Partida Rol por web

Uno no sobrevive mucho tiempo en la verde irlandia, planeta de niebla y conductores borrachos, sin desarrollar un sentido especial para predecir cuando un vehiculo con escaso control se dirige hacia ti. Arthur empujó a su pardillo y se echó a un lado justo antes de que el culo del tanque atravesara la pared de humo haciendola jirones.

- ¿Prefieres en la cara eh, preciosa?- comentó, jocoso, levantando de nuevo el rifle de fusión.- Pues vamos allá, ¡A la mierda!- gritó, para responder a su compañero, desafiar al caos o como declaración vital, no estaba seguro. El chorro de particulas ionizadas hipercaliente salió del rifle de forma casi erótica, impactando en el casco y perforándolo como si fuera de mantequilla.- ¡Traga amor irlandiano, joder!- exclamó Arthur, riendo como un maníaco.- ¡Tragatelo todo!

Aquello se había convertido en una especie de duelo. Arthur, con su rifle de fusión, contra la mole de metal retorcido que era aquel blindado traidor. El legionario penal logró un impacto directo, algo fácil tratándose de una mole como aquella, y causó unos daños bastante severos al vehículo. Sin embargo, no lo suficiente para inutilizarle o destruirle. Sabiendo que aquel era la única amenaza actualmente, y privado de otros objetivos por el humo, la torreta apuntó al irlandiano. 

Sin embargo, puede que por pura suerte, ni un solo proyectil le alcanzó. 

- ¿Quieres más eh?- respondió Arthur, impasible ante la lluvia de balas.- Hay Arthur para todas, joder- añadió, mientras hacía saltar el cargador vacío del rifle de fusión. El cañón se enfrió mientras lo levantaba de nuevo y perdió su rojo incandescente para volver al negro mate de la aleación oscura y con alto punto de fusión.

- Aprende como satisfacer a una dama, novato- advirtió a su pardillo, antes de apretar el gatillo y soltar otra andanada de fusión.

Ese "duelo" proseguía, decantándose cada vez más a favor del legionario penal y su rifle de fusión. La falta de puntería demostrada por el artillero de aquel vehículo le estaba saliendo cara, mientras que era muy difícil fallar contra semejante mole, y el arma de fusión prácticamente cortaba el blindaje como un cuchillo caliente corta la mantequilla.

- ¡Con más ganas, putos gilipollas!- gritó Arhtur recargando el rifle. El cartucho saltó humeante dejando una estela de vapor supercaliente que casi quema a Pipboy.- ¡Nos van a dar la uvas, joder!

El irlandiano subió el rifle hasta su mejilla y descargó más fusión sobre el maltrecho tanque. Por sus huevos toreros esa cosa iba a caer.

El último disparo de Arthur penetró en el blindaje más profundamente que los otros, probablemente demasiado. Un breve grito pudo escucharse desde el interior del blindado, probablemente alguna especie de maldición o grito de terror ante las consecuencias de aquel impacto, antes de que reventara en pedazos. Seguramente el combustible o la munición se habían visto afectados, lo que había convertido al blindado enemigo en un campo de hierros retorcidos y abrasados, desperdigado por más de una decena de metros. 

Sin embargo, la explosión resultante también alcanzaba las posiciones actuales de Arthur y Pipeboy.