- Eso no es excusa...- alcanzó a decir tras el inesperado gesto de la chica, que solamente ayudó a acentuar el tono rosado de sus cachetes. Mircea creyó escuchar por un momento la inocente y agua risita de las gemelas, como si realmente Orsolya y Erszébet estuvieran presentes en el Gran Comedor. Adoraban chinchar a su hermano mayor con carantoñas y abrazos que parecían interminables disfrutando, aunque jamás con mala intención, de la tensión que sacudía la nervuda figura de su hermano cada vez que las veía aproximarse a la carrera. No sabía tratar con las chicas, aún más tras los años de aislamiento que sufrió tras el incidente en la mansión familiar en Rumanía, y ellas lo sabían.- Pero me esforzaré por estar a la altura.
Finalmente el director comenzó su discurso, aunque hacía ya varios minutos que el muchacho daba rienda suelta al frenesí gastronómico que llevaba aguantando desde el inicio de la cena, aunque haciendo gala de una educación exquísita. Una vez satisfecho, y atendiendo a las últimas palabras y advertencias del director se levantó para dirigirse hacia el grupo de prefectos de Hufflepuff que los llevaría a la Sala Común.
Sonrió aún algo avergonzada a Mircea y entonces la voz del director interrumpió lo que iba a decir, fuera lo que fuera que tenía en mente.
-Ouh...nos...eh..vamos- musitó algo aturdida por el inmenso revuelo de todos los alumnos incorporándose en sus mesas y los gritos de los prefectos que exigían ser seguidos por los nuevos alumnos.
Los imitó poniéndose en pie y miró a sus compañeros vacilando antes de poner rumbo a su sala común, iría directa al dormitorio, había sido un día muy largo y seguro que su abuela querría que le escribiera enseguida... aunque fuera para responderle echandole en cara hasta lo más mínimo.
Las palabras del director eran la señal para que los niños se marchasen. Me levanté, después de haber cenado lo suficiente como para estar lleno varios días, y acompañé al resto de alumnos hasta donde estaban nuestros prefectos. Ellos nos llevarían hasta nuestras Salas Comunes. Me sentía... ¡muy emocionado!
- ¡Qué bien! ¡Ahora nos llevan a nuestra Sala Común! - exclamé - He oído que la clave para entrar en nuestra sala tiene algo que ver con la música. Mi hermano me ha contado que una vez alguien que no era de Hufflepuff intentó entrar y... ¡acabó bañado en vinagre!
Miro nerviosa como los profesores se van por su lado mientras los prefectos piden a los alumnos que los sigan. Tenía preguntas para los profesores que tendran que esperar, me muerdo el labio inferior impaciente pero tengo que comportarme y sigo a los prefectos.
¿Música? las... estuve a punto de decir monjas per me detuve. yo estaba ensayando para ser parte de una coral, pero decían que no era muy buena... espero no tener problemas para poder entrar.
Mircea tomó el asiento libre más cercano a la salida sin hacer caso a las remilgadas o animadas caras de sus compañeros de Hufflepuff frente al primer día de curso que les aguardaba. Quería llegar temprano a clase para poder tener la oportunidad de escoger un buen asiento y no quedarse relegado a las filas traseras, donde tenía mayor oportunidad de distraerse con cualquier chisme o ruido que le llamase la atención. Por tanto, no tardó demasiado en reunir dos tostadas con mermelada de arándanos, un plátano y dos vasos del más exquísito zumo de mango que hubiese probado jamás. Como colofón, además de servirse otra ronda de zumo por mero capricho, también hizo suyas dos onzas de chocolate con almendras, que le aportarían energía y estímulos necesarios para las clases.
Una vez saciado y limpias sus manos de cualquier migaja o pringue, se levantó y volvió a apretar contra sí su sombrero para encaminarse a la Torre de Adivinación.
Llegó junto con Sara al comedor, buscando un sitio donde sentarse y que pudieran desayunar.
-¿Fabef po' onde fe llega a la clafe?-preguntó con media tostada almacenada en el carrillo.
Entro en el comedor con Daphne, me siento a la mesa y antes de coger nada agarro mi crucifijo para rezar una pequeña oración de agradecimiento por los alimentos que ibamos a comer. Cuando termino la oración miro a Daphne.
No se habla con la boca llena... Le digo con un ligero tono de reprimenda cogiendo una tostada para untarle mermelada de fresa. No estaría mal tener un mapa o alguna manera de orientarnos, no tengo ni idea de a donde deberíamos ir. Digo despues en contestación
Traga el desayuno con dificultad y le da un trago a su zumo para ayudar a bajar la comida, tras lo que suelta un suspiro.
-Bueno, espera que...-alguien en algún lado da las indicaciones, como si no fueran las primeras en comentar que tienen su clase por ahí esa mañana-ah, miira que bien, ya sabemos llegar-sonrió antes de terminarse su tostada-cuando estés nos ponemos en marcha...
Llegué junto a Seth a la mesa del comedor. Parecía ser que las chicas se nos habían adelantado.
- ¡Buenos días, chicas! - comencé, sonriente - ¿Cómo habéis pasado la noche? Es raro dormir fuera de casa, ¿verdad?
Me senté junto a Sara y Daphne y comencé a untar una tostada con mermelada mientras mi mirada voraz observaba todo lo comestible que había en aquella mesa.
- Guau, tengo tanta hambre que me comería un... elefante. Sí, un elefante - solté mientras me llevaba la tostada a la boca - Mm... ¡Fresa! - la verdad era que no sabía con qué había untado la tostada hasta que la había probado.
Filipp llegó corriendo al comedor y vió que todavía había varios alumnos desayunando. Algunos se le quedaon mirando. "Buff, menos mal" pensó al tiempo que dejaba de correr y empezaba a caminar rápido. Vió a sus compañeros de 1º, que ya estaban todos desayunando, y fue a sentarse con ellos.
Hola - les dijo mientras se sentaba y alargaba la mano a la vez para coger un panecillo. Se sirvió zumo, comió tostadas, probó el bacon, y se tomó un muffin. Casi se atraganta tres veces.
¿Me esferáis? - les preguntó. Acafo ahora -dijo con la boca llena. Todavía no sé donde está la torre de Adivinación, pero podemos preguntar por el camino - dijo una vez hubo tragado, mientras se limpiaba con una servilleta. ¡Ah, por cierto! Buenos días - dijo con una sonrisa.
-holaaa-saludo afectiva cuando los dos niños se sentaron-la verdad es que dormir he dormido bien, pero sara ha tenido que aguantar mi madrugon nervioso-admite bebiendo de su zumo.-vosotros habeis dormido bien?
Enarca las cejas al ver el intento repetido de muerte por atragantamiento y se echa a reir.
-ves como no soy la unica que habla a veces con comida?-le dice a Sara bromeando-ouh, si, la torre de adivinacion, si, uno de...de.... Bueno, un mayor nos ha dicho por donde se va, asique podemos ir los cuatro juntos-echa mano hacia otra tostada, se la comera tal cual en lo que terminan.
Cruzó la puerta junto a Oliver. Seth se quedó unos instantes mirando la mesa de Hufflepuff sorprendido por la cantidad de manjares que había. Desde la puerta del gran comedor se fijó en Sara bendeciendo la mesa, en Mircea sentado un poco separado del grupo, Daphne mucho más dicharachera que anoche, Oliver tomando asiento junto a las chicas... cuando de repente Filipp pasó corriendo a su lado en dirección a la mesa. Ya estaban casi todos desayunando.
Buenos días - Seth se acercó y se sentó en el banco junto a los demás. Se sirvió zumo de naranja y un par de tostadas. ¿Preparados para nuestra primera clase? Yo estoy deseando empezar. - Empezó a comer con su característica elegancia.
He tenido que corregir la entrada, pero se suponía que yo llegué junto con Oliver.
Los compañeros van llegando a la mesa, varios hablan con la boca llena.
Que haya más que lo hagan no quiere decir que este bien hacerlo. Le replico a Daphne. Parece que Daphne averiguo donde era la clase. Pense que adivinar donde era la clase sería la primera lección. Digo divertida antes de acabar mi zumo.
El comentario me hizo reír. Lo malo fue que tenía media tostada en la boca y casi me atraganto. Tosí varias veces y seguí riendo. Acabé de masticar la tostada y me la tragué.
- ¡Esa ha sido buena! - respondí mientras me servía zumo en un vaso. Tampoco sabía de qué era, pero toda la comida que había en aquel castillo parecía ser deliciosa - Yo no creo que tarde mucho más - dije mientras me llevaba el resto de la tostada a la otra y untaba otra con la misma mermelada.
¡Era una máquina de comer!
Se sirvió un culín de otras dos bebidas que había en la mesa de diferentes colores para probar el sabor.
- Yo ya acabé... - la verdad es que ver a sus compañeros comer... le estaba recordando a Los Simpson - Os espero.
Se puso a jugar enroscando un dedo en los tirabuzones dorados con su mochililla colgando de un hombro en lo que esperaba, balanceando los pies en el aire distraída.
-¿Mircea no ha salido aún del dormitorio?-curioseó extrañada de no ver al niño que faltaba en el grupo.-llegará tarde si no se espabila...
Y eso seguro que quita puntos.
Está en la mesa desayuando. Mírale, está allí.
Mircea estaba sentado en la mesa, pero cerca de la puerta de salida.
Mircea ya ha posteado que se ha ido y ha entrado en adivinacion...
En realidad soy una ilusión onírica. Cuando despertéis descubriréis que Mircea no ha existido jamás XD
Filipp miró extrañado hacia donde indicaba Seth. Allí no hay nadie, Seth - le dijo Filipp. A lo mejor ya se ha levantado y se ha ido a clase... - elucubró.
Y quizá deberíamos hacer lo mismo - añadió. Aunque si ya sabéis cómo ir, está hecho.