Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 3.1] Paseo nocturno

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04/03/2019, 22:02
[Ind] Jimmy

Nueva York, sábado 14 de noviembre de 2037, 20.00.

Eran las ocho en punto cuando Trish asomó la nariz por la puerta de la empalizada, a tiempo para que la figura que se encontraba allí detuviese el movimiento de aporrear el cubo de la entrada. No le costó reconocer a Jimmy, vestido enteramente de negro y con la capucha de la sudadera echada sobre la cabeza. De su hombro izquierdo colgaba una mochila vieja, de color morado y con un dibujo infantil estampado en ella. Algo que parecía una especie de logotipo de fantasía. 

Cuando la mirada del chico se cruzó con ella, Trish pudo ver cómo una sonrisa ladeada curvaba sus labios. A pesar de la oscuridad del exterior la muchacha notó cómo las pupilas de Jimmy escrutaban su rostro y pudo leer cierta preocupación en ese recorrido. 

Salvado por la campana —bromeó, haciendo un gesto hacia el cubo. Dejó el palo en el suelo y al incorporarse miró de nuevo a la chica—. ¿Estás lista? Tenemos un buen rato de camino. 

Notas de juego

Aprovecha el primer post para declarar lo que llevas encima. Añade también una tirada para encuentros con 1d10. Suerte ;).

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06/03/2019, 00:00
Trish

Trish no tenía muy claro —o nada, en realidad— en qué consistía el trabajo. Por eso al prepararse había optado por llevar parte de sus herramientas en la mochila. Podría haber usado la caja, pero pasaba de ir cargándola. Al final había optado por las que consideraba más básicas, incluyendo incluso el taladro. Probablemente adonde fuesen no tuviera electricidad, pero más valía pecar de prevenida que necesitarlo y haber sido una capulla dejándolo atrás. También había metido martillo, regla, lápiz, alicates, destornilladores, llave inglesa, polímetro, una pequeña sierra, pegamento, cúter, algunos tornillos, clavos y argollas y un par de cordones. Además de eso iba vestida con una muda de ropa habitual y en los bolsillos llevaba —cómo no—un par de porros de maría ya liados y un mechero.

Al salir y ver allí a Jimmy la muchacha se quedó mirándolo, pensando en por qué esa cara de preocupación. ¿Sería por lo de la noche anterior? ¿Sabría ya lo de Nick? Agradeció haber salido a tiempo de que no montase el escándalo con el cubo, y directamente empezó a caminar.

—Totalmente —respondió mientras daba los primeros pasos, desviando la mirada para buscar un instante los ojos del chico. Luego miró hacia adelante.

—Creí que serías de los que llegan tarde —dijo acto seguido—. Debe ser un trabajo importante.

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07/03/2019, 22:11
[Ind] Jimmy

—¿En serio? —dijo el chico, curvando sus labios en una media sonrisa capaz de derretir un iceberg—. Pues si de verdad creías eso es que no te has fijado bien. —Alzó las cejas mirándola, con una mano sujetando la tira de la mochila y la otra en el bolsillo de la sudadera—. Porque nunca llego tarde a una cita —Mantuvo la broma en el aire un instante antes de completar la frase—, ni a un trabajo. 

Los pasos de los dos empezaron a alejarse del antiguo centro de salud pero Trish pudo notar que Jimmy no caminaba por el centro de la calle, sino que directamente se pegó al extremo, manteniéndose cerca de las paredes de los edificios que aún se mantenían en pie como cementerios de vidas pasadas y perdidas. Y tras varios pasos en silencio el chico volvió a mirarla y la muchacha vio un brillo pasar por sus ojos en la penumbra, como si estuviese a punto de soltar algo que esperaba que a ella le gustase. 

—Vamos a pillar el metro —anunció, desvelando así al menos el siguiente paso en su camino—. ¿Lo  has cogido alguna vez?

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10/03/2019, 14:34
Trish

Tras un par de segundos mirando la sonrisa de Jimmy Trish desvió sus ojos hacia adelante, a un lugar que no fuera capaz de distraerla de ese modo. Ella misma sonrió entonces. Era consciente de que acababa de conocerlo, y también de que probablemente sus caminos se separasen tarde o temprano... Pero llevaba sin sentir algo así desde Daniel, y con todo lo que estaba pasando agradecía un respiro. Y salir del Morris, también.

Con las siguientes palabras del chico ella le miró alzando una ceja con marcado escepticismo al oír la palabra cita. Luego la mueca de Trish anticipó una broma.

—¿Y también sueles pagar un porcentaje de lo que ganas a todas tus citas —Hizo una pausa tan intencionada como la de él— y trabajos?

Después de aquello siguió en silencio. Aún no sabía en qué consistía el encargo de aquella noche, y por más que la curiosidad pellizcaba sus mejillas y sus piernas se resistía a preguntar. Por el momento. Al oír de nuevo a Jimmy fue ella quien sonrió de medio lado.

—Alguna vez—dijo sin querer entrar en que caminando con Nick Bennett cerca algunas cosas inusuales siempre habían sido más sencillas. El tío tenía amigos hasta debajo de las piedras. Ese pensamiento fue suficiente para que una sombra de tristeza apareciese en su expresión—. Con Nick. —Volvió a mirar al frente, queriendo que no fuese tan evidente cómo se había borrado su sonrisa al pronunciar ese nombre, y carraspeó—. Si quieres puedo pagar mi viaje.

- Tiradas (1)
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11/03/2019, 21:37
[Ind] Jimmy

El chico tan sólo se había encogido de hombros con aire misterioso ante la pregunta con que Trish había respondido. Pero después, mientras la miraba expectante, el cambio en el rostro de la chica se le hizo evidente y su ceño se frunció un poco con preocupación. 

Se quedó callado un momento, como si dudase si darle el pésame o dejarlo correr, con sus ojos de ese tono verde grisáceo contemplándola desde la penumbra. Pero al ver que ella seguía hablando, pareció decantarse por la segunda opción, por el momento, y simplemente se acercó un poco más a ella para caminar más cerca. 

—No tienes que pagar nada. Faltaría más —respondió, con una indignación exagerada y sin duda fingida—. Si fuera una cita, iríamos a medias, claro. Pero siendo un trabajo... —Lo dejó en el aire, alzando las cejas con cara de payaso y la obvia intención de aliviar la carga de la muchacha y hacerla reír—. Aunque siempre puedes cambiar de opinión, claro. 

Se había inclinado para acercarse un poco más para decir esas últimas palabras y cuando recuperó su posición sus manos se rozaron. La sonrisa del chico se acentuó, delatando que lo había notado, pero hizo como que no y siguió hablando.

En realidad tengo un colega taquillero. Roy. No es el tío más simpático del mundo, pero pillaremos el metro sin problemas.

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13/03/2019, 01:24
Trish

En aquel momento en que la tristeza abrazó hasta apretar levemente su corazón, Trish no supo si sentirse incómoda al sentir los ojos de Jimmy sobre ella. Por eso fue en parte un alivio ver cómo él aceptaba el cambio de tema. Respiró con cierto alivio al escuchar sus bromas posteriores, y cuando él habló de cambiar de opinión se esforzó en formar una sonrisa, aunque fuera breve. E iba a decir algo cuando notó el roce de la mano de él.

Por un momento Trish dudó qué hacer. Aunque lo que sí es cierto es que su sonrisa se volvió un poco más sincera al ver su reacción. Al escuchar sus explicaciones sobre el tal Roy ella volvió a mirar al frente.

—Me alegro de que sea un trabajo entonces —aseguró—. Porque si no tu colega y tú podríais haberos puesto de acuerdo para que no te cobrase en realidad y simplemente repartiros mi pago. De hecho podrías dedicarte a buscar citas con todas las chicas de Sugar Hill y tener un buen negocio con Roy —enunció pronunciando ese nombre como si ya lo conociera. Menos mal que me lo has advertido —dijo antes de dedicarle una mirada cómplice—, por un momento he estado a punto de cambiar de opinión.

En ese momento un pico de determinación creció dentro de ella. Harta de estar triste y harta de estar cansada actuó con una mezcla de instinto, resolución y una pizca de timidez y tomó un instante los dedos de Jimmy directamente, dejándoles una caricia tan clara como rápida sin detenerse en su camino.

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15/03/2019, 00:32
[Ind] Jimmy

El chico se rió abiertamente con las palabras de Trish. Parecía disfrutar de que la muchacha le devolviese todas las pelotas que le lanzaba. Sin embargo, la risa se contuvo en una sonrisa cuando sintió la caricia de sus dedos. Él movió en ese momento su mano para seguir el movimiento de ella y enredar sus dedos con los de Trish antes de que lo soltase. Pero a pesar de haberle tomado la mano, seguía mirando hacia delante, haciendo como si nada, pero con esa sonrisa traviesa prendida en los labios. 

—Dime una cosa, Trish —dijo entonces, sin dejar de caminar—. ¿Siempre piensas tan mal de todo el mundo? ¿O es sólo conmigo? 

Tras esa pregunta giró el rostro para mirarla con aire divertido y agregó algo más. 

—Si no te fías de mi amigo Roy —dijo, de nuevo con esa expresión que anunciaba la broma antes de que llegase—, siempre puedes esperar y cambiar de opinión cuando ya estemos en el metro.

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18/03/2019, 02:27
Trish

Los ojos de Trish mostraron un brillo intenso al notar cómo el chico intentaba atrapar sus dedos. Evitó conscientemente mirarlo mientras dentro de su estómago notaba algo moverse con una mezcla de expectación y nerviosismo. No se paró a pensar en ello, pero mientras seguía andando su respiración estaba contenida.

Al oír su nombre de la boca de Jimmy lo miró un momento, y al volver a llevar los ojos al frente se dejó atrás la sonrisa aún en su boca. Le hizo gracia la pregunta del chico, y disfrutó durante algunos pasos de sus manos en contacto antes de soltar su mano para recolocarse la mochila. No era que le disgustase, pero aún estaban en Sugar Hill y no quería que nadie los viese así.

—Sólo es contigo, claro —enunció con sinceridad, sin preocuparse por fingir nada. Era cierto que con otras personas, como con Karina dos días antes, o con la propia María sólo un rato atrás, no solía tener tantas reservas. Se encogió luego de hombros—. Pero seguro que eso ya lo sabías, ¿no? —le preguntó—. Tú siempre lo sabes todo —dijo aquello mirándolo de nuevo, como si al mismo tiempo aquellas palabras fueran una pregunta, una pulla y una especie de cumplido. No tardó en tomar aire antes de añadir algo más—. Y si le estás dando tantas vueltas al asunto porque quieres que sea una cita puedes decirlo, ¿eh? No digo que vaya a aceptar el cambio —bromeó encogiéndose de hombros—, pero puedes decirlo.

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18/03/2019, 23:01
[Ind] Jimmy

Jimmy no trató de retener la mano de Trish cuando ésta la apartó. Simplemente pasó a meter la suya en el bolsillo de la sudadera y seguir caminando como si nada. Y ante aquella mezcla entre cumplido y acusación, él se encogió de hombros con inevitabilidad, en un gesto que parecía decir «qué se le va a hacer»

Saberlo todo es mi trabajo —dijo, sonriente, para después mirarla con descaro—. Y se me da de puta madre. ¿Eso es lo que te da tanto miedo de mí? ¿Que lo sepa todo sobre ti? —Sus ojos brillaban con cierta diversión con esas preguntas. Sin duda estaba cómodo hablando de sí mismo y disfrutaba de desentrañar lo que pasaba por la cabeza de Trish.

Pero alzó una mano antes de que la chica respondiese, frenándola para añadir algo más. 

—Y la que ha hablado de cambiar trabajo por cita has sido tú —señaló, burlón—. Por mí podemos tener una cita de trabajo, sin problema. 

A Trish le pareció que le guiñaba un ojo tras esas palabras, aunque con la penumbra de la noche sería difícil asegurarlo a ciencia cierta. 

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19/03/2019, 03:47
[Ind] Roy

Poco a poco los pasos de los dos viajeros los llevaron fuera de Sugar Hill. Atravesar esa barrera invisible provocaba cierta tensión, la de saber que más allá de las calles generalmente tranquilas del barrio el mundo se volvía más imprevisible y peligroso. Jimmy no titubeó, pero parecía estar más alerta. Sus ojos se movían de un lado a otro y guardó un silencio atento, como si quisiera percibir cualquier sonido por nimio que fuese. Trish no tardó en darse cuenta de que el chico la estaba llevando por Harlem hacia una de las bocas de metro que se abrían en el suelo, como una entrada ese camino serpenteante de vías y desvíos que conformaba el subsuelo de Nueva York. 

Antes de que llegasen a bajar el primero de los escalones vieron tres figuras surgir de entre las sombras, allá abajo, con toda la pinta de estar dispuestas a cerrarles el paso. Una de ellas subió por las escaleras lo suficiente como para dejarse ver y oír.

Así pudieron notar que se trataba de un chico joven, no debía ser mayor que Clementine. Era alto y desgarbado, con el pelo castaño oscuro y una mueca hosca en los labios que parecía formar parte de su expresión. 

—No se puede pasar —empezó a decir, antes de llegar a verlos bien. Sin embargo, al reconocer a Jimmy su ceño fruncido se relajó un tanto—. Ah. Eres tú. Pensaba que llegarías más tarde.

Sus ojos se detuvieron sobre Trish y la escrutó en silencio durante varios segundos, parecía estar decidiendo qué debía pensar sobre ella. 

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22/03/2019, 00:03
Trish

Al oír aquello de que su trabajo se le daba tan bien, Trish sonrió de medio lado y negó con la cabeza mientras seguía avanzando. Miró al chico un instante cuando siguió hablando, y a punto estaba de contestar cuando él alzó la mano de aquel modo. Al final, tras las palabras de Jimmy, ella optó por encogerse de hombros con una expresión ligeramente divertida y no contestar. Siguió caminando cerca de él, mirando de vez en cuando sus propios o los del chico. Aún sin tocarlo era capaz de notar el tacto de sus dedos al entrelazarse, y aquello la hacía sentir bien en cierto modo. Sabía que con toda probabilidad no era especial, que él tendría al menos otra decena de chicas —o chicos— detrás, y que le sería útil contentarlos a todos. Sin embargo, durante aquellos minutos se permitió dejar eso de lado y sentirse bien. La muerte de Nick la había devastado. Los dedos de Jimmy, aunque fugaces, le habían dado una especie de respiro, y no lo iba a soltar tan fácilmente.

En el mismo momento en que abandonaron Sugar Hill Trish se tensó un poco. Pocas cosas malas le habían pasado dentro de aquella zona, y muchas fuera. Se mantenía atenta, y la presencia de Jimmy pasaba ya a un segundo plano. Se dejó guiar hacia el metro, aunque no permitió que Jimmy caminase ni medio paso por delante de ella. Aquella tensión se hizo más presente al ver aquellas tres figuras... Al menos hasta que una reconoció a Jimmy. Las palabras del chico sacaron una nueva sonrisa a Trish, que se relajó un poco.

—Qué va —enunció divertida—, si este nunca se retrasa.

Dio entonces un paso hacia adelante, aunque en lugar de caminar lo suficiente para estrechar la mano a quien seguramente fuese Roy alzó una mano a modo de saludo.

—Ey —enunció, y cortó ella misma sus palabras antes de presentarse. Daba por hecho que no sería un problema, pero no estaba segura. Por un lado se suponía que aquel tío era amigo de Jimmy. Por otro, que el trabajo requería discreción absoluta. Bueno, si quería presentarlos que se encargase el conseguidor.

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31/03/2019, 15:58
[Ind] Roy

—¿Eso te ha dicho? —respondió el chico, permitiéndose relajar su expresión por un momento para desviar su mirada hacia Jimmy compartiendo la diversión de Trish—. Claro, cuando llega tarde te suelta el rollo ese suyo del mago y según él, ya no cuenta. 

Volvió a mirar a la joven y se echó un poco hacia un lado, dejándoles paso.  A un gesto de su mano las otras figuras que habían llegado a intuir más abajo se retiraron, perdiéndose en las sombras. 

—Soy Roy —le dijo, haciendo un gesto con la cabeza hacia las escaleras—. Pasad. Si tenéis suerte no tendréis que esperar mucho para coger el tren.

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31/03/2019, 15:58
[Ind] Jimmy

¿Eh, qué pasa? ¿Es la noche de meterse con el pobre Jimmy?

El chico puso los brazos en jarras y los miró a ambos con una fingida y exagerada indignación. Luego empezó a descender las escaleras sin titubeos, pero se detuvo un instante al llegar a la altura de Roy. 

Ella es mi amiga Tricia —dijo, modificando ligeramente su nombre—. Tengo lío esta noche, pero nos vemos pronto, tío. Tenemos que hablar de lo-que-tú-ya-sabes. Mañana o pasado te busco y nos tomamos una birra. 

Después de esas palabras siguió bajando, pero a Trish le pareció percibir un movimiento de su mano por el rabillo del ojo, como si le hubiera dejado discretamente algo al otro chico en la suya al pasar.

- Tiradas (2)
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31/03/2019, 16:04
Narradora

Bajar aquellos escalones era como introducirse por propio pie en la garganta de una bestia ancestral, que esperaba allí, con la boca abierta, a que el hechizo que la convertía en piedra se desvaneciese. Los ojos de los viajeros tuvieron que acostumbrarse al cambio entre el manto de blancura que cubría la ciudad y la penumbra en que se movía la gente bajo tierra, pero, tras algunos pestañeos, pudieron ver con suficiente claridad.

El vestíbulo de la estación no era muy grande, apenas unos cuantos metros que albergaban la antigua cabina de los taquilleros y las moles de dos máquinas que en otros tiempos debían servir justamente para suplir a estos. El chico que había heredado esa tarea en los nuevos tiempos bajó tras ellos y se asomó a la cabina, donde debían estar los otros dos. Jimmy apenas les dedicó una mirada de reojo antes de hacer un gesto con la mano a modo de despedida y seguir su camino. 

Los pivotes de las antiguas barreras seguían ahí, aunque hacía ya muchos años que las barras de hierro que impedían el paso habían desaparecido, y, en una de las paredes, un panel digital emitía una señal roja parpadeante, con letras deformadas y que no llegaban a completar ninguna palabra con sentido. 

Más allá de la entrada se abrían distintos pasillos, señalizados con carteles que apenas eran legibles, llenos de manchas de humedad, desgarros y pintadas. Con algo de imaginación se podía averiguar, o intuir, cuál era el que llevaría a la línea «3». No había luz en el pasillo, más allá del vestíbulo, pero tras atravesarlo se llegaba al andén, donde alguien había colocado un par de focos de los que en otros tiempos se usaban en las obras. Luz blanca y dura, que hacía escocer un poco los ojos donde iluminaba y que dejaba en sombras todo el espacio que quedaba fuera de su haz. 

Sin embargo, en un rincón, al fondo del andén, se podía ver un grupo de gente alrededor de un bidón del que salía la luz más anaranjada de una hoguera. Cuatro personas que llevaron la vista hacia ellos por un momento, pero que no tardaron en apartarla para seguir hablando en voz baja. 

El cartel que indicaba los minutos faltantes para el siguiente tren había sido arrancado de cuajo y en su lugar tan sólo quedaban los cables que lo habían alimentado una vez, asomando desde el techo como tentáculos sin vida. 

Todo estaba sucio, lleno de polvo y restos de quién sabe qué tipo de desechos, pero lo peor era el olor. Una peste nauseabunda que se impregnaba en la garganta dejando un sabor acre en ella. Olía a sudor, a pies, a huevos podridos, a carne pasada, a gasolina... todo al mismo tiempo. Y el humo de la hoguera no ayudaba a aliviar aquella sensación repugnante. 

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31/03/2019, 23:06
Trish

Con la primera pregunta del tal Roy Trish se encogió de hombros, ni asintiendo ni negando, pero con un deje de inevitabilidad, como si no hubiera nada que hacer con respeto a los retrasos de Jimmy. Estaba segura de que el conseguidor no se lo tomaría a mal, y tampoco lo conocía —aún— lo bastante como para asegurar que fuera impuntual por costumbre. Ante la mención posterior a lo del mago el pensamiento de la muchacha se dirigió hacia Nick, como no podía ser de otra forma. Nick, el muerto. Nick, el que también decía aquello cuando estaba de buen humor y se retrasaba. Nick, el que la había dejado sola con la excusa de no seguir vivo.

Sin embargo, en esa ocasión Trish no dejó que la tristeza la venciera, ni que su ánimo decayera lo más mínimo. Por un momento se planteó decirle a Roy que a ella no le había soltado el rollo del mago, sino el de las citas, pero prefirió que aquello quedase entre Jimmy y ella.

—Es un liante —sentenció Trish con un gesto de la mano—. Y si te descuidas aún tendrás que darle las gracias.

Tras aquellas palabras iba a presentarse, cuando Jimmy lo hizo en su nombre. Lo miró un momento, sin tener muy claro cómo tomarse aquello. De tú a tú antes la había llamado Trish, así que... Decidió no darle más vueltas, no por el momento, y empezó a avanzar.

—Nos vemos, Roy —le dijo a modo de despedida.

Después bajó las escaleras, arrugando la nariz conforme los olores se hacían más fuertes. Cada vez que iba al metro pensaba en Astrid, y en lo jodido que tenía que estar todo para que prefiriera hacerle una paja a cualquiera a cambio de dormir allí en lugar de pasar la noche fuera. Mientras bajaba Trish rebotó levemente en sus rodillas con cada escalón, levemente distraída. Tiempo atrás había oído que era común que las tías buscasen parejas parecidas a sus padres. ¿Significaba algo que Jimmy y Nick dijeran lo mismo? Porque Nick no era su padre, eso estaba claro, aunque se había portado como algo parecido cuando había hecho falta. ¿O es que todo aquello eran chorradas?

Al llegar abajo miró de nuevo a Jimmy, preguntándose si Roy se había dado cuenta de que le gustaba. Bueno, seguramente el muy capullo de Jimmy le gustase a todas, así que tampoco implicaba demasiado. Llevó un momento la vista hacia los que estaban reunidos allí abajo, pero no tardó en apartarla. Una vivía más si no se metía en asuntos ajenos, salvo que de verdad tuviera algo que aportar.

—Bueno, pues... —Bajó la voz— ¿De qué va el trabajo?

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01/04/2019, 21:57
[Ind] Jimmy

En cuanto llegó al andén Jimmy echó un vistazo alrededor con mirada atenta. Mostraba un aire despreocupado, pero Trish, que estaba a su lado, podía notar cierta tensión en su cuello. Con la pregunta de la chica se encogió de hombros antes de responder también en voz baja. 

—Lo típico. Entrar, coger y salir, ya sabes —dijo, dedicándole una de esas sonrisas suyas—. Pero tu parte sólo consistirá en abrirme la puerta. 

La respuesta era algo vaga, pero sus ojos desviándose de nuevo hacia la gente del fondo hacían pensar que su presencia era el motivo por el que no daba más detalles. 

Apenas llevaban allí un par de minutos cuando un chirrido lejano llegó a los oídos de todos los que se encontraban en aquel andén. El grupo alrededor del bidón tan sólo acusó aquel sonido con un movimiento de cabeza, pero enseguida pasaron a ignorarlo y seguir a lo suyo. 

Cuando por fin el tren entró en la estación, los viajeros pudieron ver que se trataba de un ferrocarril de tres vagones, con las paredes y ventanas llenas de pintadas. Los frenos chirriaron con más fuerza antes de que se detuviera y se abrieran las puertas. Cinco personas se bajaron, dos hombres y tres mujeres que parecían ir juntos en grupo. Ninguno de ellos dedicó más que una rápida mirada a Trish y Jimmy antes de encaminarse a las escaleras que los llevarían al exterior. 

El conseguidor asomó la cabeza por las puertas que habían quedado más cerca de ellos, pero al ver que había un par de personas pasó al siguiente y luego al siguiente hasta decidirse por el último, que estaba completamente vacío. Hizo un gesto con la cabeza hacia la chica y la esperó antes de subirse. 

Por dentro, el vagón no estaba en mejor estado que la estación misma. El suelo estaba sucio y muchos de los asientos habían sido arrancados. Los carteles informativos de las paredes que aún quedaban eran ilegibles y olía mal, a aceite de coche y sudor, aunque sin duda era un ambiente mucho más soportable que el de la estación. 

Apenas habían pasado unos segundos y un altavoz sobre la puerta emitió un ruido como de sirena que avisaba de que el tren se marcharía enseguida. 

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05/04/2019, 01:42
Trish

Trish asintió a la respuesta de Jimmy sin mirarle directamente, haciendo un repaso del lugar, como si con esa información tuviera bastante. Y una mierda. En realidad el chico no le había dicho nada. Dos días atrás le había dicho que hasta esa noche no sabría nada... Y prácticamente nada era lo que seguía sabiendo.

Siendo sincera, a Trish no le importaba tanto qué era lo que iban a hacer. Le había garantizado que para ella no había riesgo, y ella había decidido confiar en su palabra. Sin embargo, recordaba que le había dicho que con un par de herramientas le habría valido, y no creía que hiciera falta tanta parafernalia para simplemente abrir una cerradura. Y menos aún acceder a darle un porcentaje de los beneficios. Quizá había algo más, quizá la estaba poniendo a prueba... O quizá simplemente Jimmy no quería ir solo, por si acaso.

La muchacha permaneció en silencio mientras esperaban. No tenía prisa por hablar, ni por nada en realidad, y se tomó unos minutos para observar la estación y compararla con cómo era cuando había pasado por allí con Nick. ¿Era su impresión, o era todo un poco más deprimente? Probablemente ambas cosas.

Al oír llegar el tren Trish buscó a Jimmy con la mirada primero, y luego a los que salieron del vagón. Siguió a Jimmy hacia el que él escogió, y antes de montar le echó un vistazo a la gente de la hoguera para comprobar que seguían allí. Luego subió al vagón.

Trish había sido criada en un piso, encerrada por el miedo de sus padres primero y por el de su hermana después. No era para menos, pero eso había hecho que su tono muscular no fuese el de aquellos que han pasado su infancia caminando y corriendo de aquí para allá. Y además, tampoco había conocido el metro en sus buenos tiempos. De modo que ni siquiera tuvo el ademán de buscar qué asiento elegir. Simplemente se colocó cerca de la puerta, con la espalda apoyada en cualquier barra que le permitiera observar si alguien se acercaba desde los otros vagones.

—Por cierto —le dijo, como si siguiese una conversación a medias—, hablé de eso con Morgana. No te va a mandar a Queens de una patada, porque se cabreó conmigo. Creyó que te defendía demasiado, o no sé qué historias.

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05/04/2019, 13:12
[Ind] Jimmy

Apenas se habían acomodado y el tren ya estaba poniéndose en marcha de nuevo. Por los huecos que quedaban sin pintura en las ventanas pudieron ver cómo la estación empezaba a moverse hasta que entraron en el túnel y todo el exterior se convirtió en oscuridad. 

Trish notó entonces que las luces del interior del vagón titilaban un poco con un zumbido eléctrico. No había música ambiente, ni voces de megafonía informando de la siguiente parada. Tan sólo el traqueteo del vagón y sus propias voces. 

—¿Ah, sí? —preguntó Jimmy, con media sonrisa bailando en sus labios—. ¿Me defendiste demasiado? 

El chico se había quedado de pie, cerca de ella, y uno de los vaivenes del tren le hizo acercarse un paso más. Estiró la mano para agarrarse a la barra, un palmo por encima de su cabeza. Lo tenía tan cerca que Trish podía percibir su aroma, como a canela y acero, pero antes de que pudiera darle muchas vueltas a eso notó cómo la mirada de Jimmy se desviaba de ella para mirar por encima de su hombro hacia el final del vagón. 

—¿Pero qué...? —dijo, entrecerrando los ojos para aguzar la vista más allá de la ventanilla de la portezuela que daba al final del tren—. ¿Has visto eso?

Los músculos del chico se habían tensado y su mirada se clavaba con alerta en la oscuridad del túnel. 

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08/04/2019, 00:06
Trish

Trish se quedó unos segundos mirando cómo la estación se alejaba de ella. Sus dedos, a su espalda, rodeaban la barra metálica para evitar perder el equilibrio. Para alguien que no estaba acostumbrado ni a ir en coche, ni nada similar, aquello tenía encanto. Trish sentía cómo todo su suelo se movía por encima y por debajo del mundo y aún con aquel mal olor aquello la hacía sentir libre de un modo difícil de explicar. Como si incluso quedándose quieta pudiera huir de todo. Sabía lo suficiente para explicar el movimiento del metro sobre los raíles con ecuaciones, lo suficiente para parametrizar cómo ella, el vagón e incluso el propio Jimmy eran cinemáticamente uno... Pero nada de eso era comparable a la sensación de moverse sin moverse.

Tras las primeras palabras de Jimmy esperó a que la velocidad se normalizase antes de buscarlo con la mirada. En sus ojos había un brillo que se acercaba a lo normal en ella, y en su boca una sonrisa que parecía decir que sí, que lo había defendido, y que no se arrepentía de ello... Aunque quizá sí de habérselo dicho. Sólo el tiempo lo diría.

Iba a contestar cuando el tren le echó un cable al hacer que Jimmy se acercase. Inspiró, tomando aire para hablar y aprovechando para sentirle en sus fosas nasales, pero la repentina reacción del chico hizo que ella se girase. Miró al final del túnel y respondió con resolución.

—No he visto nada —enunció antes de tragar saliva—. Y te aviso que como sea una broma no tiene gracia.

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09/04/2019, 01:13
[Ind] Jimmy

No es una broma —aseguró el chico, separándose de ella para acercarse al final del tren y echar un ojo por la ventanilla, atisbando más allá—. He visto algo ahí fuera, no sé qué era, pero...

Sus palabras se detuvieron en seco. Apoyó una mano en la pared del vagón y pegó la cara al cristal, mirando hacia fuera. Entrecerró los ojos, como si quisiera aguzar la mirada, y tras un par de segundos se echó de golpe hacia atrás. 

—¡Joder! ¡¿Qué mierda es eso?! —exclamó, retrocediendo. 

Trish también lo pudo ver entonces. Tras el tren, acercándose a buena velocidad, había una criatura descomunal que se arrastraba por el túnel. Parecía una lombriz, pero una de más de dos metros de diámetro. Abrió una boca enorme con varias filas de dientes afilados y siseó. De su cuerpo alargado y parduzco salían decenas de patitas, del tamaño de un brazo humano. Ese ser parecía sacado de una de las leyendas que los locos y los borrachos compartían junto al fuego. 

Notas de juego

No sé por qué no se veía la imagen.