Partida Rol por web

El plan para Estigia era asaltar al lagarto y usar su frío para intentar debilitarlo, momento que seguro aprovechaban los demás para tumbarlo. Sin embargo al desaparecer el otro supervillano Sara pensó que quizás sólo ella podía encontrarlo ahora.

- ¡Puedo buscarlo!

Exclamó intentando cambiar el curso de acción de Zenitram.

Crucé el portal de Atajo sin rechistar. Dispuesto a saltar sobre una futura plataforma de hielo para atacar después al lagarto. Me apoyé en la baranda para ver contra que nos enfrentaríamos, pero otra cosa llamó mi atención.

Un coche intentaba avanzar por la carretera del puente, parecía asustado. ¡Vaya, el programa esta preparado para simular todo! Pero no era solo eso. El coche, como loco se chocó con fuerza contra un autobús escolar. 

-¡Mierda! -grité.

Dejé mi posición y fui corriendo. El autobús se desplazaba lateralmente de una forma muy fea. El vehiculo lleno de niños salió de la carretera, cruzó la acera y atravesó la baranda del puente, dejando dos tercios de autobús de cara al vacío.

-Aarggg.-gruñí mientras cogía el autobús por la parte trasera.- Oh, shit.

Mientras agarraba el vehículo vi como Diana y Gina eran atacadas por el monstruo.

¿Qué debía hacer? ¿Salvar a los niños o ayudar a mis compañeras? A fin de cuentas eran simples hologramas y el dolor de mis amigas real... No. Debía hacer bien el ejercicio.

Lancé mi visión atómica contra la cerradura de la puerta trasera del autobús.

-¡Venga holo-niños! -grité.- ¡Salid de aquí cagando leches! Gggrrrrh.

Flexioné los brazos haciendo más fuerza para tener bien agarrado el autobús. No podía soltarlo aun, no mientras hubiese niños dentro. Cada vez me costaba más aguantarlo. No sabía si podría resistirlo.

Ya faltaban menos. Diez... Siete... Cuatro...

-Vamos... -gruñí. Se me estaba resbalando.

Faltaba uno.

-¡Mierda!

Caí de espaldas, viendo como el autobús se precipitaba al río. Se me heló la sangre. Por un momento se me olvidó que esto no era real. Un niño iba a morir. No había podido salvarlo.

O tal vez... Aun no estaba todo perdido. Podía hacer algo.

Fui corriendo al borde del puente y salté de cabeza al río. Siguiendo al autobús en su caída, no pude ver al niño en su interior.

-¡Vamos Rudy! -grité mientras caía.

¡Era el heredero de Hiperión! ¡Tenía que saber volar! 

Pero nada ocurrió. No pude propulsarme, no pude alzar el vuelo. El autobús se estrelló contra el agua y después yo le seguí.

Sirena tampoco tardó en moverse. Cruzó el portal de Moussa con la intención de ayudar en el rescate de civiles. 

A lo largo de las semanas el Grupo 4 había podido conocer un poco mejor a la sirena del Liceo. La silenciosa Marina no hablaba jamás, pero era bastante habladora cuando se comunicaba por medio de chats. Con su fiel móvil logró que su voto de silencio autoimpuesto fuese más llevadero. 

Además de su peligrosa voz, gozaba de unas capacidades físicas casi tan excelentes como las de Rudy. Aquella fuerza y resistencia eran herencia de su padre, pues Marina no tardó en revelarles que era, de hecho, medio atlante.

En medio del caos que estaba siendo el inicio de aquel ejercicio, Marina decidió correr hacia el frente y saltar del puente. Se lanzó al agua, medio donde era aún más temible que en tierra firme. 

Un poco confusa por la situación miró hacia el gran lagarto y luego hacia el agua. Aún no había tenido posibilidad de usar su toque gélido, el primero de sus poderes y una buena baza contra ese monstruo. El problema es que el otro había desaparecido de la vista y quién sabía lo que tramaba. Dejarlo ir suponía arriesgar a toda la gente que huía.

- Tengo que seguirle. Puede ser peligroso.

Aitor no había llegado a decir nada pero dado que la situación era arriesgada había que cambiar la táctica. Le suponía un problema salirse de la estrategia que habían marcado. Siempre había sido educada y respetuosa con las normas, salvo cuando necesitó liberarse de la opresión de su oscuro pasado. Entonces tuvo que hacer cambios en su forma de ser y ahora en la academia iba sintiendo de nuevo esa necesidad.

Tenía cosas en las que pensar pero ahora no era el momento. De hecho las pupilas de Sara se elevaron de tal manera que sus ojos quedaron en blanco.

- Yo me ocupo.

El tono de voz era algo diferente a lo habitual. Un pequeño cambio que quizá pasó desapercibido pero implicaba más de lo que el resto podía pensar. Aleteó con velocidad pensando que podría sentir las formas de Marina y del enemigo desconocido. Intentaría rastrear al segundo. No podía dejar que causara algo malo.

El recién creado Optimus no tardó en ponerse en marcha: con el motor a todo gas comenzó un rápido avance a grandes zancadas entre los coches, buscando interponerse en el camino de "Godzilla", asumiendo el papel que acababan de abandonar por la fuerza Mrs. Justice y Gina. Alguien debía interponerse entre los inocentes y aquellos peligrosos super-malvados.

Esto dejaba a Zenitram libre para encararse a los problemas en marcha. Por un lado el "super-grupo" había decidido emprender sus acciones por solitario, haciendo escaso esfuerzo por permanecer junto o coordinarse. Se habían olvidado de la superioridad numérica, de la telepatía y de que se suponía que eran un grupo. Tal vez ni siquiera habían llegado a asumirlo nunca, así que no tenían nada que recordar. Por otro lado los super-villanos estaban demostrando ser competentes en su “trabajo”, dejando fuera de combate (al parecer momentáneamente, eso sí) a dos de sus “pesos pesados”.

[color=#8300A8]-De acuerdo, la acción os ha arrastrado... Los que estáis en el agua, intentad que ese tipo no vuelva a aparecer por aquí arriba. Atajo, saca a las chicas de en medio, dales tiempo a que se recuperen. El resto de los que quedáis arriba, tiradle todo lo que tengáis a "Godzilla" y alejadle de los inocentes. He enviado un robot a ayudar con la protección y yo voy a intentar darle un buen dolor de cabeza al grandote, a ver qué tal.[/color] -dijo Zenitram mentalmente.

El ejercicio empezó y todos salieron disparados a sus posiciones, dejando a Iván atrás. No le preocupó mucho, sabía que podía alcanzarles en un momento con su capacidad de vuelo. Decidió no salir disparado, concentrándose mejor en el papel que Aitor le había asignado, sabiendo que no saltar a la palestra sin pensar acabaría siendo lo mejor.

Cogió el pañuelo que siempre llevaba atado a la muñeca, y rápidamente y sin mucha ceremonia se lo puso en la cabeza cual pirata, musitando unas palabras para sí mismo mientras lo hacía. – Esto merece la pena que lo veas… - añadió en voz alta.

Moldeó sus poderes, tanto como el caos del que estaban formados dejaba ser constreñido a preconcepciones y directrices, acumulando en sí mismo las energías para su posterior uso. Si tenía que ocultar a Rudy, debería hacer uso de las nuevas capacidades adquiridas en la última semana, para que Cráter pudiera moverse a gusto sin necesitar estar en contacto físico con él. Pero aquello requería que usase su impredecible poder de manera correcta y a la primera. No podía lanzarse a la torera, fallar en la ejecución y no solo ponerse en peligro a sí mismo sino también a sus compañeros. Tenía que hacerlo bien.

Por eso se quedó flotando en el aire, partículas luminosas zumbando a su alrededor en todas direcciones mientras buscaba en su interior. Lo que ocurrió es que mientras perfeccionaba el esquema mental de lo que quería hacer, las cosas no salieron como las había planeado.

Rudy fue a parar al agua, seguido de Marina. Sara surcaba el aire sobre el agua, y Gina y Sara acababan de recibir un par de golpes que les habían dejado sin aliento (si, incluso a la ginoide, por lo visto). Todo era distinto, su plan ya no era ayudar a un ataque encubierto, sino que tenía que proteger a sus compañeros y a los civiles.

- ¡Intentaré hacer las dos cosas! – le respondió en viva voz a Aitor, tras recibir las correcciones directamente a su cabeza – A ver si sale bien…

Vent cruzó el portal de Moussa a toda pastilla, y tras salir por el otro lado trató de colocarse de forma que estuviese centrado entre sus compañeros y los civiles. Iba a intentar cubrirlos a todos, pero primero tendría que hacer algo distinto. No podía atacar si quería mantener la invisibilidad, usar su camuflaje de aquella manera era aún demasiado nuevo para él, pero quizá el aprendizaje realizado durante aquella semana, lo que le permitía concentrarse en varias cosas a la vez, quizá, y era un quizá muy grande, podría mantener ambos.

Así que tocaba de nuevo ser original con sus poderes. Levantó el puño y desvió una pequeña parte del poder que había acumulado hacia él, las partículas luminosas danzando frenéticamente, tan concentradas que era difícil ver el puño que cubrían. Iván exhaló y abrió la mano, con la palma hacia el lagarto gigante. Las partículas se alejaron como si hubieran sido repelidas, dispersándose y extinguiéndose al alejarse más de unos centímetros de su origen, pero empezaron a aparecer alrededor del lagarto, pequeñas motas de luz que parecían brotar del interior del cuerpo del sangre fría, zumbaban a toda velocidad a su alrededor entrando y saliendo de su cuerpo como si fuese aire, en teoría dañándole en el proceso.

Ya está, si el poder conseguía afianzarse se mantendría por sí mismo, drenando de forma automática a Iván, pero sin requerir su atención, siempre y cuando el monstruo no lograse disiparlo con su voluntad.

Ahora a lo otro: proteger. Tuvo que re-acumular la parte del poder que había usado en el ataque, y aquella improvisación le había costado bastante física y anímicamente, no podía volver a acumular tanta energía, no tan rápido y no sin perder el control, así que se arriesgaría a usar su camuflaje a las bravas.

Juntó las palmas frente a sí mismo y las partículas luminosas reaparecieron, esta vez quizá con algo más de orden en su danza, menos caóticas, más dirigidas, aunque solo el ojo experto notaría la diferencia. Cuando estuvo preparado extendió los brazos y las piernas a los lados, como si algo le hubiese estado constriñendo y hubiera roto por fin sus ligaduras, y desapareció.

Inmediatamente las partículas se alejaron del área que había ocupado, formando una esfera a su alrededor que cubría una gran área. Aquellos dentro de la esfera ahora podían ver de nuevo a Vent, flotando en el centro de la misma.

- Si os quedáis dentro de la zona seréis invisibles y silenciosos, - explicó Iván a aquellos que hubiesen quedado dentro de su área de efecto, dejando que sus extremidades colgasen, con los hombros hundidos por el esfuerzo – siempre que no corráis o alcéis la voz. Los puntitos luminosos marcan el final de mi poder, no salgáis si no es necesario. La gente del puente, id hacia el portal rápido, pero recordad, sin correr. Diana, aprovecha para recuperar el aliento.

Vent levantó la cabeza, volviendo a enfocar la mirada en sus rivales. ¿Habría funcionado su poder? Las partículas aún estaban rondando por ahí, pero no sabía si se estaban generando nuevas, y ni si el ataque había tenido efecto alguno.

En el campo de batalla pasaron muchas cosas al mismo tiempo.

Diana y Gina, repelidas por la ofensiva de los oponentes A y B habían quedado bastante dañadas. Si no fuese por su excepcional resistencia al daño ya habrían caído.

Rudy y Marina acabaron en el agua. Rudy se había caído mientras trataba de rescatar a uno de los civiles, mientras que Marina se había lanzado directamente.

El robot camión de Aitor avanzaba a gran velocidad en dirección al gran lagarto. Recorrió el puente y saltó al agua para entablar una batalla de titanes con el gran oponente A.

De mientras, surcando el agua, Sara trataba de buscar al oponente B, que había desaparecido de la vista de todo el mundo. Gracias a su poder pudo sentir la fuerza vital de Rudy y Marina en el agua. Estaban ahí abajo, como extrañas siluetas blanquecinas. También sintió a sus compañeros, e incluso a los civiles que había generado la Sala del Peligro. En aquel escenario de pruebas, los civiles y los oponentes reaccionaban a su poder como si estuviesen vivos de verdad. Fascinante.

Pero la búsqueda de Sara fue infructuosa, al menos en el agua. No había rastro del oponente B bajo la superficie del agua, ni cerca del lagarto ni cerca de Rudy y Marina. Aquello podía significar varias cosas. O bien no estaba en el agua y estaba en otra parte, o bien podía esconderse de sus poderes de detección.

Cualquiera de las dos posibilidades resultaba un peligro para el Grupo 4.

Allá de vuelta en el puente, Iván voló hasta una altura considerable y usó sus poderes para dar soporte a su equipo. Lanzó su ataque mágico sobre el enorme lagarto, arañando sus escamas con luces multicolor. A pesar del esfuerzo, el ataque no pareció causarle ningún daño.

Por su parte, Aitor trató de atacar al lagarto por la parte mental. Se concentró en la mente del oponente A y trató de romperla en pedazos.

El enorme lagarto se tambaleó ante la acometida mental de Aitor. Le había hecho daño.

De mientras, desde a distancia, Richmond se limitaba a observarlos a todos. De vez en cuando comentaba algo con Salara, pero estaban demasiado lejos como para poder oírse lo que decían. 

Diana respiró con dificultad tras el brutal ataque de los hermanos calatrava, podría haber seguido protegiendo un poco más a los civiles pero Aitor metió en medio a su nuevo juguetito, así que ya no era necesaria allí. La metamorfa miró alrededor buscando civiles a los que ayudar a salir de la zona... eran demasiados, tendrían que empezar rápido.

Medio mareada se dirigió a una furgoneta cercana, parecía ser una furgoneta familiar que había chocado con el camión que ahora se había transformado en el juguete de Aitor, con una pareja de ancianos en el interior. Parecía que estaban paralizados por el miedo, al llegar la joven se sobresaltaron un poco.

- Tranquilos, soy la ayuda, ¿pueden moverse? .- Dijo en voz baja mientras miraba al interior para comprobar que no hubiera desperfecto alguno en el chasis que les impidiera salir de allí -. Si estamos bien salgamos de aquí antes de que se ponga más fea la situación.

La joven intentó abrir la puerta, pero estaba bloqueada por el golpe, y al otro lado estaba el muro, era imposible que salieran andando por la puerta... No había otra solución.

- Los ayudaré a salir con cuidado por la ventana ¿vale? .- Dijo mientras volvía toda a su forma original, salvo sus brazos que seguían siendo de piedra. Estiró los brazos rocosos hacia el conductor y lo ayudó a salir, apoyándolo luego en la furgoneta -. Y ahora usted ¿de acuerdo? .- Dijo a la mujer mientras repetía la maniobra, aunque aquella vez con más dificultad por encontrarse más lejos -. Ahora diríjanse silenciosa y lentamente a la salida del puente o a aquel agujero de allí - Señaló al portal - que los llevará al exterior, no tengan miedo, todo saldrá bien.

Sonrió abiertamente, si alguno de sus compañeros se hubiera fijado casi que se habría sorprendido, hacía ya bastante tiempo que aquella luminosa sonrisa no salí a la luz.

Algo no parecía ir bien. Sara había esperado encontrar al desaparecido para que no pudiera tomarles por sorpresa atacando un lugar vital. Ahora no había otra opción más que estar alerta para ver dónde aparecía. Era bastante posible que atacara a Marina o a ella misma.

- Me parece que es un robot haciendo de robot.

Eso era lo más sencillo de intuir ya que sus poderes para detectar vida habían fallado.

El plan, aún de manera un tanto arrítmica, iba funcionando. De momento habían logrado pararle los pies (o patas, más apropiadamente) al super-lagarto, salvado a unos cuantos inocentes y sobrevivido a un aslto directo del villano principal.
Cierto era que le habían perdido la pista al "ninja", pero simplemente preocuparse por ello no iba a resolver el problema. Había que ponerle solucion.
-Necesitamos localizar al sujeto B, Beta si os parece bien. Gina, mi robot y yo nos ocuparemos de mantener a raya a Godzilla. Si alguien quiere colaborar, será bienvenido, pero no podemos deja que Beta nos sorprenda. Buscadlo y acabad con él. Quien no se sienta capaz de lo uno o lo otro, que evacúe inocentes -expuso mentalmente a través del enlace psíquico que les proporcionaba Gata Lunar.
Aitor había optado por no dar más órdenes directas, pues sus compañeros ni eran militares ni debían convertirse en ellos. No, no tenían disciplina, pero tampoco iban a hacer algo estúpido o contrario a su moral porque alguien se lo ordenara. No era esa clase de grupo. Era un grupo en el que cada uno aportaba todo lo que podía para superar las dificultades, aunque no se lo ordenasen.
Mientras pensaba "en voz alta" el mensaje telepático a sus compañeros, Aitor se aseguró de posicionarse dentro del círculo de invisibilidad que tan cortésmente les había proporcionado el chico-hada, así como de no perder de vista al monstruo reptiliano. Aitor era probablemente el miembro físicamente más débil y vulnerable del grupo, así que tenía que asegurarse una posición privilegiada para no salir herido. Por otro lado, precisamente él también podría confundirse con un inocente más, lo que en ocasiones podría suponer una ventaja...
Tras el breve descanso mental de las nuevas instrucciones, que fueron transmitidas telepáticamente en una fracción de segundo, Zenitram volvió al ataque. Sus nuevos poderes mentales le estaban permitiendo afectar a un blanco casi inmune a otro tipo de daños. Cuerpo inmensamente poderoso, mente débil. Con este nuevo tipo de ataque Zenitram pasaba a convertirse en un curioso contrapunto de los pesos pesados del grupo, una pieza valiosa para acabar con los enemigos.
No era, sin embargo, una experiencia que Aitor disfrutara. Él se consideraba a si mismo una persona constructiva, creativa y creadora, y esto era la antítesis. Era como entrar en una casa de espejos armado con una porra. Los espejos explotaban a su alrededor y él era sacudido por los recuerdos, las emociones, los pensamientos más sublimos y los más básicos. Sentía el dolor en su forma más pura, y aunque no fuera el suyo, no por ello dejaba de afectarle de otra forma. Sin embargo, el genio vasco sabía que era su obligación, porque era el único que podía hacerlo.
Mientras tanto Óptimus, el robot-camión, trataba de cumplir con la tarea encomendada por su creador: dejar fuera de combate al sujeto A. Aunque no tenía ningún tipo de flotabilidad y al caer al río comenzó a hundirse como una piedra, tampoco podía ahogarse. Con más o menos dificultad avanzó hasta el monstruo por el lecho del río, saltando desde el fondo del Támesis hacia su oponente, tratando de propinarle un buen golpe.

Desde su posición privilegiada, al amparo del camuflaje de Vent, Zenitram atacó de nuevo la mente del enemigo.

Su acometida mental dio de nuevo en el blanco. Todos pudieron ver como la enorme criatura se tambaleaba de nuevo.

Optimus aprovechó la oportunidad para proyectar un poderoso puñetazo contra el lagarto. Su puño casi estalló al chocar contra la cabeza de la criatura, provocando una lluvia de chatarra sobre el Támesis.

El lagarto retrocedió, aturdido por el segundo ataque pero no abatido. A pesar de la maniobra conjunta de genio y máquina, el oponente todavía permanecía en pie. Seguía dispuesto a combatir.

César, por su lado, seguía ayudando a evacuar a los civiles. Todos los que podían se marchaban por el portal de Moussa, saliendo con facilidad de la zona del conflicto. 

-Joe, somos un maldito desastre, cada uno hacemos lo que nos da la gana.

El senegalés negó con la cabeza sin saber muy bien que hacer. La primera orden entregada por Aitor se la había saltado al creer que primero preferiría que los llevase a todos hasta el corazón del puente. Ahora se disponía a sacar de allí a Gina y Diana, pero estaba claro que ya no hacía falta, pues Vent había creado una cúpula de invisibilidad que las dejaba fuera de peligro, al menos del superlagarto.

Pensó en ayudar a Rudy, aunque Sara y Marina estaban por la zona, por lo que ellas se encargarían de echarle un cable si las cosas se ponían mal para el tanque del grupo. Tampoco se veía con mucha capacidad para ayudar a combatir al superlagarto, pues sus capacidades ofensivas no eran especialmente buenas y tampoco era capaz de detectar al ninja. Por otro lado, sus portales estaban resultando esenciales para ayudar en la evacuación. Así que su lugar estaba allí.

-¡Ey! ¿Ese ninja no será Bosch, no? Eso sería jugar sucio. En fin, primero tenemos que saber a qué nos enfrentamos y cuales son sus objetivos. Aitor, revisa la base de datos de la escuela a ver si hay algo en lo referente a ese lagarto o al ninja-acuático, sino que lo haga Gina. Quizás podamos encontrar algo útil y demos con la forma de derrotarlos fácilmente. César, necesito que nos cubras en el puente, si ese ninja viene a por nosotros, será mejor que lo conviertas en un churrasco. Diana, ayúdame con la evacuación, tengo una idea pero necesitaré que quites algunos coches que están por ahí.

Moussa se subió de un salto encima de un coche, tomó aire y se concentró para crear un portal mucho más grande de los que había creado hasta entonces.Si debían evacuar a las personas, lo harían más rápidamente si lo hacían montados en sus vehículos.

-El portal mide entre cuatro y cinco metros, que los coches lo atraviesen. Aparecerán lejos de aquí y será más rápido evacuarlos. Además, así los niños y los ancianos lo tendrán más fácil.

Seguramente muchos habrían abandonado sus coches y eso era lo que necesitaba de Diana. Si lograba apartar los vehículos abandonados para que el resto pudiesen pasar, seguramente podrían evacuar el puente rápidamente.

Allá en medio del Támesis, una batalla de criaturas gigantes tenía lugar. El Lagarto contra el Robot. Sus respectivos golpes hacían que las aguas se estremeciesen, generando grandes ondas expansivas dignas de sus fuerzas titánicas.

Los esfuerzos combinados de Aitor y su gran robot habían logrado mantener a raya al Oponente A, al menos de momento. Sin embargo los oponentes generados por la Sala del Peligro también tenían sus ases bajo la manga.

De pronto el gran lagarto atrapó con sus garras al robot de Aitor. Abrió tanto las fauces que parecía que iba a darle un gran bocado. Pero el lagarto no usó su poderosa mandíbula, sino que comenzó a regurgitar.

Vomitó un líquido denso y oscuro sobre el gran robot de Aitor. El pringue se precipitó hacia Optimus, pero éste se apartó al instante. El pringue viscoso comenzó a flotar sobre el agua, parecía alquitrán.

De mientras, de vuelta en el puente, los componentes del Grupo 4 evacuaban a los civiles mientras se encontraban cubiertos por el camuflaje de Iván. Parecía que la tarea iba a ser relativamente fácil, pero todavía quedaba un oponente por detectar.

Una densa humareda negra comenzó a surgir de entre los coches. En un momento el campo de batalla quedó completamente cubierto por aquel manto oscuro, que impedía la visión a cualquiera que se encontrase cerca del puente.

Desde fuera del puente, Rudy y Sara pudieron ver como el humo negro se arremolinaba de forma antinatural, sumiendo a sus compañeros en la más completa oscuridad. 

Me desperté al oír la voz de Aitor en mi cabeza. ¿Qué hacía él ahí? ¿Estaba a mi lado? Ah, no... El enlace.

Estaba hundiéndome poco a poco bajo el agua, con expresión de confusión y la pose más dramática que pude hacer. Al abrir los ojos vi como se filtraba la luz del exterior. ¿Cuanto rato llevaría ahí? Esperaba no haberme perdido toda la acción.

-Bueno, al menos no me puedo ahogar. -pensé.

Era raro que un golpe así me hubiese dejado fuera de combate. No se me había ido la cabeza por el golpe. Me había... ¿Desmayado?

[color=#9A2EFE]~Probando, probando.[/color] -intenté decir telepáticamente.- [color=#9A2EFE]No me ahogo. Estoy bien. Voy a subirme al lagarto.[/color]

Y me puse en marcha. Di fuertes brazadas y me impulsé con las piernas. Nunca fui un gran nadador, pero tener unos músculos de acero debía servir de algo.

Al llegar a la superficie vi el panorama. Un meca luchando contra un dinosaurio y la situación del puente.

[color=#9A2EFE]~Eh... ¿Chicos? ¿Qué diantres es esa nube en el puente?[/color] -pregunté poniéndome los dedos indice y corazón en la sien. (Los dedos ampliaban el rango telepático, todo el mundo lo sabía)

Miré hacia el lagarto y empecé a nadar más rápido. Esperaba poder ser útil ahí. 

Cuando llegué, me agarré bien a sus escamas y comencé a trepar. Mi intención era llegar hasta la cabeza de la bestía, pero una vez ahí... No tenía muy claro que hacer. 

[color=#9A2EFE]~¿Aitor? ¿Sus puntos débiles?[/color] -pregunté a mi amigo.

Con intenciones parecidas a las de Rudy, Marina nadó a gran velocidad por el río hasta llegar a la escamosa pierna del lagarto. Trepó junto a su compañero, afianzándose a las escamas con gran habilidad.

[color=#9A2EFE]~ Rudy y yo estamos agarrados a sus patas ~[/color] informó Marina a través del vínculo telepático. Al principio los componentes del Grupo 4 no reconocieron su voz, pues no estaban acostumbrados a escucharla [color=#9A2EFE]~. Si atacamos juntos creo que podremos derribarlo.[/color]

Marina miró al colombiano desde arriba al mismo tiempo que una sonrisa de diversión se dibujaba en su rostro.

[color=#9A2EFE]~ ¿Ataque combinado? ~[/color] preguntó con dulzura.

Al parecer el lagarto no se había dado cuenta de la presencia de los adolescentes, al menos de momento. Sin embargo, agarrarse al enemigo era una tarea difícil. Éste no dejaba de moverse y de revolverse mientras luchaba contra el robot de Aitor, que lo mantenía distraído.

Las pupilas de la joven volvieron a su lugar mientras ella pensaba en su siguiente movimiento. Resultaba que no tenía forma de ver en esa oscuridad así que aventurarse en el interior no tenía sentido.

Girando en el aire se acercó hasta el lagarto gigante, esperando llegar hasta su nuca. Ya era desagrable que alguien te tocara con la mano fría en la nuca, pero la temperatura de Estigia podía llegar a ser realmente baja.

- ¡A ver si esto resulta!

Había llegado la hora de usar su contacto para dañar a un enemigo. Siempre lo había considerado una maldición aunque con el tiempo había aprendido a controlarlo y ahora lo planteaba como un arma para defender a los inocentes.

Recordar sus propias habilidades le hacía pensar en su pasado y los sentimientos se agolparon de nuevo, evitando que se concentrara. Quizá por eso no lograba descender hasta el punto exacto y apenas logró rozar la enorme mole.

Sara batió sus gélidas alas y voló hacia el lagarto, posicionándose justo detrás de su cabeza. El frío que se arremolinó en sus manos hizo que el agua del aire comenzase a condensarse, creando una débil bruma que acompañó a su ataque. 

Cuando posó las manos sobre la nuca del lagarto este rugió con fiereza a causa del dolor. La escarcha surgió de los dedos de Estigia y trepó por las escamas del enemigo, colándose entre sus rendijas y acuchillándole la nuca.

Todo parecía que empezaba a mejorar. Moussa había ensanchado su portal para que pudiesen pasar los coches, lo cual no dejaba de ser mala idea aunque la invisibilidad que Iván proporcionaba no afectaba a los vehículos. Supuso que desde fuera sería muy entretenido ver a los coches moverse solos. Aquello haría que los vehículos ocupados con inocentes saltasen a la vista, pero los sacaría de en medio más rápido. No era lo mejor, pero era una buena solución y una de las pocas que veía a su alcance.

Por su parte Diana había estado trabajando en liberar a aquellos que estaban atrapados en sus vehículos, mientras que el robot gigante de Aitor entretenía al enorme lagarto.

Iván estaba observando el ir y venir de sus partículas de magia caótica en el cuerpo del lagarto, contento de que su original uso del poder hubiese tenido éxito y la magia se generáse constantemente en el interior del monstruo, dañándolo continuamente (aunque el so gigante lo ignorase como si fuesen caricias), cuando el puente se llenó de una nube negruzca que rápidamente cubrió toda la zona.

¿Qué podía hacer ahora? Aquello tenía que ser culpa del otro enemigo, la persona. Quizá había intentado igualar el terreno haciendo que nadie pudiese ver al otro… Pero aun así seguían teniendo la ventaja de ser inaudibles siempre que no levantasen la voz. Sí, valía la pena mantener la burbuja. Y sí, valía la pena mantener su poder de ataque en el lagarto… Por si acaso llegaba a hacerle algo, y más que nada porque si tenía que quedarse flotando en aquella sopa no podría intentar otra cosa.

Deseó tener una forma de comunicarse con el resto, justo cuando Rudy hizo uso de la comunicación que Aitor había establecido.

[color=#9A2EFE]~ Un montón de mierda ~[/color] refunfuñó Iván respondiendo mentalmente a Rudy [color=#9A2EFE]~ Eso es lo que es. No se ve nada desde dentro. Tendréis que explicarnos qué pasa. Ah y si alguien puede intentar protegerme… Estoy un poco clavado en el aire en el lugar más obvio de todos: El centro de la esfera. Por cierto: Bonita voz Marina. ~[/color]

La magia de Iván volvió a recorrer el cuerpo del Lagarto, surcando su superfície en trayectorias erráticas que desprendían luces multicolor. 

Todos oyeron al Lagarto rugir de nuevo.

La suma de todos los ataques del Grupo 4 lo estaban desgastando poco a poco, gracias al primer ataque mental de Aitor.

Cuando Moussa le dijo que quitara los coches del medio la chica enarcó una ceja, daba igual que nadie la estuviera viendo y menos después de la enorme cúpula de negrura que los cubría, simplemente le parecía gracioso que porque hubiera adoptado aquella forma se creyeran que era capaz de mover coches en peso.

[color=#9A2EFE]- Eeeeem .[/color]- Transmitió la chica por el vínculo que los unía -[color=#9A2EFE]. Que tenga este aspecto ahora no significa que sea igual de fuerte que la cosa... podría intentarlo, pero no puedo mover coches a tientas, y dudo que los conductores puedan ver en la oscuridad como para encontrar el portal, no puedo ni yo...[/color]

La joven escéptica empezó a moverse por el terreno, tanteándolo... así era imposible. De repente lo vio claro en su cabeza, cerró los ojos y lo visualizó casi por entero, sabia donde se encontraban algunos de aquellos civiles, y sabía donde se encontraba la salida, solo tenía que ubicarse en un punto. Tanteó hasta encontrar una furgoneta que recordaba a la perfección, pasar de vista a tacto costaba un poco al principio, pero solo tendría que adaptarse, hizo un pequeño cálculo y estiró sus piernas hasta que llegaron al coche en el que se encontraban los siguientes civiles a los que tenía que ayudar. Sin mediar palabra, abrió la puerta de la conductora, la ayudó a salir, la cogió en peso y completamente a ciegas volvió a estirarse hasta donde recordaba que se encontraba el portal de Moussa.