Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

Sala Común: Hufflepuff

Cargando editor
25/08/2012, 15:16
Director

A la sala común de Hufflepuff se accede desde el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. Pasando delante del bodegón que forma la entrada a las cocinas, se encontrará una gran pila de barriles en un hueco oscuro en la piedra a la derecha del corredor. El segundo barril empezando por abajo, en medio de la segunda fila, se abrirá si se golpea al ritmo de Helga Hufflepuff. Como método de seguridad para disuadir a los estudiantes que no son de Hufflepuff, si se golpea el barril incorrecto o se golpea un número incorrecto la tapa de uno de los otros barriles se abre y ducha a la persona con vinagre. La sala común esta llena de armarios, banderines amarillos y probablemente un pizarron donde los estudiantes colocan todo tipo de información, como: noticias, avisos de perdida y hallazgo, posters, etc.

Los dormitorios de Hufflepuff están localizados en el sótano, con puertas perfectamente circulares que salen de la sala común hacia estrechos túneles, uno de ellos se dirige al dormitorio de las chicas, mientras que los otros hacia los de los chicos. En cada dormitorio hay cinco camas, presumiblemente decoradas con cortinas amarillas y afiches de Hufflepuff.

Notas de juego

 

Huffelpuff Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo
Horario Adivinac DCAM Transform Duelo  Transform DCAM LIBRE
Mañana       Mágico 2      
Horario Artes CCM Duelo  Encantam Duelo  Vuelo LIBRE
Tarde Quimér   Mágico 1   Mágico 3    

Asignaturas:
Adivinación
Artes Quiméricas
DCAM (Defensa Contra las Artes Mágicas)
Encantamientos
Duelo Mágico
CCM (Conocimiento de Criaturas Mágicas)
Vuelo

Cargando editor
26/08/2012, 20:07

Seth se quedó maravillado con la sala común de  Hufflepuff. A pesar de no gustarle la casa, tuvo que admitir que le sorprendió este sitio. Tenía una luz que entraba por los ventanales que irradiaba comodidad y grandeza a pesar de ser la única casa cuyo salón y dormitorios eran subterráneos, bajo el castillo. Comenzó a sentirse como en casa; tal era así que se dirigió a los dormitorios para terminar de ver los aposentos de Hufflepuff y descansar tras el ajetreado día, no sin antes echarle una ojeada al horario de clases y memorizarlo (tenía muy buena memoria).

Se encaminó a las habitaciones de Hufflepuff.

Notas de juego

Se supone que ya estamos aquí chicos.

Saliendo del salón principal Hufflepuff, y dirigiéndose a los dormitorios masculinos.

Cargando editor
27/08/2012, 19:57
Out(H) - Oliver Blackwood

Tras comprobar cómo se abría el acceso a la Sala Común de Hufflepuff y hacer alguna que otra pregunta al prefecto que los había guiado sobre el tema de los barriles y los baños de vinagre me permití observar detenidamente el lugar. ¡Era muy acogedor!

- Me encanta esta sala... Es... ¡Es genial! - comenté al resto de compañeros. Realmente no sabía cómo eran las demás ni si la nuestra era mejor o peor que las otras, pero a mí me encantaba. 

Seguí avanzando hacia el dormitorio, siguiendo a Seth que había sido el primero en entrar. 

Notas de juego

Entro también en los dormitorios.

Cargando editor
28/08/2012, 12:15

Filipp alucinó con el sistema de entrada. ¡Me encanta! - exclamó con una sonrisa al ver que debían pasar por un barril. Nada más atravesarlo entró a la sala común de Hufflepuff. Es como de cuento - dijo a sus compañeros.

Tras curiosear por la sala común, Filipp siguió a sus compañeros hasta el dormitorio.

Nos vemos mañana - les dijo a las chicas antes de irse. Buenas noches.

Cargando editor
29/08/2012, 01:18
2ºH - Mircea Padurearu

El muchacho no pudo evitar arrugar la nariz ante el ocurrente sistema ideado para evitar intrusos indeseados. Aunque reconocía su ingenio y sencilla originalidad, una parte de sí mismo no estaba de acuerdo. Como muchos otros, detestaba percibir el característico hedor agrio del condimento en su estado natural; situación que había aprovechado su madre en ocasiones para espantarlo junto a sus hermanos cuando necesitaba dedicarse por completo a las labores domésticas. Petru siempre estallaba en carcajadas cada vez que los veía salir pitando de la cocina con los rostros contraídos en una desagradable en sus infantiles facciones.

Mircea no podía evitar imaginarse lo que ocurriría si llegaba a equivocarse con los toneles o el ritmo en el que había que golpearlos. Un baño de vinagre que acabaría por convertir al desafortunado en algo menos que un paria para cualquier alumno que se cruzase en su camino. Decidió que lo aprendería de memoria para evitar cualquier riesgo.

Una vez en el interior de la estancia, contempló como hacia justicia a la humildad y sencillez de la que la Casa había hecho gala desde sus inicios en tiempos de los Cuatro Fundadores. Se sentía cómodo, lejos de cualquier tipo de adorno o decoración innecesaria que pudiesen albergar las otras Salas Comunes. Asintió satisfecho, sin quererlo, ante aquella pequeña muestra de "austeridad".

- Buenas noches.- dijo, despidiéndose de sus compañeros y del prefecto, mientras trataba de esbozar una media sonrisa para la chica que durante un breve instante le había abrazado el brazo con anterioridad. Aún azorado, Mircea agradecía el gesto. Quizás nunca lo reconocería, dado su carácter silencioso y taciturno, pero había logrado infundirle ánimos.

Cargando editor
30/08/2012, 11:30

Llegó el primero de los nuevos alumnos de Hufflepuff a la sala común. Le preguntó indicaciones a uno de los veteranos de la casa para llegar a la sala de adivinación de la señorita Lovegood y se quedó pensando si esperar a los demás compañeros o dirigirse él mismo hacia el gran comedor y hacia el aula... (normalmente habría ido él solo, pero...) "esperaré al menos a Oliver que ya estaba casi listo".

Cargando editor
30/08/2012, 11:36
Out(H) - Oliver Blackwood

Salí de los dormitorios y me encontré a Seth pidiendo indicaciones para ir a la clase. Me emocioné porque por fin podríamos comenzar a hacer magia, pero entonces me rugió el estómago. Estaba... esto... hambriento.

- Vaya, qué hambre que tengo... - comenté - ¿Ya sabes llegar a la clase de Adivinación?  

Volvió a rugirme el estómago, me llevé las manos a la barriga y sonreí, algo avergonzado. 

- Creo que será mejor que vayamos haciendo marcha. 

Notas de juego

¿No deberíamos, quizá, desmarcar a los compañeros que no están con nosotros?

Cargando editor
30/08/2012, 11:57
2ºH - Mircea Padurearu

Mientras ascendía los peldaños que comunicaban la Sala Común de Hufflepuff con los Dormitorios tuvo la suerte de encontrarse con un alumno de tercer año. Se había dirigido a él cortesmente, preguntándole si tenía la amabilidad de indicarle la manera más rápida para llegar al aula donde la profesora Lovegood impartía sus clases. Con una sonrisa afable, éste le explicó el recorrido a seguir de la forma más sencilla posible, ofreciéndose a repetirlo una vez más por si al muchacho se le había escapado algo.

Acompañando su agradecimiento con una ligera inclinación de cabeza, Mircea se despidió del chico y terminó de ascender las escalinatas. Para su sorpresa dos de sus compañeros ya estaban allí, preparados para iniciar la marcha hacia dos posibles destinos: el Comedor, lugar a donde él se dirigía, y la clase de Adivinación en la que acabarían por reunirse todos.- Buenos días.- les saludó, inexpresivamente y con voz serena, al tanto que se disponía a salir de la Sala Común sin dejar de repetirse mentalmente las instrucciones de como llegar a su destino.

Cargando editor
30/08/2012, 13:08

Tras los "buenos días" de Mircea, Seth respondió con otros - Buenos días Mircea... y vió como Mircea salió de la sala... sin esperarlos. A Seth le extrañó también no haber visto a ninguna chica en la sala.

Ya sé llegar a la clase Oliver, pero antes vamos al salón comedor que me muero de hambre - Seth y Oliver se encaminaron a la gran sala para desayunar. Por el camino hablaron sobre cómo imaginaban que serían las clases y sobre adivinación.

Notas de juego

Creo que deberíamos desmacar a los alumnos que no estén. Efectivamente.

Cargando editor
30/08/2012, 13:27

Por el camino...

- ¿Por qué crees que es tan distante Mircea?. Yo me consideraba frío y distante antes de llegar al colegio, pero creo que es necesario y bueno hacer amigos.

Cargando editor
30/08/2012, 14:00
Out(H) - Oliver Blackwood

- Pues no lo sé, la verdad. Ayer en la cena no me pareció tan frío pero... Bueno, quizá le cuesta relacionarse con los demás - sonreí - Así que podríamos intentar ayudarle. Puede que nosotros tengamos que dar los primeros pasos. Luego se abrirá a nosotros, ¡ya lo verás!

Cargando editor
30/08/2012, 14:41

Creo que es mejor que le dejemos. Ya se acercará cuando lo considere necesario...

Notas de juego

(¿llegamos ya al comedor?)

Cargando editor
30/08/2012, 15:26
Out(H) - Oliver Blackwood

- Bueno, supongo que tienes razón - me mordí el labio inferior - Es que a veces soy un poco lanzado.

Notas de juego

Mejor que sí, vamos a comer.

Cargando editor
30/08/2012, 17:25

No sé como nos llevamos bien ... tú tan inquieto e impulsivo y yo tan tranquilo y pausado.

Notas de juego

A comer se ha dicho.

Cargando editor
17/09/2012, 18:25
2ºH - Daphne Relish

Daphne entró por el hueco del bodegón, tropezando torpemente contra uno de los sillones de la sala común.

-tssssssssssssssssss-siseó a disgusto frotándose  la pierna, pensando en la soledad de la Sala común.

Cargando editor
17/09/2012, 22:27
2ºH - Mircea Padurearu

Los músculos de sus piernas protestaban, agarrotados, por el titánico esfuerzo al que les había sometido tras salir como alma llevada por el diablo de la clase de Quimerismo. Aún deteniéndose en varias ocasiones para tomar el aliento, alcanzó la Sala Común de Hufflepuff en un tiempo récord. Sin embargo, forzar los límites de su cuerpo de una manera tan repentina acabó por pasarle factura. Mientras se afanaba en golpear en el orden correcto los diferentes barriles entre los que se ocultaba la entrada, le sobrevino la primera arcada.

El desenlace transcurrió en los baños de los dormitorios, en los que durante media hora Mircea trató de deshacerse del intenso hedor a bilis que se había adherido a su cuerpo. Poniendo excesivo cuidado en que ningún alumno de la Casa le pillase, se vistió con una muda nueva y se dedicó a lavar los pantalones y sus zapatos con fruición antes de dejarlos en la cesta de la ropa sucia. Cuando terminó, tomó su Guía de la Transformación para principiantes de su baúl y se encaminó a uno de los cómodos sofás que poblaban la Sala Común. Después de todo lo que había pasado, necesitaba distraerse urgentemente. Quizás una buena dosis de lectura le ayudara. 

- Da.. Daphne.- musitó cuando la vio tropezarse contra uno de los butacones en los que pensaba tomar asiento.- Eh... - la vergüenza y la timidez hicieron que sus palabras quedasen bloqueadas en su garganta. Aún así, el rumano logró articular palabra tras unos segundos de tenso silencio. Ella había sido la única chica de Hufflepuff que había iniciado contacto directo con él tras su llegada a Hogwarts; la primera en interesarse por su estado a pesar de su conducta distante y por ser consciente de que algo no iba bien durante la Clase de Quimerismo. Él pagó su preocupación huyendo como un cobarde, dejando a la muchacha con la palabra en los labios. Necesitaba darle una explicación. Superficial, se dijo así mismo, pero quizás suficiente como para poder ser perdonado.- ¿Po-podría hablar un momento... contigo? ¿Por favor?

Notas de juego

Siento la mierdaca de post que te estoy enviando, pero mi inspiración está de viaje y me duele la cabeza lo que no está en los escritos. Espero que sea aceptable para usted XD

Cargando editor
17/09/2012, 23:14
2ºH - Daphne Relish

-¡Ah!-se asustó dando un respingo que hizo alzarse y descender los bucles castaño dorados de la cría, que enrojeció visiblemente al ver que su torpeza no había sido pasada por alto.

Mircea ya había mostrado una parte de su carácter con los chicos con los que compartía dormitorio y seguro que estaba enfadado por lo pasado en Artes Quiméricas... fuera lo que fuera lo que había pasado.

Po-podría hablar un momento... contigo? ¿Por favor?

Daphne arrugó la nariz, haciendo que las pequitas del puente se agruparan sobre la piel, no sabía qué sería capaz el niño asíque se escondió como buenamente pudo al otro lado del sillón, asomándose lo justo para que se le viera la mitad superior del rostro, con sus enormes ojos azulados llenos de cautela.

- Lo siiento-dijo- no quería molestar antes...puedo irme... si, eso, puedo irme y-y te prometo que no voy a hacer nada nunca más-terminó con la voz casi en un susurro lleno de reparo. El niño le caía bien, se parecían un poco... aunque él tuviera el pelo más oscuro que ella. Aunque era completamente consciente de que el niño bien podría usar esa temible maldición vomita babosas de la que hablaba Seth para hacerla pagar por lo que sea que hubiera hecho... seguro. 

O peor, la convertiría en rana.

Cargando editor
18/09/2012, 10:26
2ºH - Mircea Padurearu

Las palabras de Daphne provocaron que Mircea clavara su huidiza mirada celeste, sumida en una mezcla de sorpresa y confusión, en las delicadas facciones de la muchacha, semiocultas por uno de los brazos del sillón tras el que se amparaba. ¿Molestar? ¿No hacer nada nunca más? ¿De qué estaba hablando? ¡Si era él quien había errado con su frágil y distanciado comportamiento! - Tú no has hecho nada malo...- respondió, quizás demasiado apresurado, tratando de hacerle entender que las cosas no eran como aparentaban. Nervioso como estaba, el rumano trató de hilvanar los inconexos pensamientos que circulaban por su atolondrada cabeza en frases coherentes que no confundiesen más a su interlocutora.- Tú.. tú has hecho mucho, mucho más que los demás...- exteriorizar sus sentimientos le costaba horrores, como evidenciaba el paulatino enrojecimiento de sus pálidas mejillas.- A pesar de ser tan distante, a pesar de mis esfuerzos por no destacar y permanecer inadvertido. Tú te has preocupado por mí. Y te lo agradezco. Mucho.

Sus últimas palabras quedaron relegadas a un suave susurro, remarcado por el acento extranjero siempre presente cada vez que Mircea hablaba. Cuando era presa de los nervios, el ligero deje indoeuropeo teñía sus frases con más fuerzas.- El que tiene que pedirte disculpas...- suspiró, tratando de sobrepasar las barreras que la timidez y el miedo a que lo despreciaran imponían entre ambos.- soy yo. Lo siento mucho, Daphne. No tenía que haber salido corriendo de clase, pero no pude evitarlo. Tuve miedo, mucho miedo...- sus ojos no pudieron seguir manteniendo el contacto, perdiéndose entre el movimiento oscilante de las llamas que poblaban la chimenea. Su cuerpo le pedía a gritos salir de allí, parar con aquella locura; pero su educación y el recuerdo de su padre le obligaron a presentar batalla. Ya había hecho bastante el ridículo. Como primogénito de la familia Padurearu, su deber era luchar.

Cargando editor
18/09/2012, 15:24
2ºH - Daphne Relish

No entendía nada de lo que le estaba diciendo Mircea, es decir, era evidente que el niño rumano se sentía mal por lo ocurrido, aunque no explicara el por qué.

Se va a ir, pensó la niña con un súbito ataque de pánico al ver la turbación que sacudía el cuerpecillo de Mircea. Antes de darse cuenta de lo que hacía, se había adelantado  abandonando su refugio para coger  una de las manos de su compañero entre las suyas, sin obligarle a mirarla.

-No te vayas-dijo con su vocecilla mientras el azul del iris se oscurecía por la tristeza. Tristeza que le transmitía el malestar de ese niño que tampoco llamaba la atención y que al hablar parecía arrastrar las palabras con el acento de su hogar, cincelándolas en vez de pronunciándolas.

Las manos de Daphne estaban frías, pero le sujetaban con firmeza intentando resultar confortantes.

-No tienes que tener miedo, no estás solo...-miró a su alrededor un instante, por si venía alguien, ya fuera un alumno mayor o alguno de primero, segura de que Mircea acabaría huyendo de nuevo si aparecieran en ese momento, como un cervatillo huye del quebrar de las ramas en el silencio.

 

Cargando editor
19/09/2012, 19:55
2ºH - Mircea Padurearu

La repentina aparición de un tacto frío cerniéndose entre una de sus manos le sobresaltó. Cuando volvió los ojos, sorprendidos y confundidos por aquel inesperado gesto, Mircea fue capaz de sumergirse en el azulado océano que se extendía en la mirada de la chica; percibiendo la preocupación y la tristeza imbuida en sus oscuras pupilas.- Yo... No quería...- era mentira. Aunque sus pies se hallaban anclados en tierra, el resto de su desgarbada figura libraba una desesperada figura contra su voluntad en pos de conseguir salir despavorido de allí. Sin embargo, la acción de la chica le conmovió a la par que detuvo en seco los impulsos de su cuerpo por salir huyendo y no mirar atrás.- Gracias, Daphne. Gracias.- dijo, esbozando una sonrisa cargada de gratitud, tras haber controlado nuevamente el ritmo de su respiración. 

- <<"Es ahora o nunca, Mircea">> .- la voz de su padre resonaba desde su interior, instándolo a aunar la fuerza suficiente como para dar el primer paso hacia el cambio.- <<"Recuérdalo siempre, fiul meu. No importa la pureza de nuestra sangre, sino lo que somos capaces de conseguir con ella.">> .- las palabras de su progenitor le infundieron el valor suficiente como para hablar.- Estoy... estoy enfermo, Daphne.- admitió, bajando la mirada durante unos instantes.- No es mortal, ni tampoco física, sino más bien es algo mental. Un trauma psicológico, creo que lo llaman.- llegaba la hora de disfrazar la verdad un poco, adecuándola lo suficiente como para que correspondiese con lo ocurrido en la clase de Quimerismo.- Una fuga de gas provocó una explosión que mató a mi padre y a parte del servicio personal que se encontraba con él en aquel momento. Recibí un fuerte impacto en la cabeza que hizo que me desmayara, no sin antes contemplar su maltrecha y agónica figura tirada en el suelo y sangre. Sangre por todas partes. Desperté en San Mungo, el estallido había afectado a una de los pilares principales de mi mansión condenándola definitivamente.- suspiró, tomándose una pausa para tomar aire y poder proseguir, esta vez mirando a Daphne directamente a los ojos.- Mi madre y tío Petru consiguieron sacarnos a mí y a mis hermanos a tiempo. Y decidieron quedarse a vivir en Londres hasta que mi estado evolucionase. El shock resultó demasiado para mí, me dijeron, y pase varios meses inerte, más muerto que vivo. Cuando me recuperé, tardé dos años en superarlo de manera que no influyese demasiado en mi vida, pero hay veces en las que la sensación de estar allí vuelve. Sí.- asintió ante las posibles suposiciones que podrían estar discurriendo por la mente de la chica.- el sonido que provocó mi Sonitus fue una imitación del estruendo causado por la explosión.

Se permitió hacer un descanso, aguardando por si ella quería preguntarle algo.