Partida Rol por web

Byron empezó a mirar los cromos. La verdad es que era entretenido ver a esos personajes moverse y hacer cosas raras aún cuando ya estaban muertos, sin embargo, se preguntaba si todos estos magos no habían visto nunca un ordenador. Ya hacía mucho tiempo se habían inventado programas que hacían cosas solas...Mmmhh bots eran? Si, algo como inteligencia artificial lo llamaban, pensó. La verdad es que esas cosas le sorprendían poco, la tecnología del mundo también había avanzado, y cada vez habían cosas más espectaculares. Sin embargo, aún no eran capaces de afectar a la gente. No había nada capaz de hacer lo que se podía hacer en la clase de Encantamientos. Byron sacudió la cabeza y alzó las cejas sorprendido cuando escuchó a Selena.

- Rana de chocolate dices??- dice mientras abre la caja con la que estaba practicando el conjuro. Se había llevado la caja de la clase de transformación. Ya había visto que sus compañeros habían sacado una rana de chocolate y él también la había visto en  la caja mientras practicaba los conjuros. Allí dentro estaba el cajetín que prometía una rana de chocolate. Byron miró a Selena con una gran sonrisa.- Después de comer compartimos la rana de chocolate y te puedes quedar con el cromo que salga. Ya te daré los que vaya consiguiendo.

Byron se levantó para ir a mirar la lista de los que le faltaban a Selena y cuando volvió, pasó por la mirada al horario cuando se dió cuenta de la clase que tenía por la tarde. Hoy es miercoles! se le escapó por lo bajini. La recuperación la tenía el jueves! Aún tenía un día y se había puesto nervioso para nada.

-Vaya que bien! Pensaba que hoy era jueves ya! La recuperación la tengo mañana.- dijo con una sonrisa tímida

-Jajaja, como quieras! Le respondió alegre Selena. Empezó a preparar las cosas para la clase de la tarde mientras el de primero repasaba el horario. -Sí, somos miércoles. Ya pasa al principio, que no sabes muy bien en que día estás. Ya te acostumbrarás. Le dijo, pues a ella le había pasado muchas veces en primero.

-Ale, yo ya estoy lista. Te vienes al comedor? Aunque no lo parezca, el tiempo pasa muy rápido en este castillo y si nos despistamos llegaremos tarde a clase. Esperó la respuesta del jovencito y luego se dirigió a comer.

Byron asintió ante la respuesta de Selena.

- Sí, vamos!

Llego solo y jadeante como siempre, a la sala común de nuestra casa. Subo un instante a la habitación para dejar los libros de la clase de defensa contra las artes mágicas y me bajo el de la asignatura de encantamientos, después de lo que sucedió con la «profesora», no quiero que haya más problemas.

Vuelvo hasta uno de los amplios y mullidos sofás y me siento a la luz de la hoguera abriendo el libro por la explicación del hechizo Agottatem, pero antes de ponerme a estudiar me doy cuenta de una cosa. Saco la varita, ahueco la túnica para que quede visible la carta que he llevado en el bolsillo todo el día y apunto en su dirección.

— Alarmir rastafari.— Enuncio mientras hago el sortilegio, no tengo ninguna intención de acordarme de la contraseña, de modo que digo la primera que se me ocurre.

Sin saber si me ha salido el conjuro o no, suelto la túnica para volver a ocultar la carta y empiezo a estudiar mientras escucho el crepitar del fuego de la chimenea.

Byron llega a la sala común al rato de que llegue Edward y se sienta al lado suyo.

-Hola Ed! Que estudias? Yo venía a asegurarme que la profesora Lovegood vea que he estado estudiando. Esta tarde y noche me aseguraré de estudiar bien el conjuro de adivinación. - Es entonces cuando Byron se percata de la carta que se puede ver en la túnica de Ed.

Una carta de sus padres? Ojalá mi padre me enviase una carta. Byron empezó a practicar. Había estado estudiando el libro, y había visto que habían páginas más difíciles de descifrar que otras con el conjuro Leg Magiem. Sin duda alguna, ese conjuro abriría las puertas a secretos ocultos.

- Leg Magiem!- provó con una de esas páginas. Pero aún no se descifraba.

Tendría que practicar más el conjuro y entender bien como funcionaba.

— Hola, Byron, ¿qué tal? — Saludo de forma amable a mi compañero apartando un momento la mirada del libro de encantamientos.

Tomo aire y me llevo la mano a la cara unos segundos.

— ¿Quieres que te eche una mano para prepararte la clase? — Le ofrezco, aunque cuando le veo realizar el sortilegio, niego con la cabeza — Bueno, no parece que te pueda ayudar demasiado, la verdad, está claro que la magia no es lo mío.

-No, no, estoy intentando asegurarme que la profesora Lovegood vea que he hecho esfuerzos en aprender el conjuro y dominarlo. Ya sé como funciona. Pero... porque dices que la magia no es lo tuyo? Vienes de familia de magos no? De nada más y nada menos que Harry Potter, no? Bueno, no se mucho del tema, he leído algo en los libros, pero muy poco y por lo que he leído fue un gran mago, no?

Byron sonríe a Ed.

- No te sulfures tanto. Poco a poco irán saliendo las cosas. No todos somos buenos en todo. Mírame a mi!! quedándome dormido la primera tarde del curso!!- dijo mientras se sonrojaba de nuevo ante la mención del "accidente".

Edward parecía un chico encantador, pero parecía que tenía una grave ausencia de confianza en sí mismo. Después de todo, siendo pariente de ese gran mago y siendo hermano de Perry, seguro que lo tenía difícil para sentirse bueno en algo. Después de todo Harry Potter era un listón muy alto, y también estaba Perry allí para recordarle que el listón no bajaba. Empatizando con Ed, intentó calmarle.

-Seguro que tú mismo tienes tus especialidades. Qué clase es la que te gusta más? Seguro que en esa eres muy bueno.

Me quedo unos pocos segundos en silencio mientras miro al suelo fijándome en las manchas informes que hay en las baldosas, probablemente provocadas por la fabricación de cada baldosa de forma artesanal o un intento de emularlo.

— Haces bien, seguro que le gusta que hayas practicado tanto.— Digo un poco de forma automática como respuesta a que esté esforzándose tanto. Aunque después paso a responder a lo siguiente que dice.

— En la clase de artes quiméricas... no me salió nada bien el conjuro, en encantamiento, aunque me sentía más suelto al hacer el conjuro me llevé una reprimenda, en duelo no conseguí hacer el hechizo y en la última clase, defensa contra las artes mágicas, tampoco me salió.— Listo todos mis fallos — Hasta que llegué aquí, siempre era el mejor de mi clase, los profesores me tenían en estima, pero ha sido llegar aquí... y sin duda soy el peor de toda nuestra casa si es que hay algún alumno peor que yo en otra casa.—

Suspiro y me quedo cayado otro par de segundos.

— Y depende lo de la familia de magos, mi padre es muggle, y parece que he heredado su pericia con la magia... y no la del resto de la familia—

Sin elevar la mirada, vuelvo a suspirar.

— No sé por qué el profesor Longbottom tuvo que decir lo del abuelo... Ahora ya nunca volveré a ser Edward Ward.— Me lamento en un leve murmullo antes de darme cuenta de lo que acabo de hacer, y al parecerme una falta de educación por mi parte alzo la mirada de nuevo hacia Byron. — Se me dan bien las cosas de muggles, sé cómo funcionan las cosas de su mundo, manejar un ordenador, las matemáticas, literatura, hacer de enfermero... pero nada de eso sirve aquí.— Aprieto un poco los labios — Si no, solo tienes que contar los puntos que llevamos cada uno... treinta, llevo treita míseros puntos y porque en la clase de transformaciones la profesora regaló puntos.—

Pienso entonces en la clase que más me gusta, pero por más que lo intento, no logro dar con ninguna. Supongo que en la de DCAM me he sentido cómodo, pero desde luego no se me da bien, Adivinación... sí, supongo que sería esa mi favorita, aunque ni de lejos creo que se me de mejor que a un par de alumnos contados.

— Y supongo que la clase de adivinación es mi favorita... al menos teniendo en cuenta que no la haya fastidiado estrepitosamente, aunque dame tiempo.—

Observo que me siento algo mejor después de haber dicho todo eso, y rápidamente me doy cuenta del motivo.

- Gracias ppr animarme un poco, Byron, de verdad. - Le digo mostrando un atisvo de una sonrisa sincera.

Entro por la puerta saludando a los demás y me acerco al grupo.

-Hola.-Digo alzando la mano.-¿Que tal? 

Byron le sonrió cuando sacó el tema de los ordenadores y las mátemáticas. Cuanto daría ahora por poder usar un poco de tecnología. Estaba mucho más acostumbrado, y la verdad es que no entendía porque no podían coexistir las dos cosas juntas.

- Yo también me encuentro mucho más cómodo con la tecnología... Deberíamos averiguar porque no podemos usar nada del mundo... muggle, creo que lo llaman, verdad? La verdad es que una cámara grabando al profesor de turno nos serviría para estudiar algunos movimientos y la entonación de los hechizos, y la verdad, aún no entiendo como siguen enviando cartas con animales. Quiero decir... es mucho más rápido cualquier programa de mensajería. No?

Byron suspira, a él también le estaba costando adaptarse... todo era tan... manual.

- De nada, pero no te preocupes por esta mala racha. Seguro que mejora.

Es entonces cuando entra Helios.

-Hola Helios!! estábamos estudiando un poco.

De nuevo suspiro y miro a mi compañero.

— La verdad es que no creo que mejore... pero ojalá me equivoque.

Veo llegar a Helios y le saludo con algo de tristeza.

— Hola, Helios, ¿qué tal te ha ido?

-No he encontrado el despacho.-Respondo.-Esperaré a tener clase con el profesor.

—Vaya.... — Respondo a Helios al enterarme de que no ha encontrado el despacho, me doy cuenta entonces de la hora que es y decido probar el conjuro que he pasado estudiando esta tarde.

Apunto mi varita hacia la chimenea y pronuncio las palabras.

— Agotattem — El conjuro sale disparado de mi varita hasta perderse en las llamas.

— Deberíamos irnos preparando, ¿no? — Miro a un lado y a otro — Me pregunto dónde se ha metido William... espero que haya conseguido recuperar el conjuro que no le salió...

-Eso espero yo también.-Digo sinceramente.-¿Os vais a preparar para la fiesta esa?

Byron se quedó algo confuso ante el comentario de Helios.

Escuchó a Edward hacer su conjuro abriéndole un resquemor al recordar que había intentado mejorar y no había podido con las siguientes páginas.  Fue a buscar su libro, abierto y en blanco por las páginas con las que había estado practicando. Pero algo le llamó la atención.

-Qué es esa fiesta de la que habláis?- tras lo cual apuntó al libro y conjuró tranquilamente, sin ningún tipo de concentración y relajado, si no le salía ya practicaría otro día, al menos, había aprendido lo suficiente como para dominarlo a un nivel base.- Leg Magiem!

Nada, era un conjuro sencillo, pero hoy no estaba inspirado. Cerró el libro y se lo guardó en la mochila.

— Supongo, ¿no?.— Pregunto a Helios, nunca me habían invitado a una fiesta así, pero socialmente sería muy incorrecto no ir, o eso creo. — ¿O tú no vas a ir?.—

Ante la pregunta de Byron lo miro extrañado.

— ¿Cómo que qué fiesta? ¿No leíste la carta esta mañana en el desayuno? Hay una fiesta para los alumnos nuevos.— Me quedo un par de segundos pensando. — Lo que pasa es que me da un poco de apuro ir sin William, no vaya a ser que vuelva sin que le haya salido el conjuro y estemos nosotros por ahí de fiesta.—

-Willow creo que tampoco ha vuelto.-Digo mirando alrededor.-No la veo por aquí. Podemos esperarles y unirnos más tarde, ¿No crees?

- Ella dijo que iba a la habitación, creo... ¿No? - Pregunto pensando que pueda estar en el dormitorio femenino.