Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Noche 0: Llegada a la fantasía

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14/03/2014, 09:28
Lisseth Lefebvre

Al ver de refilón como la azafata de Alicia se marchaba, y algunos de sus compañeros iban detrás de ella, Lisseth y su grupo fueron también tras la azafata.

Al poco de andar encontraron el autobus. Lisseth se sentó en un asienta del lado del pasillo y cogió su movil para mirar si tenía cobertura y mandar algún whatsapp a su familia y amistades que sabían del viaje y contarles como iba de momento dicho viaje. Estaban llegando ya al hotel cuando vislumbró algo que se movía en la calzada y creyó ver una joven. Al notar como alguno de sus compañeros se removia en el asiento pensó:

Será alguna vecina del lugar, seguro que por aquí cerca hay algún pequeño pueblecito o algo.

Se encogió de hombros y esperó a que llegaran al hotel. Bajó del autobus, escuchó al hijo de la encargada dar la bienvenida y repartir las llaves. Cogió su maleta y se dirigió a su cuarto. No sin antes caer en la cuenta de algo que ha dicho Tae Seung.

Solo hasta el piso 3... Ahora me pica la curiosidad de si solo habrán habitaciones allí arriba.

Miró hacia el hotel y entró para dirigirse a su habitación.

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14/03/2014, 10:38
Louis Nicolás de Poitiers

La velada no podía ir mejor, estaba pasándomelo en grande con el espectáculo montado y pensando a quién debería conocer primero cuando se nos acercó Keelin para presentarse. Desde luego la chica parecía todo un prodigio de la naturaleza y, ni mi hermano ni yo, íbamos a desaprovechar esa oportunidad. Tras la pertinente presentación continuamos el resto del trayecto junto a ella, parecía una chica muy agradable y mentiría si dijese que no me había fijado en ella ya.

Durante todo el trayecto continuamos charlando animadamente, disfrutando y comentando el pasaje y hablando sobre anécdotas de nuestra vida, o al menos aquellas anécdotas que creíamos oportuno compartir. Ser gemelos nos ha dado siempre mucho juego a ese respecto y estábamos encantados de compartir esas vivencias con ella.

Conforme el camino se alejaba de la civilización fui sintiéndome algo más nervioso, no es que no estuviese acostumbrado a la naturaleza pues en nuestro viñedo siempre estábamos rodeada de ella, sino que tenía la sensación de que la seguridad se me escapaba de las manos si no podíamos acceder a una buena ciudad en pocos minutos. Aún así pronto disipé ese pensamiento en favor de disfrutar de los lujos a los que nos iban a introducir.

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14/03/2014, 11:05
Amanda Hopkins

La fiesta terminó y subieron al autobús. Allí la gente parecía estar pendiente de sus propios asuntos, por lo que se limitó a escuchar música de su i-phone.

Cuando llegaron al hotel el hijo de la encargada, de carácter afable, les dio sus respectivas llaves a cada uno. Amanda cogió su equipaje para ir a dejarlo en su habitación, la cual tenía ganas de conocer. Aunque había disfrutado del viaje y la recepción estaba algo agotada y quería saber como sería el sitio donde pasaría la noche.

-Hasta luego- dijo a los que estaban allí mientras se dirigía a las escaleras.

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14/03/2014, 11:44
Michelle Dunsen

Michelle se había mantenido en silencio la mayor parte del trayecto, observándolo todo, probando la comida, aunque en pequeñas cantidades. Su aspecto pulcro y cuidado permanecía inamovible, y su mirada, dulcificada por el efecto de su esmerado maquillaje, se posaba sobre sus compañeros de viaje, curiosa. 

No se mostró impresionada por el Jet, ni por el aspecto de la ciudad en pleno festival. Para ella, esa clase de cosas no eran excepcionales. De modo que vivió todo aquello con normalidad, añadiendo un leve entusiasmo debido a la novedad del museo.

Cuando llegaron al hotel, tomó su llave y se dirigió a su habitación, volviendo poco después, con la expresión un tanto descompuesta.

No me gusta mi habitación. No no no no...-dijo, negando con un dedo- ¿Quién pensó que era buena idea utilizar una lámpara en forma de muñeca con cara terrorífica colgando del techo? No, así nadie podría dormir...-dijo, incómoda- ¿Vosotros también tenéis una? ¿O es sólo un detalle decorativo de mi habitación? 

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14/03/2014, 12:14
Alicia Moreu

Al poco de soltar el farolillo la azafata se le acerco, ya era la ahora, el autobus estaba a punto de salir.La siguió hasta llegar al autobus, se sentó y empezó a observar a su alrededor, la mayoría parecían un poco ¿como decirlo? tocadillos - No entiendo a los adultos, el alcohol esta asqueroso y encima te da una sensación horrible de calor en el estomago - penso,apoyo la cabeza en el cristal y se quedo mirando por ella.

Poco a poco el paisaje iba cambiando,cada vez había menos edificios y estaba mas oscuro, era una vista hermosa o por lo menos eso penso ella. Al llegar a una planicie el conductor pito dos veces y la mayoría de los pasajeros se levantaron, cuando Alicia estaba inclinándose para hacerlo vio a lo lejos algo -¿A..a...as visto eso?-le pregunto a la azafata 

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14/03/2014, 14:32
April Smith

- Encantada de conoceros, soy April Jackson. -Me presento de nuevo a los que se nos habían acercado.- Tengo interés por ver las colección de muñecas, la verdad es que poder venir aquí en exclusiva y con los gastos pagados ha sido genial. A ver como está el hotel, parece que la organización lo ha montado todo al detalle.

Temía pasarme el viaje un poco sola al ir con desconocidos así que me alegro que se hubiesen acercado. Antes de que nos llamen para irnos al autobús les hablo un poco de California, Los Ángeles, la costa oeste... tampoco quiero llegar a aburrir pero así doy un poco de conversación para que se entretengan.

En el autobús me pongo junta a la ventanilla para mirar un poco el paisaje aunque en la oscuridad poco podía ver. Cuando aparece la extraña visión lo achaco al cansancio pero cuando oigo a Alicia me doy cuenta de que no solo lo he visto yo. Bueno, la he visto un momento y parecía oriental... tal vez sea parte del personal del museo... a fin de cuentas la empresaria que ha montado todo esto es koreana.

Según bajo del autobús recojo mi maleta y mi bolsa de viaje, vaya ¿Así que este es el museo? Vuelvo a echar mano de la cámara y hago unas fotografías. A los pocos minutos nos da la bienvenida Tae y hace el reparto de habitaciones. ¡Bien, tenía ganas de subir a la habitación a descansar un poco! Me dirijo a los que acabo de conocer.

- Nos vemos en media hora abajo, espero no dormirme.

(A los pocos minutos vuelvo a bajar al looby...)

Bajo un poco alterada después de ver la dichosa lámpara en mi habitación, no sé si se trata de una especie de broma pero me estaba poniendo nerviosa. Escucho a Michelle y me siento igual que ella.

- Te entiendo perfectamente, tengo una igual en mi habitación. Con algo así no voy a poder dormir... me da demasiado mal royo. Ven conmigo y se lo decimos al personal.

Busco rápidamente a alguien del hotel para comentar la incidencia.

- Perdone, tengo un problema con la habitación. Verá... la lámpara del techo con la muñeca me incomoda mucho. A esta chica también le pasa lo mismo con su habitación, no creo que podamos descansar con algo así -Estoy por mostrar la foto de la muñeca pero imagino que ya sepa a que me estoy refiriendo.- ¿Puede hacer algo al respecto? No me gustaría que esto nos estropease el sueño.

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14/03/2014, 17:20
Keelin O’Connor

Keelin pasó el trayecto en el autobús charlando animadamente con los dos chicos a los que se había acercado. Le parecían muy divertidas las anécdotas de gemelos que contaban y lo cierto es que viéndolos a cualquiera le entrarían ganas de tener un vínculo así con alguien. Ella no tenía hermanos, pero estuvo contándoles situaciones divertidas de sus primeras sesiones y entre unas cosas y otras el pequeño viaje hasta llegar al hotel se le hizo bastante ameno.

Una vez allí, con la llave de la habitación en una mano y una enorme maleta con ruedas en la otra, se despidió de ellos para subir a acomodar sus cosas antes de la visita. Le llamó la atención que no hubiera nadie para subir las maletas, o que no las hubieran dejado en las habitaciones de cada uno si ya estaban asignadas, pero tampoco se sintió molesta con ello.

Bajó un rato después, tras refrescarse y cambiar su camiseta de manga larga por otra blanca, de manga corta, un poco más larga y el abrigo por una chaqueta fina, también de color gris oscuro. La joven continuaba sonriendo, encantada con el recibimiento y las instalaciones. Había algunas cosas que se notaba que estaban sin terminar, pero por lo que a ella respectaba, todo estaba saliendo de maravilla. 

Buscó con la mirada a los muchachos con los que había estado hablando y se acercó a ellos mientras observaba a un par de chicas que hablaban de quejarse por las muñecas de las lámparas. Arrugó levemente la nariz sin decir nada. No terminaba de parecerle bien que hicieran un drama de algo tan banal como la decoración cuando tenían todos los gastos pagados. Había visto muchas personas así en sus viajes, otras chicas que se creían unas verdaderas divas por hacer una pequeña editorial y exigían en las recepciones hasta conseguir que las toallas hicieran juego con las cortinas, o que las pusieran en la habitación más lejana del ascensor... Keelin era una persona mucho más práctica en ese sentido. Prefería pensar que sería conocida por su trabajo y no por el ruido que hiciera.

Tenía curiosidad por ver a la anfitriona que se había encargado de organizar un evento a este nivel. Quizá podría hablar personalmente con ella y darle una de sus tarjetas. No estaba segura de si se dedicaría sólo a la exposición o también estaría metida en el diseño de las muñecas, pero no perdía nada por tantearla. 

- Ey, ¿qué tal están vuestras habitaciones? - Saludó de buen humor a Louis y Henri al llegar a su altura. - ¿O vosotros compartís una doble? - Preguntó, sin estar segura de qué tipo de habitaciones tendría el lugar.

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14/03/2014, 17:44
Sara Holme

Tras el ritual japonés, fueron recogidos por el autobús. Sara estaba aburrida y deseando llegar ya a su destinación, cuando justo antes de entrar en el recinto, le pareció ver una joven. No le dio más importancia tras no lograr verla más, pero una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

Dentro del hotel les vinieron a recibir y les entregaron las llaves de su habitación. Ante la opción de preguntar si tenían cualquier duda, Sara no lo dudó. - ¿Además de usted y la encargada, cuanto personal hay más trabajando en las instalaciones? - preguntó esperando no haber sido la única que le había parecido haber visto a una muchacha... y que la respuesta no arrojase luz precisamente sobre el caso.

Tras esa pregunta, y antes que Sara pudiera haber ido a visitar la habitación, observa como baja la chica rubia y chica del pelo azul, y se quejan al hijo de la encargada sobre lámparas con forma de muñeca terrorífica. - NO.PUEDE.SER. - Y antes de seguir escuchando la conversación, sale disparada con los ojos como platos y mordiéndose el labio de la expectación por verlo por si misma.

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14/03/2014, 17:58
Esther Grenholm

Cuando después del asunto de los farolillos visité de nuevo alguno de los puestos para tomar algo más de vino no esperaba que terminase de subirse tan rápido. Sin duda las cosas ya no eran como hace unos años.

El viaje en autobús lo hice tranquila, con una sonrisa boba en la cara mientras admiraba las luces viajeras sobre el curso del Danubio. Guau. Si algo había que reconocer a esos japoneses era que se lo montaban bien con muy poco.

Luego, durante el trayecto, permanecí desplomada sobre mi asiento, aprovechando para recuperarme de todas las emociones que había supuesto el día. Probablemente no fuesen las últimas, pero al ver cómo el paisaje urbano iba transformándose en una continua extensión de naturaleza no pude contener un suspiro. Hacía un tiempo que se había hecho de noche, y la luz de la luna filtrándose a través de las hojas hacía que mis ojos brillasen con una agotada expectación.

Al llegar al portón del hotel y ver a aquella chica tan... oriental, tan vestida de rojo, no pude reprimir una mueca. Probablemente fuese una inmigrante intentando colarse en el hotel. Sin duda habían invertido mucho dinero, así que era lógico que tuvieran ese tipo de visitas. Sin embargo no le di demasiada importancia: seguro que nuestros anfitriones habrían lidiado con problemas peores. O quizá le diesen algo de comer antes de llamar a la policía, al fin y al cabo era evidente que rebosaban generosidad.

Una vez llegamos escuché las instrucciones del chico que nos atendió con atención. Era adorable lo bien que hablaba inglés: casi me costaba un esfuerzo dejar de mirar su boca moverse de esa manera tan graciosa, pero sabía que era una falta de educación y yo, ante todo, siempre había sido respetuosa. Luego, su explicación concluyó, tomé la llave de mi habitación y me dirigí a ella. Sentía dentro de mí la expectación por conocer el lugar donde pasaría las noches en este lugar tan lleno de maravillas.

Tardé algunos minutos en ordenar mi ropa y colocarla en el armario, y no bajé hasta que no estuvo todo perfectamente colocado y me hube asegurado de que nada se había arrugado en el viaje.

Al llegar de nuevo a la recepción no pude evitar fijarme en las dos chicas que se estaban quejando por el asunto de las lámparas. Desde mi posición negué con la cabeza al escucharlas hablar. Era increíble lo egoístas que podían ser las adolescentes. Si alguien viniera a mi casa a dormir y me dijera algo así sobre la habitación de invitados probablemente le mandaría a paseo. Pero por otro lado sólo había que echarles un vistazo para darse cuenta de que las dos estaban pasando por una fase. A todas nos había sucedido en algún momento.

Con pasos largos traté de acercarme con una sonrisa a ellas. No iba a decirles lo que tenían que hacer, ni mucho menos, pero molestar a la organización por algo así, era... Bueno, propio de adolescentes. Tampoco iba a juzgar la educación que hubieran recibido, pero si algo estaba claro es que mi hija jamás haría algo así. Claro que tampoco se pondría el pelo de color azul.

- Chicas... - Les dije antes de mirarlas alternativamente con expresión amable. - Perdonad que os interrumpa, y no quiero que parezca que me meto donde no me llaman... Pero si tanto os molestan, ¿no podéis simplemente taparlas con una sábana, o algo así? - Pregunté gesticulando con las manos, al mismo tiempo que me daba cuenta de lo paleta que tenía que estar sonando. Viendo como se desenvolvían quizá estuvieran más acostumbradas a este tipo de lujos que yo.

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14/03/2014, 18:48
Efraín Orlando Quiroz Salas

Efraín disfrutó a su manera la fiesta, nunca fué fiestero pero si conversador, aunque aún no estaba en confianza como para entablar una conversación extensa y solo se había limitado a saludar y hacer comentarios cortos. De repente se da cuenta que la gente se esta moviendo hacia el bus y se va con todos ellos.

Ya en camino al hotel, solo va pensando en lo fascinante que es un hotel alejado de toda la civilización, aunque es de ciudad prefiere la tranquilidad de estar alejado de todo. Siente que realmente disfruta mucho mas de la vista nocturna que de la fiesta, aunque la comida estama realmente buena! De pronto logra ver de refilón una figura femenina que se escondió rapidamente, no le dió importancia, simplemente le pareció curioso.

Una vez llegaron y escucha las instrucciones del asiático hijo de la encargada, recibe su llave y sube a su habitación con su maleta, afortunadamente viajaba lijero.

En la habitación todo le encantó! Le pareció algo creepy la muñeca en la lampara, le encantan las cosas creepy pero... No podría dormir con la mirada de esa muñeca clavada en la cama, era como esa sensación que sientes cuando entras a una tienda de ropa y los manequies te siguen con una mirada inexistente... Simplemente eso no lo dejaría tranquilo la primera noche, asi que bajo a preguntar si podria quitarla de ahí o moverla con cuidado.

Una vez en la recepción escucha que ya varias mujeres se estaban quejando por lo mismo que se quería quejar el, incluida la chica de pelo azul y una que recién se había dado cuenta de que su rostro parecía el de una muñeca viviente. Eso le dio un poco de verguenza en ser el único hombre quejandose. Así que decidió callar un poquito y se acerco junto a ellas y de forma neutral las acompañó diciendo -Bueno, la verdad es que si es un poco creepy dormir sabiendo que algo te estará viendo toda la noche, la presión que algunas personas sienten es a veces bastante fuerte, a mi me pasa con los manequies en las tiendas de ropa, y es incómodo. No creen que se puedan mover? O por lo menos girar la cabeza a un lado para que no se sienta que la muñeca les esta viendo? Así no sienten esa presión. Es una opción no?- Dice dirigiendose al hijo de la anfitriona esperando una respuesta. Al menos se que no soy el único que tiene esa muñeca ahi, no es una decoración única de mi habitación, eso me tranquiliza un poco.

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14/03/2014, 19:39
Louis Nicolás de Poitiers

Lanzo una mirada escéptica y divertida hacia las chicas que se quejan de la lámpara, es cierto que te puedes llevar un buen susto y que podría no encajar con el resto de la decoración del lugar, pero tenía su encanto. Cuando Keelin por fin se acerca de nuevo a nosotros no puedo evitar sonreir ampliamente. Hay que reconocer que la chica ha llamado ampliamente mi atención y que me resulta interesante y atractiva, ni siquiera hago nada por evitar que se note mi interés.

Ha sido una lástima, querida, pero cada uno tiene su propia habitación. - Digo fingiendo una cara apenada. - Sin embargo, eso no trae más que posibilidades hacia nuestro futuro. Nosotros lo compartimos todo, cielo, absolutamente todo. Así que tendremos dos habitaciones en lugar de una.

Intento resultar cercano y agradable para la chica. No es cuestión de que vaya a asustarse de nosotros la primera noche, no al menos antes de poder demostrar nuestros encantos.

Así que cuéntame, querida. ¿Qué te ha traído hasta un rincón tan exótico? Seguramente resulta tan fascinante o más que nuestras historias de hermanos.

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14/03/2014, 20:02
Wolfgang von Richter

Wolfgang se apeó del autobús todavía contrariado, aunque la visión del hotel le reconfortó un poco: tenía ganas de empezar a estudiar las muñecas y ver si en ellas hallaba algo de lo que había venido a buscar; tanta presentación lo había sacado de quicio. Esperando a que los encargados del hotel fueran poco a poco guiándolos hacia sus habitaciones, Wolfgang aprovechó para echar una ojeada alrededor, poniendo especial interés en la fachada del hotel: no apreciaba nada todo ese colorido. Sobre la muchacha que salió huyendo nada más ver el bus, Wolfgang no pensó nada, tampoco le interesaba. Sólo tenía ganas de dormir y empezar con su tarea.

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14/03/2014, 20:12
Yorgan Yansen

Por desgracia para el joven judío el traqueteo del autobús pronto le dejo durmiendo en su asiento, por lo que no pudo disfrutar de las vistas del viaje y muchos menos de buena conversación. No es que no quisiera, es que todo transporte publico tenia un efecto somnífero en su persona, algo con lo que no era fácil lidiar, según en que circunstancias.

Al bajar y limpiar sus gafas, se maravillo ante lo que tenia delante de sus ojos. Sin duda eran buenas notas para tomar mas tarde.-No mejor ahora.-Saco su libreta que guardaba en el bolsillo de camisa y anoto un par de puntos de interés sobre el lugar.

-Encantado, mi nombre es Yorgan Yansen, estoy deseando conocer a su madre.-Contesto al hijo de la anfitriona quien parecía una persona educada y locuaz.

Tras recoger la llave y visitar su habitación volvió al hall en el mejor momento, pues un par de personas, todas ellas con curiosa anatomía, se quejaban de esa muñeca en el techo. Sonrió y su sonrisa fue un tanto perturbadora, con sus ojos pequeños y su grande nariz.
-Ahora tengo mas ganas de conocer a esta mujer que nos ha traído aquí, ¿No cree?-Comento a quien estaba cerca de él, sin saber si este le escucharía o quisiera contestarle y entablar conversación..

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14/03/2014, 20:42
Loren Mcfly

Ben me cayo bien y me despedi de el con la mano. Hasta luego Ben, nos vemos con el grupo!! Todavía me quedé dos minutos mas alli viendo la luna y como las ultimas velas se alejaban. El saber que era de granja haria que tuvieramos algunas cosas en comun. Hombre de ciudad criado en granja... yo mas bien soy de puro establo. Y me di unas risas para adentro. Ya me dirigí con el resto del grupo, pues habia una azafata que nos buscaba para llevarnos al hotel.


Todos subimos en el autobus que nos llevaria al hotel. El camino fue largo y cada vez nos alejabamos de la ciudad. Por alguna razon me sentia comoda, era como ir al interior de Australia, al aire libre con los canguros. Me quede mirando bastante por la ventana hasta que poco a poco nos ibamos acercando al hotel. Era un edificio grande y se veia lujoso. La verdad que tanto lujo, aunque lo gozaba, no me sentia conforme con ello. Cuando ya casi estabamos, me llamo la atencion una chica que miraba fijamente al hotel, como atemorizada, pero derepente decidio alejarse corriendo. Intente pensar en algo, pero un escalofrio me paso por el cuerpo, aunque sentia cierta excitacion por lo paranormal que pudiera ver.

Una vez dentro del hotel y admirar con detalle su lujo, espere a que me dieran mi habitacion. Sin duda habian ciertos nervios entre el grupo.

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14/03/2014, 21:04
Andy Reynolds

Conforme llegó allí, al poco tiempo, desapareció yendo a ver su habitación...

Y minutos después, volvió a descender. Vio que un par de chicas habían tenido la misma impresión sobre las tétricas muñecas que hacían de soporte de las lámparas y fue a dar con ellas:

-Hmm... La verdad es que no me hace mucha gracia que alguien me observe con esos ojos mientras duermo.

Comentó, en tono burlón, uniéndose a las quejas sobre aquel decorado tan tétrico.

-De verdad, dan miedo. En serio. Es un tanto escalofriante... ¿No podrían haber dejado ese detalle fuera de todo esto?

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14/03/2014, 21:11
Keelin O’Connor

Keelin enarcó levemente una ceja de forma divertida al escuchar a Louis, sin poder evitar preguntarse hasta qué punto llevarían eso de compartir todo. La verdad es que era una suerte que al menos llevasen peinados diferentes, o le habría sido imposible diferenciar a uno de otro. 

- Soy modelo. - Respondió con naturalidad. - Posé para el diseño de una de las muñecas de la exposición y a mi agente le pareció que podría ser buena idea que participase de este evento. Para dejarme ver y esas cosas... - Hizo un suave ademán con la mano, quitándole importancia al tema y encogiéndose de hombros. - No sé si conseguiré trabajo, pero sólo por las vacaciones pagadas creo que merecerá la pena. - Terminó, soltando una pequeña risita.

Echó un breve vistazo a la gente que se arremolinaba alrededor del hijo de la anfitriona con quejas sobre las lámparas antes de devolver su atención a los gemelos, mirando primero a uno y luego al otro. - ¿Y vosotros? ¿Cómo habéis terminado aquí? ¿Os gusta jugar con muñecas? - Bromeó, con una sonrisa. Lo cierto es que los muchachos le habían caído bien, además de ser bastante atractivos. 

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14/03/2014, 22:38
April Smith

Me giro hacía la señora que nos había hablado, por su tono me recordó a mi madre aunque no estaba nada de acuerdo en lo que decía. Intento ser lo más educada posible para darle mi punto de vista:

- Este viaje que estamos haciendo es para probar las instalaciones y ver que estás cubren las necesidades de los huéspedes. -Digo con el tono más elocuente posible, empezaba a ver que no solo esta mujer era la que había reparado en nosotras.- Así que creo que agradecerán una crítica constructiva: esas lamparas pueden perturbar el descanso.

Noto como el centro de atención se empieza a concentrar en mi, la verdad es que no me importa. Estoy acostumbrada a llamar la atención... no solo por mi color de pelo. Veo que se acerca un hombre con gafas y da su opinión la cual veo bastante adecuada aunque la solución que aporta no me convence igual que no lo hizo la de la mujer.

- No sé, no quiero ofender pero tapar la lámpara con una sábana no me parece buena idea y girar la cabeza de la muñeca... bueno...  sigue estando encima mío y me va a seguir incomodando. Vaya, no es que no me gusten las muñecas. Tengo muchas ganas como todos de ver la colección pero mi habitación la quiero para descansar.

Cuando viene otro hombre (Andy) con el mismo problema digo:

- Sí, eso mismo pensamos nosotras. A ver si pueden encontrar solución a nuestro problema. -miro a de nuevo a la persona del servicio esperando su respuesta.- De lo demás no tengo ninguna queja, ha estado todo perfecto desde que cogimos el avión y la fiesta después de bajar fue un recibimiento de lo más original. La verdad es que me está gustando mucho toda esta excursión menos este detalle.

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14/03/2014, 23:31
Hikari Ayase

 

Cuando bajé de nuevo al vestíbulo, tras refrescarme un poco, vi que muchos habían bajado ya y se habían concentrado en un grupo donde parecía que discutían algo. Me acerqué a April puesto que era la única con al que había hablado, estaban quejándose de las  muñecas de la lámpara, y con razón.

-Por lo visto hay muñecas así en todas las habitaciones, son espeluznantes. Yo también creo que son muy poco apropiadas, al menos en las habitaciones, si pretenden que este hotel y museo sea un lugar familiar, van a tener muchos niños con pesadillas si mantienen así las lámparas. De hecho tengo mis dudas de que sea capaz de dormir con “eso” mirándome desde el techo. He venido aquí para preparar un guion de terror basado precisamente en muñecas, pero dormir asustada me parece un tanto excesivo.

De pronto me di cuenta de todo lo que había hablado y volví a avergonzarme por haberme metido en una conversación de esa manera tan poco respetuosa, pero los nervios me traicionaban. Noté como el calor subía a mi rostro, debía estar tan roja como mí jersey y bajé la cabeza.- Soy Hikari Ayase, de Japón, un placer compartir con todos esta experiencia.

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15/03/2014, 01:20
Amanda Hopkins

Amanda bajó de su habitación para encontrarse con el resto de personas y asintió cuando algunos mencionaron las muñecas que casi aparentaban seres humanos observándoles con sus ojos muertos.

-No es por criticar, pero no esperaba algo así, es demasiado raro para mí... aunque no sea nadie para criticar el buen o mal gusto de nuestra anfitriona.

Aún no la conocían, pero quería hacerlo pronto. Sin duda se trataría de alguien peculiar y atrevido, o no se atrevería a poner unas muñecas tan grandes y tétricas en las habitaciones de los huéspedes.

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15/03/2014, 01:30
Benén Tinelli (Ben)

Espectacular habitación desde luego. Quizá un poco mas sencilla de lo que Ben se esperaba, pero no estaba nada mal. A primera vista se intuía comodidad, si hubiera algún problema que valorar desde luego no seria su cuarto. Ben apoya su maleta, saca sus mudas y cuelga un par de chaquetas en una de las sillas, no ordena nada todavía, dejando incluso su bandolera con la documentación, tabaco, móvil y demás, todo encima de la cama. Lo que quería era beberse un refresco o lo que fuese antes bajar al lobby, pero para su sorpresa... - venga!!... - suelta - no tengo minibar? - resopla sentado en su cama mientras piensa - espero que al menos por la noche tengamos servicio de habitaciones -.
Aprieta su corbata, se echa un poco de colonia y se dispone a bajar al Lobby del hotel para acudir a la reunión, y es cuando apagando la luz para cerrar la puerta... se fija en aquella lampara - pero que...? - dice inclinando las cejas, enciende la luz de nuevo y se acerca apoyando una rodilla en la cama para fijarse mejor - menuda adefesio de lampara, oye.... - dice hablando solo, al instante sale hasta la puerta de la habitación, sacando la cabeza al pasillo para ver si veía a alguien con quien comentar el detalle, pero no coincidió que pasara nadie, cerro con llave y se dispuso a bajar.

Ben llegó al lobby, algunos ya estaban allí esperando a la encargada, y precisamente, hablando de la lampara de marras... - ¿es que nadie piensa en el minibar? - sopesa Ben con una sonrisa un tanto estúpida dibujada en su cara, mientras de brazos cruzados se acerca al pequeño grupo - veo que también os habéis encontrado una barbi fea colgada del techo en vuestras habitaciones - dice - la de mi cuarto no tiene pinta de ser un modelo genérico de decoración, a ver que nos cuentan... - suelta Ben, que en principio le restaba importancia, sentía curiosidad... pero tampoco le quitaría el sueño - Por cierto, me llamo Ben, para todos - se presenta.