Partida Rol por web

-¡Ok!

Niū tomó nota mental de quienes le respondieron y asintió con una sonrisa amable. Luego dedicó una más amplia a su hermano.

-¡Por supuesto! -le respondió con alegría- Ya sabes que te espero para que me ayudes en la cocina. -agregó en tono juguetón.

Luego se giró para Lyssa.

-Vamos a buscar algo para limpiar un poco la habitación, que te ayudaré mientras te cambias. -le dijo, tomando la iniciativa y dirigiéndose a buscar las herramientas de limpieza para ambas y yendo luego a su habitación.

Lyssa no había respondido a la pregunta de Niu sobre alergias. Parecía ni siquiera haber estado escuchando en ese momento. Volvió a centrarse cuando su compañera tomo la iniciativa y se fue en busca de productos de limpieza y hacia la habitación. 

De vuelta a la habitación, lo primero que hizo Lyssa fue quitarse las zapatillas deportivas y dejarlas junto a la puerta. Después, cogió su maleta y la abrió junto a la cama. Dentro de la maleta había bastante ropa... casi toda negra. Solo algunas notas de color aparecían casi escondidas por el resto de la ropa. Nada parecía demasiado ordenado, era como si lo hubiese empujado a presión hasta conseguir que la maleta se cerrase. Allí estaba también su ordenador portatil, un cuaderno de dibujo más grande que el que solia llevar y un escuche metálico en el que guardaba las pinturas. Debajo asomaban algunos CDs y comics, aparentemente hentai. 

Dejó el abrigo de Niu sobre la mesa, con más cuidado del que había dedicado a sus propias cosas. 

-¿Que armario quieres para ti? Tenemos donde elegir - señaló a los que estaban junto a la cama, y a los que estaban frente a la ventana.

Mientras esperaba la respuesta se quitó la sudadera mojada y la tiró al suelo. La camiseta que llevaba debajo estaba igual de calada, pegándosele tanto al cuerpo que marcaba a la perfección su sujetador. Tras unos segundos se la quitó también, y después los pantalones. Se quedó solo con unas bragas negras de licra y un sujetador deportivo, mientras miraba pensativa su maleta. 

Niū también dejó el calzado y entró junto a Lyssa. Observó el entorno... realmente tenían la mejor habitación, pero sería también un reto dejarla a punto... aunque ella apreciaba la personalidad y la historia que aquel lugar rezumaba, en aquel momento estaba que daba asco... miró la cama como quién se planta ante un reto. Tendrían que revisar que no hubiese habitantes en el interior de aquel colchón.

Mientras Niū observaba esto, Lyssa se puso directamente a trastear con sus maletas, lo que recordó a la asiática un tema pendiente.

-Antes has mencionado que el fuego quemó tus botellas... ¿hay algo más que hayas perdido? Si necesitas algo símplemente dilo. -le comentó a Lyssa- Y, ¿cómo has terminado tan empapada? ¿has pasado la noche en la calle sin paragüas o algo así? -continuó preguntando con mirada preocupada.

Cuando Lyssa preguntó por el armario, Niū señaló el que estaba junto a la cama.

-Ése mismo me quedo. -dijo, mientras ella imitaba a Lyssa y se quitaba la chupa, dejándola junto a su abrigo- Voy a ir quitándole el polvo para hacerlos usables. -comentó mientras se recogía el pelo y cogía uno de los trapos, y el cubo con agua.

Se puso a limpiar los armarios a conciencia, frotando con fuerza, pues el polvo estaba agarrado de años. Por el rabillo del ojo vio que Lyssa al fin se quitaba aquella ropa empapada, pero ella siguió frotando con fuerza, tratando de dejarle su espacio...

-No deberías abusar tanto del sujetador deportivo. -dijo no obstante, sin dejar de limpiar pero sin dejar también de ser muy consciente de lo que hacía su compañera de habitación- No es bueno para tu salud.

Lyssa torció el gesto cuando Niü preguntó por lo que había perdido en el fuego. Llevaba un rato sin pensar en ello, pero parecía ser la única a la que se le habían quemado cosas. Lienzos inacabados que guardaba fuera de su habitación y algunas botellas de vodka. 

-No te preocupes, no fue nada que... que necesite. Solo... algunos dibujos - su voz no sonaba como si no hubiera sido nada. Podría volver a intentar dibujarlos, pero sabía que no conseguiría lo mismo. Aquella era exactamente la misma razón por la que había llegado empapada al autobús - Estaba cabreada esta mañana y salí a correr. Necesitaba hacer algo. No me importa la lluvia... - se encogió de hombros.

Siguió rebuscando entre su maleta, sin aparentemente decidir que ponerse, hasta que Niü hizo el comentario sobre su sujetador. Entonces miró hacia ella de reojo y sonrió. Después de las últimas frases, en las que había parecido estar algo decaida, parecía que se le iluminaba el rostro. 

Un par de segundos después apareció susurrándole a Niü desde detrás, sin sujetador y cubriéndose los pechos con los brazos cruzados. Se movió sigilosamente, tratando de que no la viese hasta estar muy cerca. 

-¿Mejor así, entonces? - sonreía con mucha picardía

Niū miró preocupada a Lyssa cuando mencionó lo de sus dibujos, aunque se giró en seguida al ver que comenzaba a desvestirse. Por mucho que sus palabras lo negasen, sonaba afectada por ello, y a juzgar por el apasionamiento con el que hacía las cosas, sin duda para ella había sido una gran pérdida.

-Lamento que hayas perdido tus dibujos... -dijo algo nerviosa pero sin saber por qué- Yo he perdido mis despertadores... -empezó a decir por conectar, pero tan pronto como comenzó se dio cuenta de lo estúpido que sonaba- N-no es que s-sea comparable... -agregó rápidamente con timidez mientras aclaraba, con insistencia y más de lo necesario, el trapo en el agua con vinagre- Q-quiero decir que... bueno, al menos parece que éste lugar te ha inspirado... e-estoy segura de que pronto habrás hecho nuevos dibujos... y mejores... -dijo, intentando torpemente consolarla, aunque se le estaba dando fatal y cada vez estaba más nerviosa por ello.

Sobre que saliera a correr bajo la lluvia, no dijo nada, habiendo visto en primera persona lo emocional que era Lyssa, esperaba que al menos le hubiese servido para deshacerse un pooc de aquellos malo sentimientos. Por otro lado, aquello también explicaba la elección de Lyssa de prenda interior.

Tras el comentario del sujetador hubo un silencio sospechoso. Niū ya esperaba que Lyssa actuase como Lyssa y además era más consciente de lo que parecía sobre lo que estaba haciendo ésta, por lo que ni se inmutó cuando ésta le susurró tras su espalda.

Sin girarse, se limitó a soltar un exagerado suspiro lleno de cansancio y aunque se le había dibujado una sonrisa en la cara por adivinar la reacción de su compañera, no iba a reconocerlo.

-Eres malvada. -dijo con sencillez, borrando la sonrisa- Tómame en serio de vez en cuando. -agregó en tono de regañina sin dejar de frotar una parte del armario que ya estaba lo suficientemente limpia.

- Ahora me dirás que no lo dijiste a propósito ¡Ja! – negó sin que se le hubiera borrado la sonrisa de la cara – No soy yo la que lleva insistiendo en desnudarme desde hace un rato…

Volvió junto a la maleta, dejando de cubrirse los pechos al darle la espalda a Niu. Se tomó su tiempo, como si quisiese dar tiempo a que Niu la mirase. Al llegar junto a la maleta se agachó en busca de ropa.

-Se que dibujaré más – dijo entonces, con algo de melancolía en la voz – Tengo un montón de ideas en la cabeza… Muchas cosas en este lugar me inspiran, y… alguna que otra persona… - en ese momento miró hacia ella de reojo.

Sacó de la maleta otro sujetador, este negro de encaje. En realidad no demasiado diferente del deportivo, solo menos apretado. Su pecho era bastante pequeño, en realidad podría haber obviado esa prenda. Después una camiseta negra con un grabado por delante. Lo completó con unos vaqueros con varios rotos sobre los muslos, rodillas y espinillas. Tanto los pantalones como la camiseta le quedaban muy ceñidos al cuerpo, casi parecían mallas. 

-Bueno, ya me uno a limpiar, no te voy a dejar hacer todo el curro sola. Pero antes... 

Encendio el portatil, conectó un pequeño altavoz y de pronto empezó a sonar Heavy Metal en japonés. 

Lyssa se acercó a donde estaba Niu sacudiendo la cabeza al ritmo de la música.

-... No puedo ponerme a limpiar sin música. Creo que podría morirme si algún día lo hiciese - bromeó. 

Cogió entonces los productos de limpieza y comenzó a limpiar el armario al lado del que Niu limpiaba.

-Pff... ¡Qué morro tienes! -replicó Niū a la contestación de Lyssa, mientras continuaba limpiando como si no pasara nada.

No obstante, la respuesta de Lyssa sobre sus dibujos la cogió desprevenida, y se detuvo enrojecida.

-No deberías hacerte ilusiones Lyssa... yo... n-no sé, quizá no sea nada... -murmuró dubitativa sin aclarar mucho.

Aclaró el trapo una última vez y miró cómo había quedado el mueble. Estaba limpio, pero el agua ya estaba notablemente turbia... iban a hacer falta unos cuantos cubos más.

-En fin, ya tienes tu armario. -dijo poniéndose en pie y preparándose para limpiar el tuyo- Guarda tus cosas primero y así hacemos sitio... -la miró de reojo y vio que ya había terminado de vestirse y estaba poniéndo música, lo que la relajó un momento, hasta que se detuvo en seco y volvió a mirarla, ahora fijamente.

-La madre que la trajo... -murmuró en español para ella- Lyssa, te voy a matar. -agregó, ahora en inglés, mientras iba directamente hacia sus maletas y las abría. Su interior era muchísimo más colorido que el de Lyssa, abundando sobretodo los azules.

Recogió algo del interior y se dirigió directamente hacia su compañera, era una toalla lila que sin preguntar lanzó por encima de la cabeza a Lyssa.

-¿Cómo puedes ponerte la ropa seca sin haberte secado antes? ¡Así no va a valer de nada! -le dijo mientras le frotaba la cara con intención de hacerle la puñeta- Si no sabes cuidarte tú, no sé yo si sabrás cuidar a otras personas... -murmuró luego en tono de regañina mientras pasaba a ayudarla a secarse su largo pelo.

El olor personal de Lyssa hizo que fuese consciente de lo que estaba haciendo, y poniéndose roja se puso nerviosa y le dejó la toalla en el hombro.

-V-va, sigue tú que yo tengo las manos sucias ahora. -le dijo mientras iba de nuevo por el trapo- Ya me dejarás la toalla luego, que ahora me la vas a dejar oliendo a blanquita. -agregó medio en serio medio en broma mientras agitaba la mano como quitando importancia a sus propias palabras.

Se puso a limpiar su armario, inconscientemente siguiendo el ritmo de la música.

Lyssa no respondió a las dudas de Niü. En aquel momento pensó que era mejor dejarlo correr que presionar a su compañera. Estaba a punto de ponerse a limpiar junto a ella, cuando de pronto Niu se fue a su maleta visiblemente molesta por algo, dejando a Lyssa mirándola con gesto confuso.

Cuando se quiso dar cuenta tenía una toalla en la cabeza, y a Niü frotándole la cara.

-¡¿Pero te has vuelto loca?! ¿Qué ostias haces?

Momentos después, cuando se dio cuenta Niu lo que hacía era secarle el pelo, se quedó mirando para ella. Al principio lo hacía con incredulidad, pero poco a poco fue sonriendo y después se mordió el labio inferior mientras negaba con la cabeza.

-Niu cariño, no hacía falta… - dijo entonces con un tono bastante cariñoso. Decía que no hacía falta, pero sonreía. Era evidente que no le estaba disgustando - Un poco de agua en la cabeza no va a matarme. 

Terminó de secarse ella cuando Niu dejó la toalla.   Durante unos momentos se quedó mirando a su compañera mientras esta limpiaba. Negó una última vez con la cabeza. Su pelo mojado, su ropa mojada, el abrigo, la camiseta sucia del día anterior. Eran ya muchos los momentos en que se había preocupado por ella, sin que se lo hubiese pedido en ningún momento. 

-Es la ostia de raro tener a alguien preocupándose así por mí - dijo mientras buscaba donde colgar la toalla para que se secase - Sienta bien... 

Comenzó entonces a llevar sus cosas al armario. Echó los pantalones, un par de faldas muy cortas, y las camisetas, sin preocuparse demasiado de como cayesen. Dejó la ropa interior amontonada al lado y por último un vestido negro, el mismo que había llevado al karaoke, que dobló con sumo cuidado. En otro estante empezó a colocar sus CDs, libros y libretas. 

-¿Tu dices lo espaniol? - preguntó en un horrible Español, con un acento atroz, haciendo referencia a la frase que había usado antes. Su intento fue tan malo que era bastante evidente que ella no lo hablaba. 

Niu se detuvo y miró a Lyssa. Notó que había dicho lo de que alguien se preocupase por ella como si no estuviese acostumbrada a que nadie lo hiciese. Niu tomó nota pero decidió no comentara nada sobr eso, sin embargo..

-A mí ni me cuesta ni me importa ayudarte en lo que haga falta, pero tú deberías preocuparte un poco por más por ti misma. -le dijo muy seria- No puedes pasarte la vida diciendo que las cosas que te afectan no tiene importancia. ¡Claro que la tienen! ¡Tú eres importante! Mi padre siempre dice que tú eres la persona más importante de tu propia vida. Y si a la persona más importante no aprendes a quererla y cuidarla, no vas a saber hacerlo con los demás. -le dijo- Sí, podrás esforzarte por un tiempo, pero si no tienes una actitud positiva contigo tarde o temprano volverás a malas costumbres, o casi peor, se te notará forzada.

Se calló un momento antes de seguir.

-Ya te he soltado el monólogo... bueno... pues eso... -dijo algo cortada- Pero es normal que a veces hayan malos días como hoy. Lo que has perdido contenía una parte de ti, cuando pones el corazón en algo y se pierde sin más duele... -asintió- A veces me he sentido parecido en la cocina. Pero para ésos días estamos los demás, ¿ok? Y no te quites importancia. -concluyó, volviendo a la limpieza. Aunque le duró poco antes de volver a hablar- Podrías empezar por colocar con cariño tu propia ropa, que es lo que vas a usar... -sugirió sin sacar la cabeza del armario, mientras frotaba el fondo.

El tema de la cocina le recordó que Lyssa aún no le había comentado si tenía alergias, pero ésta le habló en un torpísimo español y aquello la pilló desprevenida. Se interrumpió y la miró con una amplia sonrisa.

-¡Vaya! No sabía que podías hablar un poquito de español. -le dijo- Significa la madre que te trajo... al mundo, se sobreentiende. Es una expresión que se usa con gente que no tiene remedio, como tú. -le respondió con una sonrisa en la mirada.

-Y por cierto, aún no me has dicho si hay algo que no puedas comer... -preguntó indirectamente mientras escurría el trapo.

Escuchó el sermón de Niu mientras trataba de mantener un semblante sereno. Al principio estaba sorprendida, luego no tenía claro si la charla motivacional de Niu le molestaba o le hacía gracia. Al final se decantó por lo segundo. Si hubiera estado delante de cualquier otra persona seguramente se hubiera reído a carcajadas. Con Niu delante solo pudo sonreír. Le costaba creerse que alguien pudiese estar diciendo todo aquello de forma sincera y bienintencionada, pero Niu lo estaba haciendo.

Negó con la cabeza y sonrió. ¿Qué otra cosa iba a hacer?

-La madre que me pario, ¿cómo es posible que seas tan adorable? – se acercó por detrás y le dio un beso rápido en la coronilla - En serio, creo que cuando me fabricaron a mi se olvidaron de ponerme algo de eso. 

Después, sin comentar nada más sobre eso volvió al armario, a colocar algo mejor su ropa.

-Sin alergias… y tampoco hablo español… se reconocerlo, pero creo que con esa frase agoté casi todo lo que puedo decir… - se quedó en ese momento pensativa – bueno, no todo…

Entonces empezó rapear en español mientras se ponía a bailar, sin demasiado ritmo, al lado de Niu. 

Donde está… la biblio teca

Me llamo T-bone, la arrania discoteca

Discoteca, muneca, la biblio teca

Es en bigote grande, perro manteca

Manteca, bigote, gigante, pequeño

Cabeza is nieve

Cerveza is bueno

Buenos días, me gustas papas frías

Bigote de la cabra

Es Cameron Diaz

-Ahora si, eso es todo -  anunció bastante satisfecha de haber podido hacer el tonto un poco - ¿Cuantos idiomas hablas? Te he oído ya Inglés, Japonés y Español, e imagino que hablarás Chino - sonaba impresionada por aquello.  

Niū sonrió suavemente.

-¿Te suelto un rollo y eso me hace adorable? Realmente me ves con demasiados buenos ojos... -respondió, quitándole peso a lo que le había dicho Lyssa aunque parecía claramente halagada.

Cuando recibió el beso de Lyssa en la coronilla, primero se encogió un poco por la sorpresa y luego rió suavemente- ¡Para ser del norte eres muy besucona! -le dijo en tono de broma- Mírate, menos de un minuto y ya vuelves a despreciarte... tú lo que quieres es que te vuelva a soltar un sermón, ahora lo entiendo. Y claro que eres adorable, ¿por qué si no te aguanto lo que te aguanto? -le contestó mirándola divertida, aunque se torció la mueca antes de agregar- Aunque lo del autobús haya sido culpa de mis malas palabras.

No hizo comentario a que Lyssa ordenase mejor la ropa, aunque lo notó y la miró de reojo hacerlo, y luego escuchó sorprendida el rap que soltó Lyssa con los ojos muy abiertos.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó entre risas cuando ésta terminó- Es un conjunto de palabras sueltas sin ningún orden ni sentido. ¿Es algún tipo de truco de memorización? -le preguntó divertida con una mirada sonriente.

-¿Idiomas? Sí, cuatro. -le respondió levantando los cuatro dedos- Pero chino... bueno, hablo mandarín. ¿En inglés se llama mandarín también? En China se conoce como pǔtōnghuà, que sería algo así como la lengua común. Normalmente la gente habla sobre el chino como si fuese una misma lengua, y si mal no recuerdo hay como unos diez dialectos. -explicó cruzando los dedos con los que había contado antes- Aunque tres se los considera subdialectos... -murmuró casi para sí misma, levantando de nuevo tres dedos- Y muchos de ellos son inteligibles para los otros hablantes. -agregó con una sonrisa, aunque cuando notó que Lyssa lo había preguntado como admirándola, en seguida se puso más tímida y trató de quitarle hierro- P-pero vamos... que no es nada raro. Nací en China, pero con ocho años solamente fuimos a vivir a España, así que es normal que aprendiese ambos idiomas... y una vez sabes escribir en chino y hablar español, el resto de idiomas se hacen cuesta abajo. -le dijo con una pequeña broma- Y ya me has escuchado hablar japonés... a mi hermano se le da muchísimo mejor y él también habla los mismos idiomas que yo.

-La canción es de una serie de televisión, Community, la preparan dos personajes para una clase de español, con un profesor de español que no sabe español - se rio recordandolo - Es muy graciosa. Aunque no se que dice, salvo Cameron Díaz. 

Escuchó con atención la explicación de Niu sobre los idiomas. Ella no sabía tanto acerca de los diferentes dialectos de Chino. Si que había varios, y que el mandarín era el más hablado, pero no todo lo demás. Nunca le había dado muchas vueltas a aquello. 

-No le quites hierro a hablar cuatro idiomas, joder... con esos puedes pasearte por casi todo el mundo. Yo se Japonés, pero ni siquiera he aprendido Francés, que lo habla mucha gente en Canada. En mi pueblo tenemos también a bastante gente que habla Español, casi todos yankis. 

La canción acabó y dio paso a la siguiente. Sonrió al reconocer las primeras notas. Por un momento miró a Niu de reojo y sonrió con malicia.  

-¿Sabes una cosa? Sobre el sermón... Quizá eso sea lo que quiero... quizá eso sea lo que falta para para que caiga  rendidaa entre tus brazos - se iba acercando poco a poco a Niu, hasta meterse entre sus brazos, haciendo una parodia de voz sexy cada vez más ridículo - ¿Es por eso que me sermoneas, Niu? Sabes que soy una niña mala... 

Se rio. Estaba claro que se lo estaba pasando bien, aunque estuviesen limpiando. 

Realmente eso de limpiar era un poco...solitario para casi todos. En un lugar nuevo, con pasillos extraños, en mitad de un día gris y con tanto por hacer. La soledad se fue marcando lentamente en todos vosotros, daba igual que estuvierais haciendo exactamente; daba igual las breves conversaciones entre Freedom y su compañera Sasaki, o las risas entre Niu y Lyssa, poco importaba ese reloj puesto en hora, que no tardó ni medio minuto en volverse a descuadrar porque algo parecía ir mal, ni la música en los auriculares, ni tan siquiera los mantras mentales. Al final, la sensación de estar solos se volvió casi asfixiante en aquella media hora hasta que todo estuvo listo para el siguiente movimiento. 

Por desgracia, la conversación entre el profesor, Alexei, Viktor y Jiro no acabó bien. El ruso tenía un marcado carácter muy conciso, algo autoritario que chocaba de pleno con la cultura japonesa más tradicional y decidió que no podría aguantar en aquel ambiente, volviendo de nuevo a la ciudad. 

El propio profesor fue el encargado de llevarlo a coger el siguiente autobús, mientras vosotros recogíais un poco vuestros dormitorios. Al volver, os avisó por un mensaje en el grupo de Line que acabó de crear para avisaros de la salida ya propuesta al pueblo. 

Eran las 13:00 del mediodía, aunque pareciera casi ya la noche. No deberían de tardar mas de dos horas en el pueblo, y volverían con comida y una lista de cosas que faltaban.