Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

El Sombrero Seleccionador

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28/10/2013, 01:14
Sombrero Seleccionador

Entonces el sombrero se movió. Una rasgadura cerca del borde se abrió, ancha como una boca, y el sombrero comenzó a cantar:

-Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
Sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante.

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28/10/2013, 01:15
Profesora Luna Lovegood

Todo el comedor estalló en aplausos cuando el sombrero terminó su canción. Éste se inclinó hacia las cuatro mesas y luego se quedó rígido otra vez.

Cuando se hace el silencio, la Profesora Lovegood, agita su varita y aparece una lista
- ¡Alden, Maxwell!- dijo la profesora

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28/10/2013, 01:20
Director

Notas de juego

Bien, pues aquí tenéis nuevo post. 

En este post no tendréis que relacionaros entre vosotros. Si queréis podéis hacer comentarios de lo que habéis hecho, decirle algo a vuestros compañeros de vagón y de barca, pero no quiero que os pongáis aquí a contestarlos los unos a los otros.

Podéis rolear vuestras sensaciones y lo que queráis.  Pero aquí lo más importante es que terminéis poniendo vuestros pensamientos (en cursiva) justo cuando os pongáis el sombrero seleccionador.

No hace falta que esperéis a vuestro turno, simplemente rolead como si la profesora Lovegood os acabara de llamar. Aunque en teoría se va llamando por orden alfabético.

Yo os iré diciendo en que casa estáis y os iré añadiendo a cada casa en la que os toque.

¡Próximo turno el 2 de Noviembre!

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28/10/2013, 11:24
Out(R) - Helios Mcgonagall
Sólo para el director

Al escuchar mi nombre, me siento en el lugar que se me indica mientras miro a mi alrededor en busca de las caras de mis compañeros y sobretodo de mi hermana. Si este sombrero es, como dicen, capaz de leer mis pensamientos hay cosas que no me gustaría que viera porque podrían hacer desmoronarse mi mundo.

Sentado y temeroso, empiezo a pensar en la cancioncilla que ha cantado.

O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.

Estas dos estrofas llaman poderosamente mi atención. Una u otra serían las elecciones perfectas. Mi hermana sería más adecuada para Gryffindor, sus pensamientos y acciones son más nobles que las mías. Después de todo, ¿Qué mago que se precie aspira a hacerse invisible para ver cambiarse de ropa a las chicas?

Aunque es una motivación como cualquier otra y solo afecta a una parte de mi interés por la magia. El cuidado de criaturas mágicas es algo que me encanta y todas las disciplinas mágicas salvo el vuelo con escoba o el ejercicio físico en general... Eso se lo dejo a mi querida hermana.

Pensativo, me centro en los escudos de las dos casas a las que me gustaría pertenecer.

-Ravenclaw o Slytherin.-Pienso para mí.-Por favor, la una o la otra. 

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28/10/2013, 12:07
1ºR - Edward Ward

Cuando para el tren me encuentro terríblemente nervioso, si bien normalmente soy tranquilo para estas cosas, ahora mismo me tiembla el pulso.
Al salir del vagón me veo obligado a apretarme un poco sobre mi mismo víctima del frío y busco con la mirada a Perry, al que dedico una sonrisa para que vea que estoy bien, o al menos para intentar engañarlo, porque estoy asustado.

En el momento en que veo a ese centauro, abro la boca totalmente sorprendido, mi madre y mi hermano me habían hablado de criaturas así, pero verlas de primera mano es bastante sorprendente, tanto que de forma inconsciente me pego un poco a Helios, al único chico que conozco, mas no llego a decirle nada, e intento mostrarme sereno para no parecer un niño asustadizo.

Poco más tarde emprendemos el camino, y lo cierto es que a cada paso que doy por esos sinuosos senderos, la idea de que he cometido un error viniendo a esta escuela va cobrando más sentido, hasta que llegamos frente al lago, momento en que miro el castillo, tomo aire y consigo despejar las dudas... Este es mi lugar.

El resto del camino lo hago más sereno, entro en la barca con decisión y espero a que suban tres personas más para que los botes nos conduzcan al castillo. Cuando llegamos a las puertas y entramos, me siento abrumado por la magnitud del lugar, la mujer que nos espera de alguna forma me inspira confianza. Si bien es evidente que es una persona bastante seria, me parece que tras su semblante puede ocultarse un profesor dedicado y abnegado.

La profesora nos explica la ceremonia de selección, y empiezo a sudar bastante frío. Perry ya me explicó cómo funciona, y cómo fue él seleccionado para Ravenclaw... yo también quiero que me seleccionen para esa casa, pero ¿y si me toca la casa Slytherin? ¿tendría que volverme como la chica de mi vagón? No quiero... me niego, si me toca esa casa, saldré corriendo y me volveré a casa... no, no puedo...

Me arreglo un poco la túnica y la camisa, intentando abrochármela mejor, aunque no tengo demasiada soltura con la ropa de mago. Miro al resto de mis compañeros, algunos nerviosos, otros no... siento envidia de los que parecen más tranquilos, supongo que tendrán ya bien sabido la casa a la que van a ir, quizás hayan sobornado al sombrero ese del que me habló Perry... ¿Se podrá hacer eso? ¿Sobornar a un sombrero? ¿Con qué? ¿Con un peluquín?

Suspiro y niego con la cabeza espantando esa serie de tonterías y comienzo a andar siguiendo a la profesora para entrar al gran salón, el tamaño y las velas flotando hacen que no pueda dejar de mirar al techo sorprendido, y es entonces cuando me doy cuenta de la ingente cantidad de alumnos que hay mirándonos... me pongo algo más nervioso, pero entonces veo a mi hermano, y eso me tranquiliza, seguro que aunque no me pongan en su casa, él me apoyará.

Voy escuchando nombres... cada vez más cercanos a mi. Me llaman la atención algunos nombres, Aiden y Alden, nombres bastante parecidos, gente con nombres parecidos a apellidos de otros, apellidos repetidos (supongo que familiares)... Y pronto llegan hasta mi nombre, con la "e", "Edward Ward".
Respiro hondo para tranquilizarme, pero es inútil, y con un paso tembloroso me aproximo al taburete, miro al sombrero, y me parece percibir que este me mira, aunque no sé si es una invención fruto de mi nerviosismo o una mirada real. Me siento en el taburete... sudo... me ponen el sombrero... sudo...
Por favor, que me mande a Ranvenclaw con Perry, por favor, que me mande a Ravenclaw con Perry - Me repito una y otra vez - Y por el amor de Dios, que no me mande a Slytherin, no me gusta cómo me los ha pintado mi hermano... y creo que el chico que iba en el vagón era uno de ellos... no me calló bien... yo no quiero volverme una persona como él o como la chica... yo no quiero ridiculizar a nadie... yo solo quiero estudiar, aprender y vivir tranquilo, solo quiero encontrar un sitio donde tenga un hueco, solo quiero ir tras mi hermano...

Trago saliba y consigo abrir los ojos, la luz de las velas me ciega durante un par de segundos, y después veo a todos los alumnos mirándome, expectantes para gritar si me mandan a su casa. - ¿También gritarán si me mandan a mi a la suya? ¿Le importa a alguien que no sea mi hermano la casa donde termine? Lo dudo.
Mis ojos buscan asustados entre las filas de alumnos hasta volver a encontrar a Perry, y los clavo con un gesto suplicante en él.
Yo solo quiero estar con mi hermano, solo poder estudiar tranquilo, aprender cómo funciona todo esto y que nadie me juzgue porque prefiera estudiar la última lección antes que salir a hacer el gamberro.
—Por favor... Ravenclaw... — Susurro.

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28/10/2013, 14:41
1ºR - Willow Brontë

Willow se había despedido de Selena y de Greeny antes de partir con el resto de alumnos de primero, una lástima. Pero al segundo sabía que lo vería en no mucho tiempo. Deseaba decir lo mismo de Selena, realmente le había caído muy bien. Los otros dos chicos, Neil y Aiden, con los que había compartido compartimento también parecían simpáticos y esperaba encontrarse más veces con ellos pero... no era lo mismo.

Siguió al centauro completamente ensimismada, por él, por el paisaje a su alrededor, y sobretodo por Hogwarts. Tras caminar durante un rato, el castillo se alzó frente a ellos de forma mágica e intimidante. Willow se subió a una barca cercana, sin importarle demasiado quién había en ella. Todo lo que había a su alrededor era demasiado fascinante como para perdérselo. Las relaciones sociales podían esperar en momentos como estos.

Sus ojos brillaban, dejando claro cuán emocionada estaba, y la cara comenzaba a dolerle a causa de la sonrisa estúpida que no era capaz de quitar de su rostro.

Tanto la entrada al interior del castillo, como la espera hasta que la profesora Lovegood les permitiese entrar donde se encontraban el resto de alumnos pasó (aunque parezca imposible) a una velocidad desorbitante para Willow. De repente se encontraba más nerviosa que nunca. Nerviosa y expectante, pero no cambiaría aquella situación por nada en el mundo, eso lo tenía claro.

Miró con gran curiosidad el sombrero que fue colocado frente a ellos en el taburete, y dio gracias de que la lista estuviese ordenada alfabéticamente por el apellido, de haber sido por nombre seguramente habría acabado dando un bote y poniéndose el sombrero antes de que le tocase. ¿La expulsarían entonces? De repente sacudió la cabeza para quitar tales ideas de su mente.

Entonces su nombre resonó en todo el comedor. Tragó saliva y subió los escalones para después colocarse frente al sombrero. Se giró, mirando hacia el resto de alumnos y rápidamente buscó a sus compañeros de compartimento y después a Selena. Le sonrió, y entonces se sentó. Justo antes de que el sombrero fuese colocado sobre su cabeza, Willow miró hacia arriba, ¿quizás esperando encontrar algo dentro del sombrero? Ni qué decir que allí no había absolutamente nada...
Cerró los ojos brevemente cuando notó el peso del sombrero sobre ella y se concentró en dejar todo lo que había dentro de su mente libre. No quería que hubiese ningún obstáculo para el sombrero. Después los volvió a abrir.

"No te voy a decir en qué casa quiero que me pongas porque seguramente ya lo sepas. Y tampoco te voy a pedir que me pongas en ella porque confío en ti, y se que la casa en la que me coloques será la correcta. Aunque en un principio pueda enrabietarme...
Y cambiando de tema, porque realmente no sé si te volveré a ver más adelante y no puedo perder la oportunidad de preguntártelo, realmente no puedo permitirme tal cosa, he observado la selección de los anteriores y me ha entrado curiosidad sobre algo, ¿cómo funcionas? ¿cómo has obtenido tales conocimientos? ¿acaso un sombrero como tú puede hacer uso de la legeremancia, o se trata de algún conocimiento ancestral que solo tú posees? Porque de ser legeremancia cualquiera podría hacer tu trabajo, y realmente no es así. Es realmente admirable lo que haces. Y fascinante."

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28/10/2013, 16:08
Out(R) - William Pollock

Ponerse la túnica negra fue algo curioso para William. Todos acabaron igualmente uniformados y con ese aspecto arcano que daban las túnicas. Empezaba a creerse más aún que era mago. Pero para lo que no estaba preparado era para el centauro que apareció para llevarlos al castillo. No paró de mirarlo durante todo el viaje con los ojos abiertos como platos y la boca igual, cerrándola solo cuando notaba que se le iba a escapar un hilillo de baba de tenerla abierta tanto rato.

Un centauro... como los de las leyendas. ¡Y lo estoy viendo con mis propios ojos!

Aunque su tía Etta le había contado que ese tipo de cosas existían, era imposible creérselo del todo hasta que no lo viera; al menos para él, que se había acostumbrado a tener que prescindir de fantasías para ayudar a sus padres a salir adelante y poder pagar su colegio. Ahora todo cambiaba y no sabía cómo iba a cambiar exactamente él con todos esos cambios a su alrededor; pero por el momento parecía todo tan excitante y emocionante... Durante ese rodeo hasta el castillo, se olvidó de que estaba a muchas millas de casa, sin sus padres, entre desconocidos y entrando en un mundo en el que quizás hubiera cosas peligrosas sobre las que él ni siquiera había oído, por lo que estaría muchísimo menos preparado que sus compañeros para lo que estuviera por venir.

El viaje en bote le asustó un poco al principio, hasta que la barca consiguió cierta estabilidad sobre las aguas de aquel enorme lago. Pero en lo que él estuvo atento, y lo que le ayudó a disipar ese miedo que le causaba el bamboleo de la embarcación, era la imagen de aquel imponente y enorme castillo en el que pasaría, si todo iba bien, los próximos siete años de su vida, antes de convertirse en un mago hecho y derecho. 

La mujer que los recibió le explicó sobre las casas y entonces recordó:

¡Ravenclaw! Ésa era la casa de la tía Etta... ¿Se enfadará mucho si entro en una distinta?

Miró a sus compañeros mientras pensaba y trataba de recordar cuáles eran las cualidades que solían tener las otras casas.

Slytherin... ¿esos eran los que eran muy valientes y temerarios? No... Esos eran los Hufflepuff, por eso tienen un tejón. Y Gryffindor son muy familiares y a veces un poco violentos, y por eso tienen un león. La serpiente de Slytherin es porque... porque se meten donde nadie les llama y nadie los ve venir, o algo así. No sé. Pero Ravenclaw dice la tía Etta que es la casa de los más afilados del lapicero. 

Al abrirse las puertas del Gran Comedor, de nuevo se vio abriendo la boca y los ojos como un tonto ante la magnificencia de aquel sitio. Tan sorprendido se había quedado que no escuchó la canción del Sombrero del todo y siguió dándole vueltas a los significados de los animales de cada casa en su propia clave. Estaba lleno de gente, había velas flotantes y profesores al fondo. Y sobre un taburete, el famoso Sombrero Seleccionador.

Así que ése es... Se supone que sabe lo que pienso y lo que es mejor para mí... Ojalá no se equivoque. ¿Se ofenderá si quiero que me meta en la misma casa que la tía Etta para que se sienta orgullosa de mí?

Cuando la bruja rubia se presenta como la jefa de la casa Ravenclaw la miro sorprendido. 

Así que si acabo siguiendo los pasos de la tía... ésa será la responsable. Parece... competente.

Esperó pacientemente su turno y fue fijándose en los compañeros, tanto en los que subían como en los que irían tras él. Siguió con especial interés a Matthew y Lincoln, que eran quienes habían ido con él en el tren, aunque también llamaron su atención las gemelas, que le daban algo de miedo, y un chico algo enfermizo llamado Edward que tenía pinta de no encontrarse muy bien. Cuando oyó su nombre, pegó un respingo. Miró alrededor, pero enseguida supo que no había nadie, ningún familiar ni amigo, esperando por él o que quisiera que estuviera en una casa concreta. Solo su tía Etta... pero no estaba ahí. Fue al taburete y se sentó, lanzando una mirada suplicante a la profesora Lovegood. Necesitaba que le ayudara un poco porque no sabía si se equivocaría al sentarse: si tenía que hacerlo así, o de otra manera... Esperó que le pusiera el sombrero y miró a todos los que estaban en las mesas. Se sentía intimidado al ser el centro de todas las miradas. En cuanto notó la tela vieja del Sombrero Seleccionador sobre su cabeza, cerró los ojos instintivamente.

¿Se enfadará la tía Etta si no me pones en Ravenclaw? Yo no soy muy valiente, ni violento, ni me meto donde nadie me llama... Pero... no sé. Uy, perdón. Quizás no debería pensar ahora. O algo...

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28/10/2013, 17:30
1ºS - Asterope Bletchley

Asterope bajó del tren nerviosa. Había sido un buen viaje y había conocido a gente interesante. Ahora solo tenía ganas de entrar en Hogwarts. El viaje en barco se le hizo eterno. No duró mucho, pero ahora que había llegado al colegio, cada metro que se acercaba a él el tiempo parecía ir más despacio. Cuando entraron en el castillo, se sintió como en casa. Después de todas las historias que había oído es como si hubiera vivido ahí siempre. Aun así, el nerviosismo no se le iba, más bien la aumentaba.

La profesora Lovegood empezó a hablarles de la selección. A Asterope le preocupaba, pero no por ella, sino más bien por su abuelo. ¿Y si me mete en Gryffindor? El abuelo me matará, no querrá volver a saber nada más de mí. Aunque no parece una casa tan horrible. Había leído muchos libros sobre magos famosos y la historia del colegio. Y la casa de Gryffindor había dado gente importante. Pero si me ponen ahí, ¿qué dirá mi familia? Espero que me toque Slytherin, así estarán todos contentos conmigo. Aunque el chico de nombre raro que conocí en el tren, Árpád, creo que irá a Ravenclaw. Y así ya conozco a alguien. Porque eso de volver a presentarme a gente nueva... Esa casa estaría muy bien.

Asterope siempre había querido entrar en Slytherin. Pero, aunque no se había dado cuenta, no era porque ella lo deseara, sino porque lo deseaba su familia. Y la niña no quería decepcionarles. Además, admiraba mucho a Salazar Slytherin, uno de los magos más poderosos de la historia. Asterope nunca había hecho caso a la mala fama que tenía esa casa y esperaba que, si entraba en ella, pudiera cambiarla. Demostrar que un Slytherin puede trabajar y ser inteligente. Y que no tiene por qué ser mala persona. Además, sabía que en Slytherin podía encajar, ella era muy ambiciosa. Pero otro pensamiento se había apoderado de ella en el viaje. En Ravenclaw quizá encuentre a gente más parecida a mí. Me gusta estudiar y en Slytherin quizá no conecte tanto con la gente. ¿Además, acaso el resto de fundadores no son dignos de admiración?

La muchacha entró intranquila al Gran Comedor. El contacto con nuevas personas le había trastocado. ¿Qué iba a ser de ella ahora? ¿Dónde acabaría? Ni siquiera ella tenía ya claro dónde quería estar. Cada paso que daba hacia el sombrero, más confusa se sentía. Y pensar que hace unas horas tenía su mente perfectamente organizada y decidida.

En Slytherin complacería a su abuelo, el Sr. Miles Bletchley. Pero en Ravenclaw podría aprovechar más su inteligencia. Un atisbo de esperanza entró en su mente. Al menos, un tío segundo mío fue a Ravenclaw y mis padres y abuelos hablan bien de él. Y madre fue a Hufflepuff. Aunque, la verdad, no quiero ser como ella... Bueno, aceptaré lo que salga. Solo quiero que esta espera termine ya.

Apenas escuchó lo que iba diciéndoles el Sombrero a los niños de primero. Lo único que captó fue su nombre.

La niña mantuvo su dignidad y caminó al taburete decidida. Al colocarse el sombrero, solo le quedaba una idea en la cabeza. Ponme donde creas conveniente. Yo lo aceptaré. Sé que alcanzaré la gloria en cualquier casa, pues si algo tengo claro es que mi cerebro y mi ambición estarán siempre conmigo.

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28/10/2013, 18:38
Out(S) - Lincoln Siral "Linc"

"Por fin a la vista Hogwarts..." Pensó mientras por la ventana veía el colegio a lo lejos.

No se giró ni a mirar la cara de sus dos compañeros y ese sangre sucia... se colocó la túnica, con mucha calma, para que correr, no le iban a dejar ahí, cogió su bolsa y bajó del vagón esperando no encontrarse mas a los "compañeros" de su vagón, avanzó un par de pasos y una voz bastante dura sonó llamándo a los de primero, Lincoln se giró un tanto asustado "Dios..." pensaba mientras acababa de voltarse para ver a esa bestia ahí plantada "Un... centauro" su padre le había contado sobre esos nobles animales(por llamárlos de alguna manera) mágicos y mostrado dibujos, pero nunca pudo ver uno así, en vivo y ahora que lo tenía delante esperaba no volver a ver otro "Que mal huele..." pensó rascándose la nariz para disimular que intentaba taparla, le salió una pequeña sonrisa burlona pero rápidamente volvió a ponerse serio, no le hacía mucha grácia pensar que como le pillara le iba a caer una buena por reirse del.. ¿Guardián? o lo que fuera ese bicho.

Lincoln siguió a ese animal mientras avanzaban y les explicaba lo que debían hacer para llegar a Hogwarts... "¿Tan dificil era seguir a los mayores? Pues no, tenemos que seguir al bicho..." suspiró y se subio a esos botes con otros 3 compañeros, apoyó su barbilla en la mano mientras miraba a Hogwarts, le salió una leve sonrisa mientras pensaba en la cantidad de poder que podría conseguir en ese colegio... sin duda iba a ser un año interesante...

Una vez dentro subieron unas escaleras y llegaron a una gran puerta "Guau, para mover esto sin mágia..." pensaba mientras quedaba boquiabierto mirándola, se abrío de golpe y su boca se cerró sorprendiendose y dándose un pequeño golpe de dientes, avanzó por el pasillo viendo a las mesas y sus banderas, sin duda la mejor era Slytherin... ese verde, símbolo de ese poder que tanto ansía, no pudo evitar levantar la ceja derecha sorprendido de la canción el sombrero "Enserio... lo del centauro pase... ¿Pero esto es necesario?" se puso la mano en la cara apretándose la sien mientras pensaba en eso, cuando POR FIN acabó de cantar habló la profesora, sin duda parecía experimentada y podía aprender de ella, pero... Ravenclaw... "Bah, si es de Ravenclaw no será tan buena..." Su padre le había dejado claro que Slytherin era la mejor, y se reflejaba en sus pensamientos o acciones.

Empezaron a llamar, un tal Maxwell iba a ser el primero, parecía capaz de conseguir mucho ese chico,a saber a que casa iría... no hizo mucho caso pues los demás no importaban, solo importa una cosa, él, debe entrar en esa casa o ya se puede considerar desheredado...

Le tocó su turno, finalmente iba a poder entrar en una casa, una sonrisa se mostró en su cara, avanzó decidido se sentó y solo pensaba en una cosa "Seamos sinceros, cantar no es tu punto fuerte... así que haz algo útil y méteme en Slytherin anda..."

 

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28/10/2013, 21:38
Out(H) - Árpád Fekete

Una cosa era ver fotos de Hogwarts en los libros, y otra cosa muy diferente era verlo allí, en vivo y en directo. Si ya era impresionante ver la imagen sobre la superficie de un papel, ver el castillo en la vida real era como un sueño hecho realidad.

¡Guau! ¡Es impresionante! ¿De verdad voy yo a estudiar ahí? ¿Yo? ¿Árpád? ¡Soy un privilegiado!

A Árpád se le hace un nudo en el estómago, nota como si cientos de mariposas revolotearan en sus entrañas, y no es para menos. Entonces aparece Nico, el centauro.

Espero que los demás sepan que se trata de un centauro, si no, es que son unos ignorantes, que no me extrañaría. Seguro que Asterope lo sabe, menos mal que hay alguien con cabeza por aquí, y espero que no sea la única. No me gustaría que bajaran el nivel por culpa de un grupo de incultos que sólo quieren jugar al quiddich. Por cierto, Nico parece muy inteligente, los centauros parecen muy inteligentes en general, es extraño que hayan pedido al Ministerio de Magia que los clasifique como bestias. ¿Lo sabrán los demás?

Sin dejar de temblar por la emoción, Árpád sube a su bote hasta llegar al castillo. No puede dejar de mirar con interés todo lo que ve a su alrededor. Todo es nuevo, todo llama su atención, y está seguro de que un año lleno de aventuras y diversión está a punto de empezar.

Cuando la profesora Lovegood aparece y explica el proceso de selección las mariposas vuelven al estómago, y un sinfín de temores pasan por su cabeza. Finalmente la profesora pronuncia su apellido, seguido de su nombre.

—Fekete, Árpád —dice en voz alta.

¡Guau! Ha pronunciado mi nombre perfectamente a la primera, ¿sabrá hablar húngaro?

El pequeño se acerca a la silla, y bastante tenso se sienta, esperando a sentir el Sombrero Seleccionador sobre su cabeza. Cuando finalmente lo tiene encima escucha su voz atentamente, esperando su resolución.

¡Qué nervios! ¿En qué casa me pondrá? Bueno, si es verdad que puede leerme el pensamiento sabrá mejor que yo cuál es la casa que me conviene, eso seguro. Espera, ¿sabe todo lo que hay en mi cabeza? ¿Pero todo todo? Incluso…  ¡No! ¡No debo pensar en eso ahora! Pero no me gusta que este sombrero pueda ver lo que hay en mi cabeza. Bueno, en cualquier caso verá que soy todo lo que un mago podría desear ser: soy muy inteligente, soy hábil, bueno, muy humilde… Podría acabar en cualquier casa.

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28/10/2013, 22:49
Out(G) - Arnold Weasley

El joven Weasley esperó con impaciencia a que llegara su turno. Había oído mucho a sus padres y a sus abuelos hablar sobre aquel cole y por fin le había llegado el turno a él. A pesar de estar acostumbrado a la magia y los conjuros aquello molaba era mucho más grande de lo que se había imaginado. Se olvidó de su gato y miró a todos lados sobretodo a las mesas de las que tenía entendido que se llenaba de comida y muchos pasteles.

- Vooooy- dijo cuando escuchó su nombre y se fue hacia el taburete donde le colocaron el sombrero en la cabeza.

"Que guay, como mola esto. Creo que te tengo que decir que quiero ir a Slytering llevo ensayando desde que me llego la carta por llevar la contraria a mi familia, pero si me pones ahí mi abuelo me va a desheredar pero mi abuelo no me da miedo, soy su nieto preferido así que estaré bien donde me pongas si voy a Gryfindor podré conocer a la señora gorda, pero si me pones en otra casa será divertido ver como al abuelo Ron se le pone la cara roja."

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28/10/2013, 23:47
1ºS - Kendra Lestrange

Kendra hizo entrada en el comedor, con aquella túnica negra impoluta y sus rizos cayéndole por la espalda, en un elegante recogido que le apartaba el pelo de la cara. Caminaba con el mentón ligeramente alzado y ademanes elegantes y aristocráticos, aúnque la altivez en su gesto no llegaba a resultar desagradable, más bien todo lo contrario: la forma en la que caminaba resultaba casi hipnótica, como si hubiera estudiado perfectamente cómo acompasar cada uno de sus movimientos.

A pesar de haber conocido a aquellas dos chicas que ahora la seguían de cerca en el tren, lo cierto es que, desde que entraron en el vestíbulo no había cruzado palabra con ellas: estaba demasiado sumida en sus pensamientos, demasiado. Y es que, al entrar allí, en aquel castillo, vio como poco a poco iban cobrando forma las historias que su abuelo y su padre tantas veces le habían repetido sobre sus años en aquel mismo colegio.

Y fue al entrar al Gran Comedor cuando, de repente, se vio envuelta en aquella atmósfera llena de magia, en aquel tintineo de cubiertos y risas y voces de críos. Su vista fue inmediatamente hacia el techo, hacia aquel impresionante techo del que tanto le habían hablado y, acto seguido, su mirada se desvió, incoscientemente hacia la mesa de Slytherin, durante apenas un instante, observando los bancos en los que se habían sentado, durante generaciones, los miembros de su familia.

Sin embargo, se obligó a volver a mirar hacia el frente, hacia aquel sombrero, que acababa de comenzar a pasar de cabeza en cabeza, por todos sus compañeros. Escuchó con atención cómo los llamaban a todos y cada uno de ellos, hasta que llegó su turno.

-¡Lestrange, Kendra!

Su nombre resonó por todo el comedor y, ni corta ni perezosa se acercó hasta el sombrero, sentándose elegantemente en el taburete, mirando hacia el frente con aquella pose encantadora, a la par que desafiante. Sin embargo, su cabeza permanecía muy lejos de aquel comedor y de sus compañeros: ahora mismo estaba centrada en el Sombrero, en su veredicto.

Si no te equivocaste con ninguno de ellos, dudo que te equivoques conmigo. Vamos, envíame a Slytherin. Déjame demostrarle a todos de lo que es capaz una Lestrange.

Su pensamiento fue claro y directo, sin titubeos. Tenía claro dónde estaba su lugar. Tenía claro lo que quería y que lo conseguiría a cualquier precio. Y estaba claro que Slytherin era, con mucho, el mejor lugar para cumplir con sus objetivos, para alcanzar su meta.

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29/10/2013, 00:55
Out(G) - Selena Mcgonagall

Selena había disfrutado su viaje en tren, sus compañeros de vagón no se parecían mucho a ella, más a su hermanito pero sin duda eran muy agradables y respetuosos. Había habido un ambiente muy agradable y había aprendido varias cosas de howards que aquellos aficionados a los libros habían contado. La muchacha bajó del tren casi volando pues estaba deseosa de ver todo aquello. La varita le iba dando golpes mientras ensimismada miraba como todos los alumnos, más de los que pensaba bajaban del tren. Su boca bajó hasta los máximos al ver el centauro, era magnífico, aunque había escuchado a su padre su descripción alguna otra vez cuando les intentaba explicar los animales mágicos verlo en directo era un espectáculo digno de ver.

Tras reponerse y escuchar las órdenes, Selena se giró, se dio cuenta de que no había visto a su hermano. Lo buscó con la mirada nerviosa, a caso no había cogido el tren? no la había buscado por los vagones y eso la sorpendía. No estaba preocupada por la sencilla razón de que el muy idiota sería capaz de volver donde fuera si se lo proponía con esa cabeza privilegiada que tenía. Al poco lo vio y lo saludó de lejos, no quería parecer muy nerviosa y subió a uno de los barcos. No habló con nadie pues el castillo llamaba demasiado la atención de todos como para comentar nada. No pudo por menos que acercarse al borde y tocar el agua, estaba fría aun estando entrando en otoño, no quería saber como estaría en invierno si tenían que meterse ahí por alguna cosa. La encantaba nadar pero ese lago oscuro debía tener criaturas increíbles que tal vez fueran peligrosas... debía preguntarselo a su hermano seguro que el muy empollón lo habría leído en alguno de sus innumerables libros.

Sin darse cuenta el momento pasó, se encontró andando en medio de todas las mesas llenas de alumnos de las cuatro casas, eran el centro de atención y eso le... gustó? no estaba segura. Se acercó junto con el resto de compañeros y escuchó a la Vicedirectora hablar. El apellido Lovegood era muy conocidos, habían tenido gran participación en la historia más reciente o eso decía su padre.

Paciente la muchacha esperó su turno, no podía aguantarse más quería saber en que casa la seleccionarían. - Selena McGonagall! - Selena se acercó, se sentó con una sonrisa de nervios y dejó que el sombrero se situara en su cabeza - Bueno vamos a allá... hola! soy selena! bueno eso ya lo sabes no? mi padre dijo que tu podías leer las mentes y seleccionarías mi mejor casa para mi. Es increíble quien te creó? seguro que sería un mago poderoso? era tu amigo? pero me han dicho que puedo escoger casa es verdad? La verdad no conozco las casas  suficientes para poder decir ... bueno no creo que encajara en Ravenclaw he visto que son los empollones, gente rara que solo quiere poder y aprender cosas a base de leer libros. No podría soportar una vida tan aburrida. Yo quiero ser jugadora de quidich y poder ser una gran aurora para cazar magos malvados como papa.

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29/10/2013, 01:06
Out(H) - Neil Barreiro

Cuando Neil se bajó del vagón y se despidió de Selena se sentía un poco perdido. La verdad era que estar con una chica mayor, aunque fuese solo un año, que ya había experimentado lo que ellos estaban experimentando le tranquilizaba. No obstante bajó junto a los otros dos chicos del vagón, Willow y Aiden.

Tras un segundos desconcertantes en el andén alguien los llamó con una voz profunda: un centauro. A Neil le fascinaban las Criaturas Mágicas. Aunque no le gustaba llamarlas así, su abuelo le había explicado muchas veces que tratar a los otros seres como criaturas mágicas y no a ellos mismos era un síntoma de arrogancia que los magos deberían empezar a dejar atrás. Los centauros, y los elfos, y la gente del agua, todos eran individuos capaces de pensar, de tomar decisiones y de hacer magia si podían disponer de una varita.

Neil asintió con la cabeza, aunque no había dicho nada, era como si la conversación con su abuelo resonara en su cabeza como el primer día. Tenía memorizado su discurso. Siguió al centauro de cerca hasta llegar a los botes.
Maravilloso- susurró boquiabierto mientras subía al mismo bote que Willow, aunque sin darse cuenta.

Estuvo mirando asombrado al castillo hasta que este desapareció de su vista. Entonces tomo una nota mental: Debo pedirle a mamá y a papá que me envíe una cámara de fotos... Esta cosa tan hermosa no puede quedarse sin retratar...

Salieron al embarcadero y llegaron hasta la vera de la Profesora Lovegood. ¡Es ella! pensó Neil excitado y balanceándose de adelante a atrás ¿Se ofenderá si le pido un autógrafo? Parece severa Neil frunció el ceño y decidió preguntárselo a Selena antes, al fin y al cabo la tenía en un cromo, no debería ofenderse.

Todos guardaron silencio y se alisaron las túnicas. La Profesora Lovegood era capaz de mantenerlos a todos firmes y callados, era un talento asombroso. La siguieron en fila de a uno hasta dentro de una comedor enorme. Había cientos de estudiantes separados en cuatro mesas. Todos los mayores les miraban y Neil se sintió un poco incómodo, como con las piernas de gelatina, esperaba no tropezar y caerse.

Avanzaron hasta la quinta gran mesa, donde estaban sentadas personas mayores, sin duda los profesores. En frente de ellos había un pequeño taburete sobre el que ahora reposaba un ajado sombrero que... ¡Se puso a cantar!
Neil escuchó la canción entre curioso y asombrado. Cantaba sobre las casas y sobre las características de cada una
No se diferencia mucho de lo que ya he oído, pero escucharlo de quién es el responsable de la asignación es fascinante.
Neil siguió pensando lo mismo. Me parece un poco raro lo de separar a la gente, es casi como segregar, ¿no? Ojala pudiese hablar con él.

Fueron llamando a los chicos por orden de lista. Y Neil fue el segundo. Eso le pilló muy de sorpresa y tardó unos pocos segundos en reaccionar ante su nombre. Esos segundos se tornaron horas en las que todos y cada uno de los ojos se giraban hacia él.

Dió el primer paso alejándose de Willow, Aiden y los otros niños de primero, y subió los escalones de madera hasta el altillo y se sentó en la silla. La Porfesora Lovegood había cogido el Sombrero Seleccionador de la cabeza de Maxwell y se lo ponía ahora al propio Neil que se aferraba con fuerza los bordes del taburete. Decidió cerrar los ojos cuando el sombrero, que le iba grande, se puso ante sus ojos.

La sensación fue rara. Sabía que estaba sentado en el taburete, delante de cientos de personas, pero el silencio, la oscuridad del interior del sobrero y los latidos que de su corazón que se oían fuerte en sus oídos le hizo pensar que se encontraba en la soledad de su dormitorio, y eso le tranquilizó.

Bueno, al fin aquí. pensó para si sin saber muy bien si tenía que hacer algo además de esperar a que el sombrero le sorteara en alguna casa. Por su mente, aunque en segundo plano, pasaron las características que éste había cantado Valor, erudición, astucia... ¿por qué han de ser valores que distingan a las personas para separarlas? se preguntó a si mismo ¿Por qué? ¿Significa eso que alguien que esté en la casa de los listos no podrá ser valiente? La casa de Helga Hufflepuff parece la más justa: un poco de todo sin la necesidad de presumir de un valor. Aunque... su corazón dió un pequeño golpe, algo nervioso¿Significa eso que estaré condenado a la mediocridad? No quiero ser mediocre, quiero secar muy buenas notas y aprender un montón. Aunque no por eso quiero que mis compañeros piensen que soy un empollón y un cobarde... ¡Que lío! Si pudiera hablar con el que decidió que había que sortear a los alumnos en casas le preguntaría por qué lo decidió. ¿Cual es la razón? ¿por qué separarnos, eh? Y ¿por qué hacerlo tan pronto?

Se percató de que seguía con el sobrero en la cabeza, aunque no sabía desde hacía cuanto. No se atrevió a hablar, ya que Maxwell no lo había hecho antes de ser seleccionado así que simplemente pensó muy alto:
¿Hola? ¿Sombrero?

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29/10/2013, 02:24
1ºS - Ludmila Giles-Freire

El tren se aproximaba a Howarts y a la lontananza, ya se visualizaba las torres del castillo, con el fondo oscuro del crepúsculo que cubría de manera misteriosa el lugar. Había escuchado muchos comentarios y leído un poco de su historia, pero el sentimiento de grandeza que trasmitía el lugar era único.

Bajó del vagón sin importarle mucho el resto de sus compañeros. Quitó molesta una pelusa de su manga derecha, y controló que el resto de su vestimenta negra esté impoluta. Tantas horas de viaje y su cabello se seguía manteniendo en su lugar.

Un centauro...interesante. Pensó Ludmila al observar la criatura que servía de guía. Entornó sus ojos cavilando algo por lo bajo pero luego volvió a su linea de análisis. Criaturas dotadas de una percepción superior aunque con una inteligencia que no se compara con la de los humanos...Porqué contratarían a este tipo de criatura?

El lago negro, las puertas, la vicedirectora de Howarts...Y el salón con el sombrero seleccionador de fondo...

Los alumnos de primero estaban apretujados esperando su turno. Ella se había alejado un poco del resto para evitar el contacto innecesario. Ludmila Giles Freire...dicen.

Segura y con la cabeza en alto, la niña blonda sube al estrado caminando casi en puntas de pie. Emite un carraspeo y le colocan el sombrero en su cabeza. Tenía las mesas dispuestas enfrente suyo con el resto de los alumnos expectantes. Sólo esperaba que no la despeinara ese sombrero desvencijado y maloliente.

-Hace falta que te diga algo? Si las historias son correctas conoces mi fuero íntimo. Si haces bien tu trabajo sabrás donde enviarme...

 

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29/10/2013, 19:08
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Las gemelas entraron en el gran comedor cogidas de la mano y dando saltitos emocionadas. ¡Al fin estaban en Hogwarts! Los cuentos que habían ido inventándose durante años por fin podrían tener su comienzo entre esos mismos muros. Tantos cuentos donde los príncipes y princesas de cada reino sufrían bajo manos malvadas, encerrados, forzados a comer fruta todos los días y a llevar la misma ropa semana tras semana; hasta que llegaban las brujas Padurearu, con su tez teñida de un color verde turquesa y salvaban a todos, convirtiendo a aquellos principitos azules en sus sirvientes y a las princesas de peonía en sus confidentes de alcoba.

Aquella llegada a Hogsmeade, el viaje por el lago que reflejaba una luna creciente con ondulaciones causadas seguramente por una cantidad innumerable de misterios allí hundidos y la primera visión de aquel castillo, como de cuento de hada. Todo ello real al fin y no imaginado, ni dibujado, ni descrito en tantas noches de espera.

Siguieron a Kendra, que por sus caminares perfectamente podía pasar por una de esas princesas esclavizadas que resultaría conveniente liberar; y junto con ella unas cuantas más, como la niña rubia de cabellos cenicientos.

Al pasar cerca de las mesas puestas en paralelo, una chica de las mayores las saludó con una primorosa sonrisa dibujada en su rostro y a su lado Mircea, el hermano al que tanto querían. Las pequeñas respondieron a la muchacha con besos soplados y risitas contenidas.

Habían dejado su conjunto otoñal atrás y ahora se sentían algo sosas yendo igual vestidas que todos los demás. Sendos lazos que adornaba el final de la trenza en espiga, azul el de una de las niñas y morado el otro, era el único complemento que habían podido añadir para dar una nota de color.

-Padurearu, Erzsébet

La chica avanzó con convicción, casi a la carrera, impaciente por saber donde la colocarían. Cerró los ojos con fuerza y las palabras fluyeron desde su cabeza.

Gatopuff, gatopuff, una nueva casa, porfi, porfi.

-Padurearu, Orsolya

A Orsi le empezaron a cosquillear las manos cuando vio a qué casa enviaban a su hermana. Se adelantó hasta el sombrero y su postura con los ojos cerrados era una estampa idéntica a la de Erzy.

Quiero estar con mi hermana. Odié los últimos tres años separada de ella en el colegio, no quiero que vuelva a pasar.

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29/10/2013, 20:07
1ºH - Matthew Williams

El viaje en el expreso había resultado bastante mejor de lo que había parecido en un primer momento, pues hice buenas migas con Will, aunque recordé que mis hermanos me habían advertido que no me encariñara mucho de nadie, pues después podíamos caer en casas rivales, aunque eso no me importó demasiado.

Mi hermano se había negado a contarme nada sobre su primer día en Hogwarts, y mi hermana solo me contó mentiras para meterme miedo, así que mi sorpresa fue mayúscula al ver todo el proceso que nos llevó hasta el castillo, nunca hubiera esperado esa ceremonia, y fue una de las mejores experiencias que había vivido en mi vida.

Una vez en el comedor no podía dejar de mirar el cielo, era tan impresionante como me habían dicho. Busqué a mis hermanos con la vista y los encontré en sus respectivas mesas. Mi hermana estaba en Slytherin, mientras que mi hermano en Hufflepuff, mi madre siempre bromeaba sobre que sería gracioso que yo acabara en una casa diferente a estas dos.
La espera se me hizo eterna, pues iban por orden alfabético, así que posiblemente sería el último...

Me llamaba la atención como se celebraba la entrada de cada nuevo "recluta" en cada casa, y presté especial atención a la casa de Will y Lincoln, pues solo los conocía a ellos, aunque esperaba hacer amigos en breve.

Y finalmente llegó mi turno.

-Williams, Matthew.

Corrí al banco emocionado y con una enorme sonrisa me puse el sombrero mientras no dejaba de mover los pies impaciente.

"Ya mandaste a mis hermanos a casas diferentes así que a saber donde me mandas jeje, espero no caer con mi hermana, que es una pesada. Pero lo único que te pido es ¡que sea una casa con gente guay a la que les encante el Quidditch!"

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29/10/2013, 22:08
1ºR - Byron Maxwell

El viaje había resultado ser más aburrido y fugaz de lo que esperaba, cosa que a pesar de parecer contradictorio, no le había desagradado. Pensaba que al conocer a los demás niños, se empezarían a meter con él, pero nada más lejos de la realidad, fueron todos muy simpáticos. Claro que él no estaba acostumbrado a la socialización y no había demostrado ser demasiado amigable, aunque intentó no ser demasiado antipático, se preguntaba, mientras bajaba del tren, si le habría caído bien a las dos chicas y a Arpad.

Mmhhh, Selena y Arpad tienen intenciones parecidas a las mías, es probable que estemos en la misma casa...Pensó mientras caminaba. Justo antes de darse cuenta de qué les había venido a recoger. Ni mas ni menos que un centauro! No se lo podía creer. Byron miró al centauro con ilusión. Observó como señalaba a los botes, y se fue hacia ellos con algo de escepticismo. La noche era muy oscura y el lago no estaba precisamente todo lo iluminado que quería. Sin embargo, se sentó ahí, después que algún otro alumno probase por él su estabilidad.

Por fin llegaron al comedor, todo fue un shock para él. Era todo tan increíble, que no daba crédito. Ni todas las palabras del mundo podrían describir un momento así. Se esperó con los demás, a que su nombre sonará. Viendo pasar a Arpad y a Asterope por delante suyo, era el clásico y aburrido orden alfabético, podrían haberle dado más emoción haciendo un sistema aleatorio, pensó. Aunque la verdad, ya estaba bien así.

Se empezó a poner nervioso a medida que se acercaba su apellido, hasta que finalmente su nombro sonó alto y claro. Byron, algo perdido y conmocionado, se acercó y repitió los pasos de los demás niños.

- Y ahora qué? Se supone que tengo que pensar dónde voy a ir? -pensó

"Yo ya sé donde quieres ir, pero quiero saber donde debes ir." Si lo escuchó dentro de su mente, o fueron imaginaciones suyas realmente no lo supo discernir, pero parecía que el sombrero hablaba con él.

- Entonces debes escoger la casa que mejor se me adapte? Quiero aprender, aprender mucho. Para eso he venido a la escuela.

 

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30/10/2013, 04:51
Out(S) - Aiden MacRae

Aiden había pasado casi todo el viaje escuchando a sus compañeros de vagón, pero sin participar en la conversación ya que prefería escuchar y saber como eran antes de abrirse. De vez en cuando miraba un poco por la ventanila, pero ya estaba acostumbrado a los paisajes de Escocia, así que en resumidas cuentas el viaje le pareció un poco aburrido.

Cuando bajaron del tren, Aiden se quedó maravillado al contemplar al centauro, le encantaban todos los animales y las criaturas mágicas. No menos maravillado se quedó al contemplar el lago y Hogwarts de fondo. Sin duda era una imagen que recordaría toda su vida.

Mientras hablaba la profesora Lovegood, Aiden notó como empezaban a temblarle las piernas y se alegró de no haber comido nada en el tren, ya que probablemente hubiera vomitado de los nervios.

Según pasaba el proceso de selección de los alumnos de primero, Aiden buscó con la mirada a su hermano en la mesa de Slytherin, pero no conseguía distinguirlo. Por fin, después de un rato mirando, consiguió verle entre dos chicas, pero parecía que a su hermano no le importaba el proceso de selección, ya que se dedicaba a hablar con sus compañeros y a reirse.

- ¡MacRae, Aiden!

Si no hubiera sido porque vió cómo su hermano dejaba de reirse y giró su cabeza bruscamente hacia el, Aiden no se habría dado cuenta de que acababan de decir su nombre. Respiró profundamente para quitarse los nervios y avanzó con paso firme hacia el Sombrero Seleccionador. Curiosamente ya no se sentía tan nervioso, en parte por el gesto de ánimo que le hizo su hermano.

Por fin se sentó en el taburete y la profesora Lovegood le puso el Sombrero Seleccionador en la cabeza, ahora sólo había que esperar el veredicto.

Tengo que ir a Slyherin, sino mi vida en casa será un infierno. Ya me imagino a mi padre gritandome si acabo en otra casa: ¡¿CÓMO?! ¡¿NO HAS ENTRADO EN SLYTHERIN?! ¡¿TE PARECE DIGNO DE UN MACRAE NO ESTAR EN SLYTHERIN?! ¡A PARTIR DE HOY SÓLO TENDRÉ UN HIJO! ¡FUERA DE ESTA CASA!

Bueno, seguro que estoy exagerando, se cabrearía un poco, espero. Aunque por otro lado me encantaría estar en otra casa sólo para ver que pasaría. Sería gracioso acabar en Gryffindor, los eternos rivales. Podría plantarle cara, puede que así consiguiera su respeto... ¡DIOS! ¿Por qué tengo que vivir con este miedo a mi padre? ¡Ni que fuera a matarme! Sólo espero que, acabe donde acabe, Bhaltair no me haga la vida imposible en el colegio. Cada vez se parece más a Padre, se le pegan todos los pensamientos estúpidos que tiene, sobre todo ese de la pureza de sangre. ¡Menuda chorrada! Harry Potter era sangre mestiza y acabó con Voldemort, que encima tampoco era Sangre Pura.

¿Cuanto tiempo he pasado aquí sentado? Tengo la sensación de llevar una hora, aunque seguro que no llevo casi nada. A ver si se decide ya el Sombrero. Sería gracioso que dijese "No encajas en ninguna casa, creo que deberías volver a tu casa", me pregunto si habrá pasado algo parecido. A lo mejor no dice nada porque no estoy hablando mentalmente con él. En fin, lo probaré, no vaya a ser que estuviera haciendo mal las cosas.

-Hola Sombrero, La verdad es que quería entrar en Slytherin ya que toda mi familia ha pertenecido a esa casa, pero ahora me da igual. Sólo quiero convertirme en un gran mago, y sé que en cualquier casa podré conseguirlo, así que tú decides, no me voy a deprimir por esto.

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30/10/2013, 11:23
1ºG - Ithan Trace Rosier

¡Nos vemos después! Gritó a Diana y Colin en cuanto se bajo del vagón. Siempre era un placer poder volver a ver a su prima. y aquel chico que parecía saberlo todo, Colin, le había caído bien. Iba de los primeros de la fila cuando se para en seco, recordando algo. ¡Albo! Rompe la fila, volviendo hacia atrás y subiéndose al vagón una vez más, volviendo a bajar al cabo de los segundos, y poniéndose ahora en las últimas posiciones. La diferencia entre el antes y el después del vagón es un pequeño hurón albino que parece ligeramente adormecido en uno de sus hombros.

Aprieta los labios, mirando la fila de chavales, y la posición que ha perdido en post de rescatar a su animal... sabía que Diana se habría hecho cargo de él, pero no habría sido lo mismo. El centauro no lo impresiono. Había visto mas como él en Irlanda, y este solo era uno mas... aunque debía reconocerlo, nunca había visto uno de tan de cerca. Durante los primeros minutos del trayecto, fue observándolo, pensando en una de las frases que solía decir su padre en las pocas ocasiones que lo veía. 

"No le busques cinco patas al centauro"

Andando con pies de plomo por aquel sendero oscuro, pequeño y resbaladizo, se vio mas obligado a estar pendiente de donde pisaba, que de hacer una de sus actividades favoritas, hablar. Y no fue hasta girar la curva y ver el colegio de Hogwarts, que se paró en seco, impresionado. Sus hermanos le habían hablado mil veces del colegio, tanto, que a él las historias habían comenzado a aburrirle... hasta ese momento. La ostia. Soltó, ni corto ni perezoso, alzando las cejas, mirando en la dirección del colegio.

¡Gracias tío! Le dice sin ningún tipo de vergüenza o pudor al centauro, con una amplia sonrisa y alzando la mano, despidiéndose de él, y acercándose a uno de los botes, subiéndose de un salto, y estirando los brazos, haciendo equilibrios para no caer tras el brusco gesto. Tomó asintió y miro a sus compañeros de bote. Mas bien, compañeras.

La chica morena le sonaba de algo, y las otras dos lo que le sorprendió eran lo parecidas que eran. Joder, se parecen más que Kayla y Evelyn. Parecen como si las hubieran copiado... Ya les preguntaré. No abrió la boca, mirando de reojo al castillo, como poco a poco iba creciendo según se acercaban. Estaba, sencillamente, impresionado e ilusionado.

Cuando entraron en aquellos pasillos oscuros, Ithan estudiaba el lugar con tranquilidad y curiosidad. La oscuridad nunca había sido un problema, y menos ahora que se sentía tan cerca del primer objetivo de su vida: Entrar a Hogwarts.

Al pararse en la puerta de Roble, algo le llamo la atención, mirando a mi alrededor por si alguien más se había dado cuenta de aquello. ¿De dónde coño ha salido el centauro? Si no iba en las barcas... ¿cómo ha llegado hasta aquí? ¿Son dos centauros iguales? Todos los centauros me parecen iguales... Se cruzo de brazos, esperando a que abrieran las puertas, intentando mirar al centauro y descubrir si era el mismo o no.. y de ser el mismo, descubrir como había llegado hasta allí.

El interior del colegio le pareció familiar. No porque hubiera estado allí, si no por las descripciones de nueve de sus hermanos mayores. Todos habían pasado por allí, y todos habían estado donde él estaba. No pudo evitar sentir cierto pinchazo en el estomago, nervioso. Y era evidente que estaba nervioso, mirando de un lado a otro, observándolo todo con curiosidad y estudio. No podía estarse quieto, hasta que los metieron en aquella pequeña sala, y aquella mujer comenzó a hablarles.

El sistema de Hogwarts lo conocía. La explicación de la profesora Lovegood rápidamente cayó en saco roto para Ithan, que se dedico a seguir curioseando el lugar, mirando a sus compañeros, y haciendo cábalas mentales sobre quien tenía pinta de ir a donde. Y no fue hasta que la profesora se marcho, que Ithan volvió a la realidad, y miro a su alrededor ¿eh?  Pregunta, frunciendo el ceño. Quizás la próxima vez debería estar más atento...Bueno... qué le vamos a hacer.

Al ver que los demás parecían arreglarse, el, hizo lo propio. Estiro la túnica, cambio de hombro al hurón, e intento peinarse con poco éxito usando sus propios dedos. Cuando la profesora volvió, esta vez sí se situó entre las primeras posiciones de la fila, colándose con cierta habilidad, destreza... y falta absoluta de vergüenza.

Cuando entro en el Gran Comedor, lo hizo con largos pasos, con una media sonrisa en la cara y un lenguaje corporal que hablaba de la propia seguridad que tenía en sí mismo. Todo aquello le parecía increíble, y si él estaba allí, es porque era de los pocos elegidos que podían estarlo. Alzó la mirada hacia el techo un solo segundo, viendo aquellas velas flotar, y volvió la vista al frente, parando justo a tiempo de no llevarse por delante al alumno que tenía delante. Por poco...

Su atención se centro en la profesora cuando comenzó a hablar. Esta vez no lo pillarían en un renuncio y fue asintiendo lentamente a cada una de sus palabras. Lo cierto era que la profesora lo había pintado mucho mas fácil de lo que lo habían planteado sus hermanos... incluyendo la parte en la que si no era capaz de meterte en una casa, te devoraba el cerebro.

Eso le recordó que en aquel mismo comedor, debían estar Mathew, Ian y Diana. Su vista se desvió hacia la mesa de Gryffindor, y alzó el pulgar, guiñando el ojo en su dirección con una amplia sonrisa. Y esta a punto de enviar algún mensaje a gestos a su prima cuando el sombrero comienza a cantar. Ithan lo mira... y alza una ceja.  No me jodas...  murmura para el cuello de la camisa, mientras lo escucha cantar. Se lleva la mano a la cara, negando lentamente. En fin...

La peor parte llego cuando todo el mundo comenzó a aplaudir ¿En serio? No pudo evitar pensar, mirando a su alrededor... y uniéndose a los aplausos, con poca o nula efusividad, mas por respeto que otra cosa. Tras el corto aplauso, llevo una mano al hurón, acariciándole bajo la mandíbula, y volviendo la vista hacia la profesora, cuando aparece aquella lista. No puede evitarlo, y sin importar quién va primero, lo que hace es buscar su posición dentro de la lista. ¿De los últimos? Lo bueno siempre se hace esperar... ¿Y por qué siempre ponen Ethan en vez de Ithan? Se encoge de hombros, y se cruza de brazos, esperando su turno.

El problema de ser los últimos de la lista, es ver pasar al resto de compañeros por delante, sus caras de miedo o nervios, solo conseguían poner nervioso al chaval. La suerte sonríe a los valiente, Ithan, no lo olvides. Se repitió mentalmente, buscando relajarse.

¡Trace-Rosier! ¡Ithan! Los apellidos de dos familias de mortífagos resonó en el Gran Comedor, como ya lo había hecho muchas veces los años anteriores, con sus nueve hermanos mayores. En ese momento, el chaval comenzó a caminar a paso seguro y con el mentón ligeramente alzado hacia el tamburete, con la vista fija en el sombrero. Cogió el Sombrero con sus propias manos, mirándolo fijamente, y tomo asiento, poniéndoselo.

¡Vamos! Los dos lo tenemos claro, di "Gryffindor" y acabemos con esto rápido. Gryyyyyyyyffindor.