Partida Rol por web

La sala común de Gryffindor está localizada en la Torre de Gryffindor, la entrada está localizada en el séptimo piso y está custodiada por el retrato de la Dama Gorda, que utiliza un vestido rosa. Ella permite la entrada solamente si la clave es la correcta (cambia regularmente). Tras ella se encuentra una gran sala llena de grandes armarios, mesas, y un pizarrón donde los estudiantes encuentran noticias, anuncios, avisos de pérdida, etc. Una ventana mira hacia afuera, a los terrenos del castillo, y una gran chimenea domina la pared. Es muy reconfortante y los estudiantes de Gryffindor se reúnen para estudiar, celebrar o relajarse.

Existen dos escaleras, cada una dirige al dormitorio de los hombres y las mujeres respectivamente. Las escaleras de los dormitorios de las chicas están encantados para convertirse en un tobogán si un chico intenta subir por ellas, esto no pasa en las otras escaleras, puesto que se entendió que las chicas eran más de fiar que los chicos, por lo que Hermione podía subir al dormitorio de los chicos.

A traves de las escaleras que se movian fuimos a parar a la sala comun de Gryffindor. Tras el cuadro de la dama gorda la contraseña fue dada y pasamos hacia la sala comun como si nada, al entrar alguien esperaba por mi, era mi gato Sinuhe que cuando me ve viene corriendo y se me mete dentro de la tunica.

-Hey!

El muy hábil había encontrado los bocadillos que le había traído de la cena del gran comedor, al encontrarlos toma uno y sale de mi túnica para comer en el piso.

-¿Estas seguro que en tu vida pasada no eras ladron?

Le digo al pequeño felino mientras me agacho para acariciarlo mientras comia.

Tras entrar a la sala común, Alexandra abrió los ojos como platos, mirando a su alrededor absorbiendo cada detalle y riendo emocionada, antes de mirar a sus compañeros con los ojos brillantes - ¡Es alucinante! ¿no creéis? ¡vamos a verlo, vengaaa... - dijo arrastrando a Nikolay a través del cuadro, para empezar a fisgonear por los rincones.

Acto seguido, sin darse cuenta, enfiló hacia las escaleras de los dormitorios femeninos para ver la habitación, todavía cogida de la mano de Nikolay, y empezó a subir antes de que las escaleras se convirtieran en un tobogán y cayesen los dos al suelo de la sala común.

Habían llegado y Nikolay estaba nervioso... muy nervioso, las escaleras le dieron pavor al principio, se tuvo que agarrar a la barandilla para no caerse, su hermanastra le había avisado, luego al llegar al cuadro Alex le había cogido de la mano y arrastrado hasta dentro, a lo que el solo pudo responder con un quejido leve, menuda fuerza la niña.

Una vez dentro cuando parecía que ya estaba frenada y yo estaba mirando la sala, volvió a tirar de mi y al subir las escaleras estas se hicieron una rampa y caímos ambos, al final ella estaba encima de Nikolay y a este le dolía mucho la espalda, menuda caida

- Au... ¿pu... puedes quitarte... por favor?-

Levantándose nerviosa, Alexandra se ruborizó hasta las orejas y balbuceó - Lo... lo siento, Nikolay... ¿estás... bien? -, antes de coger su mano y ayudarle a levantarse, para acto seguido, salir corriendo hacia las esclaeras de los dormitorios femeninos, aunque rápidamente volvió a bajar, todavía ruborizada y dijo - ¡¡¡Buenas noches a todos!!! nos vemos mañana... - antes de volver a subir rápidamente por las escaleras hasta el dormitorio, casi resbalándose escaleras abajo en el proceso.

-Buah, genial. Ahora mismo me lanzo en la cama, que estoy agotado.

Impresionante el lugar. Estaba más allá de las escaleras móviles, y del cuadro de la dama gorda. Aquello estaba lleno de tapices, y muchísimo mobiliario, gente y ruido. Recogí mis cosas, y seguí por las escaleras que me tocaba subir, pensando que algún día subiría el de las chicas solo para que se convirtiera en tobogán...

-Buenas noches, Lex. Chicos, nos vemos arriba. Y no te preocupes, Niko, que Spike es buen chico y no atacará...

Tras esto, subí las escaleras hacia mi habitación.

Le dan un poco de miedo las escaleras giratorias esas que han tenido que pasar hasta llegar frente al cuadro de una señora gorda, con vestido rosa, y que además se mueve como si tuviese vida propia... bueno, como todos los demás cuadros que han visto en su ascenso. Tras decir la contraseña se encuentran con una increíble sala adornada con los colores rojos y dorados y con una cálida chimenea. Entra tras sus compañeros y lo mira todo para quedarse con los detalles.

Pero decide que es mejor acabar de descubrir todos los detalles mañana con la luz del sol porque ahora ya está cansada debido al viaje y a la llegada al castillo. Se dirige a las escaleras de los dormitorios de las chicas y espera a que Alexandra y Nikolay desbloqueen el camino y vuelvan a ser escaleras.

Nikolay se levanto dolorido cuando vio a Tabetha esperando a subir, se puso recto mientras le repetía una y otra vez que lo sentía, rojo como un tomate por la situación que todos habían visto luego intento ir al dormitorio masculino pero su hermanastra le bloqueo el paso, abrazandolo.

- Pero que rápido te has echado novia y yo que pensaba que tardarías al menos dos años. Así me gusta Nikolay, tranquila te la cuidare- le dio un tierno beso en la frete mientras le deseaba Dulces sueños, Pero Nikolay se giro y negó repetidas veces.

- No es mi novia, boba- y corrió a su habitación, recordaba como se las gastaba su hermana cuando le decía boba y en el dormitorio masculino estaría a salvo.

Diana miró la sala común satisfecha, era acogedora y cálida, estaba segura que esa habitación sería el eje de las aventuras que estaban por llegar, se dio cuenta de que había un tablón con las asignaturas que empezaría a estudiar a la mañana siguiente, tomó nota mental de ellas y siguió a las demás chicas para entrar juntas en el dormitorio femenino.

Recorri un poco el lugar, me sente en uno de los sillones de la sala comun de Gryffindor. A mi lado, sobre una mesita habia un libro que alguien habia dejado.
"Historia de Hogwartz", me puse a leerlo un poco ya que estaba aburrido mientras Sinuhe se alimentaba y hacia un ronroneo.

Diana llegó por fin a la Sala Común de Gryffindor, en aquella ocasión sólo se había perdido una vez, las escaleras la habían conducido a un pasillo lleno de cuadros donde un cortes caballero se ofreció a conducirla por el camino correcto, durante el trayecto se había reido mucho con aquel cuadro pues no hacía más que decir "Malandrines" y cosas sobre el honor y las damiselas en apuros. Cuando la dejó junto al cuadro de la dama gorda salió corriendo de cuadro en cuadro encantado de haberla podido ayudar. Aún así Diana tuvo que esperar un poco sentada en el suelo y jugeteando con Vicky a que llegaran otros alumnos de Gryffindor para que le dijeran la contraseña de la Dama Gorda.

Cuando por fín entró, lo primero que hizo fue ver las clases que le tocaban al día siguiente, miró la mesa central y vio un libro, era sobre la historia de Howgarts, decidió sentarse junto a la chimenea y ojearlo un poco. Se preguntó como le iriía a Noah, hacia tiempo que no lo veía. Le gustaría preguntarle, si sabía algo sobre capas invisibles.

Diana bostezó, había sido un día muy ajetreado, seguramente sus compañeros de Gryfindor no tardarían en llegar, pero se le cerraban los ojos, así que decidió esperar a Eli, Tab y Alex en el dormitorio femenino. La niña volvió a dejar el libro sobre la mesa y se levantó, Vicky aleteó hacia su hombro y subieron juntas las escaleras.

Eli llegó a la sala común, Diana se debía haber ido ya al dormitorio o algún otro sitio, era una chica tan curiosa que a saber, Eli mientras ojeaba una revista sobre Quidditch, se moria de miedo sólo de pensar en volar en una escoba, esperaba a sus compañeros, hacia mucho que no veía ni a Joey ni a Noah, a lo mejor ahora venían...pero sobre todo esperaba nerviosa a Alex, igual sólo habían sido impresiones suyas.

Prácticamente de un salto, Alex entró en la Sala Común viendo que en ella sólo quedaba Eli, de su curso. Y mientras se acercaba a ella, saludándola, miró un par de veces alrededor, pues además de que no había tenido ocasión de despedirse de Nikolay, quería comprobar si es que Noah o Joey habían estado haciendo pellas en la Sala Común.

Viendo que su búsqueda era infructuosa, se sentó junto a Eli mientras la miraba con una sonrisa de disculpa. - Eli, yo... quería hablar contigo porque... creo que no hemos empezado con buen pie, no hemos hablado mucho, y me gustaría... si tú quisieras, claro... que fuéramos amigas. - dijo antes de sonreír esperanzada y cogerle una mano en gesto cariñoso.
La verdad es que Alex pensaba que había sido algo brusca con sus compañeras. Realmente quería hacer amigas, y esperaba hacerlas, pero se había sentido tan extraña a lo largo del día, incluso un par de veces se sintió tan fuera de lugar, que creía que había sido más antipática de lo que había esperado.
Mientras esperaba la respuesta de Eli, Alex sólo pensaba en que deseaba que no estuviera enfadada con ella, porque no quería que si tenían que pasar 7 años durmiendo en el mismo dormitorio, se llevasen mal. Ella era hija única, apenas tenía primos o primas, así que no estaba acostumbrada a convivir con niños de su edad, pero estaba segura de que si empezaban bien, ésos 7 años podrían convertirlas, prácticamente, en hermanas.

Eli no se podía creer, lo que Alex le había dicho, muy alterada y la voz medio entrecortada

Si, claro que si, yo pensaba que te caia fatal, ains que ilusión...bueno lo importante es que hemos hablado

Eli con su mejor sonrisa, va agarrada del brazo junto a Alex al dormitorio femenino de Gryffindor.

Junto a la dirección de la clase de Encantamientos, que os indicaba que estaba en la primera planta. También había una nota escrita en letra extraña.

"Muy importante tener pareja en esta clase para practicar el conjuro. Por favor, entren con su pareja y sientense juntos, no es necesario perder más tiempo en la clase del que ya perderemos en que aprendáis a manejar el hechizo".

Atte: Profesora Green.

Entra en la sala común tras decir la contraseña y se acerca a uno de los sillones que hay frente a la chimenea. Deja la mochila tirada por ahí, coge un cojín y lo abraza. Las primeras clases en ese colegio le han gustado, pero que tengan una clase como esa para niños de primero... y no solo para niños de primero, ¡para niños de todos los cursos! ¿Les están preparando para la guerra o qué? Si es así, prefiere irse a casa y volver a su colegio normal. Sí... tal vez debería escribir a sus padres para contárselo.

Nikolay entró en la sala común y dejo las cosas apoyadas en uno de los sofás y miró a Tabatha, se acerco a donde estaba y se sentó a su lado, al principio no quiso decir nada, pero finalmente solo le salieron unas pocas palabras.

-¿estas bien?- y como de costumbre su voz era débil y tímido, mientras miraba al fuego para no ponerse colorado o asustarse con cualquier movimiento que hiciera como solía hacer. Quizás no le apeteciera hablar, pero él lo intentaba, podía ver a su hermana amenazándole en algún lado si no ayudaba como un caballero.

-No quiero ir a esa clase... somos niños, no soldados...

Mira hacia delante. A pesar de su voz que ahora no se escucha mucho, parece bastante decidida en esa idea... ella nunca ha faltado a clase, pero si esa tiene que ser la primera vez, pues que lo sea. No cree que sea muy lógico que les enseñen esas cosas...

-Si el mundo mágico es así de peligroso, prefiero volver a mi vida normal... no quiero aprender a como hacer daño ni tener que defenderme de esos hechizos.

Nikolay comprendía a Tabatha, era una clase sin mucho sentido o con mucho, dependiendo del punto de vista.

-No es para ser soldados... Los magos tienen que defenderse de cosas peligrosas en el mundo mágico... igual que en el mundo normal también las hay, pero también hay competiciones, no para matarse sino para demostrar quien es el mejor mago, al fin y al cabo... aunque es igual que ciertas cosas en el colegio- Se detuvo un segundo, su tono de voz se volvía mas normal a medida que hablaba- aprendes muchas cosas que quizás nunca vuelvas a usar, pero al menos las sabes y es un conocimiento mas... esto es igual, puede que no lo usemos nunca, pero es mejor saberlo, por si las moscas.

Se calló, pensando en que quizás dijo demasiadas tonterías.