Partida Rol por web

Como no le quedaba otra, decidió ir hacia el oeste.

Otros cuantos pasos más, y la vía al oeste pareció terminar, en un giro de vuelta... ¿Torcía sobre sí misma quizás?

Siguio avanzando por el unico camino posible

Izquierda, arriba, derecha... Y ahora abajo de nuevo. Aquel laberinto era realmente enrevesado, aunque esta vez había algo distinto: otra salida de aquella alcantarilla subía ante los ojos de Vitaly.

Vitaly se acercó a la saluda de las alcantarillas con cuidado, vigilante. Queria decir algo como "Lantan" para que sus compañeros no le volasen los sesos si estaban ahi arriba protegiendo la entrada, pero tampoco queria llamar la atencion de ningun zombo. 

Con todo el sigilo que podia tener alguien cargando mas de 10 granadas, un rifle de plasma y una escopeta, ascendio con lentitud, atento. 

Asciendes por la escalerilla, intentando escuchar algo, aunque los muros son gruesos y esta subida parece especialmente larga, como si hubieras bajado más a lo largo de tu deambular, cosa que tampoco descartas. Cuando llegas al final y empujas la tapa, te encuentras con algo de resistencia. Probablemente hay algo encima, aunque crees que podrías abrirla si aplicas suficiente fuerza.

Cuesta un poco, pero finalmente la tapa cede, volcando lo que por el sonido parece algún tipo de tablón de madera. La luz del exterior irrumpe en la alcantarilla, cegándote momentáneamente, pero no solo eso: también llega el sonido del combate y voces. Seguramente estás varias decenas de metros al oeste de tu última incursión al exterior, aunque no has podido asomarte para asegurarte. 

Hay, sin embargo, un incentivo para hacerlo, que llega desde la oscuridad de los túneles:

-¿Hermano? ¿Hermano, dónde estás? Vuelve conmigo, te dije que volvería a por ti...

En cuanto escuchó la voz no dudo, y asomo la cabeza hacia afuera, mirando cual era la mejor dirección en la que salir corriendo en cuanto saliese. Y así lo hizo.