Partida Rol por web

Lo que parecía iba a ser otra espera, no tardó en tornarse una batalla practicamente por la supervivencia, mas que por la defensa de aquellas ruinas que constituían algun tipo de punto importante para el plan de la Organización, si es que en verdad hay alguno. Todo yoma en el este estaba movilizandose, y probablemente los que no estubieran luchando con grupos, o guerreras aisladas de la Organización se habían dirigido a Sarta.

Pronto la sensación de estar rodeadas por estos demonios se hizo mas que patente, los primeros en llegar fueron los alados, cuchillas con alas, la primera reacción de Flora fue bajarse del tejado aguardar cerca del ayuntamiento y cubrir la zona mas amplia por donde cualquier yoma terrestre pudiera acceder a él, su mano fue a la empuñadura de su claymore, pero no desenfundó, solo esperó en aquella peculiar posición.

Las sombras de los grandes alados comenzó a proyectarse en el suelo y los edificios, aquellos "carroñeros" eran un autentico ejercito y aquellos alados se contaban por mas de 10. El sonido del aterrizar de uno sobre el borde del tejado del ayuntamiento no se hizo esperar, luego otro a su lado, en perfecta linea de visión con Catalina y Lilith. La ultima vez que pudieron apreciar a Flora fue justo antes de que la rodease una nuve de polvo sin que aparentemente hiciese nada justo antes de que un yoma pasara segando todo a su paso.

Apenas aterrizaron los yomas apuntaron con sus manos hacia las claymores y como si de un baile coordinado se tratase sus dedos se extendieron a una velocidad increible para ensartarlas.

Mis ojos se iluminan y mi rostro comienza a deformarse adoptándo mis rasgos de yoma, esta vez no pienso reservarme. Os mataré a todos... ¡A TODOS!. Un yoki rojizo comienza a rodear violentamente mi cuerpo, hasta tal punto que levanta pequeñas piedrecitas del derruido ayuntamiento, que poco a poco se van desintegrando a causa de mi aura de rabia y odio.

Salto hacia ellos, entre sus pútridos dedos, hará falta mucho más que eso para pararme. No dejaré titere con cabeza, soy Claymore para matar...

-¡Arrrgggghh!

Lanzo un potente golpe descendente, descargando toda mi rabia contra el yoma, después giro mi claymore para golpearle lateralmente en un golpe devastador, permanezco en el techo del edificio, disfrutando de cada movimiento de mi espada, deleitandome en mi danza de muerte, esperando a bañarme con la sangre de mis enemigos.

Catalina ve como sus reflejos no son suficientes para echarse a un lado, los dedos atraviesan su cuerpo, tres de ellos sin acabar en ningún lugar vital.

  ...no podrá una debilucha como tu....¡Marchate!.....

Sus ojos perdieron el poco brillo que tenían, sus labios permanecieron sellados, y sin nisiquiera mirar a aquellos Yoma, trataba de juguetear con ellos antes de que acabasen con su vida. Olvidaba por momentos que tenía razones por las que seguir luchando...cuando su rostro viene a su mente como un recuerdo lejano, perdido, su espada ya se precipita contra el Yoma, títere de la voluntad de la número veinticuatro, quizás demasiado tarde como para propinar un buen golpe...

El yoma apenas había retraido sus dedos cuando el claymore de Lilith recorrió su cuerpo de arriba a abajo realizando un corte profundo y antes de que pudiese parpadear quedó partido en dos despues del segundo y veloz mandoblazo, cayendo los trozos al suelo desde lo alto del tejado.

El segundo yoma quedó en una postura bastante comica, inmovil, solo puede enfocar sus ojos para ver como su compañero es despedazado y se queda mirando a Lilith sin entender que es lo que sucede a su cuerpo el suficiente tiempo como para que ambas claymore puedan volver a atacar.

Sin embargo esto no sería tan facil para la numero 24, un tercer yoma baja en picado para realizar una pasada y llevarse por delante a la bella claymore, si las garras la alcanzan a esa velocidad las consecuencias pueden ser nefastas.

   Catalina no estaba despreocupada, siempre atenta en su compañera tenía el deseo de ayudarla. Sus ojos se clavan en el yoma volador, que aparece de improviso, lee su yoki, lo maneja a voluntad, o eso pretende para desviar la dirección en las alas del Yoma, no sólo para que su trayectoria varía sino para que frene en seco o se desequilibre, extendiendo sus alas por completo.

  Después su atención seguiría en el Yoma del tejado. Deseando que no se mueva ni un ápice.

Mi cuerpo convulsiona violentamente, adoptándo más y más rasgos de yoma. Ummm esto se siente taaaan bien jijiji. Mi cuerpo reacciona con una velocidad sorprende, esquivando el ataque del yoma que pretendía atacarme desde el aire.

Sonrío de forma monstruosa, con dientes afilados por la transformación. Ummm que gran poder... quiero más... ¡Quiero más! Jijiijiji.

-¡MÁS PODEEER! JAJAJAJA

¿Por que tendría que parar este sentimiento tan agradable? ¡Así puedo destrozar a muuuchos yomas! ¡MUUUCHOS! Vais a morir hijos de puta, por lo que le hicisteis a mi mami... y a Ophelia. La vista se me nubla en rojo, y solo pienso en una cosa... jijijijiji.

El control de Catalina tuvo total exito, cuando las alas apenas hicieron el amago de intentar frenar extendiendose verticalmente, una de ellas se dobló hacia atras hasta que partió, esto hizo que el yoma fuese incapaz de frenar y a la vez cambiar el curso del picado cayendo descontrolado, el golpe contra un edificio en ruinas fue audible en cientos de metros a la redonda, no quedó mucho del desafortunado yoma, salvo algunos trozos incrustados en la roca.

Por otra parte el yoma bloqueado, mas por desesperación, miedo y frustración utiliza toda su voluntad para poder moverse al ver que el claymore va directo hacia él.

Toda voluntad de doblegar al yoma de Lilith desaparece, su parte humana fue anulada por completo sumiendo a la numro 24 en un *frenesí sangriento, incapaz de hacer otra cosa mas que intentar despedazar a lo que mas cerca tiene, cuando esto no fueran yomas, serían incluso sus propias compañeras. El yoma recibe un corte en su hombro de la espada enloquecida de Lilith, este a su vez intenta aprovechar el estado de locura para propinar un arañazo superficial, pero que tiñe el blanco uniforme de rojo.

Una carcajada gutural y maligna brota de mi garganta, acentuándo aún más mi sonrisa de mandíbula desencajada. Puedo... puedo controlarlo. ¿Donde estará el limite de este poder? Jiiiiiijijijijiji. Me miro el corte que me acababa de hacer el yoma, la sangre mana al exterior de mi carne, puedo notarla caliente sobre mi piel.

Mi sonrisa se retuerce hasta formar un gesto de odio. No debiste haber hecho eso... ahora... ¡SI QUE ME HAS ENFADADO!.

-¡MUEREEEEEEEEE!

Lanzo un poderoso golpe contra el yoma, con tal brutalidad que sería capaz de partir un muro de piedra. Jajaja... me gusta este poder... es agradable. ¡Wiiiiiiii! ¡Así seré tan fuerte como mi Onee-chan! Con la mirada perdida, como si estuviera observándo el infinito, me pregunto si este era mi límite, o si podía alcanzar aún más poder, quizá habría que probarlo. Jijijijiji...

   El yoki de Catalina era estable, algo que no podía decirse de Lilith, su energía se desprendía por todo su cuerpo, su rostro se deformaba tomando cada vez una forma más similar a la de un Yoma, el mismo que ahora enfrentaba con todas sus fuerzas, ignorando sus ataques, sin apartarse como si se creyese invulnerable. Catalina no lo había sentido nunca, tal liberación de poder, nisiquiera con Andrea, la número veinticuatro era realmente poderosa.

  Un paso atrás con la mirada clavada en su compañera, sentía como se desgarraba su piel, como aumentaba su musculatura y se dejaba llevar por el Yoma, sin resistirse a él, en una demostración de falta de autocontrol absoluto, pidiendo más a su interior. Catalina negó, cerró los ojos para concentrarse en Lilith.

  ....No te lo permitiré....

 Como si dependiese de ella, extendió sus manos, una de ellas con el claymore para tratar de sincronizar su estabilidad con el caos desatado de la guerrera, para que sintiese su severidad, su frialdad absoluta, su inexpresividad, la contención del Yoma.

El yoma no pudo hacer mas que mirar mientras el claymore de Lilith lo corta por la mitad, primero un brazo, luego el tonco y luego el otro. A su vez nota como algo estaba "tirando" de su yoki, algo que impide que su yoki siga aumentando su flujo incitandolo a disminuir, la liberación de poder baja incluso en contra de la voluntad de la numero 24 al 50%, aunque podría bajar a cero si asi lo desea.

Pero lejos de haber acabado todo, nuevos yomas entraron en escena, no entraron por la parte en la que se encontraba Flora, pero si saltando ruinas alante, tres yomas, de los cuales uno de ellos llega hasta Catalina, los otros dos no, pero no parecen prestar atención a la claymore del tejado.

El ataque es rapido y preciso, pero algo forzado tras el salto de acertar el corte no sería profundo.

Echo la vista atrás, los Yoma atraviesan las ruinas por encima de los tejados que ya de por si están destrozados, puedo divisar a tres de ellos, pero sólo uno presenta una amenaza directa, son veloces, y el más cercano parece lo suficientemente preciso como para suponer un problema, sin embargo, no tenía todas las cartas a su favor. La trayectoria de su posición es predecible, los saltos hacen que su debilidad sean las piernas en ese preciso instante.

 Concentrar la variación de su yoki en un sólo yoki no debería significar una dificultad demasiado grande, mis pupilas clavan la mirada sobre su tobillo izquierdo, puede que no consiga una situación favorable para mi contraataque pero es muy probable que no pueda golpearme. Los otros dos oponentes no tardarán en presentar batalla, abatiendome desde los flancos. A mi derecha trato de influir al segundo Yoma, el primero...sería presa fácil de mi control sobre su poder Yoma, alzo la espada con la intención de cercenar su cabeza descargando el golpe...sin más.

Noto algo extraño afectando a mi yoki, una sensación de paz que no había sentido antes... ¿que es esto?. Podría resistirme a ella, pero no lo hago, me dejo llevar, como ensimismada, como un bebé al que su mami arrulla con una bonita canción. Mi cuerpo va recuperando sus proporciones normales, hasta que tan sólo queda mi rostro deformado, manteniéndo parte de esa horrible mueca que pretende ser una sonrisa, y mis ojos iluminados con el fuego de mi odio.

Observo como Catalina pierde su espada, y me coloco frente a ella, cubriéndola con mi cuerpo de forma inconsciente. Ha perdido su oportunidad... jijiji. Ahora yo mataré a su yoma. Alzo la espada y lanzo un potente golpe, aunque con tal fuerza que el claymore se escurre de mis manos y sale volando por los aires. Ese debía ser el yoma con más suerte del mundo.

Por suerte había usado para acelerarme, y eso me da la oportunidad de agarrar el claymore al vuelo antes de que se pierda por ahí. ¡Te pillé!. Por desgracia esto me va a dejar sin poder atacar, alzo el claymore frente a mi, sin mirar a Catalina, que sigue a mi espalda. ¡Veniiid! Veniiid chiquitines, os quiero para mi solita. Jijijiji.

Catalina demostró que cada vez sus habilidades de control eran determinantes para su supervivencia, el ataque del primer yoma no llegó a su objetivo, el tropiezo no le hizo caer al suelo, pero si hizo que sus garras pasaran lejos de Catalina, despues de esto su cuerpo quedó paralizado delante de ambas claymore dejando un objetivo relatuvamente facil, sin embargo en primer lugar el ataque de Catalina, que en principio tenía de objetivo al cabeza del yoma hizo salir volando el claymore de Catalina en vez de la cabeza del yoma, algo similar sucedió con el claymore de Lilith que en principio iba con la misma intención, pero esta fue capaz de recuperarlo al vuelo gracias a su gran velocidad, catalina tendría que ir a mas de siete metros a recuperarlo.

El segundo y el tercer yoma se lanzaron sin pensarlo dos veces al ver la escasa destreza de ambas, pero en medio de la intensa pelea, una cosa mas pudo llamar la atencion de ambas claymore. Flora seguía manteniendo la posición al otro lado del ayuntamiento su yoki se mantiene estable pero parece estar completamente rodeada por yokis que desaparecen uno tras otro, pero llegan mas, y mas. Sin embargo, algo absolutamente montruoso estaba entrando en la ciudad, los sentidos de ambas no alertan de mas, solo que poronto entrará en contacto con la numero 7.

   Catalina observó como Lilith cometía el mismo error que ella, un error que nunca había cometido, como si los astros se hubieran alineado para salvar a aquel Yoma indefenso de los golpes mortales de ambas guerreras. Comenzaba a agotarse, eran muchos, eran rápidos y no podría abusar mucho más tiempo de sus capacidades si quería aguantar. Cuando pensaba en ello sintió aquella monstruosa masa de yoki avanzando hacia Sarta, cerca. Flora era la número siete, podría hacerle frente a muchas cosas que la número veinticuatro y la número veintiseis no podían enfrentar con facilidad, debían acabar rápido, si llegase a necesitar ayuda...

   Los ojos de Catalina recorren uno a uno a cada Yoma con su tempestuosa mirada plateada, brillante pero de aspecto vacio. Uno de los Yoma se lanza contra ella, influido por sus capacidades, más lento de lo normal, variando la trayectoria de su ataque e inclinando levemente la posición de sus piernas pretende conseguir que sus garras vayan contra su compañero bloqueado, si por la inercia del golpe no pudiese frenarlo, puede que Catalina pusiese a prueba la relación que une a un Yoma con otro en esta contienda. Esperaba que fuera suficiente para no recibir el ataque y no sólo eso, usarlo a nuestro favor.

  Para ello, el Yoma debía permanecer inmovil, no pretendía intimidarlo, por lo que surcó su rostro con la mirada un sólo instante, con inexpresión, concentrada en los cientos de punto donde su Yoki luchaba por seguir fluyendo para atarlo con una mano invisible y retenerlo un poco más. Los Yoma se asustan con facilidad en ese estado, pero no comprenden que es lo que puede liberarles, aquello podría descompensar la balanza. El tercer Yoma luchaba encarnecidamente contra Lilith, no necesitaba ayuda pero de igual forma, le echaría una pequeña mano entorpeciendo los movimientos de aquel odioso demonio. Catalina avanzaba corriendo hacia su claymore para recogerlo, con él, era la única forma que tenía de acabar con alguno de aquellos oponentes. Lilith parecía mucho más desenvuelta, y era el doble de rápida...

Esquivo el ataque del yoma, en plenas facultades soy bastante superior a estos debiluchos, sólo me hirieron antes por que no podía pensar con claridad. ¡Wiiiiiii!

Salto hacia el yoma que ha intentado atacarme. Tsssk... Doy una ágil voltereta mientras golpeo en giro con mi espada, son dos los ataques que lanzo antes de que mis pies toquen el suelo. ¡A ver si los ves venir! Jijiji...

Uno de los fuertes se estaba acercándo a Flora, pero ella era la número 7, sólo un número por debajo de Ophelia, y mi Onee-chan hasta se permitía el lujo de jugar con los Kakuseisha, para que no muriésen demasiado rápido, si Flora se lo toma en serio no tendría muchos problemas.

-¡Vengaaa Catalina! Deja de hacer el tonto y empieza a matar yomas. Tenemos que acabar rápido con estos para ir a por el gordo.

Sonrío ampliamente, excitada e inmersa en el frenesí del combate.

De nuevo el control de Catalina tuvo exito, el brazo del yoma se desvió hacia su compañero que permanece inmovil sin poder hacer nada sin embargo consigue retraer las garras antes de llegar a él, propinando un simple manotazo sin daño alguno para su compañero, dio un paso atras intentando entender que demonios había hecho aquella claymore, pero obviamente no preguntaría simplemente intentaría atacarla de nuevo.

El tercer yoma logró esquivar el primer ataque de Lilith incluso mientras el poder de Catalina le entorpece, pero nada le libro del segundo y debastador, el corte en su pecho es profundo y probablemente con varias costillas fracturadas, sin embargo aquella fatal herida lo sumió en una rabia temeraria, no huyó, sino que intentó con una capacidad nula atacar a la veloz claymore, su boca expulaba abundante saliba mezclada con sangre y miraba a la numero 24 como si sus ojos fuesen a salirse de sus orbitas.

 Catalina se echó a lado ante el ataque del yoma sin apenas tener tiempo para evitarlo, sus garras pasaron al ras de su cuerpo a punto de causarle alguna herida, en el aire, sus ojos se desplazaban como los de una muñeca, como una marioneta que tan sólo parece viva por el movimiento de aquellos plateados ojos vacios. Mientras se echaba atrás, descargó su claymore contra el primero de los Yoma, que había permanecido bloqueado durante bastante tiempo. Puede que estuviese asustado, en cualquier caso Catalina no estaba hecha por completo para el combate abierto, y su claymore no sería tan eficaz como estaba resultando el de Lilith.

  Clavando su mirada en el segundo Yoma, bloqueó su yoki, concentrandose esta vez en él. Si seguían así, no podrían aguantar mucho más. Fugazmente, volvieron a desplazarse, sus pupilas se clavaron en el tercer Yoma, tratando de volverlo completamente loco, debía tener demasiada suerte para que esta vez..su yoki respondiese ante su propia voluntad, tiraba de él, como de un hilo, distorsionandolo, creando el caos en su interior.

 Cuando las grebas de catalina tocaron el suelo, miró de reojo a la número veinticuatro, claymore por delante dispuesta para atacar o defenderse.

 - ...Hablas demasiado.

Mi rostro vuelve a adoptar sus delicadas facciones, y mis ojos dejan brillar para volverse plateados, irresistíblemente bellos. Ya he malgastado demasiado poder para estos debiluchos.

Además hoy parecían más tontos que nunca, hacían cosas raras y a veces no atacaban. Seguramente Catalina esté haciendo algo raro... ummm. Las claymore defensivas eran un incordio, siempre con su "percepción" y haciéndo cosas raras con el yoki. ¡Wiiiiii! Con lo divertido que es matar. Jijijiji.

Agarro la espada a dos manos y dejo caer todo su peso contra el desdichado yoma, sea lo que sea que estuviera haciendo la número 26, estaba resultando bastante útil, aburrido, pero efectivo después de todo.

-¡Sayonara!

Una risita escapa de mi garganta, mientras espero a que su sangre salpique bañándo mi cuerpo y dejándome disfrutar de su tacto calentito.

El yoma no tuvo ninguna posibilidad ante el claymore de Lilith, ya sea por sus heridas o por la influencia de Catalina, apenas se movió del sitio, cayendo al suelo en dos trozos.

Por otra parte el yoma que había sido victima del bloqueo de Catalina hasta el momento tenía claro que que la espada realmente peligrosa era la de Lilith y se avalanzó sobre ella con la idea en mente de que quitandosela del medio Catalina caeria con facilidad, incluso despues de haber recibido un pequeño corte de la numero 26. El yoma restante por su parte ocupó el lugar de espectador cuando su cuerpo quedó paralizado por completo a pesar de sus esfuerzos.

Por otra parte solo se oyen golpes, casi explosiones al otro lado del ayuntamiento, y el dañado edificio comienza a tambalearse.

  Catalina asintió para si, tenían que acabar con esto ya, el Yoma bloqueado se presentaba frente a ella, el otro optaba por atacar a Lilith, no pensaba intervenir físicamente para ayudarla, era superior en muchos aspectos a la número veintiseis, y no quería dañar su orgullo con sus patéticos movimientos, era de una fiereza digna de una guerrera, pero para el gusto de Catalina, aquella liberación de poder sólo la acercaba más a los Yoma. Ahora parecía tranquila, eso animaba a la número veintiseis pero no era suficiente para variar su inexpresión.

  Sus rodillas se flexionaron, hizo presión sobre la tierra y salió disparada contra el Yoma bloqueado para atacarle, su claymore se alzó apuntando a los cielos y cayó como una guillotina contra el cuerpo del miserable. Lilith los había llamado...carroñeros.

  ...Sólo espero que mi fuerza sea suficiente...para aguantar......Se dijo...como si hablase con él.