Leonard observó al recién llegado en silencio. Si había algo que él detestaba, era los bufones, no por ser lo que eran, o hacer el trabajo que hacían…si no porque eran impredecibles, y enemigos de los cuales él no podía preparar el golpe, era realmente molesto. Al ver al bufón presentarse, Leonard, hizo una pequeña reverencia y respondió;

-Leonard, un gusto, Vincenzo. –

Dijo, con tono formal y cortante. Al ver como Sha’lin lo invitaba, Leonard no pudo evitar enarcar una ceja por un segundo, que borró inmediatamente. No confiaba en las habilidades de un bufón para el grupo, y no sabía si él le prestaría la espalda si quiera un segundo a alguien así, y, después de todo, sentía que necesitaban quizás un guerrero o un fuerte arquero en el equipo, pero no podía prescindir el momento, y podían seguir necesitando brazos en todo esto. Cuando Sha’lin se enrolló en uno de sus brazos no pudo evitar sonreír, y le dijo a ella y al bufón;

-Iremos a la Rana azul, escuche que era un buen lugar para comer y beber, y, siendo lo primero a lo que llegué a esta ciudad después de un camino tan duro, lo único que quiero hacer es sentarme. Si quieres hablar de negocios, acompáñanos, Vincenzo. –

Dije, tras lo cual, despidiéndose con un gesto del tabernero, puso camino a la destilería.

El bufón sonreía amplamente, encantado con el recibimiento que aquellos dos le habían dado. ¡Por supuesto que se iría con ellos a hablar acerca del trabajo! Aunque el noble no parecía estar especialmente a gusto con él. Ay, qué poco que le importaba su opinión, ¡y qué bien que se lo iba a pasar en compañía de esos dos! Así que, aunque al final no consiguiera trabajo, al menos se habría reído un rato.

 -Estupendo, ¡estupendo sin duda! Os acompañaré encantado, aunque no apetezco de tomar nada ahora mismo. Se me correría el maquillaje y es el más puro infierno retocarlo, creedme.

Dicho esto, Enzo se acercó zalamero hacia la elfa. Parecía que le había caído en gracia y no era cuestión de desaprovecharlo.

 -Ahora, dejad que os advierta de un lugar concreto, mi señora. La posada "La pezuña en la Boca", aunque es correcta en cuanto a los servicios que provee, tiene por dueño a un enano completamente podrido por dentro. Me entran escalofríos sólo de recordar mi única y última visita a ese lugar. ¡De haber tenido piernas más lentas, mi pellejo estaría decorando la repisa de su chimenea! Así que tomad como gesto de buena voluntad hacia vos esta pequeña advertencia. No pongáis vuestros delicados pies en ese lugar. No quiero ni atreverme a imaginar lo que podría pasarle a una criatura hermosa como vos en semejante tugurio.

La elfa aún quería saber acerca de esa catedral. Si es que Ankus podía darles algo de información, prefería quedarse unos instantes más con tal de escuchar su respuesta.

En el entre tanto, ella permanecía abrazada al brazo de Leonard y mirando con una sonrisa divertida al bufón. Su prosa le parecía cómica, su acercamiento totalmente acorde a la situación, su advertencia bien recibida y aquellas últimas palabras demostraban que tenía un excelente gusto.

- Muchas gracias por eso, pero ahora no sé si es que no iría jamás y si quiero ir a averiguar qué podría querer hacer el señor enano con mi bello cuerpo - le respondió bromeando, soltando una de sus manos para hacer un gesto de autoexposición, dibujando su silueta con sus dedos.

Sintiéndose a gusto y sin si quiera notar el tono cortante de Leonard, ella posó su brazo de tal forma, que invitaba a Vincenzo a tomarla del brazo. Sha'lin dio un rápido y suave mordisco a su propio labio inferior.

- Por cierto ¿Dónde consigues maquillaje? - le preguntó casual - Allá donde vivía solía hacer mi propios productos, pero hace tiempo que no puedo poner mis manos en algo de sombra y labial - agregó.

El bufón aceptó encantado la invitación de Sha'lin, tomándola del brazo para proseguir conversando con ella.

 -Ah, un buen artista no revela sus secretos. Pero me parecéis una persona de fiar, por lo que os confesaré que mis kits de maquillaje los adquiero en los gremios de artistas. Un poco de búsqueda y un par de preguntas suelen llevarme al mejor proveedor. Es un maquillaje muy denso, ideal para aguantar todo el día cubriendo toda mi cara, pero si queréis que os preste alguna de mis pinturas, siempre podemos aligerarlas con algo de aceite corporal, si conseguimos encontrar algo en esta ciudad.

Enzo sonrió ampliamente, mientras miraba a la elfa con una mezcla de atención y curiosidad.

 -Pero no os aburriré con este tipo de cosas, ¡contadme algo de vos! Veo que sois una artista, ¿De qué clase? ¿Danzáis? ¿O quizá os dedicáis a tocar música únicamente? ¿Cantáis con vuestra cantarina voz quizás? ¿O es el teatro vuestra elección? ¡Oh, la curiosidad me mata! Por favor, ¡no tengáis a este pobre bufón en ascuas, mi señora!

Este edificio destartalado y de aspecto insalubre alberga una taberna muy famosa, que atiende en su mayor parte a pescadores y mercaderes de paso. A pesar de su apariencia deslustradas, la taberna es una de las más prósperas de la villa.

Toda la parte superior, que antes era el lugar donde se encontraban las habitaciones, está completamente quemado, solo se salva la parte de la taberna.

Un enorme letrero sobre la barra muestra un erizo de mar flotando en un gran vaso de vino, mientras un hombre feliz bebe de él.

Un elfo hosco y rudo dirige la taberna con orgullo.

Pero en aquel momento un cartel en mitad de la puerta decía:

Sentimos las molestias, pero este establecimiento se encuentra en estos momentos
CERRADO

Xaz maldijo su mala suerte y se dirigió a otra taberna.

Este edificio destartalado y de aspecto insalubre alberga una taberna muy famosa, que atiende en su mayor parte a pescadores y mercaderes de paso. A pesar de su apariencia deslustradas, la taberna es una de las más prósperas de la villa.

Toda la parte superior, que antes era el lugar donde se encontraban las habitaciones, está completamente quemado, solo se salva la parte de la taberna.

Un enorme letrero sobre la barra muestra un erizo de mar flotando en un gran vaso de vino, mientras un hombre feliz bebe de él.

Un elfo hosco y rudo dirige la taberna con orgullo.

Pero en aquel momento un cartel en mitad de la puerta decía:

Sentimos las molestias, pero este establecimiento se encuentra en estos momentos
CERRADO

El panorama de la taberna no era muy halagueño, pero si estaba en problemas tampoco era de esperar un aspecto muy bueno.

- ¡Venimos por el anunció en el tablón! Somos cuatro personas dispuestas ha trabajar.- bueno pues la suerte ya estaba echada, esperemos que sea un trabajo de verdad y no la excusa de buscar algo gratis.

Un lugar agrasable tal vez, o lo era, ver la planta superior en aquellas condiciones. por la última información ofrecida en la catedral, tal vez sería una misión de recolección y después, de posible obra.

A saber dónde se encontraba aquella madera y resina para que tardaran tanto en obtenerla, ¿cuál sería el costo de aquel material? Seguramente ello sería lo que marcará su cobro.

- esperamos poder ofrecer nuestra ayuda..

Xaz chasqueó la lengua al llegar a la antigua posada.

-Maldita sea! Ya decía yo que me sonaba el nombre! Yo ya vine aquí al llegar a la Ciudad! Debo de estar volviéndome tan estúpida como la gente de ciudad! Y no llevo aquí más que unas horas! 

Xaz se adelantó y golpeó en la puerta o en lo que quedara allí que pudiera separar el exterior del interior.

-YEEEEEEEEEE!!! HAY ALGUIEN AHIIII?

Al fin habíamos llegado al lugar donde supuestamente esperaba nuestro contratante. El local parecía haber tenido tiempos mejores Nathye suspiró pesadamente, comenzaba a tener apetito tras una larga mañana deambulando por la ciudad y tenía la sensación de que aquello aún iba a alargarse un tanto.

Sus nuevos compañeros ya se habían encargado de llamar la atención por lo que el guerrero se quedó frente a la taberna quemada con los brazos cruzados. Mientras tanto, algo daba vueltas en su cabeza. “Dos tabernas quemadas en tan poco tiempo y en tan extrañas circunstancias no parece exactamente una casualidad.”

Pasad. Dijo Ankus. El hombre abrió la puerta que parecía que iba a caerse a pedazos y pudieron ver como el lugar estaba tiznado de negro. Parecía que la parte superior de la posada se había llevado la peor parte, era eso o que al menos la parte inferior donde se encontraba la barra y las mesas ya había sido restaurada. 

Un par de personas ya habían entrado, parecían contratados por Ankus para ayudar a restaurar lo que quedaba de taberna. ¿Queréis tomar algo? No tengo mucho, pero seguro que alguna cerveza os puedo dar. Una pena que ya no me quede de mi "Erizo Borracho".

- Saludos señor, hemos acudido por el anuncio, me llamo Alvan Bomprezzi, parece que ya estáis trabajando en restaurar todo, en que podemos ayudar.

No quería repetirse, por ello no añadió más - un vaso de agua estará bien - dijo sacando de su pequeña nochila algo de queso con la cera enmohecida y pan - si no os importa comeré un poco mientras escucho vuestra historia - era buen momento para comer mienreas escuchaban que se esperaba de ellos.

Madera se suponía, pero sería bueno conocer la ubicación exacta de la misma.

Xaz asintió al ver que sí que había alguien ahí dentro.

-Agua para mí también!

Juntos penetraron en la taberna destrozada. Tras escuchar a sus acompañantes, Nathye le dedicó una amable sonrisa al dueño de la posada y colocó una pieza de plata sobre la mesa.

- Aceptaría con gusto esa cerveza y, si fuera posible, lo que buenamente podrías ponerme para comer. - respondió en tono alegre. Luego, se giró hacia ambas damas. - Nuestro contratante necesitará algo más que madera para reabrir el negocio. Clientes, por ejemplo.

El guerrero esperaba poder ganarse algo de aprecio de aquel hombre con el sencillo gesto. No poseía un gran don para las gentes por lo que debía aprovechar las oportunidades que tuviera para causar un efecto positivo.

- Si todo va bien, pronto podréis servirnos un poco de vuestro “erizo”.

Con aire ausente, Nathye miró alrededor contemplando el trabajo de restauración que ya estaba en marcha. Al mismo tiempo, trató de averiguar si la parte que parecía menos afectada era consecuencia del arreglo o que había logrado escapar de las llamas. Sentía curiosidad por ver las dimensiones del incendio.

Ankus puso mala cara cuando las personas que habían llegado con la supuesta intención de ayudarle lo único que le pedían era un vaso de agua... Básicamente aquello suponía un consumo y muy poco beneficio. Después, uno de ellos le solicitó algo de comer y una cerveza apoquinando tan solo 1 pieza de plata. Ankus la rechazó, no tengo nada que ofreceros de comer, les dijo, aunque sí que le tomó la moneda de plata y le sirvió una jarra de cerveza.

En cuanto al trabajo, sí, efectivamente, necesito una resina que hay en las Marismas Hool. Proviene de un árbol sumamente especial y con ella nuestro trabajo sería más rápido y fácil de hacer, por lo que podría abrir el negocio antes. 

Pero las Marismas pueden ser peligrosas, por eso creo que vosotros formáis una interesante compañía capaz de viajar sin problema...

No os puedo ofrecer nada de dinero, como podéis ver tengo todo invertido en recuperar este lugar, pero sí que os puedo dar alojamiento y comida mientras termino de reconstruirla.

Xaz aceptaría por ella sin dudar. A ella con aquello prácticamente le bastaba pero no podía hablar por sus compañeros, asi que les esperó unos segundos.

- Una oferta de comida y alojamiento es bastante generosa - este tipo parece bastante agarrado - ¿Pero de que tipos de peligro estamos hablando? Sólo comida y un sitio donde dormir por enfrentarse a un montón de monstruos puede ser algo escaso.

Alojamiento y comida, el queso y pan de centeno no le durarían demasiado, además mucho dinero tampoco tenía... - ¿Aceptar la misión incluye algún salvaconducto para la entrada? - no quería pagar de nuevo la cuota al guardia, básicamente porque aquel pago olía a fraude fiscal...- faltaría saber qué cantidad requieres, que no vamos de cabeza contra una horda de monstruos, y la ubicación exacta.

Por la cara que puso, esperaba cobrar alguna moneda como hizo con nuestro último incorporado, aunque ella entendió que les ofrecía invitarles al amargo brebaje dorado. Ella pidió agua para no suponerle un nuevo gasto, pero al parecer solo miraba en su dirección.