Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

(4) Gran Comedor: "El Baile de Halloween"

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25/07/2014, 17:05
1ºS - Asterope Bletchley

Kelly tenía razón. Y, en realidad, a Asterope no le importaba caerse delante de la gente, pero prefería hacerlo mientras montaba en escoba que mientras bailaba. Era una cuestión circunstancial-. No, en el fondo no ha estado mal. Me lo he pasado bien y todo.

Miró a Max cuando le preguntó por qué tenía vergüenza, como si no lo entendiera-. Pues... porque sí –Ese sentimiento era algo innato en casi cualquiera. Y quien no lo tuviera en algún momento era... pues un sinvergüenza. Ese niño le recordó por un momento a su abuela Lacerta, que siempre le decía: "De verdad, Asterope, no pareces de la familia con tantos reparos. El ser humano está hecho para odiar, por eso en esta casa odiamos a tanta gente. Es normal, querida, no te avergüences de nosotros"- Caerse es natural. Bailar no. Me da vergüenza hacer algo antinatural en mí y encima hacerlo mal.

Iba a responder al tejón sobre su disfraz, cuando Orsolya se le adelantó. Y dio una interpretación sorprendente del mismo. Asterope bajó la cabeza y se miró de nuevo intentando relacionar las bolsas de plástico muggles con su tela. Como nunca había visto una de esas bolsas, no sabía si se parecían o no. La gemela sabría más. Y, cuando la felicitó con la más alegre de las sonrisas, la serpiente no pudo contradecirle. No tanto por la sonrisa, que también; sino porque le gustaba recibir cumplidos de vez en cuando-. Pues... sí, tienes razón. Me alegra que lo hayas visto. Fíjate que hay quien piensa que voy de Plimpy Puff... Qué lista eres ­–"El disfraz con más pensamiento del baile"... claro. Sí, Asterope tenía mucho morro. Pero para alguien que le había sacado un sentido decente a su traje, no quería desaprovecharlo.

Terminó de comer su manzana de caramelo y agarró una especie de bola rebozada que imitaba a un cerebro. Estaba rellena de queso azul. Y deliciosa... muy deliciosa- Yo, la verdad, prefiero volar con escoba y aterrizar sobre hierba. Porque Linc es blando, pero no tan cómodo como la tierra mullidita.

Una vez se hubo saciado de comida, cogió otro par de vasos de zumo-. Bueno, me voy ya, que he dejado a Linc solo. Pasadlo bien.

Notas de juego

Y ya termina la atemporalidad ilegal de Asterope :)

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25/07/2014, 19:31
ZZ - Booky el Bibliotecario

Al segundo de haber desaparecido, Booky volvió a materializarse en el mismo punto del que partió, con su pareja a su lado. Había algo que bloqueaba su habilidad de aparecerse por Hogwarts, eso era imposible... No había nada más fuerte que la magia élfica, ¿qué podía impedir que llegara a la lechucería?

Se movió rápidamente hasta el director para hablar con él y comentarlo lo ocurrido.

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25/07/2014, 19:34
2ºH - Mircea Padurearu

Tras cogerse sus refrescos, Mircea y Daphne se habían alejado un poco, dejando espacio para aquellos que quisieran bailar no tuvieran que sortear más obstáculos que los propios alumnos en asíncronía bailadora, como si cada uno tuviera en la cabeza un ritmo y ejecutasen sus danzas a otro bien distinto.

Llegaron los premios y por educación, Mircea aplaudió cada uno de ellos. El reparto de puntos a las competiciones de los cursos de quinto, sexto y séptimo, alzando vencedores totales y parciales; los premios a los mejores jugadores de quidditch tras haber acabado los primeras dos meses de competición; la concesión de trofeos por los juegos de Halloween que habían tenido lugar el fin de semana anterior y un sinfín de premios más, que parecía acabar resaltando a cada uno de los alumnos que ocupaban la estancia, entre ellos a su hermana, que ganó el premio a mejor disfraz de cursos inferiores. Aplaudió también el magnífico disfraz de dementor que llevaba su coetaneo; bajo la capucha no acertaba a saber quién era el premiado, pero no le importaba. Aplaudió también a los mejores bailarines de primero, que habían demostrado una gran habilidad. Una pena que no den premios por la chica mejor vestida del baile, susurró a su compañera. Era extraño que Mircea se comportara así, prodigándose en cumplidos, pero se vuelve a recalcar que el día era especial para él.

Acabado el momento instituto americano de reparto de premios, llegó lo que en las películas de miedo se catalogaba como jump scare: viento gélido, velas mágicas repentinamente apagadas, y un silencio frio, angustioso, cautivador si eras un psicópata ¡y el susto!

El diluvio aviar comenzó y cada plaf, plaf, plaf húmedo que resonaba abstrajo cada vez más a Mircea. Quieto, con un sudor álgido perlando su espalda, y su enfoque alejándose cada vez más, hasta cobijarse en su cuarto de ausencias, viendo lo que pasaba como si mirara a través de dos gigantescos ventanales, dejando su cuerpo inerte al lado de Daphne y su mente obviando sus funciones físicas, llegando a un estadio de pensamiento distinto. Tanto tiempo combatiendo aquello interior, que ahora parecía sacudir los muros alzados a su alrededor, retumbando la estancia donde la soledad del rumano se escondía. Mir, mir, era un ruido sordo que apenas llegaba a él.

Que interesante hubiera sido ver las reacciones. Como un momento de calma tornado en horror hacía que la gente mostrara su verdadero ser. Una arpía fría y despiadada apiadándose de un ser al que cree inferior, o un amigo olvidándose de aquellos a los que realmente importaba para buscar la compañía de desconocidos. ¿Mostraban realmente su verdadero ser en un instante así? ¿O quizás algo forzado, algo inherente que permitía a un niño pensar con calma, sopesar sus posibilidades y elegir en consecuencia? No había sentido alguno en como muchos reaccionaban ante la adversidad, pero no importaba, aquí y ahora todos eran iguales, destinatarios de una broma cruel y macabra.

Gritos, lloros, risas de nerviosismo, varitas desenfundadas y ojos atentos era la consecuencia lógica, y no quedarse quieto, como una estatua, sin sentimientos.

El tiempo transcurría y el no sabía qué hacer o quizás no podía hacer nada. Ensimismado, mirando a Daphne arrodillada frente a su fiel Nimu pero sin verlos realmente y él ahí plantado, con el plaf, plaf, plaf aún resonando en su cabeza cuando ya todas las lechuzas habían caído.

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25/07/2014, 22:27
Out(R) - William Pollock

Me alegra ver cómo Ed se alegra con el regalo que le da Perry, y lo miro de reojo mientras voy bailando. Mi preocupación acerca de hacerlo mal se va difuminando, sobre todo con los pisotones de Willow. Se ve que me preocupaba en vano. Agarro un par de veces a mi pareja antes de que se caiga, sonriéndole para que no se sienta mal.

Me alegra mucho que te haya gustado el regalo de Perry, Ed. Sabía que te gustaría —le digo, después de terminar de bailar y acercarme a donde está.

Estoy bastante contento por haber podido bailar con Willow aunque se nos haya dado más o menos, y se me nota en la sonrisa. Cuando empiezan a dar puntos por cosas bastante aleatorias, decido ni prestar atención hasta que nombran a Christopher, mi compañero de casa, y le aplaudo enérgicamente. Todo lo que sea bueno para Ravenclaw es bienvenido. De resto me da bastante igual, porque es una de esas cosas que tiene este colegio, en que se premian cosas inesperadas y nadie sabe muy bien cómo conseguir puntos: de repente pum, puntos.

Pero la tranquilidad se rompe cuando de pronto caen sobre los reyes del baile sangre y el cadáver de una lechuza. Frunzo el ceño primero, entrecerrando los ojos para ver bien qué está pasando, pero cuando me doy cuenta de qué es lo que ocurre me pongo tenso. ¿Qué tenemos que hacer? Saco la varita casi por instinto y me pego a mis compañeros.

No os separéis. A lo mejor pasa algo más, no lo sabemos... Maldita sea... nadie se está en silencio. ¿Y si los profesores dicen algo sobre lo que hay que hacer? —me quejo, nervioso.

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26/07/2014, 00:07
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Tras los bailes, las niñas se habían marchado con sus parejas a seguir deleitándose con los dulces que difícilmente encontraban en el gran comedor en un día corriente.

Charlaron encantadas con Asterope que se había acercado un momento; la Slytherin era una maravilla de chica, capaz de alejarse de su círculo íntimo para relacionarse con la plebe y además iniciar una conversación, no simplemente llegar, soltar un par de frases y marcharse olvidándose de ellas.

También se acercó Gabriela, que parecía más dispuesta a relacionarse con un Hufflepuff que su pareja. Agradecieron las palabras de la Gryffindor y la felicitaron a su vez, la verdad que la niña era la mejor momia de la fiesta.

Orsolya había acabado su tercera cerveza de mantequilla cuando llegaron los premios. La pequeña se sentía chispeante, sobre nubes, quizás bajando en demasía las posibles inhibiciones que tenía. Aplaudieron encantadas el reparto de los premios de cada una de las categorías anunciadas. Cuando llegó el momento de colocar la banda de Erzsébet, Orsolya aplaudió a rabiar, mientras Erzsébet sonreía encantada. Aunque había visto grandes disfraces en los cursos superiores, y había felicitado a unas cuantas chicas por su imaginación y tremenda mano con aguja e hilo, la niña aceptó que el suyo era el mejor, quizás por lo complejo del vestido y la iniciativa de disfrazarse de uno de sus ancestros. Aunque habían decidido no ser demasiado populares en primero, la banda de Miss Halloween era un premio menor, así que no había problemas con seguir con el plan. El reinado del baile se lo dieron a dos que realmente lo necesitaban, aunque con los disfraces tan desastrosos que lucían resultaba extraño que en vez de premio de danza a secas les dieran los cetros y coronas, habiendo parejas con disfraces decentes y con buenas habilidades de danza. No importaba, igualmente les aplaudieron, habían bailado muy bien.

Cuando el desastre llego, las actitudes que tomaron las niñas distaron mucho de ser parecidas.

Erzsébet se quedó quieta, moviendo la cabeza y enfocando la mirada en cada ¡plof! que sonaba. Se fijó en la sangre que salpicaba y manchaba a alumnos y profesores por igual y una idea pasó por su cabeza, tan rápida y de tan corta duración que no fue capaz de agarrarla. La fiesta se había convertido en el escenario perfecto de la ganadora de disfraces, una Elizabeth Bathory que los muggles acusaban de asesinar a jóvenes vírgenes y bañarse con su sangre. Ahora se encontraba allí Erzsébet, nombrada así por ella y no podía más que maravillarse por una fiesta hecha a su medida. Sentía pena por las lechuzas, por supuesto, pero siempre era mejor eso a que fueran muggles o elfos cayendo por los agujeros del techo para celebrar su victoria.

Orsolya por su parte abrió los ojos al máximo, sorprendida por lo acontecido. Lo más normal es que se hubiera roto con una risa nerviosa, para acabar posiblemente perdiendo el conocimiento o gritando hasta destrozar su garganta. Pero aquella última cerveza de mantequilla había destrozado su empatía y eso permitió que hiciese lo que mejor sabía hacer. Kelly, ayúdame a ver si podemos ayudar a alguna, dijo sacudiendo el brazo a su amiga en un susurro. Y así sin más, sin importar que su vestido se manchara de sangre, o que estuviera tocando lechuzas destrozadas que estaban lejos de cualquier salvación, Orsolya fue de una a otra, buscando alguna que aún respirase.

- Tiradas (1)

Motivo: O: Trato con animales y criaturas mágicas (Lechuzas)

Dificultad: 0

Habilidad: 0+13

Tirada: 4 6 7

Total: 7 +13 = 20 Éxito

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26/07/2014, 14:29
1ºG - Kelly Doherty

A Kelly se le quedó la boca abierta, cuando Maxwell hablo sobre lo que debería de dar vergüenza de verdad. No entendía a qué venía eso, pero el comportamiento del muchacho, en general era un tanto incomprensible para alguien tan inocente como Kelly. Cuando se dio cuenta de que llevaba un rato con la boca abierta tontamente, la cerró de golpe.

La observación de Orsolya sobre el disfraz de Asterope le pareció acertada, lo cierto es que el vestido bien podría asemejarse a un montón de bolsas muggles. Si bien la temática era un tanto rebuscada para Halloween, Kelly pensó que a menudo los compañeros de colegio que no se habían criado entre muggles hacían una interpretación un tanto curiosa de la forma de vivir de la gente no mágica. –Bonito disfraz- dijo. La niña se fue justo antes de que eligieran a los mejores disfraces y al rey y reina del baile. Kelly se despidió de ella y se centró en ver quien había sido elegido.

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26/07/2014, 14:32
1ºG - Kelly Doherty

No le extraño cuando el profesor Lupin le puso la banda de Miss Halloween a Erzsébet. Kelly aplaudió con entusiasmo a su amiga, así como al de Mr. Halloween, aunque habría estado bien que premiasen también a Orsolya y, por qué no, a ella misma también que iba de sacrificio humano de la ganadora.

Después llegó el turno por parte de la profesora Lovegood de coronar al rey y la reina del baile, Kelly aplaudió también, contenta de que alguien de su casa se hubiese llevado algún premio. Los cierto era que, aunque los trajes no acompañaban demasiado, Ithan y Kendra habían sido magníficos en el baile, especialmente la niña de Slytherin.

Cuando los maestros desenvainaron sus varitas pensó que algo iba a ocurrir, vio algo caer cerca del los reyes del baile y por un momento pensó que se trataba de una macabra broma de Halloween. Hasta que empezó a ver a la gente gritar.

Hubo reacciones de diversos tipos, pero en general todas de horror. Kelly se encontraba asqueada y también muy asustada, pero sobre todo sentía pena por aquellos pobres animales muertos. La rabia la invadía también y su primer pensamiento fue que quería irse de allí inmediatamente, encontrar a quien había hecho eso, para darle un escarmiento.

Vio a Erzsébet inmóvil, seguramente se encontraba tan perdida como ella, pero Orsolya en seguida tomó las riendas sobre lo que podían hacer. No tenía delante a los culpables de aquello, pero lo cierto es que las lechuzas necesitaban su ayuda y la gemela, muy inteligentemente había empezado a buscar supervivientes. Sin pensárselo un momento más Kelly hizo lo mismo.

- Tiradas (1)

Motivo: Trato con animales y criaturas mágicas (Lechuzas)

Dificultad: 0

Habilidad: 0+11

Tirada: 1 3 3

Total: 3 +11 = 14 Éxito

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26/07/2014, 17:06
1ºG - Ithan Trace Rosier

El tiempo pareció pasar mucho más rápido de lo que a él le habría gustado. Bailando con Kendra, el tiempo parecía perder su sentido, mientras ambos se movía de un lado a otro al ritmo de la música, mientras esquivaba algunos de sus compañeros que estaban en el suelo. Fue Kendra quien llevó la mayor parte del peso del baile, e Ithan la siguió de la mejor forma que le fue posible, para acabar el último momento del baile con ella entre brazos.

Cuando la soltó y se apartó de ella, se sonrojó, bajando la mirada al ver que más de uno y más de dos los estaban mirando. Con una pequeña sonrisilla, llegó a saludarlos, pero sin decir nada. Y para su suerte, nada más acabar la canción, el director hizo aperción en escena. Felicitó a Erzsébet por su disfraz, otorgándole el título de "Miss Halloween" y una banda que así lo demostraba. Ithan aplaudió contento la acertada decisión del Director con una amplia sonrisa.

Pero por otro lado, cuando nombró a Christopher como "Mr. Halloween" lo cogió algo por sorpresa. El chico iba muy bien disfrazado, no lo negaría, pero Linc no se quedaba atrás, y a su juicio, estaba incluso mejor disfrazado. Aun así, creyó que los criterios para decidir aquellas cosas estaban por encima de lo que él veía o podía comprender, así que aplaudió -menos efusivo- al chico mejor disfrazado.

Fue en ese momento cuando la profesora Lovegood hizo su espectacular aparición con las dos coronas, para descubrir pocos segundos después que habían sido elegidos como los reyes del baile. No pudo evitar abrir los ojos y alzar las cejas en un gesto de clara sorpresa, para poco después sonrojarse como pocas veces lo había hecho, sabiendo que sus compañeros de curso y superiores los estaban mirando, él prefirió mirar a Kendra y sonreírle, con una mezcla de vergüenza y dicha por la noticia.

Le hacía mucha ilusión todo aquello, pero se olvidó rápidamente cuando su compañera de baile le abrazo, devolviéndoselo con una gran sonrisa. Mientras los coronaban, el chico estaba rojo como un tomate, devolviéndole el apretón y saludar a sus compañeros con una sonrisa. En especial a sus compañeros de casa y los Slytherin. Sobre todo a su prima, a quien le dedicó una enorme sonrisa y le devolvió el saludo con efusividad.

Todo eso cambió cuando la luz se apagó, y el chaval no comprendió que pasaba. Primero miró hacia arriba, hacia el cielo estrellado. Sin comprender nada, volvió la vista hacia los profesores, buscando alguna respuesta cuando los vio mirar y buscar algo, sin entender tampoco que estaba pasando. Sintió el abrazo de Kendra, y la rodeó con el brazo derecho, momento en el que vio a uno de los profesores sacar la varita. Y él hizo lo mismo.

No tuvo tiempo de reacción cuando escuchó aquel sonido viscoso y solo tuvo tiempo a girar la cara y apretar a Kendra contra él. Sintió como algo le salpicaba en las manos y parte de la cara. - ¿Estás bien? -  Preguntó a Kendra sin mirar que había caído, y cuando la miró y vio manchada de sangre, abrió ligeramente los ojos. Aquel tono carmesí de sus mejillas propio de la vergüenza desapareció en escasos segundos para dejarlo totalmente pálido y con una expresión de sorpresa e impresión en su cara.

Miró a su lado, viendo a la profesora taparse la boca horrorizada y miró al suelo, viendo entonces la lechuza y la causante de aquel golpe y de la salpicadura. Para él, el tiempo comenzó a dilatarse. Las pupilas del rubio se dilataron mientras él seguía observando la lechuza ante él, muerta.

No se dio cuenta de que otras muchas comenzaron a caer, pues en su cabeza se sucedían las imágenes de enormes dientes afilados, del cuerpo cubierto por cabello negro como la noche, de garras afiladas como cuchillos, de un par de ojos rojos observando la noche y finalmente, de una mancha de sangre en el suelo.

Su cuerpo se tensó, apretó la mandíbula y sintió un nudo en la boca del estómago, así como que la saliva era incapaz de bajar por su garganta. Cuando las visiones desaparecieron de su cabeza y las luces volvieron, parpadeó un par de veces y comprobó el grotesco escenario en el que se había convertido el Gran Comedor. No era el primer escenario similar que había visto.

Pero fue el grito de su prima el que le hizo reaccionar. Dirigió la mirada hacia ella, arrodillada junto a Vicky. - ¡DIANA! - Gritó con fuerza, y estuvo a punto de marchar hacia ella cuando Linc le asalto y le dijo algo. Por un momento, lo fulminó con la mirada y le susurró algo que no terminó al ver caer al suelo a Asterope. No tenía tiempo para pensar, todo estaba viniéndose a bajo, y no sabía qué hacer. No podía estar en todas partes. - Ves con Aste, ahora voy. - Le pidió a Kendra y marchó en busca de Joey, a quien alcanzó y le susurro algo. 

De vuelta a por Asterope, se encontró a Enya abrazada a su lechuza. - Enya... ¿estás bien? - le preguntó, con solo un hilo de voz. Se quitó la enorme capucha que llevaba su disfraz y la usó para tapar a la lechuza de Enya, para que no la viera más. - Enya... Enya, escúchame, tienes que ayudarme, Asterope se ha caído al suelo. Dame... -  Le pidió, cogiendo ahora la lechuza de Enya con la tela. Sintió la humedad de la sangre a través de la tela, sintió la rigidez del animal y sintió una ligera arcada que controlo necesitando cerrar los ojos.

Tras eso se acercó hasta donde estaban sus amigos. Asterope seguía sin moverse y él no sabía qué hacer. - Deberíamos tumbarla bien donde no haya... sangre... y... y buscar a la enfermera - Acabó por decir a sus compañeros para que le ayudaran a tratarla de alguna manera, esperando que alguno tuviera la menor idea de que hacer.

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26/07/2014, 17:07
1ºG - Ithan Trace Rosier

- Joey, cuida de mi prima, por favor... Asterope se ha caido y creo que se ha hecho daño. Cuida de Di, por favor. -
 

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26/07/2014, 17:08
1ºG - Ithan Trace Rosier

- ¿Un hombre lobo? - Aquello le dolió, sintió cierto dolor físico en el hombro, que le obligó a apartar la mirada de su amigo durante unos segundos. Cuanco volvió a mirarlo,e staba más serio, aquello no le había hecho demsiada gracia. - No ha sido un hombre lobo, pero buscaremos al culpable. Ahora tenemos que... ¿Aste? - Se cortó al ver caer a Asterope al suelo.

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26/07/2014, 17:42
Out(S) - Cassius Johnson

Había sido una buena velada. Era difícil que junto a Gwen, una velada no fuera en el peor de los casos, genial. Era increíble como Cassius parecía relajarse y casi comportarse como un ser humano normal cuando estaba tratando con ella. Habían bebido, habían comido, habían bailado y habían disfrutado destripando a algunos compañeros en privado.

Pero ahora había comenzado el reparto de premios, y Gwen lanzó un par de comentarios sobre los disfraces y los reyes del Baile que arrancó una sonrisa a Cassius. - Déjalos que sigan esforzándose. A algunos es tan fácil hacerlos felices... - Comentó en el momento en el que las luces se apagaron.

Las lechuzas comenzaron a caer, y la sorpresa llegó a la cara de Cassius, quien único gesto en su cara fue fruncir el ceño ligeramente, hasta que el grito de Diana le sorprendió y le obligó a mirar en su dirección. Se acercó a la chica intentando esquivar animales muertos y sangre con cierta cara de asco, hasta detenerse junto a Diana, y le puso la mano en el hombro. - Diana... estamos contigo... - Le susurró, y miró a Joey, la pareja de Diana.

Cassius no lo soportaba, pero esta vez había pasado algo mucho peor a sus diferencias. Y solo dijo una palabra para que comprendiera que no era lugar, ni momento. Para que comprendiera que estaba allí para ayudar a Diana, y no para sacar provecho de la situación. - Tregua. - Y tras eso, se agachó junto Diana, evitando mirar a la lechuza muerta.

- Diana... mejor salgamos de aquí... Joey coge a Vicky. - Por que no, el no pensaba tocar al animal muerto, eso estaba claro, no quería reconocerlo, pero le daba asco. Y miró a Oliver, junto a Gabi. La chiquilla parecía muy asustada. Como no estarlo.  - Oliver, no te preocupes, nosotros nos encargamos, ayuda a la chica. - Señaló con la cabeza a Gabi. - Vigila por si pasa algo más y no os alejeis. - Acabó por decirle, mirandolo de reojo para volver a atender a Diana.

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27/07/2014, 11:26
1ºG - Kelly Doherty
Sólo para el director
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27/07/2014, 11:23
2ºR - Perry Ward

Si su hermano no quería irse de allí no podía hacer otra cosa que seguirlo para protegerlo. Llegó hasta donde estaban los Wills y se preocupó por ellos.

- ¿Estáis bien?-Dijo poniendo su mano en el hombro de William. Entonces se dio cuenta de que seguía disfrazado y no era momento para aquella pantomima.- Artifficus.- Inmediatamente apareció con un jersey de lana y unos vaqueros ya sin el disfraz. Observó los alrededores tratando de recordar aquellos agujeros por lso que habían caído las lechuzas muertas. Había visto las pequeñas pero abundantes heridas que tenían los cuerpos. Vio como algunos alumnos se abalanzaban a tratar de ayudarlas pero su impresión era que no había nada que hacer. Vio a Mircea que parecía paralizado. Sin llegar a tocarlo se dirigió a él.

- ¿Mircea?- No quería tocarlo por si reaccionaba mal así que ayudó a Daphne a incorporarse y coger a su pobre lechuza.- Seguro que el profesor puede hacer algo por ella.- Dijo sin demasiada confianza en sus propias palabras.

- Tiradas (2)

Motivo: Investigar

Dificultad: 0

Habilidad: 0+13

Tirada: 6 7 9

Total: 7 +13 = 20 Éxito

Motivo: Artifficus

Dificultad: 10

Habilidad: 7+11

Tirada: 3 7 8

Total: 7 +7 +11 = 25 Éxito

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27/07/2014, 11:57
2ºH - Daphne Relish

Daphne siguió llorando desconsoladamente durante un tiempo. Escuchaba gritos, más llantos, ajetreo... Pero no reaccionó hasta que unas manos la ayudaron a levantarse y a recoger a Nimu. Miró y vio a Perry dedicándole unas palabras de consuelo. Intentó sonreírle para demostrarle lo agradecida que estaba por su asistencia, pero no le salió-. Muchas... gracias, Pe.. Perry –dijo entre hipos-. No cr... creo que na... nadie pueda hacer na... nada. 

Se secó las lágrimas como pudo, aunque de poco sirvió, pues volvieron a salir. Los fantasmas no tardaron en hacerse notar. Después de la primera impresión, parecían haber recuperado el movimiento. Algunos salieron del comedor, quizás para investigar qué había pasado. Otros, los pertenecientes a cada casa, intentaban consolar a sus alumnos. Al poco rato se le acercó a Daphne el Fraile Gordo, con mirada horrorizada, pero compasiva-. Querida mía... No te preocupes. Un antiguo director de este colegio decía siempre que la muerte no es más que la siguiente aventura. Seguro que tu pequeña lechuza está en buenas manos –Daphne no tenía fuerzas para decirle que ella no creía en esas cosas. Que mejor fuera a hablar con Sara. Empezó a decir palabras extrañas en algo que, por lo que le había oído a Mircea hacía unos días, parecía latín. El fantasma se dirigió al siguiente alumno tejón que había sufrido una pérdida, no sin antes cuchichear con el Barón Sanguinario, que parecía traer alguna información... O quizás no, pues el buen Fraile seguía teniendo la misma expresión de misterio.

Entonces se fijó en Mircea. Con todo lo que había pasado, no se había dado cuenta de que no estaba con ella. Durante un segundo se lo habría podido imaginar calmando a todo el mundo, tomando el control de la situación. Pero no, ahí estaba, quieto, callado, como si hubiera entrado en trance. Daphne lo miraba, aún con Nimu encima, cuya sangre se derramaba ahora por el vestido y el brazo de la niña.

-Mir... ¿estás bien? –Se dirigió al chico de Ravenclaw-. Perry, ¿sa... sabes q... qué le pasa? –Entonces cayó en la cuenta. Mircea también tenía una lechuza. Y el pobre no sabía que estaba a salvo, así que probablemente se estaba imaginando lo peor. Respiró para intentar calmarse un poco y cogió a su amigo de la mano-. Mir, tranquilo. Ferenc está bien, tus hermanas lo usaron esta mañana para mandar una carta -Buscó con la mirada a las niñas y vio a una paralizada y a la otra con Kelly acercándose a las víctimas para intentar ayudarlas. Ella debería también hacer algo, pero no tenía ganas de apartarse de Nimu.

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27/07/2014, 12:18
1ºG - Enya Wood

Enya siguió caminando despacio con su lechuza en brazos mientras observaba las reacciones de los demás, algunos histéricos otros más tranquilos, algunos intentando poner orden. Le molestó especialmente la patada despectiva que Linc le pegó a una lechuza: maldito idiota, susurró al aire mientras lo miraba con más desprecio que el que él había mostrado al dar una patada a la lechuza. Justo entonces ayudó este a que Asterope a no se golpease fuerte contra el suelo.

Entonces Ithan se le acercó. Enya ahora tenía una mezcla de tristeza, pero sobre todo de ira, pensando en quién habría podido hacer aquello. Le dio la lechuza. Es una de las lechuzas familiares, Mazda. Pobre animal. ¿Quién ha podido hacer esto? Cada vez que lo pensaba, mayor era la rabia y menos la tristeza. Ha tenido que ser un animal, mira los mordiscos, pero también un mago... Esos agujeros en el techo... ¿Quién ha podido hacer esto? Repetía una y otra vez, mientras se acercaba con el resto a donde estaba Asterope.

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27/07/2014, 17:25
2ºH - Sara Lago

Sara se estaba divirtiendo obligando a Neil a bailar. ¡Él se lo había pedido y ahora no se movía! Era más soso que Cassius, y mira que éste tampoco tenía mucho ritmo.

Cansada de intentarlo, se dedicó a hacer el tonto. A Sara eso se le daba bien. ¡Era más divertido bailar así! Y esta vez no se quedó sola, algunos de los alumnos mayores se unieron a hacer ese tipo de tonterías.

Todo se detuvo cuando nombraron al rey y la reina del baile. Sara aplaudió, aunque apenas les conocía, pero eso daba igual. A ella la habían educado para que se alegrara por los demás cuando eran felices.

Las luces se fueron. Todo parecía tener un silencio sobrenatural. La muchacha intentó moverse, buscando a Daphne, pero no la encontraba. ¿Daphne...? susurraba, como si temiera romper algún tipo de concentración. Pero el primer "crack" la detuvo en seco y miró hacia el escenario, sin llegar a ver nada. Pero no fue necesario; antes de que pudiera acercarse, notó como algo le daba en la cabeza y caía al suelo. Se llevó la mano a la zona golpeada y notó algo pringoso en su pelo. Horrorizada, miró al suelo para ver a la lechuza muerta.

Y Sara se unió a los gritos ¡AAAAAAAAAH!

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27/07/2014, 17:30
1ºR - Christopher Jamal

Christopher se lo estaba pasando bien. Le hubiese gustado estar con Byron, pero no le había localizado. Pero no pasaba nada, allí había mucha gente y el muchacho era muy sociable, así que se relacionó con casi todo el mundo.

Todo ocurrio antes de que alguien pudiera decir "quidditch". Las lechuzas caían muertas por todas partes, provocando gritos y nauseas. No, mi gato no... pensó inmediatamente, pero allí sólo había lechuzas. Empezó a respirar con fuerza, como si le faltara el aire. La situación era horrible, ¿quién podía haber hecho algo así?

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27/07/2014, 18:45
2ºH - Mircea Padurearu

Dentro de su cabeza, los muros retumbaban, los cristales vibraban como planchas de chapa azotadas semejando truenos y un grito gutural provenía de las rendijas de ventilación: ¡es culpa de ellos! ¡mátales inútil, mátales! Eres débil, no sirves para nada, déjame salir y ellos verán. Déjame salir, ese cuerpo me pertenece. ¡Yo me vengaré! Arrodillado en un rincón, su yo interior se tapaba los oídos, completamente ajeno a lo que ocurría ex corpore.

Los chillidos de fuera llegaban amortiguados, los gritos en bajo tono y las palabras susurradas. ¿Mircea?, preguntó Perry, pero no llegó. Mir... ¿estás bien?, se preocupó Daphne, pero aquello tampoco traspasó su abstracción. Ferenc..., fue otra palabra que quizás llegó en sonido pero no en significado. No, no era por su lechuza que él andaba así.

¡Crece de una vez, maldito crío!, llegó una segunda voz por las rejillas de su cuarto de ausencias, agudo e infantil. ¿Endre, eres tú?, llamó. Se irguió y miró a través de aquellos ventanales donde los alumnos empezaban a organizarse, bien reuniéndose todos alrededor de los mismos o buscando formas de solucionar todo aquello. Cerró los ojos y trató de concentrarse. Tenía que volver allí fuera. Inspiraba y espiraba de forma fuerte, no era capaz de volver, no, aún no. ¡Lo siento, lo siento!, gritaba en su cabeza.

- Tiradas (1)

Motivo: Concentración

Dificultad: 12

Habilidad: 0+8

Tirada: 1 2 6

Total: 2 +8 = 10 Fracaso

Notas de juego

Nadie más que vosotros tiene porqué leer esto. Cuando consiga superar la tirada ya rolearé en abierto.

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28/07/2014, 00:12
1ºR - Willow Brontë

Willow se lo estaba pasando en grande, saltando, riendo y aplaudiendo a todos aquellos que habían ganado un premio, pero su sonrisa y felicidad se esfumaron demasiado pronto, justo después de anunciar al Rey y Reina del baile, cuando cayó la primera lechuza muerta y fue consciente de lo que realmente estaba pasando.

Durante un buen momento se quedó petrificada, totalmente horrorizada y a punto de romper a llorar, pero en cuanto vió a Orsolya y a Kelly en acción, decidió que ella también podría ayudar.

- Estad atentos. -Miró a William y a Edward, preocupada, y se fue en busca de alguna lechuza que aún respirase.

- Tiradas (1)

Motivo: Trato con animales y criaturas mágicas (Lechuzas)

Dificultad: 0

Habilidad: 0+10

Tirada: 3 6 8

Total: 8 +10 = 18 Éxito

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28/07/2014, 00:22
2ºG - Elisabeth Henman Suarez

La noche se estaba dando bien, el chico que la acompañaba no era un bailarín, pero al menos supo defenderse. Luego comenzaron los premios y su sonrisa fue mayor si cabía, se lo merecían. Pero entonces... lo de entonces fue muy duro.

Dicen que cuando pasan cosas trágicas todo transcurre a cámara lenta, quizá por la inyección de adrenalina que generan las situaciones límite. Pero para Eli el tiempo pasó demasiado deprisa, o al menos ella se detuvo. Recordó el primer grito, y cuando las vio, tantas lechuzas juntas, se paralizó. Cuando volvió a reaccionar la mayoría de los niños lamentaba la pérdida de las lechuzas o intentaba reanimarlas. Ella sabía de animales, le gustaban mucho, por eso se quedó paralizada ese tiempo. Pero una mirada bastaba para ver que no podía hacer nada por ellas. Estaban muertas.

Fue entonces cuando reparó en Diana. Estaba destrozada, y aquello hizo que del rostro generalmente sonriente y amable de Eli surgieran muchas lágrimas y una fea mueca apareciera en su rostro, por la tristeza de aquel momento. Fue corriendo a abrazarla, si a Enzo le pasara algo así sabía que necesitaría consuelo. Y aún así le sería casi imposible superarlo.

-Di... lo siento- pero no dijo más, no tenía ni idea de qué decir en situaciones así. Se limitó a abrazar a su amiga, si esta aceptaba su muestra de consuelo. Aunque no la culparía si quería estar sola.