Partida Rol por web

Sam acababa de ver su error cuando practicó el conjuro sola en la habitación. Los movimientos de varita de Morpho eran más precisos y sutiles, los suyos habían sido totalmente vagos. Sabía que el conjuro no tenía dificultad para ella, y así lo demostró cuando Morpho le lanzó el ataque.

Ettamálf dijo, consiguiendo que la radiación del poderoso hechizo no hiciera efecto.

Gracias, Morpho dijo la muchacha, bajando la varita. ¿Ves cómo podíamos sacarlo sin ayuda de nadie más?

Podemos ir a la biblioteca a ver si en algún libro hay algo horrible de lo que poder disfrazarnos continuó el chico hablando con Byron. ¿Qué te parece?

Pues sí, tenías razón, para qué negar la evidencia.

¿Vamos para el castillo ya?, aquí ya no hay nada que hacer - le dije a Sam.

Sí, me parece bien. Ya no voy a pasar por la biblioteca, no tengo ganas de estudiar dijo Sam, guardando la varita en su manga. Recordó que aún tenía cosas que hacer, pero eso sería desde su cuarto.

¿Vamos a cenar, Morpho? preguntó la muchacha, cogiendo sus cosas y empezando a caminar hacia el Gran Comedor.

Acompañé a Sam al gran comedor.

Asiento con la caveza y sigo a mis amigos hacia la naturaleza, nunca me ha gustadohacer trabajos físicos así, pero en una investigación hay que hacer trabajo de campo.

Sigo dándole vueltas a lo de la fiesta y a cómo la he cagado mientras investigamos, en mi caso compartiendo con mis compañeros si descubro algo interesante.

Me pongo a buscar por la tierra, buscando rastros usando mi experiencia en el jardín. Después de estudiar tanto el ciempiés en la teoría, creo que debería ser capaz de reconocer sus huellas y los signos de su presencia.

- No te imagino cazando bichillos en el jardín - comento de forma distraida, la idea mental de WWilliam con un atrapamoscas y unos pantalones cortos me hace reír.

- A mi también me ha gustado siempre la botánica, pero en menor escala. Tenía en mi habitación un par de macetas con plantas delicadas, pero cuando eestuve en el hospital se murieron, todos estaban demasiado preocupados como para cuidarlas bien, y ya después, sabiendo que vendría, no las repuse.

—Pues sí. Sobre todo cuidaba las plantas, pero también me interesaban los bichejos que había, y los pajarillos. Tengo en casa una libreta con mis descubrimientos. Me hice mi propia guía botánica y zoológica de mi jardín —digo, orgulloso—. Mola mucho, aunque esté mal que yo lo diga.

- ¡Hala! ¡¿En serio?! ¿Y no te traerías esa guía por casualidad, verdad? Suena realmente interesante. -Comentó mientras hundía sus manos en la tierra, tratando de encontrar algo. Luego escuchó lo dicho por Edward, y aunque dudó, finalmente se atrevió a realizarle la pregunta.- ¿Qué te ocurrió?

-Pues la verdad que mola lo que dices. ¿Y qué más da que no lo entiendan? Que le den a quién no lo entienda. Creo que es buena idea. Yo hay muchas cosas muggle que echo de menos. Creo que hacer algo muggle en un sitio como este tiene que molar.

Entonces miró el reloj. Parecía que se hacía tarde. Se levantó y se despidió de Perry mientras cogía algo de comida que había sobrado para cenar e ir directo al dormitorio.

-Creo que es tarde Perry. Si quieres podemos quedar mañana antes de comer por si necesitas ayuda con algo del traje. 

-Que descanses, Perry. Dijo antes de irse

— Sí, seguro que mola un montón — le digo a William mientras seguimos con nuestra pequeña investigación —. A mi siempre me han gustado más las plantas que los animales, las plantas se están quietas, no se mueven y te dejan estudiarlas y cuidarlas sin moverte del sitio, los animales en cambio son distintos.

Cuando Willow hace la pregunta, un escalofrío me recorre el espinazo al recordar aquél incidente.

— Tuve un accidente y estuve hospitalizado casi un año, por eso estoy tan débil y eso, pero ya me estoy recuperando.

Me giro hacia Edward con los ojos abiertos y la boca entreabierta. Así que eso fue lo que pasó... El sonido de la primera clase que compartimos me viene a la cabeza y empiezo a atar cabos. Así que fue un camión... o eso supongo por la bocina.

—Vaya... así que fue eso... ¿De tráfico? —pregunto—. Por tu Sonitus, lo digo... —reconozco—. No te he querido preguntar porque me daba palo... Lo siento. Siento mucho que te pasara eso. Y... no haberte dicho nada antes.

Perry sonrió por las palabras de Joey.

- Y seguro que a las serpientes les saca de quicio jaja.-El ravenclaw miró hacia la cuesta que llevaba al castillo.- Sí, es tarde. El traje no será muy complicado. Jugaba al baloncesto en la serie e iba de los Lakers. Pero creo que el padre llevaba gafas como estas así que yo podría ir de él. El problema es cómo hacer el pelo. Si pudiera hacer la pócima sería genial, pero si no, ya nos apañaremos. Por mí bien, nos vemos mañana, pero ¿dónde?

- Vaya... yo también lo siento mucho -durante un momento apretó levemente el ciempiés monstruoso que había encontrado, como si quisiese protegerlo- ¡pero me alegro de que estés mejor!

Frunció los labios sin saber qué más decir, así que simplemente siguió examinando el ciempiés y asintió cuando William habló.

Asiento con la cabeza hacia el chico y recuerdo aquel impacto, el dolor y el miedo.

— Sí, fue un... Un camión— digo no sin cierta dificultad por recordar —, y efectivamente creo que el último sonido que escuché antes del accidente fue el que conjuré con el sonitus, de ahí que me asustara — explico intentando mostrarme calmado y racional, muy distinto a como me siento.

Al escuchar lo que dicen finalmente el duo Will, me encojo de hombros fingiendo indiferencia, nada más lejos de la realidad.

— Gracias, pero ya estoy mejor, me voy recuperando bien, así que nonpasa nada. Y es normal no preguntar, Will, no sabías si podias estar preguntando por algo que me molestara.

Después de eso seguimos con la investigación hasta que se hace demasiado tarde y volvemos dentro.

—Bueno, lo importante es que estás bien, recuperado, y aquí con nosotros; y vas a seguir recuperándote bien como que me llamo William Pollock —digo—. Bueno, sigamos —añado, riéndome un poco, y sigo hasta que sea la hora de ir a comer.

Sonrió y al igual que sus dos compañeros siguió con lo suyo hasta que se hizo tarde.

- Menos mal que os quedásteis, si llego a estar yo sola seguro que me olvidaba de la hora y me quedaba sin cenar.

Quedemos aqui mismo. Dijo mientras se iba

- De acuerdo. Aquí nos vemos.