Partida Rol por web

Aquella pelea se estaba alargando mas de lo que sería deseable apr el guerrero, ambos contrincantes no son capaces a dañar al otro, eso mermaba en mayor medida las capacidades del claymore, ya que el yoma a pesar de estar herido sufre mucho menos el agotamiento y poco a poco está regenerando sus heridas y podría convertirse de nuevo en una maquina de amtar completamente operativa, retrasando aun mas al desgastado guerrero.

El yoma se lanza en un nuevo ataque, tan poco preciso como el anterior...

Esto se estaba alargando demasiado esquivé liberando el Yoki...con destreza pasando por debajo de las garras del Yoma...para girarme con violencia...y intentar ensartar a mi oponente

Luego me permiti el lujo de alzar la mirada para intentar encontrar a Verónica...

La agilidad de mis movimientos era absolutamente a la de aquellos yomas y esquivo facilmente sus ataques, ya que aunque lanzen potentes ataques, son torpes sus estocadas.

Tras evadir sus ataques, preparo mi ataque contra aquellas bestias inmundas, aunque con cierta fatiga por la pelea, mis golpes pueden no ser suficientes para esas resistentes cosas.

Dicen que las cucarachas también son resistentes, tal vez habría que usar el mismo metodo para matar a los yomas que a esos insectos, ¡a pisotazos!.

El yoma cae destrozado al suelo para unirse a la multitud de cadaveres, aun se oyen dos cosas: El sonido de las espadas contra la carne y las carcajadas de Ophelia.

Al levantar la vista puedes ver a Allice y a Veronica lidiando con cuatro yomas a unos veinte metros, que pronto eran tres, parecen ser los ultimos, ambas claymore parecen estar bien y no parece que aquellos yomas restantes fueran a ser capaces de superarlas.

El primer yoma esquiva habilmente el claymore de Alice, pero el segundo no tiene tanta suerte, llevandose un corte profundo en el costado que no le haría desistir aun. Ambos se lanzan en nuevo ataque que no parece entrañar mucho peligro para la claymore.

El tercer yoma cae fulminado por la espada de Veronica, por lo que es muy posible que en poco segundos pueda quitar de encima aquellos yomas a Alice.

Tan solo el primero de aquellos yomas se había ni tan siquiera acercarse a golpearme, pero tan solo acercarse; eran patéticos.

Ahora comprendo el por qué de que hayan decidido agruparse, unos seres tan inferiores a nosotras no son oponentes dignos y han intentado suplir su fuerza con su número. Hasta para mí, una de las guerreras más debiles de la organización son patéticos, no imagino la fuerza de las claymore de un solo dígito.

Esquivo sus ataque con un lento movimiento girando sobre mi propio eje...idiotas... y con tan simple movimiento hierran su ataque.

Ahora es mi turno...

Agarro mi claymore con ambas manos para intentar obtener la fuerza necesaria para ensarta al primer yoma, aunque con ello, el ataque al segundo no es tan preciso y certero como desearía, pero esperaba que si fuera suficiente.

Algo tan patético podría ser exterminado por los humanos su perdieran el temor del que se alimentan estos monstruos.

Finalmente, el primer yoma cae partido en dos en un sun solo mandoblazo, demasiado rapido, demasiado fuerte, la sangre salpica a verios metros.

El segundo yoma herido, consigue esquivar el golpe de Alice, pero dar la espalda a Veronica en ese estado es simplemente, una muerte segura, el claymore de Veronica aprece saludar a Alice mientras atraviesa el pecho del yoma, este se desploma, muerto.

Aquella masacre no tenía poco precedentes entre los yomas, tan solo la numero seis ha presenciado baños de sangre mayores. Mas de cuarenta cadaveres se extienden por el claro, la sangre morada llega a formar pequeños regueros.

Se produjo un silencio incomodo, en el que solo se oyen los jadeos de los presentes, salvo los de una, los de Ophelia, que aplaudía sentada en la roca cual niña pequeña y reia esperando que Ragnar se acercara.

Apenas mi claymore se había desclavado cuando alzo la mirada hasta donde se encuentra Ragnar, gracias a Dios, confiaba en sus habilidades para deshacerse de ellos, pero aun no ha aprendido a controlarse, ni a dejar de lado su terquedad.

Enfundo mi claymore y respiro hondo recuperando el aliento, mis ropas muestran agujeros y rasgaduras, pero ninguna herida, las garras de un yoma simplle no serán capaces de herirme con la mas minima gravedad.

Miro a Alice, ignorando las risas de Ophelia.

-¿Estas bien?...

Parece que todo el equipo ha sobrevivido, no gracias a nuestra lider, claro está.

Parecía que todo había acabado...

Limpié la sangre de mi cara con mi antebrazo izquierdo mientras apoyaba mi pesado claymore sobre mi hombrera derecha caminando hacia las demás Claymores.

Mi semblante no reflejaba expresión alguno...y mis ojos barrieron el campo de batalla observando en silencio los cadaveres...

Esto no es nada comparado con lo que no esperará dentro...de la cueva.

Suspiré levemente ante tal pensamiento parando mis pasos cuando ya estaba entre las demás claymores...

Me permití el lujo de mirar fugazmente a Verónica para clavar después mi mirada en la cueva.

Con un movimiento seco de mi muñeca, sacudo la claymore quitando de ella la ponzoñosa sangre de los yomas aniquilados. Bajo mi claymore y con mi otra mano intento arreglar mi uniforme, que aunque se encuentra en buen estado, está un poco descolocado por el flagor de la batalla.

Me coloco recta en principio y me inclino levemente en forma de respeto ante veronica.

-Si, me encuentro bien.

Y hecho una mirada a los alrededores, observando aquel desolado paisaje de cadaveres mutilados o troceados por doquier.

Me acerco al grupo con una sonrisa de oreja a oreja, el espectaculo no ha tenido precio.

-Bravo, bravo, parece que al final nos quedamos las dos sin él, eh Vero, los ha matado él solito, pero bueno, es normal, estos yomas estan por debajo de la media, son aburridos, pero por suerte la diversión está ya muy cerca, alegrar esas caras muajajajajaja.

Rio de forma lunatica, mi cuerpo me pide sangre de Kakuseisha, y pronto podría saciarme. Vamos ratita, sal de tu madriguera.....

Ophelia no andaba desencaminada, pronto algo hizo su aparición, saliendo de la cueva, no por el suelo, sino caminando por el techo, solo Veronica y Ophelia habían sentido con anterioridad un yoki tan inmenso, un aura de poder tan intensa que supera toda espectativa de Ragnar y Alice.

En la oscuridad de la cueva solo se aprecia el brillo de sis ojos, pero no tarda en brincar cayendo fuera de la cueva encarando al grupo de claymores. Parecía sacado de la peor de las pesadillas, es un Kakuseisha masculino, este era uno de aquellos de los que que Ragnar y Alice habñian oido mencionar como Devoradores voraces.

-Vaya, veo que habeis acabado con todos sin duda sois dignas de ser mis contrincantes... ¡anda! un hermano...

Dijo mirando a Ragnar.

-Tu seras el ultimo en morir, toma esos segundos de mas como un regalo de alguien que alguna vez fue como tu.

Salvo por ese instante, el resto del tiempo su mirada se centró en Veronica y Ophelia, las unicas que considera un combate a la altura.

La primera en comenzar sin decir mas palabras fue Ophelia, su liebaración de poder es espectacular, un halo azul se arremolina a su alrededor haciendo moverse violentamente las copas de los arboles que rodean al grupo, sin mas se lanza contra el Kakuseisha a una velicidad casi imperceptible y olvidandose de sus compañeras.

El Kakuseisha apenas pronunció unas palabras antes de reaccionar.

-Espectacular, pero insuficiente.

Los musculos de sus piernas se tensan, parecen dos resortes que se activan con el ataque de Ophelia, desapareciendo de su posición y dejando atras un boquete en el suelo fruto del impulso ganado, la espada de Ophelia no le alcanzó por bastante poco a pesar de su velocidad.

Sin embargo, aquel salto proyectado hacia delante tenía otro objetivo, y junto a Ophelia, la unica que era capaz de seguir a duras penas sus movimientos era Veronica, cuando el yoma iba hacia ella, lo mas que pudo hacer fue sujetar su claymore con ambas manos, una por la empuñadura y otra sosteniendo la hoja por la parte plana, transformando la gran espada en un improvisado escudo.

El las ondas provocadas por el brutal choque de la cabeza del Kakuseisha contra el claymore de Veronica, hizo que las capas de todas las claymore presentes se movieran como si de un golpe de viento se tratase. Veronica había conseguido salvar su vida con su milagrosa defensa, sin embargo, la potencia del cabezazo hizo que el propio claymore golpeara su pecho partiendo varias costillas y dislocando ambos hombros, eso sin mencionar que posiblemente atravesara mas de 7 arboles del bosque que hay detras del grupo, enviandola lejos, muy lejos de la escena, cualquiera que no conozca las habilidades de Veronica, la daria obviamente por muerta.

-Jajajajaja, nuevo record... una menos.

Dijo el monstruo de forma burlona....

La magnitud del combate me dejaba perpleja. La organización me había enviado a mi a la caza de un de

Observo impasible la escena sin mover un musculo de mi cuerpo, descansado...intentado recupear el Yoki perdido mientras ese gran Yoma me da cuartel...

SIn más veo como Verónica sale despedida y el "Yoma" la da por muerta...

Estupido...

Cuando sea mi momento entraré en el combate...

Ante la pasividad de los guerreros ahí presentes, el kakuseisha pudo concentrarse plenamente en Ophelia, y demostró que estaba capacitado para poner en apuros incluso a la numero 6.

-Vaya veo que tu numero de un solo dígito no es solo para aparentar.

Sin decir mas continuó la lluvia de golpes, pero la mayoría no alcanzaban a Ophelia, la cual parecía divertirse esquivando todos esos ataques.

Ophelia salta para esquivar las garras del kakuseisha y este salta tambien para no darla respiro, sigue contando con la ventaja que cuentan todos los yomas, el cansancio haría mella en Ophelia tarde o temprano, sin embargo eso era mas dificil que pasara con él. Tras un golpe Ophelia cae al lado de Alice violentamente y el devorador voraz se toma el lujo de hablar mientras se coloca tambien al lado.

-¿Os gusta el espectaculo? Tu no te vayas, que me reservo algo especial para ti.

Dijo mirando a Ragnar a la vez que la cola se dirije a una velocidad endiablada hacia Alice, de no esquivarla el golpe no solo sería realmente contundente sino que acabaría a varios metros de la escena.

Sigo apoyado en mi espada jadeante con una leve sonrisa en los labios...observando el combate...mi intención es observar a mi enemigo intentando vislumbrar algun punto flaco...algun sitio donde pueda ser más vulnerables a un posible ataque..aunque el motivo principal de tal parsimonia es dar descanso a mi cuerpo...para intentar recuperar Yoki.

Justo en ese momento veo caer a Ophelia ante el golpe de aque engendero...lo cual hace que se acentue mi sonrisa aun más...

Y justo después escucho las palabras del Yoma a las cual asiento sin perder esa socarrona sonrisa.

Como un acto reflejo, acentuado  por mi concentración en mi objetivo, una mueca dantesca se forma en mi rostro justo a antes de rodar por el suelo, evitando así ser ensartada por aquel devorador voraz.

Rabiosa, alzo mi claymore y la dejo caer con un veloz movimiento oscilatorio dirigiendose a sus piernas.

Salta alto sin piernas puto bicho de mierda.

Cambian mi mueca a una macabra sonrisa.