Partida Rol por web

Con la llegada de más gente finalmente Strakovski pareció comprender que estaba haciendo el tonto y entró en razón. Cierto que no me extrañaría que luego le pidieran compensar su comportamiento de algún modo, pero eso iba a ser su problema.

Yo por mi parte, y aprovechando que ya me encontraba levantada, esperé paciente a que los recién llegados tomaran asiento y permitiéndoles ver a todos mi indumentaria, que si bien podían parecer fuera de lugar, era más importante el mensaje que daba con ellas que si me hubiera cambiado. Desgraciadamente ver nuevamente al gitano lanzarme un beso hizo que mi expresión se torciera y apartara la cara en un flaco intento de evitar el gesto que me dedicaba.

¿¡Cómo se atreve!?

Me pregunté mientras tanto, aún sin saber por qué exactamente andaba tan molesta con él, pero lo que si tenía claro es que no me gustaba el modo en que me había tratado. Y es que a una dama hay que saber tratarla, tal y como hacía Micezyzlav, frente al que ese Gavin era incapaz de competir, de hecho, para remarcar mi posición volví a sentarme a su lado y pasé a contemplarlo como adolescente enamorada, para lo cual no necesitaba esforzarme demasiado.

La silla se rompe y caigo al suelo, ignorando completamente las palabras de Dobrich. Intento levantarme y, simplemente, no puedo, pues las piernas no me responden.

Entonces entra Dimitar, dice unas palabras y mi cuerpo se mueve solo. Joder, que yo ko me he movido, mierda. Pero estoy sentada en la mesa completamente inmovilizada. Miro alrededor, con ojos temerosos.

¿Qué es esto, Dimitar? ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Por qué antes, al intentar levantarme para irme no pude y ahora no puedo lover nada de mi cuerpo?

De golpe su voluntad venció el sortilegio que sujetaba su lengua. Trató de alzar las manos para trazar al menos los símbolos de invocación que abrirían las puertas de los cuatro puntos y le permitirían invocar al ángel Miguel para defenderlos del mal. Pero cuando fue a mover la mano para dibujar aunque fuera con su propia sangre los sellos del rey salomón que trataba de recordar con su mente privilegiada, descubrió que seguían encadenadas por la magia impía de aquellos seres.

Pronunció con voz ominosa el salmo del exorcismo según el rito romano. Aunque no sabía siquiera con seguridad a que ser demoníaco se enfrentaban. Si eran humanos practicantes de magia negra, otorgada por el padre de las tinieblas en oscuros pactos de sangre, estaban perdidos.

“Regna terrae, cantata Deo, psallite Cernunnos, Regna terrae, cantata Dea psallite Aradia. caeli Deus, Deus terrae, Humiliter majestati gloriae tuae supplicamus Ut ab omni infernalium spirituum potestate,Laqueo, and deceptione nequitia, Omnis fallaciae, libera nos, dominates.Exorcizamus you omnis immundus spiritus Omnis satanica potestas, omnis incursio, Infernalis adversarii, omnis legio, Omnis and congregatio secta diabolica.Ab insidiis diaboli, libera nos, dominates,Ut coven tuam secura tibi libertate servire facias,

Te rogamus, audi nos!

Ut inimicos sanctae circulae humiliare digneris,

Te rogamus, audi nos!

Terribilis Deus Sanctuario suo, Cernunnos ipse truderit virtutem plebi Suae, Aradia ipse fortitudinem plebi Suae.

Benedictus Deus, Gloria Patri,

Benedictus Dea, Matri gloria!”

Paolo estaba sudoroso, su mente daba vueltas febriles a todos los recursos que disponía a su alcance en esa situación. los 72 nombres de dios, abrir las 272 puertas de la cábala.. era absurdo, no podía mover un músculo para los complicados sellos que debía realizar con sus manos e inscribir en la tierra. Debía advertir a sus compañeros de infortunio de la verdad de su situación.

¡Estos señores son herejes, tal y como nos advirtió el hombre santo que fue apaleado por sus advertencias! ¡Cuan ignorantes hemos sido ante las señales enviadas por los cielos !

Desconozco si son humanos que han vendido su alma a la bestia, o son demonios menores o quizás ángeles caídos ¡Su ritual de profanación de la santa cena será alimentarse de nuestra sangre! ¡Ridiculizando la forma en que nuestro señor dio de beber la suya a los doce apóstoles en sagrada eucaristía! La desacralización de nuestra consagración como hijos de Dios en virtud de su sacrificio. Y por lo que he escuchado, os han impelido a tomar actos impíos. Dios nos mostró la voluntad del padre en sus enseñanzas, liberándonos de las cadenas del pecado ¡Ellos os han encadenado de nuevo!

Necesitamos de la sabiduría del rey salomón para combatir su oscura influencia sobre algunos de nosotros. Conocer el nombre de su patrón y dibujar los sagrados sellos del libro de las claves.

Observó a cada uno de los asistentes, en un fútil intento para hacerles comprender sus argumentos y el peligro en el que se encontraban.

¡Es que no se da cuenta que lleva el vestido lleno de sangre! De seguro derramada por su propia mano lady Zaleski ¡Esto es una barbarie! Debemos salir de esta cena maldita. Los que aún no hayan caído bajo el influjo impío de nuestros anfitriones que ayude a los demás a escapar. 

"Brujería" una vez más. Esa era la única conclusión viable en esta situación, solo que la escena estaba volviendo a salirse de control y la interpelación directa del abad me hacía imposible ignorarla. Por eso dejé escapar un largo suspiro antes de apartar la mirada del señor y fijarme en Paolo.

- Si, lo se - respondí con rotundidad - parte mía por culpa de Gavin y el resto de un espía.

Volví a pronunciar mal su nombre, lo que denotaba el poco interés que había tenido en aprenderlo o un modo de devolverle la vergüenza e incomodidad que hacía sentir.

- ¿Mas no he sido cristalina con todos? Yo vine aquí por un solo motivo y durante el viaje dispuse de tiempo más que suficiente para pensar, ¿acaso queréis escuchar la conclusión a la que llegué? - pregunto reflexiva dado que de declararla sería acusada de apostasía - Pero el auténtico problema, el único problema en realidad, es que os estáis revelando inmerecedores del honor que hicieron al haberos invitado a esta reunión. Si los señores son demonios como aseguráis, bien podrían haberos cazado, metido en un calabozo y desmembraros para serviros en el desayuno, pero han tenido la decencia de mostrar una gran cortesía y les habéis escupido a la cara.

En realidad quizás no todos, aunque si la mayoría de ellos a juzgar por mi propia experiencia.

- ¿Qué les diferencia de los sarracenos? ¿O aquellos provenientes de más allá? Nada en absoluto y con ellos incluso se hacen negocios, ¡así que ya basta! - alzo ligeramente la voz dado que me estaba crispando - ¡Si nadie tiene nada agradable que decir, que se siente, se muerda la lengua y espere a que el Diablo venga a verle!

Me había cansado de tanta descortesía y alguien debía decir algo al respecto. Claro que hubiera preferido no ser yo, pero dado que el resto no habían visto cómo discurría la escena habrían tenido una imagen demasiado segmentada para hacerlo. Eso si, tras la reprimenda vuelvo a mirar a Micezyzlav y en un tono mucho más agradable procedo a disculparme.

- Perdone mi señor pero como ya le dije, por algo no se invita a la plebe.

Mantener las formas era un imperativo y me estaban obligando a bordear su límite continuamente, de ahí que no pudiera sino excusar la situación que todos estábamos viviendo.

Constanza frunció el ceño mirando a su alrededor. Contuvo los dedos de su mano de rozar la cruz de plata gemada mientras escuchaba el barullo que se daba en la sala; las palabras del abad no pudieron evitar turbarla, pero se mantuvo estoica como una estatua hasta el punto de tamborilear los delicados dedos sobre la mesa mientras les servían la comida. Mantuvo la compostura hasta que con voz nítida atajó:

— Basta ya de toda esa cháchara sinsentido. Está claro que esta mezcolanza de extracciones y personajes no está ayudando en absoluto a que se mantenga el orden en esta sala —Se llevó a los labios una copa de vino y dio un trago mesurado conforme a lo que se podía esperar de una dama—. Estoy segura de que el señor Giovanni, aquí presente, tiene una explicación excelente para todo esto sin invocar los nombres del Infierno y sin romper de esta forma tan flagrante la etiqueta en una cena en la que el trato hasta ahora ha sido excelente.

La condesa viuda miró de reojo a Leopold mientras decía esto, inconsciente en gran parte de lo que había ocurrido a su alrededor hasta el momento mientras departía con el misterioso gentilhombre vestido de negro. Aunque se mostró sorprendida ante las pintas de Anka, no pudo evitar mirar hacia su copa y pensar que, en realidad, todo aquello no era más que el coqueteo con los estupefacientes y la credulidad de los congregados. ¿Brujos? ¿Pactos de sangre? Demasiados tratados inquisitoriales se habían leído. Aquello era imposible. La mente racional de la condesa Constanza funcionaba a toda prisa intentando justificar todos aquellos atropellos al sentido común y por eso prefirió quedarse callada.

Veo el temor creciente en los ojos de Bilyana y el miedo en Paolo. No sé qué han podido experimentar pero por el comportamiento de todos los presentes sospecho que ha tenido que ser tan perturbador y extraño como lo que yo he vivido. Quizás debería sentirme como ellos y de salir de aquí. Sería lo sensato. Pero no puedo negarme que siento curiosidad.

Continuo jugando con mi daga pero no soy consciente de la tensión que siento y que manipulo el acero cada vez con más fuerza hasta que me corto a mi mismo. No es más que un rasguño en el dedo anular pero es lo suficientemente profundo como para sangrar. Froto el dedo con el pulgar tratando de detener la pequeña hemorragia que cesa casi en el momento, y termino por llevarme el dedo a la boca para eliminar esos restos de mi propia sangre.

 - ¿Monstruos? - se preguntó Etienne - Se referirán a los nobles, si acaso. Bah, no es algo de lo que me tenga que preocupar: como se lo pueden permitir, tienen sus vicios.

Aunque quería permanecer tranquilo, lo cierto es que la situación era extraña, y el episodio con aquella dama le había turbado.

La intervención de Constanza contribuyó a mantener su ánimo templado.

 - Mi compatriota tiene razón: nuestro anfitrión nos dará las explicaciones necesarias, si lo considera oportuno. ¿Verdad, mi señor?

Miró a su alrededor: Luigi no estaba, ¿qué estaría haciendo?

 - ¿Dónde están el resto de los invitados, por cierto?  Temo que mi pupilo esté abusando del vino, o distrayendo de sus deberes a alguna criada.

Las puertas se abren y dan paso a un grupo de personas, Nathaniel, Amr-Bashir, Piero y Enrico entran, acto seguido, vuelve a abrirse la puerta para mostrar a la niña albina, Nezayem. Los recién llegados comienzan a andar de forma autómata hasta ocupar sus lugares en sus asientos.

Sin saber muy bien cómo o cuando ha entrado, entre Byliana y Leopold aparece Marco, como por arte de magia, ¿tan sigiloso era aquél niño que nadie había reparado en su presencia?

Lady Amisa entra, cuatro criados entran detrás suya llevando dos ataúdes. Lady Amisa se sienta en la mesa, los criados abren los ataúdes para mostrar a Basilio y la duquesa María Borgia, que salen del ataúd para sentarse, contra su voluntad, uno a cada lado de la mujer.

Robert recupera la conciencia con dolor de cabeza y llevando su mano a la garganta, aún siente algo de dolor. Enzo y Allan despiertan de su profundo sueño.

Solo quedaban seis personas por aparecer, Lady Jadviga, las gemelas, Luigi, Marianna y el anfitrión, Claudius Giovanni

La reprimenda pareció surtir efecto y que doña Constanza y el caballero me apoyaran no hizo sino constatar que había sido necesaria e incluso dió la impresión de que buena parte de los restantes invitados oyeron algo por el camino, puesto que entraron sin decir ninguna tontería ¡y eso era un auténtico logro!, porque resultó difícil morderse la lengua cuando la señorita Amisa llegó con doña María y el monje en sendos ataúdes cada uno o cuando comenzaron a despejarse los borrachos.

- Bienvenidos dormilones, ¿habéis descansado bien?

Los saludo divertida aunque educada, como bien claro habíamos dejado que debía ser.

- Parece que habéis tenido suerte de que la señorita Amisa y los criados de don Giovanni os encontrara por la casa.

Porque mira que tener la genial idea de quedarse a dormir en un ataud o emborracharse antes de una cena con la nobleza.

No se podía mover, no sabía por que pero no podía moverse, pero era peor, aquel hombre depravado y excentrico si podía hacer que se moviera como un titiritero.
No dijo nada, solo luchaba por moverse, hacia el intento por romper aquel hechizo, escuchar las tonterías de la niña pretenciosa que se hacía llamar Anna no ayudaba a mejorar la situación, empezaba a entender por que las hermas y ella tenían esa inquina las unas hacia la otra, le resultaba dificil que cualquier persona normal no sintiera repelus por aquella pretenciosa jovencita, imaginaba que no la habían metido en un saco y tirado a un río por que su familia tendría dinero. Tanto dinero como ella tenía falta de alguna cualidad o gracia además de su juventud.
Tenía gracia, el allí luchando por moverse aunque fuera un poco y ellos allí parloteando ajenos a lo que los rodeaba, pero decirlo no había sido bastante por parte de los demás.
Decirlo no había valido para nada, era como si un niño se chivaba del abusón de la calle, solo recibían palizas mas duras, mas asiduas y con mayor esmero, así que Anton guardo silencio. Guardo silencio y esperó a que llegara el momento, a que se confiaran, aunque primero tenía que poder moverse.
Se concentro en mover su cuerpo nuevamente.
-"Muevete"- pensó concentrado en ponerse de pie. - "Muevete"

Ese monstruo con figura de mujer me había dejado salir del ataúd pero cuando estaba apunto de saltar para echar a correr mis piernas no me obedecieron y me descubrí sentándome dócilmente a su lado .Pasee la mirada por los demás invitados intentando pedirles ayuda con la mirada pero o bien tenían una mirada parecida en sus ojos o bien se burlaban de nosotros pensando que habíamos abusado del alcohol .
Kyrie eleison .....pienso ya que ni siquiera puedo mover los labios para musitar una plegaria ..

       - Hola a todos!    No saben el gusto que me da verlos de nuevo, eso significa que aún seguimos vivos ... Pero no es por suerte que ... Lady Amira me haya encontrado,  ni a ninguno de ustedes ... hermanos del destino!    Tal vez ahora sea el momento indicado para presentar nos?  Nos pueden explicar por favor lo que aquí sucede?-    Dijo la duquesa con voz alta, un poco adolorida; pero tratando inútilmente de moverse de su posición, con evidente terror en la mirada identificó a cada uno de los presentes y al final dirigió su mirada a la misma Amira, tratando de mantenerle desafiante la mirada por un momento, hasta que se desvió hacia Bacilo a quien le pregunto:

       - Disculpe sacerdote pero ... Usted mató al gato? -.   Entonces María Azkarizade se fijó en la reacción que tuvo Anton ante las palabras de Anna y les sonrió a ambos antes de negar con la cabeza en silencio ....

Marco apareció de entre la nada para reaparecer al lado de Leopold y Bilyiana. Observó a diestro y siniestro.

Pero el siniestro fue demasiado para el pequeño niño y por unos momentos su cara empalideció.

Volvió a mirar hacia adelante y observó a todos y cada uno de los presentes, al lado de quién estaba sentado cada uno. Y escuchó las conversaciones con atención y suficiente disimulo. De momento no se hacía mucho a la idea de qué había sucedido exactamente ni que iba a suceder, estaba sin información. Y aquello siempre era arriesgado.

la sala se iba a llenando y  situaciones aun mas perturbadoras se iban precipitando , Albert observaba sumido en la desgracia consciente que  el tiempo  que les quedaba era infimo, entre las distintas conversaciones la constante y despreciativa voz de
Anna Katarzyna Zaleski .

Perdone mi señor pero como ya le dije, por algo no se invita a la plebe.

 

Ya en la situación de desesperación que se encuentra el escuchar a aquella aristócrata reírse de la gente que está a su alrededor por intentarla concienciar del peligro le parece repugnante.

Usted señorita Zaleski da asco- le suelta Albert sin cortarse- si usted es una víbora remilgada que se cree superior por su dinero y su condición, la plebe como usted la llama es gracias a la que aún vive, esa misma plebe que le prepara la comida, le riega sus cosechas y acude a su cuidado cuando está enferma
 

Después el joven escupe al suelo con odio- escupo en usted y en todos los adinerados que abusan de su posición, creyéndose lo mejor guardando para si  sus grandes bibliotecas donde se esconden secretos que podrían ayudar a  curar a toda la humanidad, ustedes son la verdadera peste que asola el mundo, si su hermano era como usted me alegro de que este muerto y si era un buen señor me congratula saber que su alma pudo liberarse de la carga de aguantarla- añade con más tono de desdén - y  recuerde la muerte nos iguala a todos y gracias a dios es lo que aquí le espera.

- Hay mucho más en juego que los insultos a nuestro sistema social Albert. Lo último que necesitamos son sus ideas incendiarias para enfrentarnos aún mas entre nosotros. Son los nobles y los caballeros quienes lideran los soldados que nos defienden de los bandidos y los sarracenos. Aquí están en juego nuestras almas inmortales.

Ignorantes, es que no eran capaces de ver las terribles herejías que estaban perpetrando. Cada significado ritual en los supuestos juegos que les habían hecho pasar los invitados del señor Giovanni. Pues al parecer su oscuro anfitrión había utilizado su influencia y sus recursos para proporcionar un divertimento y los sacrificios apropiados para su corte de depravados. Habían llegado más de sus compañeros, y tenía que tratar de poner algo de cordura en sus cabezas si quería tener aliados para salir de esa cena sacrílega.

- Nuestro anfitrión nos invitó para participar de un complejo ritual sacrílego. Al parecer para impulsar a muchos de nosotros a participar de sus juegos impíos, cargados de simbolismo, para encadenarnos de nuevo al pecado. Como nos advirtió el hombre santo, apaleado por sus palabras por los siervos de nuestro anfitrión, seremos sacrificados en un ritual que ridiculiza la sagrada eucaristía. Seguramente alimentando al señor Giovanni con nuestra sangre, burlándose del sacrificio de la sangre del cordero por toda la humanidad.

Trató de mantener el tono educado, como el maestro que muestra lo evidente a sus pupilos. Respiró hondo mientras trataba de averiguar a que enemigo se enfrentaban. Las respuestas se encontrarían seguramente en el extraño simbolismo que utilizaron sus cortesanos con los que fueron convocados a ese funesto evento. Aunque empezó a mirar de cerca cada detalle de sus anfitriones en busca de marcas demoníacas, un tercer pezón intuido contra sus ropas, absurdo los pesados ropajes los taparían. Unos ojos con reflejo rojizo, lenguas bifurcadas..

- Nos encontramos ante una cábala de adoradores del diablo. Desconozco que sistema utilizaran para consagrar nuestras almas al señor de las tinieblas. pero me espero desde oscuros rituales de brujería hasta misas negras o incluso la consunción de nuestras almas. Aquellos que aún tengan a cristo en sus corazones, o que conozcan los salmos y sellos del libro de salomón encomendaros a cristo. Es todo cuanto nos queda ante la funesta influencia que son capaces de ejercer sobre nuestra voluntad.

         - Doctor Mactagger le pido por favor que respire un momento, medite sus palabras  y reconsidere lo que acaba de decir! -.    Dice la duquesa Borgia con un tono de voz ecuánime, conciliador y decidido mientras que de esfuerzo en sonreír le:

          - Independientemente de que a mí me ha extrañado el diferente comportamiento de ambos a como eran hace unos minutos, realmente ninguno de nosotros nos conocemos y lo único que es seguro que nos relaciona es la decisión de los presentes o de Lothar para que nos trajeran aquí, así que no pierdan energía peleándose entre ustedes, cuando junto a cada uno de nosotros me parece que está la razón por la que estamos aquí y ahora juntos! -.    Entonces María escucha a Paolo y asiente casi todo lo que el dice  y cuando termina comienza a cantar en italiano:

         - Padre nuestro que estás en el cielo,

santificado sea tu nombreee, vengaa nosotros tu reino

hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo

danos hoy tu pan de cada día!   Perdona muestras ofendas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, líbranos de toda tentación y de todo mal ... AMEN!   Un nomine Patri, un fili un spiriti Santi ... Amén!!

Miro al párroco, y luego a la duquesa. ¡No, joder! ¡No, no, no, no! ¡Yo no me rindo, yo soy una guerrera! Vuelvo a hacer fuerza, pero no consigo levantarme. Miro a todos, negando.

Estáis todos locos. No veis lo evidente, pero, ¿sabéis qué? No lamentaré la muerte de alguno de ustedes, pero no voy a aceptar la mía. No mientras tenga aliento.

Vuelvo a intentar levantarme, sin conseguirlo, mientras casi inconscientemente recito el padre nuestro en valaquio.

Robert se llevó la mano al cuello cuando fue consciente de su situación. Tomo una larga y profunda bocanada de aire y apoyó las manos sobre la mesa. Su respiración se agitó y pronto se dio cuenta de donde estaba. Poco a poco se fue tranquilizando, aunque sin perder un estado de tensión que hacía que su mano izquierda no dejara de temblar ligeramente.

 - Que... - Balbuceó mientras giraba su cabeza para ver a su lado a aquel hombre árabe. Entonces; ¿Todo había sido un juego? Cerró los ojos y tomo aire de nuevo, esta vez más pausadamente. El temblor de la mano cesó.

Palabras y más palabras se mezclaban con sus pensamientos. Les hizo caso omiso, le dolía el cuello, la cabeza y tenía una extraña sensación.

Las palabras de la guerrera Strakovski llegaron a su cerebro con mas nitidez. Instintivamente movió su mano, su cabeza y su cuerpo. No tuvo problemas. La miró extrañado y luego pasó su mirada por el resto para terminar con quien había empezado su extraña noche. El árabe. 

Lo miró a los ojos - ¿Que está pasando? - Quería que su voz sonase potente y segura, pero el dolor hizo que sonara atascada y carrasposa. No había duda que habían sido drogados, quizá aquellos que no podían moverse eran más sensibles o les habían suministrado mas cantidad de la necesaria... Aunque su voz no transmitía la fuerza y la decisión de su mente, si que lo hacían sus ojos; que seguían clavados en aquel hombre.