Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 6- La Pesadilla Interminable.

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10/09/2018, 19:27
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

No fue muy largo el tiempo que transcurrió ente que Velkan recibiera el recipiente con la pócima y que lo engullera. Lo hizo como hacía todo, de una forma carente de elegancia o modales. Cuando terminó la bebida observó sus heridas y con fascinación comprobó como poco a poco todas ellas iban desapareciendo hasta no dejar ni rastro. La sensación de recuperación no fue completamente inmediata, pero tampoco tardó mucho, unos instantes después el bárbaro del clan Gorra Roja volvía a estar en plenas facultades. Para comprobar su correcto estado se fijó en su brazo y flexionó el bíceps un par de veces, se volvía a sentir fuerte y vivo, estaba listo para lo que llegara.

Estoy preparado por mi parte podemos seguir. Subiré el primero y os ayudaré a subir al resto ¿vale?

Mientras decía eso se acercó a la zona de subida y se preparó para la posible escalada. Estiró sus músculos y flexionó varias veces sus piernas atento por si alguno de sus compañeros comentaba algo al respecto.

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11/09/2018, 04:22
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

La escalera improvisada está lista y el grupo está decidido a trepar por ahí para poder acceder al piso superior. No tengo ni una remota idea de qué es lo que nos encontraremos ahí arriba pero lo que han mencionado es de una criatura que vomita nieblas amarillas. No creo que un ser así sea algo natural y temo que es alguna clase de aberración que debemos borrar de la existencia sin piedad.

"Me sentiré honrado de poder acabar con una abominación impía como esa, probablemente una de las responsables de nuestro aprisionamiento en este sitio."

Pues solo me queda creer que esas nieblas son alguna clase de magia impía pues dudo mucho que este encierro y traslados siga la voluntad de algún dios de buen corazón.

Pero no es momento de detenerse en esos pensamientos sino en avanzar de alguna forma. Velkan trepa rápidamente y sin mucha dificultad mientras envaino mi cimitarra y mi escudo a la espalda para así no tener su estorbo. Hago acopio de toda la habilidad que tengo para trepar y comienzo a elevarme a través de las superficies que hemos apilado hasta que llego a la saliente. Me cuelgo con mis manos y uso toda mi fuerza para elevarme en un gran impulso. Rápidamente, llego a la parte de arriba sin ayuda de nadie.

Me pongo de pie y me muevo para dar espacio al resto, orgulloso y seguro de que todas mis aventuras me han vuelto mucho más fuerte que antes y decidido a no permitir que terminen aquí. No moriré aquí y nadie más lo hará si puedo evitarlo.

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13/09/2018, 03:33
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Mis ojos se posan alrededor y veo que estoy sobre una torre. Alrededor, hay nieblas amarillas y una figura que parece estar entre ellas, de seguro el enemigo. No soy capaz de distinguir bien su forma pero la presión de saber que el enemigo está ahí mismo me hace preparar mi escudo y desenvainar mi cimitarra rápidamente, preparado para la lucha.

"No me tomará por sorpresa. ¡Sarenrae nos protege aun en esta absoluta oscuridad!"

Pero no todos los compañeros han subido aún. Veo como las sombras nos envuelven y que la única fuente de luz es un pequeño farolillo que cargamos. No puedo permitir que la falta de iluminación sea un problema para el grupo solo por el miedo de soltar mi arma frente al enemigo.

"¡Vamos Janos! ¡Aún estás a tiempo de hacer lo correcto!"

Suelto mi cimitarra y pongo mi mano sobre el frente de mi escudo mientras elevo una plegaría en voz baja a mi diosa pidiéndole por la luz que guía nuestros pasos en medio de la oscuridad. Con su infinita piedad, me brinda lo que solicito y mi escudo comienza a iluminar como si de una buena antorcha se tratase. Recojo mi cimitarra para comenzar a luchar ahora que mis compañeros han empezado a moverse.

Velkan incluso llega y lanza un ataque a lo que parece ser un humanoide, del que sale la niebla. Tormento de Tinieblas está en mi camino pero confío en que se moverá, pues planeo acercarme siguiendo esa misma ruta para comenzar con mi ataque.

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15/09/2018, 16:22
(SA) Gheorghe Mykas.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Todo aquello pasó, de nuevo sin que lograra ser de gran utilidad, aunque al menos había recibido algunos golpes por aquellos que sí estaban marcando una diferencia. Pero no le cabía duda de que, tarde o temprano, el momento de ser clave en la salvación de sus compañeros llegaría. De momento, se conformaría con su humilde papel.

Con aquel "hombre" que expulsaba nieblas muerto, esas malignas emanaciones amarillentas parecieron disminuir de manera más que sensible, algo que resultó en un alivio para todos. Sin embargo, parecía que aquella "niebla" era algo más que un fenómeno antinaturalmente colorido, pues de sus compañeros yacían en el suelo. Aunque al principio temió lo peor, pronto quedó claro que no se trataba de muerte, si no simple sueño. Aunque por lo que comentaban sus compañeros y la malignidad que flotaba en el ambiente, el mismo sueño podía ser terriblemente peligroso. 

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16/09/2018, 20:20
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Otro enemigo extraño se interponía entre ellos y la vuelta a casa. Velkan no dudó y se lanzó a la carga con la misma ferocidad que siempre. La niebla amarillenta que rodeaba al hombre no le asustó en un principio y la ignoró cuando lanzó su primer hachazo, bien colocado y preciso pero con menos fuerza de la que le hubiera gustado. El ser poseído se giró y le atacó con saña pero sin hacerle demasiado daño. El bárbaro estaba listo para sentenciar el encuentro con otro golpe de su hacha cuando un sueño invencible se hizo dueño de él y cayó al suelo aturdido. Cuando consiguió despertarse únicamente llegó a ver a Tormento de Tinieblas desnucando al enemigo. 

Molesto por haber caído ante tal embrujo Velkan seccionó la cabeza del muerto con un golpe de rabia y resopló tratando de expulsar cualquier resto de niebla amarilla que hubiera en su interior, aunque desconocía si con eso valdría.

Ahora a por Zandalus.

Fue todo lo que dijo tras acabar el combate y colocar el hacha en su hombro a modo de reposo. No prestó demasiada atención al muerto, ni a las consecuencias de la muerte.

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24/09/2018, 04:50
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

En una rápida sucesión de ataques, aquel humanoide que escupía nieblas cae muerto. Las nieblas amarillas dejan de salir de su boca y después de unos momentos, la densidad de aquellos gases comienza a disminuir no solo aquí sino que en todo lo que nuestra vista alcanza a mostrar.

Me pongo a examinar el cuerpo y no tiene ninguna clase de sentido lo que veo en él. Es como si se hubiese sometido a alguna clase de ritual de forma voluntaria y una gran cantidad de energías extraplanares se hubiesen metido en su interior y saliesen de alguna clase de "conducto" manifestado dentro de él. No lo entiendo, no me cabe en la cabeza, pero no hay nada más que pueda hacer aquí.

No ponemos de acuerdo para bajar nuevamente por las cuerdas y lo hago con ayuda de mis compañeros. Bajamos y recordamos los objetos que quedaron en la habitación con el paciente inconsciente:

 - "Yo te ayudo."

Le digo a Tormento de Tinieblas pues le ayudaré a cargar los objetos si necesita alguna mano adicional. Entramos a la habitación y lo que vemos es una cosa horripilante, mitad perro y mitad gusano, que babea gelatinas asquerosas y que bebe de las entrañas del paciente con una serie de zarcillos que salen de su boca. La imagen es tan repugnante que me quedo paralizado un momento hasta que entiendo que ese es el perro que dejamos atrapado y en realidad es un terrible depredador extraplanar.

Lanzo un corte con mi cimitarra pero no le causo suficiente daño pues parece que solo las armas bendecidas con la impronta del bien pueden atravesar su aberrante pellejo. Sostengo mi arma con fuerza e imbuyo su filo con las bendiciones de Sarenrae para que me ayude a luchar contra este oponente.

Avanzo raudo y consigo una posición ventajosa gracias a Enterrador. Lanzo un corte y consigo por fin dañar su carne, entendiendo que aquellos dones pueden dañar a este antinatural enemigo, que salpica sangre e icores nauseabundos en todas las cercanías.

Sin embargo, en un movimiento muy rápido, consigo pasar por entre todos nosotros y huir de la habitación. No sé a donde va pues no conozco nada de este sitio, ni donde estamos ni qué camino es seguro. No planeo seguir a una criatura por estancias desconocidas y peligrosas sin la guía de quienes ya conocen y han sufrido en el lugar. No soy yo quien debe decidir qué hacer a continuación.

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25/09/2018, 19:57
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Los problemas siempre vuelven, no se pueden dejar atrás esperando a que se solucionen solos. Aquello que parecía casi una frase de su autobiografía fue lo primero en lo que pensó cuando al descender se encontró con el perro que habían tratado de encerrar. El repugnante cambiante se había liberado de la jaula y les esperaba agitando su deforme cuerpo preparado para la batalla.

Velkan no llegó el primero, pero tampoco se echó atrás en sus ganas de acabar con aquel ser y agrandar la lista de oponentes muertos que daban sentido a su apodo. Agarrando su hacha con la fiereza que le caracterizaba y apretando con fuerza su escudo se fue a buscar a la bestia que estaba siendo rodeada por sus compañeros. No tardó en descargar el primer golpe que fue potente y bien dirigido, el bárbaro no tardó en notar que la piel del cambiante era más dura de lo habitual e incluso sus poderosos ataques se verían resentidos. Sin embargo eso no minó la moral del hombre que siguió buscando golpes para acabar con la bestia.

El cambiante se sintió superado y trató de escaparse pero no tuvo opción. Los golpes cayeron de todos lados y finalmente el hacha de Velkan acabó con el ser. No le dirigió una mirada más larga de dos segundos al cadáver y se dio la vuelta para ir en busca del escudo que habían desechado en el pasado.

Vayamos a buscar al doctor y luego a por Zandalus, ya no nos queda nada que hacer por aquí.

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30/09/2018, 14:50
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Desde que aquel tsunami de sangre les volteó y estuvieron a punto de ahogarse, una profunda melancolía se había adueñado de Anciano Sabio. A veces, cuando el grupo parecía pararse o se veía amenazado, el espíritu del joven sacerdote que un día se colgó la mochila y recorrió Ustalav para combatir la peste en aquellas aldeas a las que nadie quería acercarse emergía de nuevo. Otras veces la melancolía lo adormecía como el opio y se dejaba llevar como un viejo débil de mente perdida que necesitaba estar siempre acompañado. 

Así había ocurrido desde que terminara de curar al pobre enfermo que a la postre había sido la última comida del ente extra planar. Al oir las palabras del enfermo, Anciano Sabio supo que tenía que acabar con la amenaza de aquella criatura engañosa y sin embargo no hizo nada. Dentro de su mente se acurrucó en un rincón recordando las duras palabras de Enterrador que le acusaba de haberse convertido en un demente y un sádico. ¿Qué pensaría si acababa con aquel chucho aparentemente desolado e indefenso?. No debía haberle importado lo que pensase Enterrador ni los recién llegados Janos y Gheorghe, sabía que debía acabar con la criatura y sin embargo no hizo nada. Se dejó llevar.

Se dejó llevar hasta el onirogen, se distrajo al bajar de la torre y se golpeó la cabeza contra el suelo al caer, ahora se dejaba conducir en medio de los luchadores como un niño indefenso.

Y si dejase de andar. Y me limitase a levantar los pies del suelo y dejarme llevar como flotando entre los luchadores. - Pensó en la cima de su abandono.

Entonces sintió de nuevo la mirada del depredador desde los tejados. No sabía donde estaba, pero podía sentirlo en algún punto vigilándoles. El sacerdote no era un luchador pero todavía lo necesitaban, no podía fallarles. La consciencia de Sebastián Moro se hizo paso entre los pensamientos trastornados que querían adueñarse de su mente. Su mirada volvió a centrarse en escrutar los tejados mientras avanzaba y apretó su símbolo sagrado para sentir la presencia de Farasma, presto a recurrir a su poder para combatir de nuevo a sus enemigos.

-Tened cuidado. La criatura alada nos vigila. No os detengáis.

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30/09/2018, 20:58
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Desandar lo andando siempre era un proceso sumamente tedioso para Velkan, acostumbrado a vivir en la naturaleza las construcciones de los hombres se le antojaban rutinarias y normativas por norma general y esa vez no era una excepción. Aunque el pequeño matiz diferenciador en aquel manicomio era que en las zonas despejadas una peligrosa criatura alada acechaba. El matacambiantes casi esperaba a que la bestia se atreviera a trabar combate de nuevo, ahora se encontraba algo cansado pero casi en plenas facultades y tenía un combate pendiente que debía zanjar con aquel ser. No obstante el bárbaro sabía que aquel no era lugar para bravatas y no podía dejar por su orgullo alguno de sus compañeros quedara herido o mucho peor, muerto.

Consciente de todo aquello el miembro del clan Gorra Roja se ofreció para ir a la vanguardia mientras adoptaban la formación que anteriormente habían usado con buenos resultados, para disuadir a la bestia alada. Mientras Enterrador organizaba al grupo con cortas pero precisas instrucciones él se entretuvo en contemplar los salientes del edificio por si veía al enemigo apostado, acción que no le deparó demasiado éxito. Cuando todos parecieron estar listos el salvaje asintió.

Vamos, todavía queda lo más duro.

No era la mejor forma de alentar al grupo tras todo lo que había sufrido y padecido, pero Velkan no era de la clase de gente a la que se le da bien dar ánimos.

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01/10/2018, 13:43
(SA) Gheorghe Mykas.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Debían seguir avanzando. Aquel lugar, extraño y desolador, acabaría por devorarles si no lograban detener el mal que les acechaba. Y eso significaba encontrar a Zandalus y acabar con él y con el extraño culto que había logrado difundir en aquel lugar. Por desgracia para ellos, también implicaba hacer frente a toda clase de horrores extraños e incomprensibles. Criaturas y entidades que, seguramente, era mejor no comprender.

Por ello, siguieron adelante. Pues la única salida de la pesadilla era continuar adentrándose en sus profundidades. Y ahora, parecía que otro de los horrores les acechaba, a juzgar por las palabras del anciano sacerdote. Gheorghe aferró con fuerza aquella hachuela de plata, echando de menos su espada larga, pero listo para intentar golpear a lo que sea que se lanzara a por ellos. 

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02/10/2018, 03:50
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Salimos a lo que parece ser un patio interior del complejo, una suerte de claustro interno donde hay varios cadáveres en el suelo. No me imagino qué ha pasado aquí pero tengo completamente claro de que no puede haber sido nada bueno. Todos y cada uno de los que fueron al otro lado y nos comentaron las cosas que han estado ocurriendo aquí, tenían en común en su descripción que este lugar es lo más parecido a una pesadilla o directamente a alguno de los infiernos. Por lo que veo con mis propios ojos, todos y cada uno de ellos estaba completamente en lo correcto.

Velkan menciona que falta lo peor y supongo que se refiere a ese tal Zandalus.

"Entonces lo mejor será guardar mis recursos para aquella lucha pues ya dejaron en claro que descansar no es una opción. Creo que asesinar a esa criatura que vomitaba nieblas amarillas no hizo la diferencia."

Varias dudas me asaltan acerca de la situación en la que estamos. Voy a mencionar algunas cuando una horrible criatura sin rostro pero con la figura de un demonio, se lanza sobre Enterrador para atacarlo con violencia.

Es momento de luchar y sé que esto no es lo peor, pero no parece tampoco ser algo fácil. Veo sus garras, sus alas y las heridas que causa en mi compañero, nada más necesito para saber que todos podemos morir aquí si no enfrentamos este peligro con decisión.

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02/10/2018, 18:28
(CC) Velkan Matacambiantes.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

En cuanto el grupo formó y comenzaron a andar como una única unidad bien cohesionada Velkan se relajó. Su mente se permitió divagar pensando en los posibles conflictos que llegarían cuando estuvieran frente a Zandalus. En su cabeza imaginó varios escenarios posibles y pensó en como debía afrontar cada uno de ellos de la forma más óptima. Esos pensamientos le obstaculizaron para reaccionar tan rápido como le hubiera gustado. Quizás en otra situación y con la cabeza más centrada en lo que tenía que estar hubiera interceptado el problema.

La bestia alada apareció rápida y tenebrosa y eligió como objetivo a Enterrador, antes de que nadie pudiera hacer nada el ser maligno atacó al hombre con ferocidad. Velkan actuó rápido, moviéndose con la mayor agilidad posible para buscar una zona despejada desde la que asestar el mejor golpe al enemigo. Cuando la encontró elevó el hacha por encima de su cabeza y descargó un potente golpe contra el ser, estando de que podía acabar con su oponente. El arma se clavó en el objetivo y el dolor fue patente para todos pero había evaluado mal la capacidad de combate de la bestia, era más dura de lo que él suponía y tendría que seguir golpeando para abatirla.

¡Qué no despegue el vuelo!

Rugió para todo el grupo, bien sabía él lo peligroso que podía llegar a ser algo así. Si la bestia se llevaba volando a Enterrador poco podrían hacer ellos para rescatarlo.

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03/10/2018, 02:38
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

La armadura me vuelve lento pero aquel problema es algo a lo que todo combatiente pesado se acostumbra pues es el precio a pagar para sobrevivir a castigos físicos que a otros matarían rápidamente. Lo importante es ser capaz de reaccionar bien ante la contingencia.

Pero en esta ocasión no es necesario pues antes de que me acerque lo suficiente para atacarle, la criatura se dispone a huir con Enterrador cuando baja las defensas y todos mis compañeros cercanos lo atacan. Todos fallan, todos menos Velkan, que acierta con un poderoso hachazo. 

La criatura se retuerce un momento antes de terminar con su agonía. Miro su aspecto, la falta de rostro y sus rasgos. Es perturbador en cada uno de sus detalles o la falta de ellos. Alejo la vista, molesto por su imagen pero satisfecho por saber que ya no existe más.

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03/10/2018, 12:46
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Enterrador, al igual que el resto, se dispuso lo mejor que pudo, sin saber a qué se iban a enfrentar allá arriba. Solo se veía la emanación constante de humo amarillo. Esa niebla parecía tener cierta conexión con la maldición que se había apoderado del sanatorio y en concreto con el mal del sueño que podía aletargar a una persona y llevarlo al apocalíptico mundo donde gobernaba el Andrajoso, quedando a merced de él.

Al igual que el resto, no supo qué hacer con el chucho atrapado en su jaula, una vez advertidos todos por el paciente moribundo sobre su sobrenatural naturaleza. Al igual que la mayoría se limitó a dejarlo bien atrapado pero sin acabar con él. A la larga sería un error.

Se emplearon las pociones sanatorias para curar las heridas de los presentes y una vez preparados y dispuestos, ascendieron por la escalinata que llevaba al origen de los vapores ocres. Tormento ya había espiado con anterioridad la torre y solo había visto un extraño individuo, fuente de aquella niebla. Y cuando todos subieron, se confirmó su información. Parecía solo.

El grupo trató de acabar con él, pero las penumbras amarillas le proporcionaban una doble defensa: ocultación y efecto nocivo de sueño. Anselmo, tan pronto entró en la nube para combatir a aquel ser, tuvo que hacer frente a aquel efecto. Trató de resistir todo lo que pudo, pero finalmente sucumbió, cayendo en un profundo sueño. O sería más correcto decir pesadilla.

Lo que vio en ella lo conmocionó. Allí estaba el terrible y odioso Hombre Androjoso, dispuesto a desollarlo vivo. Enterrador abrió los ojos y se incorporó como un resorte, con los ojos bien abiertos y jadeando. Se llevó las manos a su torso y vio que todo estaba en su sitio. Miró a los lados y estaba en la torre, rodeado de sus compañeros. El tipo que exudaba vapor amarillo yacía muerto en un charco de sangre. Respiró profundamente, tranquilizándose, y junto al resto descendió de aquel lugar. Quedaba otra altivez que anular y en ella estaría Zandalus, su objetivo final.

El descenso supuso descubrir que el "perrito", de manera inconcebible, se había escapado de su jaula y estaba devorando al pobre paciente que dejaran en una de las camas del lugar.

- ¡Por Pharasma! ¡Maldito chucho! - exclamó el enterrador con rabia hacia aquella criatura con forma canina, pero que claramente era algo antinatural o de otro plano. El grupo trató de acabar con aquella alimaña que, pese a tener una agilidad y rapidez endemoniada, no pudo evitar ser interceptada por la siempre letal hacha del bárbaro Velkar.

Era hora de volver hacia las instalaciones del Dr. Melbourne donde había un acceso que daba a la zona superior, donde presumiblemente residía Zandalus. Mas debían pasar de nuevo por el jardín y lo que ello implicaba: el demonio volador.

- Lo mejor será que avancemos todos en formación cerrada, formando un rectángulo. A fila de a dos. Dos combatientes delante y dos detrás. Los conjuradores, Janos y Anciano, en medio. Si esa cosa baja a por uno tendrá que vérselas con seis - explicó con soltura, como si ya lo hubiera hecho en el pasado, mientras esperaba que el resto adoptara las posiciones indicadas antes de salir al jardín.

Lo que ocurrió después resultó caótico y confuso. Mientras observaba incrédulo cómo Tormento se separaba del grupo, saliendo a hurtadillas, por su cuenta, a vivir la vida, lo siguiente que recordó es que estaba en mitad del jardín. Solo acompañado por Velkan que parecía mirarlo extrañado por su comportamiento.

- ¿Que... que carajos hago yo aquí? ¿Cómo he llegado? - preguntó confuso mirando a su alrededor y viendo cómo el resto del grupo permanecía en el acceso al jardín mirándolo incrédulo. Dando unas indicaciones y luego yendo a paseo, contradiciendo lo que dijera. Parpadeó y agitó la cabeza, tratando de quitarse el aturdimiento. No tenía explicación. Tal vez la conmoción de la reciente pesadilla le había jugado una mala pasada, haciéndole perder el sentido de la realidad por momentos y ponerse a caminar erráticamente y mostrarse como objetivo perfecto para el demonio.

- Diantres... ¡Reagrupémonos en formación cerrada y avancemos hacia las cocinas! - exclamó mientras trató de mover para juntarse con el resto.

Pero era demasiado tarde. El ser alado viendo que se le regalaba la oportunidad para atacar a un objetivo, aceptó la invitación. El ser se lanzó en picado a por el vigilante y clavó con fuerza sus garras en el, tratando de llevárselo por los aires. Fue milagroso que Velkan le hubiera seguido sin dilación, incluso cuando perdió el juicio y caminó sin ton ni son por el jardín, ya que este pudo reaccionar y lanzar dos excelentes hachazos al ser, en respuesta a su intento de llevarse al enterrador. El demonio dejó de volar y el bárbaro lo envió de vuelta al infierno.

- Gracias, Velkan. Te debo una buena - agradeció mirando al cadáver del infernal. Acto seguido retomó la palabra -. Juntémonos y vayamos directos al hospital - aconsejó, no habiendo aparente necesidad de pasar por las cocinas ahora. Más cercanas pero con cierto espíritu atormentado cerca.

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03/10/2018, 13:57
(SA) Gheorghe Mykas.

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Gheorghe tenía una voluntad adamantina, y por ello, no estaba dispuesto a ceder ante los horrores que le lanzara aquel lugar, igual que tampoco iba a hacerlo ante los de la prisión, antes de verse alejado de aquel lugar. Sin embargo, por algún extraño motivo, estaba errando todos sus ataques, uno detrás de otro. Por suerte para todos ellos, Velkan estaba con ellos. El bárbaro tenía un brazo fuerte y certero, y parecía capaz de derribar enemigos como un leñador que talara árboles, uno tras otro. 

Asintió levemente al Gorra Roja ante su hazaña, para después mirar a su alrededor. ¿Por dónde debían seguir? Él no conocía aquel lugar, no al menos como lo hacían los compañeros que habían sido internados en él. 

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03/10/2018, 14:56
(CC) Velkan Matacambiantes.

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INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

El combate prosiguió como una caótica espiral de violencia que envolvió al grupo por completo. Era posible que aquella bestia alada y oscura fuera el enemigo más peligroso y letal al que se había enfrentado el grupo en su conjunto, él lo sabía bien aunque sus heridas habían sanado todavía podía recordar el dolor que las garras del enemigo habían dejado en su cuerpo. Si la bestia remontaba el vuelo perderían a Enterrador y él no estaba dispuestos. Los ataques de sus compañeros fueron voluntariosos pero errados y aquello le hizo acelerarse.

El mutismo de la bestia le dificultaba saber la gravedad de las heridas que le habían infligido, no podía arriesgarse así que debía tomar un riesgo mayor para asegurar el éxito. El bárbaro se desprendió del escudo y por ende de gran parte de su protección y agarró el hacha con dos manos para realizar un potente tajo descendente que pusiera fin a la existencia de aquel horror alado. El golpe cumplió con su objetivo y sirvió para acabar con las acciones del oponente. La bestia quedó inmóvil en el suelo, allí tirada parecía inofensiva, extraña y hasta cierto punto ¿hermosa? El matacambiantes sacudió su cabeza para eliminar aquellos pensamientos y de un tirón seco retiró su hacha del cadáver. El filo del arma estaba manchado de un extraño líquido negruzco que Velkan interpretó como sangre. En su primer encuentro y durante lo que había durado el segundo y último combate con la bestia había dudado de que su hacha pudiera abatirla, al ver la sangre lo entendió. Si algo sangraba él y su hacha podía destruirlo.

Todos estamos juntos en esto.

Dijo a modo de respuesta a las palabras de Enterrador y devolvió el asentimiento al paladín. Tras eso caminó a recuperar su nuevo escudo y se lo ciñó de nuevo a su brazo libre recuperando su posición marcial habitual.

— Ahora sí, Zandalus.

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04/10/2018, 03:32
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

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INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Es hora de continuar nuestro camino y ya mucho han mencionado que la pelea más peligrosa está por comenzar. Veo que Anciano Sabio tiene múltiples heridas pero no parece tener ganas de aceptar la poción de curación que llevo encima. Todo el resto de nosotros tiene heridas similares, por lo que simplemente saco la poción y la ofrezco al que la desee.

Tormento de Tinieblas la acepta y la bebe. Me da gusto pensar que por lo menos uno de nosotros sanará un poco sus heridas antes de aquel terrible enfrentamiento.

 - "Espero que ese tal Zandalus no sea tan duro. Nuestros cuerpos definitivamente han visto tiempos mejores."

La verdad es que estamos muy mermados de salud y, en mi caso, sin recurso curativo alguno. Le respondo a Enterrador algo que comentó pero que había olvidado con el asunto de la criatura alada:

 - "Preferiría ir en vanguardia. No me quedan dones de Sarenrae para sanar o apoyar. Solo me queda el filo de mi cimitarra, algunos dones para golpear con más poder y la gruesa armadura que me protege. Seré un buen escudo y mi lugar en la batalla es cuerpo a cuerpo."

No sé si me tomarán en cuenta pero creo que es lo más acertado considerando los recursos que tengo en estos momentos y los que el resto tiene. De todos los presentes, creo que Gheorghe y yo somos quienes llevamos armadura más pesadas. La magia del escudo de Velkan también parece protegerle suficiente pero creo ser el más resistente a los golpes en estos momentos. Si no fuera por la magia del Hombre Salpicadura, aún estaría luchando con él.

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04/10/2018, 11:46
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ALA NORTE, LA PESADILLA INTERMINABLE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PASADO EL MEDIODÍA.

Enterrador movió los hombros doloridos, allí donde el bicho alado le clavara las zarpas. Nada serio, pero las heridas y contusiones provocadas eran muy molestas. Conforme avanzaban por el jardín hacia el hospital, por llamarlo de alguna manera, del Dr. Melbourne, Janos expresó ciertos deseos y pareceres. Anselmo se encogió de nuevo de hombros, pero tomó la palabra.

- Sin duda Zandalus será mucho más duro. Si no por él, sí por los secuaces que le acompañan. Pero sí. Sí me esperaría que el mismo fuera más... activo... de lo que ha sido el "escupehumo". Y con el vapor que parece seguir emanando del piso de arriba, probablemente nos veamos inmersos de nuevo en ese problema - temió recordando las pesadillescas consecuencias.

Cuando el clérigo habló sobre el posicionamiento del combate y su estado actual, el enterrador torció el gesto y negó con la cabeza.

- Personalmente esperaría que pudiéramos descansar un poco antes de subir arriba. Sin hechizos de nuestro lado la situación puede resultar absurdamente complicada - estimó -. De todos modos hemos avanzado así, en esta formación, aquí en el jardín, para optimizar el posible ataque del demonio volador y rechazarlo en conjunto - explicó.

Para lo que ha servido, pensó lamentando que algo extraño le jugara una mala pasada y lo hiciera avanzar sin desearlo hasta el jardín, rompiendo dicha formación.

- Arriba, si no hay opción de recuperar tus poderes divinos, avanzaremos de la manera que convenga. Tú incluido - afirmó asintiendo, dando a entender que cada cual se dispondría para ser lo más efectivo posible.

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04/10/2018, 22:31
SA: Doctor Wren Elbourne.

CAMPAMENTO DE LOS APÓSTOLES DE OROPIMENTE, "CLÍNICA":

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Cuando Anciano Sabio entra en la improvisada "clínica" del Doctor Wren Elbourne junto a las derruidas escaleras del Nordeste, encuentra al hombre fuera de sí, tirado en el suelo, llorando y con ojos de loco y expresión demente. El hombre grita asustado, pero entonces reconoce al viejo Clérigo de Pharasma y se recompone.

- "¡Estáis vivos!" - Entonces observa con extrañeza a los dos combatientes acorazados y añade: - "Bueno, o al menos la mayoría... O eso creo." -

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04/10/2018, 23:49
(CC) Velkan Matacambiantes.

CAMPAMENTO DE LOS APÓSTOLES DE OROPIMENTE, "CLÍNICA":

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Alcanzó al grupo del que se había rezagado un poco cuando ya estaban en el interior de la clínica, si es que podía llamarse así a aquella habitación, del doctor Elbourne. El bárbaro chistó pidiendo silencio al doctor para luego asentir a sus palabras de alegría.

 Estamos vivos y hemos eliminado parte del humo amarillo, pero falta eliminar al gran problema. Necesitamos algunos suministros médicos, para estar en perfectas condiciones. ¿Es posible?

Directo y concreto como acostumbraba el hombre interroga al médico esperando alguna respuesta positiva que signifique un poco de suerte en un día lleno de malas noticias. Mientras hace eso echa un vistazo a los alrededores en busca de algún posible cultista más que pueda alertar de su presencia a su líder.

¿Quiénes sois los que estáis más heridos?

Preguntó el salvaje mirando a los compañeros con los que estaba, pues él no estaba demasiado al día de las heridas y sanaciones que se habían llevado a cabo en los últimos momentos.