Partida Rol por web

Saludé a Cassius con la mano mientras me acercaba y escuchaba la conversación- No creo que tenga que ver. Con ese carácter aunque fuera compañero de mi misma casa me caería mal -dice refiriéndose a Joey.

Mientras hablaba seguía caminando hasta uno de los árboles que había cerca de la orilla del lago, tras lo que saqué la varita e hice un gesto con ella en dirección al árbol- Ammanssus -dije y los pajaritos se callaron y se quedaron quietos- Mientras tanto podemos practicar otros hechizos, pues en los exámenes habrá que hacerlos mejor que nadie para sacar mejor nota, ¿no? -esbocé una sonrisa y miré a Morpho- ¡Accio Varita de Morpho!* -grité, si me salía bien tendría su varita y abría inventado una nueva forma de desarmar al rival. 

Al menos inventado para mí.

Sam llegó junto a sus compañeros relajada y aparentemente feliz. Cogió una piedra por el camino y la lanzó al aire. Sacó la varita y dejó que la piedra cayera al suelo de nuevo.

¿Queréis que nos quiten más puntos? dijo con cierto sarcasmo sin dejar de mirar a la piedra.

-No estoy practicando hechizos de duelo -dije a Sam- los demás si podemos practicarlos sin problemas.

Alzó la mirada del suelo con expresión sarcástica para observar a Amon.

¿Y por qué tendría que referirme a ti, Amon? He lanzado una piedra al aire a punto de lanzar el hechizo. A eso me refería.

-Oh, lo siento, perdóname Sam -dije agachándo un poco la cabeza.

Podemos comentar a los demas la idea, a ver que les parece, y llevarla a cabo en los proximos dias. Contesto a Amon, cuando llega Sam y parece hablar sola, a pesar de que Amon le conteste. Niego con la cabeza al escuchar la conversacion.

Dejalo ya, Sam. Su hostilidad, o mas bien, su carencia de buenas maneras me exasperaba. Sobretodo por que la chiquilla iba ultimamente a su rollo. ¿Te pasa algo? Pregunto, preocupado por mi compañera de casa.

Me vuelvo hacia Amon, que acaba de hacer un conjuro que no conocia, y al ver la reaccion de los animales, permanezco en silencio, estudiandolo. Habia entendido el funcionamiento, parecia que servia para amansar los animales, someterlos a tu voluntad. Saco mi varita, imitando los gestos de Amon, con la mayor precision posible, y apunto a las palomas junto las afectadas por el conjuro de Amon.

¡Ammanssus! Digo, imitando el tono y gesto de Amon, señanado a las palomas. Y no me lo creo ni yo, cuando las veo quietas, mientras acerco la mano, con curiosidad para ver si han funcionado el conjuro o no. Era capaz de aprender con solo fijarme en lo que hacian los demas. Mi abuelo estaria orgulloso de mi.

Me quedé mirando las hojas de los árboles que había alrededor, en cómo muchas de ellas salían volando para no volver nunca a ese lugar.

Explícanos si tienes algo en mente Sam, me da la sensación de que has maquinado algo - le dije sin tono de sorpresa.

Pura coincidencia: Las palomas salen volando cuando me acerco mas, lo que acaba por revelarme que el conjuro no ha funcionado. Maldigo para mis adentros, decepcionado conmigo mismo, y dispuesto a aprenderlo a toda costa. Me incorporo, girandome hacia los presentes con dignidad, sobreponiendome a lo sucedido.

Dirijo la mirada a Morpho cuando le pregunta a la chiquila si tiene algo en mente. Eso mismo le habia preguntado yo, pero se habia limitado amirarme y guardar silencio. Esperaba que el tuviera mas suerte, y asi, varita en mano, voy a decir algo cuando escucho la campana, y me giro hacia el colegio.

Recuerdo que es la hora de comer, y el rugir de mi estomago solo hace confirmar lo que dicen las campanas. Deberiamos ir a comer pronto. Esta tarde toca clase de encantamientos con la Profesora Gree, y ya sabeis que humor se gasta...

Me adelanto un par de pasos, girandome hacia mis compañeros ¿Vamos? Pregunto, confirmando que me acompañan. Y comienzo a caminar, cuando de lejos veo a Oliver, el chico de Hufflepuff que vi ayer con Perry y Ardeen. Aun mas, busco con la mirada si la chica le sigue, sin verla, y mi gesto se tuerce mostrando cierta decepcion.

Me desvio ligeramente, hacia Oliver y alzo la mano, saludandolo.  Hola ¿Y Ardeen? Pregunto por la niña, al no verla con el. En ese instante, una idea cruza mi mente... ¿Le gustara Ardeen a Oliver? Ayer al final no la vi.  Digo, mas serio, maquinando que el podria tener algo que ver en todo esto. Tampoco tengo mucho tiempo, por lo que levanto la mano nuevamente  Nos vemos despues en clase.  Anuncio, volviendo con los chicos de Slytherin, de camino al Gran Comedor.

Oliver llegó al lago, cabizbajo y con las manos metidas en los bolsillos. Esperaba no encontrar a nadie allí, ya que lo que tenía, sobre todo, eran ganas de llorar después de lo que había pasado.

Tragó saliva al ver que los Slytherin rondaban por allí. Quizás, con un poco de suerte, ni siquiera se darían cuenta de que estaba por allí. Fue entonces cuando Cassius se dirigió a el y maldijo por dentro- Hola Cassius. Creo que está en clase, ayudando a los demás. - respondió, mucho más apagado que de costumbre. No tenia ganas de hablar de Ardeen, ni de ninguna de las otras chicas. Alzó una mano, para despedirse lo más rapido posible y poder quedarse, por fin, solo- Os veo en clase luego. -miro al grupo que lo espera. Parecia que estaban casi todos allí...

Siguio hasta la orilla y se sentó sobre los primeros guijarros secos que había, flexionando las rodillas. Y, lo primero que hizo fue coger una de las piedras, de las más grandes que había a su alrededor y lanzarla al agua con rabia, haciendo que salpicara. Fue entonces cuando reventó, y las lagrimas se abrieron paso por sus mejillas.

Acompañé a comer a Cassius, aunque me detuve unos instantes bajo uno de los árboles que estaban cerca de allí.

Poco después seguí mi camino hacia la escuela.

Para cuando Olive acabó de desahogarse hacía rato que allí ya no quedaba nadie. Se pasó una mano por la cara, para enjuagarse las lágrimas y, ante el aluvión de mocos que se avecinaba, decidió acercarse al agua y lavarse la cara. Así de paso se refrescaría.

Seguía sintiéndose fatal, a pesar de todo. Sin embargo, acabó por ponerse en pie para ir a comer. Después tenía clase y, ahora que había cogido el ritmo no iba a permitir que nadie se lo estropeara. Echó a correr en dirección al gran comedor, serio aún, pero decidido al menos a pasar de Sara y centrarse en sus estudios.

Sam negó con la cabeza ante las preguntas de sus compañeros. No era el mejor lugar para hablar, así que se dio la vuelta y se fue al Gran Comedor

Marcus llegó al lago quedandoselo mirando unos instantes antes de volverse hacia Perry, tenía muchas ganas de practicar el conjuro y poder recuperarlo cuanto antes pero sabía que su dificultad era considerable.

- Vale... ya estamos, ¿algun consejo?...me vendría bien que me contases como lo lograste hacer.

- A ver Marcus. Concéntrate. Para facilitarte las cosas si quieres yo te lanzo la piedra hacia el lago y así sólo tienes que centrarte en lanzarle el conjuro.- Perry le explica el movimiento y cómo hay que decir las palabras exactamente.- No te agobies, lo practicaremos lo que haga falta, hasta que te salga. Si no es hoy pues mañana será.

Tras dar las indicaciones a Marcus, y mientras éste practica el conuro de duelo, Perry  saca un extraño artilugio de su mochila. Mira alrededor con mirada furtiva para ver si alguien les observa. Cuando está seguro de que no hay nadie deja el objeto en el suelo, que se parece a una lengua de juguete.

- Está roto y quiero ver si lo puedo arreglar.- Apuntó con su varita al artefacto y pronunció el hechizo.

- ¡Reparo Lengua!