Partida Rol por web

Cambio levemente el punto de destino de mis palabras de Ada a Mats. Aunque es solo una sutil alteración al hablar pues sin embargo no pierdo la mirada de la chica para lo bueno o para lo malo.
El sentido de responsabilidad de nuestro pelirrojo esta claro. Ya sea natural o empujado.
Quiere ir con ella. Estudiándolo con sencillez es una reacción corriente. Si no lo recuerdo mal compartieron parte vital de las desventuras juntos. En cierta medida yo estaría sintiéndolo lo mismo si fuera Leah.
Pero si nos bajamos a los sentimientos, sin tranquilidad saltaremos sin mirar al abismo que no vimos debajo. Es lo que hace sacar a un poli, quemado por los nervios, de la habitación de interrogatorios por sus compañeros.
Hablar las cosas es la regla numero uno para calmar los ánimos. Hablarlas despacio con voz clara y adulta. Puedo dirigirlas a Mats pero entonces, si es la cizaña la base del juego, nosotros mismos lo habríamos empezado. No. La regla numero dos es el frente común.
Es Ada la que debe aclarar la sospecha o profundizarla. Los demás quedan al otro lado de la linea y allí estarán mas a resguardo. Pensando en sacar a Mats de su influencia si es necesario.
Me dirijo a ella por ello. Para que responda. Para que se revele por apertura o ocultación. Por que si alguien tiene que hablar con sus actos es ella. Y mientras podemos darnos tiempo a nosotros y a Fermi.
- Bien al menos el principio de que no es correcto que estés aquí parece consensuado ¿Estas de acuerdo verdad Ada?
Sabemos lo que Ellos hacen y han podido querer hacer y tu misma dices que Vendela ha tenido y puede tener ascendente sobre lo que haces ¿Verdad? Al hablar con Mats, entonces, lo haces...¿Para advertirle o para convencerle?
Mi mirar es penetrante y sincero. Mi animal esta ahí pero sigo reteniendolo aun a su pesar. Quiero que vea pero no que salte. No si hay otro camino menos sangriento al que darle una oportunidad.
Nos tienes a todos en ascuas. Ya lo ves. Hay quien te apunta con un arma y quien no dudaría en usarla. Estamos la mayoría, si no todos, dudando. Incluso tu ¿Verdad?.
Hay magia de soñador volando por todo el aire, si no me engaña la percepción, y creo que eres tu aunque no se si a sabiendas ¿La puedes apagar como te he pedido? ¿Te estas dando cuenta? ¿De verdad quieres hacernos eso? ¿Deseas hacérselo a Mats? - avanzo con pasos parsimoniosos, relajados pero fijos y firmes en su dirección acortando con ellos la distancia - Ya has oído a Mats. No quiere dejarte en la estacada. Eres su responsabilidad. Estoy de acuerdo. Tanto como lo eres mía. Nuestra. - pauso un momento para elevar el tono lo justo para hacerlo inquisitivo e ineludible - ¿De verdad tiene Él que acompañarte?
Abel habla por nuestros amigos, y asegura, y le creo, que no hay nada que temer, que iras a un lugar seguro, con mas gente protegiéndote y mas capaz de tratar con las amenazas. Entonces, así no hay necesidad perentoria de que te acompañe - el hombro y la ceja se acompasan en un gesto de pregunta - ¿No estas de acuerdo? Si hubiera algún peligro, pues mejor seria que fuera alguien con mas entrenamiento ¿No? Quizás yo. Te trasladaríamos, te pondríamos a salvo y con todas la bazas controladas en nuestra mano, Mats y cualquiera de nosotros te visitaremos. Dime Ada si eso no es ahora lo importante ¿Cierto? Tener a todos a salvo.
Señalo con el pulgar a Mats a menos de un metro.
- Vamos Ada, este hombreton se nos esta disculpando por ti y detrás nuestro, a Clementine le falta sacarte las fotos de los verdaderos Sacrificios entre lo exabruptos de Elliot, para que te pongas a vomitar de seguir pensando que eres su legado. Eso que le han hecho a Sophie no es otra cosa que cosificacion y tortura. Vamos. Contente. Ada. Apágalo - le digo colocándole la mano suavemente sobre el hombro cerca del cuello atento a la posición de los dedos amigable - Te lo pido por favor, pero hazlo Ya, o no se si la confianza va a tener mucho recorrido.
Y si no puedes con lo que ronda tu cabeza, al menos pon orden a tu corazón y tu voluntad y a tus pies, y da un paso conmigo en la dirección contraria a Mats.
Refuerzo el aura que pueda tener de mi espiritualidad dual o vaya a saber Dios en lo que me he convertido para centrar en el bicho que pueda haber en su interior para que su impulso sea el replegarse lo mínimo para que Ada, la verdadera Ada tenga oportunidad de removerse debajo.
Si en Mats no había llegado a enraizar y animarse la magia de Vendela temo que en Ada si. Lo que no quita que no pueda intentar buscar otra solución que la que deseo a través de Kyon.
Pero eso mas tarde. En otro lugar y con la guardas altas y lejos de lo que puede ser su objetivo.

–Él me alentó para emanciparme y al recordar quería que él lo supiera antes que nadie porque tenía miedo ¿Advertirle? ¡Claro! ¿Convencerle? También… De que no soy uno de ellos, de que no me deje sola...

Aunque parecía que poco a poco esa sensación de duermevela iba diluyendo en el policía –como si el ruido de la tormenta y el olor a humedad le fuera despertando– no desapareció del todo.

Mirando al suelo Ada asentía a los razonamientos de Daniel sin moverse un ápice.

Mientras Daniel se dirigía a Ada, Elliot permitió a sus sentidos ampliarse. Dejándose llevar por el monótono sonido de la lluvia, el perfume a tierra húmeda y la voz del detective, trató de abrir las puertas que le permitían que la frontera entre la vigilia y el sueño se manifestara a pesar de estar despierto.

Su concentración le sacó de la dinámica de la conversación a un punto exterior como contemplando un sueño desde fuera.

Ada tenía algo de personaje de en sueño, como si su aura estuviera cargada de fantasía. Algo que había visto Elliot, con menor intensidad, en músicos y artistas con una presencia muy glamurosa. Muy probablemente era el rastro de un hechizo producido por ella en el que se habría presentado como un personaje idílico.

Pero la sensación de duermevela venía más bien de la lluvia, que les cubría con un manto protector. Era como si la laguna tratara de elevarse hasta el cielo y cerrarles en una bolsa.

Miré a Mats y luego a la tal Ada. Es cierto que Estelle no había dicho que acabáramos con ella, que era una amenaza ineludible y que no escapara, Daniel también se estaba conteniendo y Elliot... Todos dudábamos. Y ante la duda, precaución. Nunca se me había dado disparar sin estar completamente segura, no quería empezar ahora tampoco. Por más que desconfiara no podía valerme solo de eso para actuar, en el fondo yo también quería creerle a ella y que Mats tuviera razón, siempre es hermoso creer en la redención; el problema era que si nos equivocábamos pronto Mats, Abel y Erik estarían muertos, en el mejor de los casos.

Cerré los ojos un instante cuando escuché a Mats hablar, realmente estaba comenzando a odiar a Vendela con todo mi ser, siempre estaba dos pasos delante nuestro. -Sophie también es tu responsabilidad, te lo recuerdo -solté visiblemente airada, sentía las lágrimas hacerme arder los ojos pero no las dejé ir, no iba a darle el gusto; quise decirle que era un hipócrita pero me callé, miré a la chica deseando que no estuviéramos equivocándonos con todas nuestras fuerzas -Aunque entiendo tu dilema -reconocí y miré a mi amigo, llena de dolor y confusión.

Si fuera Édith de quien se sospechaba también me iría con ella, y en su momento tuve que defenderla de las sospechas de Leah, y de las mías propias. Y también era muy posible que ella usara sus habilidades inconscientemente, como quien sabe que tiene una sonrisa encantadora y la saca a relucir siempre que puede, solo que con fines para nada inocentes. Era posible que estuviera diciendo la verdad muy torpemente, mas eran sus afirmaciones las que me daban miedo, ella no estaba totalmente convencida.

Lo cierto es que yo, personalmente, no podía dispararle a la chica por que sí, nadie allí iba a matarla por si acaso. -Si no podemos pedirte que cambies, entonces tú tampoco puedes pedírselo a ella -sostuve resuéltamente mirándolos a los dos -Pero yo sí te voy a decir algo, Ada: más te vale que todo esto no sea una treta porque lo vas a lamentar... Y si de verdad quieres ayudar demuéstralo con tus actos. Que no queden dudas de que ya no eres la marioneta de nadie.

Me alejé un par de pasos, no los suficientes como para dejarlos pasar, pero sí para darles un poco de aire. Luego pregunté, ya más inquisitiva. -¿Cómo has recordado, Ada? ¿Qué disparó tu memoria?

Pensó unos segundos antes de responder.

—Creo que vuestra llegada pero no estoy del todo segura.

Cuando Elliot dejó a sus sentidos explorar entre la vigilia y el sueño se sintió salir de la escena, como si fuera un observador exterior de un sueño. Pudo ver el halo que rodeaba a Ada y otro muy diferente que le hizo sonreír casi imperceptiblemente. La respuesta de Mats a pesar de que podía esperarla y lo mucho que parecía estar vinculado a Ada, le punzó en el pecho, ¿sería capaz de abandonarlos a todos, de dejar a Sophie como Clemetine había señalado, por irse con uno de ellos y además alguien que no le necesitaba? El cambio de perspectiva que había asumido le ayudó a centrarse rápido sin embargo. Tenían que hablar, los cuatro, pero tenía que se a solas y sin que Mats tuviera a la vista a aquella chica.

Por favor -se dirigió a Mats y luego a Clementine y Daniel-, necesito hablar con vosotros tres un momento, pero tiene que ser a solas. Volvamos al salón y hagásmoslo allí, si no les importa a los demás quedarse con ella -habló con un tono más sereno que contrastaba con la ira contenida que mostraba unos momentos antes-; esto es demasiado importante como para precipitarse.

Cuando entraron al salón* pidió a Mats que se sentara y le sirvió un vaso de agua. Quería que su amigo estuviera lejos de la atmósfera de la sectaria y que se tomara unos segundos para respirar. Cuando le pareció que estaba listo comenzó:

-Antes que nada -miró a Daniel- es cierto que hay cierto halo de ensueño en la chica pero lo he visto otras veces, aunque con menos intensidad, rodeando a gente especial: músicos, otros artistas… Ella se nota que lo ha cultivado, por así decir, que utiliza su influjo, pero no me daba la impresión de que estuviera haciendo un hechizo activamente. Pero lo que tú percibías -se refería a Daniel-, creo que era otra cosa: es una presencia en la lluvia, como si la laguna se levantara para cubrirnos con un manto protector. Eso me da esperanzas de que aunque Ada haya intentado contactar con Vendela o ésta la esté buscando, la marisma efectivamente haya conseguido protegernos. Incluso tal vez podríamos intentar averiguarlo para estar seguros -miró un instante a Clementine- pero primero necesito decirte algunas cosas -dicho esto se sentó junto a Mats.

En primer lugar, dices que te sientes responsable de ella, que es tu obligación protegerla. Pero si es así piensa en lo que voy a decirte: sabemos que es muy posible que Vendela la mantenga cerca de ti porque quiere matarte, aunque esa no sería la peor de las posibilidades. Si fuera así podría tener algún tipo de hechizo latente, como el que tenías tú hacia Montillet, y que en la marisma no pueda desencadenarse o bien que deba esperar a cierto momento o cierto estímulo predeterminado para hacerlo. En ese caso, si ella intentara matarte, tal vez lo conseguiría o tal vez no, pero te aseguro que Fermi le cortaría la cabeza -hizo una pausa para remarcar esa imagen-. Y tratándose de Fermi no es una forma de hablar. De modo que lejos de protegerla estarás siendo el causante de su muerte. Por otro lado si un aliado del comisario dice que irá a un lugar seguro donde la protegerán es que es así; pongo la mano en el fuego por lo que diga cualquiera que trabaje con Réjane.

En segundo lugar, si hubiera un sólo ápice de nobleza en su alma, si tuviera las más mínimas buenas intenciones, no te pediría que fueras con ella y abandonaras a Sophie y a todos nosotros sabiendo como sabe que estamos combatiendo a sus “correligionarios”. Sabe que te sacará o al menos te desplazará del campo de batalla y si sigues bajo su influjo puede que trate de absorber toda tu atención. Y eso no le hará ningún bien a nadie. No olvides lo que ha ocurrido esta misma mañana, Mats, te necesitamos con nosotros y al cien por cien. Y dices que ella les desobedeció y que con ello te salvó la vida. Bueno, desconozco los detalles, pero si quisiera infiltrarse y que confiaras en ella piénsalo: sería una acción de manual.

Antes decía que que te mataran no es lo peor que podría pasar, porque lo peor es que te atrapen. Sí, Mats, podrían quererte con ellos -le miró fijamente a los ojos y en ellos Mats podía ver el dolor y la advertencia de Elliot respecto a lo que estaba diciendo-. No sé quién eres, en realidad, pero no es algo común tener miembros de la familia dispuestos a cualquier cosa por protegerte, leales hasta la muerte. Y también sé que has sido capaz de hacer que sienta por Sophie lo mismo que sentiría por una buena y vieja amiga con sólo hablarme de ella y describirla -observaba con atención las reacciones de su amigo-. No digo que me cuentes tu secreto, pero sí que lo tengas muy en cuenta. ¿Una magia que podría estar relacionada con las palabras?, ¿alguien que habla y hace que lo dicho se grabe en el corazón? -negaba ligeramente con la cabeza mientras decía estas cosas-. No, Mats, imagínate lo que les gustaría contar con alguien como tú a ellos que hablan de “escuchar las palabras de los dioses” o de “la lengua de los ángeles” y que buscan los nombres primigenios de entidades poderosas para tener poder sobre ellas. Dios quiera que no caigas en sus manos. Que conste que no digo que les ayudaras por propia voluntad -quiso matizar-, pero si quieren harán que te olvides de ti mismo y que todos te olvidemos, aunque esto último puede ser que con el tiempo lo superáramos, claro, ya nos ha pasado antes. Y cuando supiéramos que te tienen iríamos todos a buscarte y bueno, alguien moriría probablemente o nos atraparían al igual que a ti. Y aunque no colaboraras en modo alguno tal vez podrían estudiarte contra tu voluntad, como hacían con el hombre dormido del que os hablé.

Guardó un momento de silencio. Seguía mirando fijamente a Mats y el dolor se transparentó en sus ojos aún con mayor intensidad:

-Piensa qué te mueve en realidad a querer ser tú y sólo tú quien esté con ella. No eres el único que la puede ayudar y sí por el contrario hacerle mucho daño. Y si en el fondo es orgullo, una especie de síndrome de Jesucristo -no le importó sonar duro con todo lo que estaba en juego-, piensa que el orgullo es la madre de todos los pecados, o eso dicen y creo que con mucha razón. Y por cierto, cambiar no es malo -añadió-: es una obligación intentar hacerlo a mejor.

No sea ha movido ni un milímetro. En el manual del interrogatorio corresponde a que a una pregunta le sigue el silencio o una evasiva. Casi empiezo a leerle sus derechos.
Voy a decir en voz alta hacia Mats, que su respuesta a Clementine suena a programación, pero me detienen las palabras de Elliot.

Me resguardo bajo la piel otra vez a Kyon y le hecho una mirada analítica a Elliot. Estoy seguro que ha visto algo.
Asiento pero espero a que alguien me de el relevo de no perder un ojo de Ada y si es posible sea su sombra.
Intercambio esa mirada de alerta con Abel y Berisha, aunque a este con un inciso de que tenga cuidado con el arma. Parece capaz y sabedor de las precauciones necesarias. Solo creo que esta demasiado nervioso.
- Por favor Abel, que no se mueva de aquí - le susurro al oido al hombre de Rejanne- algo se mueve en ella. No lo se seguro pero lo sospecho. Lo que sorprende es que aun no se haya presentado su Titiritera. Llegamos ayer. Han tenido tiempo de sobra. Estemos alerta y si tiene vigías en el exterior que le mantengan informado. - luego suspiro - Si intenta algo raro... noqueela e inmovilicela- lo digo tan a su oído y tan bajo que casi yo no me oigo.

Siguiendo a los demás al salón me quedo de pie por la costumbre. Apoyado sin relajar en uno de los muebles con los brazos cruzados.

Elliot empieza describiendo lo que puede haber sido las percepciones. Asiento. Encaja mejor las piezas.
Su explicación de los posibles mecanismos en marcha coincide con los razonamientos que he tenido.
-Yo también creo que esta programada, como tu lo estuviste con Montillet. Lo único es que su tiempo de maduración ha llegado. Su ultima respuesta suena a un disparador.
Que las defensas se hayan levantado también cuenta a favor de esa explicación.
Mis comentarios son breves pero convencidos.
La segunda afirmación de Elliot concuerda con mi prueba.
-Se que es difícil de asimilar, pero estoy con Elliot también en eso. Ha respondido a mis preguntas. Le es sencillo hilar sobre las palabras. Creo que eso va con lo que le ha imbuido. Buscarte a ti.
Pero no ha hecho un gesto a ninguna de las dos acciones que yo he pedido. Os concedo que fueron peticiones improvisadas. Pero ni siquiera ha dado ese ultimo paso que le pedí. Y lo mas curioso: tampoco a protestado. Con un arma en la cara
Dejar hablar a Elliot de que no queda un apice en la chica me hace reaccionar
-No puedo discernir la Bondad o no que reside en su alma. Siento que lo que vemos es la imagen animada de lo que Vendela planto en ella que ya no es una cosa como el bezoar. Es algo vivo y con unas directrices bien marcadas. Parece casi un virus.
-Que conste que si creo que hay que tocar la situación con cautela y estudiarla en cuarentena. Pero yo no la doy por perdida. Si esta enferma de esto se la cura. Si es su alma la oscura...Se vera...
La puesta sobre la mesa de la mesa de las facultades de Mats concentra mi atención. Estoy a punto de preguntas de que iba eso de Berisha pero lo que expone Elliot sobre la concitacion de las emociones que tiene Mats en las palabras es poderosamente mas atractivo de oír.

Volviendo la cabeza como si acabase de recibir una bofetada, miro a Clémentine con los ojos desorbitados. ¿Qué está insinuando con lo de que «Sophie también es mi responsabilidad»? Abro la boca para responder, sintiendo las palpitaciones de mi corazón en el cuello, pero Clem continúa hablando, y yo tampoco tenía muy claro qué decir. Ada le explica que cree que fue nuestro regreso lo que desencadenó su recuerdo. Elliot, que me mira como a punto de explotar, sugiere tener una charla rápida y privada con Clem, Daniel y conmigo. Resoplando, me encojo de hombros.

—Vale, lo que tú digas.

Todos seguimos a Elliot al interior de la casa. Allí me indica que me siente, petición que obedezco después de mirarlo durante cuatro o cinco segundos. El chico empieza entonces a contarnos que el aura onírica que rodea a Ada es común en artistas y otras clases de personas, lo que tiene sentido teniendo en cuenta que ella es música. Nos revela también que el santuario de las marismas nos está protegiendo, y que tal vez haya frustrado los posibles intentos de Ada de comunicarse con Vendela, o al contrario. Se sienta entonces a mi lado, y yo lo miro levantando una ceja, aparentemente impasible, pero mis dedos entrelazados y la pierna que bota rítmicamente delatan mi tensión. Elliot me explica que mis intentos por proteger a Ada podrían, paradójicamente, condenarla: si ha sido sometida a un condicionamiento para asesinarme, como hizo Vendela conmigo para que matase a David, y dicho condicionamiento se activase, podría resultar en la ejecución inmediata de Ada. De modo que mantenerme alejado de ella podría ser de hecho el modo más efectivo de protegerla. Respiro hondo, asintiendo muy lentamente, sin mirar a Elliot. Frunzo el labio, pero no respondo. Tiene sentido. Joder, hay tantas cosas que no sabemos que es como tratar de tomar una decisión a ciegas.

Luego, Elliot procede a explicar que el deseo de Ada de alejarme del resto podría ser un plan calculado para tenderme una trampa, y aunque no fuese así, me impediría estar al alcance en una situación en la que probablemente fuese necesaria mi presencia. No me gusta, no obstante, que considere que mi instinto de proteger a Ada sea «abandonar» a Sophie o a ellos. Aprieto los labios y cierro los ojos con fuerza. Sigo escuchando.

Su tercera exposición es la que más me sacude por dentro. La verdad es que ni siquiera se me había ocurrido la posibilidad de que la secta no quisiera matarme, sino utilizarme como uno de sus putos profetas. Casi me reiría de lo estúpido que soy; mi padre me advirtió en su día del poder que podían encerrar mis palabras, de lo persuasivas que estas tenían el potencial de ser. ¿Cómo no lo había pensado antes? Lentamente, mi postura cambia; mis hombros se hunden sobre sí mismos y apoyo los codos en mis muslos, sintiéndome realmente fatigado. Hostia puta.

Daniel le toma el relevo a Elliot, afirmando estar de acuerdo con él y compartir sus sospechas. Finalmente, cuando Elliot me pregunta por qué yo quiero estar con Ada, lanzo un hondo suspiro. Empiezo a hablar, con voz ronca y un tono ausente, despersonalizado:

—Antes de nada, quiero aclararos una cosa: no era mi intención abandonar a nadie. —Miro fijamente a Clémentine y a Elliot, clavándoles la mirada varios segundos a cada uno de ellos—. Ni a Sophie ni al resto de vosotros. Pero Ada también forma parte del resto de vosotros, y eso es lo que no veis. Tampoco os culpo, la verdad. No es fácil. —Cambio de postura en mi asiento, incómodo. Joder, nada es fácil—. ¿Por qué yo, me preguntas? Pues es muy sencillo, y te aseguro que no es por orgullo. En el tiempo que llevamos con Ada, soy el único que ha intentado conocerla, el único que ha intentado entenderla. Su único amigo. —«La única persona cuyo primer impulso no ha sido ¡matadla! en cuanto las cosas se han puesto feas», me digo a mí mismo—. Ella no necesita putos escudos humanos. Necesita un amigo, alguien que crea en ella y que se preocupe por ella. Que no piense en ella según el potencial riesgo que suponga para nuestras vidas…

Guardo silencio durante un rato considerable, quizás treinta segundos, quizá un minuto. Y en ese tiempo, todas las ideas que Elliot ha lanzado al aire giran sin parar en mi cabeza, haciéndome dar bandazos de un lado a otro sin tener nada claro. Mi expresión pierde su fuerza, y entierro los dedos de ambas manos en mi cabello.

—Mierda… Mierda. Tenéis razón. —¿Por qué tenía que pasar esto? Me voy a sentir como una puta mierda haga lo que haga. ¿Actúo en beneficio de la mayoría, o en el del más débil? Me paso otro rato callado, negando lentamente con la cabeza. Mats, eres un puto imbécil—. Elliot, no es ningún secreto. Mi padre puso a Ellisif y a Berisha a mi cuidado. Me dijo que aparentemente, tengo una especie de… poder en la sangre. Algo latente, que por lo que sé aún no se ha manifestado. Según él, tengo el potencial de convertirme en algo así como un líder de masas, de hacer que todo el mundo haga lo que yo diga y cumpla mis dictados. Mis caprichos. —El pensamiento me produce una repentina sensación de náusea. No sé si será verdad o mentira que yo tenga ese potencial, pero la posibilidad de que la secta lo utilizase en su beneficio sería algo realmente aterrador. Río amargamente—. Joder, no soy capaz de tomar ni una puta decisión de mierda. —digo, sonando derrotado. «No sirves para nada»—. Ahora pienso esto, ahora pienso aquello… Pero considerando todo lo que me habéis dicho, creo que tenéis razón. —No sé si tienen razón. No sé cuál es «la razón», si la hay. No sé qué es lo correcto—. Perdonadme. Joder, estoy pidiendo perdón más veces hoy que en toda mi vida. Y aún voy a tener que disculparme una vez más… —Miro en dirección a la puerta, hacia Ada. Voy a tener que abandonarla—. Soy un desastre. Perdonadme.

Súbitamente Elliot nos llama para hablar aparte, solo los cuatro. Pienso que es un último intento de hacer entrar a Mats en razón, cosa que a esta altura me parece imposible con lo obstinado que está y lo desgastados que estamos todos alrededor, pero aún así entro con el resto a la casa, echándole una última mirada a la kore.

En el salón Daniel permanece de pie mientras que yo no quiero verme más tensa de lo que estoy y decido sentarme justo en el lugar frente a Mats, con las manos entrelazadas y apoyadas sobre la mesa. Observo en silencio cómo la escena se sucede ya que estoy tan dolida que apenas puedo articular palabra, pero no, no solo es dolida, también estoy francamente indignada. No puedo dejar de sentir que luego de todo cuanto hemos pasado juntos, luego de las cosas que hemos presenciado y por las que hemos luchado, Mats nos quisiera dejar para intentar salvar a una completa extraña... Una víctima con dudosas intenciones, no una amiga como Sophie, a la que él conocía con anterioridad, si no una aliada voluntaria del enemigo que le había puesto ojitos de perro un par de veces y le había hecho creer que estaba de nuestro de lado... Porque ahora más que nunca no le creía nada a esa muchacha.

Es increíble cómo a medida que Elliot habla aquello que era una telaraña de pensamientos, sentimientos e intuiciones se va desenredando en mi mente. Hasta ese momento solo había tenido una cosa en claro: no debía dejar que Mats se fuera pero había fallado estrepitosamente en argumentar por qué, y casi lo había arruinado todo. Al mismo tiempo, voy notando los sutiles cambios de postura que delatan que mi amigo está volviendo en sí lentamente, tomando conciencia, por fin, de lo que pesa detrás de todo esto. Me doy cuenta por su reacción que no había considerado lo que Elliot le acaba de decir, ¡Cómo era posible que no pasara por su mente que el enemigo lo quería para sí!

Espero a que termine de hablar y me paro en mi lugar, luego camino rodeando la mesa hasta Mats y me inclino delante de él, tomándole las manos -No eres un desastre -le digo conciliadora, tratando de esbozar una sonrisa que pida perdón, si cabe. No quiero estar más enojada, no me deja pensar con claridad -Tienes buen corazón, por eso el enemigo querrá aprovecharse de ello para su beneficio- suspiro -Querrá convencerte de que no hay opción más que la que te pone delante. Dices que no ibas a dejar a nadie, pero te necesitamos Mats, eres parte de nuestro equipo y nuestro amigo -remarco estas últimas palabras -Quizás no sientas eso, quizás pienses que estás de paso -concedo dubitativa, aunque la perspectiva de que no nos quiera tan cabalmente como nosotros le queremos a él me descorazona -Pero para mí está más que claro que la fuerza que ahora nos protege te ha guiado hasta Daniel, Leah y hasta mí de la misma manera en que lo han guiado a Elliot- explico mi punto de vista.

-Ada nos acompaña pero no es parte de nosotros, quiero que entiendas esta vital diferencia. No ha hecho nada para demostrarlo, por lo menos, no ha ofrecido información, solo ha tratado de dividirnos -sostengo calmada, sin ánimos de pelear -Édith en cambio, desde que he entrado en contacto con ella que nos ha dado pistas, descripciones, conjeturas y nos ha ayudado a armar este rompecabezas. Te lo digo para que puedas darte cuenta de que esta muchacha, si no está actuando condicionada, lo está haciendo egoístamente, y este no es un momento para mezquindades, si no para anteponer lo que uno desea al bien de todos -le aprieto la mano suavemente -Otros pueden darle la protección que necesita, como te ha asegurado Elliot, pero por ahora coincido con los demás en que debe irse, y en que tú debes quedarte. No vas a abandonarla, no la vas a dejar a su suerte, ella irá a un lugar seguro en el que estará protegida- y vigilada -Y en el que te estará esperando hasta que puedas ir a su encuentro -trato de consolarlo -No digas que eres un desastre, todos sabemos cuánto vales como persona y es por eso que estamos haciendo todo este lío, para que no cometas un error terrible del que te arrepentirás - lo miro buscando sus ojos, tratando de deducir si puedo darle un abrazo de consuelo o acaso todavía está enojado por lo que le he dicho.

Las palabras de Clémentine, el reconocimiento que siento en ella, hacen que mis ojos se humedezcan. Hacía mucho tiempo que nadie me decía algo así. Qué ciego he estado. Por no querer fallarle a Ada he estado a punto de fallarles a todos. Me muerdo los labios en un gesto de culpabilidad. Tomando la mano de Clem, la llevo a mi cara, apoyando el peso de mi cabeza en su palma.

—¿Dudas de lo que os quiero? Pero si eso es lo que me mueve —respondo, esbozando una sonrisa tímida y muy, muy cansada—. Dios. Estoy deseando que esto acabe y poder dormir un poco.

La cabeza se me va ladeando, quizás inconscientemente, buscando un ajuste de perspectiva.
Cambiando la atención entre mis otros tres compañeros, los contemplo en la consciencia de que aun queda mucho que aprender los unos de los otros.
Elliot es expeditivo, con una urgencia intensa, pienso congénita a que es el que mas ha visto el lado malo, y también ha tenido mas tiempo para macerar sus respuestas. No se anda con zarandajas. Un punto de experiencia que hay que recordar. Hay una linea de razón separando lo civilizado y lo incivilizado. El trato al otro lado plantea otras reglas. De ahí que exista la guadaña de Fermi.
Me remuevo dentro de mi ropa como si esa sensación puede aliviarse estirando pero esta mas alla de la piel y los músculos. Es lo que hay y hay que aprender.
Como la lección que Mats da en su incomoda explicación de sus razones y de su ser. No se si el mismo se esta escuchando y entendiéndose.
Me da el palpito que es la declaración de un hombre que en cierta medida ha estado siempre solo. Aun rodeado de dos personas que literalmente lo están protegiendo. Entender a Berisha es ahora mas fácil. Me pregunto el sacrificio que la muerte de Ellisif ha representado. Que interposición se supuso o si solo fue un avatar de la suerte.
Su explicación sobre su potencial me aclara dos cosas. Que lo pueda tener o no, el Mats preocupado por otra persona de aquí delante, es mejor que uno tramando en como articular sus deseos y que, es consciente y casi se agarra a la necesidad de tener aquí alguien que le escucha.
Se porta mucho mas decentemente que yo en su lugar. En su misma situación yo salí por la de la Ira y el a tomar todos por culo. Alce esta en ese debe. Y Mama. Pero todo cerdo tiene su San Martín y a mi me toco Lar.
Venturosa Clementine, acierta, como Elliot en describir antes la situación, en decir las correctas palabras. Equipo y Amistad. Amistad y Equipo. Y el remarcado del buen corazón de nuestro colega, ese tesoro que debemos proteger y cultivar.
Tambien atiendo a su análisis de la personalidad de Ada. Elliot, es como yo, creo, mastica los razonamientos desde la pasión y el instinto, lo que los hace un poco desequilibrados que no imprecisos. Clementine, tiene esa pulida personalidad de analizar y dar en el clavo, con la revisión de las pruebas. Y rápido. Medico de urgencias. Vida o muerte en la punta de su observación.
Viéndola ofreciéndose a abrazar al gran oso aturdido sigo pensando que es grande.
-Dale un abrazo hombre, Clem tiene razón - comento con ese deje franco de obviedad - No estas solo en esto.
Piénsalo así. Un cirujano no se mete en un quirófano es el solo a salvar a un paciente. Estudia el caso, se hace acompañar, consulta y pide opinión - digo señalando aquí y allá - A mi me pilláis muy fuera de juego, y os advierto que aunque razonable, tengo muy marcada la linea de, aquí criminal, aquí la gente que tienes que evitar que conozcan a los Pendejos.
Clem y Elliot tienen experiencia y criterio. No en esto de la lucha contra este Mal - aunque me detengo mirando a Elliot que siempre ha parecido mas centrado, en lo que supongo una cuenta de palos superior a la nuestra - [B]Como dice Homer es nuestra primera vez. Podemos si quieres compartir desastres, pregúntale a Clementine sobre mis técnicas de interrogatorios a fantasmas. [/B]
Pero, no nos vamos a mentir, eso es siempre es así. Por eso en trabajos a Vida o Muerte, los humanos, nos organizamos en conjunto, en hospitales, comisarias, equipos de Hockey. Por que solos no podemos con esa carga - los miro a todos - Esa carga pesa como si fuera a convertirse en un puto agujero negro. Nadie excepto Atlas puede sujetar el Mundo sobre sus hombros. Y es una putada de maldición.
Me encojo de hombros señalando de reojo hacia fuera con seriedad.
- Respecto a Ada, tus tribulaciones son validas, pero ante la duda pregunta. Ya has visto que te han dado razones. Y ademas no olvidemos que estamos en casa prestada. Y que nos protege - sonrío compartiendo el alivio que esa realidad me causa - Así que cumplamos la voluntad de Estelle, comportémonos de la forma mas humanitaria que encontremos y asegurémonos que todo el riesgo es controlado. Hay que proteger a la gente de aquí lo primero. Esa es nuestra Responsabilidad.
Dirigiéndome a Elliot con el gesto del que quiere saldar una duda.
- Elliot, tu has "sentido" esa protección. ¿Durara fuera? Y si no ¿Hay alguna forma que intuyas que podamos llevar a un soñador a un grado de sueño nulo? Por que si no, hay que hablar con los Lobos.
Ellos tienen una forma de hacerlo. No me gustaría meterlos a ellos así como así, y os lo digo consciente de que ahora son "mi" gente, pero si no hay mas remedio...
Quizás Rejanne y su parte tengan una solución.
Vuelvo a encoger los hombros. Hay tantas dudas. Es tan difícil pescar buenas lecciones. A veces me siento bastante perdido. Pero es lo que es y hay que aprender.
Yo mismo, cuando este instalada e acompañare a echarle una visita. Considerame la parte dos de tu séquito. - le sonrió socarrón aun que apagado. Un reflejo de recuerdo de Ellisif y de Leah pasan por el rabillo de mi ojo.
- Bueno - suspiro - ya que estamos aquí y que nos estamos diciendo cosas importantes. Cuando acabemos aquí con esto quisiera compartir un temor personal con vosotros.

La explicación de Mats al don que Elliot intuía en él le pareció que se quedaba muy corta. No era tanto que le diera la impresión de que su amigo escamoteara información, sino que pensó que aquel potencial del que hablaba y que había sentido actuando sobre sí le parecía que iba mucho más allá de una forma especial o sobrenatural de liderazgo, como si esa fuera la más superficial de las posibilidades que le podría otorgar. En cualquier caso los pensamientos sobre ello debían aplazarse ante la urgencia de que la seguridad de todos pudiera estar en peligro.

En los gestos de Mats podía leerse con claridad la lucha interna y cómo se abría a sus argumentos y los de los demás, comprendiendo al menos que marcharse con Ada no parecía ser la mejor opción. Clementine dio en el clavo cuando le hizo ver que no podía comparar a la chica con todos ellos. “Solo ha tratado de dividirnos”, había dicho, y esa era toda la verdad.

El agotamiento hizo presa de Mats de pronto. Se disculpó y se le veía todavía algo confundido pero al menos parecía haber tomado una decisión en firme. Clementine y Daniel le ofrecieron unas sabias palabras de cariño y apoyo. Elliot alargó su brazo y apretó el hombro de su amigo con fuerza. Suspiró aliviado. Mats necesitaba descansar y esperaba que pudiera hacerlo pronto y allí mismo.

Daniel hizo entonces una pregunta acerca de la protección que había sentido en el aire:

-No podría decirlo a ciencia cierta- respondió-, pero si me preguntáis por mi intuición, yo diría que no es algo que se vaya a desvanecer, aunque pueda tomar otras formas. Si hasta ahora estaban aquí y Édith no ha sido encontrada es porque el lugar la ha protegido. Y cuando nos enviaron hoy, Réjane parecía seguro de que estaríamos bien e incluso de que no podríamos tener pesadillas a pesar de todo lo ocurrido -pasó la mirada de unos a otros pensativo antes de continuar-. Por eso creo que antes evacuar y arriesgarnos a perder la protección al movernos deberíamos intentar asegurarnos de que siempre ha sido y sigue siendo un lugar seguro y que Ada no ha recibido ni enviado ningún mensaje desde aquí. Daniel, has hablado de interrogatorios a fantasmas. También sé que los lobos tienen grandes dones espirituales -al decir esto volvieron a su memoria las misteriosas palabras que había dirigido a Leah en su despedida-, ¿crees que podrías intentar comunicarte con aquello que habita la marisma y nos protege? -miró también a Clementine al decir esto-. Tal vez podamos salir de dudas y no abandonar un refugio que parece... perfecto.

Y respecto a lo del “sueño nulo”, no, no sabría cómo hacer algo semejante. Pero sea donde sea que se lleven a Ada, Abel sabe que es más peligrosa dormida que despierta, así que lo tendrán en cuenta a la hora de protegerla y vigilarla. Confío especialmente en Fermi y su criterio y que él venga aquí personalmente para escoltarla es buena noticia.

El detective habló de pronto de compartir un temor personal. Elliot miró a sus otros dos amigos como preguntándose si sabrían algo que él no, y de nuevo a Daniel preocupado:

-¿Qué temor? ¿Qué sucede?

Elliot acaba haciendo la pregunta que me estaba inquietando pero llevo muchos años de recorrido para machacar la pauta de profesionalidad de tocar los temas en el orden que van viendo. Milagro es que no se haya llegado a despeñar con todo lo que he recorrido.
Lo primero es lo primero. Lo siguiente detrás y todo con su hilo. Con su hilo siempre sabrás volver atrás. Collins Handglade estaría complacido de este su alumno.
Aun contesto desde ahí de pie pero bastante mas desasosegado. Como atalaya de firmeza ya empiezo a pensar que esta posición es un fracaso. Aun conservo la base tranquila de la voz pero tengo que agarrar una silla para sentarme junto a Elliot a horcajadas descansando los brazos en el respaldo.
-Entiendo lo que comentas de este lugar - avalo con mi gesto confirmando que también había pensado en ello - Es demasiado peculiar para haber pasado desapercibido sin que hubiera una intervención, filtrando el perfil que sale hacia afuera. Es un poco como el Lugar en el Bosque. Incluso me apuesto que también la CSB.
-Lo que preguntaba sobre Ada, pues estaba en sintonía con esa intuición. Eso por no tener ninguna falla - me explico - Donde mas fácil es que haya comunicación o una fuga es cuando se mueve a la gente. Sobre todo en los traslados.
-Se multiplican los puntos a controlar y se agrieta la seguridad...Pero Fermi me pareció muy profesional, extremado diría... - se me entrerrompe la articulación de las palabras, al distraerme, recordando a los restos de Suzzanne en la cripta - Estoy seguro que habrán pensado en esa contingencia. Aun así recordarme que se lo comentemos y tambien si se ha encargado de dar descanso a la agente Rostand.
Lo del sueño nulo...bueno - sonrío nervioso algo azorado - tengo lagunas en todo este asunto sobrenatural. Como el meollo de esta operación esta relacionado con Soñadores, si no es molestia, como fuente a mano a veces puede que te asalte con preguntas. Es algo que no puedo evitar. Se que puede ser irritante - digo con el evidente tono de que así ha sido en el pasado.
Tu respuesta me hace querer interrogarte sobre mas cosas. Pero primero haré mis propios pinitos. Me preguntas si puedo hablar con el ente que nos acoge y solo puedo decir que lo voy a intentar. Siquiera soy un cachorro de un par de días, al parecer no hay manual - me encojo resignado pero no enfadado. Si hay algo con lo que juega bien mis dos culturas es el aguante y la aceptacion de como son las cosas - la idea de Agustín de bañarse en la piscina me sonó mas que apropiada.
¿No os ha hecho pensar si una pileta de aguas reconstituyente y un pozo cuyas sagradas aguas sacaban grandes dones, entre ellos la sabiduría de los oráculos, tienen cierta conexion, un regusto familiar?
Y mas al cerciorarnos que con el hay un ente que lo protege.
Quizás estoy viendo mas de lo que hay. Quizás solo sea una hebra de conexión con la fuente principal. Muchas de los manantiales de aguas subterráneas están conectados incluso por travesías de decenas de kilómetros.
Mi voz aquí ya no es tan segura. No se rompe o se interrumpe. Unicamente su fuerza, mi fuerza se desdibuja. Se que es al animo que acude a tapar mas agujeros y que acusa el esfuerzo.
Solo se que aquí, junto al agua pude tener el coraje y el animo de hacer lo que fuera no puede: pensar en Leah sin que que se cayera el alma o escribirle a mi hermana sin agarrotarme por el miedo.
Los miro en personal y en conjunto con el sofoco alternando con la dignidad.
- Pero no he tenido valor de mandarlo.
Intentando no sonar acongojado les pregunto. Con Elliot soy mas cuidadoso con el tono. No es solo búsqueda de respuesta en si, sino apertura a compartir y a apoyar,si el ha sido mas valiente que yo, lo que este sintiendo.
-¿Alguno sabe si Rejanne o alguno de los otros esta en contacto con nuestras familias?¿Saben como estan?¿Has probado tu Elliot?...¿Has hablado con Ma y Pa Harper?
-Por que... Os juro que estoy acojonado por esto - digo señalando al teléfono que en algun momento ha acabdo sobre la mesa - Que esa puta magia... Ayer perdi a Leah...No estoy seguro de estar preparado para perder a mas gente...
Miro a Elliot. Le hablo con el corazón.
- Te escuche ayer contando como perdiste a tu familia de Seattle, y te juro Elliot, que con toda el alma pensé en positivo y me dije que si ahora se ha roto el hechizo por que ahora no tenia por que haber ido mas allá. Pero no me he atrevido a comprobarlo. Tu tampoco ¿Verdad Elliot?. No solo.
- Agustín dijo, un poco, que la ignorancia fue la felicidad pero yo no soy así. No puedo con eso. Prefiero saber. Aunque me duela. El dolor se de que va. La incertidumbre me mata. Maldita sea soy un investigador. Detective viene de literalmente de tirar de la manta, ¡joder!.
Sacudo la cabeza y aprieto los dientes.
No puedo hacerlo - Niego pero luego asiento - Si puedo. Pero no solo. Creo que tu Elliot, tampoco ¿verdad?. Al menos no sin vosotros. Sois familia también. Hermanos de sangre. Sangre derramada en la trinchera.
No podía darle al botón yo solo. O no hacerlo yo solo.
Le pongo la mano sobre el hombro a mi Compatriota y le busco la mano a Clementine y Mats aun fundidos en su abrazo.
- Ayudadme, Por favor - miro a Elliot y luego a los demás. Mi tono es fraternal - Ayudadnos. Estar aquí con nosotros.

Había estado evitando contestar la pregunta implícita de Elliot dirigida hacia mí hasta que Daniel tomó la posta y comenzó a compartirnos sus dudas y pareceres, la verdad es que no sabía si podría ver a lo que nos estaba protegiendo el lugar, nunca había usado mis poderes para algo tan específico y temía no dar la talla.

De pronto mi mente, que había estado rumiando sus palabras sobre la presencia en las marismas, tuvo una revelación: casi salté del asiento. -¡Daniel eres un genio! -le dije de pronto -Creo que ya sé cómo podría funcionar esto que quieres intentar -sostuve -El día anterior a que soñara con Elliot* y recordara tuve un encuentro en el bosque con un fauno -miré a Mats con complicidad, que había estado presente una parte del evento -Y durante ese encuentro el fauno me había asegurado que yo era una ondina -me sonrojé un poco recordando la situación -Pensé que me lo decía para halagarme, pero él juraba que era cierto y luego dijo también que Mats era de una familia real pero que su padre... era el rey, no él -esta parte la dije en voz más baja porque me di cuenta de que quizás él no quisiera compartirla y me di cuenta de ello tarde. Hice un rictus con la boca, sentía que tenía calor en el rostro -En fin. A lo que me refiero es a que por las palabras del fauno aquel podría haber visto alguna conexión entre este sitio y yo, algo que yo ignoro; claramente no soy una ondina -los miré a todos -Pero creo que si te metes en el barro yo podría hacerlo contigo o intentarlo estando en contacto con el agua -señalé.

Luego mientras lo escuchaba hablar sobre su familia me di cuenta, dolorosamente, de que no me importaba que mis padres supieran de mí. En mi caso no me habían olvidado, pero no me importaba de todos modos, era por eso que no me había fijado en que Daniel o Elliot quizás sí lo necesitaban. Me apresuré a decirlo -Daniel -lo miré directamente y traté de ser lo más delicada posible -Yo sé que necesitas saber de ellos pero piensa que si los sectarios están monitoreando de alguna manera a tu familia les darás nuestra posición si envías ese mensaje ahora -expuse acercándome y apretando su hombro -A menos así creo que ocurriría, ¿No es cierto, Mats? -inquirí con duda, mis conocimientos sobre el tema eran los de cualquier persona común -Quizás lo mejor sería que envíes ese mensaje cuando estemos lejos de aquí y claro que lo haremos contigo, dándote nuestro apoyo como hasta ahora -le sonreí con cariño.

–Puedes preguntar todo lo que quieras, Daniel –respondió a los temores de su amigo acerca de poder importunarle–. Si pudiera servir para aportar luz a algo es más bien necesario hacerlo, así que adelante. Espero servir de ayuda.

Pronto las mentes del detective y de Clementine se pusieron a trabajar pensando el modo en que intentar comunicarse con aquello que les protegía. A ambos les pareció que las aguas serían apropiadas como medio de conexión y Clementine contó una anécdota sucedida sólo unos días atrás que le hizo sonreír. Imaginaba a la chica y a Mats frente a aquella criatura, nada menos que un fauno, y a éste tratando a ambos al parecer con deferencia, a ella como a una ondina y a él de personaje de la realeza. Esto último podría tener que ver con algo que el fauno intuyera acerca del don de Mats, o quien sabe si no era una forma metafórica de hablar sino que su familia descendiera en realidad de algún tipo de realeza nórdica antigua y el fauno pudiera percibirlo de algún modo. Que Clementine aclarara que no era una ondina y les mirara seria para remarcar sus palabras le hizo sonreír aún más. No era momento de detener la conversación con comentarios graciosos pero le entraron ganas de decirle algunas cosas; en algún momento les tenía que pedir que le contaran el encuentro con más detalle.

Pero luego de que Daniel hablara sobre la conexión que podía haber entre las aguas su gesto cambió. Sacó el teléfono de su bolsillo y lo dejó en la mesa. Lo miró como si fuera un objeto aciago y después siguió hablando. A medida que lo hacía el corazón de Elliot se aceleró y la sonrisa se borró de su rostro. No siendo capaz de responderle con la voz, dijo que no con la cabeza a sus dos preguntas: si sabía si alguien estaba en contacto con las familias y si había intentado hablar con sus padres adoptivos. Cuando Clementine detuvo su mano advirtiendo que podía ser una forma en que fuera localizado, el rostro de Elliot palideció y su mirada se perdió en algún punto lejano. Todo le daba vueltas, ¿cómo había podido pasar algo así por alto? En un segundo su mente se abrió a terribles posibilidades y sintió ganas de vomitar.

Había que actuar y hacer lo que Daniel había dicho sobre que Réjane contactara a las familias pero en un primer instante se llevó ambas manos sobre la boca e hizo un esfuerzo terrible por evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos.

–Hay que hacerle llegar a Fermi un mensaje –dijo con la voz alterada cuando al fin fue capaz de hablar–: hay que decirle los nombres y datos de nuestras familias para que los protejan. Tenéis razón –dijo mirando a Clementine y Daniel e intentando tomar mayor control de sí para no asustarlos demasiado–, podrían estar monitorizándolos para localizarnos, pero podrían hacer otras cosas. La cuestión es: ¿saben de nosotros lo suficiente como para buscar a nuestras familias? Y suficiente podría ser habernos visto sólo una vez–. Miró a Mats sabiendo que su respuesta era que sí y a Clementine y Daniel con ansiedad–. Basta que nos haya visto uno de ellos, aunque sea a través de los ojos de un poseído, para que pudieran luego averiguar sobre nosotros a través del sueño, como yo pude buscar a Sophie con la descripción de Mats.

Pensó un momento sobre su propio caso. En el sueño en busca de Sophie uno de ellos les observaba desde el bosque aunque después fue cazado por Gabriel. Pero en el faro le habían visto Agathe, Nao, Theresa y Ellen. Las dos primeras estaban muertas y las otras dos bajo vigilancia de gente que sabía con qué poder contaban. Pero antes de que Agathe muriera pasaron largas horas desde que Elliot abandonara el faro para fugarse, y eso después de contarles que había llegado allí por un sueño y después de que le enseñaran la palabra que empezaba a formarse en el vientre de Ellen. A alguien así, con esa habilidad y conociendo ese secreto, no podían dejarle marchar sin más. Muchas horas de viaje de avión de vuelta a París en las que pudieron hablarle de él otros. Por desgracia no podía descartarlo. Que anduviera libre conociendo el fragmento de la palabra lo hacía muy peligroso. Advertir sobre él a los demás es lo que habría hecho él mismo.

–Si buscan a mi familia empleando su magia no tienen por qué encontrar a los Harper o no sólo encontrar a los Harper –parecía a punto de derrumbarse–. Podrían dar con mis padres y matarlos como hicieron con la familia de Sophie aunque ni siquiera se acuerdan de mí…

Se levantó haciendo un esfuerzo al sentir cómo inicialmente le fallaban las piernas y tomó una de las velas en la mano-. Tengo papel y lápiz entre mis cosas en la habitación. Voy por ellos y le damos a Abel todos los datos para que se los pase a Fermi, si os parece bien. No podemos dejar pasar más tiempo con esto.

La idea de Daniel de intentar comunicarse con la entidad que nos protege, ayudado por Clémentine y su supuesta naturaleza de ondina, me arranca una sonrisa de entusiasmo. No puedo evitar pensar la importancia que tiene el agua desde que todo comenzó: los pozos, las lagunas en las que se encontró a las víctimas en un estado de preservación antinatural, las marismas que nos protegen… Incluso la lluvia es como un escudo que nos salvaguarda. Si Clémentine es realmente una ondina, lo que a estas alturas no me sorprendería en absoluto, tiene todo el sentido que dicha condición nos lo pusiera más fácil a la hora de comulgar con… el espíritu de Clairmarais, o lo que sea.

Me encojo en el sofá cuando Daniel expresa su miedo por el peligro que podría estar corriendo su familia, nuestras familias. Inmediatamente pienso en mis compañeros de L’Hexagone, acosados por esos malnacidos, y siento el impulso momentáneo de ponerme en contacto con ellos, pero Elliot tiene razón. Es demasiado peligroso llamarlos en este momento; no tenemos ni idea de cuáles pueden ser las consecuencias de una simple llamada o un mensaje de texto.

—Yo también creo que lo mejor es que esperemos a estar fuera de aquí para advertirles. Y lo de poner a Fermi sobre aviso me parece una genial idea.

Me levanto pesadamente, preparándome para volver al porche y despedir a Ada cuando los demás estén listos.

Ver a Daniel y Elliot tan afectados me hizo sentir que había sido especialmente cruel, que no había tenido consideración de ellos al hablar; podría haber tenido más tacto, mi eterno problema, retacear palabras en búsqueda de la eficiencia me quitaba amor y cuidado al hablar. Me mordí el labio nerviosa y me apreté las manos, luego me acerqué a Elliot y le acaricié el lado del brazo y le apreté la mano suavemente para darle algo de consuelo porque estaba viendo que esta conversación había removido algo, o lo había hecho darse cuenta de algo que le estaba poniendo muy nervioso... ¿Será que no se había dado cuenta de aquello que yo había dicho, de que podían estar monitoreándonos por los móviles? Me pareció increíble por lo meticulosos que ambos eran pero podía ser...

-Yo sé positivamente que podrían estar vigilando a mi compañero de trabajo, el doctor Seryg, porque él tenía relación con la familia de Ágathe -manifesté inmediatamente -En cuanto a mis padres, no quiero arriesgarme a llamarlos -dije secamente, ¿Para qué lo haría? Quizás no quería porque había una voz, una que no quería oír y que hablaba muy bajo y se oía muy lejana, que me decía que podían estar muertos. Y no quería saberlo, no quería llamarlos. -Le daré de todos modos los nombres a Fermi, aunque quizás sea tarde -carraspeé.

-Creo que deberíamos intentar hacer el contacto cuando Ada se haya marchado -sugerí luego.

Afuera el ruido monótono que producía la cortina de agua al caer había dejado en segundo plano la tormenta. A pesar de que en realidad había crecido en intensidad daba la impresión de que llovía menos o incluso de que ya no llovía, como si los oídos le hubieran dejado de prestar atención a un sonido que parecía constante.

Sólo les esperaba el señor Berisha que no necesitó que su protegido respondiera con palabras para conocer su decisión. Se habían llevado a Ada al embarcadero. Además de Yuri se había decidido que en la barca irían Bélanger, Abel y Erik. Fermi esperaría al otro lado de la laguna.

Anders, el encargado de transmitirles la decisión, le preguntó a Mats si quería acompañarle al embarcadero para que se pudiera despedir de ella. Él veía la despedida como un riesgo innecesario, pero no dijo nada. Se le notaba en la cara.

Había tanta agua en el patio que la piscina había rebosado hasta cubrir todo el perímetro que la rodeaba. Su contorno sólo se distinguía por la balaustrada que apenas sobresalía del agua.

Cuando finalmente salimos al porche, veo con cierta sorpresa que Ada ya ha sido trasladada. Anders me está esperando, severo y estoico como siempre. Al escuchar su pregunta, me vuelvo hacia mis amigos.

—Es lo mínimo que puedo hacer. Quiero tener la oportunidad de decirle a Ada que realmente creo que esto es lo mejor para todos, lo mejor para ella.

A continuación me dispongo a seguir a Berisha hacia el embarcadero. Hay que hacer las cosas bien.