Partida Rol por web

Cuando me estaba yendo logré oír los comentarios de otro chico de Gryffindor...

Tan solo me giré e hice una mueca, en señal de mofa, como si rugiese un león...

-Bastante que no os quitaron puntos por manchar a los de nuestra casa -le contesté a Niko. La verdad es que me jodía bastante que ahora fueran de víctimas cuando ellos nos salpicaron y se pasaron de listos con sus "bromitas" y ahora lloraban y ponían excusas tontas. En fin.

-La daré recuerdos cuando la vea -y tras esto me dirigí a mis compañeros que aún quedaban en clase- ¿Habéis averiguado algo de... ya sabéis?

Escucho las palabras del profesor con orgullo, una ligera sonrisa de suficiencia se asoma a mi rostro cuando le dice a los leones que me deberían buscar para acocejarlos en este hechizo. 

Luego la repartición de puntos y por último todos comienzan a retirarse. Escucho al insufrible de Joy con sus extraños comentarios pero no le presto atención encuentro unos tréboles en una de las paredes de la celda. Crecen en todas partes. Lo tomo y me voy hasta encontrar a la pequeña tabatha.

Parece que no te ha ido bien. Le digo mientras observo su reacción. Puedo enseñarte... Sí deseas claro está. Digo lo último restándole importancia con la mano. Mira una ofrenda de paz. Le entrego los tréboles sin dejar de mirarla con curiosidad.

Mira a Cassius con desconfianza al principio, pero parece que ahora se acerca de forma más "humilde" aunque ese gesto con la mano como quitándole importancia a la cosa demuestra que en realidad no ha cambiado mucho... pero bueno, parece estar haciendo un esfuerzo por no hacerla enfadar o algo así.

-Si no te ríes y si tampoco te pones de superior, vale... podría aceptar la ofrenda de paz.

Observo a tabatha mientras me responde y acepta la ofrenda de paz. Por supuesto, digo con una sonrisa en mi rostro. Las mazmorras son desagradables para mí supongo que la leona no se sentirá muy a gusto tampoco.  Te parece si vamos a otro lugar más… Iluminado.  Miro con fastidio el moho de las paredes. ¿Quieres ir a los patios? Me encojo de hombros, hay un amplio espacio para practicar.

Escuché a Cassius y solo pude pensar en que parecía querer estar con todas las chicas, así que decidí salir de la clase- Hasta más tarde -dije mientras salía.

Aun está un poco recelosa porque tiene la sensación de que en cualquier momento dirá alguna de las suyas, de esas que siempre sueltan los ricachones...

-Por mí bien...

Comienza a caminar hacia la salida para dirigirse a los patios. El último conjuro que practicó lo hizo allí y le salió bien.

Arthur escuchó los resultados de la práctica con una mueca irritada. Aquella empezaba a ser una fea costumbre... "¿cómo podía estar haciéndolo tan mal?, no buscaba ser la cabeza reinante del grupo, aunque reconocía que aquello alimentaba muy bien su ego, pero necesitaba por lo menos sacar unos buenos resultados para sentirse satisfecho consigo mismo o acabaría resintiéndose".

-Otra clase de recuperación, esto es repugnante... -masculló frustrado.

Se dispuso a salir del aula, sin saber bien que haría para mantener su mente distraída de esos pensamientos.

-¿Qué piensas hacer tú, Sam? -inquirió girándose hacia ella.

Al volverse pudo ver a Cassius charlando con la "dama del lago". Aquello le resultó cuanto menos curioso. Aquella chica nunca parecía abierta ni con los de su propia casa, cuanto más sorprendente si cabe era el hecho de que estubiera hablando con un compañero de Slytherin.

Me acerco a mis compañeros de casa. Nos vemos en el almuerzo, aun tenemos que ver como abordar el tema Joy. Luego vuelvo a girarme a tabatha y camino junto a ella.

Las damas primero. Le digo a la pequeña leona, parece que no se fía de mi.

Me acerco a Cassius y Sam.

¿Qué queréis hacer ahora?

Joey decidió salir de clase también. Tenía cosas pendientes y lo mejor era hacerlas antes de que fuese tarde.

Sam sonrió. El conjuro no le había salido bien, pero era tan gratificante ver cómo los gatitos intentaban sacar sus uñas limadas porque eran torpes y estúpidos que no le importaba tener una clase de recuperación.

Bueno, no me preocupa la clase de recuperación. Estoy segura de que iremos todos dije dando unas palmadas en el hombro a Arthur.

Me quedé mirando a Cassius de reojo. Definitivamente ese chico tenía algún tipo de problema en la cabeza.

Vamos a la sala común y empecemos a practicar, que tengo ganas de dominar este conjuro. ¿James, nos ayudas?

Claro, sin ningún problema, así estará más igualado todo para nuestro duelo - digo con una sonrisa.

Miró, aún sonriente, a Sam y James.

-Será lo mejor, no quiero volver a hacer el ridículo en la revisión -dijo a ambos, aunque no tan afectado como antes- tampoco me vendrá mal practicar duelo...

Arthur acompañó a la salida a James y a Sam, tras recoger sus cosas, camino a la sala común.

Esta vez el profesor Longbottom se encontraba sentado sobre el asiento de la tarima del profesor. Mientras los alumnos se iban sentando, el profesor tamborileaba con su varita sobre la mesa. Daba la sensación de estar nervioso por algo, aunque no tenías muy claro el qué. Pero, al menos, su rostro mostraba cierto enfado, no parecía estar muy agusto por encontrarse en el sitio en el que estaba.

Buenos días chicos, dijo poniéndose en pie cuando todos los alumos habían llegado. Parece que el frío ha terminado por llegar ya al castillo, verdad que sí. Dice mientras lleva su mirada hacia las ventanas de la clase para observar todo el paisaje nevado.

Bueno, pues en vista de que esta va a ser la última clase del año de Defensa Contra las Artes Mágicas, hoy vamos a practicar el conjuro más sencillo de aprender de todos, pero más complicado de dominar. Además de que es uno de los conjuros más importantes de defensa, pues si os sale bien y lográis efectuarlo, lo más probable es que os libréis de un duro combate.

Es un conjuro que quizá conozcais por haber oído hablar de él. Es de la época de mi compañero de casa Harry Potter, El Elegido. Aquel que venció al Señor de las Tinieblas y que nos garantizó todos estos años de paz. Todos los que realizan este conjuro no pueden evitar acordarse de él, pues decían que era "su marca".

Bien, el conjuro que vamos a practicar hoy se llama:

¡Expelliarmus!

Dice el profesor apuntandoos a uno de vosotros mientras movía la varita en espiral. La varita se soltó de vuestra mano y fue directamente a parar a su mano.

Este conjuro es perfecto para desarmar a un objetivo o para arrebatar cualquier cosa que tengan en sus manos.

Os entregaré 10 puntos a aquel que aprenda el conjuro, 5 más a aquel que logre evitarlo y otros 5 más a aquel que logre quitar a su enemigo la varita.

Bien, pues adelante. Dijo mientras repetía los movimientos que teníais que hacer para arrebatar la varita de vuestro rival.

Buenos días profesor Longbottom- saludó feliz la niña, no porque aquel profesor le gustara sino porque sabía que esa era la última clase de Defensa que tendría aquel año.

Después fue a ocupar su sitio, y atendió a la clase.

- ¿Quien es Harry Potter? ¿El elegido de qué?... Señor de las tinieblas...  ¿Es que de verdad existió el conde Drácula? ¿Fue Harry Potter un cazavampiros?... que cosas- les preguntó a sus compañeros que acababan de llegar, Diana se había criado como muggle y eran muchas las cosas que desconocía sobre el mundo mágico- Compañero de casa... parece mentira que este profe haya estado en Gryfindor... yo para mi que el sombrero se equivocó y que le hubiera gustado haber estado en otra casa... por eso se venga de Gryfindor quitándonos puntos- declaró en voz bajita muy convencida de sus palabras.

- Joey, si te parece puedo ensayar contigo... pero no se te ocurra volver a lanzarme ningún zapato ¿eh? Venga a ver esa varita... la muñeca se movía así ¿no?- dijo para sí- bueno a ver que tal ¡¡EXPELLIARMUS JOEY!!

Joey llegó a clase justo un segundo después que Diana y le saludó con la mano. Segundos después estaba a su lado escuchando al profesor.

-Hala....Harry Potter. Mi papá me ha hablado mucho de él. Gracias a él que el mundo mágico sigue intacto.

Joey rió disimuladamente y se tapó la boca cuando Diana asumió el Señor de las Tinieblas con drácula.

-No, tonta,...jajaja...un día tienes que venir a casa. Papá te lo contará todo.

Cuando Diana le avisó de que practicaría con él se puso nervioso. Sabía que Diana era muy buena e iba a ser complicado contrarrestarla. Sin embargo a Joey no se asustaban los retos. Mejor practicar con alguien bueno de verdad para poder ser el mejor.

-Listo ...,dijo y en ese momento su varita voló de su mano y fue directo a la mano de Diana.

-Muy buena, Diana. Vas a ser una estupenda maga de duelos. Comentó mientras recogía su varita cuando su compañera se la devolvió.

-Me toca. ¿Preparada? Expelliarmus Diana

Eli no conocía nada sobre el tal Potter, en realidad no sabía casi nada de magia ni magos... y que le arrebataran la memoria tampoco ayudara.

Una vez explicado el conjuro, vio que Joey y Diana ya se habían unido para probar el conjuro. Diana decidió actuar esta vez antes de que otros lo hicieran para no quedarse sin pareja. Al fin y al cabo, quería dejar de sacar malas notas aplicándose más.

-Expelliarmus, Noah- dijo eligiéndolo a él entre todos.

Con suerte, su varita caería en sus manos... aunque todo apuntaba a que no.

La clase de Neville es interesante pero más sus declaraciones. ¡Fué compañero de Harry Potter!

- Diana, Harry Potter fué el Mago Más Grande conocido. - la digo en susurros. No me puedo creer que no hayas oido hablar de él.

El ataque de Elisabeth me pilla casi por sorpresa.

- Hey, ¿atacas sin avisar? - le pregunto recuperado del Fallido Ataque Sorpresa. Está bien. Veamos que sabes hacer.

- Expelliarmus Elisabeth. - digo apuntando hacia ella con mi varita tras moverla en espiral.

- Veamos que sabes hacer pequeña. - pienso sonriendo.

- Si alguna Serpiente se atreve también tengo para vosotros. - digo divertido.