Partida Rol por web

Joey sonrió a las palabras de Peery y al ver que el muchacho le lanzaba el conjuró se preparó para contrarrestarlo con energía, las palabras de Perry le habían animado bastante:

-Tu conjuro no me hará nada, já, tengo una mente de hier....uahhhhh! Bostezó antes de caer dormido producto del conjuro al suelo.

Perry observó como el conjuro le había salido incluso mucho mejor que en clase y nada pudo hacer Joey para contrarrestarlo. Amablemente Perry despertó al chico para que pudiese continuar el día y no quedarse dormido en clase para lo que restaba de tiempo.

cuando Joey abrió los ojos se dio cuenta de lo ocurrido y con una enorme sonrisa en la boca y aún bostezando dijo:

-Joer, Perry. Eres todo un experto. Creo que será mejor mantenerme alejado de tí cuando estés enfadado,jajaja. Tendría pocas posibilidades contra tí,jaja.

Girándose hacia los demás comentó:

-¿Habéis visto que pasada? Ni lo he visto venir. Cuidado chicas con este muchacho,jaja.

Joey creía haber cogido los movimiento de Perry, pero en verdad al haber caído dormido no había podido ver bien el final del movimiento. Cogió la gafas que Perry le tendió y se las puso haciendo el tonto. Al parecer Perry tenía sentido del humor y eso le gustaba a Joey. No veía nada pero aún así se concentró para lanzar el conjuro.

Sin embargo nada sucedió. Fue incapaz de lanzar bien el conjuro. 

-Vaya. Creo que cuando uno es tonto ni unas gafas sirven,jaja. De nuevo le tendió las gafas a Perry y le agradeció la ayuda. Muchas gracias, Perry. La verdad que es muy complicado, pero seguro que con tus indicaciones y un poco más de práctica lo conseguiré. Cuando lo haga te lo haré saber, tío. Te buscaré y te lo mostraré,jeje. 

- Vaya, vaya.- No le gustaba perder ni siquiera cuando no se trataba de él. Si fuera mejor profesor Joey no debería tener problema. Pero después de varios intentos no conseguían mejores resultados que los de clase.- Será mejor dejarlo para otro día. No desesperes Joey.  Tarde o temprano te acabará saliendo. Está claro que en esta asignatura deberás esforzarte más que en otras.- Estaba un poco incómodo recibiendo todos esos halagos del león, no quería que pensaran que se lo creía.- Para hombre que pareces mi abuela jeje. Cuando quieras volvemos a practicarlo.

Cuando la gnoma más estúpida y estirada de Hogwarts le quitó puntos a Diana por tratar de animar a su compañero Diana la miró con los ojos abiertos de par en par, aquellas palabras le habían cogido por sorpresa. A la niña aquella profesora siempre le había sido indiferente pero en aquella misma mañana se acaba de ganar a pulso que la metiera en la lista de "Profes estupidillos por no decir otra cosa"... lista que curiosamente acababa de inaugurar ella misma.

- No te preocupes Joey... según mi madre las mujeres nos solemos poner irascibles cuando nos viene la regla... yo todavía no se muy bien que es eso... pero seguro que a la profesora Green le ha debido venir la regla, el cartabón y la escuadra entera o eso... o es que no tiene novio... vamos eso es lo que suele decir mi madre y según ella nunca falla- explicó la chica a su amigo sin perder su buen humor, a Diana pocas cosas eran las que le preocupaban y perder puntos no era un de ellas.

Después se giró hacia Perry y le sonrió abiertamente.

- ¿Que tal Perry?... Vaya eres muy amable. 

Diana esperó a que Joey y Perry ensayasen el conjuro, cuando vio lo bien que le salió el hechizo a Perry exclamó.

- ¡Caray!... lo has echo genial, has noqueado a Joey a la primera de cambio... ¿Joey estás bien?- miró a su amigo con una ligera preocupación para después al comprobar que se encontraba bien sacar su varita y disponerse a practicar con Perry.

- Bueno Perry, ahora si no te importa me gustaría practicar a mi... ¿Preparado? Vooooyyyyyy... MORFETIUM PERRY... pufff esto no es lo nuestro- suspiró- En fin habrá que seguir practicando, muchas gracias de todas formas- volvió a sonreir abiertamente al chico de Ravenclaf

¡No, no , no!- Perry veía claramente los fallos que estaban comentiendo los leones, pero cómo decírselo de manera dulcificada. Empezaba a dudad que fuera un buen profesor.

- Ehmmmm...- Se colocó las gafas que empezaban a resbalársele por el puente de la nariz.-...vas a tener que practicar más el movimiento de la varita Diana. Pero la pronunciación era perfecta, con muchas ganas, ¡así me gusta!.- Los ojos de Perry se dirigieron ahora hacia Eli, ¿sería capaz ella de hacer que se sintiera mejor?- ¿No quieres probar Eli?

Eli vio como Perry, al que ya consideraba un amigo, se dispuso a enseñarles el conjuro. Ella creyó que con ella perdía el tiempo, necesitaría un profesor personalizado para poder realizar un conjuro de tal calibre. no obstante, se decidió a probarlo... tanto para agradecerle el esfuerzo a Perry como para intentarlo. Total, tampoco perdía demasiado intentándolo, solo algo de dignidad... cosa que para Eli ya no tenía mucha importancia.

-En fin, vamos a ello- dijo sin esta muy convencida, probando su conjuro con el chico de las gafas. todos le habían utilizado de diana pero como ninguno le había acertado, pensó que no le importaría volver a ser el blanco elegido por otro alumno- Morfetium Perry.

El hechizo no funcionó, aunque la varita emitió algo parecido a un resplandor. Estuvo convencida de que con esfuerzo podría hacerlo, había estado cerca. Por ello, volvió a intentarlo, aunque volvió a fracasar. Cabizbaja, se rindió.

-Creo que este conjuro no es para mí, mejor me concentro en aprender el Confundus o el Asetate Grassium et Solem.

Miró a los demás, en especial a Diana, que había aprendido ambos conjuros correctamente. Quizá luego le ayudara a aprenderlos.

¡Oh, vaya! ¡Casi le sale!- A Eli tampoco le había salido el conjuro con sus indicaciones. ¡Que frustante! Quizá no fuera que era mal profesor sino que era tan querido y carismático que nadie quería hacerle daño. Se consolaba pensando eso. No sabía ni qué decir.

- Bueno, si necesitáis ayuda con este u otro conjuro, aquí estamos.- Después se alejó un poco de los leones y volvió con sus compañeros de casa. Sacó el cuaderno de Artes Quiméricas y se puso a repasar el sonitus. Quería perfeccionarlo antes de comenzar con las optativas. Realizaba los movimientos del brazo con la varita, repasaba las notas y la pronunciación hasta que estuvo preparado.

- ¡Sonitus!- El ruido que salió de la varita parecía el de la profesora Green arañando la pizarra con sus uñas.- ¡HOY NO ES MI DIAAAA!

Gwen se quedó un rato mirando desde las sombras las exhibiciones de los leones con Perry... al cabo de un rato decidió que lo mejor era marcharse sin hacer ruido.

Selena se quedó un rato más para intentar ayudar a los leones. Ella, como Perry, también veía donde fallaban, pero tampoco sabía como corregir su error. Miró a Perry con cara de "Ya lo pillarán, no podemos hacer más". Le sabía un poco mal que los de gryffindor tuvieran tantos problemas con esa clase. Se despidió deseándoles ánimos.

Mientras decidía donde ir a practicar, vio como su compañero sacaba un bloc de artes quiméricas y practicaba con resultados fallidos. -Jajajaja, tranquilo, Perry. Intentó quitarle peso al fallo. -El otro día a mi tampoco me salió el Leg Magiem. El verano nos ha oxidado algunos hechizos de primero, eh... bueno, voy a la sala común, a ver si hay alguien.

Joey se acercó a las chicas y comentó:

-No os preocupéis, es un conjuro muy dificil. Yo creo que con las indicaciones de Perry, podremos aprenderlo. Muchas gracias Perry.

El chico se despidió de la gente, tenía que pasar por la lechucería antes de ir a comer:

-Nos vemos en el comedor. Ciao Se despidió guiñando un ojo y moviendo las manos como si disparase.

Diana gurdó la varita en los bolsillos de su túnica y se despidió de los que aún quedaban en la clase.

- Gracias de todas formas Perry- le dijo de manera animada- espera Joey, voy contigo.

Sin más, fracaso tras fracaso, Perry se fue de la clase apenas sin decir adiós.

Se quedó la última en la sala. Necesitaba algo de tiempo sola, para pensar en sus fracasos. Una vez decidió que no podía martirizarse más, salió de allí para ir a la sala común.

Habían pasado ya quince días desde aquel día que se conoció como el Lunes Sangriento. Y todavía no había habido noticias sobre lo que había sucedido. Green seguía ingresada en San Mungo, y como aún estaba en coma, nadie podia preguntarle sobre lo que sucedió.

Aún se seguían escuchando comentarios por los pasillos, sobre quién era el culpable y lo que había sucedido. Muchos seguían culpando a Bastet, a pesar de que los profesores en ningún momento se habían pronunciado.

Aquella clase sería impartida por el director Lupin. Cuando todos los alumnos se habían sentado ya en sus pupitres, Lupin tenía junto a él un gran cofre y un enorme libro que pertenecía a la clase que iba a impartir.

Buenos días, jovencitos. Dijo mostrando un rostro cansado a todos los alumnos. Imagino que todos estaréis un poco mejor después del tiempo que ha pasado ya desde Halloween, en vista de que nadie ha venido a verme para buscar consuelo, intuyo que estaréis todos mucho mejor. De todas maneras, podéis dormir a gusto ya. Hemos patrullado una y mil veces los pasillos del colegio y no hay rastro de nada sospechoso, así que intuímos que lo que atacó ya no está. En cualquier caso, aún mantendremos la vigilancia. Además, la lechucería ya está abierta y el Ministerio nos ha mandado una nueva bandada de lechuzas para que podais escribir a vuestras familias.

Por lo demás, vamos a seguir con la clase de Encantamientos. Dijo abriendo el gran libro que tenía junto a él. El conjuro de hoy va a ser el "Colloportuss" que aunque no esté la profesora Green, os lo mostraré yo.

Lupin se puso en pie para acercarse al enorme baúl que había junto a él. Después se puso en cuclillas y señaló la cerradura del arcón y dijo las palabras de aquel nuevo conjuro: "Colloportus baúl" . El baúl se puso a brillar durante unos segundos, especialmente la cerradura, para después no mostrar ningún otro signo aparente.

El conjuro de hoy os servirá para estar un poco más seguros en vuestras habitaciones y para asegurar vuestros objetos. Cualquier cosa que se pueda cerrar puede ser objetivo de este encantamiento. Se quedó mirando a los alumnos. Probad con vuestras mochilas, o con cualquier cosa que llevéis con vosotros. ¡Ya veréis lo eficaz que es!

Una vez lanzado este conjuro, nada ni nadie lo podrá volver a abrir salvo quien lo ha lanzado. Él será el único mago capaz, y si encima le añadís un conjuro de Alarmir, entonces os daréis cuenta de quién está tratando de forzarlo. ¡Vamos, queridos alumnos! ¡Que comience la diversión!

Me quedo sorprendido cuando al entrar en clase no está nuestra profesora de siempre. Está claro que sigue estando muy mal, no es que vaya a echarla mucho de menos pero era buena en lo suyo, supongo. Aunque el Director Lupin me cae bien, el cambio no parece que vaya a ser muy malo. Enarco una ceja cuando comenta que ya no hay peligro y que se puede entrar en la lechucería de nuevo. Sigo aún algo enfadado con ese asunto. Presto toda la atención en clase de la que soy capaz, no en vano es de mis asignaturas favoritas, aunque todos sabemos que yo al 100%, lo que digamos, nunca estoy del todo. Aun así, cuando nos pide que ejercitemos con alguna de nuestras cosas me quedo un rato largo pensando, ¿qué demonios voy a querer yo cerrar de ese modo? Entonces, tras mucho revolver entre mis cosas, saco la bolsita de bromas de Sortilegios Weasley.

"Si he de practicar al menos que sea para algo útil...". Con sumo cuidado, y tras repasar previamente los movimientos en mi cabeza, apunto hacia la bolsita y lanzo el conjuro.

-Colloportus bolsita de bromas- creo que me ha quedado bastante bien, quizás no sea Sam, pero al menos no me ha explotado en la cara, oye, eso es todo un progreso para mí.

Como había sospechado la profesora Green no les iba a dar la clase. El profesor Lupin estaba allí en su lugar ya que ella seguía en coma.  Mientras no perdieran materia a Perry le daba igual quién le diera la clase, bueno, lo sentía por la diminuta profesora, pero sus clases eras muy importantes para él. La noticia sobre la lechucería no es que le alegrara el día ya que Perry apenas escribía a sus padres y menos ahora, que aún estaba enfadado pro lo del regalo de su hermano Edward. Iba a tardar en escribirles todavía una buena temporada.

Escuchó con atención las explicaciones del profesor. El hechizo combinaba perfectamente con otros , como bien les señalaba Lupin. esta clase era de las que mejor se le dabas así que esperaba asombrar al profesor y, por qué no, al resto de compañeros.Dos de sus mejores amigos de los leones se habían marchado. Diana y Joey. Menos mal que aún le quedaba la simpática Eli. 

Pensó divertido que con este hechizo podría cerrar muchas bocas. 

Bah, seguro que no funciona así. Tendré que cerrar bocas sólo esforzándome al máximo.

Le pareció una buena idea asegurar su mochila contra las miradas indiscretas así que la puso delante suya, en el suelo, y sacó la varita. Practicó un poco antes de lanzar el conjuro definitivo.

- ¡Colloportus mochila!- Gritó con fuerza y decisión, como solía hacer. Con la mirada buscaba la aprobación del profesor y sus compañeros.

Llamando a la puerta, la abro y asomo la cabeza, viendo que quien impartirá la clase es ni más ni menos que el director Lupin. Con la cara roja como un tomate por llegar tarde, me deslizo hacia mi pupitre, al lado de Dariel, con los dedos cruzados detrás de la espalda y deseando que el director pase por alto mi tardanza. Por lo menos, creo que no soy el último...

- Uf, podrías haberme despertado, Dariel -le digo, al ponerme a su lado. - A veces me despiertas en mitad de la noche y hoy ni lo intentas, maldito. Me las pagarás.

Le sonrío al ver que le sale su hechizo perfectamente, saco la varita y apunto mi mochila, donde guardo los demás libros, el tintero y los guantes.
- Colloportus mochila -Exclamo, haciendo el movimiento que nos ha enseñado. No parece haber obrado ningún efecto, pero algo me dice que sí ha salido. - Anda, dame la bolsa e intenta abrir mi mochila a ver si es verdad que no puedes -Le digo, pasándole la mochila y cogiendo su bolsa de bromas de Sortilegios Weasley. Efectivamente, no puedo abrirla y eso que es una maldita bolsita de mier... Me pregunto si rompiéndola conseguiré abrirla. Se la devuelvo, sonriendo. - Buen trabajo, Dariel.

Tal y como había supuesto la profesora Green no iba a ser la encargada de dar la clase, pero admitía que la había sorprendido encontrarse al director dirigiendo en esos momentos la clase.

Aunque ya había pasado algo de tiempo, el ambiente seguía enrarecido con todo lo ocurrido, se seguía teniendo miedo y eso era un sentimiento difícil de eliminar.

Tras saludar a Perry, presto gran atención a las explicaciones del Profesor Lupin, diciendo finalmente que el objeto que me gustaría encantar sería mi mochila. 

Tal y como están las cosas tal vez sea lo mejor, puedo meter cosas de gran valor sabiendo que nadie las va a tocar.

Tras estos pensamientos, tomo decidido la mochila y apuntando con la varita digo:

Colloportuss

Estaban en peligro, o eso creía ella. Aún así, allí estaban, aprendiendo como cerrar cosas en vez de defenderse. incluso Eli, que no era muy amiga de los conjuros de duelo, creía que ahora era cuando serían útiles.

Saludó a los alumnos que aún no conocía demasiado y sonrió a Perry, que la había consolado hacía unas semanas tras enterrar a los animales.

Aún con sus pegas, se dispuso a hacer el conjuro. para ello sacó de su mochila uno de esos diarios que algunas niñas muggles usaban para escribir sus diarios y secretos. Desde luego, no dejaba que nadie lo leyera, ni siquiera le hacía gracia que la gente supiera que tenía uno de esos, con candadito y todo. No obstante, quería probar la eficacia del conjuro.

-Colloportuss. 

No funcionó. Un fracaso más. Encantamientos no era lo suyo, y cada vez se hacía más evidente.

Me giréoal oír la voz familiar de Nick.

-Y lo hice, pero eras como un oso en plena hibernación. Sólo te faltaba el cartelito de no molestar- bromeo alegremente, como si no pasara nada -Te llamé y te sacudí varias veces, pero eras como la del cuento muggle, ¿cómo se llamaba? ¡Ah sí! ¡La Bestia Durmiente!- suelto una risotada por el juego de palabras que acabo de hacer. Le dejo que haga su encantamiento y luego le doy mi bolsa, perfectamente cerrada. Cojo su mochila, por un momento parece que va a ceder al abrirle pero al final no hay manera, se queda bien cerrada.

-Buen trabajo Nick- respondo en tono de locutor de radio.

Llego con el tiempo justo para la clase de Encantamiento, allí se encontraban mis compañeros Perry y Ryan, les sonrío en forma de saludo al entrar. Y me siento cerca de ellos para sentirme un poco acompañada...

Luego de escuchar la explicación del profesor Lupin, me distraigo un poco pensando en la ausencia de la profesora Green. Pero pronto vuelvo a concentrarme en la explicación del encantamiento. Veo a Perry que realiza el encantamiento a la perfección, le sonrío y por lo bajo le susurro: -Genial Perry, así se hace! Espero poder lograrlo yo también.- Luego veo a Perry que también tiene éxito con el hechizo: -Bien hecho Perry, ahora es mi turno.- digo sonriéndole a Perry.

La mayoría había seguido la sugerencia de Lupin, y había encantado sus mochillas. A decir verdad Colloportuss me parece un hechizo muy útil. Miro entre mis obejeto y dentro de mi mochila encuentro mi preciada caja de botones. Nada mejor que esto para probar el encantamiento, digo para mis adentros y sonrío feliz. Tomo mi varita y pronuncio: -Colloportuss.- Y con placer compruebo que el encantamiento había salido perfecto!. Me acomodo en el pupitre y le giño el ojo a mis compañeros. Me sentía feliz de retomar las clases nuevamente.