Partida Rol por web

Kintsukuroi

Nubes tejedoras

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18/05/2019, 03:24
Lyssa

Lyssa observó el arbusto con atención. Se acercó para mirar los hilos de colores, y alargó la mano tomando varios sobre la palma. Mientras hacía aquello sacaba multitud de fotografías. En otras circunstancias se habría sentado allí mismo a dibujar, pero esperaría a estar dentro de la casa. Al reparar en el hueco, se agachó para verlo de cerca. Acercó el móvil y lo fotografió varias veces. Para una de ellas encendió la linterna del móvil para poder ver el interior. 

Al subir al autobús no se había imaginado encontrarse un lugar tan... inspirador como aquel. Ahora estaba segura de que su estancia allí iba a ser productiva. 

Un arbusto es lo que era, de hoja verde oscura pequeña y redonda, densa, aspecto pesado. Estaba llena de hilos de colores, ya viejos y desgastados. Parece que alguien en su momento la habría plantado contra la casa, porque las raices salían justo de debajo, pero se colaban un poco bajo la construcción. 

Había un hueco, quizás una casa de ratones de campo, en la parte que estaba pegada al edificio. 

- Tiradas (1)

Motivo: Alerta

Tirada: 1d10

Resultado: 5(+2)=7

Notas de juego

*Dejo una tirada de alerta para mirar dentro del hueco.

 No pongo todavía post general para no aventurar que todo va bien por aquí. Cuando me des el visto bueno escribo en general. 

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18/05/2019, 20:49

Un trozo de corteza de arbol dentro de una casa, justo sobre la cerradura para evitar, o al menos provocar que no sea facil entrar en la misma. Es dificil creer que sea una casualidad. Si eso de por si ya me habia parecido extraño, los comentarios de Ryota me hacen fruncir el ceño mientras miro como el pelirrojo recoge el trozo de corteza. - O algo... - Pongo un leve tono perverso, como el off de un narrador de una pelicula de terror. Aun asi acabo riendome de mi mismo, aunque sin perder de vista el trozo de corteza. No puedo evitar soltarselo aun asi a Ryota. - Sigue siendo raro de narices lo de ese trozo de arbol... eso no puedes negarlo.

Sigo a Ryota observando el lugar con detenimiento. Es como una jodida casa del terror, donde no le han pasado el paño en años. Muy bien, menos mal que no se me ha ocurrido decirlo en alto, pero es que joder. Algo mas de luz entra y entonces soy mas consciente de mi alrededor, aunque sin duda mas aun del olor de pintura fresca. Anoto mentalmente ese detalle, porque me resulta extraño que con las telas caidas sobre las cajas, el polvo y demas, aun podamos percibir el olor a pintura nueva. ¿Eso tiene sentido? Ojala supiera mas de esas cosas, pero seguramente es simplemente una tonteria.

Sin duda no creo que yo utilizara ese mismo termino... - Acompaño el pensamiento en voz alta de Ryota. - Aunque tiene su... atractivo en cierta forma. - Cuanto mas me fijaba, menos sentido tenia para mi. - Una pregunta profesor,. Todo esto esta lleno de polvo, la puerta estaba atrancada, se huele la humedad obvia de un sitio cerrado... y aun asi el olor de la pintura parece fresco... ¿Como es eso posible?

Escucho la contestacion a Ryota. - Pasamela, cuando la tengas. - En clara referencia a la foto del mapa. Tras eso espero la contestacion del profesor, antes de asentir a Ryota y seguirle en direccion a nuestro cuarto.

Oye... ¿Crees que podemos colgar algo fuera de la puerta de nuestro cuarto? Como una tira de color rojo, de tela o similar. No se a ti, pero a mi me ayudaria bastante a no perderme. - Se lo comento discretamente a mi compañero de cuarto.

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18/05/2019, 22:04
Director

Notas de juego

No logras ver nada

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19/05/2019, 20:02
Lyssa

Tras entretenerse sacando unas cuantas fotos a un lado de la casa, Lyssa volvió hacia la puerta. Guardó el móvil en el bolsillo del abrigo, ya revisaría más tarde las fotos. Volvía animada, lo estaba desde que habían llegado a aquel sitio. Aquel edificio viejo y posiblemente no demasiado cómodo, era un sueño para ella. 

-Este sitio es increíble - le dijo a Nyu con una sonrisa de oreja a oreja al llegar junto a ella - ¡Tendríamos que haber estado aquí desde el principio, joder! 

Niu se había quedado en la entrada* mientras el resto entraban. Lyssa no había prestado demasiada atención a lo que hacían sus compañeros, pero se había enterado de que se estaban repartiendo donde dormir. 

-¿Hay alguna habitación que te guste más? A mí me da igual... - se quedó mirando hacia el interior, inclinando el cuerpo y estirando el cuello para ver las paredes laterales - Joder, que pasada... - se quedó mirando durante un momento el papel - Bueno, ¿que dices? ¿donde montamos el campamento?

Notas de juego

*Si he leído bien las cosas. Si no, corrígeme en tu post. 

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20/05/2019, 00:35
Niu Xu

Cuando sus compañeros comenzaron a tratar de abrir la puerta sin éxito, Niū pasó la mirada de la planta superior hasta ellos.

Pensó que quizá sería mejor intentar entrar por cualquiera de las otras entradas que seguro que debían haber. Pero mientras dudaba de hablar o no, Alexei ya se encargó de ofrecer aquella opción por ella.

Para nada al final, pues la puerta se abrió en aquel mismo instante.

Miró en dirección a Lyssa, que ya volvía tras su corta aventura por el jardín, y preparó sus cosas para entrar.

Cuando la canadiense llegó hasta ella, Niū no pudo evitar contagiarse de la sonrisa que traía.

-La verdad es que se hace raro... ayer en la ciudad y hoy aquí sin apenas tiempo para hacerse a la idea. -le dijo mientras caminaba hacia el interior.

Allí, algunos comentaban sobre cómo podría haber llegado un pedazo de corteza a aquel lugar, sin embargo Niū no le dio la mayor importancia. Quizá fuese obra de algún insecto haciendo nido, o más probablemente, algún niño de la zona.

Soltó las maletas un momento para sacar sus pantuflas, y comenzó a quitarse el calzado de calle.

-¿Habitación? La número ocho parece que es la única libre que queda con ventanas. ¿Te parece bien? -le respondió a Lyssa- Además, no soy muy supersticiosa, pero el número es apropiado. -agregó sonriendo.

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21/05/2019, 18:58

Sentí cierto alivio al comprobar que la puerta, al final, se abría y que la culpa de que no lo hubiera hecho en un primer momento la tenía un trozo de madera en la cerradura y no mi torpeza. La idea de Ryota de abrirla igual que había abierto la puerta del baño podía resultar graciosa en otras circunstancias, pero a mí no me había hecho ninguna gracia en esos momentos ya que, de alguna forma, aquella casa empezaba a ponerme nerviosa. Temor que aumentó cuando por fin accedimos a ella.

Quizás fuera por el aspecto de abandono que mostraba, por el polvo y las cajas cubiertas de tela, por la oscuridad agobiante o a saber el qué, pero el hecho de que algo tan nimio como una corteza de árbol hubiera impedido que abriera la puerta a la primera, había conseguido alterar mis nervios ya de por sí tocados desde el incidente del incendio. Menos mal que al profesor se le ocurrió dar más luz al deprimente lugar consiguiendo que, con algo más de claridad, mis desmoralizadores pensamientos se volvieran un poco más animados. Pero poco más.

Enarqué una ceja al escuchar a parte de mis compañeros alabar el lugar. Tal vez cuando estuviera limpio y con una capa nueva de pintura aquello mejorara más, pero por el momento… ¿Pintura? Fruncí el ceño al notar entre los diversos olores a polvo y humedad otro muy distinto, como si alguien hubiera estado pintando la casa antes de que nosotros llegásemos, pero aquello era imposible… ¿O no?

Sam, lo único que te faltaba era volverte una paranoica, pensé mientras miraba a mi alrededor. Pero la pregunta que Alexei le lanzó al profesor me hizo comprender que no era ningún tipo de alucinación y que yo no era la única en haber notado el olor. No sabía si sentir alivio al saber que no me estaba volviendo loca o sentirme angustiada, aunque ¿angustiada por qué? Decididamente no tenía que haber motivo alguno para ello y en cambio yo no estaba a gusto en ese sitio. Estás un poco depre por todo lo ocurrido y por el día gris de mierda… Mañana lo verás todo con mejores ojos.

Vayamos entonces a ver nuestra habitación —contesté a Freedom y a Sasaki, mis nuevas compañeras de habitación, intentando imprimir un tono alegre a mi voz—. Podemos dejar nuestras cosas y luego explorar un poco más la casa, o dar una vuelta fuera aunque esté lloviendo, no sé… un poco movimiento después de tantas horas en el autobús seguro que nos viene bien —comenté mientras en el fondo pensaba que hacer algo de utilidad me ayudaría a no sentirme tan alicaída como me encontraba en esos momentos.

Cogiendo mis cosas, seguí a Freedom hasta la que sería nuestra nueva habitación.

Notas de juego

Sam sigue a Freedom hasta la habitación 13.