Partida Rol por web

Sara llegó a clase dando pequeños saltitos. Por el camino, se había encontrado a dos mariposas revoloteando y se había puesto a perseguirlas. Por casi no llega a clase.

¡Vaya, qué nombre tan largo! No se si me acordaré... dijo en voz alta mientras se preparaba para lanzar el conjuro.

Vio como una chica de Ravenclaw, Gwen, lanzaba el conjuro y Oliver se caía. Sara cogió carrerilla y saltó dentro, deslizándose con delicadeza.

¡Wiii! gritó la muchacha mientras atravesaba la zona del conjuro, aunque casi se cae al terminar. Carraspeó y apuntó al suelo.

¡Mi turno! ¡Asetate Grassium et Solem!

Llegué a la clase, y primero nos sentamos en los pupitres. Poco a poco el profesor se levantó y se fue hacia un extremo de la clase. Y nos explicó más o menos de que constaba el próximo conjuro. Una vez terminó y lo hizo, nosotros teníamos que pasar por allí con cuidado. Algunos alumnos resbalaron un poco pero nada que preocuparnos. Ahora era nuestro turno. Entonces me puse enfrente de Selena y ella empezó primero. 

Hizo el hechizo, esperé un momento y entonces me fui hacia ella. - ¿Se pensará que quiero volver a atacarla? No creo.. - Entre mis pensamientos topé con la superficie deslizante e intentando mantener el equilibrio, pero al final no pude, y me caí de culo. - Auch! - Exclamé. Ahora era mi turno. - ¡Asetate Grassium et Solem! - Entoné con la varita apuntando al suelo.

Selena se sorprendió al ver caer a Colin. -Pues parece que ha funcionado el hechizo... susurró para ella misma, mirando su varita con curiosidad. Definitivamente, aquella varita tenía su propia personalidad.

Ayudó a levantarse a Colin y le dio algo de espacio para que probara él el conjuro. Cuando estuvo listo, le hizo una señal a la pequeña y esta se armó de valor. Dio un paso adelante, con cuidado. Enseguida notó la falta de fricción habitual y su equilibrio varió, pero logró abrir las piernas lo suficiente como para no caerse. Con dificultades, avanzó por la zona afectada hasta cruzarla entera. -Oye, no está mal. Me ha costado lo suyo cruzar y eso que sabía que zona es...

La única señal de frustración por fallar el hechizo fue morderse el carrillo y hacerse algo de sangre. Paladeó aquel sabor cuproso y respiró para tranquilizarse. Era el primer hechizo del curso que no conseguía sacar a la primera y eso significaba que tendría que esforzarse más.

Sacó un pañuelo de un bolsillo de su manga y limpió la punta de la varita, quitando los restos de cera. Probaría a realizarlo por la tarde, para tenerlo aprendido cuanto antes.

Agradeció que Perry no sacara el tema de su fracaso y contestó algo que le había venido a la cabeza cuando recordó su infancia en Târgoviste. ¿Sabes? Se me ocurre algo para enseñarte a patinar. Con el Crystallus en el lago, seguro que podremos hacer una pequeña pista. Como es de duelo, podríamos tratar de pedir permiso para ello.

Miró en dirección a Daphne, que se encontraba mirando su propia varita de forma acusadora. ¿Le gustaría aquella idea aunque supusiera usar un hechizo de duelo?

Oliver rio, a carcajadas, aplaudiendo a Gwen al verla atravesar aquella superficie con aquella gracia- Jé, tu si que sabes, ¿eh? - le dijo, con total naturalidad, como si ella fuera una más de sus amigas habituales e hicieran aquello decenas de veces al dia. Despues de un año, estaba seguro de que, tras aquella fachada de bruja que tanto le habia sacado de quicio el curso anterior, habia un corazoncito, y la prueba era la sonrisa que acabó por dedicarle, tras su logro.

-Espera, ya veras, que voy otra vez... - dijo entonces, entre risas, mirando la superficie encerada que él mismo habia creado- ¡Alla voy! -y, aquella vez, procuró no ser tan efusivo a la hora de caminar sobre la superfice resbaladiza. En lugar de eso, se deslizó, como si estuviera patinando, entre risas- ¡Eh, ahora si, mira! - exclamó contento, por haberlo logrado, mientras acababa por frenar de nuevo en el otro lado de la "pista", no sin ciertos problemas de equilibrio pese a todo.

Ardeen llegó a clase la última y tras ella cerró la puerta. Escuchó atentamente la explicación del profesor. Ciertamente no podía odiar a Longbottom a pesar de que impartiera la clase que más odiaba de la escuela, parecía nervioso y eso la hizo compadecerse.

Se situó junto a Sara y a Daphne a la hora de practicar el conjuro. Primero fue Daphne, no ocurrió nada y Daph acabó mirando a su varita con cara de pocos amigos. No pasa nada Daph, seguro que es cuestión de practicarlo.- le dijo con dulzura.

Mientras tanto, Sara estaba jugándose la vida deslizándose sobre la zona del conjuro de Gwen, Ard no pudo evitar taparse los ojos al verla cruzarla cogiendo carrerilla y suspiró aliviada al ver que lo conseguía. 

Luego volvió y lanzó el conjuro. Era su turno, carraspeó y se preparó para intentarlo. Asetate Grassium et Solem- dijo con suavidad, con tanta, que nada sucedió.- Bueno, podemos intentar practicarlo de nuevo en las escaleras que llevan a la sala común de Slytherin.- y rió con maldad.

Y sin pensarlo, mientras aún duraba el conjuro de Sara se envalentonó y cruzó la superficie sin problemas, con total naturalidad.

Daba gusto acudir a clase con los tejones. Perry sonrió ante la proposición de Mircea sobre enseñarle a patinar en el lago.

- Eso sería genial. Y además practicaríamos. Podemos pedirle permiso al profesor Longbottom.- Sin embargo una pequeña duda se instaló en su cabeza.  No quería resbalar sobre el hielo y aferrarse a Mircea para no caer. Tendría que abordar el tema cuando estuvieran a solas. 

Después rió ante la broma de Ardeen, ¡qué buena idea había tenido! Además su risa era contagiosa. Se acercó a ellos olvidándose de que su hechizo aún seguía presente en la zona. Cuando puso el pie resbaló pero consiguió mantener el equilibrio.

- Uff, menos mal.- Le dijo a Mircea.- Sobre hielo nunca he patinado, sólo en línea. Espero que sea parecido y que se me de mejor que volar con la escoba.

Verás que no es difícil, desestimó Mircea en referencia al patinaje sobre hielo. ¿Se helaría alguna vez de forma natural el lago? ¿Era posible que en tantos años de historia tuviera el colegio en los almacenes acumulado patines de hielo? Se había despertado aquella parte que creía oculta y se negaba a dejarla volver a esconderse.

Inclinó la cabeza en señal de agradecimiento a las palabras del profesor. Claro que le molestaba no haber sacado el conjuro a la primera, pero tampoco le importaba demasiado; gracias a aquella clase había recuperado el humor que había perdido durante la mañana.

Cuando le vio marcharse se giró para mirar a sus compañeros. Ardeen y Daphne también habían fallado el hechizo. Se encogió de hombros, dedicándoles una ligera mueca, quitando así hierro al asunto y se guardó la varita dentro de la manga.

Quiero pasarme un momento por la biblioteca, ¿donde vais a estar?, dijo caminando hacia la salida.

Aunque todos los conjuros parecían haber desaparecido, tuvo cuidado con donde ponía los pies.

Bueno, no importa, ¡luego os busco! y si no os encuentro iré a la lechucería, se despidió, mostrando una jovialidad normal en todo niño pero extraña en Mircea.

Resopló por la nariz y se encogió de hombros a la pregunta de Mircea,saliendo de la clase sin ningún rumbo fijo.

Menudo asco de día. No tenía suficiente con duelo. NO. también tenía que fallas la estúpida clase de Defensa Contra las Artes Mágicas.

Mientras caminaba se limpiaba los restos de las manos en la túnica.

- ¡Genial chicos!- Felicitó a sus compañeros. Después dijo adiós a Mircea con la mano, mucho más aliviado con la actitud del Tejón, y al resto de los Hufflepuff.

Un problema menos.

- Chicos me voy a la sala común. Quiero practicar bien los hechizos de artes quiméricas para cuando tenga la clase optativa. Nos vemos luego.

Oliver sonrio a Gwen, en cuanto la profesora hizo el reparto de puntos- Enhorabuena. ¡Te has llevado los puntos extra y todo! -dijo, felicitándola. Sin embargo, por el rabillo del ojo, vio como Daphne salia de alli sin demasiado buen aspecto.

-Vaya... parece que Daphne no se encuentra muy bien... La pobre lleva un dia... - dijo, con un suspiro, torciendo el gesto. Era su amiga. No podia evitar preocuparse por ella, ni sentirse en el deber de ir a ayudarla.

-Creo que... que deberia ir a animarla. Me alegro de haber coincidido, Gwen. ¡Nos vemos luego!

Lo cierto es que, desde que Gwen era la "medio churri" de Cassius, la chica le caia mucho mejor y no entendia por que los de su clase no se llevaban mejor con ella. Asi pues, antes de marcharse, le dedico una enorme sonrisa, alzando su mano a modo de despedida, saliendo acto seguido en post de Daphne.

Parece que hoy es el dia de "Corre detrás de tus amigos".

-Voy a hablar con Daphne... - dijo a Sara y a Ardeen, cuando paso por su lado, sin detenerse siquiera.

Y salio de la clase, esperando encontrar a Daphne aun en el pasillo para poder hablar con ella.

Ardeen vio a Daphne irse y se despidió con la mano, así como de Mircea, lo cierto es que ella tampoco parecía del todo animada.

Ufff lo último que me apetece ahora es ir a la biblioteca pensó. Pero Ardeen había aprendido a llevar los fracasos escolares así que suspiró y trató de volver a animarse.

Bueno, tengo que practicar el conjuro ¿Qué mejor momento que ahora, que aún lo tengo fresco? y tras pensarlo, sacó su varita. Sara ¿me ayudas a practicar? y dicho esto esperó a que ella le repitiera los movimientos para tener claro lo que hacer.

¡Sí, claro! dijo la niña, mientras se escurría acercándose hacia Ardeen, debido a que aún tenía en las suelas de sus zapatos restos del líquido del conjuro. Se quedó junto a ella mientras lanzaba el hechizo y no le salía.

Creo que no has hecho bien el movimiento. Es así dijo mientras hacía florituras con la varita Asetate Grassium et Solem

Selena repasó mentalmente las clases del día siguiente y decidió practicar algo de encantamientos antes de cenar. De pronto tubo una idea y salió disparada hacia la sala común. -Hasta luego! Se despidió de los que aun quedaban en la clase.

Estaba bastante contento por que nos salió a casi todos el conjuro. Todos nos fuimos lentamente de la clase uno tras otro. - Venga vamos a comer.

Venga Ardeen dijo Sara bostezando. Estaba cansada y somnolienta. Me voy a la cama directamente, tengo sueño bostezó sonoramente. Se guardó la varita y salió de la clase.
 

La clase de Defensa contra las Artes Mágicas es una de las asignaturas de primer año que se imparten por el Sr. Lupin en uno de los sótanos del colegio.

La Defensa contra las Artes Mágicas consiste en escudos protectores. Sirven para crear barreras físicas o mágicas, negar aptitudes mágicas o físicas, infligir daño a los intrusos e incluso desterrar a su objetivo a otro plano de existencia. También son capaces de traer a tu presencia manifestaciones de objetos, criaturas o alguna forma de energía, son capaces de hacer curaciones e incluso son capaces de teletransportar en niveles más avanzados.

Para lanzar este tipo de conjuros será, habitualmente necesario, poseer la mente clara y una varita mágica que te ayude. Son también útiles en los enfrentamientos o duelos mágicos.

Kendra llego a clase, sola, poco después de abandonar el Gran Comedor. Esperaba encontrar la clase llena de gente a aquellas horas y lo cierto fue que encontrarse el aula vacia le arrancó una diminuta expresion de sorpresa. Alli no habia nadie...  ¿Donde estaba todo el mundo?

La Slytherin paseó por la clase de Defensa, con Sócrates, su hurón albino en la mochila y cierta expresion de decepcion en el rostro. Dejo escapar un pequeño suspiero, mirando una ultima vez hacia la puerta antes de echar a caminar, hasta llegar a donde se encontraba el profesor Longbottom. Recordaba que su abuelo siempre echaba pestes de el y de su amigo Potter. Sin embargo, alli estaba ella, ante el jefe de la casa Gryffindor. Y lo minimo que debia mostrar era algo de respeto.

-Buenos dias, profesor Longbottom. - saludó, dejando sus cosas acto seguido en una de las mesas.

Atendio entonces a la explicacion del profesor. En cuanto así lo requirió, Kendra sacó su ejemplar de "Magia defensiva y práctica y como utilizarla" y lo colocó ante ella. Sacó entonces su varita, con un gesto impecable, repitiendo mentalmente el mismo gesto que habia realizado el profesor Longbottom y, en cuanto les dio luz verdad, apunto a su libro, pronunciando aquel conjuro- Alarmir Leah. -dijo, usando el nombre de su madre como "contraseña".

El libro resplandecio durante unos segundos y Kendra sonrio, satisfecha. Habia vuelto a conseguirlo, y sin problemas de ningun tipo. Miro entonces a su alrededor. Ahora tenia que probarlo con alguien. Cogio el libro en una mano, mientras sostenia la varita en la otra, buscando con la mirada a alguien con quien comprobar que todo habia ido bien.