Ogros.

Notas de juego

Imagen orientativa.

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24/06/2013, 13:58
El narrador

Desde el ventanal alto podias ver como la antesala del teatro lucia sus mejores galas, los dos grandes candelabros de araña que colgaban del techo iluminaban la gran sala donde  unos 100 presentes hablaban entre ellos de sus expectativas sobra la función, diversos y vario cuadros representaban las batallas sucedidas en la india, de dos grandes muebles se servía champagne y canapés.

El diamante no estaba expuesto según el programa este seria visible durante la pausa que se produciría entre el Acto I y el Acto II.

La pared del fondo con una sinuosa curva y dos puertas ahora cerradas daban a la sala donde daría lugar la función. Cada puerta estaba custodiada por dos Ogros.

Notas de juego

Imagen orientativa.

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24/06/2013, 14:05
Gabriel Kerrigan

Notas de juego

Entre la multitud ves al señor Watson.