Partida Rol por web

Sam sabía que tenía que hablar con Arthur. Pero la presencia de esa niña le truncaba un poco los planes. Quizá en otro momento.

Dirigiendo una mirada a Arthur, le hizo un gesto con la cabeza señalando a la chica. La recordaba de una de las clases de duelo. Fue la que salió corriendo de clase gritando.

Sonrió. Su sonrisa macabra salió otra vez a la luz.

Se acercó hasta esa muchacha. Desde su posición, Sam pensaba que no se había dado cuenta de que llegaban. Realmente, le daba igual.

Metió la mano en sus mangas y desenfundó su varita. Al llegar cerca de la muchacha, se detuvo

Hola. ¿Eres una Gryffindor, verdad? ¿Cuál es tu nombre?

Arthur avanzaba junto a la Slitheryn con el semblante tranquilo, ocultando una sonrisa divertida en sus adentros. La mirada de Sam había anunciado una reprimenda de algún tipo. La idea le parecía cuanto menos graciosa.

-Debería aprovechar el fin de semana para terminar con ese soporífero trabajo de las escolopendras mutadas... -comentó por el camino, eludiendo el tema que los traía allí. Le intrigaba qué le diría ella.

Comenzaban a descender la ladra que conducía a la orilla cuando vieron la figura de otra niña dentro del agua.

-Tenemos compañía -murmuró.

Arthur intercambió aquella mirada con Sam, quien se adelantó para hablar con ella esbozando una de aquellas sonrisas crispantes suyas. Él continuó el descenso hasta la orilla tras de ella, sin prisa.

Se aleja de la orilla cuando ve a esos dos acercarse. La gente de su casa no le cae bien porque son todos unos estirados prepotentes que se creen mejores que los demás... seguramente hasta vayan chuleando por ahí de ser ricos y de tener las mejores cosas. Se acerca a la mochila y la abraza protectoramente ya que no le gusta la actitud de la chica al llevar la varita como si estuviese lista para atacar.

No tiene ganas de contestar a las preguntas de la chica, así que da unos pasos atrás.

-¿Qué forma de preguntar es esa? Con la varita preparada para atacar... 

Comienza a andar sin darle la espalda a la niña ni a su acompañante.

Arthur vio como aquella niña de Griffyndor rehuía la compañía de Sam. Aquello despertó una sonrisa divertida en su rostro, parecía una cervatilla asustada y alerta y su compañera la depredadora calculadora.

-Te recuerdo. Eres la revoltosa de la clase de duelo, ¿verdad? -le preguntó cuando estuvo lo suficientemente cerca, situándose un poco por detrás de Sam junto a la orilla- ¿has perdido algo en el agua?

Arthur miró las aguas aproximadamente en el punto donde parecía buscar la otra niña cuando llegaron.

Debe haber perdido el valor de Gryffindor que ella no tiene contestó a Arthur antes de responderla a ella.

No tengo intención de atacarte. No mereces la pena para eso, no me apetece ganarme un castigo.

Volvió a sonreír de manera siniestra.

Soy tan buena gente que sólo venía a advertirte de una cosa... Pero claro, eres tan estúpida que sólo me apetece que te vayas.

Sam siguió dando pasos. Si la niña se paraba, la alcanzaría y se quedaría muy cerca de ella. Si no, seguiría avanzando hasta que la niña huyera despavorida

No le gusta para nada la actitud de esa cría, creyéndose mejor que todos.

-Y tú eres tan prepotente que todo lo que me digas me entrará por un oído y me saldrá por otro...

La importa bien poco lo que tenga que decir, pero tampoco dejará que alguien como ella intente pisotearla y se burle de ella... ya lo han hecho bastante en su antigua escuela.

Oooh, qué pena me da oír eso. Estoy pensando si llorar... No, creo que no.

Sam anduvo alrededor de la chica, sin dejar de mirarla, sonreír y apuntarla con la varita.

¿Por qué te pondría el Sombrero en Gryffindor? Es muy curioso. Quizá deberías estar en otra casa, como... En la tuya. Brujas como tu no merecen la magia. Deberías abandonar e irte.

Se alejó de ella hasta llegar a Arthur.

Venga Arthur, tengo hambre. Vayamos a cenar.

-Y subnormales como tú no deberían existir.

Y tan ancha se va de allí. ¿Quién se ha creído que es la cría esa? No es nadie para decirle lo que tiene o no tiene que hacer lo donde tiene que estar. Por gente como ella, el mundo está tan mal como está. Ella si que debería irse a su mundo... si, su empanada mental que se ha creado en la que se piensa que es la mejor y que solo ella y los de su clase deben estar ahí.

Que se vaya con sus tonterías a quien le importe.

Camina hacia la entrada del castillo para ir a cenar.

Sam se quedó mirando a la niña mientras se alejaba

Vaya, yo sólo digo que no deberías tener magia y tu deseas que no hubiera nacido. No es propio de una Gryffindor desear la muerte a la gente, y más a mi, que no me conoces. ¿O también me juzgas? Bueno, eso si sería típico de alguien de tu casa.

Hasta pronto, niña Gryffindor, que no se te atragante la cena... Y buenas noches

Arthur permaneció como espectador durante la discusión entre las dos brujas. Curiosamente sincera pese a ser la primera vez que se dirigían la palabra. Cualquiera pensaría que eran viejas enemigas. Cuando la Griffyndor se retiró hacia el castillo Arthur dedicó una mirada de reojo a Sam, esbozando una extraña sonrisa.

-¿Qué ha sido eso?, no estoy seguro de quién de nosotros dos habría de recibir una reprimenda hoy...

¡Ja! soltó Sam tras las palabras de Arthur.

A pesar de que pareceré una niña de 6 años, empezó ella. Yo, dulce e inocentemente, la pregunté su nombre. Aunque en el fondo la tenía ganas.

Y se puso seria

Si te he traído aquí, no es para echarte una charla. Si no para decirte que esa tal Daphne es amiga de Amon y no nos interesa que se sienta atacada por ninguno. Y si lo siente así, que sean imaginaciones suyas, no cosas probadas, como tu ataque y declaración de victoria antes de tiempo. Que, por cierto, ¿cómo pudiste nombrarte vencedor antes de ver si se defendía de tu ataque?

Arthur no pudo reprimir una suave risa al escuchar a su compañera.

-De acuerdo, confieso que me dejé llevar por el momento -admitió alzando ambas manos a la altura de los hombros- he visto fallar tantas veces a esa chica en las clases en las que coincidimos que la creí un blanco seguro. La infravaloré, para mi desgracia...

El chico miró fijamente a Sam y esbozó una nueva sonrisa, más ponzoñosa que antes.

-Procuraré que no vuelva a pasar...

Arthur suavizó su expresión, dirigiendo la mirada hacia el camino por el que había desaparecido la Griffyndor.

-Quizá debieramos pasar por la enfermería a ver a Casiuss antes de ir al comedor...

No dijo Sam guardando la varita.

Se ha dejado golpear por Seth. Se podía haber defendido bien, y no lo ha hecho. El ataque de Seth era muy penoso, mucho. Pero Cassius se dejó golpear

Yo voy a cenar. Ya le veré en otro momento

Arthur vio a Sam marcharse de camino hacia el castillo. Repudiaba a los débiles, aquella idea le hizo aflorar un destello en la mirada.
Él permaneció junto a la orilla del lago, en silencio. En el horizonte el sol había comenzado a desaparecer en un estallido de colores y sombras... era bonito, aunque prefería la noche sin nubes.

Poco después regresó hacia el castillo siguiendo el camino que había tomado Sam. Mientras caminaba se lamentó de tener que esperar a la semana próxima para asistir a la clase de duelo contra Griffyndor. Deseaba ver a esas dos niñas enfrentarse... se preguntaba si el temor de la pequeña leona sería vencido por su floreciente odio hacia la serpientecilla. Arthur sonrió durante casi todo del camino de vuelta.

Colin salió al lago. Ya estaba anocheciendo y no faltaba mucho para ir a dormir. Quería un poco de tiempo para reflexionar y pensar. Observó las estrellas por mucho rato cuando de pronto recordó a su familia, su padre y su madre, pero sobretodo a Abbot, su hermana. Le salieron algunas lágrimas en recordar a su familia. Se estuvo un buen rato allí, tapado con su chaqueta mirando el lago y el cielo.

Cassius llega junto a sus amigos de casa al gran lago negro. Me gustaría ver al calamar. Dice observando el lago, la molestia que sintió hace unos momentos se esfumo por completo como suele pasarle a los niños de su edad. luego se gira hacia ellos. Sigo atrasado de las clases de la semana.

No fui a adivinación, tampoco a Conocimiento de Criaturas Mágicas. Por lo que no sé que hechizos debo aprender. Y me falta uno de Defensa Contra las Artes Mágicas por ahora solo manejo el Alarmir. Mira con intensidad a sus compañeros. ¿Cual me pueden enseñar?

Cuando llegué me alegré de respirar aire fresco...

Si quieres te enseño el de adivinación...Se trata de un hechizo sencillo e importante que sirve para leer magia básicamente.

Saqué mi varita y dije:

"Leg Magiem" - dije.

¿Ves?, se hace así, aunque no se me da muy bien esta asignatura...

Atiendo a las indicaciones de Morpho y trato de replicar lo que acaba de hacer. Digo Leg Magiem. Y puedo ver como el conjuro me sale con facilidad. Genial gracias.

Al finalizar la emoción inicial de haber conseguido un conjuro me vuelvo a aburrir. Miro el lago y le lanzo una piedra. ¿Será muy difícil encontrar al calamar?

Yo debo practicar el reparo, no me salió en clase porque no presté mucha atención.

Sam, ¿me recuerdas como hacerlo y así completo mi lista de hechizos?

Tomo muchas piedras pequeñas para lanzarlas una por una al lago. Estoy entretenido en eso mientras escucho hablar a James, entonces me giro y le hablo. Ese hechizo lo aprendí hace poco, si quieres yo te puedo enseñarlo. Digo con una sonrisa sincera. Cassius es un chico simple, aunque de cuna de plata.