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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 6: De Cero a Héroe

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04/02/2018, 12:49
Marina

Marina pareció disfrutar especialmente del baile con Aitor. Cuando la música se tornó un tanto más lenta, la joven semiatlante apoyó la cabeza sobre el pecho de su novio.

La propuesta de conocer a los padres del genio no le pareció mal. A Marina se le escapó una sonrisa, aunque también se sonrojó. Pareció cavilar sobre la respuesta durante unos segundos, mientras seguía bailando.

- Me gustaría mucho, Aitor - dijo finalmente.

Marina siempre había sido bastante vergonzosa. De hecho, conocer a los padres de su novio seguramente representaba un gran paso para ella.

Como si hubiese leído la mente de Aitor de alguna manera, Marina miró entonces hacia una dirección concreta, a su izquierda. Siguiendo su mirada, Aitor vio a lo lejos a los padres de Marina. ¿Estaría pensando en presentárselos?

¡Un momento! ¡Los padres de Marina estaban hablando con sus propios padres! En aquel momento las dos parejas los miraron, bailando en el centro de la pista. Pudieron ver sonrisas en sus rostros, como si algo les divirtiese.

El agarre de Marina se tornó más fuerte al instante, se puso roja como un tomate y enterró el rostro en el pecho de Aitor. 

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04/02/2018, 12:50
Hécate

La cuestión sobre el nombre de Hécate consiguió arrancar una sonrisa divertida de la elegante profesora. Hécate los miró durante unos instantes, como si estuviese juzgando qué les podía decir a sus estudiantes. 

- Creo que aún no estáis preparados para saberlo - respondió al mismo tiempo que les guiñaba un ojo.

Y con aquel nuevo aire de misterio, sin confirmar si se trataba o no de la diosa griega original, Hécate se alejó junto a Sara.

Por lo que sabían, algunos de los estudiantes del Liceo llevaban aquel tipo de nombres. Algunos, como Hermes, no tenían relación con el panteón, mientras que otros como Zeus sí que tenían.

Hécate quedaba en un territorio desconocido, aunque las sospechas de los estudiantes podrían estar bien fundadas. 

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04/02/2018, 12:50
Hécate

Hécate llevó a Sara a un lugar alejado del ambiente festivo, saliendo de la cafetería. Desde los pasillos del Liceo, el sonido de la fiesta les llegaba amortiguado.

La profesora miró a Sara de arriba abajo con una leve sonrisa en el rostro, como si la estuviese evaluando. Finalmente, habló.

- Tus progresos me han impresionado durante la prueba, Sara. Esto es algo que ya habíamos hablado hace tiempo, pero creo que estás lista para participar en el club extracurricular de artes místicas.

Hécate juntó las manos frente a ella, entrelazando los dedos. Mantenía una postura relajada, elegante.

- El Concilio de Alejandría reúne a los estudiantes del Liceo con habilidades de tipo místico. Una vez los estudiantes han dominado lo suficiente sus poderes, están listos para descubrir un nuevo mundo lleno de posibilidades. Te estoy hablando de magia, Sara.

La profesora de blanco extendió entonces una mano hacia su estudiante. La luz ambiental se atenuó, y el sonido de la fiesta se silenció por completo. Sara vio entonces una pequeña esfera de cristal en la palma de Hécate. Al fijarse mejor, vio que en su interior había extraños símbolos grabados.

- Esto es un hechizo cristalizado, y una invitación. Si lo estudias y lo dominas, estarás lista para entrar en el Concilio. Es tuyo.

En aquella posición, Hécate aguardó la respuesta de Sara. 

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04/02/2018, 12:51
Narrador

Al acercarse a los miembros del Grupo 5, Daniel advirtió como Noelia se removía algo incómoda en su silla.

La mayoría parecían bastante desanimados, pero recibieron al joven londinense con sonrisas y saludos.

Al ser puesto de ejemplo, César se sintió algo cohibido y carraspeó nerviosamente.

- ¡AAAY! - gritó entonces Fantasma mientras se levantaba, llevándose las manos a la cabeza. Sonaba frustrado.

Durante su primera semana en la escuela, Daniel lo había identificado como el más animado de los miembros del Grupo 5. Era un chico que se llevaba bien con todo el mundo. Su poder era la intangibilidad, y tenía una historia bastante graciosa sobre la primera vez que lo descubrió.

Yendo en bici chocó contra un coche. Salió volando, pero en lugar de chocar contra el coche lo atravesó. Lo gracioso, según él, de la historia es que su ropa también se desprendió de su cuerpo, quedando desnudo en medio de la calzada.

- ¡Hemos estado tan cerca…! - dijo, desanimado, mientras miraba a su pareja durante las pruebas, Augurio -. No hemos ganado ni una… - se notaba que su moral había decaído tras los Juegos.

- Y pensar que somos compañeros de clase y nos hemos quedado tan atrás… - se lamentó Abeja Reina, la muchacha rubia con alas y antenas de insecto.

- A mí me sabe mal por Hermes - dijo Silvano, mientras miraba hacia un grupo de alumnos a lo lejos -. Habíamos practicado mucho con él.

Hermes era el mentor del Grupo 5, compañero de Salara y un poderoso telequinético de la escuela.

Daniel advirtió que dos chicas del grupo se quedaban calladas. Una chica rubia de cabello largo y expresión altiva, y una chica con la piel completamente azul. Tenía entendido que era una alienígena, como Diana. Ellas eran Tramuntana y Égida.

- No tiene sentido que nos lamentemos - dijo finalmente Augurio mientras se levantaba de su asiento.

Daniel había interactuado alguna vez con el curioso muchacho de ojos dorados. Tenía entendido que su poder era el de ver el futuro cercano. Un par de minutos, para ser exactos. Era extraño hablar con él, porque solía responder a las preguntas antes de ser formuladas, o se reía de los chistes antes de que se contaran.

Sin embargo, era el más maduro del grupo. Si alguien era considerado el “líder” del grupo, ese era él.

- Este año no hemos estado a la altura y ya está. Los otros grupos han sido mejores esta vez.

Se acercó a Daniel y le ofreció una sonrisa sincera.

- Daniel tiene razón. No nos podemos rendir, aún nos queda trabajo por hacer. 

Augurio extendió una mano hacia Daniel.

- Gracias por tus palabras, creo que necesitaban oírlo de alguien más que no fuese Hermes o un profesor. Has estado alucinante, por cierto. Quién diría que iban a noquear a nuestra Juno, ¿eh, Noelia?

La aludida asintió con una sonrisa un poco forzada, sin levantarse de su asiento. 

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04/02/2018, 22:44
Sara Carrión

Hoy era su día de suerte, no paraba de recibir halagos de Hécate, una de las mujeres que idolatraba. Sara hizo una palmada y en su rostro se reflejó su alegría. Que dijera que la había impresionado era algo increíble.

- Claro que cojeré el hechizo cristalizado y lo dominaré.

Ya había estado haciendo pequeñas prácticas con la magia para poder recurrir al menos al hechizo de cambio de dimensión. Con Hécate de maestra seguro que podría aprender muchas más cosas. Se preguntó si Alberto también entraría en el concilio de Alejandría. Alguna vez había escuchado sobre él pero ni conocía a los miembros. Era como el grupo de inventores pero dedicados al misticismo. Lo mismo ya estaban allí Averno y Kitsune.

- Gracias por invitarme, es usted muy amable.

Este día había sido un poco solitario pero el ofrecimiento de la profesora había virado sus sensaciones por completo. Ahora creía estar mucho más en familia.

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05/02/2018, 14:26
Daniel D´aeth

El inglés tomó nota mental de quiénes hablaban y quiénes parecían más reacios a hablar con él para contactar con ellos en el futuro. No iba a permitir que se hicieran una idea equivocada de él.

Agradezco el cumplido. Sólo dí todo lo que tenía —dijo, mirando de reojo a César. Estrechó la mano de Augurio y miró a Juno— Quizás no sea apropiado, ¿pero me permitirías que hablásemos a solas? No hemos tenido oportunidad después de que despertaras en la zona de enfermería.

Daniel no notó las miradas suspicaces ni las risillas que soltaron alguno. Al fin y al cabo, le habían educado en una escuela exclusivamente masculina y no entendía las implicaciones que tendría querer hablar con una chica a solas.

Si al resto no os importa, claro.

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05/02/2018, 23:17
Narrador

Rudy y Diana se dirigieron hacia sus madres. Como habían visto desde lejos, éstas estaban hablando en aquel momento con el Director Richmond.

El grupo formado por las dos heroínas y el director era, además del Grupo 4, una de las principales atracciones del Guateque. Wrecking Mom y la Agente 13 atraían miradas allá donde iban, y el hecho de que estuviesen hablando tan tranquilamente con el Halcón Nocturno hacía aún más interesante observarlos.

Cuando los adolescentes llegaron hasta el grupo, Gloria abrazó fuertemente a su hijo.

- ¡AAAAAY QUE CONTENTA ESTOOOOY!

Rudy sintió la presión de una apisonadora atrapándole por completo, mientras que a Diana le pareció sentir una leve corriente de aire generada por el poderoso gesto de Gloria.

- ¡LO HAN HECHO FANTÁSTICAMENTE, LOS DOS! - los felicitó Gloria con su voz atronadora mientras liberaba a Rudy de su abrazo - y le dejaba respirar.

Sharon asintió con la cabeza, dándole la razón a su amiga.

- Lo estábamos comentando con el Director - les dijo la superespía mientras señalaba con la cabeza a Richmond -. Parece que vuestro equipo le ha impresionado.

- Así es - confirmó Richmond mientras se acercaba también a la pareja de adolescentes -. Vuestro grupo ha tenido un desempeño excelente en las pruebas. Estás muy cerca de conseguir esa beca, Rudy.

- Y si vas a Estados Unidos le puedes dar un mensajito de mi parte a Tony - sugirió Gloria mientras posaba las manos sobre los hombros de Rudy, en un tono demasiado alto. De nuevo, los invitados cercanos les miraron con curiosidad.

Diana y Rudy no pudieron evitar ver una sonrisa asomar en el rostro del director.

- De hecho, estábamos pensando en que quizá podríamos organizar algún tipo de excursión - informó Sharon -. Que todo el grupo viaje a Estados Unidos durante unos pocos días.

- Es la ventaja de tener padres en activo - les dijo Richmond a los jóvenes -. Ellos se encargan de organizar este tipo de actividades.

- ¡Podríais ver las instalaciones de SHIELD! - sugirió Sharon, complacida con la propuesta mientras juntaba las manos frente a sí -. ¿Te gustaría, Diana?

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05/02/2018, 23:26
Dr. Ahora

Nicolau miró a Moussa desde lo alto - y es que el joven inventor le superaba por bastante en altura - con una expresión indescifrable.

¿Le caía mal? ¿Simplemente lo toleraba? ¿Estaba enfadado quizá? Moussa no lo sabía, pero tenía la sensación de que la herida en el orgullo del Dr. Ahora todavía no había sanado del todo.

Sin embargo, las palabras del senegalés le hicieron cavilar durante unos instantes.

- Es perfectamente posible, yo lo uso para tener más tiempo para mis proyectos - le confesó directamente -. Pero… Es difícil de aplicar a otras personas.

Moussa se dio cuenta de que, incluso durante la fiesta, el inventor llevaba su chaleco dorado. El círculo azul seguía brillando en su pecho.

- Las repercusiones a tu cuerpo serían nefastas - le dijo sin ningún miramiento mientras señalaba a Moussa con un dedo -. Forzarlo a vivir en ese tipo de disrupción temporal constantemente te acabaría pasando factura, en no mucho tiempo.

En aquel momento el joven inventor estaba separado de su grupo. Aunque, de hecho, Moussa no lo había visto juntándose con nadie. Quizá él era, como el senegalés, alguien que no disfrutaba mucho de aquel tipo de eventos.

Nicolau se rascó la cabeza, la expresión de superioridad de su rostro se desvaneció. Miró a Moussa con franqueza.

- No hay atajos sin consecuencias.

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06/02/2018, 10:14
Moussa Dakar
Sólo para el director

Moussa asiente lentamente con la cabeza y guarda silencio durante largo tiempo. Sus ojos se desvían hacia sus compañeros, quienes a diferencia de él, sí parece disfrutar de aquel ambiente. Se les ve unidos y felices, él es la única pieza que no termina de encajar en todo aquel puzzle.

-¿Sabes? Venir aquí no fue algo que desease, era esto o acabar en un sitio realmente malo. Pensé que esto no me gustaría, pero me equivoqué. Ya sé que suena estúpido, pero empecé a ver a mis compañeros como una familia y pensé que cuando acabásemos aquí, formaríamos un gran grupo y seguiríamos siempre juntos. Pero...eso no eran mas que los sueños de un niño estúpido. Una vez se acabe la formación en el Liceo, cada uno de ellos partirá para unirse a un gran grupo se superhéroes, yo en cambio...

No le gusta contar a un desconocido todo lo que siente o piensa, pero si quiere conseguir su ayuda, necesita comprender los motivos que lo mueven.

-Todos tenéis un gran futuro por delante, eres de mi edad más o menos, pero ya controlas el tiempo. ¿Imaginas lo que podrás lograr dentro de cinco, diez o quince años? Yo...no sé, siempre he tenido la sensación de que moriría joven. No es algo que me preocupe o al menos no era algo que me preocupase, pero ahora es diferente. No sé, quiero dejar un legado que pueda ayudar a las personas.

Por la mente de Moussa pasa la imagen del ser de ojos brillantes, un ser que le aterra más que cualquier otra cosa en el mundo. Sabe que va a por él y no está muy seguro de que sea capaz de escapar de sus garras, ya no digamos de derrotarlo, pues la mera idea de presentar batalla, hace que se mee encima. Pero si eso no fuese suficiente, esta además el asunto de Omnis, un ser con el poder de un dios que los quiere muertos. No, su sino no se mostraba muy prometedor, así que intentaría aprovechar al máximo el tiempo que le quedaba.

-Estoy trabajando en algo, creo que es posible usar una muestra de sangre que tengo con capacidades regenerativas, para crear un dispositivo capaz de sanar cualquier enfermedad. Pero no solo eso, creo con el tiempo suficiente, podré hacer que el dispositivo mute ligeramente un cuerpo para dotarle durante unos breves segundos, de una capacidad de regeneración única. Si lo consigo, nadie tendrá que volver a quedar postrado en una silla de ruedas. Podré sanar cualquier lesión, sin importar la gravedad de la misma. Dará igual que un cuerpo esté cubierto de quemaduras o que le falte una mano, unos pocos minutos serían más que suficientes como para dejarlo como nuevo. Pero...yo no soy tan listo como Aitor o como tú, lograr algo así me llevaría meses o puede que incluso años. No me importa el precio a pagar, si logro crear el dispositivo, mi amigo podrá volver a caminar y ninguno de  vosotros tendrá que volver a preocuparse por las heridas que pueda sufrir. No tengo nada que perder, pero sí mucho que ganar. Así que estoy dispuesto a asumir el riesgo si tú estás dispuesto a ayudarme.

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06/02/2018, 11:21
Aitor Zumalacárregui

Aitor, aunque era mucho menos propenso que su novia a demostrar sus emociones, no pudo reprimir poner cara de tonto enamorado cuando Marina apoyó la cabeza en su pecho mientras bailaban un "lento". Aquellas sensaciones no las había vivido nunca y resultaban toda una revelación para el joven vasco. Hasta que, hablando, hablando (es un decir, a estas alturas de la relación la conexión mental entre ambos era muy natural y generalmente conversaban vía telepatía), surgieron los padres. La vergonzosa de Marina, viéndose en la diatriba de ser presentada (y oficializada) como novia ante los padres de Aitor, decidió, con gran entereza, aceptar. Por desgracia al parecer les habían robado la posibilidad de ser ellos los que dieran la noticia, puesto que los padres de ambos, de alguna misteriosa manera, se habían reunido y les miraban. Esto, por supuesto, llenó de vergüenza (más que nada por lo inesperado) a la pobre semi-atlante. Incluso el muy mesurado Aitor exhaló con cierto fastidio (para ser él).

~Vale, nos han "pillado", pero tú has aceptado antes de que nos vieran, eso es lo que cuenta para mi. Y ahora respira hondo y sígueme, vamos a matar dos pájaros de un tiro ─afirmó mentalmente el telépata justo antes de darle un beso en la frente a Marina y separarse un poco.

Cogiéndola de la mano y sin apenas necesitar un empujoncito de ánimos mental por parte de Aitor, Marina y el joven genio se dirigieron hacia donde se encontraban sus progenitores.

─Aita, ama, esta es Marina, mi novia ─sentenció en un tono que sólo su madre (y tal vez su padre, aunque eso estaba por ver) podría reconocer como de afirmación no susceptible de broma.

─Aiba la ostia, el chaval se ha echado novia, pues. Maite, ¿has visto? Si ya lo decía yo... ─No, la capacidad de ser cafre de Gorka Zumalacárregui no se veía mermada por la edad o la distancia─ Ven aquí a darme un beso, txiki, que tú ya eres de la familia... ¿Como te has juntado con el estirado de mi hijo, pues?

~Eso de "txiki" va por ti, Marina. Anda, ve a darle un beso...

El hecho de que el padre de Aitor fuera en silla de ruedas dificultaba un poco el proceso, pero no lo hacía para nada imposible. Maite, la madre del genio vasco, era mucho más "señora", vestía elegantemente y se mantenía más distante que el cafre de su marido (del que soportaba su humor estoicamente, aunque seguramente obtenía cierto placer de los chistes y burradas de Gorka, aunque nunca lo fuera a reconocer públicamente). Ella fue la que se acercó a continuación a Marina.

─No hagas mucho caso a mi marido, cariño, y si se pasa avísame, que yo le ajustaré las tuercas ─comentó animadamente la madre de Aitor con el acento característico vasco que en aquellos momentos impregnaba por completo la conversación.

─No, señora, está bien... ─dijo tímidamente con el aparato que Aitor había creado para que pudiera hablar. Maite hizo como si nada, aunque se dio perfecta cuenta del origen inusual de la voz de la joven.

─Déjate, cariño, que es un hombre, hay que marcarles un poco o se desmadran. El día que me despiste este se me tira cuesta para abajo con la silla, si es que lo veo venir...

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07/02/2018, 10:36
Diana Castelló

Al llegar comenzaron de nuevo las felicitaciones, algo para lo que Diana no estaba realmente preparada, puesto que su actuación había dejado mucho que desear... pero aún así decidió aceptar con gusto las palabras de los héroes.

- Muchas gracias Director Richmond .-  Contestó la chica con un tono formal en la voz -. Y a usted también señorita Vergara.- Dijo a la heroína con una enorme iluminando su rostro -. la verdad es que para mí ha sido una prueba en que mi desempeño me ha parecido decepcionante... pero juro darlo todo en la siguiente ronda, para devolverle a Rudy la entrega que le debo.

Después de la confesión de Diana, tocaba el momento emocionante en aquella conversación. Un momento que cambiaría la forma de ver las cosas de todo el grupo 4 de ahí en adelante, por mucho que Moussa se negara a admitirlo. Aquel era uno de esos momentos en que un aluvión de emociones te embargaba. El nuevo cariz que estaba tomando la situación seguro que sería del agrado de la mayor parte del supergrupo, y Diana no iba a ser distinta en esa ocasión.

- Me encantaría mamá .- Contestó la chica sin evitar para nada la emoción que sentía en aquel momento -. Hace mucho que no veo a la tía Nat, y me debe una salida de tiendas .- Sus ojos estaban realmente iluminados por la idea de pasar aunque sea un poco de tiempo en el lugar donde pasó gran parte de su niñez -. Seguro que la convenzo para llevar también a Sara y a Marina... porque dudo que los hombretones se animen .- Dijo mientras le daba un codazo en las costillas a Rudy -. Aunque si queréis, se lo diré también, que un cambio de vestuario no le vendría mal a algunos .- Rió mientras miraba de reojo a su compañero, que había acudido al guateque con ropa de a diario.

Se notaba cuánto ansiaba que aquel momento llegara, y esperaba de corazón que nada estropeara aquellos planes, puesto que las cosas siempre se empeñaban en torcerse cuando los chicos comenzaban a disfrutar de algo.

Ahora que lo pensaba... aún no había cumplido con lo que le había dicho a Rudy, aquello de pedirle a su madre que arreglara la ampliación de la beca de Rudy, incluyéndola a ella también. Aquel no era el momento, ya lo haría cuando terminaran los juegos, aunque no creía que fuera a decirle que no.

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07/02/2018, 17:09
Hécate

Cuando Sara tomó la pequeña esfera de cristal la notó extremadamente fría al tacto. No es que a ella le molestase, pero dio un respingo al tener el hechizo entre sus manos.

Hécate sonrió, complacida, y asintió levemente con la cabeza.

- Estoy convencida de que lo harás, Sara - le dijo, dándole la razón -. El primer hechizo es siempre uno de los más importantes, uno que recordarás siempre. Espero que te sea de utilidad en los días que están por venir.

Las últimas palabras de Hécate sonaron solemnes. Sara no fue capaz de discernir nada más, pero tuvo la sensación de que aquel momento era muy importante para la profesora.

Ahora que la podía ver más de cerca, Sara examinó con más detenimiento la pequeña esfera de cristal. Los símbolos grabados en su interior formaban varios círculos concéntricos, orientados cada uno de distinta manera. Al inspeccionar las fórmulas, Sara sintió cierta sensación de vértigo.

Dándose por satisfecha, la profesora extendió una mano hacia la puerta de la cafetería.

- Anda, vuelve con tus amigos. Disfruta de la fiesta - le indicó con una sonrisa sincera.

Notas de juego

Si no quieres decirle nada más a Hécate dímelo en un post corto y te vuelvo a actualizar, que los demás se han dispersado también.

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07/02/2018, 17:10
Narrador

Antes de que Daniel acabase de hablar, pudo ver cómo Augurio fruncía el ceño. Parecía extrañado.

Como si se hubiese activado un resorte, Juno se levantó de su asiento de un salto al oír la invitación de Daniel. Estaba algo pálida, y se la veía nerviosa. Antes de que pudiese decir nada, alguien se adelantó.

- No le apetece mucho - dijo Tramuntana, la chica rubia que aún no había abierto la boca.

La muchacha clavó los ojos en Daniel. Su mirada era seria, cargada de resentimiento. El londinense pudo sentir como la situación se volvía incómoda para todos los presentes. Tramuntana era la única que había mostrado aquellos sentimientos, quizá por algo que sabía del combate y que no compartía con sus compañeros.

- Déjalo, Sandra. Hablaré con él - respondió rápidamente Juno, tratando de amenizar la situación.

El color había vuelto a sus mejillas, y Daniel pudo ver que, aunque Juno parecía algo reticente a hablar con él, había tomado una decisión.

Se acercó al joven londinense y a César con pasos decididos.

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07/02/2018, 17:10
Juno

Una vez se hubieron alejado del grupo, Juno comenzó a hablar.

- Perdona a Tramuntana, está enfadada contigo porque cree que te pasaste conmigo durante la prueba.

Daniel advirtió que Juno evitaba mirarle directamente a los ojos. 

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07/02/2018, 19:24
Dr. Ahora

Dr. Ahora, con los brazos en jarras, escuchó a Moussa sin apartar la mirada del joven senegalés. No parecía haber nada más en aquella fiesta que le interesase lo suficiente como para desviar su atención.

De vez en cuando asentía, mostrando su comprensión. Cuando Moussa comenzó a hablar de su plan, Nicolau se llevó una mano a la barbilla.

Reflexionaba.

- Sigo pensando que es demasiado peligroso para ti - dijo sin inmutarse -. Pero me gusta tu motivación. Yo acabé así por algo parecido - confesó mientras golpeaba con los nudillos su extraño chaleco.

La expresión en el rostro del Dr. Ahora se suavizó, pero no llegó a mostrar sonrisa alguna.

- Está bien, te ayudaré - accedió finalmente -. Después de los Juegos me pondré a ello. Pero quiero algo a cambio.

Moussa vio en los ojos del inventor un destello de ambición.

- Tus portales, quiero estudiarlos.

Arqueando una ceja a causa de la expectación, Dr. Ahora le tendió una mano a Moussa.

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07/02/2018, 19:31
Rudy Vergara

-Ogh, ogh. -pude decir cuando mamá me atacó con sus cariños.

Un poco sonrojado me solté de Wrecking Mom y miré a Diana y luego al Director Richmond. Asentí con una sonrisa a los elogios de las madres y del profesor.

-Gracias, jeje. No lo podría haber hecho sin ella, la verdad. -luego, mirando un poco de reojo al director, seguí.- Han sido muchas horas de entrenamiento. 

Cuando me dijeron lo de la beca de los vengadores miré al suelo, tímido. Cada vez estaba más cerca. ¡Parecía que podría conocer a los Vengadores al fin!

-Tiene que ser super guay estar con los Vengadores. -dije a nadie en particular.- I mean, ustedes ya los conocen.

Señalé a mamá y a Richmond

-Han luchado junto a ellos varías veces. -y luego señalé a la Agente 13.- Y usted es pareja del Capi. ¿No?

Un momento, nunca lo había pensado de ese modo. Sharon era una agente famosa de SHIELD y siempre pensaba en lo guay que era eso. Pero claro, la prensa del corazón superheroico existía. Mire a Diana y en un susurro histérico le dije;

-¿TÚ PADRES ES EL CAPITÁN AMÉRICA?

Intenté cambiar de tema y seguir con la conversación.

-Uh, eh. Bueno, sí sí. Me encantaría hacer una visita y conocer SHIELD. 

Miré mi ropa cuando Diana hizo el comentario de ir de compras. Gracias a Dios que no me incluía en el plan de ir de tiendas, no me gustaba nada. 

-No sabía que era una gala de premios tampoco. -dije con una sonrisa pícara.

Me despedí de las madres, con dos besos a cada una y un asentimiento de cabeza para el director.

Cuando me alejé, mire a Diana.

-Ummm, Diana... -dije un poco sonrojado.- ¿Tú qué piensas de Silvano?

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07/02/2018, 19:58
Narrador

No sin ciertos nervios, Marina superó la vergüenza inicial. La actitud de los padres de Aitor la hizo sentir integrada, y besó tanto a su padre como a su madre.

Junto a los padres de Aitor se encontraban los de Marina. Como ya habían visto en el estadio, los progenitores de Marina eran una pareja poco común.

El padre de Marina se presentó como Ralek. Era un hombre alto de espalda ancha y facciones angulosas. Su densa cabellera negra estaba recogida en un moño alto. Vestía tejanos y americana, un atuendo formal, pero “no tanto”. A través de su ropa se entrevean unos desarrollados músculos. Su piel azul le daba un aspecto completamente antinatural, al menos para los estándares humanos. Por su aspecto, bien podría ser un guerrero atlante.

La madre de Marina, al contario que su esposo, no destacaba por ser diferente sino por su belleza. La mutante, aparentemente humana, tenía los mismos ojos azules y cabello rubio que su hija. Vestía también ropa relativamente informal, tejanos y una blusa blanca. Aitor no pudo evitar reparar en el increíble parecido entre madre e hija, tanto en aspecto, como manera de vestir. En comportamiento, sin embargo, diferían bastante. Mientras que Marina era tímida y vergonzosa, su madre irradiaba seguridad en sí misma. Se llamaba Raquel, y tanto ella como su marido se acercaron a Aitor.

- Así que este es el chico con el que sale nuestra sirenita - dijo Ralek, mirando de arriba abajo al genio vasco.

El atlante estuvo unos largos segundos inspeccionando a Aitor. Iba a decir algo, pero Raquel lo interrumpió.

- Calma, cariño - dijo, divertida, mientras le daba un golpecito en el hombro a su esposo -. Ya hemos hablado de esto, Marina es perfectamente capaz de escoger a una buena pareja y cuidarse a sí misma.

Ralek parecía dubitativo.

- No es como si nuestra hija no tuviese más fuerza que la mayoría de estudiantes de esta escuela.

El comentario arrancó risas entre los padres, así como hizo sonrojar a la joven Sirena.

- ¡Mamá…! - se quejó la semiatlante, mientras agitaba una mano hacia su madre, como si tratase de quitársela de encima.

- Tienes razón. Perdona, joven - se disculpó Ralek tras encararse de nuevo a Aitor -. Si Marina está a gusto contigo eres apropiado para ella.

Ralek le tendió la mano, aunque parecía encontrarse algo fuera de lugar en aquel tipo de conversación.

- Eres un encanto, cielo - le dijo entonces Raquel a Aitor. La madre de Marina le dio dos besos al inventor. Antes de separarse de él, le susurró algo al oído -. Y gracias por ayudar a Marina con su voz.

Tras conversar un rato más con la parejita, los padres acabaron sacando el tema de la competición.

- Habéis estado impresionantes ahí arriba - los felicitó Raquel, señalando con una mano hacia el techo.

Se refería al estadio flotante.

- Vuestro grupo ha salido bastante bien parado en todas las pruebas, ¡no sabía que fueseis tan buenos!

Ralek, con los brazos cruzados, asintió con la cabeza en señal de aprobación. Aquel tipo de cualidades sí que las sabía apreciar.

- ¿Habéis pensado en ser héroes después de esto? - preguntó Raquel, curiosa.

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07/02/2018, 20:40
Diana Castelló

En el momento en que Rudy hizo el comentario sobre la relación de  Sharon y Steve, Diana esbozó una pequeña sonrisa, que trató de tapar con su mano. La relación de su madre con el Capitán América siempre había sido un tira y afloja, pero, a decir verdad, no sabía en que punto se encontraban ahora... Diana conocía al Capitán Rogers, pero nunca había llegado a pensar en el como su futuro padre debido a la relación de ambos adultos.

Y precisamente por eso, cuando Cráter le hizo aquel comentario sobre sus progenitores, Diana no pudo evitar estallar en risa, probablemente más de una persona dejaría sus conversaciones y mirarían extrañados hacia donde se encontraba la metamorfa, puesto que pocas veces había reído de esa manera, y de seguro ninguna había sido en el Liceo.

- Ay de verdad...- Dijo tras respirar profundamente -. Lo siento, lo siento de verdad .- Tras disculparse, y sin poder evitarlo volvió a reír, pero aquella vez no tan fuertemente -. De verdad Rudy, que tienes cada cosa...

Ni se molestó en contestarle, puesto que el chico aquella situación le resultaba tan absurda que esperaba que de verdad el chico estuviera de broma.

- Vamos anda... tenemos que contarle a los demás sobre la visita a S.H.I.E.L.D... ¡¡os va a encantar!! .- Exclamó para luego cogerle de la mano y comenzar la marcha hacia donde se encontraban sus compañeros disgregados. Hasta que Rudy le hizo aquella pregunta sobre Martí -. ¿Y eso? ¿A qué viene la pregunta? .- Dijo arqueando una ceja mientra paraba la marcha y se miraba a su amigo -. No sé. Es un chico guapo, supersimpático y sus poderes son bastante alucinantes. Pero no es que lo conozca demasiado ¿Por?.

Aquella pregunta la había dejado extrañada, y aunque creía saber por donde iban los tiros, prefirió dejar que el chico se lo aclarase.

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07/02/2018, 22:47
Rudy Vergara

Busqué con la mirada a Martí, sin éxito.

-Sí, es... Guapo. -dije un poco incómodo, volviéndome a Diana. Era raro decir esas cosas en alto, me tenía que acostumbrar.- Y sus poderes son muy guays. 

¿Por qué le había preguntado sobre Silvano? Esta última semana había tomado un poco más de relevancia en mi vida. Le en el comedor, hacía bromas cuando teníamos clases juntos. Incluso le hablé a Fusión, en una de nuestras tardes ajedrez, sobre el chico de las plantas.

-No sé, no sé. -dije rápidamente.- Te quería pedir algo, es un poco peliagudo.

Esto me daba más miedo. Sabía que metería a mi amiga en un aprieto.

-No tengo noticias de Natalia desde el día en que... Cortamos. -dije rascándome la sien.- Bueno, un día me lanzó una mirada asesina, pero ya está. Sé que vosotras dos nunca fuisteis muy amigas. Eureka se sentía un poco insegura delante de tu belleza

Y levante las cejas sarcásticamente. Lo decía en serio, pero quedaría raro decirle eso sin hacerlo humorístico.

-Me gustaría saber como lo esta llevando y tal. Y si querría hablar conmigo. -junté las manos, suplicándole a mi mejor amiga.- ¿Se lo puedes preguntar, porfis?

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08/02/2018, 10:54
Sara Carrión

Esa esfera llamaba bastante la atención. Debía de contener una especie de acertijo pero también el modo de resolverlo si seguía los pasos correctos. Una vez tuviera tiempo lo podría investigar más a fondo pero ahora estando en una fiesta lo mejor era llevarlo a la habitación y dejarla oculta en un cajón donde no se viera.

- Gracias señorita Hécate.

Parecía que la profesora había elegido un hechizo para ella, pero como era una persona bastante solemne era difícil leer lo que pretendía. Sin duda era algo que la ayudaría y quizás justo el que necesitaba para cambiar de dimensión. Si fuera así, quedaría impresionada de nuevo por su capacidad para anticiparse a lo que iba a suceder.

- Nos volvemos a ver pronto.

Dijo a modo de despedida y fue hacia su cuarto. Guardó la bola en el bolsillo aunque la mantenía sujeta. Volvió a preguntarse quiénes estarían en ese grupo de magia mientras caminaba con paso rápido, para poder volver cuanto antes.